Boletín número 2. Ecos de nuestra memoria parlamentaria

BOLETÍN 2 Edición especial ECOS DE NUESTRA MEMORIA PARLAMENTARIA

“CONMEMORACIÓN DEL BICENTENARIO DE LA INDEPENDENCIA DE MÉXICO, EN GUANAJUATO, 1821-2021”

ECOS DE NUESTRA MEMORIA PARLAMENTARIA “CONMEMORACIÓN DEL BICENTENARIO DE LA INDEPENDENCIA DE MÉXICO, EN GUANAJUATO, 1821-2021”

Boletín cuatrimestral Número 2

Editorial Guanajuato, Guanajuato, 1 de mayo de 2021 En vísperas de conmemorar el Bicentenario de la Consumación de la Independencia de México en este año 2021, siempre será importante reflexionar sobre los procesos históricos que dieron paso al Estado mexicano moderno; en esta ocasión, el final de la guerra de Independencia, la conformación y función de los primeros poderes Legislativo Ejecutivo, así como la proclamación del Primer Imperio Mexicano, se presentan como episodios fundamentales en los primeros años de vida autónoma del país.

El Archivo General del Congreso del Estado de Guanajuato se ha sumado a los festejos establecidos para conmemorar este importante suceso, ofreciendo este espacio de difusión con la intención de presentar diversos trabajos realizados en torno a personajes, efemérides y al complejo proceso político de la joven nación mexicana.

En este segundo número, “Conmemoración del Bicentenario de la Independencia de México en Guanajuato, 18201821”, presentamos el impacto que tuvo en cada una de las poblaciones de la entonces provincia de Guanajuato el anuncio del fin del dominio de la metrópoli y la transición hacia una regencia imperial de acuerdo con lo establecido por el Plan de Iguala y los Tratados de Córdoba.

Una de las principales figuras en Guanajuato que impulsó la adhesión de esta región al plan iturbidista fue Luis Cortázar y Rábago, siendo el pueblo de San José de los Amoles el primer lugar en donde tuvo resonancia la “voz de libertad” el 16 de marzo de 1821; a partir de este suceso otras poblaciones comenzaron a unirse en pro de la causa independiente. Sobre estos testimonios dan cuenta las siguientes páginas, donde los cronistas, sustentados en los archivos municipales, nos muestran el contenido de la riqueza documental que resguardan.

Nos sentimos orgullosos de poder compartir con ustedes en esta fecha tan significativa para nuestro país y estado este boletín en el cual de manera general se aborda esta etapa de nuestra historia que nos permite reflexionar sobre las bases que se plasmaron para constituir el país que ahora conocemos.

Mtro. José Ricardo Narváez Martínez Secretario General del Congreso del Estado de Guanajuato

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LECTURA DEL “PLAN DE IGUALA” EN LA VILLA DE SAN JOSÉ DE LOS AMOLES POR LUIS CORTÁZAR Y RÁBAGO (1797-1840) Prof. Jorge Vera Espitia Cronista vitalicio de Cortázar, Guanajuato

Luis Cortázar y Rábago nació en la Hacienda de La Zanja hoy Victoria de Cortázar perteneciente al Municipio., de Jaral del Progreso, Gto., en 1797. Hijo de Pedro Cortázar, rico agricultor del Bajío, y de Rosa Rábago, Condesa de Rábago. Su abuelo Domingo de Rábago, rico agricultor del Bajío, había sido ennoblecido, como gran parte de la nobleza Novohispánica, gracias a los servicios financieros que proporcionó a la Corona española en su lucha contra los ingleses.

Como muchos de los oficiales mexicanos, Luis Cortázar se incorporó a las milicias provisionales que operaban en Guanajuato y Michoacán en contra de los insurgentes. En septiembre de 1811 sentó plaza de artillero de patrulla y fue ascendiendo rápidamente, de modo que en 1818 era ya teniente coronel. Siendo miliciano dirigió batallas en lo que a partir de 1833 se transformaría en su zona de influencia: Guanajuato, Michoacán, Querétaro y San Luis Potosí.

Además del conocimiento del terreno que adquirió y de los contactos que estableció con la élite política y económica de Michoacán, la guerra de Independencia le permitió establecer alianzas con Agustín de Iturbide y Anastasio Bustamante, dos militares que apoyaron su carrera militar y política.

En febrero de 1821 Agustín de Iturbide lanza el Plan de Iguala y se le unen Vicente Guerrero, Guadalupe Victoria, Luis Quintanar, Anastasio Bustamante y por supuesto Cortázar en el Bajío. El influjo que ejercían Cortázar y Bustamante sobre las milicias brindó de Iturbide el importante control de la rica y estratégica zona del Bajío y la consiguiente adhesión de numerosos militares en otras partes del virreinato.

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Al principio uno de los que vacilaba para dar a conocer el Plan de Iguala fue Anastasio Bustamante, pero su subalterno, el teniente coronel Luis Cortázar y Rábago, el día 16 de marzo de 1821, al frente de un centenar de dragones de la reina, proclamó dicho Plan en la plaza del pueblo llamado en ese tiempo Villa de San José de los Amoles.

En esa época este lugar seguía siendo un pequeño poblado 100% de origen otomí, con muy pocas construcciones, dividido en haciendas en su mayoría de patrones de origen español. Como la mayoría de los trabajadores eran peones de campo, la población no tenía aún sentimientos de identidad nacional -al no ser dueños de nada-. Además, el plan que dio a conocer Luis Cortázar y Rábago no contenía cambios radicales en beneficio de las clases pobres, pero sí veía por la conservación del poder y la riqueza para las mismas clases dominantes.

Monumento al General Luis Cortázar y Rábago entrada a Cortázar.

Fuente: 1940 foto Castro.

El día 18 de marzo del mismo año hizo lo mismo en Valle de Santiago y a partir de este momento el indeciso de Anastasio Bustamante llevó a cabo la misma acción en la Hacienda de Pantoja del mismo municipio.

Después los tres militares: Luis Cortázar, Anastasio Bustamante y Francisco Quintanilla se trasladaron a la ciudad de Guanajuato, no sin antes proclamar el Plan de Iguala en Salamanca e Irapuato.

Cuando llegaron a Guanajuato - como un acto de reconciliación - descolgaron de las esquinas de la Alhóndiga de Granaditas los cráneos de los primeros insurgentes: Hidalgo, Allende, Aldama y Jiménez, que durante 11 años habían estado expuestos en ese lugar.

Cortázar contribuyó a la caída del gobierno colonial: derrotó a las fuerzas realistas de las ciudades de San Luis Potosí, Querétaro y Guanajuato; firmó la capitulación de la ciudad de Puebla. Participó en el asedio de la ciudad de México. Por sus servicios a la causa Trigarante, recibió el grado de coronel del imperio.

Durante la regencia y el imperio Cortázar estuvo muy unido de Iturbide, al grado de que disolvió el Congreso y dirigió, con el general José Antonio Echavarri, al ejército encargado de perseguir a Santa Anna, quien en diciembre de 1822 se pronunció en Veracruz a favor del sistema republicano. Nada parecía aventurar que Cortázar se opusiera de Iturbide y sin embargo, en febrero de 1823, la división sobre Santa Anna proclamó el Plan de la Casa Mata que exigía la reinstalación del Congreso que Cortázar había depuesto.

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El día 19 Cortázar se presentó en Celaya con 150 militares para convencer al comandante general Antonio Linares que aceptara el Plan en donde se proclamaba la Independencia. El comandante se negó y fue obligado a abandonar la ciudad para ser escoltado a la capital del virreinato.

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Con el Plan de Casa Mata, el general guanajuatense adquirió un prestigio que le ayudaría a desempeñar diversos cargos públicos y militares a partir de 1823, cuando fue nombrado comandante general de Querétaro y diputado del estado de México en el Congreso Constituyente. Después de su labor como constituyente, Cortázar ocupó las comandancias generales de los estados de Michoacán (1825), San Luis Potosí (1827, febrero) y Guanajuato (1827, mayo). Como comandante general, Cortázar conservó y consolidó el control político y económico que la vieja élite ejercía sobre Guanajuato desde la época colonial.

El federalismo moderado que Cortázar asumió desde 1823 hasta su muerte, ayudó a mantener el ambiente político de Guanajuato en un constante equilibrio conservador, sin cambios abruptos.

Concluida la guerra por la Independencia, Luis Cortázar dedicó su vida a la educación, con tanto fervor y dedicación, que su corazón fue depositado en el Presbiterio del Salón del Consejo Universitario de la Universidad de Guanajuato, lugar en donde aún descansa.

Luis Cortázar y Rábago murió en Silao, Guanajuato en 1840. El municipio guanajuatense de Cortázar lleva en honor su nombre desde el 21 de octubre de 1857, cambiando de Villa de Amoles a Villa de Cortázar.

Monumento a Luis Cortázar y Rábago, Centro Cultural Cortázar, Guanajuato

conocer el pasado de un pueblo, es entrar en el alma del mismo.

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EL CAUDILLO LUIS CORTÁZAR Y LA CONDESA DE JALPA Ing. Jesús Verdín Saldaña Cronista de San Francisco del Rincón, Guanajuato

Luis de Cortázar y Rábago nació en la ciudad de México, siendo bautizado en la parroquia del Sagrario de la Catedral Metropolitana el día 26 de octubre de 1796, hijo de don Andrés de Cortázar y doña Rosa Rábago y Peinado. Su familia era una de las más prominentes a fines del siglo xviii, poseedores de grandes haciendas en la región agrícola del Bajío.

Desde muy joven se incorporó a las milicias provinciales que operaban en Guanajuato en contra de los insurgentes, ascendiendo rápidamente de rango, pues en 1818 detentaba el grado de teniente coronel.

El 24 de febrero de 1821 Agustín de Iturbide proclamó el Plan de Iguala o Acta de Independencia de la América Septentrional, en la cual se declaraba a la Nueva España como país soberano e independiente.

Luis Cortázar se unió a de Iturbide y contribuyó a la caída del gobierno colonial, derrotando a las fuerzas realistas de San Luis Potosí, Querétaro y Guanajuato. El 16 de marzo de 1821 proclamó la Independencia de México en la Villa de Amoles (Cortázar).

Por sus servicios a la causa trigarante, recibió el grado de coronel del Imperio.

Durante la regencia y el Imperio, Cortázar estuvo muy unido a de Iturbide, al grado de que disolvió el Congreso y dirigió con el general José Antonio Echávarri, al ejército imperial encargado de perseguir a Santa Anna, que se había pronunciado en diciembre de 1822 por el sistema republicano.

