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VENCIENDO LOS MIEDOS DE

Juan era un estudiante diseño y estaba cursando la materia de Administración de Proyectos del Diseño. Apesar de ser un alumno muy responsable y bueno en la escuela, Juan se sentía completamente perdido en esta clase y no entendía lo que se enseñaba. Parecía que todos los conceptos y términos eran un enigma para él.

Afortunadamente, Juan hizo amistad con una chica llamada María, quien sí comprendía todo lo que se enseñaba durante las clases. María decidió ayudar a Juan y se convirtió en su guía. Le explicó que lo primero que debía hacer era preparar su currículum y su portafolio personal.

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María le explicó que un currículum era una carta de presentación de su perfil profesional. Le sugirió incluir información como sus habilidades motrices, los software que sabía utilizar, su experiencia laboral y algunos datos personales. Pero lo más importante, le remarcó que debía tener un diseño propio y creativo. Luego, le habló del portafolio, que era una forma eficaz de poder mostrar lo mejor de su trabajo.

Después de algunas clases, el profesor se dio cuenta de la amistad entre Juan y María, y decidió separarlos porque deseaba que a Juan le fuera mal en su materia.

Sebastián, con experiencia en el mundo del diseño, decidió ayudar a Juan a comprender los temas relacionados con la cobranza. Le explicó las diferentes modalidades de pago, como por nómina y por honorarios.

Sebastián también le habló de la importancia de inscribirse en el SAT (Servicio de Administración Tributaria) y le recomendó la opción de "Régimen de Actividad Empresarial y Profesional". Además, le explicó las diferencias entre cobrar por honorarios y por nómina, le explicó que en el modo de honorarios no se llevaban a cabo procesos de producción, se retenía el ISR (Impuesto Sobre la Renta) y el IVA (Impuesto al Valor Agregado), mientras que por nómina sí se podían llevar a cabo procesos de producción y no se retenían el ISR ni el IVA.

Juan también estaba confundido acerca de la forma en la cual funcionaba la factura al retener el ISR y el IVA, así que Sebastián muy amablemente le explicó que debía restar el 16% del IVA, que la Retención del IVA era dos tercios del IVA inicial y que la Retención del ISR era el 10% de la cantidad inicial.

Un día, el profesor comenzó a hablar sobre la cobranza de proyectos, y Juan, nuevamente confundido, le preguntó a Sofía si lo había entendido. Para sorpresa de Juan, Sofía asintió con la cabeza y comenzó a explicarle detalladamente. Sofía le habló sobre las inversiones, aquellas compras únicas que se realizan, como la maquinaria necesaria para llevar a cabo un proyecto. Luego le mencionó el concepto de desgaste, que se calcula dividiendo el total de la inversión entre 60, que es el promedio de tiempo en el que se recupera la inversión. Explicó que la inversión se recupera cuando se suman los gastos mensuales y se agrega el desgaste.

Llegó el día del examen sorpresa, y Juan estaba muy nervioso ya que aún no había comprendido completamente todos los temas. Durante el examen, en un momento de confusión, Sofía vio que Juan se había equivocado en un inciso y decidió ayudarlo discretamente. Juan corrigió su error y entregó el examen al profesor con la esperanza de que todo saliera bien. El profesor, con una expresión de satisfacción en su rostro pues creía

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