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LA MOTRICIDAD GRUESA

¿QUÉ ES?

La motricidad gruesa es un tipo de psicomotricidad que permite realizar movimientos de gran recorrido como mover los brazos o las piernas y que implican la participación de distintos músculos del cuerpo, siendo importante también la agilidad, fuerza y velocidad con las que se realice cada movimiento.

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Por lo tanto, la motricidad gruesa es la que nos permite realizar movimientos de amplio recorrido con la participación de diferentes músculos y la intervención del equilibrio, la agilidad, la fuerza y la velocidad implicada en cada movimiento.

Sus movimientos típicos son caminar y saltar o actividades más complejas como, por ejemplo, ir en bicicleta o nadar, es decir, movimientos en los que se necesita del funcionamiento de una gran cantidad de músculos.

Cuando aparece una enfermedad que afecta a la movilidad gruesa, esta habilidad queda limitada, lo cual se observa la falta de coordinación y movimientos torpes, lentos e imprecisos.

Regiones Cerebrales Implicadas En La Motricidad Gruesa

El lóbulo que más se relaciona con el movimiento es el frontal, aunque también hay otros implicados, como el parietal. Como toda función, la motricidad, consta de un área motora primaria y unas áreas de asociación.

Para la realización del movimiento voluntario son necesarias distintas fases.

PRIMERA FASE: preparación o planificación del objetivo.

En esta primera fase interviene el área dorsolateral de la corteza prefrontal, encargada de la intención y planificación; Y el área medial de la corteza prefrontal, empleada para la atención y motivación y la corteza posterior y encrucijada, que proporcionan información sensorial.

OTRAS FASES: programación (para lograr un movimiento óptimo).

En esta actuará principalmente las distintas regiones del área premotora para conseguir crear un programa motor teniendo en cuenta los patrones espacio-temporales, la dirección deseada y la secuenciación temporal.

ÚLTIMA FASE: realización.

Ocupa la corteza motora primaria, que es la que genera la orden, la cual se envía a la médula espinal para iniciar el movimiento voluntario. De este modo determina las características elementales de los movimientos y los adapta a las distintas condiciones ambientales.

El cerebelo es otra región importante para el movimiento, ya que tiene la función de realizar ajustes en este, regulando también la postura y el tono muscular y permitiendo así un correcto equilibrio.

Proceso De Desarrollo

El proceso de desarrollo propio de este tipo de motricidad sigue dos principios psicofisiológicos: el céfalo-caudal y el próximo-distal.

Céfalo-caudal: refiere al eje vertical que va de la cabeza al hueso del coxis.

Próximo-distal: se asocia al eje horizontal del punto central del cuerpo hacia las extremidades.

De este modo, primero se moverá la cabeza, luego los brazos, a continuación, las manos, el abdomen, las piernas y por último los pies.

Ejemplos De Actividades Para Desarrollar La Motricidad Gruesa

· Levantar objetos del suelo.

· Memoria de ciertos movimientos.

· Apilar cajas.

· Atrapar la pelota.

· Esquivar la pelota.

· Reincorporarse (sentarse, ponerse de pie).

· Coordinación para caminar.

· Correr y esquivar obstáculos.

· Barrer.

· Mantenerse en un pie por 10 segundos.

Conclusión:

El resultado de una buena coordinación de la motricidad gruesa es fundamental, ya que es imprescindible para todas las actividades de la vida diaria que realizamos de manera automática. Es necesario tener un conocimiento y ser conscientes de nuestro cuerpo, gracias a la coordinación entre los músculos, el sistema nervioso central, el equilibrio, el conocimiento del espacio y la reacción a diversos estímulos”

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