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Calaveritas literarias 46 Calaverita para mis maestras Teyssier Ortiz, Alexis Caleb
Calaveritas literarias de los alumnos de primaria (noviembre de 2021)
Para disfrutar de la escritura relacionadas con la tradición popular, te invitamos a leer unas calaveritas literarias; sin afán de presumir los niños de la Gustavo Baz se esmeraron en escribir, así que sin más que decir la lectura puedes proseguir.
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La directora y la huesuda
Paniagua García, Héctor Miguel (Alumno de sexto grado)
La flaca a la escuela quería entrar, pero sin cubre bocas no podía pasar, habló con la directora y al salón se pudo colar.
La huesuda al recreo salió, pero muy mal se portó, la directora intimidante la regañó y en la dirección ella se quedó, la calaca arrepentida al panteón se regresó, sola y triste sin nadie del salón.
Calaverita para Eme
Hernández Tapia, Leslie Yunuen (Alumna de quinto grado)
Estaba Esme sentada en su butaca llegó la muerte muy flaca y la regañó por comer un montón, se le fue le avión, llegó la calaca y a Esme se llevó.
Tía Tani
Bonilla Sánchez, Emma Giselle (Alumna de primer grado)
Estaba tía Tania sentada sin poderse mover, Porque la calca que la correteaba a sus brazos fue a caer. Ya no corras tanto pequeña, porque, aunque no lo quieras creer, los tenis que yo tenía, los tuve que vender.
Por eso ando descalza y con la piedra tropecé, noté que estaba persiguiendo al camión, y se me fue, pero ya me iré caminando pues hasta el dinero tiré.
De ninguna manera amiguita, Yo vivo aquí cerquita Y mis tenis te daré.
A mi bisabuela
Galván Falcón, Danna Sofía Alumna de cuarto grado
Estaba mi bisabuela María, sentada en el panteón, comiendo una sandía y escuchando el acordeón.
¡Que dicha, que alegría! Que nos puedas visitar, Mi bisabuela María, Ojalá y te pudiéramos abrazar.
Calaverita literaria para Pamela y Yamilet
García González, Yamilet Alumna de cuarto grado
Estaba Pamela y Yamilet planeando una gran fiesta, de repente llegó la muerte y les dijo tomen una siesta.
En los alrededores de la escuela Ya se siente el día de muertos, Los del más allá nos visitan Llegan por todos los puertos.
Estaba la maestra Reina sentada en la dirección cuando llegó la catrina, y le cantó una canción.
Mis papás muy felices, fueron al panteón, se les apareció la muerte y ellos mojaron sus pantalones.
Calavera literaria Constanza Agustín Luis Alumna de cuarto grado La oscuridad se llevó a mi abuelo y tristemente no tenemos consuelo, esta huesuda al panteón se lo llevó y a todos nos asustó.
Mi calaverita literaria
Arredondo Escamilla, Elizabeth (Alumna de cuarto grado)
La calaca contenta estaba, porque la pandemia había llegado y de este planeta infame, mucha gente se ha llevado.
La calaca por la noche venía, por la maestra Judith, pero ella no contaba, con que ya tenía su vacuna anti- covid.
Calaverita literaria para Tonatzin
Herrera Hernández, Tonatzin (Alumna de cuarto grado)
Estaba Tonatzin sentada en la ventana, De pronto se apareció la calaca, Y le dijo: ya te carga la tostada.
Tonatzin asustada, le dio una bofetada, La muerte furiosa, Se subió a la losa y muy sospechosa, Se fue hecha la mocha.

Mi calaverita
García Campos, Axel Santiago (Alumno de cuarto grado)
Estaba Leonardo sentado cantando, cuando llegó la parca y se lo llevo a su reinado, y le dijo: - Vente, vamos a bailar, para la fiesta disfrutar.
Los dos se fueron de viaje, en un viejo carruaje, directito al camposanto, mientras la mamá de Leo, se ahogaba en tanto llanto.
Calaverita para la maestra Judith
Maldonado Cervantes, Dylán Yael (Alumno de cuarto grado)
La maestra Judith, estaba calificando, a niños presenciales, que estaban reportando, las tareas más esenciales.
Cuando de pronto, La muerte llegó, Y de ella se enamoró.
Judith corrió Con gran desesperación Y en el río de la Colmena a ella la alcanzó, y de un susto se desmayó. Al inframundo la muerte se la llevó, Y nunca la regresó,
¡Ay, ay, ay!... Pobres de los niños, Que sin maestra se quedaron, Ahora en la Gustavo Baz, A otra docente contrataron.

Calaverita literaria para Jesús
Feria Toledo, Jesús Isaí (Alumno de cuarto grado)
La flaca a la escuela llegó y derechito al salón se acercó, cuando a Isaí encontró jugando en el salón.
La muerte muy enojada, con un grito la asustó, y mirándolo a la cara, le dijo: -De esta no te escapas.
Abuelita Luisa
Arellano García, Stephany Grisel (Alumna de cuarto grado)
Era mi abuelita Luisa, Que su suerte no sabía, La calaca muy concisa, Ya en sus planes la tenía.
Ese día de su infarto Su alma se llevaría, Dejó a todos muy tristes Porque prometiste nunca irte.

Victoria
Duarte Rodríguez, Aileen Victoria (Alumna de primer grado)
Ya se halla Victoria en el panteón, tan comelona que era, que con todo y pantalón se la llevó. pues su papá trabajando como siempre se quedó.
Su hermana pequeña, llorando quedó, su abuelito pepe solo y triste terminó, su mamaíta en la cocina acabó, haciendo la comida, para cuando regresaran del panteón.
No contenta la huesuda a la comida llegó, y viendo a todos los tíos, a la mesa se sentó. asombrados todos con ojos de terror, dejaron su comida para merendar mejor, la huesuda sin piedad quería llevarse a Liz, pues ella estaba igual de flaca y harían un equipo feliz.
Calavera literaria
Cruz Alfonso, Susana Alumno de cuarto grado
Mi tío se asustó porque la huesuda fue al panteón, peinada con una trenza y en al frente un copetón, lo llevó a donde estaban todas las flacas, tranquilamente acostadas, descansando en sus hamacas.
Mi tío de pronto quiso regresar con su familia, porque extrañaba comer tamales y agua de chía, pero ya era muy tarde pues en el camposanto vivía. La familia por lo tanto con cariño lo recuerda Y cada día de muertos de la ofrenda no se olvidan, Porque saben que él en vida, comía de todo y sin medida.
Calaverita a la maestra Yareli
Santi Q Alumno de tercer grado
Estaba la maestra Yareli, En el salón de 3° A, dando clases de Español, Cuando de repente vino la catrina Y le dijo mejor vamos a bailar un danzón, Para que los alumnos se diviertan un montón, Porque a la directora me la llevé al panteón.
Calaverita para mis maestras
Teyssier Ortiz, Alexis Caleb (Alumno de cuarto grado)
Estaba la maestra Judith, sentada en un puente, cuando le habla la directora, para darle un cajón. ¡Muy contentas y alegres, cantan una canción! Apurada llega la catrina y les entrega un presente, Para engañarlas y llevárselas al panteón.
Triste contesta la maestra Judith: - ¡Dios dispone y la muerte descompone! Y a la parca le grita la directora: - ¡Más vale muerta que sencilla!