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MARIO FULVI-MURRAY REINA

(4t) del CEIP Ciutat de Cremona

UNA GRAN CONSTRUCCIÓN

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Érase una vez un pueblo llamado Alaquàs, en el que vivía un conde al que le gustaban las casas grandes. Cuando cumplió 30 años, allá por 1582, tuvo una gran idea. Llamó a los 5 mejores constructores del mundo.

De China vino Funj Li, conocido por sus construcciones gigantescas.

De Italia vino Massimo Alegri, conocido por la belleza de sus obras.

De Francia se presentó Françoise Montpelier, famoso por sus arcos.

De Grecia llegó Andreas Papanicolau, gran maestro de la piedra.

Por último se presentó José, el hijo del panadero.

A todos les dieron un mes para presentar las ideas de la construcción de un castillo. Cuando llegó el día, todos los constructores estaban nerviosos porque querían ganar. El primero, Funj Li, se inspiró en la seguridad. Su castillo estaba coronado por un dragón que por su boca lanzaba llamas. Después fue Massimo, que le fue fiel a su fama. Su castillo estaba inspirado en la primavera. Había jardines y flores por todas partes.

El castillo de Françoise era muy lioso. Estaba lleno de arcos. Andreas se inspiró en la cultura griega, estaba lleno de columnas y esculturas. Por último José presentó su idea. Su castillo tenía una gran puerta de entrada. Desde ella se llegaba a un patio central abierto por arriba que comunicaba con la parte superior, que era donde estaban los aposentos, la cocina con una gran chimenea y coronado por 4 torres.

Él había pensado en la felicidad del conde y que ésta se trasladara a toda la gente de Alaquàs. Allí se podrían casar sus familiares y en un futuro lejano los habitantes de Alaquàs. También, en ese futuro se podrían hacer exposiciones, talleres…

¿Sabéis quién ganó?

Para saberlo debéis visitar el castillo de Alaquàs.

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