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Caracterización y Fases Sensibles
CARACTERIZACIÓN DEL NIÑO DE 6 A 7 AÑOS
CARACTERÍSTICAS FÍSICAS DEL NIÑO Las técnicas de desarrollo motor en la edad de 6 - 7 años. se formulan la variedad marcada de las formas motoras, como resultado de un entrenamiento sistematizado y dosificado. La elaboración de procedimientos motores determinados para resolver determinadas tareas motoras hasta el desarrollo de técnicas deportivas. Conocer a sus jugadores no sólo en sus capacidades coordinativas, sino también deportivas y físicas para obtener mejores rendimientos en sus entrenamientos y competencias. Se debe conocer las características de cada etapa del niño para desarrollar habilidades y técnicas específicas, se describirán las principales características físicas, capacidades generales y motoras de los niños con el fin de que el entrenador las tenga presente en el momento de preparación física durante el entrenamiento y las competencias, y se apliquen en sus objetivos con base al conocimiento de capacidades Es asi que se pueden verificar los movimientos cíclicos y las disposiciones motoras básicas estimuladas, además se manifiesta correctamente la automatización en su manera de desarrollo espaciales y tiempo para el manejo y el control de los movimientos. Por otro lado, está el aumento razonable de la fuerza y la velocidad en el movimiento general, en el cual se muestran los movimientos locomotores, esto se lleva a cabo tanto en niñas como en niños, pero más acentuadamente en los niños. En la capacidad de reacción se percibe que a los 7 años de edad no llega a alcanzar un alto nivel de esta cualidad, se comprueba que, en el entrenamiento, se aplican actividades que requieren reacciones rápidas y variadas a las situaciones cambiantes. La resistencia que manifiestan las niñas posee un menor rendimiento que los niños en todos los cambios de la resistencia, al comienzo son diferencias insignificantes pero
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constantes y con tendencias al aumento en el transcurso del crecimiento. La resistencia aeróbica es la más adecuada para esta etapa, considerándola como la forma dominante en las tareas de perfeccionamiento de esta cualidad, pero sin realizar pruebas extremadamente prolongadas. En la coordinación en los niños menos estimulados coordinativamente se nota una falta de aprendizaje motor, que entre los 6 y 7 años no se observa una maduración y de ese modo una coordinación técnica deportiva. El aumento rápido de la capacidad de aprendizaje motor se expresa correspondientemente en la aplicación de test de destreza, ya que éstos proporcionarán determinados conocimientos sobre la ontogénesis del nivel complejo de las capacidades coordinativas. Se prestar atención en el periodo comprendido entre los 6 y 7 años. En cuanto a las características sexuales se logran considerar como componente irrelevante y de muy poca trascendencia, desde el punto de vista práctico deportivo. Es por esto que estimulando la capacidad de coordinación se obtiene un aumento progresivo y un nivel más alto de la misma en comparación con los niños no estimulados. En un entrenamiento de tres o más veces por semana se ve el aumento de la capacidad de coordinación y para esto requiere una ejercitación consecutiva. A los 7 años de edad se siguen comprobando tendencias opuestas respecto al desarrollo del movimiento de las grandes articulaciones corporales generalmente buenas, pero se observa una reducción de la misma. La capacidad de flexión en las articulaciones de la cadera y de hombros experimentan un aumento al igual que la capacidad de flexión de columna vertebral y será necesario realizarla en mayor disposición, ejercicios dedicados al aumento de la movilidad para los grupos musculares con tendencia de acortamiento para los deportes que requieran una gran movilidad. Se puede comprobar una gran variedad de formas de salto, las cuales carecen, en su desarrollo y en su rendimiento, de la persistencia en el dominio de espacio temporal, para los movimientos automatizados. En general se puede comprobar que el desarrollo motor del salto se inicia ejercitando saltos progresivos y rápidos en los niños de 7 años que logran tener la capacidad de practicar movimientos difíciles como el salto triple y otras combinaciones. Lanzar y recibir. La destreza de recibir la pelota se halla desarrollada de forma diferente a los 6 - 7
años. El recibir corresponde al igual que el lanzar, a aquellas formas motoras donde el desarrollo depende en gran medida a la ejercitación. Los principiantes están en condiciones de recibir una pelota a la altura del pecho, de las rodillas o de la cintura siempre que el lanzamiento no sea muy fuerte, los niños reaccionan adecuadamente en el lanzamiento, ya que en esta edad pueden anticipar la parábola de la pelota alcanzado a atraparla en vuelo, esto se refiere directamente al lanzamiento de la pelota que se dirige hacia el niño, con el objetivo de que éste pueda recibirla.
FASES SENSIBLES
Las Fases Sensibles en las Etapas de Aprendizaje del futuro Jugador de Fútbol.
Se encuentran definidas por factores originados por el desarrollo corporal permitiendo establecer por ejemplo, que el período comprendido desde los 5 o 6 años de edad hasta los 11 o12 años (antes de la explosión puberal) es la fase sensible de la coordinación, (cualidad física solicitada para el aprendizaje y ejecución de cualquier gesto técnico) apoyado en que el sistema nervioso está en su mayor etapa de desarrollo y por consiguiente se precisa como sensible para la estimulación neuro-muscular. Es Por este motivo que esta consideración resulta precisa a la hora de elaborar un plan de trabajo teniendo en cuenta que en esta edad se encuentran factores limitantes tal como el estrés y la falta de madurez en los sistemas vegetativos, reduciendo los objetivos de las capacidades tales como la fuerza y la resistencia anaeróbica lactácida. Esto indica claramente en qué contenido residirá el mayor porcentaje del entrenamiento en esta etapa, instituyendo el desarrollo coordinativo como sustento de las ganancias técnicas propias del fútbol. Continuando con las edades elegidas como ejemplo para el desarrollo actual, se precisan como indispensables, los objetivos pedagógicos que perfilan a la obtención de futbolistas disciplinados.
Es por esto que es recomendable una línea de trabajo apoyada en el máximo utilización de cada fase sensible por la que transita el joven futbolista.
Lo enseñado pretende fundamentar que aparte del trabajo con las categorías competitivas es indispensable el funcionamiento debidamente planificado de las categorías formativas. Esto permitirá mejorar las posibilidades del niño en función de una formación integral del futbolista y el constante aumento de la base o “semillero”, con proyección a niveles superiores de competencia. Luego, cargar las mayores posibilidades en el desarrollo de variados programas que aumente no solo la cantidad (masificación del fútbol) sino también la calidad de la formación, garantizando un proceso que mejore el tiempo en la vida deportiva de la persona, trabajando lo que debe lograr en cada una de las etapas para acceder a un deportista de gran nivel y con posibilidades de llegar al fútbol “grande”.
Escuela de Fútbol
6 a 8 años de edad: Se inicia el auto conocimiento corporal y habilidades básicas o simples y algunas combinadas.
10 a 12 años de edad: etapa de la segunda parte de los fundamentos
14 a 16 años de edad: segunda etapa de rendimiento y perfeccionamiento: descubrimiento de talentos.
17, 18 años en adelante: categorías competitivas, principio del máximo rendimiento.
