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leire lekuona

LA LAMINA Y EL PESCADOR.

En su primer libro escrito en euskera, 'Xixili: hegatsa galdu nuenekoa', la autora ofrece su visión personal de una conocida historia mitológica de Bermeo acerca de la lamina Xixili y su historia de amor con un joven pescador.

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'Xixili: hegatsa galdu nuenekoa', con texto en euskera de Leire Lekuona e ilustraciones de Vivieron Perdices, está editado por Eguzkilore Liburuak, tiene 52 páginas y cuesta 17 euros.

Para los que no estén familiarizados con la historia mitológica de Bermeo, ¿quién es Xixili? ¿Cómo se te ocurrió realizar esta

variación sobre una historia clásica? Como sucede en muchas de las narraciones vascas, aparecen personajes mitológicos muy identificados con un lugar, y ese es el caso de Xixili, que es una lámina o sirena típica de Bermeo. Soy medio bermeana, pero no llegué a conocer a Xixili hasta ya mayor, y me pareció que tenía encanto. Sin embargo, no hay una narración tradicional en torno a ella, solo existe el personaje y punto. Es por eso que yo me dediqué a pensar en un cuento que diera forma, personalidad e historia a esta sirena, es decir, en crear un pequeño mito en torno a ella.

Es una historia de amor pero ¿de qué tipo? Es una historia de amor tradicional escrita desde el corazón. La protagonista es la lamina, pues está escrita en primera persona y todo discurre según ella siente o actúa. Y se enamora, cómo no, de un hombre mortal. Por tanto, sigue el hilo tradicional de las narrativas de este estilo, que son universales y son parte de todas las culturas del mundo.

Es un cuento pero dirigido a todas las edades, ¿te estás en-

contrando con público de todo tipo? Me ha pasado una cosa curiosa: todo el mundo se ha enamorado de Xixili. Me refiero a que la edad no ha sido impedimento para ello. Es un cuento escrito desde cierta madurez, y por eso no es fácil encajarlo en una franja de edad. Es decir, no es demasiado infantil. Hace unos meses quisieron que presentara el libro en un euskaltegi de Getxo, que es donde vivo, a un grupo de estudiantes jubilados, y a cada párrafo que leíamos, ¡suspiraban! Estoy encantada.

Se trata de tu primer libro y en él te has encargado de casi todo salvo de las ilustraciones, ¿estás satisfecha con la

experiencia y con la acogida? Sí, estoy muy satisfecha con la experiencia y acogida. Aunque creo que todos lo son, este es un proyecto muy personal. No solo lo escribí, sino que lo maqueté, edité y diseñé todo yo. Salvo las ilustraciones, que las hizo una amiga que se hace llamar Vivieron Perdices, todo ha pasado por mi mano y mi supervisión. Tengo experiencia en el mundo de la edición y tengo formación en diseño gráfico. Buscar tipografías, diseñar, seleccionar el pantone azul de la portada, buscar el papel adecuado… todo ha sido muy gratificante y saber que a la gente le ha gustado, mucho más.

Aunque sea tu primer libro como autora tienes experiencia en el mundo de la edición, ¿qué puedes contar de tu trabajo

previo y de tus proyectos futuros? Es la primera experiencia personal que tengo, pero no será la última. Ahora mismo estoy embarcada en una novela, esta vez en castellano, y en el que estoy invirtiendo mucho tiempo y esfuerzo porque está basado en un hecho histórico, y eso requiere de mucha investigación, pero espero que sea la mejor de las aventuras. Texto de Roberto González. Fotografía de Ane Elizondo.