Nada parecía advertir que pronto se opondría al sistema imperial; sin embargo, en febrero de 1823, Santa Ana proclamó el Plan de Casa Mata al que se adhirió Cortázar junto con José Antonio Echávarri y José María Lobato.

Don Luis Cortázar y Rábago.Óleo sobre tela.

A partir de 1823 asumió un federalismo moderado e hizo una brillante carrera política y militar. En 1827 asumió la Comandancia General de Guanajuato, lo que le permitió tener el control político del estado.

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Fue partidario de Gómez Pedraza, electo en 1828, y dirigió la resistencia contra el levantamiento de Santa Anna. Apoyó el Plan de Jalapa de Bustamante, pero su cercanía a quienes apoyaban a Guerrero, en Michoacán le restó confianza entre los jalapistas.

Pese a ello, recobró el control de la Comandancia de Guanajuato gracias a su experiencia y a que, por su conocimiento de la región, podría garantizar que la resistencia en contra de Bustamante no se extendería, lo que lo mantuvo como figura militar clave de la región.

La presencia de Cortázar creó conflictos militares, cuando en 1831, el gobernador trató de reforzar las milicias cívicas. Tras una breve tregua local, las fuerzas militares bajo el mando de Cortázar se adhirieron a Bustamante y las fuerzas civiles y el gobierno de Gómez de Linares, 9

Fuente: Colección Universidad de Guanajuato.

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apoyaron a quienes se oponían a este. Cortázar entonces se propuso como mediador en las pláticas de paz, que pusieron de nuevo en la presidencia a Gómez Pedraza.

Su preeminencia creció en el nivel nacional, y lo consolidó “como el hombre más fuerte de su estado natal” (Blanco, Parra y Ruiz Medrano, 2000, p. 117). Esta preeminencia se prolongó durante toda la década de 1830.

Matrimonio con la Condesa de Jalpa Luis Cortázar y Rábago se casó en la entonces Villa de León, el 31 de agosto de 1822 con una jovencita de 16 años, hija de una de las familias más prominentes del Bajío, formada por los condes de la Presa de Jalpa.

Su esposa nació en la ciudad de México, el 13 de abril de 1806 y fue bautizada el mismo día en la parroquia del Sagrario de la Catedral Metropolitan; le puso las aguas bautismales el Br. D. José Mariano de Medina y Torres, conde del mismo título y caballero de la Real y Distinguida Orden Española de Carlos iii.

Fue bautizada con el nombre de María Manuela del Sacramento Hermenegilda, siendo sus padres Pedro José de Cevallos y Cossío y doña María Manuela Monterde y Albarrán (Archivo Parroquial del Sagrario Metropolitano, 1806, f. 43v).

En 1814 se trasladó a vivir a la entonces Villa de León, en la casa que sus padres habían adquirido en 1808, en compraventa que don Pedro Cevallos había realizado el 18 de abril con el capitán don Félix Gutiérrez de la Concha.

La fachada principal de la casa estaba en la calle de La Gloria (hoy Díaz Mirón) y se prolongaba a lo largo de la calle de la Santísima Trinidad (hoy Pino Suárez). La finca poseía una enorme huerta y ocho grandes patios de reminiscencias barrocas y una sola planta que adornaban numerosas ventanas y portones (González Leal, 1990, p. 80).

Su padre don Pedro Cevallos y Cossío fue alcalde constitucional de León y le tocó convocar al Juramento de la Independencia el 25 de julio de 1821.

El enlace matrimonial entre el héroe independentista e hijo de prósperos hacendados, con la hija de la condesa de la Presa de Jalpa debió ser el acontecimiento social más relevante de esa época. Hemos localizado el acta matrimonial en el Archivo Parroquial del Sagrario de León, la que transcribimos a continuación: El año del Señor de mil ochocientos veinte y dos en treinta y uno de Agosto, yo el Br. Dn Ygno, Urbieta cura y Juez Ecco encargado de este curato de la Villa de León y su partido. Previa la dispensa de la qualidad de ( ), y las amonestaciones conciliares en el lugar de su origen y demás que ha tramitado, como la de esta Parroquia, por los señores Gobernadores de este Obispado, echas las demás diligencias que previene el Santo Concilio de Trento y dispuestos sacramentalmente no resultando de ellas ympedimento alguno, cacé y velé, según orden de Nuestra Santa Madre Yglesia por palabra de presente al señor Dn Luis de Cortázar y Rábago, Brigadier de los Exércitos Ymperiales, edecán de su Majestad, El Emperador, Caballero de Número de la Distinguida Orden de Guadalupe, condecorado con la Cruz de Marzo, y Coronel del Regimiento de Caballería número dos, originario de la corte de México, hijo lexítimo, y de lexítimo matrimonio de los señores Dn Andrés de Cortázar y de Da. Rosa Rábago y Peinado; con la señora Da Manuela Zeballos y Monterde, natural de la misma corte de México y de ocho años en esta villa, hija lexítima y de lexítimo matrimonio del señor Dn Pedro Ceballos y Cosío y de la señora Da María Manuela Monterde y Alvarrán Condesa de la Presa de Xalpa y actual poseedora de los Maiorazgos de Monterde y de Alvarracín este en el Reyno de Aragón. Fueron sus padrinos los mismos señores condes sus padres. Testigos el señor Dn Bernardino de Villanueva Teniente Coronel del Regimiento de Caballería de Línea Número dos y el Alférez graduado de teniente Dn Manuel Rivas, y el licenciado Dn Franco Antonio Gómez y Bazquez Regidor Constitucional del Ayuntamiento de esta Villa y para que conste lo firmé, = Ygnacio Urbieta (Libro de matrimonios españoles, 1822, f. 164v).

A diferencia de las personas comunes y corrientes, los personajes de la nobleza gustaban de exaltar sus títulos nobiliarios y puestos de relevancia.

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Personaje muy allegado al emperador Iturbide, Luis Cortázar había sido distinguido por este con los títulos que se expresan en su acta matrimonial; además, su esposa sería nombrada Dama de la Emperatriz Ana Huarte (Romero de Terreros, 1969, pp. 238, 250).

En la década de 1830 don Luis Cortázar era el personaje más prominente del estado y el 26 de agosto de 1835 comunicaba: “Hoy he prestado el juramento correspondiente y tomado posesión del encargo de gobernador Constitucional de este Departamento, para el que fui nombrado por el Supremo Gobierno de la República…”.

Su mandato no fue continuo, pues pidió algunas licencias como la del 26 de marzo de 1838, en que expresaba: “El Excmo señor Presidente de la República se ha dignado concederme una licencia temporal por el término de cuatro meses, para separarme del gobierno de este Departamento, con objeto de pasar al Distrito de Celaya a asuntos propios, …”. Lo remplazó el Lic. Juan Morales (Rodríguez Frausto, 1965, pp. 88-94).

Una segunda licencia, solicitada el 7 de octubre de 1839, expresaba: El Supremo Gobierno de la República se ha dignado concederme, a instancias mías, una licencia por cuatro meses para separarme de los asuntos públicos, con objeto de dedicarme al restablecimiento de mi salud que se halla bastante quebrantada (pp. 88-94).

Sin embargo, ya no pudo reintegrarse al cargo pues falleció en Silao el 17 de febrero de 1840. En el Archivo Parroquial de Silao se encuentra inserto el siguiente documento: Para perpetua memoria El día diez y siete de Febrero del año de mil ochocientos cuarenta a las seis y media de la mañana expiró en esta villa el Ylustre Señor Comandante General, Gobernador del Departamento, D. Luis Cortázar, después de haber recibido dignamente todos los auxilios espirituales; y por disposición del Supremo Gobierno fue embalsamado su cuerpo y conducido en pompa funeral, a la “Capital de Guanajuato”, para tributarle los últimos honores su pueblo reconocido, y de allí lo transportaron a Celaya, donde quedó sepultado el cadáver, con arreglo a lo que el mismo Sor. Difunto dejó ordenado antes de su muerte. El día veinte del mismo mes, se hicieron a sus intestinos las exequias fúnebres en esta Parroquia, y en ella quedaron depositados ínterin se concluye el túmulo que debe guardarlos para siempre, en el campo santo, de este mismo lugar donde restituyó al cielo su grande alma (Libro de defunciones, 1837-1841, fs. 277v-278).

Al insigne patriota mejicano, al benemérito ciudadano guanajuatense, valeroso sin temeridad, libre sin ecsaltación, perspicaz en su ingenio, activo en el trabajo, íntegro en sus cargos, prudente en su gobierno, amante del saber, honrador de los literatos, al Exmo Sr. General de División, y Gobernador de este Departamento, D. Luis de Cortázar y Rábago: el Rector, los catedráticos y alumnos del Colegio de la capital, depositando tras este mármol, la entraña más noble de aquel varón esclarecido, su corazón magnánimo, le dedican este monumento de respeto, de dilección y gratitud, el día 16 de marzo de 1840.

La inscripción derecha, dice: INVICTUS PERICULIS La fortaleza y la prudencia uniera En su gobierno el general invicto: La una al malvado lo tenía en conflicto, Y la otra al bueno garantías le diera. ”

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Don Luis Cortázar fue durante su gestión un gran benefactor del Colegio de la Purísima Concepción (después Colegio del Estado y hoy Universidad de Guanajuato), por lo que las autoridades de esta institución pidieron ser depositarios del corazón del patriota; para ello se organizó una suntuosa ceremonia fúnebre y en un sencillo túmulo fue depositado en la capilla del Colegio. En dicho túmulo –ubicado en el muro a la derecha del presbiterio de la que fue capilla del Colegio– se lee la siguiente inscripción:

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La inscripción izquierda, se lee: VICTUS SCIENTARUM AMORE Al que invencible en los peligros fuera Un amor noble lo dejó vencido: Fue el de las ciencias, y a este amor rendido Se hizo más grande de lo que antes era (Lanuza, 1924, pp. 134-136).

Sóstenes Lira (1914), dice que: […] el 28 de febrero tienen lugar en la Parroquia de esta ciudad (León, Gto.) unas solemnes exequias por el descanso del alma del Sr. General D. Luis Cortázar, Gobernador y Comandante del Departamento de Guanajuato, pronunciando la oración fúnebre el R.P.Fr. José Ma. Padilla, Comisario de la Tercera Orden. Para esta ceremonia se levantó un templete donde se colocó una urna que contenía en su interior una parte de las entrañas del extinto General. No sabemos dónde fueron sepultadas, pero es muy probable que lo hayan sido en el mismo templo (pp. 106-107).

