Conexión 2.0 - 4T 2015

octubre-diciembre 2015

El sueño

de servir

Crónicas de un misionero

Libros quemados en el país de Montag La historia del lugar donde estaba prohibido pensar

Psicología: Analfabetos emocionales

Qué hacer cuando no sabemos qué hacer

Crash: Consecuencias Llegamos al final de este atrapante relato

Ser: Un químico y un ingeniero nos cuentan sobre sus trabajos

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garabatos

Cristian Franco

Óxido

Así como el hierro se oxida por falta de uso, también la inactividad destruye el intelecto.

(Leonardo Da Vinci).

“¿Has visto hombre solícito en su trabajo? Delante de los reyes estará; No estará delante de los de baja condición” (Prov. 22:29).

E

ste libro contiene relatos verdaderamente llamativos y dramáticos, de los cuales, en muchos casos, su autor es un testigo de primera fila. Relatos que te ayudan a rescatar enseñanzas que recordarás mucho tiempo y que colocan señales de alerta para evitar aquellos caminos que solo producen sufrimiento y dolor sin sentido.

“Hay camino que al hombre le parece derecho; pero su fin es camino de muerte”.

Prov. 14:12

Pablo Ale | Director de Conexión 2.0, edición en español

El

editorial

selfie stick

de

Isaías

“Nuestro gran tormento en la vida es estar solo, y todos nuestros actos y esfuerzos tienden a huir de esa soledad”.

Guy de Maupassant.

L

as grandes ideas suelen surgir ante las grandes necesida­ des. En 1983, mientras estaba de vacaciones en París con su familia, el japonés Hiroshi Ueda, un entusiasta de la fotografía y empleado de la fábrica Minolta, sufrió un hurto inesperado. Él pidió a un joven que pasaba por la calle que le tomara una fotografía con su familia, pero el “solidario” tran­ seúnte salió corriendo con su cámara. Desde entonces, Hiroshi Ueda se prometió a sí mismo que nunca más le ocurriría eso.

Así, creó una especie de bastón para sostener la cámara y alejarla de las personas, con el fin de obtener una fotografía.

En un principio, la idea no tuvo nada de apoyo. Sin embargo, el inventor logró convencer a la compañía Minolta, en la cual trabajaba, de darle una oportunidad a su invento. Su salida al mercado fue un rotundo fracaso; no tuvo la recepción que aho­ ra tienen los selfie sticks (o palitos para selfies). Pero eso no impidió que Ueda siguiera registrando sus vacaciones con su curiosa creación.

Pasaron los años, y él registró sus patentes de invención.

“La usé y la sigo usando todo el tiempo. Es una extensión de mi brazo; donde quiera que vaya, la llevo en mi bolso”, declaró Ueda.

La vigencia de su patente expiró en 2003, cuando to­ davía no había salido al mercado toda la nueva generación de teléfonos inteligentes, que inició el furor por las auto­ fotos. Hoy, los selfie sticks se venden por doquiera, y son ya un ar­ tefacto casi imprescindible.

Sin embargo, no todo lo que reluce es oro. Este aparentemente inofensi­ vo soporte para cámaras fotográficas y celulares (una especie de “vari­ ta del narcisismo”) se convirtió en un instru­ mento peligroso en los museos de Europa, que temen que el público, más preo­ cupado por salir bien en la foto que por ver las

obras de arte, dañe el valioso patrimonio por causa de este famoso palito.

Por su parte, las galerías de arte de los Estados Unidos ya empezaron a tomar medidas y, una a una, están restrin­ giendo el uso, en sus salas, de los extensores para autofoto.

“Si gracias a este instrumento los visitantes tienen un brazo de tres veces la longitud del suyo, significa que están inva­ diendo el espacio personal de alguien más”, consideró Sree Sreenivasan, del Museo Metropolitano de Arte de Nueva York.

Asimismo, en junio pasado, los famosos parques de Dis­ ney de los Estados Unidos, París y Hong Kong resolvieron prohibir esta varilla para tomar fotos. Las razones son de seguridad, ya que un usuario puede golpearse con ellas en los juegos de movimiento o pueden enredarse en el meca­ nismo de los juegos.

Paradojas de esta vida. El inventor de este “palito fo­ tográfico” no pudo cobrar nada por su creación, y ahora que estos artefactos se pusieron de moda empiezan a ser prohibidos.

Las grandes necesidades suelen hacer surgir grandes ideas. La necesidad de compañerismo, altruismo y solida­ ridad por la que surgió el selfie sticks, contrasta notable­ mente con el egoísmo, la avaricia y el desinterés impe­ rante hacia el otro (a veces, simplemente por ser otro), y nos hace pensar en qué tipo de sociedad vivimos.

No sé si usaste alguna vez esta varilla extensiva.

Tampoco conozco cuál será el futuro de este invento.

Lo que sí sé es que Dios tiene largos brazos para llegar hasta nosotros y abrazarnos con amor. Isaías 59:1 es el selfie sticks del Antiguo Testamento: “He aquí que no se ha acortado la mano de Jehová para salvar, ni se ha agravado su oído para oír”.

