7 minute read

ToBRFV, manejo y resistencia

ToBRFV: Una amenaza potencial para tomate en cultivo protegido

En campo abierto no hay afectación

Advertisement

Ozgur Batuman, Salih Yilmaz, Pamela Roberts, Eugene McAvoy, Samuel Hutton, Kishore Dey, Scott Adkins

Los tobamovirus son virus de plantas de transmisión mecánica que causan graves daños económicos a los cultivos de hortalizas y ornamentales en todo el mundo. El virus del mosaico del tomate (ToMV) y el virus del mosaico del tabaco (TMV) son los tobamovirus más comunes que infectan las plantas de tomate (Solanum lycopersicum) en las regiones productoras.

Los cultivares de tomate con resistencia a estos tobamovirus están disponibles comercialmente y se desarrollaron mediante la introgresión de genes de resistencia de plantas silvestres en especies cultivadas. Los cultivares de tomate que albergan el gen de resistencia Tm-22 son resistentes a ToMV, TMV y otros tobamovirus.

Sin embargo, el gen de resistencia Tm-22 en cultivares de tomate no proporciona resistencia contra el Virus del fruto rugoso café del tomate (ToBRFV), un tobamovirus descrito recientemente que se detectó por primera vez en Oriente Medio. ToBRFV también infecta a chile pimiento y berenjena.

ToBRFV se detectó inicialmente en Jordania e Israel en 2014 y 2015, respectivamente, y actualmente se ha detectado en áreas de producción de tomate en todo el mundo. La aparición y propagación de ToBRFV en áreas de producción de tomate, incluidas California, México, Jordania, Israel, Turquía, Italia, Alemania, Grecia y China, se ha acelerado, lo que representa una preocupación económica importante. El ToBRFV supera (rompe) el Tm-22 y todos los demás genes de resistencia que se utilizan actualmente para proteger los tomates contra los tobamovirus. El chile pimiento es hospedante del virus rugoso del tomate, pero los genes de resistencia que tienen incorporados la mayoría de los híbridos comerciales, L3 y L4 , proveen de resistencia a este virus. Sin embargo, en producción bajo cubierta se han presentado afectaciones. Aunque estos genes no se usan de forma rutinaria en los cultivares de tomate cultivados a cielo abierto, actualmente se desconoce cómo ToBRFV puede afectar esta producción de tomate. Hasta ahora, debido al manejo y manipulación extensivos de los cultivos, ToBRFV ha sido principalmente una amenaza para la producción de tomate en cultivos protegidos (invernaderos, mallasombra y macro túneles), aunque se han reportado brotes a cielo abierto.

Características de ToBRFV

Como tobamovirus, ToBRFV comparte varias propiedades y

síntomas de enfermedad con los miembros más familiares de este grupo que ocurren en todo el mundo, incluidos ToMV, TMV y virus del mosaico del moteado del tomate (ToMMV). Síntomas Es imposible identificar un tobamovirus basándose únicamente en los síntomas debido a la similitud de los síntomas inducidos por todos los tobamovirus. Además, los síntomas varían según la especie y la cepa del virus, la etapa de crecimiento de la planta cuando está infectada y el cultivo de tomate. Por lo general, las plantas infectadas con un tobamovirus presentan atrofia y las hojas muestran un mosaico o moteado (áreas verdes y amarillas) y distorsión. En casos severos, los síntomas de las hojas incluyen elongación o un crecimiento similar al de una “cinta de zapatos”. Los frutos en maduración muestran una variedad de síntomas, que incluyen ausencia de síntomas, cierto grado de deformación y manchas cloróticas (es decir, maduración desigual o “veteado”) y paredes marrones y lesiones necróticas.

En qué se diferencia ToBRFV de otros tobamovirus

La principal diferencia entre ToBRFV y otros tobamovirus es que ToBRFV rompe el gen de resistencia Tm-22 e induce síntomas más severos en la fruta, que en algunos casos incluyen parches marrones arrugados (rugosos), especialmente cuando están presentes en infecciones mixtas con otros virus que infectan el tomate. Es posible que se desarrollen rayas marrones (necróticas) en los tallos, pecíolos y cálices. El ToBRFV se puede encontrar en infecciones mixtas con el virus del mosaico del pepino (PepMV), un virus utilizado para la protección cruzada en tomates producidos en Canadá y Europa.

