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Luis Javier: «La fuente de la juventud»
LUIS JAVIER
LA FUENTE DE LA JUVENTUD
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Doña Inés buscaba el camino de Boca de Yuma y por equivocación tomó el de Bayahíbe. Llevaba tanto rato caminando que el cansancio la obligó a detenerse a beber agua fresca de un manantial. Después de beber se miró en las aguas y peinó su cabellera negra. De pronto, sintió un ruido a sus espaldas, al voltearse encontró a un viejo con toda la apariencia de un español con uniforme de conquistador. El soldado se desmontó del caballo, se quitó el sombrero negro con cinta y pluma roja, y la saludó con gran reverencia. Doña Inés estaba muda del asombro y lo observaba como quien mira a un fantasma. El hombre, por el contrario, aunque tenía una sombra rara en los ojos, la miró como si la conociera desde siempre, y le dijo: —Hace cinco siglos que te busco. Catalina, amor mío, sube al caballo y huyamos.

CRUCE DE SOMBRAS
El hombre estuvo jugando en la taberna hasta la madrugada. Había ganado lo suficiente y decidió retirarse. Por el camino de regreso lo acompañó la luna y durante un rato se entretuvo mirando su sombra sobre el suelo. Recordó un juego de la infancia, en que proyectaban la sombra en la pared o en el suelo, y quien lograba cruzarla primero, resultaba ganador. El crupier de la taberna iba por el mismo camino. Ambas sombras se cruzaron. La luna se alejó y una daga quedó temblando en el aire.

Luis Javier (Higüey, La Altagracia, República Dominicana). Licenciado en Administración de Empresas por la universidad APEC, y en Derecho (magna cum laude) por la Universidad Católica de Santo Domingo. Es miembro de los talleres literarios Narradores de Santo Domingo (TLNSD) y Pasión por el Cuento. Ha publicado Sánchez (novela), Indicaciones para salir y entrar (microrrelatos) y Un toro furioso a las puertas del cielo (cuentos), todos publicados bajo el sello de la Editorial Santuario.


