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QUICHUA, QUECHUA O KICHWA Fernando Miño-Garcés

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MISCELÁNEA

MISCELÁNEA

QUICHUA, QUECHUA O KICHWA

Fernando Miño-Garcés

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El propósito de este artículo es reportar aspectos de la escritura de un idioma oral, de cómo se escribe el nombre de dicho idioma y de la razón por la que tiene diferentes grafías.

Cuando tenemos duda acerca de la escritura de una palabra, lo primero que se nos ocurre es consultar el diccionario, al hacerlo, encontramos que el Diccionario de la lengua española (2019) dice:

quichua

1. adj. Ec. quechua. Apl. a pers., u. t. c. s. 2. adj. Perteneciente o relativo al quichua (I variedad). Léxico quichua. 3. m. Variedad del quechua hablada en el Ecuador.

Es decir que nos remite a la palabra quechua, de la que dice:

quechua

Quizá del nombre de una tribu peruana. 1. adj. Dicho de una persona: De un pueblo indígena que al tiempo de la colonización del Perú habitaba la región del Cuzco, y, por ext., de otros indígenas pertenecientes al

Imperio incaico. U. t. c. s. 2. adj. Perteneciente o relativo a los quechuas. 3. adj. Perteneciente o relativo al quechua (I lengua). Léxico quechua. 4. m. Lengua amerindia que hablaban los antiguos quechuas y que en la actualidad se habla en el Perú, Bolivia y zonas de Colombia, el Ecuador, Chile y la Argentina.

Y cuando buscamos kichwa encontramos:

Aviso: La palabra kichwa no está en el Diccionario. La entrada que se muestra a continuación podría estar relacionada:

quichua (quichua)

Por lo tanto, nos remite a quichua, que a su vez nos remitió a quechua. La palabra kichwa, entonces, no existe aún en el léxico del español formal.

El Diccionario Panhispánico de Dudas (2005) dice: quichua. → quechua.

También nos remite a la palabra quechua, de la que dice:

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quechua. De un pueblo indígena americano, componente principal del imperio incaico, asentado hoy especialmente en zonas andinas del Perú, Bolivia y el Ecuador. Como sustantivo masculino, “lengua de los quechuas, la principal del Imperio incaico”. Esta es la forma mayoritaria en todo el ámbito hispánico, salvo en el Ecuador y en el noroeste de la Argentina, donde se prefiere la variante quichua. Deben evitarse la grafía kechua y la variante quechue…

Y cuando consultamos kichwa, dice:

Aviso: La palabra kichwa no está en el Diccionario. Las entradas que se muestran a continuación podrían estar relacionadas: quechua (quichua) quichua (quichua)

Entonces, tampoco existe esta palabra.

Para este artículo escribiremos quichua, y, como se señalará en las conclusiones, creemos que en español el nombre del pueblo de esa etnia residente en el Ecuador o su idioma deben escribirse de esta manera.

Revisemos algo de la historia de la escritura de esta lengua. El quichua fue una lengua oral, no tenía escritura. Montaluisa (1980) señala que el primer escrito en ese idioma apareció en 1540, en la obra Arte, vocabulario y sermones del padre Pedro Aparicio. No he encontrado documentos para constatar si allí se usa quichua o quechua, pero parece que el primero que empezó a usar la palabra qhiswa fue Fray Domingo de Santo Tomás, quien en 1560 publicó Lexicón y Vocabulario de la Lengua General del Perú (El Tribuno 2013).

El quichua tiene también varias formas diferentes según la región del país donde se lo habla, lo cual ha ocasionado que al quererlo escribir se haya encontrado dificultades en cuanto a qué grafía usar. Como se ve en la información del párrafo anterior, los primeros en escribirlo fueron religiosos, con la intención de evangelizar a los nativos, quienes usaron la grafía del español según oían las palabras al aprender el idioma.

