“Precarios” es una investigación sobre la objetividad de la imagen, una reflexión sobre qué tipo de relaciones generan una imagen política.
Las composiciones parten de la idea de que desde la reflexión de la destrucción se puede proponer el abandono de la violencia. “Precarios” es una interpretación visual de los procesos de alienación que alteran nuestro entorno natural.
Discute la perdida de lo natural en el mundo, su descomposición y destrucción y su sustitución por el mundo de los objetos. Es un análisis de la cultura de la violencia, y de las distintas formas que pueden emerger dentro del contexto de la enajenación cultural.
El capitalismo crea un sentimiento de desolación y abandono, confinando grupos humanos a espacios precarios y así coartando su derecho a transitar libremente por el mundo, levantando barreras de exclusión y represión. La migración forzada muchas veces consecuencia de invasiones imperialistas, surge como respuesta directa al caos implantado por la toma violenta de territorios, las personas entonces carecen de los recursos básicos para sobrevivir y se vén forzadas a migrar, lo cuál resulta en una experiencia de desterritorialización de los cuerpos, nos convertimos en naufragos, perdidos en aguas desconocidas.
En el marco del capitalismo, Deleuze y Guattari argumentan que tanto el territorio como el cuerpo pueden ser desterritorializados y descodificados, es decir, despojados de sus funciones y significados tradicionales para ser reconfigurados como cuerpos sin órganos, materia abstracta disponible para nuevas formas de organización y explotación. Este proceso permite que el cuerpo se convierta en un objeto intercambiable, utilizable y, en última instancia, en mercancía.
Chomsky insiste en que la crisis migratoria es, en realidad, una crisis moral de Occidente. Para él, el hecho de que miles de personas mueran intentando buscar refugio, mientras los países desarrollados no toman medidas efectivas para ayudarles, pone en evidencia una crisis de valores y de humanidad en Occidente.
De la serie “Precarios: Nos hacemos realistas para ser libres.” 2020
“Cuando desaparezca el pantano dejará de haber mosquitos”
El cuerpo es el primer territorio de defensa, la defensa del cuerpo se vincula directamente con la defensa de la tierra y la vida colectiva. El colonialismo desciende con helicopteros de guerra y se internaliza en nuestras mentes, nuestros cuerpos se convierten en sede de la colonización, en otro territorio más de la conquista, es en el cuerpo donde se materializan las opresiones y las violencias ejercidas por la colonización.
Según Fanon y Césaire, el cuerpo no solo sufrió la violencia física, sino que también fue el espacio conceptual y retórico donde se preservaron las marcas del colonialismo y donde se constituyó la subjetividad del colonizado.
De la serie “Precarios: Cuando desaparezca el pantano dejará de haber mosquitos” y “Centroamérica es un lugar tropical” 2024
Como señala Hannah Arendt, la guerra es la máxima expresión de la alienación: al eliminar el territorio se eliminan espacios de acción y deliberación, se intensifica la sensación de extrañamiento. Las personas dejan de sentirse partícipes de un mundo común y se transforman en espectadores o víctimas de procesos que no controlan. Al perder el territorio perdemos un lugar donde desenvolvernos políticamente y nos convertimos en ciudadanos de un “sin mundo”.
Por ello, la recuperación de nuestro cuerpo-territorio implica la reconstrucción de no solo un espacio físico sino también simbólico, implica la creación de estrategias para restaurar nuestra memoria y nuestra relación con el mundo natural, además de un replanteamiento de los conceptos identitarios, es así como se sentarán las bases para la resiliencia y la posibilidad de un futuro compartido.
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Precarios #15 2025
El cuerpo puede ser utilizado como arma de liberación individual, desde el cuerpo se pueden crear estrategias de cambio y resistencia, un campo de batalla para la auto transformación, un espacio de deconstrucción de las normativas de raza y género y así trascender de la posición de objeto dominado a sujeto liberado.
El arte político y comprometido, nos ayuda a comprender mejor la complejidad de la realidad latinoaméricana, dandole visibilidad a las problemáticas más urgentes, de esta manera el arte político también puede ser un espacio de resistencia y memoria, una herramienta que nos ayude a cultivar nuestra sensibilidad y nuestra capacidad crítica, desde discursos disidentes el arte político puede ser una herramienta que nos ayude a reordenar el caos, creando nuevas realidades y estableciendo nuevas relaciones sociales.
Según Deleuze y Guattari, el arte tiene la capacidad de convertir el caos en un “caosmos”, un sistema compuesto que permite dar sentido a lo aparenremente incomprensible. Esto implica tomar fragmentos del desorden y reorganizarlos en formas que provoquen nuevas sensaciones y comprensiones.
Precarios composición #13 2025
precarios serie de paisajes políticos alejandra mejía romero 2015-2025