Dios es un Dios cercano, que está, que no te abandona, que no te falla, que no te roba los sueños, como el ladrón de Juan 10:10. Él es el Buen Pastor de Juan 10:10, que vino para que tengas una vida abundante.

Pronto 2015 quedará en la historia. An­ tes de que eso suceda, sigue el consejo de Santiago 4:8: acércate a Dios y purifica tu co­ razón.

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Menú

2 Garabatos 3 Editorial 6 Nota de tapa 11El muro de... Óxido

La importancia del trabajo.

El selfie stick de Isaías

Las ventajas de estar cerca de Dios.

El sueño de servir

Relatos de un joven apasionado por la misión.

Su historia puede ser la tuya.

Rut

Valor supremo para una hazaña extraordinaria.

12Psicología 13Tecnoestudio 14Noticias de Dios

Analfabetos emocionales

Qué hacer cuando no sabemos qué hacer.

Asómate por la puerta

Entra y disfruta de las ventajas del portal.

Entre conejos y serpientes

Una lucha desigual nos recuerda qué parte del conflicto cósmico nos toca desempeñar.

16Semillas al viento Ovejas fluorescentes

Descubre la importancia de la verdadera humildad.

17Hemisferio izquierdo Claves para mantener tu mente en forma

Ejercita tu cerebro para obtener los beneficios de la lógica.

18Pictorias (relatos gráficos) 20Ser...

22Un libro abierto Navidad

¿Cuál es el verdadero origen de esta popular celebración?

Químico / ingeniero comercial

Dos profesionales nos cuentan sus experiencias académicas y laborales.

Libros quemados en el país de Montag

La historia del lugar donde estaba prohibido pensar.

“Ayudar

al que lo necesita

no solo es parte

sino de

del deber,

la felicidad”

(José Martí).

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Traveling

Lisboa: belleza pura a orillas del Tajo

Cruzamos el Atlántico para visitar el pequeño país de Portugal.

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Charlemos de noviazgo

¿Es la persona ideal para mí? (parte 2)

Cuando tener la misma creencia religiosa juega un papel vital.

28 30Globósfera Crash

Prohibida la reproducción total o parcial de esta publicación (texto, imágenes y diseño), su manipulación informática y transmisión ya sea electrónica, mecánica, por fotocopia u otros medios, sin permiso previo del editor.

Conexión 2.0 Año 10 - Nº 37 Octubre-Diciembre de 2015 Director: Pablo Ale.

CONEXIÓN 2.0 ES UNA PUBLICACIÓN DEL DEPARTAMENTO DEL MINISTERIO JOVEN DE LA DIVISIÓN SUDAMERICANA DE LA IGLESIA ADVENTISTA DEL SÉPTIMO DÍA. EDITADA E IMPRESA TRIMESTRAL­ MENTE PARA LA DIVISIÓN SUDAMERICANA POR SU PROPIETARIA, LA ASOCIACIÓN CASA EDITORA SUDAMERICANA, EN TALLERES PROPIOS DE AV. SAN MARTÍN 4555, B1604CDG FLORIDA OESTE, BUENOS AIRES, REP. ARGENTINA. DOMICILIO LEGAL: URIARTE 2429, C1425FNI CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES. REGISTRO NACIONAL DE LA

Diseño: Leandro Blasco.

PROPIEDAD INTELECTUAL:

Ilustración: Leandro Blasco, Shutterstock.

5218365

Pruebas: Jael Jerez / Pablo M. Claverie.

Suc. Florida (B)

Consecuencias

Llegó el final de esta atrapante historia.

Fotos, reflexiones, noticias y algo más.

Y Central (B)

Gerente general: Gabriel Cesano.

IMPRESO EN LA ARGENTINA CORREO ARGENTINO

Gerente financiero: Marcelo Nestares.

FRANQUEO A PAGAR

Director editorial: Marcos G. Blanco.

Gerente de Comercialización: Sixto Minetto.

Gerente de Producción: Julio Ciuffardi.

Gerente de Logística: Leroy Jourdán.

Gerente de Educación: Isaac Goncalvez.

CUENTA Nº 10272 Correo electrónico: conexionja@aces.com.ar http://www.aces.com.ar -107466-

nota de tapa

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El sueño de servir crónicas de un misionero

Alexis Villar (Comunicador social, 28 años) es, por sobre todo, un voluntario de corazón. Ha servido a la iglesia en la Argentina, el Brasil, Estados Unidos, República Dominicana, Zambia y Nepal.

L

a tierra comenzó a moverse, y los vidrios vibraban de un lado hacia el otro, a punto de estallar. La gente corría, gritaba, se mi­ raban unos a otros como buscando respuestas, ante tantas preguntas: ¿Hacia dónde vamos? ¿Qué hacemos? ¿Y si se cae este edificio?