El lingüista Luis Montaluisa (1980) señala que a mediados del siglo XIX se empezó a escribir en Ecuador el idioma quichua con fines religiosos o de funcionamiento de las haciendas, con la grafía del español, y menciona a Luis Cordero y Juan León Mera como los primeros en hacerlo. En 1892, Luis Cordero Crespo publicó el Diccionario quichua-español, español quichua. El mismo Montaluisa dice que más tarde Jacinto Jijón y Caamaño y Paul Rivet lo escribieron usando la escritura fonética.

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En 1920, el R. P. Manuel Guzmán, S. J. escribió Gramática de la lengua quichua (Dialecto del Ecuador) y Vocabulario de la lengua quichua, cual se habla hoy en la República del Ecuador. Lo escribió, como dice en su prólogo:

Deseoso de contribuir por todos los medios que están a mi alcance a la instrucción religiosa de estos aborígenes, y siendo no pequeño obstáculo la falta de una gramática adecuada que más facilite su aprendizaje a los jóvenes que llenos de celo apostólico se dedican a su evangelización, doy a luz la presente Gramática que juntamente como complemento va con el Vocabulario que contiene las voces que están en uso, si no en todas partes en un lugar o en otro. El fin práctico que me he propuesto es consignar lo más útil y necesario para que adquieran los que estudian el conocimiento perfecto de la lengua, y que puedan explicar con propiedad, precisión y claridad los Dogmas y Misterios de nuestra santa Religión. (Guzmán 1920)

Es decir que se trataba de una obra con fines prácticos, no se preocupaba de otra cosa que lograr que los jóvenes que la aprendían tuvieran un instrumento para hacerlo. En su introducción señala que las letras del alfabeto quichua son las del castellano, con excepción de la f, la k, la v y la x. De las vocales, dice que la e y la o son las menos usadas. Además, menciona que para la pronunciación es necesario añadir algunos signos.

En 1931, The World Radio Missionary Fellowship y The Christian and Missionary Alliance fundaron en Ecuador la emisora La Voz de los Andes, HCJB (Heralding Christ Jesus’ Blessings) llamada en español Hoy Cristo Jesús Bendice, radio que comenzó a transmitir programas en quichua desde 1941. La transmisión llegó a tener más de catorce millones de oyentes en el sur de Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia y el norte de Argentina (Handelsman 2000). No he encontrado evidencia de si estas organizaciones publicaron algo por escrito en ese idioma.

En 1941, la Universidad Nacional de Tucumán publicó el Diccionario kkechuwa-español del Padre Jorge A. Lira (Lira 1941). Aunque no es una obra publicada en Ecuador ni es del quichua, la menciono por la forma como escribe el nombre del idioma.

En 1953, en respuesta a una invitación expresa del presidente Galo Plaza, entró a Ecuador el Instituto Lingüístico de Verano (ILV o en inglés SIL), con el propósito de estudiar, registrar y trabajar en la traducción de materiales en lenguas indígenas (Akha) (traducción del autor). Pero esta institución ya colaboraba con HCJB desde 1946.

Muy pronto aparecen las primeras publicaciones del ILV en idioma quichua con la grafía del español. Puesto que su objetivo era evangelizar y lograr que la gente leyera la Biblia en su propio idioma, las variaciones dialectales regionales fueron tratadas simplemente con cambios de grafía para cada región y dialecto (Limerick 2014). Es decir, no había preocupación respecto a una unificación de la escritura de la lengua.

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Según Montaluisa (1980), por esos mismos años las Madres Lauritas elaboraron algunos textos de enseñanza del quichua, también con la grafía del español. Desgraciadamente, no me ha sido posible encontrar ningún ejemplar de esas publicaciones.

A principios de los años 70 del siglo XX, el entonces Instituto de Lenguas y Lingüística de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador comenzó una investigación de la lengua quichua con la recopilación de bibliografía lingüística en las áreas de morfología, fonología, sintaxis y léxico, para luego hacer un análisis fonológico y morfológico de los dialectos quichuas de la Sierra ecuatoriana, con informantes provenientes de las provincias de Chimborazo, Imbabura y Loja. Estas investigaciones dieron origen al método audiovisual de quichua Ñukanchik llaktapak shimi (Yánez 1975 en Miño-Garcés 1982).

