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UNA AGUJA EN UN PAJAR
Por Mayra Verboonen
El dicho popular que nos habla de “hallar una aguja en un pajar” hace referencia a la búsqueda de algo que suele ser muy difícil de encontrar, es una analogía que nos hace visualizar la misión imposible que representaría encontrar un objeto tan pequeño y delgado como una aguja en un montículo de paja donde pequeños tallos secos se podrían desprender de manera en que uno terminaría en una tarea que no tendría fin
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Decidí nombrar a esta columna de ese modo porque siempresiempre he tenido problemas con el arte de elegir… tomar una decisión me lleva a sobrepensar las cosas, despierta en mí una especie de ansiedad por aquello de que, al hacer una elección dejamos atrás y sin remedio otro universo de posibilidades; uno quisiera poder tenerlo todo sin necesidad de renunciar a nada, pero sé de antemano que eso es imposible
Para mí, hacer una elección termina siempre siendo una tarea maratónica (mentalmente hablando), especialmente cuando esas decisiones representan el abandono permanente de otras posibilidades, o sea, no me malentiendan, no todas las selecciones me causan esta sensación, por ejemplo, puedo perfectamente elegir diariamente qué voy a desayunar de entre una lista de opciones posibles, pues reconozco que mañana puedo optar por otro menú, y al final no se perdió nada en la guerra, ¿me entienden?
Las decisiones diarias de la vida son fáciles, hoy visto de rojo, mañana de azul y al figna final de la semana habré recorrido todos los colores del arcoiris si así lo deseo (en particular, me salto esa decisión de lunes a jueves gracias al uniforme que debo utilizar, pero esa es otra historia, como diría la nana Goya (referencia para los que ya no somos tan jóvenes).
Sin embargo, el punto es ese, hay decisiones sencillas, cotidianas, sin consecuencias graves para nuestras vidas que se pueden tomar en cuestión de milésimas o centésimas de segundo; pero hay otras, que son en sí mismas todo un reto difícil de abordar, y cuya elección requiere de pensar en más de una ocasión, y analizar todos los escenarios y consecuencias posibles…
Un ejemplo de ellas llega justo en la prepa, cuando tomas la decisión de qué quieres estudiar o como diría Miguel Mateos (conocido cantante de rock en español de la época de los 80) “qué vas a hacer cuando seas grande”… hay cientos de opciones y miles de caminos…
¿Cómo saber si es la decisión correcta?¿Cómo saber si no te vas a equivocar?
¿Hay alguna fórmula secreta para decidir?
No hay manera de estar 100% seguros de que nuestras decisiones son infalibles, ni de presentir a manera de bruja con bola de cristal si nos habremos equivocado o no ni modo, tendremos que vivir con esa incertidumbre por el resto de nuestras vidas, lo que sí les puedo decir es que sí hay una fórmula secreta (y de hecho no tan secreta) para tomar decisiones, fue creada por una periodista llamada Suzy Welch y se conoce como la regla 10/10/10; ésta consiste principalmente en analizar la decisión que vas a tomar considerando la posible respuesta en tres panoramas temporales (como posibles multiversos del Dr. Strange)... ¿Cómo te sentirías con las consecuencias de esa decisión en 10 minutos? ¿Cómo te ves a futuro a partir de esa decisión en 10 meses? y ¿cómo te ves tras tomar esa decisión en 10 años?

Hay decisiones que nos pueden hacer felices en los siguientes 10 minutos pero resultan catastróficas en 10 meses o 10 años o al contrario, decisiones que no nos causan felicidad ni en 10 minutos, ni en 10 meses, pero resultan ser una maravilla 10 años después… les pongo ejemplos:
Si decido no ir a natación hoy (algún día tal vez les platique de esa parte tan poco grata de mi vida) estoy segura de que seré muy feliz 10 minutos después de haber tomado esa decisión, pero puedo jurar que en 10 meses y más aún en 10 años lo lamentaré, por una condición médica que padezco en ligamentos (larga historia)
Al contrario, estar estudiando la prepa, y tener una materia complicada sé que no es nada grato, ¿a quién le gusta sufrir o desvelarse para entregar tareas o trabajos?, apuesto a que ni los 10 minutos, ni los 10 meses traerán consigo visiones gratas del futuro, pero a 10 años, podría convertirse en una gran decisión al permitirte alcanzar algunas metas en tu vida.
Pero ya me salí del tema, les iba a contar qué tenía que ver mi columna con la aguja en el pajar, y eso voy a hacer… decidí bautizarla de este modo porque voy a tener que buscar en mi mente el tema del que voy a hablar cada mes, y tengo un mundo de posibilidades, de opciones de entre donde elegir (me siento con esa tarea imposible de delimitar lo que voy a dejar atrás como si estuviera en el pajar)...y además me gustó cómo sonaba…
Afortunadamente, como habrán visto tengo la facilidad o el defecto de cambiar entre temas sin mayor problema con, al menos un poco de sentido en esta cabeza mía tan llena de ideas, así que, espero que de vez en cuando se acerquen a leerlas, mientras tanto, siéntanse como en su casa, y si alguien quiere sugerir alguna idea, siempre estoy abierta a escuchar opciones.