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Da gobierno de EU 40 mdd

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MANI

MANI

EL PRESIDENTE

LÓPEZ

El gobierno de Estados Unidos informó al de México que aportarán 40 millones de dólares para apoyar los programas sociales, como Sembrando Vida, que nuestro país implementó en naciones centroamericanas y del Caribe, de la mano de sus gobiernos, para frenar la migración. Sin embargo, la cifra es mucho menor a los cuatro mil millones de dólares que en un inicio pidió el presidente Andrés Manuel López Obrador.

DAN UNA OPCIÓN l Los recursos también van a Jóvenes Construyendo el Futuro. l Los programas están presentes en El Salvador, Honduras, Belice, entre otros.

lacio Nacional, la canciller Alicia Bárcena reveló que EU les informó de su próxima aportación durante la reunión bilateral que sostuvieron el lunes y martes en Palacio Nacional.

“Pero fíjense por qué es tan importante, porque es la primera vez que Estados Unidos realmente va a aportar un fondo con las características que a nosotros nos interesa, que es llegar a las comunidades, directamente a los beneficiarios, y eso no lo habíamos logrado con Estados Unidos, ya ahora sí van a elevar su contribución a 40 millones de dólares y creo que podemos lograr después mucho más”, destacó.

El 5 de mayo, el presidente López Obrador aseguró que Donald Trump, cuando era mandatario de Estados Unidos, se había comprometido a destinar cuatro mil millones de dólares a los programas sociales en Centroamérica, pero no cumplió; luego, dijo que “con el presidente Biden una cantidad similar, pero ayer recibí el reporte de que tienen una inversión, como hemos estado planteándolo, de 400 millones de dólares”.

FOTO: ESPECIAL

LEA LA COLUMNA DE EDUARDO R. HUCHIM EN HERALDODEMEXICO.COM.MX #OPINIÓN

#OPINIÓN CASCABEL AL GATO

ADRIÁN VELÁZQUEZ RAMÍREZ*

Reducci N De La Pobreza Y Desigualdad En La 4t

*COLABORADOR

@ADRIANVR7

Al final, resulta que no era necesario sacrificar el bienestar del pueblo trabajador en el altar del crecimiento económico

• LA ORFANDAD DOCTRINARIA

QUE IMPONE LOS RESULTADOS DEJA

MUY MAL PARADA A LA OPOSICIÓN QUE, LEJOS DE OFRECER

UNA ALTERNATIVA DE FUTURO, SIGUE SIENDO LA CARA DE UN PASADO QUE MÉXICO SE APRESURA POR DEJAR ATRÁS

El día de ayer se dio a conocer la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH).

Entre los datos más importantes tenemos que el sector de la población de menos ingresos ganó, en 2022, 19.9% más que en 2018 y que la desigualdad se redujo respecto al mismo periodo.

Con la pandemia en el retrovisor, estos números permiten ser optimistas respecto a las bondades del modelo económico de la 4T: política social de acceso universal, incremento del salario mínimo, pleno empleo, inversión pública y estabilidad económica.

Si la inflación sigue su curso decreciente, los números de 2023 serán incluso mejores.

El rumbo económico echa por tierra varios mitos profesados a diestra y siniestra por la opinión pública neoliberal.

El primero, que la izquierda —supuestamente intoxicada con el virus populista— puede conducir un gobierno responsable financieramente y efectivo para administrar los recursos.

La cancelación de las condonaciones y otras medidas implicó un aumento en la recaudación de 1.4% del PIB. A eso hay que agregarle el ahorro producto de la “austeridad republicana”.

El resultado: más gasto en política social e infraestructura, manteniendo el equilibrio fiscal.

El segundo mito que ha quedado en entredicho es que la inserción de México en la economía mundial dependía exclusivamente de los bajos salarios que podía ofrecer. Es decir, que el precio que había que pagar por ser parte de la globalización era la precarización laboral de su población.

Sin embargo, la política salarial e impositiva de la 4T no sólo no ha impedido que empresas transnacionales se instalen en nuestro país, sino que la inversión extranjera directa está en aumento. La cercanía con el mercado más grande del mundo, la inversión en infraestructura y un probado talento de los y las trabajadoras mexicanas ofrecen suficientes ventajas para que los inversores apuesten por México.

Al final, resulta que no era necesario sacrificar el bienestar del pueblo trabajador en el altar del crecimiento económico.

La oposición estaba genuinamente convencida de que la política económica de la 4T sería un fracaso y apostó por que el reflujo provocado por sus resultados macroeconómicos le terminarían devolviendo el poder.

Ahora que los resultados los desmienten, apenas y pueden balbucear una crítica a la política social de acceso universal.

Las convicciones tecnocráticas estaban sostenidas por un dogma ideológico: que sólo hay una manera de hacer las cosas y todo lo que se salga de esa receta estaba destinado al fracaso.

La orfandad doctrinaria que impone los resultados deja muy mal parada a la oposición que, lejos de ofrecer una alternativa de futuro, sigue siendo la cara de un pasado que México se apresura por dejar atrás.

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