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FERNANDO COSSÍO. UNIVERSO PERSONAL CON ORIGEN EN MONZÓN
FERNANDO COSSÍO
Universo personal con origen en Monzón
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Junto con sus compañeros de equipo, el investigador Ikerbasque experto en Física de partículas Juan José Gómez Cadenas y Roxanne Guenette, profesora de Física en la Universidad de Harvard, han sido elegidos para estudiar el “Origen del Universo”, un ambicioso proyecto europeo que podría dar un vuelco a las tesis actuales lo que, sin duda, provocaría una revolución en el ámbito científico y cultural.
Si las virtudes y logros en el mundo de la ciencia y las investigaciones que lidera Fernando Cossío Mora se valoraran como nos fijamos, hoy en día, en los astros que llevan un balón en los pies, Cossío sería venerado en cualquier rincón del planeta; Monzón incluido, localidad donde dio sus primeros pasos físicos y académicos.
Fernando Cossío y Juanjo Gómez Cadenas
Currículo
Fernando Cossío es catedrático de Química Orgánica por la Universidad del País Vasco. Ha sido decano de la Facultad de Ciencias Químicas, vicerrector de Investigación y Relaciones Internacionales de esa universidad y desde 2009 es el director científico de la Fundación Vasca para el Avance de la Ciencia (Ikerbasque), promovida por el Gobierno Vasco en 2007 para contribuir al desarrollo de la investigación científica mediante la atracción de investigadores de excelencia y la recuperación de talento, así como acciones de dinamización de la investigación que se ha convertido en un referente nacional e internacional. Cossío es autor más de 250 publicaciones a nivel internacional, además de diversas patentes y libros. Con numerosos reconocimientos, desde hace décadas, que no paran de encadenarse. Entre ellos: Premio Almirall de la Sociedad Española de Química Terapéutica (1987); Premio Euskoiker (2005); Medalla Ignacio Rivas de la Real Sociedad Española de Química (2011); Premio de Investigación Janssen-Cilag España de la Real Sociedad Española de Química (2013)…
Fernando Cossío presenta un currículo extenso y brillante: especialista en química bioorgánica y modelización molecular, ha sido vicedecano, decano y vicerrector de Investigación y Relaciones Internacionales en la Universidad del País Vasco y desde 2009 es el director de Ikerbasque, la fundación vasca para el avance de la ciencia, un referente a nivel nacional e internacional en la materia.
El avance de la ciencia, por definición, requiere ideas, proyectos, ambición, capacidades… cualidades apuntadas por el propio Cossío que nos sirve para barruntar las ideas, proyectos, ambiciones y capacidades que acompañaron a Francisco Cossío, padre de Fernando, para aceptar su traslado profesional a Monzón desde Cantabria, merced a una empresa de montajes eléctricos. Ahí comenzó la relación de la familia Cossío-Mora con la localidad montisonense. Su madre Manoli Mora, fallecida el pasado 5 de diciembre de 2020, residía en Monzón, en donde vive también uno de sus hermanos, Alberto. “La patria de uno es su infancia”, nos apunta Fernando Cossío, recordando amigos de infancia y adolescencia como Javier Oncíns, José Mª Sistac, Juan Carlos Giménez o Víctor José Landa que fue gestando a su paso por los diferentes centros educativos de la localidad, desde el colegio Joaquín Costa, los “salesianos” o el instituto, y con los que todavía mantiene contacto cuando regresa a Monzón, con visita prolongada hasta Lérida para saludar también a su hermano Javier y familia.
Que a uno le guste desde joven la ciencia, el arte, la literatura, los comics, la montaña o las lenguas no facilita el encontrar rápidamente una preferencia profesional pero si alerta de lo que puede ser este cántabro-aragonés, ahora también ciudadano con querencia y corazón vasco. Estudió Ciencias Químicas en Zaragoza, se doctoró en el País Vasco, prosiguió su formación en Francia y viajó, temporalmente, a Los Ángeles con el objetivo de ganar experiencia, currículo y vida en el universo: “En
mi etapa de estudiante en Monzón
Alumnos de la primera promoción del Instituo Mor de Fuentes, durante una plantada de árboles en el patio. De izda a derecha: M. J. Lemus Tobeña, José María Sictac, José Ramón Satué, Fernando Cossío y Javier García García

Excursión de juventud por el pirineo aragonés de Fernando Cossío (en primer plano) junto a su hermano Alberto y su amigo Caruso

