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SOMA, la revolución del Flexo

En la apacible localidad de Lanskroun (República Checa) se halla una compañía que ha revolucionado el sector flexo de los últimos años desarrollando soluciones de alta tecnología. Se trata de Soma, una empresa familiar que puede presumir de plantar cara a los grandes del sector y cuyo crecimiento internacional resulta ya imparable. Viajamos a sus instalaciones para conocer a fondo su potencial y hablar largo y tendido con Pavla Kusa, hija del fundador y actual directora comercial.

En 30 años el camino de Soma ha estado lleno de retos. Retos y desafíos que han sido llevados a buen puerto por la voluntad y visión estratégica de Ladislav Verner, su fundador, brillante ingeniero mecánico que hizo historia en la empresa estatal Tesla en los 80s en la antigua Checoslovaquia, reconvirtiendo la división que capitaneaba en una de las empresas flexográficas más potentes del mundo.

La compañía asentada en la tranquila localidad de Lanskroun (República Checa), muy cerca de la frontera polaca, se fundó en 1992, pero no fue hasta 1995 cuando Soma comenzó con la fabricación de máquinas flexográficas e iniciaran su camino hacia la construcción del portfolio actual, formado por sus soluciones Flexo CI de tambor central (siendo la Optima 2 su buque insignia), sus cortadoras-rebobinadoras, y sus laminadoras.

El lema de Soma es claro: crear tecnologías de alta calidad y establecer relaciones estrechas con sus clientes permanentes en el tiempo. Y hay algo definitorio de la excelencia de sus tecnologías: Soma se encarga exclusivamente del diseño y la producción propias de sus tecnologías con una subcontratación mínima, y con un diseño integral de todos sus componentes, siendo este uno de los grandes factores diferenciales frente a la competencia. Una excelencia que cristaliza en el potencial de la familia de prensas Optima.

Desde Soma reconocen que han de trabajar el doble para demostrar el gran potencial de su tecnología, debido al desconocimiento de la marca frente al relumbrón de otros nombres de la competencia. Pero con Optima, su exposición internacional ha ganado enteros. Muestra de ellos son las más de 150 impresoras flexográficas que instalaron en todo el mundo en 2020 y la apertura de su nueva planta de producción en 2022.

La automatización de Soma Optima marca la diferencia

Optima es una tecnología que ha sido diseñada para dar respuesta a las demandas actuales de impresores y y fiabilidad a los trabajos. Es una máquina de dimensiones compactas, trabajo. Se trata de una solución ideal para convertidores de banda media, mangas retráctiles, bolsas, embalajes da para los segmentos de banda

Otra de las principales bazas de

Petr Blasko, Director de Marketing de SOMA, Pavla Kusá, Directora Comercial de SOMA y Félix Prieto, Director General del Grupo Impryma, representantes exclusivos de la firma para España y Portugal.

Optima es la automatización, la cual mejora las habilidades del operador gracias a su sistema inteligente que guía al operador durante todo el proceso de cambio de trabajo. Del mismo modo, Optima optimiza el flujo de trabajo al automatizar tareas clásicas de los operadores, como el montaje de clichés, los ajustes de registro e impresión, o la afinación de los motores. “Existe una falta de profesionales preparados, por lo que hay una mayor demanda de los clientes de alta tecnología y automatización que compense y supla esas carencias”, destaca Petr Blasko, director de marketing de Soma.

El corazón del proceso de automatización es la plataforma S-Cloud, el punto central donde se almacenan las llamadas “recetas” y procesos para cada uno de los trabajos, todo ello con un manejo a través de un software claro e intuitivo. Las “recetas” almacenan los datos más relevantes de cada impresión tales como las especificaciones de diseño, datos sobre los materiales, parámetros de secado, parámetros de tensión o datos sobre la tinta, entre otras muchas variables.

S-Cloud tiene un canal de comunicación directo con Soma, para que en caso de que ocurra cualquier problema, la solicitud se derive de inmediato al equipo de servicio de la compañía a través del S-Chat, un canal por el cual es posible compartir archivos, imágenes y vídeos desde cualquier dispositivo conectado al S-Cloud; pudiendo así obtener diagnósticos a distancia y acceder a información útil como manuales, tutoriales o vídeos instructivos.

La laminadora Lamiflex E (laminadora dúplex sin solvente de alto nivel para un amplio rango de materiales) destaca por estar equipada con características que garantizan gran eficiencia, como su cilindro de manga de transferencia –que permite un intercambio de mangas en máquina muy rápido y fácil–; y las unidades de desbobinado y rebobinado sin eje, que permiten una sujeción horizontal rápida, fácil y cómoda de la bobina.

S-Mount, Sofisticado montador de planchas diseñado para la automatización completa de cualquiera de los dos procesos: 1) Montaje de planchas, 2) Ajuste de registro e impresión más tarde durante el proceso de impresión.

Soma comienza su expansión en territorio Iberia

Soma, de la mano del Grupo Impryma, empresa especializada en la venta de tecnología de última generación destinada a la industria del converting y etiquetado, ha comenzado su expansión en territorio nacional. Uno de los casos de éxito más relevantes es el de la empresa valenciana Lamipol. Constituida en 2013, se dedica a la producción de envases alimentarios y no alimentarios, poniendo especial foco en el mercado flexográfico. Lamipol produce sus envases flexo con Optima desde el año 2016.

“Elegimos SOMA Optima sobre otros fabricantes porque la empresa entendió a la perfección nuestras necesidades y core business”, explica explica Santiago Albelda, responsable de producción de Lamipol SL. El hecho de que SOMA fuera una empresa desconocida para ellos no fue obstáculo para decantarse por sus soluciones. Albelda lo reitera: “Desde el principio se alinearon como los partners ideales, y decidirse por su tecnología, aunque entonces fue un riesgo fue una sabia decisión”. Lamipol están tan satisfechos con Soma que ahora han decidido ampliar su portfolio con más máquina de la empresa checa, adquiriendo una segunda prensa flexográfica SOMA Optima, la primera lami- nadora SOMA Lamiflex E, además de la primera unidad de la cortadora rebobinadora PLUTO III.2. “Estamos en un momento de crecimiento, de ahí la incorporación de estas nuevas soluciones, para dar respuesta a las crecientes demandas de nuestros clientes”, asegura Albelda.

La eficiencia y la productividad son también la clave del éxito de la cortadora rebobinadora PLUTO III.2. Esta tecnología con unidad de desbobinado integrada ofrece una solución rentable para cortar una amplia variedad de sustratos. Sus grandes bazas: múltiples técnicas de corte, nuevo sistema de control de tensión Tenzomat, desbobinado sin eje… y todo ello con un sistema de control simple intuitivo y seguro.

Pavla Kusá, Directora comercial de Soma

Pavla Kusá es la directora comercial del fabricante de impresoras flexográficas Soma e hija del fundador Ladislav Verner. Junto a su hermano Jan Verner dirige esta empresa revelación del sector flexográfico que destaca por el enfoque innovador de sus tecnologías y el compromiso con sus clientes. Pavla Kusá es una mujer entregada a la empresa familiar, que demuestra pasión y un amplio conocimiento del sector. Gracias a su empuje ha establecido a Soma como uno de los mayores jugadores del sector flexo en el mundo. Hablamos con ella en las oficinas centrales de la compañía en Lanskroun (República Checa).

Soma se ha establecido como uno de los productores de impresoras flexográficas más relevantes, pero su historia se remonta a 30 años atrás. ¿Cómo empezó todo?

Todo empezó en tiempos de la antigua Checoslovaquia cuando mi padre, Ladislav Verner, tenía 30 años y era jefe de diseño mecánico de la compañía estatal Tesla. Por entonces, ya tenía un par de patentes en su haber… Era un talentoso diseñador mecánico que nació en el seno de una familia de campesinos. Tesla pasó a privatizarse en 1991 y mi padre asumió su dirección y propiedad fundando así Soma Engineering en 1992. La compañía comenzó produciendo máquinas de propósitos especiales para el campo electrónico y la industria automotriz. Poco después comenzaría a fabricar sus propias cortadoras-rebobinadoras de productos para la industria del envasado.

El primer punto de inflexión en la historia de Soma fue en 1995 con el desarrollo de la impresora flexográfica Soma Flex CI.

Exacto, esa tecnología nos abrió el camino al segmento de envases flexibles. Mi padre siempre tuvo la visión y la estrategia de crear un portfolio de productos de alto valor, y en su día supo ver el potencial del packaging flexible. Especialmente detectó un vacío en la oferta del sector del packaging en Europa del este, en mercados como el de Polonia, Bulgaria o incluso Rusia. Por aquellos tiempos en las tiendas de Alemania y Suiza ya se veía una implantación de envases flexográficos. Mi padre se percató de que el packaging podía ser diferente e ir mucho más allá de los envases tradicionales en papel. Eso le motivó a producir una máquina flexo que diese respuesta a esa creciente demanda. Por cierto, la primera máquina Soma Flex CI que producimos todavía sigue operativa. Y esta misma compañía luego adquirió también una unidad de la Optima Model.

Su padre entró en un mercado que no conocía con anterioridad y en el que ya había jugadores importantes en la industria ¿Cómo fue el proceso de penetración en el sector?

Fue la época comprendida entre el 1995 y el 2003. Esos años basamos nuestro desarrollo en comparar nuestros procesos, formas de trabajo y productos con los de la competencia. Fuimos creciendo hasta conseguir lanzar en 2001 la nueva generación de cortadoras rebobinadoras Planet Family (Compact Pluto, Jupiter, Saturn y Venus de gama alta). Tres años después, en la drupa de 2004, presentamos la primera imprenta flexográfica UV y tiempo después, en ese mismo año, un laminador sin disolvente. Fue una época de retos y también de gran aprendizaje, porque de hecho en la República Checa no había ningún precedente al nuestro y ningún gran conocimiento sobre la industria flexo. No fue para nada un obstáculo… a veces cuando no tienes experiencia en un terreno, estás más abierto a ampliar las ideas que no están asentadas en la industria. Para nuestros ingenieros la falta de conocimiento previo no fue un problema, se volcaron en aprender desde el principio.

En esa época tú estabas formándote ¿cuándo empezaste a trabajar en Soma?

De algún modo Soma siempre ha sido parte de mi familia, tanto que la empresa es casi como un miembro de la familia para mí y mi hermano. Nosotros crecimos viendo a mi padre trabajar duro para hacer evolucionar la compañía, y su compromiso con el trabajo nos ha influenciado siempre. Desde muy pequeños aprendimos que dirigir un negocio como este es un privilegio además de una gran responsabilidad. Nosotros trabajamos con la idea de aportar valor y servir a la sociedad; y con la convicción de que podemos ser muy buenos en esta industria, incluso mejor que los alemanes.

Tú te decantaste por estudiar economía y tu hermano por la ingeniería…

Mi hermano siempre destacó en la escuela y siguió la estela de mi padre. Ahora es un brillante ingeniero mecánico con la misma pasión y valores que los de mi padre. Yo estudié económicas en la universidad y luego expandí conocimientos cursando un programa económico en Estocolmo. Después trabajé una temporada en Heidelberg en la época en que la compañía era líder indiscutible en el mercado. Fue un buen aprendizaje.

¿Cuándo te uniste por fin a Soma?

Comencé a trabajar en 2007, un año antes de la drupa del 2008, y poco antes que estallara la crisis económica. Soma en ese momento ya no era una compañía pequeña y comenzaba a coger vuelo. Sin embargo, cuando participé en la drupa de 2008 me percaté de que mis competidores aún no percibían Soma como un jugador clave en la industria. Por aquel entonces producíamos entre 7 y 9 rotativas flexo al año y comenzábamos a ampliar nuestra expansión internacional. Sin embargo, muchas empresas competidoras comenzaban a perder su hegemonía y sabíamos, que si hacíamos las cosas bien y de manera profesional, inyectando motivación y confianza a nuestros equipos, podríamos llegar donde quisiéramos.

¿Qué balance haces de tu trabajo al frente de la compañía desde 2007?

El crecimiento ha sido exponencial, pasando de facturar 17 millones de euros en el verano de 2007 a la actual facturación de 52 millones, y producir una media de 25 rotativas flexo al año para clientes de todo el globo. Pero hemos mejorado y evolucionado a todos los niveles: imagen, instalaciones, procesos, portfolio, cartera de clientes. En 2007 también dejamos de mirarnos en los demás… Después de la drupa de 2018 entendimos lo que realmente necesitaba el mercado y en ese momento desarrollamos un plan de acción a corto plazo que cristalizó con el lanzamiento de la Soma Flex Optima en el K-show de 2013, la cual supuso un revulsivo en el crecimiento y expansión de la compañía.

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