El 24 de julio de 1824 el Congreso en sesión Extraordinaria, el C. Presidente manifestó que la Providencia nos acababa de libertar de una guerra cruel y de los males en que iba a sumergirnos la venida de D. Agustín de Iturbide. Se leyeron dos oficios remitidos por el Gobierno, uno que se informa sobre su llegada y fuga, el segundo comunicaba la noticia de su muerte.
Se acordó dar orden al gobierno de solemnizar esta noticia, acordándose inmediatamente se circulase a los Pueblos una Proclama.