Mashiaguer Corporation presenta
EL PROFETA Viernes
10 de Octubre
Número 10
Último artículo de noticias Ver las novedades de hoy CAMILA GALLARDO
Nadie la reconocería a simple vista. Vestida de un elegante vestido gris perla, toma asiento en el sofá, tamborileando sus huesudos dedos anillados en oro mientras que con su otra mano peina su delgada cabellera blanca detrás de su oreja. Nadie pensaría que aquella dama acomodada habría vestido durante larga parte de su vida como sirvienta a medio tiempo. -Parece que se ha adaptado bastante bien a su nueva vida, ¿Usted se habría imaginado que alguna vez llegaría a hacerse de tal fortuna como la que posee ahora? -En mis treinta y dos años de empleada, solo me preocupaba por tener el dinero para llegar a fin de mes. Y para una vieja como yo, que tenía que valerse de su propio sudor y esfuerzo hasta mi edad ¡Válgame Dios! Todavía me sorprende seguir con vida [risas]. Solo espero vivir mis últimos años de buena manera como lo hago ahora, pero como
-Teniendo en cuenta que el insecto era parte de la familia, el hijo, ¿Qué le pareció que lo trataran de esa forma tan descuidada? ¿Cree que realmente lo merecía, aunque hubiera sido un humano? -Tenía entendido que antes de que pasara todo esto del asunto del insecto, el muchacho era el pilar de la casa. Como dije, su trabajo tenía que ver con finanzas, y trabajaba mucho para poder mantener a su familia. Pagaba sus deudas, compraba su ropa, su comida, sus viajes, todo, y muy a pesar de que el resto de su familia estaba perfectamente apta para trabajar y ayudarlo un poco, vivían dependientes de él. No entiendo cómo pudieron hacerle eso a su propio hijo, siendo un muchacho tan joven, debería de preocuparse de hacer su vida y no de la carga de una familia como esa. Pero bueno, así es como acabaron las cosas. Una vez
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“A veces me preguntaba quiénes eran los verdaderos insectos en esa casa” Entrevista a Rigoberta Fischer
Rigoberta Fischer a sus 67 años.