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EDITOR: Diego Salazar COEDITOR: Juan Martínez SU HERMANA, EN LA CÁRCEL Jaqueline Malinali Gálvez Ruiz, hermana menor de Xóchitl, purga una condena por presuntos vínculos con una banda de secuestradores conocida como los Tolmex.

Una más de la exdelegada en Miguel Hidalgo Xóchitl Gálvez habría incurrido en cohecho

La senadora del PAN fue vista en un restaurante de Polanco, donde recibió como “regalo” una costosa pluma de la marca Caran d’Ache, pese a que la ley lo prohibe

<< David Casco

Si algo caracteriza a algunos integrantes del Partido Acción Nacional (PAN) que han ocupado cargos de elección popular, es el doble discurso y la frivolidad. Y un ejemplo de ello es la ahora senadora hidalguense Xóchitl Gálvez Ruiz.

Desde que subió a las grandes ligas de la política apoyada por el entonces presidente Vicente Fox –también del partido blanquiazul–, Xóchitl Gálvez fue titular de la Comisión Nacional para el Desarrollo de Pueblos Indígenas, de 2000 a 2006, donde pasó sin pena ni gloria por su gris trabajo que solo le sirvió de pasarela política para impulsar su carrera y presumir su indumentaria indígena.

Después se lanzó como candidata a gobernadora de Hidalgo, con una extraña alianza política conformada por el PAN, el Partido de la Revolución Democrática (PRD), el Partido del Trabajo (PT) y Convergencia. Pero perdió la elección…

Y en 2015, con las siglas del PAN, ganó los comicios con el 32 por ciento de los votos a su favor para ser jefa delegacional en la Miguel Hidalgo, donde ejerció como delegada del 1 de octubre de 2015 al 15 de marzo de 2018, pues renunció a su cargo para buscar una curul como senadora.

Aún se recuerda en la ahora alcaldía Miguel Hidalgo su paso lleno de tropiezos y no pocos escándalos de corrupción. Su sucesor, incluso, aseguró que había recibido un cochinero y una megadeuda. Pero la senadora sigue dando de qué hablar, pues ya se olvidó de presumir sus orígenes indígenas y ahora le gusta darse sus lujos… “REGALO” EN POLANCO, DE CARAN D’ACHE Desde que Xóchitl Gálvez llegó a la jefatura delegacional de Miguel Hidalgo, le gustaba que la retrataran transportándose en bicicleta para llegar a sus actos de trabajo o a su oficina. También era vista llegar a restaurantes de la exclusiva zona de Polanco a comer o para tener algunas citas.

Sin embargo, cuentan quienes la conocen

EL COSTO DE LA BICI DE XÓCHITL EQUIVALE A 18 NORMALES El costo aproximado de la bicicleta eléctrica de Xóchitl Gálvez es de aproximadamente 33 mil 500 pesos. Con esa cantidad, alcanzaría para comprar 18 bicicletas de la marca Bimex modelo panadero, de las más comunes y comerciales en nuestro país. Y si un trabajador con sueldo mínimo quisiera comprar la bicicleta de la marca BikeOn, como la de la senadora, tendría que laborar un año completo sin gastar un solo peso. “¿POR QUÉ YA NO VA LA COLONIA PENSIL?" Algunos de los vecinos que observaron a Xóchitl Gálvez comer en un lujoso restaurante en Polanco, mencionaron: “Ya se le olvidaron sus orígenes a la senadora. ¿Por qué ya no se va a la colonia Pensil a comer ahora? Ya ni se aparece en esos rumbos, pues no está en campaña pidiendo votos”.

y vecinos de Polanco a Ángel Metropolitano, que la entonces jefa delegacional no lo hacía por la cercanía de su centro laboral, sino porque no le cobraban las cuentas.

Y lo sigue haciendo, dicen comensales de estos restaurantes lujosos de avenidas como Presidente Masaryk, Homero y otras más, todos en la exclusiva zona de Polanco.

Refieren comensales que Xóchitl –desde que era delegada de la Miguel Hidalgo– no pagaba sus cuentas cuando llegaba a comer. Y aún lo sigue haciendo, y ni propina deja por el servicio.

Apenas el lunes pasado, la senadora arribó a un restaurante ubicado en la calle Emilio Castelar, en el corazón de Polanco. Llegó en una bicicleta eléctrica de la marca BikeOn, cuyo costo es de aproximadamente 33 mil 500 pesos.

En ese establecimiento de comida internacional permaneció un buen rato en compañía de otras personas, y cuando salió –sin pagar su consumo ni dejar propina–, lo hizo con una bolsa de papel de Caran d’Ache, una marca de plumas exclusivas de alta gama, cuyos precios van de 45 dólares a 1 millón de dólares.

Al retirarse y subirse a su bicicleta eléctrica, algunos comensales y vecinos la reconocieron, por lo que le tomaron algunas fotografías; ella, apenada, se puso su casco y aunque trató que no se notara la bolsa de papel de Caran d’Ache, nada pudo hacer. Evidentemente se la regalaron, porque llegó sin ella.

Lo grave es que si aceptó un obsequio, Xóchitl Gálvez estaría incurriendo en un delito, pues la Ley General de Responsabilidades Administrativas prohíbe de manera expresa recibir regalos.

A la letra, se lee: “… la prohibición se vuelve absoluta por lo que ningún servidor público, por sí o a través de terceros, podrá recibir obsequios de ningún tipo o monto con motivo de su cargo.

“La misma prohibición aplica para el cónyuge, parientes consanguíneos o terceros con los que la persona servidora pública tenga relaciones profesionales, laborales o de negocios, o para socios o sociedades de las que la o el servidor público o las personas mencionadas formen parte”.

La misma ley citada, contenida en los artículos 7 fracción II, 40, 52 y 66, establece las sanciones si existe incumplimiento:

“En caso de incumplir con esta obligación, las y los servidores públicos estarían incurriendo en una falta administrativa grave, que podría ser castigada con suspensión o destitución del empleo, sanción económica o inhabilitación temporal para ejercer un cargo público, a juicio del Tribunal Federal de Justicia Administrativa…

“Si el regalo, obsequio o dádiva para la persona servidora pública o las personas mencionadas anteriormente, es prometido, ofrecido, o entregado por un particular, éste puede incurrir, incluso, en cohecho, mismo que será sancionado en los términos de la misma ley… De igual manera el servidor público incurrirá en cohecho en caso que acepte o pretenda aceptar cualquier tipo de obsequio”.

En este caso, Xóchitl Gálvez, al ser senadora y no justificar que adquirió el producto de Caran d’Ache de su bolsillo, estaría incurriendo en posible cohecho… ▪

Vicepresidente Editorial: César Ortiz Catalán Coeditores / David Casco, Diego Salazar, Juan Martínez Diseño gráfico / Jorge Rivas Reporteros / Diego Salazar, Pedro Hernández Cartonista / Pinche Sam

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