Con pan, las penas son menos… en La Colorada

"Con pan, las penas son menos" reza un conocido dicho popular y para eso está la conocida Panadería del Chato en La Colorada, la cual es ampliamente conocida por el característico sabor que le da el horno de leña.

Enrique Estrada Casanova

Martha Ofelia Murrieta Cubillas es la esposa del maestro panadero Enrique Estrada Casanova, con quien formó una familia hace 54 años, han radicado en esa población y también en Hermosillo con eventualidad.

Ella es originaria de Empalme y él es de la comunidad “Las Prietas” del municipio de La Colorada, entre ambos atienden el “tanichito” como Martha le llama, donde elaboran y comercializan pan dulce y pan blanco.

“El Chato” como se le conoce a Don Enrique se encarga de elaborar el pan todos los días y hornea entre cuatro y cinco charolas de pan dulce, birote y virginia horneado en su pequeño pero productivo negocio familiar.

Doña Martha dijo que abrieron la panadería hace un año y medio, luego de que su esposo se jubiló después de trabajar en una panadería de Hermosillo. Tienen cinco hijos e hijas que han formado ya sus propias familias.

Las labores diarias inician a las 6:00 de la mañana o más tarde, según sea el movimiento o los pedidos; se trabaja todos los días pues al “Chato” le gusta tener producto siempre disponible para cuando lo vayan a buscar:

Hace a pan diario porque le da pena que no haya.

Comentó que las y los trabajadores de Minera Pitalla son clientes asiduos de la panadería, pues diariamente les hacen pedidos y también se los llevan hasta la planta si es necesario, para su comodidad.

Asimismo, dijo, también muchas de las familias de La Colorada, cuyos integrantes laboran en la mina, son consumidores de sus productos.

Comentó que el trabajo de la panadería se hace en equipo, pues su esposo elabora el pan y ella lo apoya en esa labor, además de atender el “changarrito” vendiendo las piezas y levantando pedidos, a veces sale a entregar a donde le pidan. También sus nietos y nietas, en total 15, y 6 bisnietos(as) son los encargados de las entregas de los pedidos en la mina.

Aquí tengo conmigo a dos de mis nietos: Uno de 15 años ya se va a graduar de secundaria y pasará a la prepa, siempre ha tenido los primeros lugares en la escuela; y otro que va a pasar a segundo de secundaria y también es muy estudioso, gracias a las becas que nos da la mina como ayuda para ellos mismos, yo estoy muy orgullosa de mis nietos y nietas.

La familia de Martha y Enrique fue también una de las beneficiadas con el Programa de Dignificación de Vivienda de Mina La Colorada, con el cual se rehabilitaron algunas áreas de sus techos, paredes y baño de su hogar en esa localidad.