Para la escritura de este método se tenía que decidir qué grafía usar y la más visible en Ecuador era la que usaba el ILV, pero las investigaciones mencionadas determinaron que esa escritura no reflejaba un idioma único.

La decisión fue utilizar el alfabeto elegido en el III Congreso Indigenista Interamericano, que se pensaba sí servía para una unificación del quichua. Entonces, incluso en el nombre del método usaron la letra k: Ñukanchik llaktapak shimi. Menciono lo de la letra k por la relevancia que tuvo más tarde, como lo veremos más adelante.

En 1954 se reunieron en Bolivia lingüistas, dirigentes indígenas y diplomáticos de 16 países, además de representantes de la OEA, en el III Congreso Indigenista Interamericano, por Ecuador asistió Luis Yépez Calisto (Comas 1954) quien era segundo secretario y encargado de negocios de la Embajada ecuatoriana en Bolivia (Gaceta).

El acta final de dicho congreso, en el numeral 16 titulado “Alfabeto fonético para las lenguas quechua y aymara”, en su considerando dice que existe un alfabeto fonético internacional, con valor científico aplicable a todas las lenguas, y en su resolución recomienda la adopción de ese sistema para la escritura de las lenguas quechua y aymara. El alfabeto consta de 23 letras, un signo de aspiración y otro de glotalización y siete letras para la escritura de voces mestizas y exóticas (Comas 1954).

Aunque menciona 23 letras, en el detalle que el acta presenta se encuentran las letras: a, ch, e, i, j, jj, k, l, ll, m, n, ñ, o, p, q, r, rr, s, t, u, w, y (es decir 22) y los signos de aspiración y de glotalización. También están las que llama letras ajenas: b, c, d, f, g, x, z. Además, señala que los diptongos deberán escribirse siempre con y o w según los casos (Comas 1954).

Pero los autores del método Ñukanchik llaktapak shimi si bien utilizaron este alfabeto como base, lo modificaron y usaron las siguientes letras: a, ch, f, i, j, k, k’, l, ll, m, n, ñ, p, p’, r, s, sh, t, ts, u, w, y, z e incluían b, d, g para las palabras de origen castellano (Montaluisa 1980).

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En enero de 1978 el Ministerio de Educación y Cultura y la Pontificia Universidad Católica del Ecuador suscriben un convenio de cooperación para planificar y programar la alfabetización en lengua quichua. Este convenio incluye la realización de investigaciones de base, la preparación de material educativo y la aplicación experimental del proyecto (Yánez 1980a).

Para cumplir con este convenio, la Universidad Católica creó el Centro de Investigaciones para la Educación Indígena (CIEI), dependiente del Instituto de Lenguas y Lingüística. Dicho centro formó un equipo de investigadores en el que participaron tanto personal de diversas áreas académicas, como representantes indígenas de varias provincias de Ecuador.

Como resultado de las investigaciones, se determinó que para la publicación de los libros que se emplearían para la alfabetización en lengua quichua se usaría el siguiente alfabeto: vocales i, u, a. Consonantes ph, p, th, t, kh, k, ch, ts, s, z, sh, j, m, n, ñ, l, ll, r. Para las semiconsonantes y semivocales i y u. El empleo de i para los sonidos i, y, j; y de la u para u, w se lo hizo por economía del lenguaje (Yánez 1980b).

El equipo del CIEI publicó tres libros de lectura-escritura Kaimi ñukanchik shimi 1, 2 y 3; y tres de matemáticas Kasimi ñukanchik yupai 1, 2 y 3” con esa grafía (Miño-Garcés 1982).

El año 1980 es de importancia para la escritura del quichua en Ecuador, pues empezaron reuniones con participación indígena, con el objeto de decidir acerca de un alfabeto único y también de una metodología para la alfabetización en quichua.