Me encontraba en Thamel, centro de Kat­ mandú. El día era soleado. Las calles son bas­ tante angostas ahí; y cuando todo empieza a temblar, la gente sale a la calle. Fueron segun­ dos “eternos”; pero, gracias a Dios, el sismo se detuvo. Luego de unos minutos, la gente se tranquilizó y todo siguió su rumbo. Todo había terminado.

Mientras estaba sentado en el aeropuerto de Ezeiza (Rep. Argentina), a punto de em­ barcar, me preguntaba: “¿Cuál es el propósi­ to de ir hasta Nepal? ¿Por qué a mí? ¿Por qué ahora?” Era consciente de que un viaje de esa magnitud tiene componentes interesantes, ya sea por la realidad de la catástrofe, el tiempo

fuera de mi hogar y por la distancia a recorrer (16.496 kilómetros). Entonces, recién entonces –sí, a punto de tomar el avión– dimensioné cuán importante es el servicio.

Personalmente, creo que el servicio implica muchas cosas, de las que uno nunca se olvida.

En primer lugar, Nepal estaba sufriendo las consecuencias de dos terremotos que ha­ bían impactado varios distritos durante los días pasados. Más de ocho mil personas ha­ bían muerto, los servicios habían colapsado, la tierra cambió su formato en muchos lugares y los puestos de salud no daban abasto. ¿Es tan cierto lo que cuentan los medios de comuni­ cación? ¿Realmente las cosas están tan mal?

Estando en tierra nepalí, pude ver con mis propios ojos la situación que estaban viviendo, desde los mismos trabajadores de ADRA has­ ta los que recibían la ayuda humanitaria que se estaba brindando. Los rostros de su gente comunicaban más que los edificios caídos. En

ellos se podía percibir el temor, la angustia, la ansiedad, el estrés de vivir sin saber si al otro día iban a despertar. Es difícil vivir así.

Sin lugar a dudas, el servicio también tiene estas características. No siempre la situación es gratificante o placentera. Muchas veces nos encontramos con estos escenarios, donde el miedo y el temor son los protagonistas en un país recién golpeado. “Mis hijos están bajo es­ combros”; “Perdí a toda mi familia”; “No sé qué hacer”, son frases que se pueden escuchar vez tras vez. Servir a los demás implica estar dis­ puesto a encontrarte con diferentes realidades a las que no estamos acostumbrados. Dormir con una mochila preparada con todo lo nece­ sario para salir corriendo por si otro terremoto te sorprende durante la noche, no es algo muy habitual, por lo menos, en mi vida.

En segundo lugar, está el hecho de “dejar el hogar”. Muchas veces, esto significa alejarse de los afectos, de aquellos que aprecias y amas. En

Texto y fotos: Alexis Villar

tu caso pueden ser esposa, hijos, padres, novio o amigos... Alejarse del lugar en el cual te sientes seguro y querido; de esto también se trata el servicio. Dejar algo... para llevar algo. El servicio implica, muchas veces, crear puentes para llegar al otro lado y realizar tu sueño de servir.

Por eso, el servicio es construir y reconstruir, armar y diseñar vínculos. Es verte a ti mismo en la otra persona, a quien no conoces pero con quien empatizas. Estar a su lado, brindar ayuda, no desde la superioridad, sino desde la igualdad.

El servicio es estar al lado de aquellos que te necesitan; y casi siempre implica dejar tu “zona de confort” para crecer como persona.

Cuando una oportunidad de servicio se pre­ senta, varias preguntas vienen a la cabeza. Y tal vez no tengamos respuestas para todas, o quizá para ninguna de ellas. ¿Está bien que vaya? ¿Y si me sucede algo? ¿Tanto tiempo es? Y allá ¿qué va a pasar? ¿Tengo que ir yo sí o sí? ¿Tan lejos? ¿Justo ahora? ¿No hay otra persona?

Cruzar ese puente implica confiar; en este caso, en Dios. Lo importante de todo esto es que las respuestas a esas preguntas las tiene él.

Y, en tercer lugar, la distancia. Particular­ mente, ya había volado muchas horas en un via­ je que hice desde Washington, Estados Unidos, hasta Adis Abeba, Etiopía. Fueron trece horas y media de vuelo. Cansador, como cualquier via­ je de esas dimensiones. En este caso, el vuelo desde Buenos Aires hasta Katmandú involucró dos aviones, y un total de 22 horas de vuelo.

Sí, casi un día arriba de un avión; lógicamente,

por algunas horas de distancia entre un avión y otro. Pero créanme que ya no sabía cómo aco­ modarme en el asiento. Sin embargo, más allá de las horas y las distancias “terrenales” que recorrí, existen “otras” distancias que debemos recorrer para servir. No siempre el servicio está “a la vuelta de la esquina”.

Varias veces la distancia por recorrer no tiene que ver con distancias físicas, sino per­ sonales, sociales, mentales y espirituales. Es importante creer que puedes porque Dios irá contigo, no porque creas que puedas solo. Ya sea en un barrio cerca de tu casa o al otro lado del mundo, esas distancias se encuentran en tu mente, en la forma de ver la vida. Tienen

nota de tapa

correlación con la perspectiva con la que ves a tu prójimo, al otro. Eso definirá la forma y la actitud que tengas para el servicio.

