Generacion de Hipoclorito de sodio in situ a partir de salmuera:
Capital Control Ozono Aplicaciones en agua y efluentes:
2 Consejo Directivo Divisiones Técnicas
3
Editorial
AIDIS Interamericana Nuevo Comité Ejecutivo 2022/2024
AIDIS - Transformado Residuos en Recursos VIII Edición, La Plata
Cambio Climático, Postpandemia y Geopolítica: ¿Qué ha dejado la COP 27 para la Comunidad Internacional?
Actividades y cursos realizados en 2022
Edición n º 146 Diciembre 2022
Webinars realizados en 2022
Transporte de fósforo del suelo a las aguas superficiales Ing. Victoria Barcala
Brindis de fin de año en Aidis Argentina
Pérdidas y Desperdicios de Alimentos en Uruguay: Un Desfío para la Economía Circular Víctor Emmer
Cambio Climático Analizando al sector Salud, como fuente de emisiones Javier M. Rodríguez Bravo
Participación de AIDIS Argentina y su División DIRSA en el 9º Congreso Interamericano de Residuos Sólidos DIRSA/ AIDIS “De los Residuos a los Recursos en la Economía Circular”
Convocatoria Premio Junior del Agua 2023
Aidis Argentina lamenta el fallecimiento de Antonio Elio Brailovsky
Algunas de las actividades de AIDIS Argentina para 2023
XI Congreso Nacional del Capítulo Uruguayo de la Asociación Interamericana de Ingeniería Sanitaria y Ambiental “Cambios, desafíos y soluciones: el rol de la ingeniería ambiental en el desarrollo sostenible”
Posición institucional de AIDIS Argentina respecto de la Ley de Humedales propuesta por diversos bloques del Congreso
Ganadores del Premio Junior del Agua de Estocolmo 2022
WEFTEC
Se realizó la 95th Annual Technical Exhibition & Conference Weftec 2022
XXVII Congreso Nacional del Agua, Argentina
Ingeniería Sanitaria y Ambiental Nº 146
Asociación Argentina de Ingeniería Sanitaria y Ciencias del Ambiente AIDIS Argentina | 1948-2022 Sección Argentina de AIDIS Interamericana
Presidente
Christian Javier Taylor Vicepresidente
Rosalba Diana Sarafian
DIAGUA | División Agua Potable Patricia Caso
DIMA | División Medio Ambiente Ing. Graciela Pozzo Ardizzi Julio Fuchs
DCC | Division Cambio Climático Juan Rodrigo Walsh
DIRSA | División de Residuos Sólidos y Peligrosos Alejandro Dos Santos Rosalba Sarafián
Patricia Caso
Rossana Mabel Epulef
Oscar Juan Lascaray María Graciela Pozzo Ardizzi Paulo Suarez
Juan Rodrigo Walsh
Ana María Vidal de Lamas Protesorero Alejandro Claudio Manuel Dos Santos Vocales Titulares Vocales Suplentes
DIAIRE | División Calidad de Aire: Julio Vasallo
DIDESU | División Desarrollo Sustentable: Pablo Ramati
DISSC | División de Ingeniería Sanitaria Social y Comunitaria: María Eva Kuotsovitis
DIRHI | División de Recursos Hídricos: Jorge Néstor Santa Cruz
DAJ | División AIDIS Joven Federico Pesa
CONSEJO ASESOR
Enrique Inhouds Luis U. Jáuregui Ismael Mata Víctor Pochat
Fernando Shifini Gladchtein Sandra Hug DIRECTOR TECNICO: Javier Mijangos
DIT | División Innovación Tecnológica Carlos Rivas Jorge Guberman
DISA | División Salud Ambiente Sandra Hug Javier M. Rodríguez Bravo
DIVE | Division Infraestructura Verde Santiago Rodriguez Alonso Verónica Fabio
La Asociación Interamericana de Ingeniería Sanitaria, AIDIS, fue fundada en 1948, con el propósito de fomentar el desarrollo de la ingeniería sanitaria en las Américas. Para ello, cuenta con 24 secciones nacionales en distintos países del continente y del Caribe y con una sede internacional permanente en la ciudad de San Pablo, Brasil. AIDIS Argentina, como Sección Nacional de AIDIS Interamericana, funciona en el país desde la misma fecha y con idénticos propósitos.
Tengo la satisfacción de comentarles que varios de nuestros colegas han sido electos en la Asamblea General de AIDIS Interamericana que tuvo lugar en Punta Cana, República Dominicana, para acompañar a la nueva gestión para el período Nov. 2022 - Nov. 2024, que será presidida por el Ing. José Luis Inglese. Se sumarán al equipo interamericano Patricia Caso como Directora de Agua, Julio Vasallo como Director de Aire, Jorge Santa cruz como Director de Recursos Hídricos, Federico Pesa cómo Director de AIDIS Joven. El nuevo Comité Técnico será coordinado por Juan Martín Koutoudjian, electo como Vicepresidente Técnico y en mi caso acompañaré la gestión como Vicepresidente de Planificación y Finanzas. Felicitaciones para todo el equipo!
Para el período siguiente 2024-2026 ha sido electo como Presidente de AIDIS Interamericana nuestro colega y amigo Dr. Rolando Chamy de AIDIS Chile. Felicitaciones Rolando!
Les informo además que se ha acordado que el próximo Congreso Interamericano se desarrolle en la ciudad de Lima, Perú en el año 2024. Agendarse! Si bien recibimos en nuestra sede al equipo técnico del BID de Argentina, también en el ámbito del Congreso en Punta Cana mantuvimos una muy buena reunión BID - AIDIS para articular un plan de trabajo conjunto con el objeto de fortalecer el sector del agua y saneamiento en la región.
En el marco del Congreso se firmó una colaboración BID-IWA-AIDIS para traducción de publicaciones técnicas y también un convenio de colaboración IWA-AIDIS, alianza estratégica que fortalece a ambas instituciones.
También participamos de la Asamblea General de IWA en Copenhague, en la cual ha sido electo como Vicepresidente de IWA, junto a otros miembros del Board, nuestro socio y amigo Ing. Daniel Nolasco. Felicitaciones Daniel!
Por otro lado, Fernando Cruz Molina nos representó en la WEFTEC en Nueva Orleans, donde mantuvo reuniones de intercambio con el grupo WEF de habla hispana. Además, también Fernando junto a José Luis Inglese nos representaron en el Congreso Nacional de AIDIS Uruguay.
Cabe mencionar que se desarrolló la COP27 en Egipto en la cual se llegó a un acuerdo histórico para la creación de un fondo específico de “pérdidas y daños” para los países vulnerables duramente afectados por el cambio climático. Sin embargo, faltó un mayor compromiso por parte de los países para la reducción de las emisiones y la reducción progresiva del uso de los combustibles fósiles.
Tuve el placer de disertar en un panel muy interesante sobre “Agua y transición energética” moderado por la Secretaría de Energía en el Encuentro Nacional con el Agua, organizado por AySA, allí expuse los desafíos y oportunidades que tenemos por delante para que nuestro sector sea más sostenible.
Como todos los años, se desarrolló exitosamente una nueva edición de la actividad “Transformando residuos en recursos” en la Universidad Nacional de La Plata. Entregamos en el Palacio del Agua de AySA el Premio Junior 2022 al equipo ganador de la ET N° 2 de San Martín que tuvo la oportunidad de representar a la Argentina en el Stockholm Junior Water Prize de Suecia.
Tuvimos el placer de recibir en nuestra sede a la Academia Argentina de Ciencias del Ambiente para llevar adelante sus conferencias magistrales.
Tengo que decir que tanto colegas argentinos como de otros países de la región me transmiten que están sorprendidos por la cantidad de actividades que se llevan adelante en AIDIS Argentina, tanto cursos como webinarios técnicos y de innovación tecnológica, es imposible mencionarlas a todas, pero van mis felicitaciones para todo el equipo!
Tal como se aprecia en estas líneas, AIDIS Argentina está fortalecida y con una importante presencia internacional. Es el fruto de un gran trabajo del equipo de administración, equipo de divisiones técnicas, su director técnico, a la comisión directiva, y el apoyo y participación de nuestros socios, empresas del sector e instituciones. Gracias a todos!
Que pasen una Feliz Navidad y empiecen un buen Año 2023!
Un abrazo
Publicación de la Asociación Argentina de Ingeniería Sanitaria y Ciencias del Ambiente AIDIS Argentina
Dirección Coordinación Editorial y Comercial AIDIS Argentina
Redacción AIDIS Argentina
Editor y Propietario AIDIS Argentina
Publicidad y Suscripciones
AIDIS Argentina
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La Revista Ingeniería Sanitaria y Ambiental es una publicación de la Asociación Argentina de Ingeniería Sanitaria y Ciencias del Ambiente, Sección Nacional de AIDIS Interamericana, que se distribuye sin cargo a sus socios y a personas, instituciones y empresas calificadas. Los artículos firmados expresan exclusivamente el criterio de sus autores. Los ofrecimientos, ofertas, especificaciones, etc. que surjan de los avisos comerciales son responsabilidad de los respectivos anunciantes.
La Redacción de la Revista no se responsabiliza por la devolución de originales sobre colaboraciones publicadas o no. Se autoriza la reproducción total o parcial de lo publicado en la Revista siempre que se indique claramente su procedencia.
Reg. Prop. Intelectual Nº773880 ISSN: 0328-2937
Durante la Ceremonia de Clausura del XXXVIII CONGRESO INTERAMERICANO DE INGENIERÍA SANITARIA Y AMBIENTAL DE AIDIS “Desafíos de la Gestión Sanitaria y Ambiental, Post Pandemia y Cambios Climáticos. Un Compromiso de Todos” que tuvo lugar de forma presencial del 13 al 17 de noviembre de 2022 en Bávaro, Punta Cana, República Dominicana, se realizó la transferencia de mando al Ingeniero JOSÉ LUIS INGLESE , de Argentina, quien presidirá nuestra Organización de 2022 a 2024.
JOSE LUIS INGLESE
COMITÉ EJECUTIVO 2022/2024
PRESIDENTE
ROLANDO CHAMY MAGGI PRESIDENTE ELECTO
HUGO ESTEBAN LEIGUE SILVA PRESIDENTE PASADO
CHRISTIAN TAYLOR
JUAN MARTIN KOUTOUDJIAN
VICEPRESIDENTE DE PLANEACION Y FINANZAS
VICEPRESIDENTE TECNICO
PAULO ROBINSON DA SILVA SAMUEL TESORERO
JUAN GUILLERMO UMAÑA GRANADOS
CRISTINA VALLEJO
VICEPRESIDENTE DE LA REGION II
COMITÉ TECNICO 2022/2024
DIVISION DE AMBIENTES SALUDABLES DIAMSA
JORGE SANTA CRUZ DIVISION TECNICA DE RECURSOS HIDRICOS DIRHI
JULIO VASSALLO DIVISION TECNICA DE CALIDAD DEL AIRE DICAIRE
PATRICIA CASO DIVISION TECNICA DE AGUA DIAGUA
GLADYS VIDAL DIVISION DE INVESTIGACION DICEI
CRAUDY ESPERANZA NORORI DIVISION DE AGUAS RESIDUALES DIARES
ELBA VIVANCO DIVISION TECNICA DE CAMBIO CLIMATICO DICC
FEDERICO NICOLAS PESA AIDIS JOVEN
El pasado 10 de noviembre organizado por DIRSA, la división residuos de AIDIS Argentina se realizo de manera presencial la Jornada “Transformado Residuos en Recursos VIII Edición, La Plata en el edificio Sergio Karakachoff de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), contando en la coorganización con la Dirección de Gestion Sustentable de la Universidad. La jornada se pudo transmitir via streaming, es decir en tiempo real por el canal de AIDIS Argentina .
La apertura estuvo a cargo de Federico Ducasse, Director de Gestión Sustentable de la UNLP quien fue el anfitrión ; la Ing. Rosalba Sarafian, Vicepresidente de AIDIS Argentina y la Dra. Nora Gómez, Secretaria de Ambiente y Conservación de Recursos Naturales UNLP.
La Ing. Sarafian se refirió a la continuidad de este ciclo que ya lleva 8 ediciones en diversos lugares y que tiene como objetivo desde AIDIS acercar tecnologías y nuevos emprendimientos que utilicen el material separado y recuperado de la corriente de residuos para generar nuevos productos o también convertir biomasa en energía como se explico en la Jornada. Tratando en cada edición de acercar a distintos actores como municipios, universidad, investigadores, empresas para trabajar en una matriz diversificada para el tratamiento y gestión integral de los residuos sólidos urbanos.
En primer término expuso sobre la aplicación de la Resolución 317/20 para generadores especiales de RSU, en el ámbito de la UNLP: Programa “UNLP+Verde” la Arq. Luisa Cerutti, Prosecretaria de Políticas de Gestión Ambiental UNLP junto a
Graciela Fernández, de la Cooperativa Unión de Cartoneros Platenses.
El tema “Basura marina plástica: Nuevos desafíos” fue expuesto por el Ing. Alejandro Dos Santos de DIRSA – AIDIS. El compostaje a partir de barros de plantas de tratamiento estuvo a cargo del Ing. Leonardo Urbinati de la empresa ARX-Arcillex S.A. Le siguió Biomasa para generación de energía y producción de ladrillos a partir de su ceniza a cargo del Mg. Ing. Emiliano Marino de Prodeman S.A. con una interesante gestión de la cascara del maní desde Gral. Cabrera, Cordoba. Recuperación de aceites minerales estuvo a cargo del Ing. Román Pelinski de Ingeniería Ambiental S.A. El Ing. Agrónomo Andrés Arakelian de Campo Limpio expuso “Productos plásticos obtenidos a partir de plástico reciclado de envases fitosanitarios”. Finalizando la Jornada con “Ladrillos encastrables a partir de plástico reciclado” a cargo de Santiago Zenón de la empresa Easybrick. Luego de interesantes preguntas del auditorio y respuestas de los disertantes finalizo la interesante jornada considerando desde ya una próxima para el 2023 junto a la UNLP.
Noviembre concluyó con los inevitables
resultados de lo que dejó la
todos
Seguir la evolución de estas conferencias a lo largo de los años, constituye un rastreo y seguimiento de los cambios, idas y vueltas y transformaciones en la politica ambiental, energética y climática global a lo largo de estas últimas décadas. Además, mirando hacia atrás en el tiempo y haciendo una evaluación de los debates y polémicas en juego en la actualidad, nos permite, siempre que estemos dispuestos a tomar un par de pasos hacia atrás para ver el contexto global en el cual se han dado las discusiones, tomar la dimensión de cuanto han cambiado y evolucionado las
y
percepciones y la conciencia global sobre el desafío del calentamiento global, y cuanto ha ganado espacio la agenda climática en la consideración general, tanto de la comunidad científica, como de los decisores políticos globales.
A su vez y más allá de esta toma de conciencia global sobre la importancia que reviste el calentamiento climático como desafío colectivo y con una urgencia que antes no aparecía en la agenda, la complejidad de los desafíos en juego, la maraña de intereses geopolíticos y socio económicos en pugna y la ten-
sión inevitable entre tomar decisiones duras aquí y ahora, o postergar las mismas para momentos futuros con el fin de evitar los costos y sacrificios que inevitablemente implica la adopción de políticas climáticas proactivas, no hace más que resaltar los enormes desafíos que enfrentamos como Humanidad.
AIDIS Argentina es, desde 2022, una organización de la sociedad civil reconocida con status de observador de los procesos de debate y discusiones políticas y científicas entorno al cambio climático en el seno del Convenio Marco de la ONU. Al igual que otras entidades representativas de la sociedad civil, la academia o sectores de interés legítimo, la condición de observador de los procesos de discusión y formulación de políticas y estrategia tendientes a enfrentar el desafío que representa el cambio climático, brinda una oportunidad invalorable para participar en los intercambios de ideas, los avances en la ciencia, y la tecnología entorno a las estrategias de mitigación del cambio climático, o la adaptación a sus consecuencias.
Atendiendo a los vertiginosos avances en el conocimiento de los complejos procesos climáticos, las implicancias cada vez más transversales, encadenadas e intrincadas del proceso de calentamiento global, en la producción de alimentos y las implicancias de fenómenos climáticos cada vez más virulentos, es de creciente importancia una participación cada vez más amplia de diferentes estamentos de la sociedad civil en la elaboración de las políticas climáticas por parte de la comunidad global de naciones.
La Cumbre de 2022 se realizó en un contexto internacional muy especial, signado por un mundo que sigue recuperando cierta normalidad luego de 2 años signados por una pandemia que trastornó no solo la salud de la gente, sino también las relaciones económicas internacionales, el comercio global, las cadenas de suministro y las relaciones entre el mundo desarrollado y en vías de desarrollo. Los efectos de la pandemia, por ejemplo, marcaron a fuego el contexto en el cual se llevó a cabo la COP 26 en Glasgow, Escocia, imponiendo restricciones no solo a la participación de muchas delegaciones internacionales, sino también planteando las dificultades y restricciones derivadas a raíz del COVID, a muchos de los compromisos financieros y diplomáticos asumidos unos años antes por la comunidad internacional, al momento de firmar el Acuerdo de Paris.
Pese a estas circunstancias, la agenda de implementación de los compromisos asumidos en 2015, retomó su sendero, en virtud de las presiones y activismo
de la ciudadanía, y las irrefutables evidencias no solo de la gravedad del calentamiento global, sino también de la aceleración inesperada de muchos fenómenos derivados del calentamiento global 1
Los efectos económicos de la pandemia, derivaron en la postergación y congelamiento de muchos ítems en la agenda climática y la hoja de ruta trazada en el acuerdo de Paris. En este contexto, la inesperada invasión rusa a Ucrania a comienzos de 2022, con una duración mucho más larga y acaso trágica, de lo que en un principio muchos pudieron imaginar, impuso un contexto de enorme incertidumbre en los mercados energéticos y alimenticios globales, con aumentos de precios y una presión inflacionaria global que ha afectado todo el debate entorno al cambio climático y las complejidades de una transición energética global. El encuentro de Egipto buscó retomar la agenda de Glasgow y el sendero trazado en Paris, con un temario amplio y transversal enfatizando cuestiones que, sin perjuicio de haber surgido en el histórico Acuerdo de 2015, han estado en el centro del debate y la diplomacia internacional. Estas pueden resumirse en los siguientes grandes ejes:
En el Acuerdo de Paris, surgió en forma consensuada entre la comunidad internacional, un compromiso de generar una transferencia de recursos económicos desde el “Norte Desarrollado” hacia las economías emergentes, con el fin de financiar la transición energética y actividades de mitigación y adaptación a los efectos del calentamiento global. El compromiso financiero original, formulado incluso unos años previos, en la cumbre de Copenhague en 2009, visualizaba un compromiso anual de transferir una suma de 100 mil millones de dólares, desde las economías desarrolladas hacia las economías en vías de desarrollo con el fin de apalancar iniciativas de transformación energética, e inversiones en mitigación y adaptación climática, necesarias para hacer frente al objetivo planteado en el Acuerdo, de limitar el incremento de la temperatura global a no más de 2 grados centígrado y preferentemente 1,5 grados, por encima de los niveles previos a la era industrial. Este compromiso, más allá de las variaciones y combinaciones de iniciativas públicas bilaterales y multilaterales, con participación privada, e incluso con la auspiciosa conformación del Fondo Verde del Clima
1 El incremento de la temperatura en la región ártica, por ejemplo, es 5 veces más rápido de lo que originalmente era calculado por la comunidad científica. El mayor conocimiento de los efectos sinérgicos y concatenados o “feedback loops” entre complejos procesos como la liberación de metano en el permafrost a raíz de su descongelamiento y su ingreso a la atmosfera con efecto invernadero potente, cobra importancia luego de las altas temperaturas e incendios sin precedentes en Siberia y Canadá entre 2019 y 2020.
(GCF), como instrumento para la canalización de financiamiento público y privado hacia iniciativas climáticas en países en vías de desarrollo, se ha quedado siempre corto en los hechos respecto de los enunciados políticos.
A lo largo de los años, esta meta financiera, nunca alcanzada, ha sido motivo de debates y recriminaciones desde los países más afectados por el calentamiento global, en especial, algunos extremadamente expuestos a los efectos del calentamiento global. Es el caso de los denominados pequeños estados isleños (SIS por su sigla en inglés), vulnerables en primera instancia ante cualquier incremento de los niveles del mar a causa del calentamiento global, o países de la franja tropical de Afro-Asiática, en donde los incrementos de temperatura y humedad representan riesgos agudos para la salud de la población.
Estimaciones surgidas de un informe conjunto elaborado por Reino Unido y Egipto, coanfitriones de las ultimas 2 COPs (Glasgow y Sharm el Sheik), ponderan una necesidad de financiamiento externo adicional para que los países en vías de desarrollo alcancen sus objetivos nacionales o Contribuciones Nacionales Determinadas (NDCs por su sigla en inglés), en el orden del trillón de dólares estadounidenses en forma anual 2. Esta cifra está muy por encima inclusive del monto comprometido en Copenhague en 2009, y que ha sido uno de los motivos de los históricos reclamos de los países en vías de desarrollo ante las COP. Uno de los desafíos colectivos entorno a las inversio-
nes requeridas para alcanzar estos objetivos, radica en como articular y encauzar las inversiones públicas, sean en términos concesionales o no, con el flujo de capitales privados en un abanico amplio de alternativas aptas para aunar desarrollo, generación de trabajo y riqueza, con los objetivos climáticos, ya sea en el ámbito de la transición energética, como en un creciente campo de alternativas vinculadas a la adaptación a los efectos climáticos cada vez más extremos, o a inversiones sostenibles en campos asociados, tales como el manejo del agua, el control de incendios, el secuestro de carbono o el reequipamiento de la infraestructura urbana para una descarbonización creciente.