Luego de varias reuniones con representantes de las comunidades indígenas del país, personeros del Ministerio de Educación y Cultura (MEC), investigadores del CIEI y asesores extranjeros, no llegaron a ningún acuerdo (Montaluisa 1980).

Es interesante anotar que en esas reuniones no primaban opiniones científicas, sino políticas y de intereses propios de cada comunidad. Los argumentos eran muy variados, desde el que los indígenas no debían aceptar imposiciones hasta que ellos eran diferentes entre grupos.

En abril de 1980 el Ministerio de Educación y Cultura promovió una reunión con el propósito de tratar sobre dos temas: la unificación de la escritura y el método de alfabetización en lengua quichua.

La reunión se realizó en el Campamento Nueva Vida, del 14 al 18 de abril de 1980, con la participación de la mayoría de comunidades indígenas del país, personeros del MEC, investigadores del CIEI y asesores extranjeros. A pesar de haberse convocado con propósitos específicos se incluyeron muchos temas, que no es del caso mencionar.

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En lo concerniente al uso de la grafía, representantes de las provincias de Cotopaxi, Chimborazo, Imbabura, Cañar, Loja y Pichincha, además de personeros de varias Direcciones provinciales de Educación e investigadores del CIEI presentaron sendas propuestas, cada una con diferente número y variedad de letras.

En las discusiones al respecto se esgrimieron muchos argumentos y, sin ningún análisis científico, se procedió a hacer una votación por la aceptación o no de cada una de las letras que se usarían en el quichua unificado.

Entre los razonamientos discutidos estaban los que decían que no se debía usar las letras k ni w por ser “gringas” y que promovían el uso del cigarrillo King y el whisky, los de las organizaciones indígenas evangélicas que defendían el trabajo del ILV, y hasta los de los representantes de algunas direcciones provinciales de educación que se oponían a lo presentado por el CIEI únicamente por su predisposición a rechazar a la PUCE (Montaluisa 1980).

Finalmente, y luego de la votación democrática alzando la mano, el 17 de abril de 1980 se aprobó lo que se llamó Alfabeto Quichua Unificado del Ecuador, el cual quedó de la siguiente manera: a, b, c, ch, d, f, g, h, i, j, l, ll, m, n, ñ, p, q, r, s, t, u, y, z, zh, sh, ts. Es decir, veintiséis letras.

Al querer aplicar dicho alfabeto para modificar los libros de alfabetización en lengua quichua, se encontraron varias dificultades, y para estudiarlas se reunió a miembros de diferentes comunidades indígenas y se les presentó un párrafo en español para que lo escribieran en quichua. El resultado fue que el uso del alfabeto unificado no era una solución, pues una misma palabra se podía escribir de varias formas, por lo cual se formó una comisión con funcionarios del MEC, los promotores nacionales de la alfabetización quichua y miembros del CIEI para decidir sobre una ortografía única basada en el Alfabeto Unificado pero que fuera práctica y aplicable (Montaluisa 1980).

Finalmente, la comisión estableció 22 reglas ortográficas, con la siguiente grafía: a, i, y, u, h, r, l, m, n, ñ, ts, ch, sh, s, z, j, ll, c, qu, t, p, y b/d/g/f para palabras procedentes del castellano.

Los libros experimentales para la alfabetización en lengua quichua que había publicado el CIEI tuvieron que reeditarse; como resultado, publicó Caimi ñuchanchic shimi 1, 2 y 3 en dos versiones: una para la Sierra y otra para el Oriente (Miño-Garcés 1982).

Con el alfabeto unificado y las recomendaciones de la comisión, se publicaron muchos libros para lecto-escritura y matemáticas. Gran cantidad de monitores y personas que estaban en el programa de alfabetización en quichua aprendieron a leer y escribir con el sistema y el material creados con ese alfabeto.