En Celaya, donde fue sepultado su cuerpo, las autoridades le erigieron un monumento en el cual pusieron un obituario en latín, según el documento manuscrito que ha llegado a nuestras manos.

Hasta ahora no sabemos si esta inscripción se puso en su lápida funeraria o en algún monumento hecho para conmemorar el acontecimiento, la dedicatoria reza lo siguiente: Obituario de Luis Cortázar y Rábago. ca. 1840.

Exme D. D. Ludovico de Cortázar et Rábago Et in bello Generali ynvicto Et in Pace Gobernatori Provido Ubique et in Omnibus Patria Parenti Merito Celayense Municipium Yllius Cum Conyuge Sobole et Fratribus Ynfando Dolore Monumentum Glorie.

Obit die XVII februri An Do Dom. MDCCCXL.1

Fuente: Colección Jesús Verdín Saldaña.

Traducción: Al Escmo S. D. Luis de Cortázar y Rábago / En la guerra / General Invicto / En la Paz / Gobernador Providente / En todo / Padre de la Patria / Su Familia / Y El Municipio de Celaya / Poseídos del más profundo dolor / Dedican / Este Monumento / De Justicia, Amor y Gracias. / Falleció el 17 de febrero del año de 1840.

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Luis Cortázar procreó en su matrimonio a Manuela Cortázar Cevallos nacida en León el año de 1824, la cual se casó el 22 de diciembre de 1844 con José Cervantes Estanillo, marqués de Salvatierra; el enlace se efectuó en la hacienda de San Antonio en Texcoco, estado de México.

Doña Manuela es recordada por don Toribio Esquivel Obregón (1992) en sus memorias, […] Había llego a León doña Manuela Cortázar de Cervantes, señora rica y muy altamente relacionada con la aristocracia de la ciudad de México, en cuya sociedad tenía lugar muy distinguido no sólo por su riqueza sino también por su amabilidad y su talento, no obstante conservar cierta rústica franqueza no siempre en consonancia con el atildamiento de los salones. Había nacido en León y pertenecía a la familia de los Condes de la Presa; su niñez había transcurrido entre esta ciudad y la hacienda de Jalpa. Los recuerdos de sus primeros años debieron haber sido muy gratos, porque jamás dejó la costumbre de ir a León y de allí a Jalpa por unos cuantos días cada tres o cuatro años, visitar las antiguas relaciones y renovar sus amistades. Continuamente en compañía de sus hijas mayores Enriqueta y Lola que producían una revolución entre la apoyada de ambos sexos, aunque en muy distinta dirección en uno y otro (p. 252).

La esposa de Luis Cortázar, María Manuela Cevallos Monterde y Antillón, falleció el 11 de octubre de 1866 en Texcoco.

BIBLIOGRAFÍA Blanco, M., Parra, A. y Ruiz Medrano, E. (2000). Breve historia de Guanajuato. México: Fondo de Cultura Económica.

Esquivel Obregón, T. (1992). Recordatorios públicos y privados. México: H. Ayuntamiento de León.

González Leal, M. (1990). León, trayectoria y destino. México: H. Ayuntamiento de León.

Lanuza, A. (1924). Historia del Colegio del Estado de Guanaxuato (pp. 134-136). México: Imp. León Sánchez.

Lira, S. (1914). Efemérides de la ciudad de León (Segunda edición, pp. 106-107). México: Imp. J. M. Rivera.

Rodríguez Frausto, J. (1965). Guía de gobernantes de Guanajuato (pp. 88-94). México: Universidad de Guanajuato.

Romero de Terreros, M. (1969, julio/septiembre). Don Agustín de Iturbide emperador de México y su Corte. Memorias de la

Academia Mexicana de Historia, XXVIII (3), 225-287.

ARCHIVOS Y REPOSITORIOS Archivo Parroquial del Sagrario Metropolitano (APSM). Libro de bautismo españoles, 1806, foja 43v.

Archivo Parroquial del Sagrario de León (APSL). Libro de matrimonios españoles, 1822, foja 164v.

Edición Especial

Archivo Parroquial de Silao (APS). Libro de defunciones de 1837-1841, documento inserto entre fojas 227v-278.

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CONSUMACIÓN DE LA INDEPENDENCIA EN LA CIUDAD DE GUANAJUATO, 1821 Dr. José Eduardo Vidaurri Aréchiga Cronista municipal de Guanajuato

La restauración de la Constitución de 1812 en España, en el año de 1820, precipitó en muchos sentidos la consumación de la Independencia Nacional de México. Así, los últimos enfrentamientos entre insurgentes y liberales ocurrieron a principios de 1821.

10 de febrero de 1821 Vicente Guerrero y Agustín de Iturbide acordaron mediante el convenio de Acatempan unir sus fuerzas para conformar el Ejército Trigarante que enarbolaría los principios de religión, independencia y unión.

24 de febrero de 1821 Agustín de Iturbide dio a conocer el Plan de Iguala, mediante el cual se declaraba la independencia de la Nueva España; el referido Plan pronto contó con la adhesión de múltiples oficiales del Ejército y de diferentes ciudades a lo largo y ancho de la Nueva España.

16 de marzo de 1821 En la intedencia de Guanajuato, fue el coronel Luis Cortázar y Rábago quien proclamó por primera vez la independencia en la población de San José de los Amoles actual Cortázar.

20 de marzo: Se recibe en la ciudad de Guanajuato la noticia de que el día anterior se había pronunciado la proclama de la independencia de la nación mexicana por parte del coronel Anastasio Bustamante en Valle de Santiago y Luis Cortázar en el pueblo de Amoles (Cortazar).

24 de marzo: El Ayuntamiento de Guanajuato y el intendente convocaron a una reunión urgente, ante la próxima entrada a la ciudad de Anatasio Bustamante que venía con el propósito de impulsar la adhesión de Guanajuato al proyecto independentista. El Ayuntamiento nombró una comisión para encontrarse con Bustamante y luego de salir a la calle y encontrarlo lo invitaron a pasar a la sala capitular para escuchar su proclama. La determinación del Ayuntamiento de Guanajuato fue la de sumarse al Plan de las Tres Gararantías y proclamar la Independencia Nacional. Las campanas se echaron al vuelo y la población adornó las fachadas de las casas con improvisados arreglos que utilizaban los colores patrios.

28 de marzo: Después de proclamada la independencia, Bustamante instruyó de manera enérgica al todavía intendente Fernando Pérez de Marañón y le ordenó bajar respetuosamente las cabezas de los primeros caudillos de la independencia: Miguel Hidalgo, Ignacio Allende, Juan Aldama y Mariano Jiménez, mismas que habían permanecido colgadas por casi 10 años. Las cabezas, luego de ser bajadas, fueron depositadas en unas finas cajas de madera, se rindió tributo y se ofreció una misa; luego fueron cristianamente sepultadas en el histórico panteón de San Sebastián.

El Soberano Congreso Constituyente declaró a los caudillos héroes beneméritos de la patria, el 19 de julio de 1823. En agosto se inició el proceso de exhumación de las cabezas, se volvió a rendir tributo y se les condujo con todos los honores a la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México para depositarlas al pie del Altar de los Reyes. En el año de 1926 fueron trasladados a la columna de la Independencia.

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26 de abril de 1821: El primer jefe del Ejército de las Tres Garantías, Agustín de Iturbide y Arámburu, visitó la ciudad de Guanajuato, desde donde coordinaba las actividades de su proyecto. Entre algunas acciones importantes admitió la renuncia de Fernando Pérez de Marañón como intendente de Guanajuato; y ordenó el establecimiento de la Casa de Moneda en el espacio que ocupaba el Colegio de la Purísima Concepción.

26 de junio de 1821: Agustín de Iturbide dio instrucciones al Ayuntamiento de Guanajuato para que se procediera a jurar la independencia con la mayor solemnidad posible. El acuerdo del Ayuntamiento fue designar el 8 de julio como la fecha de la proclamación.

8 de julio de 1821: El Ayuntamiento de Guanajuato juró de manera solemne la Independencia de México en el marco de una jubilosa ceremonia que tuvo lugar en la sala capitular del ilustre Ayuntamiento bajo la presidencia de don Fernando Pérez de Marañón; los señores curas de la parroquia de Guanajuato: Narciso Mendracaveitia y José Mariano Payares; los prelados de diversos conventos: fray José Alabau del de San Francisco, fray Pedro Antonio Sobrino de los descalzos de San Pedro de Alcántara, fray Nabor Tamariz de Nuestra Señora de la Merced, fray Vicente de S. Simón de Nuestra Señora de Belén, y Mariano Ramírez del Oratorio de San Felipe Neri. Así mismo, el comandante militar Pedro Otero y Dovalina; los principales funcionarios de la Hacienda Pública; los diputados de Minería; algunos de los funcionarios más destacados, y los integrantes del ilustre Ayuntamiento. Guanajuato fue una de las primeras provincias en jurar la Independencia Nacional.

27 de septiembre de 1821: Se consumó la Independencia de México con la entrada del Ejército Trigarante al mando de Agustín de Iturbide.

28 de septiembre de 1821: Se firmó el Acta de Independencia Nacional.

10 de noviembre de 1821:

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Se juró, de nueva cuenta y con mayor solemnidad, la independencia mexicana así como la obediencia a las leyes y decretos que emita la Suprema Junta Provisional Gubernativa.

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ACÁMBARO EN LA INDEPENDENCIA: DESDE EL EJÉRCITO INSURGENTE HASTA EL EJÉRCITO TRIGARANTE (INICIO Y CONSUMACIÓN) Lic. Gerardo Argueta Saucedo Cronista de Acámbaro

La participación de Acámbaro en el movimiento por la Independencia Nacional fue histórica. Abarcó el inicio y el final en momentos clave para el desarrollo de los sucesos que permitieron delinear un nuevo país.

En el inicio, el nombramiento de don Miguel Hidalgo y Costilla como “Generalísimo de América” constituye un legado que le otorga un mayor sentido a la historia regional del Bajío, lo mismo que al final de la lucha libertaria, con el hecho de que Agustín de Iturbide y Vicente Guerrero reorganizaran en la plaza principal de Acámbaro el Ejército Trigarante que entró a la Ciudad de México, el 27 de septiembre de 1821. Ambos acontecimientos distinguen a la localidad en el proceso emancipador que duró 11 años, 1810-1821.