recuerdo especialmente a Enrique Naudín, profesor de Matemáticas, a Txema Azpiroz, de Lengua y Literatura, y a la Sra. Gomis, profesora de Química, quizá los docentes que más me han influido no sólo en la
época de juventud”. En el instituto Mor de Fuentes fue donde empezó a conocer la química “eran clases muy
prácticas, algo poco habitual que pude confirmar al llegar a la universidad. En el laboratorio del instituto descubrimos las primeras reacciones con sales de yoduro, bajo la tutela de la señora Gomis. Con la libertad de uso que nos dejaban de ese espacio se nos ocurrió crear una máquina corazón-pulmón para trasplantar el corazón a un conejo … Una idea que, como nos trasladó la profesora Fanlo, no debíamos llevar hasta el final porque no era ética. Tenía toda la
razón y nunca fuimos más allá”, son algunos de sus primeros contactos con la ciencia que nos va desgranando Cossío.
Nuestro protagonista tuvo claro que se decantaría por la química
“aunque algunos de mis profesores me comentaban que, por mis aficiones al dibujo, el arte o las matemáticas la carrera de arquitectura aglutinaba todos esos aspectos”. ...
8 - ENERO 2021 “ En ciencia, lo más complicado es plantear una gran pre gunta que sea difícil, pero no PORTADA -
imposible, responder" ...
El juicio científico, observado y de fe aportado por Galileo; Einsten y la Relatividad; Lemâitre y la teoría del Big Bang forman parte del empeño profesional de Cossío, con su inseparable compañero de viaje, en esta nueva aventura, Juan José Gómez Cadenas y su equipo en Ikerbasque. Un desafío al que se van incorporando miembros y talento como Carlos Garay, director del Laboratorio Subterráneo de Canfranc, uno de los espacios referentes para comprobar las reacciones nucleares o las transferencias de electrones, el profesor Lior Arazi de la Universidad Ben-Gurión de Israel o Roxanne Guenette de Harvard. Un equipo multidisciplinar inmerso en el proyecto Synergy-2020 NEXT-BOLD con una financiación de 9,3 millones de euros, en los seis años de duración fijados para esta investigación, por parte del Consejo Europeo de Investigación (ERC, en sus siglas en inglés). La aportación del ERC está considerada como una de las ayudas a la investigación más prestigiosas del mundo.
"El reto es saber cómo fue el origen del universo. Es uno de los enigmas más importantes sin re-
solver en física y química". Por simplificar se podría decir que la teoría del Big Bang tiene alguna “laguna” y la palabra clave en esta investigación para despejarla es Neutrino. Si en la investigación descubren que el neutrino es su propia antipartícula ello permitiría responder a preguntas fundamentales sobre el origen del universo que a día de hoy están sin resolver. Se trata de un reto mayúsculo para Ikerbasque, con Cossío a la cabeza:
“Sin duda, estamos ante un proyecto único para nosotros. Estamos creando un campo entero que no existía. Empiezas con los neutrinos, sigues con las redes de moléculas, aprendes a detectar cantidades ultrabajas de radioactividad y, al final, puedes utilizar técnicas similares para detectar partículas víricas”.
La complejidad es mayúscula. Más que encontrar una aguja en un pajar
“la comparación se asemejaría a encontrar un grano de arena de un color especial, diferente al resto, en la pla-
ya de la Concha” nos describe nuestro entrevistado para que podamos hacernos una pequeña idea sobre el reto. Tarea que se toman con cierta filosofía y humor al haber elegido la frase “la situación es desesperada pero no grave” como lema del grupo; en la confianza de que, si no se llega al desenlace final deseado, como mínimo los descubrimientos en el camino pueden ser muy interesantes; como así apuntan los datos previos reflejados en la presentación del estudio y la valoración dada por expertos en la aprobación de esta investigación.
Sesudos proyectos con retos que estimulan al profesional y que hablan de un país, el nuestro, muy capaz si atendemos a su capital humano –otra cosa son los presupuestos y las partidas que se destinan a la investigación-: “Nuestro trabajo viene a con-
firmar que la investigación en España no está tan mal como dicen, aunque tampoco tan bien como debería. La verdad es que hemos ido mejorando bastante de nivel y, de hecho, hoy en día, la Física y la Química están en lo que yo llamo categorías N-2, es decir, que tu posición en citas es más alta que la de producción. Por ejemplo: si tu eres el noveno país del mundo en producción y eres el séptimo en citas, significa que lo estás haciendo razonablemente bien”.

El reto es “
saber cómo fue el origen del universo. Es uno de los enigmas más importantes sin resolver en física y química".

Fernando Cossío con su esposa, Ana Arrieta.
Para Fernando Cossío la ciencia y su beneficio no admite dudas, mucho menos en un momento como el presente: “El conocimiento nuevo
es fundamental, porque nos hace avanzar. Uno de mis poemas favoritos es el del erizo (Trikuarena), de Bernardo Atxaga. Habla de un erizo que, como todos sus congéneres, tiene en su mente un diccionario muy limitado (águila, rana, sol…). Cae la noche e inicia su ronda nocturna y, como su diccionario no se ha actualizado en los últimos siete mil años, no sabe qué son los faros de nuestro coche y no comprende que vamos a atropellarlo y que está a punto de morir. La investigación nos sirve para actualizar nuestro diccionario y de esa forma conocer el mundo que nos rodea para sobrevivir y avanzar. Si no actualizamos nuestro diccionario, por ejemplo sabiendo qué es y cómo se comporta un nuevo virus como el SARS-CoV-2, lo pagaremos muy caro, en muchos casos con
nuestra vida”.
Pese al actual conocimiento todavía queda mucho por descubrir
“Explorar es avanzar en el conocimiento. Siempre resuelve dudas y plantea otras nuevas. Nunca lo sabremos todo, pero, al menos, haremos el límite de la ignorancia más
alejado”, concluye Fernando Cossío, que desde el País Vasco, junto a sus tres “asesores personales":su esposa Ana Arrieta, y sus hijos Unai, también Químico, y Ana, experta en otras leyes, las del Derecho, sigue mirando al Cinca como origen de su universo más personal y estimado.