Indudablemente, no es lo mismo estar lejos de tu familia que estar cerca; pero me refiero a que las distancias no siempre se miden en ki­ lómetros. Muchas veces, para atravesarlas hay que hacerlo de rodillas, hablando, creyendo y confiando en Dios. Involucra dejar el “yo” a un lado y viajar hasta encontrar el “tú”. Tal vez, sientas que lo que te motiva está “lejos” de tu alcance, distante... Pero eso es mentira. No existe nada que no puedas hacer de la mano de Dios. Para servir, hay que recorrer distancias que no siempre se pueden medir.

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nota de tapa

Las diferentes emergencias en la Argentina me han enseñado mucho sobre el valor de la vida. Qué importante es, y cuán poco la valora­ mos. Tal vez, subestimamos demasiado el pre­ cio de la vida. Pero tanto en la Argentina como en Nepal la gente sufre. Sufre porque pierde su casa a raíz de una inundación, un incendio, un terremoto o lo que fuere. En sus rostros se ven lágrimas, llanto, la tristeza de quedarse con

nada y tener que empezar de nuevo... si es que tienen la oportunidad para hacerlo.

Sentí, en este viaje, que Dios me tocó la puerta. En serio, no fue nada fácil abrirla. Pero, con la ayuda y el apoyo de los que amo, fue posible. ¿Sabes algo? Estas son las oportunida­ des que Dios da para ser mejores hijos suyos, crecer y ver que el mundo no termina en nues­ tras narices.

El servicio involucra muchas cosas. A ve­ ces, las circunstancias no son las mejores. “De­ jar el hogar” siempre es difícil, y la distancia a recorrer no siempre es física.

Pero, sin dudas, ¡es la mejor experiencia del mundo!

Y tú, ¿te animas a vivir la experiencia del servicio?

nota de tapa Miguel Roth, fotógrafo de ADRA Argentina, capturó estas imágenes como parte de su traba­ jo de comunicar por medio de una imagen. Aquí, detalla sus impresiones sobre cada foto.

Voluntarios de ADRA Argentina buscan liberar un tractor municipal que llevaba suministros a comuni­ dades aisladas.

Vuelve a llover. El equipo de res­ puesta a la emergencia que se desplegó en San Nicolás (Prov. de Buenos Aires, Argentina) evalúa la situación luego de la inundación.

El tesoro en las manos. Un niño Wichí sostiene la artesanía con­ feccionada en Chagüar por su madre. ADRA Argentina llevó a cabo, junto a la comunidad Wi­ chí de La Misión (El Impenetrable, prov. de Salta, Argentina) la pri­ mera feria artesanal indígena en Rivadavia Banda Sur. Fer es Asistente Social. Conformó el equipo de respuesta a la emer­ gencia de ADRA Argentina en la histórica crecida del Bermejo.

Llevó adelante la promoción de la higiene en comunidades afecta­ das por la inundación y asistió a familias damnificadas, ayudando desde ancianos hasta a bebés.

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nota de tapa

La Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA) es la organización humanitaria de la Iglesia Adventista del Séptimo día; nuestra ONG. A través de nuestra red internacional, proveemos de asistencia en de­ sastres y desarrollo a individuos en más de 130 países, independientemente de su etnia, filiación política o asociación religiosa.

En la Argentina, si bien tiene presencia desde hace más de una dé­ cada, se estableció en 2007 formalmente como agencia humanitaria y de desarrollo.

Nuestro objetivo es ayudar a las personas, imitando el ejemplo de Je­ sucristo, haciendo del mundo un lugar más justo.

En cooperación con comunidades, organizaciones y gobiernos, busca­ mos mejorar la calidad de vida de las personas a través de seis áreas de acción: 1.

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Desarrollo económico.

Agua e infraestructura.

Educación.

Salud.

Seguridad alimentaria.

Respuesta y reducción del riesgo de emergencias y desastres.

Niños juegan en el mismo vado del cual se abas­ tece la comunidad en Quebracho Baleado, prov. de Chaco, Argentina. En el país existen cientos de co­ munidades con graves necesidades de suministro de agua. ADRA Argentina trabajó en el lugar y ahora las familias disfrutan de agua segura.

Puentes Aéreos. Los caminos quedaron bajo agua.

Hay comunidades a las que solo es posible asistir a través del aire. Es una histórica crecida del Río Bermejo en 2015, en El Impenetrable.Luego de la

A diferencia de lo que muchos piensan, en ADRA nos financiamos con aportes privados (95%), esto quiere decir que necesitamos del apoyo eco­ nómico de individuos como tú, tus padres o tus amigos, para poder fun­ cionar.

Te invitamos a que colabores con nosotros haciéndote socio, entérate cómo en www.adraargentina.org o llamando al (011) 5295-2828.

Evaluación de Daños y el Análisis de Necesidades (EDAN), el equipo de respuesta a emergencias de ADRA Argentina accede a parajes aislados para brindar asistencia (El Impenetrable, Argentina).

Pequeño baquiano. Desde su infancia, los niños Wichís viven en constante contacto con la na­ turaleza, adquiriendo así conocimientos que les servirán para mantener con vida a su comunidad.

Rut

el muro de...

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E

ste libro contien llamativos y dra en muchos casos, de primera fila. R rescatar enseñan tiempo y que col evitar aquellos c sufrimiento y do

Rut (Basado sobre Rut 1 al 4) Estado

Foto Acontecimiento importante

Rut es ahora amiga de Mara (antes Noemí)

Rut > Mara (antes Noemí) Hace un año

¿Por qué el cambio, Noemí?

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Mara (antes Noemí) Porque estoy triste, y ya nada tiene sentido. Sola, extranjera, viuda y sin hijos... Hasta ellos descendieron a la tumba. Mi vida es amarga.

A Rut le gusta la página Moabitas en Israel

“Hay camino que al hombre le parece derecho; pero su fin es camin Rut se ha unido al grupo Segadores de cebada

Rut Pero ¿no tienes a un Dios que te consuela?

Mara (antes Noemí) Ya no sé en qué creer, mi querida...

Ya no sé en qué creer...

Rut Escuché que tu Dios ha vuelto a bendecirlos; ya no hay hambre en Israel. Puedes volver...

Booz > Mayordomo de segadores (oficial) Hace un año

¿Quién es esa joven que está trabajando en nuestros campos?

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Mara (antes Noemí) Lo pensaré, mi querida...

Lo pensaré.

Mayordomo de segadores (oficial) Es Rut, la moabita que volvió con Noemí de los campos de Moab; y le rogó que le permitiera recoger y juntar tras los segadores entre las gavillas.

Mara (antes Noemí)

Booz Mmmmm, ¿y qué tal es para el trabajo?

Hace un año

Rut Orfa He decidido volver a mi tierra... Jehová haga con vosotras misericordia, como ustedes la han tenido con mis hijos y conmigo.

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Orfa Hasta siempre, Noemí... ¡Qué día triste!

Mayordomo de segadores (oficial) Excelente, señor.

Entró esta mañana temprano, y trabajó sin parar ni descansar ni siquiera un momento.

Un registro de sermones de Elena de White.

Hace un año

Mara (antes Noemí) No llores, Orfa... Dame un beso y vete.

Rut Yo iré contigo.

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Rut No me ruegues que te deje, y me aparte de ti;. Porque a donde tú fueres iré yo, y donde tú vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios.

Sermones escogidos Tomo 1

Booz > Rut No te vayas a espigar a otro campo; quédate aquí, conmigo y con las criadas. Si alguien te molesta, me avisas...

Mara (antes Noemí) ¿Con qué fin? No tiene sentido... Orfa se queda aquí, en su pueblo y con sus dioses; quédate con ella.

Novedades para recomendar

Rut ¿Por qué he hallado gracia en tus ojos para que me reconozcas, siendo yo una extranjera?

Booz Porque he sabido todo lo que has hecho con tu suegra después de la muerte de tu marido, y que, dejando a tu padre, a tu madre y la tierra donde naciste, has venido a un pueblo que no conociste antes. Jehová recompensará tu fe.

Salvados para servir

El testimonio de vida del Dr. Pedro Tabuenca, un reconocido médico que sirvió en Sudamérica.

Se etiquetó a Rut en un acontecimiento importante.

Myriam, la judía > Mara (antes Noemí) Hace un año

Rut ¡Todo se encamina para bendición!

Hace un año

Hola... Me pareció verte esta mañana en el mercado de Belén. ¿Tú eres Noemí, la que hace años se fue de aquí? Tienes su misma mirada.

Casada con Booz

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Mara (antes Noemí) La misma... ¿Te acuerdas de ese día cuando nos reunimos para celebrar la Pascua en tu hogar?

Myriam, la judía ¡Claro!!! Cómo olvidarlo...

Mara (antes Noemí) Eran tiempos de felicidad. Ahora estoy en la ruina. Por eso cambié mi nombre. No me llames más Noemí, llámame Mara, es decir, amarga.

He regresado con las manos vacías.

Myriam, la judía No te preocupes, todo estará bien.

Interpretación de las Escrituras

Ver relación Me gusta • Comentar • Compartir A Booz, Mara (antes Noemí) y 56 personas más les gusta esto.

Un profundo libro de teología que ayuda a sus lectores a interpretar el texto bíblico.

Mara (antes Noemí) ¡Sea él bendito de Jehová, pues que no ha rehusado a los vivos la benevolencia que tuvo para con los que han muerto!

Noemí (antes Mara) > Rut Hace una semana

¡Loado sea Jehová, que hizo que no te faltase hoy pariente, cuyo nombre será celebrado en Israel! ¡Muy feliz, querida Rut, por el nacimiento de Obed!!! Dios transformó mi amargura en felicidad...

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aces.com.ar

Pídelos hoy mismo al coordinador de Publicaciones de tu iglesia.

psicología

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Leonardo Bertagni

Analfabetos emocionales Entrevistador: Si ves a una chica en el suelo, llorando porque la asaltaron, ¿qué haces?