La conformación de un fondo para hacer frente a las pérdidas y daños derivados del cambio climático sufrido por países en vías de desarrollo, constituye sin dudas una de las noticias de mayor interés surgida de la COP de Egipto. Ya en Glasgow, durante la COP 26, la primera ministra del país anfitrión, Nicola Sturgeon, anunció un compromiso de destinar fondos de la cooperación internacional para hacer frente a daños y perdidas producidos en países en vías de desarrollo como consecuencia del calentamiento global. Este compromiso fue seguido luego por otros países, como el caso de Dinamarca. Si bien el monto comprometido por Escocia, era de carácter más bien simbólico, el acontecimiento cons-
2 Ver, por ejemplo, “How Much Money is Needed to Fight Climate Change”, The Economist, 10 noviembre 2022 https://www.economist.com/graphic-detail/2022/11/11/how-much-money-is-needed-to-fight-climate-change
tituyó un antecedente de peso para la decisión tomada en la COP 27, sobre las horas finales del encuentro y luego de maratónicas discusiones, tanto en el ámbito público, como en discretos encuentros diplomáticos, siempre con la presencia activa de organizaciones de la sociedad civil.
La responsabilidad del mundo industrializado, o mejor dicho de los países que primero transitaron el proceso de industrialización, basado en el uso de combustibles fósiles, migración rural urbana, crecimiento poblacional y expansión económica, siempre ha estado latente en la agenda diplomática, desde los mismos debates que dieron origen al Convenio Marco de la ONU.
Los países en vías de desarrollo siempre basaron el concepto de las responsabilidades comunes pero diferenciadas, en esta distinción entre los países que dieron origen al crecimiento exponencial de los gases con efecto invernadero en la atmosfera, como consecuencia de la industrialización. El concepto se plasmó en el Convenio Marco y en todas las discusiones y mecanismos posteriores, incluyendo las transferencias de recursos para acciones climáticas en países en vías de desarrollo. Sin embargo, hasta esta última COP, nunca hubo consenso en aceptar o convalidar el concepto de responsabilidad por daños o perdidas ambientales, por parte de los países industrializados. Sencillamente, el reconocimiento de cualquier responsabilidad por daños concretos derivados del calentamiento global, implicaba para muchos, abrir una puerta para futuros litigios y responsabilidades internacionales con derivaciones e implicancias insospechadas. Incluso desde lo filosófico, el debate remitía a similares cuestiones, donde se debaten o plantean responsabilidades jurídicas por hechos pasados, en tiempos donde los mismos no tenían viso alguno de
ilegalidad ni tampoco existía el conocimiento entorno a la ciencia y las consecuencias. Además de otras dificultades de orden práctico, tales como: ¿Cómo se distribuyen estas responsabilidades hacia el pasado en lo temporal? ¿Cómo se distribuye entre diferentes países desarrollados? ¿Cómo compensar daños derivados de hechos climáticos puntuales, como un tifón o un huracán, de otros más lentos y cumulativos, como una desertificación creciente? Estos interrogantes no admiten respuestas sencillas y traen consigo enormes complejidades, tanto desde lo conceptual, como desde su implementación práctica. En COP 27, el papel de la ministra de ambiente de Pakistán, Sherry Rahman, fue clave en la tarea diplomática de reunir las voluntades del llamado grupo de los 77 + China, de países en vías de desarrollo, con el fin de reclamar la conformación de un mecanismo para compensar los daños producto del cambio climático. Pakistán, pocos meses antes de la COP, sufrió inundaciones sin precedentes como consecuencia de los cambios climáticos en Asia y la alteración del funcionamiento de los monzones en el sistema regional, producto del calentamiento global. Restan, claro está, muchos detalles en cómo se estructurarán los mecanismos financieros concretos para plasmar en los hechos, la compensación económica por los daños atribuibles al cambio climático. Estas conversaciones ya se empiezan a darse en la diplomacia, el mundo financiero, las mesas directivas de los principales organismos multilaterales de crédito, como el BIRF, el BID o el FMI, e incluso del mundo asegurador.
Como señalamos en los párrafos anteriores, cabe reiterar la distinción crucial entre este mecanismo y los más conocidos o más familiares mecanismos diseñados para canalizar fondos para el desarrollo sos-
tenible en países emergentes, tales como el REDD, el REDD+ o fondos específicos como el destinado para la conservación de los servicios ecosistémicos de Amazonia, impulsados por Noruega y otros países, y que han tenido un renovado impulso, a partir de la reiteración del compromiso climático brasileño por parte del presidente electo Lula, manifestado en Sharm el Sheik.
La compensación por daños y perdidas entraña un reproche jurídico o ético que impone una obligación de recomponer o compensar los perjuicios, mientras que la transferencia de recursos en base a la cooperación internacional, tiene su origen en la solidaridad internacional y las responsabilidades comunes pero diferenciadas.
El reconocimiento mismo del concepto de pérdidas y daños, marca un cambio de rumbo clave en las negociaciones internacionales, con un giro no menor en la posición de muchos países históricamente reacias a reconocer cualquier responsabilidad que pudiese dar pie a reclamos o litigios con derivaciones imprevisibles e incluso insospechados. A las claras los anuncios de la COP 27 son el puntapié para futuras negociaciones que prometen ser arduas y encarnizadas entorno a los mecanismos y detalles para hacer frente a estas pérdidas. Es de esperar que las próximas conferencias abordarán los detalles respecto de los montos a ser comprometidos, manejo de los mismos, condiciones para efectuar desembolsos, criterios de elegibilidad y cuantificación económica de menoscabos atribuibles al calentamiento global.
nadero, subyacen los compromisos formulados por diferentes países respecto de alcanzar metas de neutralidad de carbono en sus economías. Ya en la COP 25, celebrada en Madrid (en reemplazo de Santiago de Chile por las dificultades políticas en el país transandino), y, luego del hiato a causa de la pandemia, en Glasgow, cobró peso el empleo del termino “carbono neutralidad”, emisiones neutras, “cero neto” (o “net zero”, como es de uso común en la jerga del calentamiento global). La mayoría de los países desarrollados han asumido en forma inequívoca el compromiso de alcanzar la carbono neutralidad para la mitad del siglo actual.
Algunos países de peso clave en la economía y geopolítica global, como China, han fijado el umbral una década después en 2060, mientras que India, en la COP 27 anunció su meta para alcanzar la neutralidad en 2070. En la región, Argentina, Chile y Brasil, han planteado el año 2050 como la meta para lograr la neutralidad, en línea con la tendencia o corriente global mayoritaria, aunque con variaciones en las estrategias para ello, y con senderos más o menos detallados y consistentes.
El sendero de reducción de emisiones trazado en Paris, con el fin de acotar el aumento de la temperatura para fines del siglo, a no más de 2 grados, y en lo posible a no más de 1,5 grados, se ha traducido en un consenso global respecto de una descarbonización de la economía global en un proceso conocido por todos, como la transición energética. En función de los trabajos y aportes científicos del IPCC y de otros organismos tales como la Agencia Internacional de la Energía, FAO, PNUD y PNUMA, a la comunidad internacional, a la Secretaria de la Convención y sus cuerpos técnicos, se han trazado senderos con metas para la reducción de emisiones con el fin de acotar o morigerar el aumento de la temperatura media global, incorporando además otras variables, tales como el secuestro o la quita de gases con efecto invernadero del sistema climático global. Estas ponderaciones y manejo de alternativas tendientes, o bien a reducir emisiones, o bien a secuestrar, capturar o almacenar gases con efecto inver-
En los hechos, una crítica generalizada desde la comunidad científica y las organizaciones de la sociedad civil, respecto de las metas de descarbonización y neutralidad, es la falta de hitos detallados en el sendero propuesto, metas intermedias, acciones concretas en la descarbonización, reducción de la dependencia de combustibles fósiles, innovación, y por sobre todo programas detallados y realistas de financiamiento. Un cuestionamiento concreto de muchas organizaciones a los documentos formales surgidos de Egipto, es, por ejemplo, el lenguaje ambiguo respecto de los combustibles fósiles.
Mientras muchas organizaciones esperaban un pronunciamiento más amplio respecto de la descarbonización con una meta final en la eliminación o “phase down” de los combustibles fósiles en general y no solo respecto del carbón, como sucedió en Glasgow, el texto final adoptado en Egipto dejó a muchos sectores con una sensación amarga de disconformidad. Incluso la referencia al gas como una alternativa de bajas emisiones junto a otras tecnologías de energías renovables, fue visto por muchos como un guiño hacia los países productores de hidrocarburos y una consecuencia de las presiones e influencias de muchos representantes del sector energético en Sharm el Sheik. Algunos países productores como Canadá o Arabia Saudita enfatizaron las acciones de mejora en la gestión, por encima de una transición para dejar atrás los combustibles fósiles, aun cuando este proceso fuese gradual. Otros países, incluso países productores de hidrocarburos, fueron más proactivos, como el caso de Colombia, quien, si adhirió al sendero de transición energética, efectuó un giro hacia las energías re-
novables y un compromiso hacia una gradual desactivación de los proyectos hidrocarburiferos. En línea con ello, se conformó la Alianza “Mas allá del Gas y el Petróleo”, con el objetivo ambicioso de transitar un sendero para gestionar una desactivación de las fuentes de gas y petróleo.
El calentamiento global es sin duda uno de los grandes desafíos que enfrenta la humanidad actual. Como testigo de los debates científicos y políticos a lo largo de casi 3 décadas, incluso con el privilegio de haber contribuido a la organización de una de las conferencias iniciales donde Buenos Aires fue la ciudad anfitriona (COP 4, 1998), creo oportuno resaltar la trascendencia y gravitación que tiene la cuestión en la actualidad, desde lo económico, político, estratégico y con implicancias concretas y tangibles para todo el planeta. Hace 3 décadas, el cambio climático era un ámbito transitado por científicos y referentes relativamente “iniciados” en la cuestión y marginados del “mainstream” del círculo decisorio político y económico. La dirigencia politica y económica global, observaba en aquellos tiempos la cuestión con no poco recelo e incluso escepticismo.
El cambio climático, no tallaba sencillamente en las grandes prioridades globales. 3 décadas después, pocos, salvo algunos descreídos u obstinados, ignoran los desafíos enormes que tenemos por delante. Eso en si es un cambio de actitud y paradigma que amerita ser destacado, más allá de las dificultades y procrastinaciones puestas sobre la mesa, en función de las urgencias coyunturales, como la guerra en Ucrania, las tensiones entre China y EE.UU, o las necesidades económicas globales de corto plazo.
