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Bailan Los Hombres Con Los Hombres
Bailan Los Hombres Con Los Hombres
Pero cuál fue mi sorpresa que llegué a otro pueblo y ahí las mujeres son borrachas y llevan a sus maridos a los bailes para verlos bailar, ellas sentadas a la redonda de la cancha de baile tomando cerveza y los maridos bailando unos con otros al centro de la cancha porque en ese pueblo bailan los hombres con los hombres.
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Yo no podía hacerme a las costumbres de cada lugar donde andaba todo era diferente, la manera de hablar, las comidas, el nombre de las cosas, aunque antes de salir de mi lugar de origen, yo escuchaba decir, al lugar que fueres has lo que vieres, y por más que “catotie” la cabeza, no me gusto ese dicho.
Salí de mi lugar de origen con mi mente sana y limpia, desconociendo las perversas trampas que existen en el mundo y que por mi mente entraban hasta ese momento.
Anteriormente ya había estado en un lugar donde había dos clases de mujeres, las prostitutas y las que estaban muertas y yo pensaba, que más iré a descubrir, porque andaba de un lugar a otro y siempre encontraba novedades.
Y pensé irme a trabajar cerca de la frontera donde se abría un valle agrícola y había reparto de tierras. Estando comiendo en el restaurante, le comento a un señor, voy a solicitar tierra al gobierno para sembrar porque a lo mejor ya más adelante ya no va a haber, y el señor me contesta, aquí en este país, hay tierra que no ha pisado un hombre, yo le dije, ¡Si en la cocina de este restaurante, ahí hay tierra que no ha pisado un hombre, puros jotos!
Se rio el señor.