Entrevistado (Marcos, 17 años): Sigo de largo, porque no la conozco.

E

l diálogo es un fragmento de una charla más larga, mantenida con un joven que había participado de un incidente disci­ plinario en un colegio. Allí, un compañero de su curso (también de 17 años) le había pega­ do una patada a un alumno más pequeño (de trece años), solo porque no le gustaba que ese alumno ocupara el banco del patio que él que­ ría. El chico quedó en el suelo, llorando. Mien­ tras eso ocurría, Marcos “observaba y se reía”, según describían los testigos.

Marcos estaba al lado del alumno que gol­ peó, y el diálogo continuó: –¿Por qué estoy acá (en la Dirección), si yo no golpeé a nadie?

–Porque observabas y te reías...

Luego de un buen rato, y viendo que no se comprendía el punto, el entrevistador avanzó un poco más. Y se dio la charla que mencio­ namos al inicio.

–Pero si ocurre que la chica en el piso es una amiga o, por ejemplo, es tu hermana –pre­ guntó el entrevistador.

–¡Si es mi hermana, la ayudo! –respondió Marcos, sin vacilar.

El objetivo del entrevistador era evaluar, en la mente de Marcos, dónde comienza el concepto de prójimo. Marcos se definía como cristiano, incluso asistía regularmente a una iglesia. No obstante, parecía no comprender que “prójimo” es todo aquel que necesite de nuestra ayuda.

Hace ya algún tiempo, se conoció un con­ cepto denominado Inteligencia emocional, y se define como “la capacidad de comprender las emociones y conducirlas, de tal manera que podamos utilizarlas para guiar nuestra

conducta y nuestros procesos de pensamiento, para producir mejores resultados”.1 Una perso­ na emocionalmente inteligente tiene la habi­ lidad de comprender las emociones propias y las ajenas.

Además, se considera que una persona tiene aptitud emocional cuando es capaz de “tener empatía y comprensión ante las nece­ sidades de los demás”.

Marcos padece de lo que se conoce como analfabetismo emocional. En su proceso de cre­ cimiento, debe pasar de un concepto limitado de reconocimiento de las emociones y las nece­ sidades de su círculo íntimo a otro más amplio.

Sin embargo, claramente esto no le ocurre solo a Marcos. Es un mal actual.

Algunas reflexiones para evaluar nuestro nivel de aptitud emocional: “Nos convertimos en lo que pensamos” (Ralph Waldo Emerson). Tenemos que recordar que los pensamientos sostenidos y acariciados integrarán nuestra personalidad. Por tanto,

hay que cultivar pensamientos positivos. El ser empáticos, el ser solidarios, el pensar en los demás solo se alcanzará si realmente estamos convencidos de ello.

“No vemos las cosas como son. Vemos las cosas como somos” (Anais Nin). Tenemos que aprender a percibir las necesidades de los de­ más. Esto es un aprendizaje que se inicia en los primeros años de la vida, pero que se perfec­ ciona con el paso del tiempo.

La solidaridad, la empatía y las buenas ac­ ciones no son algo que simplemente se “haga”; es algo que “debemos ser”.

Jesús estuvo “haciendo el bien” a las per­ sonas. Atendía al necesitado en el aspecto físico, emocional y espiritual. Y explicó que son más “dichosos” los que “dan” que los que reciben.

Que Dios pueda seguir enseñándonos el alfabeto del amor hacia el prójimo; y que sea­ mos buenos alumnos, imitando el ejemplo de Jesucristo.

Referencias Daniel Goleman, La inteligencia emocional (Buenos Aires: Vergara, 2007).

1

Leonardo Bertagni es Lic. en Psicología y profesor de Mú­ sica, y se desempeña como rector del Instituto Adventista Florida, Buenos Aires, Repú­ blica Argentina.

tecnoestudio

Pablo D. Ostuni

Asómate

por la puerta Los portales educativos llegaron de la mano de la Web 2.0, y están en constante actualización. Analizaremos algunos puntos de encuentro virtual para alumnos y docentes, y las ventajas de ser usuarios del portal educativo adventista en español.

¿Q

ué es un portal educativo? ¿Para qué sirve? Desde que la web 2.0 alteró la forma en que nos relacionamos, pasamos de ser meros espectadores o consumidores a ser “prosumidores”, o generado­ res, de contenidos virtuales para nuestra comu­ nidad de amigos, compañeros, familiares, o para el público en general. Todo depende del entorno virtual en el que desarrollemos nuestras activi­ dades. Así como en el salón de clases tradicional, en que el docente interactúa con sus alumnos y ellos interactúan entre sí, o bien interactúan con objetos de aprendizaje: los libros, los experimen­ tos, las salidas de estudio y otras estrategias para aprender, en los portales educativos el usuario interactúa con los objetos digitales de aprendi­ zaje (ODA): cuestionarios, animaciones, presen­ taciones multimedia, videos, archivos de audio, etc., que demandan acciones del usuario, tales como tocar la pantalla, mover y hacer clic con el puntero del ratón, escribir con el teclado, y hasta grabar breves mensajes de audio o video.