En 1998 en el II Encuentro para la Unificación del Alfabeto Quichua, realizado en Tabacundo, se decidió unificar el alfabeto con 15 consonantes y 3 vocales (Cobo 2015).

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En 2004, se llegó a un nuevo acuerdo y se decidió que el alfabeto unificado tendría 18 letras: a, ch, i, h, k, l, ll, m, n, ñ, p, r, s, sh, t, u, w, y, es decir que se aceptó el uso de la famosa k (Limerick 2014). Hemos enviado una comunicación a la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador, CONAIE, con la consulta de cuál es el alfabeto unificado para el quichua que se usa en la actualidad, pero no hemos recibido respuesta.

En Kichwa.net, un proyecto otavaleño para el fortalecimiento del idioma quichua, encontramos un método para el aprendizaje de este idioma. En la introducción señala que gracias a investigaciones realizadas por técnicos y lingüistas de varias organizaciones y de la Dirección Nacional de Educación Intercultural Bilingüe, DINEIB, se ha llegado a normalizar la escritura del idioma con el quichua unificado.

En esa introducción explican que el alfabeto tiene 20 grafías: 17 consonantes k, ch, h, l, ll, m, n, ñ, p, r, s, sh, t, ts, w, y, z y 3 vocales a, i, u; y que los sonidos del español /j/; /g/; /k/ y /q/ se representa con la grafía /k/ (Kichwa.net).

Si este es el alfabeto que ahora se está usando en la educación indígena ecuatoriana, entiendo que todos los que aprendieron a leer y escribir con el llamado Alfabeto Quichua Unificado del Ecuador, con los ajustes hechos para hacerlo más funcional –que dio origen a tantos textos y materiales para el aprendizaje– tendrán que aprender a leer el quichua como si fuera una lengua nueva.

Todo lo que hemos reportado en este artículo es acerca del quichua, pero es interesante mencionar que la Academia Mayor de la Lengua Quechua, con sede en Cusco, Perú, informa que en julio de 2019 se reunió la I Convención por la Defensa del Idioma Quechua Pentavocal en la cual se aprobó defender el idioma quechua pentavocálico (AMLQ). Es decir, su alfabeto consta de las cinco vocales del español.

Conclusión

De todo lo que se ha mencionado en este artículo podemos concluir que una escritura unificada del idioma quechua con todos sus dialectos, especialmente el quichua, no se podrá obtener en un futuro cercano. A través del tiempo han surgido muchas reuniones, congresos, comisiones, convenciones, etc., para lograr una unificación, pero esto ha sido prácticamente imposible por muchas razones, tanto políticas como de intereses particulares de cada comunidad, región o grupo.

En realidad, todas las lenguas han tenido su proceso para llegar a una escritura unificada. El idioma español, por ejemplo, solo logró la unificación con la creación de la Real Academia Española en 1713, que empezó a dictar normas tanto para la gramática como para la ortografía.

Hay mucha controversia y duda en cuanto a la escritura del nombre del idioma, que es hablado por

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una buena parte de la población de Ecuador. Muchos medios escritos han empezado a nombrarlo como lo hacen los quichua hablantes cuando escriben su idioma, es decir, usando la grafía del quichua unificado: kichwa. Creemos que en español se lo debe escribir quichua, igual que cuando escribimos el nombre de cualquier idioma lo hacemos usando la grafía del español. No escribimos Deutsche cuando tratamos del alemán ni francais para francés.

REFERENCIAS

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dle.rae.es/. Consultado en junio 2020. Real Academia Española. (2005). Diccionario panhispánico de dudas. https://www.rae.es/dpd. Consultado en junio 2020. Yánez, Consuelo, et. al. (1975) Ñukanchik llaktapak shimi. Pontificia Universidad Católica del Ecuador, Quito. — (1980a). “Modelo educativo MACA”. En: Revista de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador No. 28, PUCE. — (1980b) “Sistema ortográfico para la alfabetización en lengua quichua”. En: Revista de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador No. 25, PUCE.

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