Surgen interrogantes por ejemplo entorno a las implicancias de los conflictos geopolíticos actuales para la transición energética. Algunos consideran que la invasión rusa, obligará a una reconfiguración de los cronogramas y una reivindicación de los hidrocarburos como condición necesaria para la economía global. Otros, consideran lo opuesto. La invasión rusa no ha hecho otra cosa que desnudar la vulnerabilidad que tienen muchas economías respecto de su dependencia de los combustibles fósiles. En lo personal, suscribo a la creencia de que, más allá de las turbulencias e incertidumbres impuestas por la guerra y un contexto internacional multipolar y signado por la reaparición de los intereses de los estados nacionales por encima de una visión más globalista, el conflicto no hará otra cosa que consolidar los argumentos, a mi juicio irrefutables, respecto de un inevitable giro hacia una matriz energética, diversificada y con base en fuentes renovables. Las razones económicas, atento a la drástica reducción de costos, hoy más bajos y competitivos para la energía solar y eólica respecto de muchos fósiles, son irrefutables. Si a estas consideraciones, se le añaden otras vinculadas a la seguridad energética, la resiliencia intrínseca que otorga una matriz diversificada, flexible y descentralizada, junto a los enormes avances de la ciencia y técnica, el sendero futuro se encamina a las claras hacia un modelo de bajas emisiones y sostenibilidad ambiental. En este contexto, AIDIS, al igual que muchas otras organizaciones de la sociedad civil, tienen un papel central en la difusión y profundización de la agenda climática, con todas las derivaciones que esta tiene, en materia de agua, saneamiento, eficiencia energética, economía circular, para solo nombrar algunas. El 2023 será, sin duda, un año con mucho dinamismo y actividades transversales junto a todas las Divisiones Técnicas de la Asociación.
Como ya es tradición, en Aidis Argentina realizamos el brindis de fin de año para agasajar a los socios y empresas por habernos acompañado durante todo el año. El 2022 fue un año donde pudimos encontrarnos en nuestra sede y llevamos a cabo numerosas actividades para nuestros asociados y alumnos interesados en los cursos/webinars dictado por los profesionales que agrupa nuestra institución. ¡Nos reencontramos en 2023!
Las Pérdidas y Desperdicios de Alimentos (PDA) alcanzan aproximadamente un tercio de la producción de los alimentos destinados al consumo humano (FAO, 2012). Estas representan las ineficiencias en el uso de los recursos, y presentan un impacto directo sobre la seguridad alimentaria y el medio ambiente. El presente trabajo desarrolla una metodología para la estimación de la generación de PDA en distintas cadenas de valor a nivel nacional, a través de la sistematización y procesamiento de la información disponible. El análisis de las PDA comienza con el estudio detallado de las cadenas de valor, de forma de lograr el conocimiento suficiente sobre los procesos involucrados, de manera logra una comprensión precisa de las causas de las PDA y el alcance de sus impactos, en la búsqueda eficiente de las posibles alternativas de reducción o aprovechamiento de manera óptima.
Palabras Clave: pérdidas y desperdicios de alimentos
De acuerdo a estimaciones realizadas, las Pérdidas y Desperdicios de Alimentos (PDA) representan aproximadamente un tercio de la producción de los alimentos destinados al consumo humano en todo el mundo, lo que equivale a aproximadamente 1.300 millones de toneladas al año (FAO, 2012). Esto tiene un impacto directo sobre la seguridad alimentaria, aumentando aún más los problemas de desigualdad social asociados al acceso de los alimentos. Además, las PDA representan ineficiencias en el uso de los recursos, contribuyendo a su degradación y escasez, causando impactos ambientales vinculados al descarte de estos materiales. En cuanto a los aspectos económicos, las PDA retrasan la sostenibilidad de las cadenas de valor de los alimentos, disminuyendo la productividad de los sistemas y aumentando los costos de producción.
El abordaje integral de esta problemática requiere contar con estimaciones precisas sobre los volúmenes generados de PDA y sus causas. Por lo tanto, es necesario el desarrollo de metodologías de estimación de las PDA que sean ágiles, atendiendo al carácter dinámico de las cadenas de valor, que permita evaluar las tendencias en la generación de PDA a lo largo de la cadena y el impacto de las medidas implementadas para su reducción.
El análisis de las PDA debe necesariamente comenzar con un estudio detallado de las cadenas de valor de los alimentos, de forma de lograr el conocimiento suficiente sobre las operaciones y sus particularidades. De esta manera se logra una comprensión precisa de las causas de las PDA y el alcance de sus impactos, para una búsqueda eficiente de las posibles alternativas de reducción o aprovechamiento de manera óptima.
Este trabajo se desarrolla en el marco de una consultoría realizada para el Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM), el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) y el Ministerio de Ambiente (MA), con el objetivo de contribuir a la identificación y desarrollo de oportunidades en el sector de alimentos en aspectos relacionados a las PDA, y ser un insumo para avanzar hacia un modelo productivo circular sostenible.
El objetivo del estudio realizado consiste en la caracterización y cuantificación de las PDA del sector alimentario con perspectiva de cadena de valor, mediante el análisis de la producción nacional de alimentos. De esta manera, se busca caracterizar las etapas y procesos involucrados, y cuantificar los flujos de materias primas y productos elaborados, a partir de los cuales estimar las PDA generadas, sus causas y destinos.
Este trabajo se realiza a través del desarrollo de una
metodología de sistematización y procesamiento de la información, que permita la evaluación de PDA de forma sistémica, que facilite el seguimiento de las tendencias y evaluación de las medidas adoptadas en el abordaje de esta problemática. Para ello se da un especial énfasis en la sistematización de las fuentes de información existente sobre los procesos y flujos de materiales, así como de las PDA mediante su cuantificación y caracterización, identificando a su vez la información faltante y los posibles mecanismos para su relevamiento.
Como ya fue mencionado, el estudio se basa en un análisis de las principales cadenas de valor del sector alimentario, que permita la determinación de las PDA en cada una de las etapas que las componen, así como sus principales causas y destinos. La selección de las cadenas de valor intenta abarcar las principales cadenas productivas del país, con mayores aportes en las PDA. Las cadenas de valor abordadas en el estudio son: carne bovina, carne porcina, carne aviar, trigo, arroz, leche, cítricos, frutos de hoja caduca, pesca y oliva.
Se entiende por alimento a toda sustancia, elaborada, semielaborada o cruda, destinada al consumo humano, cualquiera sea su origen (FAO, 2019). Por su parte, una cadena de suministro de alimentos comprende todas aquellas actividades que ayudan a garantizar el suministro de productos acabados del productor primario al consumidor, incluyendo el almacenamiento, el transporte y la distribución, la elaboración, la venta al por mayor y al por menor, y el consumo (HLPE, 2014).
A partir de esto, se define las PDA como la disminución de la masa de alimentos destinados al consumo humano al ser eliminados de la cadena de suministro. Se diferencia las pérdidas como aquellas que se dan en los proveedores de alimentos, mientras que los desperdicios son aquellos que ocurren en las etapas de comercialización minoristas, servicios alimentarios y los consumidores (FAO, 2019; HLPE, 2014).
Ésta definición, relaciona los alimentos únicamente con el consumo humano. Por lo que las pérdidas o desperdicios de productos no destinados originalmente al consumo por seres humanos no se consideran como PDA, aunque sean desviados a un uso económico no alimentario, como ser alimentación animal, uso como semillas, la producción de energía, etc., aún cuando esto pueda tener consecuencias para la seguridad alimentaria y la nutrición o para el medio ambiente. A su vez, los subproductos, residuos
u otros flujos paralelos de materiales no comestibles (pieles, cáscaras, huesos, etc.) que surjan de la cadena de valor pero que no tengan un destino de consumo humano, tampoco son considerados PDA (FAO, 2019). La metodología de cuantificación de las PDA exige tener en cuenta que no se consideran las pérdidas ocurridas tanto en las etapas de producción primaria como durante la cosecha (FAO, 2019). Es decir, no se toman en cuenta las PDA ocurridas por efectos externos, como eventos climáticos, plagas, enfermedades, que tengan un impacto directo sobre la productividad de los cultivos o la producción animal. Tampoco se consideran los rendimientos de las operaciones de cosecha y las pérdidas que puedan ocurrir en la misma. Se reconoce que esto tiene como fin evitar los efectos externos sobre los que se puede ejercer poco control, así como la posibilidad de universalizar las causas de las PDA y facilitar la comparación de los resultados en distintas regiones. No obstante, este aspecto limita la capacidad de comprensión del sistema alimentario en su globalidad bajo una perspectiva de ciclo de vida. Mediante esta consideración metodológica, se omite el análisis de las etapas en las cuales las pérdidas pueden ser muy significativas, afectando la oferta y disponibilidad de alimentos e implicar aspectos ambientales considerables y grandes pérdidas económicas. Además, problemas en las etapas primarias pueden ser causa de pérdidas ocurridas en etapas posteriores de la cadena.
En la Figura 1 se puede observar un esquema conceptual de las PDA a lo largo de la cadena alimentaria, en el que se diferencian tanto los destinos distintos al consumo humano, como las partes no comestibles de los alimentos, de las PDA en cada una de las etapas de la cadena.
En resumen, solo se consideran PDA aquellas que ocurren una vez que los alimentos se encuentran cosechados o producidos, dentro del establecimiento, y prontos para ser transportados a las etapas intermedias de almacenamiento o de procesamiento. Para comparar las PDA a lo largo de la cadena, es necesario expresar las mismas en unidades comunes. Para ello se selecciona una de las formas en que se presenta el alimento y se expresan todos los flujos de materiales en función de los equivalentes a esta unidad funcional, la que se denomina “materia prima equivalente”, a partir de los correspondientes factores de conversión.
La metodología de estimación de las PDA se basa en el balance de masa de alimentos a lo largo de la cadena de suministro para cada sector alimentario. Para ello es necesaria la descripción de los aspectos principales de la cadena de valor, identificando y caracterizando los eslabones de la cadena de forma repre-
Fuente: elaboración propia a partir de HLPE (2014).
Fig. 1 Representación esquemática de la definición de pérdidas y desperdicio de alimentos a lo largo de la cadena alimentaria.
sentativa de la globalidad del sector. A partir de esto se identifican, caracterizan y cuantifican los flujos de materias primas y productos, expresados en función de la unidad funcional seleccionada, sistematizando la información existente y referenciando la fuente de datos, lo cual se considera de especial importancia en la búsqueda de una herramienta de sistematización que permita continuar el análisis en el futuro. A su vez, se identifican los faltantes de información y se evalúan los posibles métodos para su recopilación o estimación, teniendo en cuenta posibles generadores y gestores de los datos, o a través de fuentes bibliográficas para su estimación en base teórica.
En el presente análisis se adoptan las unidades funcionales recomendadas por la metodología de la FAO definidas en Gustavsson et al (2013), utilizadas también en FAO (2017). En cuanto a los factores de conversión para transformar la expresión de los flujos, en el presente estudio son definidos en cada caso en
base a información general o por consultas realizadas a los actores vinculados al sector. En un principio, la metodología utilizada realiza estimaciones a partir de los factores de pérdidas determinados en el estudio de FAO (2017), siendo este el único antecedente en nuestro país sobre cuantificación de PDA. Adoptando los factores de pérdidas de este trabajo, se ajustan los datos de producción correspondientes al año 2021 y se ajustan los datos de pérdidas mediante consultas al sector privado y otros actores involucrados, especialmente relativos al sector de procesamiento de alimentos. La información de identificación y caracterización de las PDA, sus causas y destinos, y las posibles alternativas de cuantificación, surgen de la investigación primaria realizada en base a consultas a actores vinculados al sector, revisión bibliográfica y la experiencia propia del consultor. El trabajo desarrollado da mucha importancia a poder realizar la sistematización de la información existen-
te, dentro de lo posible, utilizando fuentes primarias y públicas, que recopilan y sistematizan la información de forma frecuente y bajo el mismo procedimiento. Esto permite ser precisos en la interpretación de la información, comprendiendo el dato que se quiere reflejar, y armando el modelo a partir de ello. De esta forma se facilita poder mantener en el tiempo el trabajo de sistematización, que permita su seguimiento y la elaboración de estrategias. El modelo desarrollado de sistematización y procesamiento de la información queda recogido en una planilla de cálculo de Microsoft Excel, autocontenida y de datos abiertos. Se entiende que contar con una herramienta de sistematización y procesamiento de la información relativa a las cadenas de valor permite una visión global y sistémica, facilitando la evaluación de los principales aspectos asociados a los distintos sectores, identificando las etapas que presentan mayor contribución a las PDA de la cadena y generar insumos necesarios para una toma de decisiones y adopción de medidas óptimas, así como para la evaluación del impacto de las mismas.
A continuación se presentan los resultados obtenidos en la sistematización y procesamiento de la información de las distintas cadenas de valor analizadas respecto a la determinación de las PDA. A partir de este análisis se espera contar con información general respecto a las PDA y sus posibles impactos que permita la evaluación de medidas para su reducción o valorización; y contar con una herramienta que facilite la
cuantificación sistemática de las PDA, que identifique y referencie la información necesaria para futuras actualizaciones.
En la Tabla 1 se indican los valores anuales de producción primaria y consumo doméstico de los productos alimenticios, y las PDA totales dentro de cada cadena. Con el objetivo de contar con una referencia del peso relativo de las PDA, se indican los indicadores de tasas de generación de PDA respecto a la producción y el consumo.
Es necesario tener presente que estas cantidades de PDA, si bien pueden dar una orientación preliminar sobre la magnitud dependiendo en el eslabón en que se den, no son necesariamente comparables entre las distintas cadenas. Esto se debe a que los valores están expresados en equivalentes; es decir, que cada cadena se está expresada en unidades diferentes. Cuanto más cercano al eslabón a partir del cual se expresan las unidades funcionales y menor la transformación que sufre el producto en esta etapa, más cercano es el valor de PDA expresado en equivalentes al valor real.
Es por esta razón, que se hace necesaria la determinación de los indicadores de generación en función de las cantidades producidas o consumidas, de forma de poder establecer un parámetro que permita comparar el comportamiento de las cadenas respecto a las PDA.
Teniendo en cuenta estas consideraciones, se puede observar en los resultados que las cadenas de trigo y arroz son las que presentan mayores volúmenes de PDA expresados en unidades equivalentes. Sin embargo, en ambos casos, las tasas de generación respecto
a la producción y al consumo son relativamente bajos en comparación con otras cadenas.
En cuanto a las PDA de las cadenas tanto de cítricos como de fruta de hoja caduca, se constata que el aporte de mayor significancia en las PDA sucede en las etapas de poscosecha, y en ambos casos el indicador de PDA respecto a la producción y el consumo son relativamente altos. De hecho, en el caso de fruta de hoja caduca se observa un muy alto valor de PDA respecto al consumo, y más aún si se considera que este sector no realiza prácticamente exportaciones de sus productos.
Respecto a las cadenas cárnicas, se observa una diferencia notoria entre la cadena de carne vacuna y las cadenas de carne porcina y aviar. La cadena de carne vacuna, con un marcado perfil exportador, presenta los mayores niveles de PDA en la etapa de procesamiento, mientras que para las otras, en las que las exportaciones son insignificantes, las PDA se reparten de forma casi equitativa entre todas las etapas. La importancia del sector de carne vacuna respecto a los volúmenes de producción y al elevado aporte de las PDA en la etapa de procesamiento, hacen que este sea posiblemente el punto de mayor generación de PDA del sistema alimentario.
La principal conclusión del estudio realizado corresponde a la necesidad de continuar avanzando en el desarrollo de una metodología que mejore las estimaciones realizadas de la generación de PDA. A su vez, esto debe estar acompañado por una mejora en la generación sistemática de la información respecto a los sistemas productivos y las PDA de los distintos eslabones de la cadena. Esto necesariamente debe realizarse en conjunto con todos los actores que participan en la cadena, de forma de tener conocimiento preciso y representativo de los procesos involucrados. Es necesario resaltar la importancia que implica desarrollar este tipo de estudio y contar con una herramienta de sistematización y procesamiento, que permita una evaluación con enfoque sistémico y que pueda albergar toda la información relacionada a las cadenas alimentarias. Este tipo de herramienta debe continuar siendo desarrollada y afinada, con el objetivo de lograr el análisis de los aspectos vinculados a los sistemas productivos e identificar las oportunidades de mejora con mayor potencial e impacto asociado.
Si bien el presente estudio pudo lograr cierto acercamiento a los diferentes sectores industriales, identificando las principales particularidades de la generación y gestión de las pérdidas de alimento, así como validar los factores de pérdidas, se considera necesario continuar avanzando en la profundización de los
sectores. Existen algunos sectores en los que no se logró un acercamiento necesario para ajustar la información respecto a las PDA, su generación, sus causas y sus destinos. A su vez, este tipo de análisis debería extenderse al resto de las fases de la cadena, así como a otras cadenas de alimentos no abordadas. A su vez, se requiere mejorar y fortalecer los procedimientos de recopilación de la información, definiendo mecanismos robustos de relevamiento y registro de los datos, mediante la acción conjunta de los organismos públicos, el sector privado y otros actores vinculados, incluido el apoyo de la academia y otras instituciones de investigación. La información necesaria para avanzar en el análisis incluye los aspectos productivos (integración de la cadena, caracterización de procesos, cuantificación de productos, determinación de las relaciones de flujo entre materias primas, productos, subproductos, insumos y residuos); la caracterización y cuantificación de las pérdidas, sus causas y sus destinos; y la brecha tecnológica y las barreras existentes para la implementación de medidas. Los distintos aspectos que afectan de una manera u otra a la generación de las PDA, así como la diversidad de alternativas para abordar su reducción y/o valorización, tornan esta problemática un gran desafío respecto a la búsqueda de estrategias óptimas en el aprovechamiento de recursos y alcanzar sistemas sostenibles que contribuyan a la economía circular.
(1) High Level Panel of Experts on Food Security and Nutrition (HLPE), (2014). Las pérdidas y el desperdicio de alimentos en el contexto de sistemas alimentarios sostenibles. Un informe del Grupo de alto nivel de expertos en seguridad alimentaria y nutrición del Comité de Seguridad Alimentaria Mundial (CSA) de las Naciones Unidas. Roma
(2) Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), (2012). Pérdidas y Des-perdicios de Alimentos en el Mundo. Alcance, causas y prevención. Roma.
(3) Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), (2017). Estimación de pérdidas y desperdicio de alimentos en el Uruguay: alcance y causas. Fundación Julio Ricaldoni, Facultad de In-geniería (UdelaR), Facultad de Ciencias Económicas y Administración (UdelaR) y Consultora Equipos. Uruguay.
(4) Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), (2019). El estado mundial de la agricultura y la alimentación. Progresos en la lucha contra la pérdida y el desperdicio de alimentos. Roma.
(5) Gustavsson, J., Cederberg, C., Sonesson, U. & Emanuelsson, A., (2013). The methodology of the FAO study: global food losses and food waste - extent, causes and prevention. SIK report No. 857. SIK – The Swedish Institute for Food and Biotechnology.
carbono y poder desarrollar políticas tendientes a mitigar dichos impactos.
En muchos países desarrollados vienen llevando a cabo evaluaciones de sus servicios de Salud a fin de poder dilucidar el impacto que sus emisiones pueden tener en el calentamiento global. (2) (3) En Argentina se comienzan a llevar adelante estudios en ese sentido.
La pandemia ocasionada por el Covid 19 puso de manifiesto la íntima relación que existe entre la salud humana, animal y ambiental, haciendo necesaria más que nunca antes la actuación conjunta entre profesionales de diversas disciplinas en el conocido marco de Una Salud y el respeto y cuidado por nuestro planeta.
El Cambio Climático, resultante de la desaprensiva conducta humana para con su casa común, demanda tomar cartas urgentes en el asunto. Los impactos que dicho cambio genera en la salud son bastante conocidos (1). Sin embargo, mucho menos es lo que se escribe sobre la situación inversa, es decir, cómo la Salud agrava el Cambio Climático que paradójicamente debe ayudar a combatir. El análisis del sector Salud es menester a fin de lograr identificar su contribución a las emisiones de
El 19 de diciembre de 2019 se aprobó la ley nacional 27520 de presupuestos mínimos de adaptación y mitigación del Cambio Climático (4) con el fin de “garantizar acciones, instrumentos y estrategias adecuadas de mitigación y adaptación al cambio climático en todo el territorio nacional” (5) En el marco del Plan Nacional de Adaptación y Mitigación del Cambio Climático, se plantea la necesidad de conocer el patrón de emisiones del componente Salud para poder cuantificarlos y trazar líneas de acción a fin desarrollar políticas adecuadas destinadas a disminuir el impacto de este sector en el patrón de emisiones de nuestro país. En este Plan, la Salud es abordada con un enfoque transversal y fundamental en la política climática nacional. Debemos mencionar, aunque de manera sucinta, que se trata de un sistema sanitario por demás complejo, con subsectores público, privado, obras sociales, medicina prepaga, entre otros y que cuenta con algo más de 36 mil establecimien-
“En muchos países desarrollados vienen llevando a cabo evaluaciones de sus servicios de Salud a fin de poder dilucidar el impacto que sus emisiones pueden tener en el calentamiento global”.
tos asistenciales según datos del Registro Federal de Establecimientos de Salud (ReFES) (6) 20% de los cuales tiene internación. Según el informe de la asociación Healthcare
Without Harm (7) los servicios sanitarios en el mundo son responsables del 4,4% de las emisiones globales netas contribuyendo a las emisiones de gases de efecto invernadero a través del consumo de energía, el transporte, y la fabricación, uso y disposición de diversos productos sanitarios. La mayor parte de esas emisiones son de Alcance 3 (relacionadas a la cadena de suministros del sector), pero las de Alcance 1 (propias de la actividad y vinculadas mayormente al transporte, pero también acondicionamiento de temperaturas, empleo de ciertos gases anestésicos, fugas de equipos, etc) representan el 17%. En nuestro país faltan muchos datos identificar adecuadamente los aspectos de mayor aporte y las oportunidades de mayor impacto de mejora, pero se estima que la participación del sector salud en las emisiones totales argentinas rondaría cercano al 4% (8) . Es fundamental que el sector sanitario tome conciencia de su influencia en las emisiones de CO2 llevando adelante políticas activas de capacitación y concientización de sus agentes, fomentando la eficiencia energética, impulsando la arquitectura bioclimática y energías renovables con un decidido impulso de los respectivos Ministerios Nacional y provinciales.
Desde la División de Salud Ambiental de AIDIS Argentina, trabajamos parta tender puentes entre el sector salud y los sectores de ingeniería y ambiente, brindando así la posibilidad de abordajes transdisciplinares de esta temáticas complejas e inabordables desde los nichos de relación habituales de los distintos sectores. Los invitamos a sumarse a esta incisiva.
(1). Organización Panamericana de la Salud. Cambio Climático y Salud (Internet). En: https://www.paho.org/es/ temas/cambio-climatico-salud
(2). Dzau, V.; Levine, R.; Barrett, G; Witty, A. Decarbonizing the U.S. Health Sector — A Call to Action. N Engl J Med October 13, 2021
(3). National Health Service (2020) Delivering a ‘Net Zero’ National Health Service
(4). Ley de Presupuestos Mínimos de Adaptación y Mitigación del Cambio Climático Global 27520. Texto completo: https://www.argentina.gob.ar/normativa/nacional/ley-27520-333515/texto
(5). Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible. (Internet) Gabinete Nacional de Cambio Climático. Consultado 28 de noviembre de 2022. Disponible en: https://www.argentina.gob.ar/ambiente/cambio-climatico/gabinetenacional#:~:text=En%20diciembre%20de%202019%20se,en%20todo%20el%20territorio%20nacional.
(6). Listado establecimientos de salud asentados en el ReFES. Datos abril 2022 (Internet). Consultado 28 de noviembre de 2022. Disponible en: https://datos.gob.ar/dataset/salud-listado-establecimientos-salud-asentados-registro-federal-refes/archivo/salud_5421da9d-007b-46e6-8a24-02e08ce5c8b0
(7). Healthcare without Harm: https://noharm.org/
(8). Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible. 4 informe bienal de actualización de la República Argentina a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático 2021
Desde el 31 de agosto al 2 de septiembre 2022 se desarrolló el 9º Congreso Interamericano de Residuos Sólidos DIRSA/AIDIS “De los Residuos a los Recursos en la Economía Circular”, organizado por DIRSA Interamericana y ACODAL Noroccidente conjunta a Expo residuos 2022 en la ciudad de Medellín, Colombia.
El congreso contó con numerosas sesiones de debate científico con la participación de más de doscientos investigadores y especialistas de elevado perfil, con amplia trayectoria en áreas de residuos en Iberoamérica y especializados en cumplimiento de los objetivos de la Agenda 2030. También se contó con la participación de referentes de Centros Académicos y Universitarios de la región, quienes expusieron acerca de las estrategias que se desarrollan globalmente en la materia.
La Conferencia inaugural “De los residuos a los recursos en la economía circular estuvo a cargo de la Ing. Maria Jose Gonzalez consultora de vasta experiencia internacional y quien se desempeña en
Uruguay, siendo además Directora de DIRSA-AIDIS Uruguay.
El momento cumbre del Congreso DIRSA constituye sin duda la entrega del PREMIO DIRSA que en esta edición 2022 galardono al Dr. Darci Campani representante de DIRSA Brasil, quien ostenta una dilatada trayectoria y excelencia profesional y docente, que lo posicionaron para la obtención de tan relevante premio.
Desde la Asociación de Ingeniería Sanitaria y Ciencias del Ambiente AIDIS Argentina, agradecemos la oportunidad que nos brinda esta invitación de DIRSA INTERAMERICANA de interactuar y transitar el camino del conocimiento y colaboración mutua,
Ingeniería Sanitaria y Ambiental Nº
ParticiPación de aidiS argentina y Su diviSión dirSa en el 9º congreSo interamericano de reSiduoS SólidoS dirSa/aidiS “de loS reSiduoS a loS recurSoS en la economía circular”
entre los mundos de la ingeniería sanitaria y ambiental y el espacio particular de la gestión de los residuos.
reunión interamericana del directorio de dirSa – 2022
Como actividad pre congreso se realiza la reunión de DIRSA. el martes 30 de agosto del 2022 con la participación de: Mario Berent (Argentina),Darci Campani (Brasil.) Vania Schneider. (Brasil.) Lenin Villalba (Ecuador) Cristina Vallejo (Ecuador) Pilar Tello (México) Marcos Alegre (Perú) y María José González. (Uruguay .
Se presentó el programa de trabajo del Director de DIRSA y los miembros de DIRSA de Argentina, Uruguay, Brasil, Ecuador, México, Perú, presentaron sus actividades realizadas en el periodo 2020-2022. Posteriormente se presentó el reglamento de DIRSA.
Como una actividad de relevancia se eligió el país sede del próximo congreso de DIRSA, a realizarse en en Caxias do Sul, Rio Grande do Sul, Brasil
Se procedió a la elección y postulación a la Asamblea de AIDIS del candidato a representante de DIRSA, responsabilidad que recayó en el Ing. Marcos Alegre de Perú
Los temas tratados en la reunión fueron: tecnologías para descarbonización de residuos, waste to energy, economía circular, educación ambiental y el tema de legislación en los países de América Latina, sobre todo se mencionaron las ultimas leyes.
El pasado 4 de octubre de manera virtual AIDIS Argentina organizo de manera virtual una Jornada sobre los temas tratados en el Congreso en los que participantes la mismo contaron sus conclusiones. Estuvieron el Ing. Marcos Alegre de Perú, el Arq. Mario Berent de DIRSA Argentina y el Ing. Jose Risso Cardo por DIRSA Argentina, quien además en titular de Desarrollo de Equipos Industriales SA.
debates entre los distintos representantes nacionales DIRSA forman parte del plus de las actividades del congreso
Los últimos meses han visto una renovada instalación en la agenda política, social y mediática en torno a la necesidad de contar con una Ley de Humedales, como norma de presupuestos mínimos en virtud del artículo 41 de la Constitución Nacional. Indudablemente, los incendios producidos en los últimos meses en la zona del delta del Paraná inferior, como también los recuerdos frescos en la sociedad de los incendios en los esteros del Ibera en Corrientes a fines de 2021, han encendido nuevamente la polémica, en parte por la comprensible frustración de la ciudadanía ante estos desastres naturales, en parte por una agenda politica y parlamentaria que viene hace varios años haciendo hincapié en la urgencia de contar con una Ley de Humedales. Desde AIDIS, en tanto organización que desde la sociedad civil impulsa el debate, amplio, pluralista y con base en el conocimiento científico de los temas de interés colectivo vinculado a la protección ambiental y un manejo sostenible de los recursos hídricos,
deseamos apuntar algunas consideraciones sobre una polémica que, entendemos, corre el serio riesgo de desbordar un debate racional y realista que permita formular propuestas para políticas públicas en un tema tan central como el cuidado del agua, que a la vez sean eficaces, practicables en su aplicación y gocen del consenso necesario para que las mismas tengan legitimidad social:
1. Los humedales tienen un estrecho vínculo con el ciclo hidrológico y el manejo integrado de los recursos hídricos. El mundo actual tiende cada vez más a abordar el manejo del territorio y de los recursos hídricos en forma articulada, por unidad de cuenca, con una visión integradora de las aguas superficiales y subterráneas, en función de la estrecha interacción que existe con las condiciones atmosféricas y regímenes de lluvias (1) .
2. Nuestro país sancionó una Ley de PP.MM. de Gestión Ambiental del Agua en 2003 (Ley 25688), además de una Ley que consolidó la adopción de los Principios Rectores de la Gestión Hídrica en 2008 (Ley 26438) (2). A la fecha, la integración de estos dos regímenes que transitan vías casi paralelas, es casi nula. Con posterioridad se sancionó una Ley de PP.MM. de protección de glaciares (Ley 26639) que, nuevamente legisla en forma parcial y de manera “compartimentada”, el agua (en este caso en su estado sólido) (3). Entendemos que la mirada fragmentada respecto del agua en su regulación constituye un error conceptual y refleja un franco retroceso, frente a las “buenas prácticas” y la tendencia moderna de la GIRH, donde, como señalamos, se procura instaurar una mirada integral y desde el concepto de cuenca, para una gestión sostenible del agua.
3. Frente a la opción de legislar la protección de geoformas, ecosistemas o biomas en forma aislada, como ha sido el caso con los regímenes de bosques nativos y glaciares, nos preguntamos si no habrá llegado el momento de debatir con seriedad y profundidad, la necesidad de pensar en el ordenamiento del territorio como una herramienta transversal y superador que permita una mirada integradora del uso sostenible del espacio físico.
4. Integrar usos y objetivos de conservación según la vocación y valor de cada ecosistema, permite diseñar estrategias para el desarrollo del territorio a mediano y largo plazo, con una eficacia que, entendemos impone con urgencia las amenazas del calentamiento global, la perdida de la diversidad biológica y la contaminación que enfrenta la humanidad, como fuera marcado con claridad por parte de la Asamblea General de la ONU en 2021 (4). ¿No es mejor una norma de presupuestos mínimos que fije como politica de estado una planificación integral del territorio, en lugar de normas segmentadas y parciales que regulen caso por caso y según la urgencia o coyuntura un ecosistema o forma natural? Ayer fueron los bosques nativos, luego los glaciares, hoy urge la Ley de Humedales, y luego, será la Ley de Pastizales o quizás
la de llanuras onduladas. Nos preguntamos si no estamos perdiendo la oportunidad de planificar en forma transversal el uso del territorio, aunando todos los objetivos de conservación, aprovechamiento y uso de manera más racional y sostenible.
5. Los recursos naturales son del dominio de las provincias, como ha establecido la Carta Magna en su reforma de 1994. Las leyes señaladas en los puntos precedentes (en particular la de glaciares y la de gestión ambiental de aguas), han sido objeto de críticas y planteos con el reiterado argumento de que, con el pretexto de fijar presupuestos mínimos, la Nación ha incursionado en ámbitos que son propios de cada provincia. Mas allá de estas polémicas, nos preguntamos si no es momento de imaginar la adopción como politica de estado, y plasmado con vigor como presupuesto mínimo, la obligatoriedad de que cada provincia establezca un marco de ordenamiento territorial que, como umbral mínimo deba considerar todas las exigencias de protección de recursos valiosos, la gestión integral del agua por unidad de cuenca, las políticas de conservación y áreas protegidas, junto a los programas de desarrollo productivo, urbanístico y de infraestructura (5) .
6. Un somero repaso de los conflictos que han desatado la búsqueda de soluciones a través de la sanción de una ley de humedales, ilustra la estrecha relación que existe entre los mismos y las falencias (o lisa y llana inexistencia) de un marco para la gestión hídrica integrada:
a. El desarrollo y expansión urbana en llanuras de inundación o en humedales costeros, como ha pasado en Entre Ríos o en el norte del AMBA, son un reflejo de este proceso de crecimiento, muchas veces espontaneo y caótico. La inexistencia de criterios ordenadores y de una consideración de la dinámica hidráulica, lleva luego a situaciones críticas con altos costos socio-económicos, a veces exacerbados por la inequidad con la cual recaen los efectos en la población afectada.
b El desarrollo y la expansión de la actividad agropecuaria en áreas próximas o mismo dentro de humedales, es también motivo de tensiones y
1 - Por ejemplo, la Directiva Marco del Agua (60/2000) de la Unión Europea, la Ley de Gerenciamiento del Agua 9433 de 1997 del Brasil
2 - La Ley ratificó el Acuerdo Federal del Agua suscripto en 2003 con la conformación del COHIFE
3 - La amenaza principal a los glaciares deriva principalmente del calentamiento global y la menor incidencia de nevadas y aguas congeladas. Sin perjuicio de comprender y empatizar con las razones que impulsaron la sanción de la ley de glaciares, cabe el interrogante respecto de si no hubiese sido más efectivo una mejor integración con las normas hídricas, por ejemplo, actualizando o mejorando la Ley 25688 ya mencionado o mejor aún, aunando la misma con los principios rectores.
4 - Ver “Hacer las Paces con la Naturaleza” https://www.unep.org/es/resources/making-peace-nature
5 - Mendoza llevo a cabo un ejercicio legislativo y político en este preciso sentido y con éxito
conflictos, como atestiguo el caso de las expansiones arroceras en Corrientes en el pasado o avances con la intensificación de la producción agrícola en áreas sujetas a stress hídrico o afectados por los cambios en los regímenes de lluvias o descenso de caudales fluviales.
c. Mas recientemente, las polémicas entorno a los impactos sobre humedales altoandinos en zonas mineras, también han recrudecido, aunque en estos casos la preocupación por los efectos negativos sobre los recursos hídricos converge con visiones de oposición a cualquier actividad concebida como “extractiva”.
Las tres instancias señaladas tienen un denominador común que subyace el conflicto y las visiones encontradas entre quienes apoyan y quienes son detractores. Todas, al igual que casi cualquier actividad antrópica, poseen implicancias y efectos sobre el ambiente, que, si no son encausados dentro de una politica de desarrollo a largo plazo con visión estratégica, pueden originar disputas y enfrentamientos. Construir y desarrollar infraestructura no es per se deletéreo: depende como y donde, al igual que la producción de alimentos o productos forestales, o al igual que la actividad minera.
7. Finalmente, y atendiendo al disparador más reciente del clamor general para que se debata y sanciones una ley de humedales, los incendios persistentes en el delta del Paraná inferior, obligan a efectuar dos consideraciones, el primero de carácter factico y el segundo de orden normativo. a. La Cuenca del Plata en los últimos años ha tenido una significativa merma en sus caudales, producto de fenómenos climáticos periódicos a escala macro (El Niño y La Niña), sin perjuicio de indicios preocupantes sobre cambios en los regímenes de lluvia a escala continental, producto del calentamiento global, coadyuvado según algunos estudios serios, por los cambios de uso en la tierra en gran parte de Sudamérica. En consecuen-
cia, los humedales de la cuenca, como el Delta del Paraná, o los Bajos Submeridionales, reciben menos aportes hídricos, sus pastizales se drenan, incrementando en consecuencia la materia vegetal combustible y seco. Una norma jurídica de protección de humedales, podrá proteger el status del área, permitir o restringir ciertos usos, pero difícilmente revierta los fenómenos climáticos que subyacen las causas de los incendios. b. En 2009, el Congreso de la Nación sanciono la Ley de PP.MM de quema de pastizales (Ley 26562), ante un contexto climático casi idéntico al que ha vivido la región en 2017-2018 y nuevamente en 2021-2022. Los incendios en el delta del Bajo Paraná, los impactos negativos en la calidad de aire en áreas urbanas aledañas y la visibilidad mediática del fenómeno creó el contexto para la sanción de una norma que procuró ordenar o controlar actividades de quema en pastizales carentes de humedad y suelos desecados. Poco se habla de esta norma, su implementación, o la eficacia que ha tenido para acotar los efectos de los incendios en tiempos secos. ¿Funcionó? ¿Cómo se implementó? ¿Cómo ha sido la gestión, por ejemplo, articulado con otros mecanismos como el Plan de Manejo del Fuego o el SINAGIR? Estos interrogantes sobresalen por el silencio de las respuestas ofrecidas.
Nuestro país ha tenido una tendencia a lo largo de muchas décadas a elaborar normas que, o bien son impracticables para su aplicación en la realidad, o bien duplican costos y esfuerzos administrativos, muchas veces con superposiciones de legislación e instituciones que poco hacen para brindar soluciones y solo agregan confusión y desconcierto. En algunas instancias la sanción de normas es necesario para trazar un rumbo en las políticas públicas. En otros casos, pretender alterar realidades complejas que obedecen a leyes de la física y la naturaleza, mediante actos legislativos, es poco conducente a las soluciones que más necesita nuestra sociedad, y nuestro ambiente.
16(1). https://doi.org/10.1088/1748-9326/abcdd4
La contaminación difusa de fósforo (P) proveniente de la agricultura es una de las principales causas de la eutrofización en los ríos y lagos. En zonas bajas drenadas con agricultura intensiva, una reducción de las aplicaciones de fertilizantes puede ser insuficiente para mejorar la calidad del agua a corto plazo, ya que el P acumulado en el suelo durante décadas de alta fertilización puede seguir disolviéndose hacia el agua subterránea durante muchos años. Para reducir las exportaciones de P de la agricultura es necesario además de reducir la aplicación de fertilizantes implementar medidas de mitigación. La selección de medidas eficaces requiere un conocimiento detallado de los mecanismos de transporte químico e hidrológico del P desde el suelo al agua superficial. En este estudio, determinamos las principales fuentes de P, los procesos y las rutas de transporte a escala de un campo de 24 hectáreas para apoyar la selección de las medidas de mitigación adecuadas. Cuantificamos el P históricamente acumulado y las diferentes reservas de P en el suelo, y lo relacionamos con la carga anual de P transportada aguas abajo. Para ello, combinamos datos de calidad del suelo, aguas subterráneas, aguas superficiales y sedimentos de la cañada. El P acumulado en la capa superior del suelo era alto, unos 2.500 kg/ha. El flujo subsuperficial y la capacidad de adsorción del subsuelo rico en hierro retuvieron el P movilizado desde la capa superior del suelo y explicaron el flujo relativamente moderado de P a las aguas superficiales. El P disuelto que entraba en la cañada a través de la descarga de aguas subterráneas se unía a partículas que contenían hierro formadas debido a la oxidación del hierro ferroso disuelto. Una vez en la cañada la resuspensión de partículas de sedimento ricas en P durante los picos de flujo era el mecanismo de transporte de P más importante (78%).
La eutrofización es causada por el exceso de nutrientes y provoca un crecimiento excesivo de productores primarios como las algas y macrofitas. En Europa y otras partes del mundo, el P difuso sigue siendo la fuente de P más importante en ríos y lagos (Hart et al., 2004; Withers & Haygarth, 2007). Aunque se han tomado medidas para restringir las aplicaciones de fertilizantes con P, los suelos agrícolas en Holanda tienen legado de P acumulado tras décadas de aplicación de estiércol y fertilizantes más allá de los requerimientos agronómicos de los cultivos. En Holanda como en el noroeste de Europa, la agricultura se intensificó en las décadas posteriores a la segunda guerra mundial, luego de problemas ambientales se introdujo normativa para reducir la aplicación de nutrientes a fines de los años 80 y hoy en día el excedente de P es casi nulo (figura 1).
La selección de medidas para mitigar el transporte de nutrientes desde el suelo a las aguas superficiales no es trivial. Muchas veces las medidas como los humedales o las zonas buffer requieren ceder uso de suelo resultando en pérdidas de productividad, por lo tanto, es importante estudiar el transporte hidrológico y los procesos químicos para diseñar medidas que sean efectivas. El objetivo de este estudio es identificar las principales fuentes de P, los procesos y las rutas de transporte para apoyar la selección de medidas de retención de P adecuadas en un campo representativo de la agricultura holandesa.
El estudio se llevó a cabo en un campo de 24 hectáreas y producción lechera, elegido por su tamaño y tipo de producción para ser
campos de Holanda con tierras bajas drenadas en suelos arenosos y aplicación estacional de estiércol. El tamaño medio de los campos en Holanda es bastante menor al tamaño en Uruguay y Argentina, con una media de 29 hectáreas, la agricultura es muy intensiva, sobre tierras planas y drenadas artificialmente. Alrededor de una cuarta parte de la tierra agrícola holandesa se utiliza en la ganadería lechera y se cultiva forraje y maíz para alimentar a las vacas.
Todas las aguas del campo descargan a una cañada donde colocamos una estación de monitoreo de alta frecuencia desde abril de 2018 hasta abril de 2019 donde medimos caudal, P total, P disuelto, nitratos y turbiedad. También tomamos muestras del suelo y analizamos como estaba presente el P, si disuelto, disponible, o fijado al hierro o aluminio. Se midió también de manera continua los niveles de agua subterránea y se tomaron muestras de calidad. La figura 2 presenta un esquema de las mediciones.
hierro. El hierro puede adsorber el P, esto hizo que las concentraciones de P en el agua subterránea fueran bajas, entre 0.15 y 0.05 mg/L. Al ser terrenos bajos y sin pendiente con lluvias anuales bajas alrededor de los 600 mm el transporte de agua y nutrientes se da a través del subsuelo sin transporte superficial. Cuando el agua subterránea se filtra hacia la cañada, la mayor cantidad de P se encontraba no en el agua sino en el sedimento. Observamos que cuando llovía el sedimento era resuspendido y medimos un aumento de turbiedad y de P.
Para cuantificar las rutas de transporte de P desde el suelo hasta las aguas superficiales, se presenta un balance de agua y nutrientes (figura 3). En la capa superior del suelo el P total y P soluble era muy alto 600 mg/kg, como referencia valores anteriormente publicados para Holanda rondan entre los 280 y 500 mg/ kg (Koopmans et al., 2006). En el subsuelo la arena tenia una capa rojiza-naranja con alto contenido de
La diferencia entre el P aplicado al suelo como estiércol y el P consumido por las plantas era de solamente 2 kg/ha, un balance muy cercano a cero. En los registros históricos, este balance es similar desde hace 30 años. El subsuelo (70-80 cm debajo de la superficie) tenía un contenido de P bajo, 10 veces menor al de la capa superior de suelo. El P en la capa superior del suelo se origina en los años de elevada fertilización. En este caso, la mayor fuente de P no es el P aplicado anualmente sino la reserva histórica en la capa superior del suelo. Disminuir la aplicación de fertilizantes es importante para disminuir las fuentes de P, sin embargo, el P que ya se acumulo en el suelo puede continuar disolviéndose por muchos años, para este campo en particular calculamos que el P seguirá disolviéndose de la capa superior del suelo por los próximos 20 o 30 años. Por lo tanto, es
Fig. 2 El campo de estudio y la ubicación del vertedero con estación de medición de caudal y nutrientes (arriba izq.). Muestras del horizonte A de suelo y fracciones de P disuelto en verde, disponible para las plantas en amarillo y fijo al hierro y aluminio en naranja (arriba der.). Auto analizador de P y sensor de nitrato utilizado (abajo izq.). Muestras de suelo cada 10 cm las muestras de color oscuro son de la parte superior rica en materia orgánica y las de tonos naranja-rojizos son del subsuelo rico en hierro.
Fig. 3 Flujos de agua y balance de masa del fósforo en el campo estudiado desde diciembre 2018 a abril 2019.
deseable que la reducción de la aplicación de fertilizantes sea acompañada de medidas que retengan nutrientes para mejorar la calidad del agua en el corto plazo.
En el campo estudiado, el contenido de hierro del subsuelo era alto y esto naturalmente retiene el P que se disuelve de la capa superior. De no ser así, la capa superior de suelo seria una fuente constante de P a las aguas subterráneas y luego superficiales. No todos los campos tienen naturalmente capas de alto contenido de hierro, sin embargo, el mismo principio se puede replicar con medidas para retener P. Por ejemplo, colocando arena mezclada con óxidos de hierro en la franja donde el agua superficial se filtra a la cañada. Una fuente segura de óxidos de hierro con arena se puede encontrar en la producción de agua potable, cuando el agua subterránea es rica en hierro y es filtrada en filtros de área es común que la capa superior de los filtros quede cubierta de óxidos de hierro. Este material puede utilizarse para medidas de retención de nutrientes. Lo mismo con el uso de arena de zonas de alto contenido de hierro. Una vez en la cañada, el P se encontraba en las partículas. En las regiones con aguas subterráneas ricas en hierro, el hierro suele encontrarse reducido y oxidarse al filtrarse en los desagües o en las aguas superficial es. Durante este proceso, el fosfato puede ser absorbido o precipitar con los óxidos de hierro recientemente formados y pasa de enc ontrarse como P disuelto a P particulado (Van der Grift et al., 2014). El P ligado al hierro puede ser una fracción significativa (38%-95%) del P en los sólidos suspendidos en cañadas y ríos (Van der Grift et al., 2018) El P ligado al hierro está menos disponible para ser absorbido por las algas y es menos móvil que el fosfato disuelto (Baken et al., 2014). Sin embargo, una vez que el PP se ha asentado en el sedimento, puede ser erosionado y removilizado durante los picos de flujo, o disuelto bajo condiciones de reducción de Fe (Smolders et al., 2017). Por lo tanto, medidas como trampas de sedimento puede ayudar a disminuir la erosión y la contaminación aguas abajo. Además, las trampas de sedimento pueden también contribuir a retener partículas de suelo erosionadas. En este campo estudiado la pendiente era casi nula y la precipitación anual baja y no medimos erosión, sin embargo, este proceso puede ser más importante en los campos de Uruguay y Argentina.
Los mismos métodos utilizados en este estudio pueden replicarse en otras zonas. Es importante entender como los nutrientes son transportados desde el campo a las aguas superficiales, para poder dise-
ñar medidas efectivas de retención de nutrientes y prevenir la eutroficación.
(1) Baken, S., Nawara, S., Van Moorleghem, C., & Smolders, E. (2014). Iron colloids reduce the bioavailability of phosphorus to the green alga Raphidocelis subcapitata. Water Research, 59, 198–206. https://doi.org/10.1016/j. watres.2014.04.010
(2) CBS. (2020). Mineral balance agriculture. 6 January 2020. opendata.cbs.nl/statline/#/CBS/nl/ dataset/83475NED/table?=1601641484793
(3) Hart, M. R., Quin, B. F., & Nguyen, M. L. (2004). Phosphorus runoff from agricultural land and direct fertilizer effects: A review. Journal of Environmental Quality, 33(6), 1954–1972. https://doi.org/10.2134/ jeq2004.1954
(4) Koopmans, G. F., Chardon, W. J., Dekker, P. H. M., Römkens, P. F. A. M., & Schoumans, O. F. (2006). Comparing different extraction methods for estimating phosphorus solubility in various soil types. Soil Science, 171(2), 103–116. https://doi.org/10.1097/01.ss.0000187361.00600.d6
(5) Schoumans, O. F., & Chardon, W. J. (2014). Phosphate saturation degree and accumulation of phosphate in various soil types in The Netherlands. Geoderma, 237, 325–335. https://doi.org/10.1016/j. geoderma.2014.08.015
(6) Schoumans, O. F., & Groenendijk, P. (2000). Modeling Soil Phosphorus Levels and Phosphorus Leaching from Agricultural Land in the Netherlands. Journal of Environmental Quality, 29(1), 111–116. https://doi. org/10.2134/jeq2000.00472425002900010014x
(7) Smolders, E., Baetens, E., Verbeeck, M., Nawara, S., Diels, J., Verdievel, M., Peeters, B., De Cooman, W., & Baken, S. (2017). Internal Loading and Redox Cycling of Sediment Iron Explain Reactive Phosphorus Concentrations in Lowland Rivers. Environmental Science and Technology, 51(5), 2584–2592. https://doi. org/10.1021/acs.est.6b04337
(8) Van der Grift, B., Osté, L., Schot, P., Kratz, A., Van Popta, E., Wassen, M., & Griffioen, J. (2018). Forms of phosphorus in suspended particulate matter in agriculture-dominated lowland catchments: Iron as phosphorus carrier. Science of the Total Environment, 631–632, 115–129. https://doi.org/10.1016/j.scitotenv.2018.02.266
(9) Van der Grift, B., Rozemeijer, J. C., Griffioen, J., & Van der Velde, Y. (2014). Iron oxidation kinetics and phosphate immobilization along the flow-path from groundwater into surface water. Hydrology and Earth System Sciences, 18(11), 4687–4702. https://doi.org/10.5194/hess18-4687-2014
(10) Withers, P. J. A., & Haygarth, P. M. (2007). Agriculture , phosphorus and eutrophication: a European perspective. Soil Use and Management, 23, 1–4.
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Aidis Argentina lamenta el fallecimiento de Antonio Elio Brailovsky. Para quienes transitamos el mundo ambiental su nombre habla por sí mismo y no necesita de más presentaciones. Licenciado en Economía Política, fue un prolífico escritor y ensayista, profesor universitario, eficiente funcionario, y también un motivador e impresionante activista ambiental, quizás uno de los más reconocidos de nuestros tiempos.
Antonio fue un pionero de la temática ambiental en nuestro país. Primero a través de sus obras escritas entre las que se destaca “Memoria Verde: Historia ecológica de la Argentina”, “Historia ecológica de Iberoamérica” y también “Buenos Aires, ciudad inundable”, “Historia Ecológica de la Ciudad de Buenos Aires” y “Ésta, nuestra única Tierra” por mencionar solo algunos libros que integran su prolífica obra. En la década de los noventa, tuvo una labor destacada como Convencional Constituyente de la Ciudad de Buenos Aires, y tuvo a su cargo la redacción de los textos básicos que hoy integran el importante capítulo ambiental de esta Constitución. Desde AIDIS Argentina queremos destacar muy especialmente su trabajo como Defensor Adjunto de la Ciudad de Buenos Aires, estando a cargo de la primera Defensoría del Pueblo Ambiental del mundo. Además de atender la cuantiosa problemática ambiental de la Ciudad, Antonio se integró a trabajar junto con el Defensor del Pueblo de la Nación y un conjunto de organizaciones no gubernamentales en la elaboración del “Informe Especial sobre la Cuenca Matanza – Riachuelo” en el año 2003, que sirvió de base para el caso Mendoza que algunos años después sentenció la Corte Suprema, teniendo a su cargo el desarrollo del Capítulo II de dicho informe, donde realiza una de las reseñas históricas más completas y profundas que existan sobre el tema. Pero su trabajo en este tema no se quedó allí, sino que una vez emitido el fallo de la Corte sobre la Contaminación de Riachuelo participó de manera activa como parte del Cuerpo Colegiado que tiene a su cargo el control del cumplimiento de la sentencia del cimero tribunal, demostrando una vez más su inclaudicable vocación de lucha. La obra y acción de Antonio es tan extensa y prolífica como su compromiso con la sustentabilidad, la defensa del ambiente y la calidad de vida de la población. Pero su nota más distintiva, además de su profusa barba, ha sido su enorme calidad humana, su expresiva bonhomía y su permanente generosidad expresada siempre en escuchar y darle una mano a quienes le solicitaron su asistencia y presencia. Podemos dar fe de esto todos los que tuvimos la suerte enorme de conocerlo y compartir sus luchas y desvelos. Descansa en paz Antonio, tu tarea está más que cumplida.
Cambios, desafíos y soluciones: El rol de la Ingeniería Ambiental en el desarrollo sostenible AIDIS Uruguay - Capítulo Uruguayo de la Asociación Interamericana de Ingeniería Sanitaria y Ambiental
El XI Congreso Nacional del Capítulo Uruguayo de la Asociación Interamericana de Ingeniería Sanitaria y Ambiental bajo el lema: “Cambios, desafíos y soluciones: el rol de la ingeniería ambiental en el desarrollo sostenible” tuvo lugar de 25 al 27 de octubre de forma presencial en la Cámara Mercantil de Productos del País, Montevideo, Uruguay.
La ceremonia del Premio Junior del Agua de Estocolmo se lleva a cabo anualmente desde 1997, convirtiéndose en una parte popular de la Semana Mundial del Agua . Los participantes en la ronda final son ganadores de competencias nacionales. Su trabajo es revisado cuidadosamente por un jurado de expertos internacionales en agua. El premio se otorga al estudiante o grupo de estudiantes ganadores por parte de la patrocinadora del Premio, Su Alteza Real la Princesa Heredera Victoria de Suecia. A lo largo de los años, muchas ideas que comenzaron como proyectos del Premio Juvenil del Agua de Estocolmo han demostrado ser innovaciones importantes que cambiaron la vida tanto de los participantes como de sus comunidades. Muchos ganadores anteriores han seguido carreras exitosas dentro del mundo del agua, testificando cómo la competencia ayudó a despertar su interés en la ciencia e influyó en sus elecciones de carrera.
Se realizo la 95th Annual Technical Exhibition & Conference Weftec 2022 del 10 al 12 de octubre en la ciudad de New Orleans, Louisiana | The Ernest N. Morial Convention Center. AIDIS participo de la misma en el marco del grupo de habla Hispana para continuar desarrollando actividades conjuntas junto a Water Environmental Federation. Muchas gracias a Laila Sukkariyyah y Jackie Jarrel por su hospitalidad. Felicitamos a su presidente Sr. Jamie Eichenberger por la excelente organización. Asimismo, le deseamos éxito a Sra. Ifetayo Venner como presidenta electa.
El Instituto Nacional del Agua (INA), organismo de ciencia y tecnología dependiente del Ministerio de Obras Públicas de la Nación (MOP), se complace en comunicar a usted/es la realización de la edición XXVII del Congreso Nacional del Agua (CONAGUA 2023). La misma se realizará del 5 al 8 de junio de 2023 en el Centro Cultural Kirchner (CCK, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina), como parte de las actividades asociadas a las celebraciones de los primeros 50 años del INA.
El CONAGUA es el encuentro técnico-científico y de gestión del agua más tradicional de la Argentina, el cual se viene realizando desde 1963. Posee un carácter nacional y federal, y ha alcanzado en las últimas ediciones notoriedad regional y latinoamericana. Se pretende que esta nueva edición se destaque respecto de las anteriores por su alcance político, cultural y de discusión de temas estratégicos para el país y la región en materia de investigación, innovación y gestión del agua.
En sucesivas circulares y en las redes sociales del INA se ampliará información sobre este evento.
Cordialmente, Comité Organizador CONAGUA 2023