En el sitio web de la Red Latinoamericana de Portales Educativos (RELPE) podrás encontrar la lista de portales educativos de los distintos países de Sudamérica (ver apartado). Los ministerios de educación de cada país son los responsables por el contenido de estos portales estatales.

Sin embargo, en el ámbito privado también hay sistemas que ofrecen un portal educativo a sus alumnos. Por eso, la red de educación adventista en Sudamérica administra un portal educativo en portugués (para los alumnos que asisten a institu­

ciones adventistas en la Rep. del Brasil), y un portal educativo hispano (para la comunidad educativa de las repúblicas de Ecuador, Perú, Bolivia, Chile, Paraguay, Uruguay y Argentina), con contenidos específicamente preparados para sus usuarios. El portal hispano comenzó a funcionar en septiem­ bre de 2015. Es de acceso libre (por ahora, no es necesario registrarse como usuario) y gratuito. En él encontrarás todo lo que necesitas para comple­ mentar tus estudios. Una gran ventaja del portal adventista es que los contenidos están “curados” especialmente por profesores y editores que com­ parten la filosofía de la educación cristiana.

En el futuro, los usuarios de nuestro portal podrán interactuar con un número creciente de ODA. Podrán compartir sus experiencias de aprendizaje con otros usuarios, en un entorno de red social escolar. Los profesores subirán al portal algunas tareas para sus alumnos, y los alumnos podrán preparar y proyectar una pre­ sentación online para el resto de la clase.

El horizonte de servicios que ofrecerá el portal hispano de educación adventista incluirá la consulta de las calificaciones por parte de los padres, así como de la información financiera, la evaluación del sistema educativo en tiempo real y la posibilidad de integrar a los alumnos de instituciones educativas adventistas de toda Sudamérica y el mundo hispano.

Estamos en el inicio de este proceso que integrará cada vez más el aula con la vida, y la tecnología con los libros impresos; asomán­ donos en el umbral del portal hispano de edu­

cación adventista. Explora el portal, hazlo parte de tu vida estudiantil, aprovecha la información de calidad que te ofrece; sin dudas, aprenderás muchas cosas de manera interesante y entrete­ nida. Genera tus propios ODA, con ayuda de tus profesores. ¿Quién sabe si algún día tú mismo podrías llegar a ser un “curador” de contenidos para nuestro portal? www.educarecuador.gob.ec www.perueduca.pe www.educabolivia.bo www.educarchile.cl www.mec.gov.py www.paraguayeduca.org www.uruguayeduca.edu.uy www.educ.ar Curador: Según el Diccionario de la Real Academia Española, un curador es la persona que tiene cuidado de algo. En el caso de los portales educativos, la función del curador es seleccio­ nar y editar todos los contenidos del portal, para que brinde el mejor servicio a sus usuarios específicos: alumnos, profesores, padres y pú­ blico general. La función del curador es cada vez más necesaria en el mundo virtual y en la era de la información: ningún buscador como Google podrá reemplazar jamás el trabajo de nuestros curadores para encontrar, seleccionar y ofrecer lo más útil para los alumnos de la red hispana de educación adventista.

Pablo D. Ostuni es licenciado en Teología, profesor en Letras y editor. Actualmente, es director de contenidos del Portal Educativo www.educacionadventista.com

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noticias de Dios

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Entre

Milton Bentancor*

conejos

y serpientes Instinto materno: una coneja salvó a su cría de una serpiente El reptil tenía apretado al conejito e intentaba asfixiarlo. Pero la reacción de su mamá parece demostrar que no hay una especie más fuerte que otra. Las imágenes ya fueron vistas por más de dos millones de personas.

El instinto y el amor por sus crías puede ser el arma más fuerte que tengan los animales.

Habría que tenerlo en cuenta, incluso si se enfrentan dos especies tan distintas que, en la previa, una es claramente más débil que la otra. Así lo demuestra este video, en el que una coneja expulsa a una serpiente negra que estaba atacando a uno de sus conejitos bebés.

El video ya tiene más de 2 millones de visitas en YouTube. Una usuaria de la Red filmó en su jardín cómo una serpiente intentaba acabar con un pequeño conejo, asfixiándolo.

Justo cuando parecía que la cría ya no tenía posibilidades de sobrevivir, una coneja mucho más grande salta contra la serpiente y comienza a atacarla sin miedo, una y otra vez. Hasta sacarla del lugar. http://goo.gl/P9cc1E

S

eguramente, estás en el grupo de más de dos millones de personas que vio el video que se popularizó en Internet. Seguramente, eres uno más de los que observó cada movimien­ to de la mamá coneja, que por salvar a su cría atacó –en contra de todos los conceptos que te­ nemos sobre esta especie– a la serpiente que es­ taba a punto de quitar la vida al pequeño conejo.

Probablemente disfrutaste –aunque sea interna­ mente– de la victoria del “bien” sobre el “mal” (nunca mejor y más naturalmente representado).

