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THEÓDORE GERICAULT

Jean-Louis André Théodore Géricault, conocido como Théodore Géricault, fue un pintor francés, una de las principales figuras pioneras de la pintura romántica. Estudió con el pintor académico Pierre-Narcisse Guérin, también maestro de ---.Delacroix.

Rechazó el neoclasicismo imperante, estudió a Rubens y comenzó a pintar directamente del modelo, sin dibujos preparatorios. En Italia estudió en 1816-1818 a Miguel Ángel y el barroco. Su comentada Balsa de la Medusa combinaba el diseño barroco, el realismo romántico y los sentimientos no controlados. Admiraba a Bonington y a Constable y estuvo en Inglaterra en 1820-1822, exponiendo su Balsa y sus pinturas de caballos.

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Su carrera, aunque corta, fue muy influyente, especialmente por sus temas modernos, su ejecución libre y la representación del movimiento romántico. El tema del caballo es un tema central de su trabajo, al principio y especialmente al final de su vida. En particular, copió las obras de George Stubbs y Ward, e hizo numerosas litografías de caballos y escenas callejeras de la vida londinense.

Jean-Louis André Théodore Géricault, nacido en Ruan el 26 de septiembre de 1791 en una familia acomodada, era hijo del abogado Jorge Nicolás Géricault y de su esposa Luisa-Juana-María Caruel. Así, nunca tuvo que pintar por necesidad económica, excepto en sus últimos años debido a varias malas inversiones. No se sabe con certeza la fecha en que la familia Géricault se trasladó a París; sin embargo, está probado que el joven Théodore siguió los estudios de segunda enseñanza en el Liceo Louis-le-Grand de la capital francesa.

En 1808, ya había tomado la decisión de consagrarse por entero a la pintura, e ingresó como alumno en el estudio de Carle Vernet (en donde conoce a su hijo Horace y a Pierre-Narcisse Guérin), atraído, probablemente, por las pinturas de caballos de aquel pintor.

Fue muy precoz, en efecto, la pasión de Géricault por los caballos, los cuales acabarían por convertirse en una de las imágenes más frecuentes y uno de los símbolos más significativos de su arte. En 1810, lo encontramos inscrito entre los discípulos de Pierre Guérni, pintor neoclásico, seguidor de David. Es de suponer que quería someterse a una disciplina más severa que la impuesta por el caprichoso Vernet, y que, consciente de su vocación por una pintura muy alejada de las frías reglas del academicismo, deseaba someter su talento a una especie de prueba. En efecto, sus obras de esos años revelan la autonomía de su inspiración y la originalidad de sus preferencias culturales con respecto a la enseñanza neoclásica: lo demuestra su interés por Rubens; la investigación del amplio campo pictórico de los siglos XVI y XVII (desde Rafael hasta Tiziano y Caravaggio), efectuada por medio de una brillante serie de copias, y asimismo, la copia en el Louvre .

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