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Una vida de intentos, es una vida de aprendizajes

por Claudia Nuza

@ claudianuza

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Soy Claudia Nuza, una mujer mexicana de 38 años. Siempre estoy buscando aventuras y vivo con artritis reumatoide juvenil (ARJ) desde los 2 años. Mis primeros recuerdos, por lo tanto, son con esta enfermedad, la cual se ha convertido en mi compañera incondicional y mi maestra, enseñándome a amar mi vida después de un largo viaje entre dolores, sueños y frustraciones, en el que he podido descubrir quién soy.

La ARJ, como muchos lectores saben, ataca articulaciones reduciendo su movilidad hasta quedar completamente rígidas. En mi caso, la primera manifestación se dio de la noche a la mañana cuando los pequeños zapatos apretaron mis pies y, en cuestión de horas, estaban hinchados, calientes y de color rojizo. Mis padres, aturdidos por un llanto incontrolable, fueron testigos de mi primera experiencia física y emocional con el dolor.

Haber estado expuesta a una sensación tan desagradable e invasiva desde que yo era un bebé, sin duda ha influenciado mi carácter, mi psique y mi cuerpo. En repetidas ocasiones, he confundido el dolor producido por una alteración física-orgánica con una reacción emocional. Recuerdo que, cuando tenía 14 años, un día me comenzó a costar mucho trabajo respirar y lo atribuí a los nervios, a la angustia y al miedo provocado por los tratamientos. El resultado incluso fue mucho peor: cuatro litros de un líquido misterioso en mis pulmones me llevaron a un paro respiratorio. Fueron años de hospitales y médicos entre México y Estados Unidos ... (continúa en la revista)