Dicho proceso abarcó la primera etapa con Hidalgo (1810-11) la continuación del movimiento insurgente con Morelos (1811-15) la reorganización o resistencia con caudillos como Guadalupe Victoria, Leona Vicario, Andrés Quintana Roo y, entre otros, Francisco Javier Mina (1815-20) y la consumación con Agustín de Iturbide y Vicente Guerrero (1820-21) Hidalgo, el “Cura Generalísimo” En Acámbaro, el día 22 de octubre de 1810 fue un día significativo: la promoción de grados militares que se hizo dentro del Ejército Insurgente conllevó a la investidura de don Miguel Hidalgo y Costilla como “Cura Generalísimo”, única en su tipo en el nivel mundial.

La integración de un Consejo Militar entre los jefes del movimiento insurgente mediante el cual acordaron nombrar a don Miguel Hidalgo y Costilla como “Generalísimo de América”, convirtió al cura de Dolores en la máxima autoridad civil y militar de la lucha social, relevando incluso a las autoridades virreinales. Su posición era igual o similar a la de “Primer Mandatario” de un país, aunque en proceso de formación. El nuevo gobierno civil y militar llamó en Acámbaro al territorio de la Nueva España como “Nación Americana”.

Así nació en Acámbaro un gobierno en medio de la insurgencia, representando el comienzo de nuevas instituciones e integrando el elemento religioso -a con la investidura eclesiástica del “Generalísimo” y el estandarte de la imagen de la Virgen de Guadalupe- como símbolo y esencia de la nueva nacionalidad. Todas estas características avalan la declaración de la localidad como el “Cuartel General” del “Ejército Grande de América”, lo mismo que un comunicado insurgente emitido el 23 de octubre de 1810. A través de este, Hidalgo y Allende informaron al pueblo de la Nueva España y al entonces intendente de Guanajuato, José Francisco Gómez, lo ocurrido el día anterior.

Familia Morelos en Acámbaro En la historia patria, tienen un gran significado las raíces familiares de don José María Morelos y Pavón en Acámbaro, a fines del siglo xvi e inicio del xvii. Los ancestros de Morelos estuvieron en la hacienda “El Coyote” de la comunidad de Chamácuaro, siendo ellos Juan de Morelos, Diego de Morelos y Diego Manuel Morelos. De ahí emigraron a Michoacán debido a una deuda contraída con la Iglesia católica para la hacienda, misma que no les fue posible pagar. Ya Michoacán, una nueva historia se escribiría en las décadas posteriores con la familia Morelos.

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Proclamación de la Independencia: Junio de 1821 Al final del movimiento libertario, las acciones que desde la comunidad acambarense permitieron a Agustín de Iturbide y Vicente Guerrero reagrupar al Ejército Trigarante para consumar la lucha armada de 18101821, son de lo más notable. La correspondencia girada a diferentes adeptos a la Independencia por Iturbide confirma el apoyo que había en ese momento para terminar con la Guerra, incluyendo la que envía a Guadalupe Victoria el 31 de mayo de 1821: Sor. Dn Guadalupe Victoria Acámbaro Mayo 31 de 821 “Muy Señor mio y de todo mi aprecio: he escrito a V dos veces dándole noticia de los rápidos progresos que en poco tiempo han hecho nuestras armas a favor de la Independencia, incluyendo copia literal del plan que para conseguirla hice publicar desde el principio, y que generalmente han abrazado todas las Divisiones del Exército de operaciones, y partidas de tropas auxiliares que tengo el honor de mando; y no habiendo tenido contestación, sospecho que mis cartas han padecido extravío, y por lo mismo repito la tercera, acompañando copia a la letra del oficio que con esta fecha dirijo al Capitán don Antonio López de Santa Ana en contestación a su carta y copia de parte oficial que con fecha 25 de abril próximo pasado me escribió desde Alvarado.

Desde luego creo de la mayor importancia el que V siga en el desempeño de la Comandancia General de la Provincia de Veracruz pero si la fuerza de su mando no alcansase a cubrir las inmediaciones de Puebla y de otros puntos retirados de su centro será conveniente obren en ellos las Divisiones del Señor Bravo o de qualquiera otro Comandante del Exército que se halle en aptitud y en distancia proporcionada, poniéndose de acuerdo con ellos a fin de que nuestras operaciones y movimientos sean uniformes en todos sentidos, conspirando unívocamente a un mismo objeto y de un mismo modo; pues de otra suerte nunca se podrá llegar al término de nuestros deseos.

Lo he dicho y lo repito: la decisión de V por la Independencia; sus talentos militares, y su invencible constancia, me hacen ver su persona con el mayor aprecio y nunca tendré dia de más satisfacción que aquel en que me reconozca por su verdadero amigo y compañero de armas.

Yo, amigo mio, no tengo miras ambiciosas. Le aseguro a V con toda la sinceridad de mi corazón que mis trabajos y fatigas no se encaminan a otra cosa que al de hacer feliz a mi Patria. Mi pasión dominante es la vida laboriosa del campo y de la agricultura, y si alguna vez veo lograda la Independencia y estableció el sistema de gobierno cambiaré de muy buena gana la espada por el arado y el bastón por la hazada, volviendo gustosisimante a la vida privada que antes de ahora tenía, y cuyas dulzuras una vez experimentadas, no se pueden trocar por el imperio del mundo.

Nuestra emancipación de la antigua España es en el dia de absoluta necesidad. La empresa está ya muy avanzada, y no puede quedar empezada, ni mucho menos abandonarse sin que la Religión perezca, nuestra esclavitud sea más dura, y los hijos de país, la burla y el desprecio de españoles y extranjeros: pero lograremos el fin. La opinión es general, Valladolid es ya nuestra, Querétaro lo será muy pronto según las últimas noticias del

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Puede ser que en vista de mi Plan le haya ocurrido alguna duda; pero si así fuere, yo estoy pronto a resolverla, y en tal caso designando V un punto donde podamos concurrir personalmente para tratar estos asuntos verbalmente, no … en ir señalando un día fijo, aunque tenga que atravesar por las inmediaciones de Mejico.

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Exército y ayer he recibidó los partes más lisongeros de Aguascalientes, Río Berde y otros puntos donde con ganancia grande de tropa, armas y dinero, se ha proclamado la Independencia, y todo presenta el aspecto más favorable; pero ni esta ventajas, ni la superioridad en número y calidad de nuestras tropas, ni el valor y la constancia bastan, sin la unidad y uniformidad de sistema en todo el Reyno. Es pues necesario que todos cooperemos y trabajemos por establecer generalmente el que hoy tenemos entre manos, sobre el supuesto cierto, de que aunque tenga defectos, todavía es menos malo pasar por ellos, y más quedando tiempo para su reforma, que dividir la opinión.

De tropa, armas y dinero…, y todo presenta el aspecto mas favorable; pero ni esta ventaja, ni la superioridad en número y calidad de nuestras tropas, ni el valor y la constancia bastan, sin la unidad y uniformidad de sistema en todo el Reyno. Es pues necesario que todos cooperemos y trabajemos para establecer generalmente el que hoy tenemos entre manos, sobre el supuesto cierto, de que aunque tenga defectos, todavía es menos malo pasar por ellos, y mas quedando tiempo para su reforma, que dividir la opinión.”

Y Agustín de Iturbide, termina así la correspondencia: “Haga V quanto esté de su parte en este importante asunto, contando en todo evento con que le soy y seré siempre su apasionado [testado amigo y compañero que lo]…”

El Insurgente Guadalupe Victoria y su firma. Sería el Primer Presidente de los Estados Unidos Mexicanos.

De manera especial, sobresale la correspondencia del 2 de junio de 1821 para el Rey Fernando VII, ya reinstalado en el trono de la Corona Española: […] VM está bien penetrado Señor de los […] que ha sufrido este fiel pueblo desde el año de 1810, que tartamudeó el clamor de Independencia y si no lo está de que este es el deseo general, es por que los Directores de la Administración de su vasto Reyno […] VM atender si lo que […] aca y alla […] ni esto ni eso recibe de VM hoy auxilio personal que […] y necesita y que la Real Corona de VM no puede ni debe […] por que ME CONCEDA MI GOBIERNO o la EMANCIPACIÓN para que estos habitamos sean felices y pronto castigados o premiados según mis virtudes y eso que afortunadamente habría […] sancionado […] mismo, ni los […] hubieran dado mayor a su Real clemencia a […] de las necesidades y […] políticamente los bienes y males de una guerra de 11 años con los vínculos del comercio que es lo que forma el […] del siglo y la riqueza de los imperios.

Los mejicanos Sr. aman esta […] a VM lo mismo que los peninsulares y si toda su Real Corona y familia, […] lo ha declarado y […] CONMIGO EL EXERCITO DE LAS TRES GARANTÍAS y también la de […] hombres que errantes en los […] con el borran de […] O se lo han

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ocultado, o nos han pintado […] VM con bajos valores incapaces de sentimientos […] y filosóficos por mirar inter… de egoísmo que cada vez pensaban y abrumaban […] esta fiel porción de […] también les han marcado Sr con una infidelidad general y no es verdad Sr pues el Real y […] nombre de VM y el de sus progenitores lo proferimos los Americanos con la misma dulzura, alegría y amor que lo pueden proferir en la mas sencilla quita de la Península = Lo que sí siente Sr es ver si VM tan distante, y que […] clamores y […] llegan con fríos y helados para ver que llegan a los oídos piadosos de VM que o se desprecios por […] o se pierdan en los bastos negocios que rodean a su gobierno peninsular. Esta Sr bien resulta la cuestión en los mayores […] de que no pudiendo el gobierno […] INSURGENTES SE HAN UNIDO VELOZMENTE A MIS ÓRDENES, olvidando y detestando lo que tenía de EQUIVOCADO e INJUSTO SU SISTEMA […] mas a la necesidad que de la voluntad […] [testado].

En […] manifiestas puedo probar a VM y a toda la Europa que el amor de in… que he notado e evitar mil conspiraciones o […] que […] a este hermoso […] es el temple de los espiritus y el temperamento de […] y e atrevido a …a hablar con el compas político que me emprendido hacerlo y seguir e ejercitando con el sr virrey, el tiempo que […] si no […] continua su […] Pero mi cumplimiento […] con mi fidelidad si en este morimos no lo […] con la generosidad y filosofía que […] es de mi […].

(Atte: Agustín de Iturbide)2.

En el texto, Iturbide censura y rechaza el sistema virreinal que siempre fue injusto para los habitantes de la Nueva España y pide a Fernando VII le conceda “…MI GOBIERNO o la EMANCIPACIÓN…”.

La correspondencia del 2 de junio de 1821 permite decir que desde Acámbaro, Agustín de Iturbide ratifica el interés de proclamar la Independencia Nacional de la Nueva España, esto es, a 3 meses y medio de lo que sería la entrada triunfal del Ejército Trigarante a la ciudad de México. En forma previa, otros partidarios de la causa libertaria lo hicieron en Amoles, hoy Cortázar, y Valle de Santiago. Iturbide, con el respaldo de Vicente Guerrero, lo haría en Acámbaro con la lectura del Plan de Iguala. Debido a ello, puede decirse que Acámbaro es una de las primeras comunidades libres de la Nueva España. (Ecos 2, pp. 19-21.docx) BIBLIOGRAFÍA Argueta Saucedo, G. (Comp.). (2014). Acámbaro en la guerra por la Independencia Nacional: 1810-1821.

Acámbaro: Ed. Puente de Piedra.

Es de mencionarse que, desde el 2 de junio de 2014, a instancias de la Oficina de la Crónica Municipal, el Ayuntamiento de Acámbaro en turno realiza un acto cívico anual para conmemorar dicho suceso histórico.

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Fernando VII, Rey de España

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GRAL. JOSÉ MARÍA MAGAÑA PATIÑO INSURGENTE (1790-1872) Profr. Arturo García Constantino Cronista de Yuríria, Guanajuato.

Nació el 1 de abril de 1790 en el rancho de La Puerta de Andaracua en los límites de la laguna, perteneciente en aquellos tiempos a la jurisdicción de Yuriria, departamento de Celaya e intendencia de Guanajuato.

Fue hijo de doña Gertrudis Patiño Vda. de Magaña, conocida en la región como: “La Perla del Lago” por sus virtudes y patriotismo.

En octubre de 1810 doña Gertrudis entregó a su hijo al cura Miguel Hidalgo en el rancho de Loma de Zempoala, donde se encontraban acampadas las tropas insurgentes después de la toma de la “Alhóndiga de Granaditas” en la ciudad de Guanajuato, cuando se dirigían a la ciudad de Valladolid, hoy Morelia. El cura Miguel Hidalgo aceptó a José María, quien participa en el cambio social que se había iniciado con el Grito en Dolores.

José María Magaña inició su carrera militar el 17 de octubre de 1810 con la entrada de las fuerzas insurgentes a Valladolid; combatió después en el Monte de las Cruces, en Aculco, y el 17 de enero de 1811 en el Puente de Calderón. Marchó con Miguel Hidalgo a Zacatecas, donde al ser herido se trasladó a su hogar y al sanar, se incorporó a las fuerzas de José María Liceaga. Participó después con otros insurgentes como los Vargas y Albino García, librándose de la persecución de Agustín de Iturbide, hasta lograrse la Independencia de México.

Vivió en la ciudad de Yuriria durante los años posteriores a la Independencia, fue autoridad Municipal y en 1855 ascendió a general brigadier por el llamado emperador Maximiliano.

Fue hecho prisionero por la inclinación a ese bando político y posteriormente perdonado por Benito Juárez.

Regresó a Yuriria para vivir en su casa ubicada en el actual portal Hidalgo antes Zaragoza, al poniente del Jardín Principal.

Al final de su vida decidió ponerse a las órdenes de los imperialistas bajo la influencia clerical del Partido Conservador; por esta acción recibió el repudio de los yuririenses, viéndose obligado a radicar en la vecina ciudad de Valle de Santiago en donde murió el 24 de agosto de 1872, a la edad de 82 años, 4 meses y 24 días.

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JOSÉ GUADALUPE CHACA INSURGENTE

Nació en Yuriria del estado de Guanajuato, en el barrio de Santa María. Se unió a las filas de la insurgencia al pasar el cura Miguel Hidalgo por la laguna de Yuriria, específicamente por el rancho de Loma de Zempoala, cuando se dirigían a la ciudad de Morelia.

En el intercambio de conocimientos con los jefes insurgentes, surgió el acuerdo de concederle a José Guadalupe Chaca, el grado de asistente del general Vicente Guerrero por su lealtad a ese movimiento.

Fue cuando Nicolás Bravo y Vicente Guerrero desconocieron el gobierno de Agustín de Iturbide que el Guerrero fue mal herido, y Guadalupe Chaca, como su asistente, lo llevó al interior de una cueva atendiendo sus heridas hasta que logró su recuperación. El general nunca olvidó esta buena acción de su leal asistente a su persona, y en agradecimiento lo mantuvo siempre a su lado hasta que entraron a la Ciudad de México como componente de Ejército Trigarante.

Después de algún tiempo regresó a su tierra natal, acompañando a la dueña de la hacienda de Puerta de Andaracua, doña Gertrudis Patiño Vda. de Magaña, en uno de sus viajes a la ciudad de Chilpancingo, para la entrega de apoyo económico al general José María Morelos, en beneficio del movimiento. Como presidente de la República el general Vicente Guerrero, casó a José Guadalupe Chaca con una india originaria de Tixtla de nombre Felipa, quienes desde ese tiempo vivieron en Yuriria.

Edición Especial

Se ignora la fecha de nacimiento y por consiguiente la de fallecimiento del indio insurgente que llevó el nombre de José Guadalupe Chaca, originario de Yuriria, Guanajuato quien participara al lado del general Vicente Guerrero, entregando parte de su vida para lograr el triunfo de la Independencia de México. (Ef. de Yuriria, f. 32-33. J. Jesús Guzmán.)

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GENERAL DE DIVISIÓN TOMÁS MORENO Rosendo López Pérez Cronista de Moroleón

Tomás Moreno nació en la comunidad rural de Quiahuyo, el 7 de marzo de 1800. En 1815, siendo casi un niño, se adhirió a las filas de la insurgencia, en calidad de lancero, para luchar por los ideales de libertad, justicia e independencia que en otro momento encabezara el Padre de la Patria, don Miguel Hidalgo y Costilla. En 1821, por su valentía y arrojo, pasó a ser miembro de la vanguardia de Agustín de Iturbide que libró un histórico combate en Arroyo Hondo, Querétaro, conocido como “30 contra 400”, para abrir paso al Ejército Trigarante en su camino hacia la Ciudad de México, luego que Agustín de Iturbide y Vicente Guerrero pactaran un acuerdo de paz en Acatempan.1 Acorde con la tradición fijada por el cronista Alfonso Ortiz Ortiz (1971, pp. 9-17), por aquella valerosa hazaña Tomás Moreno fue ascendido al grado de alférez, lo que le confirió el honor de cabalgar con el ejército llevando al frente la bandera de las tres garantías durante su entrada triunfal a la Ciudad de México, el 27 de septiembre de 1821.

En 1836, Tomás Moreno combatió en la guerra de Texas y, en 1847 durante la intervención estadounidense. Además de ser caudillo de la Revolución de Ayutla en 1854 (Plan de Ayutla, 1854, p. 3), fue también precursor de la Reforma. En 1856, fue enviado por Comonfort al frente de 10 000 hombres a tomar la ciudad de Puebla, donde se hallaba acantonado un batallón del ejército conservador (Rivera, 1856).

En 1962, el general Tomás Moreno combatió nuevamente en la ciudad de Puebla, pero esta vez siendo asediada por el Ejército francés durante su segunda intervención en este país. En la batalla del 5 de mayo, en que se venció a los invasores, Tomás Moreno resultó gravemente herido, por lo que se retiró a convalecer en la Hacienda el Marqués, de Acapulco, donde finalmente falleció el 13 de junio de 1864.

Años después, el general Porfirio Díaz ordenó que sus restos fuesen trasladados desde Guerrero a México y depositados en un mausoleo que se erigió en su honor en el cementerio del Tepeyac (Vargas, 2003). El 6 de febrero de 1962, con motivo del centenario de la batalla de Puebla, Cirilo Heredia, biznieto del presidente Juan Álvarez, cumplió una promesa que su bisabuelo hiciera al general Tomás Moreno: al morir trasladaría sus restos a su tierra natal.2 En efecto, sus restos fueron exhumados y depositados dentro de un monumento erigido sobre el camellón de la Avenida Hidalgo, en el centro de la ciudad de Moroleón, donde ahora reposan en paz.

Bibliografía Ortiz Ortiz, A. (1971). General Tomás Moreno. Figura de dimensiones nacionales que Moroleón ha dado. Morelia.

Plan de Ayutla (1854). Jurídicas unam. Recuperado el 31 de julio de 2021, de https://archivos.juridicas.unam.mx/ www/bjv/libros/6/2713/38.pdf Rivera, A. (1856). “Anales de la Reforma, año 1856”. Antorcha.net. Recuperado de http://www.antorcha.net/biblioteca_virtual/historia/anales/1_3.html Vargas, F. (2003). Guanajuatenses de vida prócer y humilde. Guanajuato: Archivo General del Estado de Guanajuato.

Archivos y repositorios Biblioteca “Gral. Tomás Moreno”, Moroleón.

1

En “La voz de Juan Álvarez”, cartel editado por Cirilo Heredia en 1962; lugar de consulta: Biblioteca “Gral. Tomás Moreno”, Moroleón.

2

Acta de cabildo del H. Ayuntamiento de Moroleón, 13 de mayo de 1960. Acuerdo: “El H. Ayuntamiento recibe con beneplácito el permiso que

solicita el Lic. Cirilo R. Heredia para la construcción del monumento en honor al Gral. Tomás Moreno”.

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LA CONSUMACIÓN DE LA INDEPENDENCIA EN LEÓN Rodolfo Herrera Pérez Coordinador de Acervos de Apoyo del Archivo Histórico Municipal de León

Sin duda, Agustín de Iturbide, el realista que enarboló la causa de la Independencia, tiene un papel de primera importancia en el acontecer de la historia de la Nueva España. Entre 1816 y 1820 se operó un cambio y una maduración en sus ideas. Si bien sus detractores han visto este periodo como una etapa en la que se dedicaría a dilapidar su fortuna e inclinarse sin templanza a las disipaciones, estos años marcaron la transformación del dragón realista. En adelante antepondrá las ideas a la violencia y jamás volverá a usar de la crueldad, las armas dejaron el paso a las negociaciones y a la pluma (Loaeza, 2001, p. 125). He aquí algunas acciones que implementó para consumar la Independencia de la Nueva España.

Situado en Silao, dictó el 23 de abril de 1821 instrucciones para los comandantes de distritos y de la fuerza patriótica armada para la seguridad del campo y el auxilio del ejército, y la distribución de los distritos en el Bajío: “Se alistará en cada distrito la fuerza patriótica de caballería de que sea capaz por población y recursos, dividida en compañías que se denominarán ‘Compañías Patrióticas de Caballería Auxiliares del Ejército de las Tres Garantías’” (AHML, 1821, SD-IND-COM, caja 20, expediente 7).1 La distribución de distritos con expresión de los comandantes de cada uno, en el Bajío de la provincia de Guanajuato, fue la siguiente: “León y su jurisdicción: comandante don Francisco Castillo a su elección y orden el jefe y fuerza patriótica interior y su segundo don...”

San Pedro Piedragorda y su jurisdicción: comandante don Vicente Partida, su segundo don [...]

Pénjamo, su jurisdicción (a excepción de la hacienda de Cuerámaro y rancho de Pepe, Orcones, La Joya y Paso del León): su comandante don Francisco Tejada, su segundo don [...] Cuerámaro y ranchos citados: su comandante don Antonio Huidobro, su segúndo don [...] (SD-IND-COM, caja 20, expediente 8, 1821).

El 2 de junio, se nombró a Rosalino Reynoso, vecino de La Loza, alférez de una de las compañías patrióticas auxiliares del ejército, y a Juan Antonio de Hoyos, de la hacienda de Ocotes, teniente de una compañía de caballería de las Tres Garantías (AHML, 1821, SD-MLC-COM, caja 3, expedientes 49, 53). A continuación, la lista de los sujetos que fueron nombrados guardacampos, denominándose Compañía Patriótica e Infantería y Caballería de Guanajuato. León, julio de 1821:

1

Archivo Histórico Municipal de León (AHML), Subdelegación (SD), Independencia (IND), Comunicaciones (COM).

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Ante esta orden del primer jefe del Ejército de las Tres Garantías, coronel Agustín de Iturbide, se pidió voluntarios para formar la Compañía de Caballería en León. Llegaron jinetes de los pueblos del Rincón, haciendas de La Sardina y San Juan de Otates, ranchos de Los Coyotes, Los Ocotes y El Ranchito (SD-MLCCOM, caja 3, expedientes 19, 23, 24, 26, 27 30, 38, 70, 1821).

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Tabla 1. Lista de guardacampos Compañía

Clase Capitán Granaderos Teniente Subteniente 2ª de Infantería Subteniente Teniente 3ª de Infantería Subteniente Artillería Subteniente 1ª de Caballería Alférez Capitán 2ª de Caballería Teniente Teniente Teniente Teniente Teniente Teniente Teniente Teniente Caballería de Haciendas Teniente Teniente Teniente Teniente Teniente Teniente

Fuente: AHL, 1821.

Nombre Don Ignacio Sánchez Don Ignacio Rodríguez Don Miguel de Obregón Don Gregorio Manríquez Don Ramón Doblado Don José María Rodríguez Don Miguel Sánchez Don Cayetano Arcocha Don Francisco Urteaga Don Ramón Muñoz Don Luciano Sánchez Don Juan de Hoyos Don Merced de Torres Don Francisco Zaldívar Don Juan Ríos Don Ignacio Coz Don Rosalino Reynoso Don Juan Aguilar Don Rafael Guerrero Don Miguel Castro Don Claudio Palomino Don Atanasio García Don José Rocha

Teniente

Don Anacleto González

Alférez

Don Jacinto Buzo

Para formar un batallón de infantería, De Iturbide facultó a Pedro Otero, quien a su vez comisionó al teniente Ignacio Galindo para establecer en León la Bandera de Reclutas (AMHL, 1821, SD-MLC-COM, caja 3, expediente 68).

El 14 de mayo de 1821, llegaron a San Pedro Piedragorda una partida de 200 hombres de Nueva Galicia, al mando del capitán Pablo Ortiz de Rosas, quien el día 12 proclamó la Independencia en aquel pueblo pasando a ponerse a las órdenes del jefe del Ejército de las Tres Garantías (AHML, 1821, SD-IND-COM, caja 20, expediente 10).

Mientras tanto, las fuerzas insurgentes iban tomando poco a poco los últimos bastiones realistas. El 22 de mayo, Valladolid se rindió por capitulación y una porción de las tropas que la defendía se pasó al Ejército Trigarante, quedando toda la provincia por la causa independiente. De Iturbide derrotó y ejecutó el 31, en Acámbaro, al señor Evía, y el 19 de junio entraron a Guadalajara. El coronel Rafael Bracho y el teniente coronel Pedro Pérez San Juan, con 600 infantes, se entregaron a discreción en la hacienda de San Isidro, inmediata a San Luis de la Paz, de los cuales unos se unieron al ejército y otros se retiraron del servicio

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militar. Y el coronel Ángel Díaz del Castillo fue derrotado completamente (AHML, 1821, SD-IND-COM, caja 20, expedientes 11, 12, 14, 15, 19, 20).

El 23 de junio de 1821, el intendente de Guanajuato, Fernando Pérez Marañón, transcribió al subdelegado de León la orden de Agustín de Iturbide sobre quedar abolidos los derechos de subvención temporal y contribución directa de guerra, el de convoy, el de 10% sobre el valor de alquileres de casas, etcétera, para que desde ese día comenzara el pueblo a sentir los benéficos frutos de su Independencia (AHML, 1821, SD-JTC-BDS, caja 12, expediente 81).2 El comandante militar de León, el 25 de junio, recibió órdenes de Juan Arago para que auxiliara al Ayuntamiento para solemnizar la jura de la Independencia, como el primer jefe tenía mandado en toda la provincia. Al siguiente, que ayudara al alcalde primero constitucional para hacer efectivo el préstamo forzoso que De Iturbide había distribuido: 8 000 a Guanajuato, 6 000 a León, 4 000 a Silao y 2 000 a Irapuato.

El 29 de junio, De Iturbide, situado en Querétaro, ordenó al comandante militar de León, que en el término de dos días debían quedar absolutamente destruidas las obras de fortificación (AHML, 1821, SD-IND-COM, caja 20, expediente 27).

El pueblo se sintió emocionado por las nuevas y durante las celebraciones, donde había peleas de gallos y músicas nocturnas empezaron a gritar: ¡Mueran los gachupines!, y otras expresiones sanguinarias y contrarias a las ideas de la Independencia, por lo que el Ayuntamiento pidió ayuda al comandante Castillo para que contribuyera a cuidar el orden (AHML, 1821, SD-IND-COM, caja 20, expediente 3).

Agustín de Iturbide, en Querétaro, el 8 de julio, ordenó a Francisco Castillo que tuviera nombrados y listos a reunirse y marchar al primer aviso 120 patriotas de León, de los de más confianza, mejor montados y armados (AHML, 1821, SD-IND-COM, caja 20, expediente 33).

El 14 de julio, el conde de la Presa dio a conocer que Agustín de Iturbide había nombrado a los regidores José Ildefonso y José Francisco Arcocha, para recaudar las contribuciones espontáneas para el sostenimiento del ejército (AHML, 1821, SD-IND-COM, caja 20, expediente 33).

Después de diez años de guerra, la nación mexicana se levantó con voz propia ante el mundo, al ser proclamada por las Autoridades, Clero y pueblo su Independencia. Como en todo el país, el Ayuntamiento de León hizo lo propio, así lo revela la siguiente invitación:

Con arreglo a lo mandado por el señor don Agustín de Iturbide, Primer Jefe del Ejército Imperial, tiene señalado el muy Ilustre Ayuntamiento el día veinte y cinco del corriente a las ocho y media de la mañana, para hacer el juramento de la Independencia de este Reino, con las Autoridades y Administradores de Rentas Nacionales, en su Sala Capitular; y acto continuo deberá verificarlo el venerable clero y pueblo en la Iglesia Parroquial.

Y para este acto tenga el correspondiente lustre, según la grandeza del objeto a que se dirige, espera aquel Ayuntamiento concurra vos con toda la oficialidad a dicha Sala Capitular e Iglesia Parroquial, contribuyendo como Comandante Militar con todos aquellos arbitrios que están en sus alcances y le sugiera su gran celo y pa-triotismo para la mayor solemnidad”.

Dios guarde a vos muchos años. León, julio 21 de 1821.

El Conde de la Presa.

2

Archivo Histórico Municipal de Léon (AHML), Subdelegación (SD), Justicia (JTC), Bandos (BDS).

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“Señor Teniente Coronel y Comandante de las Armas, don Francisco Castillo.

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El Acta de Independencia del Imperio Mexicano, fue publicada en la villa de León el 27 de octubre de 1821; continuación se transcribe el texto íntegro: Don Pedro Cevallos, Conde de la Presa, Alcalde Primero Constitucional de esta villa y Presidente de su Ilustre Ayuntamiento.

Hago saber que el señor Intendente Jefe Político de esta provincia con oficio de veinte del actual, remite al Muy Ilustre Ayuntamiento el soberano decreto siguiente: La Regencia del Imperio se ha servido dirigirme el decreto que sigue. La Regencia del Imperio, Gobernadora Interina por falta de Emperador, a todos los que las presentes vieren y entendieren, sabed: que la Soberana Junta Provisional Gubernativa ha declarado lo siguiente: la Soberana Junta Provisional Gubernativa del Imperio Mexicano congregada en la capital de él, en 28 de septiembre inmediato anterior, pronunció la siguiente: Acta de Independencia del Imperio.

La Nación Mexicana que por trescientos años ni ha tenido voluntad propia, ni libre el uso de la voz, sale hoy de la opresión en que ha vivido. Los heroicos esfuerzos de sus hijos han sido coronados y está consumada la empresa eternamente memorable, que un genio superior a toda admiración y elogio, amor y gloria de su patria, principió en Iguala, prosiguió y llevó a cabo, arrollando obstáculos casi insuperables. Restituida pues esta parte del septentrión al ejercicio de cuantos derechos le concedió el Autor de la naturaleza, y reconocen por inenagenables y sagrados, las naciones cultas de la Tierra, en libertad de constituirse del modo que más convenga a su felicidad, y con representantes que puedan manifestar su voluntad y sus designios, comienza a hacer uso de tan preciosos dones y declara solemnemente por medio de la Junta Suprema del Imperio, “que es Nación Soberana e Independiente de la antigua España”, con quien en lo sucesivo no mantendrá otra unión que la de una amistad estrecha en los términos que prescriben los tratados; que entablará relaciones amistosas con las demás potencias, ejecutando respecto de ellas, cuantos actos pueden y están en posesión de ejecutarlas otras naciones soberanas; que va a constituirse con arreglo a las bases que en el Plan de Iguala y Tratado de Córdoba, estableció sabiamente el Primer Jefe del Ejército Imperial de las Tres Garantías; y en fin, que sostendrá a todo trance y con el sacrificio de los haberes y vidas de sus individuos (si fuere necesario), esta solemne declaración hecha en la capital del Imperio a veinte y ocho de septiembre de mil ochocientos veinte y uno, Primero de la Independencia Mexicana.

Agustín de Iturbide. Antonio Obispo de la Puebla. Juan O’Donojú. Manuel de la Bárcena. Matías Monteagudo. Isidro Yáñez. Lic. Juan Francisco de Azcárate. Juan José Espinosa de los Monteros. José María Fagoaga. José Miguel Guridi y Alcocer. El marqués de Salvatierra. El conde de Casa de Heras Soto. Juan Bautista Lobo. Francisco Manuel Sánchez de Tagle. Antonio de Gama y Córdova. José Manuel Sartorio. Manuel Velázquez de León. Manuel Montes Argüelles. Manuel de la Sota Riva. El marqués de San Juan de Rayas. José Ignacio García Yllueca. José María de Bustamante. José María Cervantes Velasco. Juan Cervantes y Padilla. José Manuel Velázquez de la Cadena. Juan de Horbegoso. Nicolás Campero. El conde de Jala y de Regla. José María de Echeverri y Valdivieso. Manuel Martínez Mancilla. Juan Bautista Razy Guzmán. José María de Jáuregui. José Rafael Suárez Pereda.

Anastasio Bustamante. Isidro Ignacio de Icaza. Juan Espinosa de los Monteros, vocal secretario.

Tendralo entendido la Regencia, haciéndolo imprimir, publicar y circular. México seis de octubre de mil ochocientos veinte y uno, Primero de la Independencia de este Imperio. Antonio Obispo de la Puebla, presidente. Juan José Espinosa de los Monteros, vocal secretario. José Rafael Suárez Pereda, vocal secretario. A la Regencia del Imperio. Por tanto, mandamos que se imprima y publique esta Acta, circulándola a todos los tribunales, jefes, gobernadores y demás autoridades, así civiles como militares y eclesiásticas para que por su parte la publiquen y circulen en todos los lugares y a todas las personas a quienes corresponda. En México a ocho de octubre de mil ochocientos veinte y uno, Primer Año de la Independencia. Agustín de Iturbide, presidente. Manuel de la Bárcena. Isidro Yáñez. Manuel Velázquez de León. A don José Manuel Herrera.

Y lo traslado a vuestra señoría para su más puntual y debido cumplimiento. Dios guarde a vuestra señoría muchos años. México diez de octubre de mil ochocientos veinte y uno. José Manuel Herre30

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ra. Señor Jefe Político de Guanajuato. Es copia fiel de su original, lo que certifico. Guanajuato, veinte de octubre de mil ochocientos veinte y uno. Juan José Coronel.

Y para que llegue a noticia de todos, mando se publique por bando y se fije en el paraje público acostumbrado. Dado en esta villa de León a 27 de octubre de 1821.

Conde de la Presa.

Por mandado de su señoría, José Miguel Sánchez, secretario del Ayuntamiento.

En noviembre del citado año, tan importante acto se llevó a cabo nuevamente bajo las disposiciones dictadas por la Soberana Junta Provisional Gubernativa del Imperio Mexicano: Don Pedro Cevallos, Conde de la Presa, Alcalde Primero Constitucional de esta villa y Presidente de su Ilustre Ayuntamiento.

Hago saber a todos los habitantes de esta villa, que el señor Intendente jefe político de esta provincia, con oficio de 24 del pasado, remite al Muy Ilustre Ayuntamiento el soberano decreto siguiente: La Regencia del Imperio se ha servido dirigirme el decreto que sigue: la Regencia del Imperio Gobernadora Interina por falta del Emperador, a todos los que las presentes vieren y entendieren, sabed: que la Soberana Junta Provisional Gubernativa ha decretado lo siguiente: La Soberana Junta Provisional Gubernativa del Imperio Mexicano, teniendo en consideración que, aunque en muchas ciudades y pueblos del Imperio, está ya solemnemente jurada y proclamada su Independencia, aun no se han practicado tan necesarios actos en esta capital y algunos otros lugares, ha venido en decretar y decreta: 1º Que el juramento y solemne proclamación de la Independencia de este Imperio se verifique en esta capital el día veinte y siete del corriente octubre, y en las demás ciudades que no la hayan proclamado dentro de un mes, después de recibida la orden que se les comunique.

3º Que antes de hacer este solemne juramento se lea en los Ayuntamientos el Acta de la Soberana de este Imperio declaratoria de su Independencia, el Plan de Iguala y el Tratado de Córdoba.

4º Que en la tarde del día prefijado, se haga con la mayor solemnidad posible, por las calles que elijan los Ayuntamientos, el paseo a pie, previo a la proclamación, hasta llegar a la plaza mayor, donde en un tablado elevado y adornado al intento, se haga por el alcalde de primera elección a nombre del pueblo, la proclamación en la forma y con la magnificencia que se hacían antes las juras de los reyes.

5º Que el día siguiente haya una magnífica función de iglesia para dar gracias al Todopoderoso.

6º Que los Ayuntamientos se manejen con toda la economía que no dañe la magnificencia de un acto tan augusto.

7º Que en el tiempo intermedio, los tribunales, oficinas y corporaciones, otorguen en sus mismos senos, privada y particularmente, el juramento debido bajo la fórmula expuesta en manos de sus 31

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2º Que para el día señalado concurran en la mañana a los Ayuntamientos para mayor solemnidad del acto, dos individuos nombrados de antemano por cada uno de los tribunales y corporaciones de la ciudad respectiva y presididos los Ayuntamientos por el Jefe Político donde lo haya, o por el Alcalde, donde no; otorguen individualmente el juramento debido bajo esta fórmula: ¿Reconocéis la soberanía de este Imperio representada por su Junta Provisional Gubernativa? Sí reconozco. ¿Juráis obedecer sus decretos, observar las garantías proclamadas en Iguala por el Ejército del Imperio Mexicano con su Primer Jefe, los tratados celebrados en la villa de Córdoba y desempeñar fielmente nuestro encargo en servicio de la Nación? Sí juro. Si así lo hiciereis Dios os ayude y si no os lo demande.

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presidentes o jefes, quienes lo deberán prestar de antemano en un mismo día ante el jefe político, después que este lo haya prestado en las de la Regencia del Imperio.

8º Que de los actos solemnes del juramento y proclamación que se hicieren, en consecuencia de las disposiciones precedentes, se remitirán testimonios a la Regencia del Imperio, y esta los pase a la Soberana Junta, quedando en las secretarías del despacho, la correspondiente noticia para exigir los que faltaren. Tendralo entendido la misma Regencia para disponer lo necesario a su cumplimiento y hacerlo imprimir, publicar y circular. México, seis de octubre de mil ochocientos veinte y uno. Primero de la Independencia de este Imperio. Antonio Obispo de la Puebla, presidente. Juan José Espinosa de los Monteros, vocal secretario. José Rafael Suárez Pereda, vocal secretario. A la Regencia del Imperio. Por tanto, mandamos a todos los tribunales, justicias, jefes, gobernadores y demás autoridades, así civiles como militares, de cualquiera clase y dignidad, que guarden y hagan guardar, cumplir y ejecutar, el presente decreto en todas sus partes. Tendráislo entendido para su cumplimiento y dispondréis se imprima, publique y circule. En México a seis de octubre de mil ochocientos veinte y uno. Agustín de Iturbide, presidente. Manuel de la Bárcena. Isidro Yáñez. Manuel Velázquez de León. A don José Manuel de Herrera. Y lo comunico a vuestra señoría para su inteligencia y debido cumplimiento. Dios guarde a vuestra señoría muchos años. México, diez de octubre de mil ochocientos veinte y uno, Primer Año de la Independencia Mexicana. José Manuel de Herrera. Señor Jefe Político de Guanajuato.

Y en cumplimiento de este soberano decreto, acordó el Muy Ilustre Ayuntamiento que el juramento solemne se verifique el día sábado veinte y cuatro del corriente a las diez de la mañana en su sala capitular, y el paseo a las cuatro de la misma tarde, saliendo de la dicha sala a la plaza mayor, plazuela de la Tercera Orden, calles del Reloj, Clavel y Cirineo, a entrar a la citada plaza mayor y dirigirse al tablado, en donde se hará la proclama prescrita, y no duda del celo y patriotismo acreditado de este vecindario, el mencionado Ilustre Ayuntamiento, se esmerarán en el aseo y adorno de dichas calles del paseo, blanqueando las casas, y el día inmediato domingo veinte y cinco en que se celebrará la función solemne de la iglesia, con el objeto de dar gracias al Todopoderoso e implorar el acierto y felicidad de este Imperio, está creído la citada Corporación asistirá su religioso y fiel vecindario a todos los actos, y para que éstos tengan el lustre que corresponde, mando se iluminen las casas de toda la villa por sus respectivos vecinos, las noches del 24, 25 y 26. Y para que llegue a noticia de todos y ninguno alegue ignorancia, ordeno se publique por bando en las cuatro bocacalles de la plaza mayor y se fije en el paraje acostumbrado. Dado en esta villa de León a 17 de noviembre de 1821 Conde de la Presa.

Por mandado de su señoría, José Miguel Sánchez, secretario del Ayuntamiento.

Publicado en 18 de dicho mes y año.

Así fue como los documentos del Archivo Histórico Municipal de León testimonian la manera en que fue jurada la Independencia de México en nuestra localidad.

bibliografía Loaeza, S. (2001). Gran Historia de México Ilustrada. Tomo V: El siglo XX mexicano. México: Ed. Planeta/Consejo Nacional para la

Cultura y las Artes. archivo o repositorio Archivo Histórico Municipal de León (AHML). 1821, Subdelegación-Independencia-Comunicaciones; Subdelegación-Milicias-Co-

municaciones; Subdelegación-Justicia-Bandos; Jefatura Política-Jefe Político-Bandos y Reglamentos. (párrafo francés)

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LA TRANSICIÓN AL ESTADO MODERNO MEXICANO: LA JUNTA PROVISIONAL GUBERNATIVA Diego Saúl Torres Solano Auxiliar de investigación en la Coordinación de Historia y Museo de Cultura Legislativa del Congreso del Estado de Guanajuato

El presente artículo tiene como objetivo ofrecer un panorama sobre la restructura política que se llevó a cabo en la Nueva España una vez firmada el Acta de Independencia del Imperio Mexicano, a través de la conformación de un corpus gubernativo que tuvo como objetivo hacer valer lo establecido en el Plan de Iguala y los Tratados de Córdoba, hasta la instalación del Congreso Constituyente.

La proclamación del Plan de Iguala el día 24 de febrero de 1821, declaró la soberanía nacional y la independencia de la Nueva España, así como la unión de esfuerzos entre Agustín de Iturbide y Vicente Guerrero.

Este hito marcó la transición hacia un Estado moderno mediante de una nueva estructura gubernamental cimentada en las Cortes de Cádiz; modelo en donde se daba cabida a representantes de las diversas provincias y que cuidaba de los intereses de las mismas. Posterior al Plan de Iguala fueron firmados los Tratados de Córdoba, el día 24 de agosto de 1821, mediante los cuales se reconoció la independencia del Imperio Mexicano, suscritos por el jefe político superior de la Nueva España, Juan O’Donojú, y Agustín De Iturbide, comandante del Ejército Trigarante, lo que daría paso al establecimiento de la Junta Provisional Gubernativa.

La entrada del Ejército Trigarante a la Ciudad de México el día 27 de septiembre de 1821 puso fin a más de una década de guerra entre los bandos insurgentes y realistas; a la cabeza, Agustín de Iturbide orquestó este acto triunfal que significó la unión de fuerzas en pro de consolidar la independencia del dominio español. Si bien la resistencia realista se vio disminuida, aún conservaban ciertos bastiones con el propósito de mantener la posesión de la Corona.

La tarea de reorganizar un vasto territorio y con autoridades que aún no definían claramente una postura política parecía compleja y no se podía permitir que la anarquía se mantuviera, dado que fue uno de los males que al inicio de la guerra de independencia llevó a pasar por serias dificultades a este movimiento. El día 28 de septiembre de 1821 se instaló la Junta Provisional Gubernativa que ejercería el poder legislativo y la cual se componía por 38 personas con base en lo establecido en el Plan de Iguala y los Tratados de Córdoba. Fue presidida por el obispo de Puebla, Antonio Pérez Martínez y Robles1 La importancia de establecer esta Junta Gubernativa se sustentaba en que esta asumiría la autoridad política de la novel nación y que concluiría sus funciones una vez instalado el Congreso Constituyente; a su vez dividió el ejercicio de la administración pública mediante el establecimiento de las secretarías de despacho: Relaciones Interiores y Exteriores, Justicia y Eclesiástico, Hacienda y Guerra2, también decretó el ”Acta La Junta Provisional Gubernativa fue integrada también por dos vocales, Juan José Espinosa de los Monteros y José Rafael Suárez Pereda.

José Luis Soberanes Fernández (2019) menciona que otras de las facultades de esta Junta fueron que tendría el título de Soberana y el tratamiento de majestad, la junta tendría las mismas facultades que la Constitución de Cádiz otorgó a las Cortes españolas.

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de Independencia del Imperio Mexicano” que fue firmada el mismo día y a su vez nombró una Regencia que representaría al poder Ejecutivo que sería encabezada por el propio Agustín de Iturbide, quien se perfilaba como un actor político importante en este proceso de transición, puesto que el modelo político que se buscaba implementar era una monarquía constitucional. En el discurso pronunciado durante la instalación de la Junta, De Iturbide hizo hincapié en que se trabajaría por cimentar las bases de un imperio que sería el “más grande y respetable”.

La heterogeneidad de ideas entre los integrantes de la Junta y los anhelos políticos De Iturbide pronto generó conflictos en torno al rumbo que se daría durante esta transición política3, la tensión entre opositores aumentó respecto de los proyectos que De Iturbide llevaría a cabo, y el contrapeso de poder impediría regresar a un gobierno absolutista del cual ya se había tenido constancia con el dominio ejercido por la metrópoli.

De Zavala (1985) menciona que De Iturbide describió en sus memorias: “Mis medidas hasta entonces habían obtenido la aprobación genera, y no se habían frustrado mis esperanzas en ningún caso. Pero luego que la junta entró en el ejercicio de sus funciones, alteró los poderes que le habían sido acordados, y pocos días después de su instalación, yo ya preví cual seria probablemente el resultado de todos mis sacrificios”

De acuerdo con lo establecido en los Tratados de Córdoba, el día 17 de noviembre de 1821 fue publicada la Convocatoria al Congreso Constituyente y se previó su instalación el 24 de febrero de 1822, una vez realizado este acto el nuevo congreso se comprometió a “defender y conservar la religión católica, guardar la independencia de la nación mexicana y formar la constitución sobre las bases del Plan de Iguala los Tratados de Córdoba”4. Al ser coronado De Iturbide como emperador de México trató de implementar el Reglamento Provisional Político del Imperio, con lo cual aumentaron las tensiones entre este y el Congreso; finalmente, el 31 de octubre de 1822 el soberano ordenó la disolución de la Cámara y el establecimiento de una Junta Nacional Instituyente.

Lorenzo de Zavala (1985) en su ensayo histórico señala que “Iturbide encontró enemigos varios miembros de la Junta llamada soberana, entre ellos a D. José María Fagoaga, D. Francisco Sánchez de Tagle, D. Hipólito Odoardo y D. Juan Orbegozo” (p.101). Y quienes conformaron un partido de oposición al que según el propio De Iturbide se contraponía los intereses de la patria, p. 101 3

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El 14 de noviembre de 1821 se expidió el “Reglamento para el gobierno interior de la Soberana Junta Provisional Gubernativa del Imperio Mexicano”, en el cual se enumeraron las atribuciones de la misma, con el objetivo de dar certeza a los trabajos que realizarían y cimentar las bases de lo que sería el Congreso Constituyente. Este reglamento nos permite apreciar que al no tener todavía una constitución americana, los juramentos realizados se llevaban a cabo sobre un ejemplar de este texto, de la Constitución de Cádiz, del Plan de Iguala de los Tratados de Córdoba.

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En el discurso de instalación de la junta, Iturbide mencionó: “[…] la junta extraordinaria que convoqué en 16 del inmediato Octubre, no se pudo disimular que caminábamos al más horroroso precipicio. Para no caer en él ha sido necesario dar un paso retrógrado, y si ha de ser seguro es inexcusable que sea no sobre las huellas extraviadas que seguíamos últimamente, sino sobre las primeras del Plan de Iguala por donde llegamos al difícil y glorioso término de nuestra Independencia. Volvamos, señores, á tomar animosamente este seguro camino regado de sudores y laureles. Marchemos sobre él con paso firme y sereno y la felicidad de la Nación será obtenida.”

Las medidas adoptadas causaron gran malestar entre algunos caudillos insurgentes y partidarios De Iturbide, generando con ello levantamientos contra la autoridad imperial y buscando otro modelo político. Fue hasta el 1º de febrero de 1823, con la proclama del Plan de Casa Mata, que proponía la abdicación al trono del emperador y el restablecimiento del Congreso que pronto tiene un gran número de personajes y pueblos adheridos. Finalmente, De Iturbide accedió a restituir la Cámara para mantener la paz, iniciando nuevamente sesiones el 7 de marzo de 1823.

Bibliografía Alamán, L. (1849-1852). Historia de México: desde los primeros movimientos que prepararon su independencia en el año de 1808 hasta la época presente (5 volúmenes). México: Impr. de J. M. Lara. Disponible en Colección Digital de la Universidad Autónoma de Nuevo León: http://cdigital.dgb.uanl. mx/la/1080010752_C/1080010752_C.html Carmona Dávila, D. (2021). Cronología: 1821-1848. Del Imperio a la ocupación norteamericana. Disponible en Memoria Política de México: http://www.memoriapoliticademexico.org/2impocupacion.html Castro Castillo, A. (2011). Primera etapa. Funciones de Estado básico (1821-1836). Colección 200 años de administración pública en México. Tomo ii, volumen i: Génesis y evolución de la administración pública descentralizada. México: Instituto Nacional de la Administración Pública. Disponible en https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/7/3358/5.pdf De Iturbide, A. (1822). 1822 - Discurso de Don Agustín de Iturbide en la instalación de la Junta Nacional Instituyente. Disponible en Memoria Política de México: http://memoriapoliticademexico.org/Textos/2ImpDictadura/1822DDA.html De Zavala, L. (1985). Ensayo histórico de las revoluciones de México desde 1808 hasta 1830 (Edición facsimilar). México: Fondo de Cultura Económica.

Soberanes Fernández, J. L. (2012). El primer Congreso Constituyente mexicano. Cuestiones Constitucionales (27), 312-381. Recuperado el 4 de marzo de 2021, de http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1405-91932012000200010&lng=es&tlng=es Soberanes Fernández, J. L. (2019). Una historia constitucional de México (Tomo i). México: Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Jurídicas.

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Junta de Gobierno y Coordinación Política

Diputado J. Jesús Oviedo Herrera Presidente Diputada María Magdalena Rosales Cruz Vicepresidenta Diputado Héctor Hugo Varela Flores Vocal Diputado Isidoro Bazaldúa Lugo Vocal Diputada Vanessa Sánchez Cordero Vocal Diputada María de Jesús Eunices Reveles Conejo Vocal Diputado Juan Elías Chávez Vocal Diputado Jaime Hernández Centeno Vocal

Secretaría General del Congreso del Estado de Guanajuato

Mtro. José Ricardo Narváez Martínez Secretario General del Congreso del Estado de Guanajuato

Dirección del Diario de los Debates y Archivo Histórico

Alberto Macías Páez Director del Diario de los Debates y Archivo General María Victoria Baeza Vallejo Coordinadora del Archivo Histórico Diego Saúl Torres Solano Coordinador del Museo de Cultura Legislativa Francisco Rocha Balderas Asesor del Archivo Histórico

ECOS DE NUESTRA MEMORIA PARLAMENTARIA

“CONMEMORACIÓN DEL BICENTENARIO DE LA INDEPENDENCIA DE MÉXICO EN GUANAJUATO, 1821-2021”