2 minute read

La búsqueda de la virtud: entre el cine y la historia

por Mónica Jara, Directora de Relaciones Institucionales, Escuela de Liderazgo USS.

Gladiador es una de esas películas que podemos ver infinitas veces y, al menos en mi caso, retomar desde cualquier punto cuando de pronto aparece en algún canal mientras hago zapping. Una trama llena de detalles y personajes que nos acercan a Roma y su grandeza, desde la mirada de un general que producto de su cercanía con el emperador Marco Aurelio, se convierte en blanco de venganza para un ambicioso hijo, interpretado magistralmente por Joaquin Phoenix.

Si bien no es correcto, como muestra la película, que Cómodo causara la muerte de su padre, su elección como sucesor ha generado debate entre entendidos por las pocas competencias exhibidas para el cargo,

considerando que Marco Aurelio es reconocido (además de ser un destacado gobernante y estratega militar) por contribuir en el ámbito de la filosofía, siendo uno de los referentes más importantes del estoicismo. La búsqueda de la virtud que caracteriza a este emperador – y que podemos observar en su representación prudente y que anhela el bien de Roma – contrasta con la figura de un Cómodo frívolo y sin escrúpulos que, según versión de historiadores, efectivamente bajó a la arena a disputar duelo contra gladiadores, sólo con el afán de presumir sus habilidades de combate y ser aclamado por el público. Estas incursiones generaron controversia en atención a su dignitas, atributo que en la sociedad de aquella época a no todos se reconocía.

Si bien, quienes realmente dan muerte a Cómodo provienen de la guardia pretoriana, hacia el final de la película y aparentemente como iguales en la arena del coliseo, el combate a muerte entre los protagonistas representa la herencia de virtud de Marco Aurelio que busca la libertad, frente a la vanidad del nuevo emperador que pretende afianzar su poder eliminando toda amenaza. En la vida real, con Cómodo termina la línea sucesoria de la dinastía de los Antoninos y comienza un periodo de inestabilidad política, mientras que, en el cine, Máximo logra imponer la voluntad de Marco Aurelio y es el justo vencedor de la contienda, pues en palabras de Cicerón “El honor es el premio de la virtud”.

This article is from: