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Evolución e historia…………………………………………………………Pag

Evolución e historia

Si miramos la existencia humana, la historia de la vivienda han variado drásticamente a lo largo del tiempo y los siglos; tamaño, materiales, altura, diseño, tipos…etc. Desde las cuevas de nuestros ancestros cavernícolas o las casas hechas de paja y tierra con una duración de más de cien años, hasta la primera casa imprimida en 3D en su totalidad.

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Diferentes técnicas y tipos de construcción que realzan la actitud del hombre en busca del cobijo y la casa perfecta. Este vídeo representa la evolución de la vivienda para intentar comprender los puntos clave de la historia de la arquitectura del hogar.

Las peculiaridades específicas de una casa dependen del tiempo, del terreno, de los materiales libres, de las técnicas edificantes, del momento histórico en su relación con el arte y de abundantes factores simbólicos como la clase social o bien los recursos económicos de sus dueños.

Hasta hace poco tiempo, en las zonas rurales, las personas han compartido su casa con los animales familiares. El día de hoy, las residencias pueden contar con diferentes zonas no habitables, como talleres, garaje o bien habitaciones de convidados, además de los distintos servicios que se precisan en la vida diaria.

Las casas se pueden edificar por encima o bien bajo el nivel de suelo, si bien la mayor parte de las residencias modernas están emplazadas en un nivel superior al del terreno, a veces sobre sótanos semienterrados, singularmente en los tiempos fríos.

Los materiales más usados son la propia tierra, madera, ladrillos, piedra, y cada vez en mayor medida hierro y hormigón, sobre todo en las áreas urbanas. La mayor parte de las veces se combinan entre sí, si bien la elección depende del proyecto arquitectónico, de los gustos del cliente del servicio y, sobre todo, del coste del material o bien de la sencillez de su puesta en obra.

ARQUITECTURA DE MATERIALES AUTÓCTONOS

Una de las peculiaridades primordiales de la arquitectura vernácula es el uso de materiales autóctonos. Entre ellos, el más difundido en las zonas tibias y cálidas ha sido la tierra, que se puede emplear cruda para fabricar adobes y tapiales, o bien cocida en forma de ladrillos. El adobe se compone de barro y paja, aglutinados por bloques edificantes que se secan al sol.

Primeras Viviendas refugios

Hubo sin duda muchas necesidades y deseos que empujaron al hombre a dominar nuevas formas de energía y buscar nuevos materiales, pero es dudoso que alguno fuese tan importante como la necesidad y el

deseo de construir.

Porque el hombre siempre ha necesitado protegerse de la intemperie, de los animales salvajes y de sus enemigos. A menudo pensamos en los hombres primitivos como los "hombres de las cavernas" y es verdad que muchos de ellos buscaron refugio y quizá hasta vivieron durante meses seguidos en cavernas naturales. En realidad, mucha gente aún vive así en la actualidad. Algunas personas, en el sudeste de España, viven permanentemente en cuevas de piedra caliza.

En la China, también hay campesinos cuyos hogares son poco más que grandes cuevas cavadas en sus campos y cubiertas de tierra. Sin embargo, no todos los hombres del presente habitan en cuevas de manera permanente y tampoco lo hacían los hombres de la Edad de piedra. 5

Para obtener lo suficiente para comer tenían que vagar por grandes extensiones, cazando animales, buscando nueces, hierbas, frutas y bayas. Muchas veces, cuando caía la noche, en medio de la lluvia, debieron encontrarse lejos de cueva alguna o de cualquier otro refugio natural. La única cosa que podían hacer era extender algunas pieles de animales a través de dos ramas y buscar refugio debajo. Pero a medida que pasaba el tiempo, nuevas tribus aprendieron gradualmente a coser pieles de animales y a fijarlas en una armazón de estacas. Así hicieron una tienda liviana, que podían levantar donde y cuando la necesitaran. Albergues ligeros y transportables, basados en el mismo principio, se usan hoy dondequiera que el hombre vive todavía una vida errante.

Otros pueblos que aún usan tiendas son los lapones y, en los meses de verano, los esquimales. Tan pronto como los hombres empezaron a cultivar la tierra se vieron obligados a establecerse cerca de sus campos y entonces cambió todo el problema de la construcción de las viviendas.

Un nómada deberá hacer un albergue ligero y transportable, pero no tiene que preocuparse por su duración, ya que fácilmente podrá construir otro. Un agricultor, por el contrario, necesita una morada no solamente lo bastante grande para dormir en ella, sino también para vivir y guardar sus herramientas; no tiene que preocuparse de su peso, pero desea que sea durable. Y así los primeros agricultores fueron los primeros constructores de verdaderas viviendas permanentes. La mayoría de las primeras viviendas no eran en modo alguno un ejemplo de perfecta arquitectura.

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