Supervivencia y transmisión

Los tobamovirus, incluido el ToBRFV, son robustos y pueden sobrevivir en restos de plantas > 10 años. La supervivencia en el suelo y en objetos contaminados o en superficies (bancos, cuerdas de enrejado, contenedores de plástico y equipos) utilizados en cualquier etapa de la producción puede variar de meses a años. Los tobamovirus, incluido el ToBRFV, se transmiten eficazmente por contacto, especialmente en cultivos protegidos, donde

las plantas se manipulan con frecuencia. Aunque la mayoría de las variedades de tomate de cielos abierto son determinadas y se atan varias veces a lo largo de la temporada, los trabajadores no las manipulan de forma intensiva (es decir, las podan y guiado) durante todo el ciclo de producción. No hay ningún insecto vector. Sin embargo, se demostró que los abejorros portan el virus en invernaderos. Por lo tanto, es menos probable que los tobamovirus se propaguen ampliamente en los sistemas de producción de campo abierto. Los tobamovirus contaminan fácilmente la cubierta de la semilla y pueden propagarse a grandes distancias con la semilla, pero no se cree que los virus infecten al embrión.

Qué hacer si cree que tiene ToBRFV en su campo

Las pruebas de inmunostrip (“tira reactiva”) disponibles comercialmente para TMV también detectan ToBRFV y otros tobamovirus, incluidos ToMV y ToMMV. Si observa síntomas similares a los del tobamovirus en sus plantas de tomate, utilice una prueba de inmunostrip para TMV. Si su tomate tiene síntomas similares a los de un virus y su prueba es positiva por este ensayo, se requieren pruebas moleculares adicionales (es decir, RT-PCR) para la confirmación de ToBRFV. Si los productores ven síntomas inusuales o sospechan que pueden tener un virus, deben comunicarse inmediatamente con su oficina de Sanidad Vegetal o enviar muestras a su Laboratorio de Diagnóstico Aprobado, como es el caso de Gisenalabs.

La respuesta ante su expansión

El ToBRFV se ha extendido rápidamente por todo el mundo en solo unos pocos años. Es muy virulento y no está controlado por genes de resistencia actualmente disponibles. Aunque ToBRFV no está establecido actualmente en las áreas de producción de tomate a cielo abierto, se deben tomar las siguientes precauciones para evitar su introducción en los campos de producción de tomate: 1. Compre solo semillas certificadas como libres de ToBRFV. 2. Inspeccione y deseche los trasplantes de tomate con síntomas de virus antes de plantarlos en su campo. 3. Capacite a sus trabajadores sobre el ToBRFV e implemente medidas de saneamiento como lavarse las manos y la ropa antes del trabajo, evitar traer o tocar tabaco y otros materiales de plantas hospedantes potenciales y desinfectar herramientas, bancos, y otros equipos. Aunque las superficies de la fruta no dañadas no tienen partículas de virus viables, el jugo y otras partes comestibles son altamente infecciosos. No toque ni lleve frutos de tomate (o pimiento) del exterior a sus instalaciones de producción. 4. Controle los síntomas del virus para permitir la detección temprana si se introduce en los campos. Si necesita ayuda con las pruebas, comuníquese con su Comité Estatal o Junta Local de Sanidad Vegetal del Estado (Tel: 800 987 98 79 o alerta. fitosanitaria@senasica.gob.mx).

Movimiento internacional de semillas

Aspectos fitosanitarios

Dra. Marlene Ortiz Berrocal Coordinadora Técnica de la Asociación Mexicana de Semilleros A. C.

La importancia de las semillas es algo que nadie discute. Son reconocidas como el insumo básico y más importante en la agricultura, pues permiten que las cadenas productivas agroalimentarias funcionen adecuadamente. Son vitales para la seguridad alimentaria.

Actualmente, los países no satisfacen por completo la demanda de semillas por sí mismos, y es ahí donde entra al juego el movimiento internacional de semillas producidas por las empresas en diferentes países alrededor del mundo.

Las semillas se producen estratégicamente en diferentes partes del mundo con el objetivo de disminuir pérdidas por condiciones ambientales adversas, de tal manera que exista un suministro constante de semillas para los agricultores a nivel global.

Para ello, es necesario hallar los sitios óptimos para la producción eficiente de semillas de calidad, tomando en cuenta las condiciones climáticas y ecológicas, las temporadas de cosecha, la capacidad instalada, la experiencia técnica disponible y la condición fitosanitaria del sitio. Este último se refiere a la presencia de plagas que pueden causar un impacto no deseado en la producción.

Los brotes de plagas transmitidas por semillas pueden ser muy costosos para las empresas y para los agricultores.

De ahí que, la producción y distribución de semillas sanas, libres de plagas sea una de las prioridades más altas y un prerrequisito para las empresas semilleras en todo el mundo.

Al mismo tiempo, considerando que las semillas son un producto agrícola producido, comercializado –y, por lo tanto, movilizado– de manera global, las autoridades de los países importadores evalúan los riesgos fitosanitarios asociados a las semillas producidas en los distintos países y, con base en ello, establecen requisitos que deben cumplirse en el país de producción de las semillas en cuestión (país de origen).

Adicionalmente, existen esfuerzos de prácticamente todos los países del mundo, congregados en la Convención

This article is from: