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Más que un sacerdote, un amigo ..

Eso encontré en el Padre Fede … a Jesús Amigo ! Lo conocí en la parroquia de Jesús de Nazaret, en una confesión, desde ahí experimenté la misericordia de Dios a través de sus palabras de consejo y cariño.

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Si algo puede contagiar en el mundo es la felicidad, esta emoción que todos buscamos y cuando vemos que alguien la tiene, inmediatamente nos acercamos Y es que así fue el Padre Fede, una persona que irradiaba el amor a Cristo a través de esa sonrisa; siempre buscó que lo demás experimentaran ese gozo, esa felicidad, esa ALEGRÍA de ser hijos de Dios A través de su testimonio de vida aprendí que se puede ser Alegre a pesar de las tribulaciones y de la enfermedad y más cuando se tiene la certeza que la recompensa de todo ese sacrificio es el gozar de la presencia de Dios.

Fue un gran regalo del cielo el poder llamarlo amigo, pero sobre todo que él me considerara su amiga; el compartir proyectos y experiencias con él fue una bendición; me enseñó que no necesito irme a un lugar muy alejado de misiones para llevar a Cristo a los demás, que nuestro día a día es una misión, es una Semana Santa, la cual debemos vivir siempre con Alegría, pues Cristo es quien debe habitar en nosotros, y como cristianos debemos ser siempre alegres.

Nunca le dio miedo el decir la verdad, el ser claro en con sus ideas y propósitos. Nada lo detuvo nunca, ni un cáncer, ni un brazo fracturado, ni una pandemia, ni la tecnología, pues Cristo fue su fortaleza y guía en todo momento Buscó siempre la manera de que las personas estuvieran cerca de Cristo, que conociéramos los principios de la Doctrina Social de la Iglesia que actuáramos con base en ella, por ello, siempre estuvo ideando actividades para que esto se concretizara

Que los jóvenes experimentaran el encuentro con Cristo era su objetivo, no había una sola Eucaristía que no la ofreciera por los jóvenes que no conocen a Jesús, a los que viven en la tristeza y desesperanza; la última vez que hablé con él (dos días antes de que lo hospitalizaran) fue su encomienda: “busca que los jóvenes vivan a Cristo”.

Son tantas cosas que podría escribir del Padre Fede, pero concluiré diciendo que el mejor regalo de cumpleaños que recibí de su parte, fue el de poder Celebrar la Eucaristía y comulgar en medio de una pandemia, no le importó exponer su vida, me concedió ese gran regalo

Fue un hombre con una vida espiritual firme y profunda, un hombre alegre, un hombre que supo ganarse a los jóvenes, a los adultos, a matrimonios y también a ancianos; un hombre que nos enseñó que al cielo no se llega solo, que debemos buscar la Santidad juntos.

-Elida Ahuet

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