Ver a la coneja saltar e intentar morder a la serpiente es sorprendente, va en contra de lo que entendemos como natural; porque las ser­ pientes atacan y los conejos, no; porque los co­ nejos son dóciles y las serpientes, no; porque las

serpientes son poderosas y los conejos, débiles; porque los conejos son frágiles y las serpientes son fuertes. En una lucha tan desigual, no ha­ bría lugar para imaginar –a priori– que la suave coneja podría “pensar” en atacar a la serpiente.

Los biólogos dirán que el instinto protec­ tor materno de la coneja la impulsó a atacar a aquel ser extraño que estaba a punto de terminar con una de sus crías. No soy biólogo, no lo puedo discutir; pero observando el video, consigo ver algo más.

En nuestra vida espiritual, muchas veces creemos que somos “conejos” –asustadizos, débiles y, de algún modo, cobardes– que no podemos hacer frente a la “serpiente antigua”, el enemigo de Dios que nos quiere destruir; no

porque tengamos algún valor para él, sino sim­ plemente por el placer que siente al ver correr una lágrima por el rostro del Padre cuando no­ sotros pecamos.

Da la sensación de que cuando la serpiente entra en el jardín de nuestras vidas, ya domi­ na todo el territorio. Es como si no tuviéra­ mos nada para hacer; apenas observar cómo seremos destruidos nosotros o nuestros seres queridos. Pareciera que no tenemos opción de triunfo sobre este enemigo que suponemos tan poderoso, y por eso no nos damos ni siquiera la posibilidad de luchar.

La coneja del video nos enseña que SÏ hay posibilidad de victoria; pero, para eso, tenemos que luchar.

noticias de Dios

“Ustedes no han sufrido ninguna tentación que no sea común al género humano. Pero Dios es fiel, y no permitirá que ustedes sean tentados más allá de lo que puedan aguantar. Más bien, cuando llegue la tentación, él les dará también una salida a fin de que puedan resistir” (1 Cor. 10:13, Nueva Biblia al Día)

El apóstol Pablo, cuando habla sobre esta realidad espiritual, nos dice que a pesar de ser “conejos” tenemos una salida, tenemos una solución; sin importar lo grande, fuerte y mal­ vada que sea la serpiente que nos ataque.

En realidad, el gran secreto es entender que el enemigo de Dios lo único que puede hacer es tentarnos, y en ese espacio, nosotros tenemos la promesa divina de poder resistir, la seguridad de tener una salida frente a esa situación. Recuer­ da: la tentación no es pecado; pecado es dejar que la tentación te domine y te atrape.

Muchas veces pensamos y actuamos como conejos, diciéndonos a nosotros mismos que no tenemos chance frente al ataque; que es demasiado fuerte, demasiado poderoso. En realidad, para nosotros es fascinante. Nos en­ canta pecar, por eso caemos en tentación.

Esa es la lucha en la que debemos entrar. No se trata de intentar pelear contra la serpiente cuando ella nos tiene atrapados; nuestra lucha tiene que ser previa a ese momento; es decir, debemos hacer nuestra entrega en los brazos del Padre cuando la serpiente nos está acechan­ do. La Biblia no dice que tenemos que luchar contra la serpiente, sino que tenemos que ha­ cerlo contra nosotros mismos, contra nuestras inclinaciones, contra nuestros gustos. Es entre­

gar nuestro “yo” en los brazos de Cristo, al inicio de cada jornada, y dejárselo a él a lo largo del día. Es orar pidiendo que él nos mantenga ale­ jados de la serpiente. Nadie en el universo está tan interesado en tu salvación como el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. ¿La serpiente te atacó y te dejaste vencer?

Todavía tienes una solución: clama por socorro y por perdón. Los dos regalos te llegarán del Cielo. No lo dudes. No te dejes engañar por el razonamiento ponzoñoso que el enemigo de Dios te presenta, y por medio del cual te dice que como ya has pecado no hay solución para tu caso. Como ya caíste, no tienes que ser tan atrevido de pedirle –otra vez– perdón a Cristo por haberlo abandonado. Como ya estás tan enredado por la serpiente, no podrías volver a presentarte ante la presencia de un Dios santo.

No te dejes engañar por este razonamiento.

Cuando Cristo estuvo en esta Tierra nos dejó ejemplo de cómo hay que enfrentar los ataques de la serpiente. Para poder actuar como él actuó, debes imitarlo todo el tiempo, no intentar hacerlo solo cuando la serpiente toma el control de tu vida.

“Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán y fue llevado por el Espíritu al desier­ to. Allí estuvo cuarenta días y fue tentado por

el diablo. No comió nada durante esos días, pasados los cuales tuvo hambre.

–Si eres el Hijo de Dios –le propuso el dia­ blo–, dile a esta piedra que se convierta en pan.

Jesús le respondió: –Escrito está: ‘No solo de pan vive el hombre’.

Entonces el diablo lo llevó a un lugar alto y le mostró en un instante todos los reinos del mundo.

–Sobre estos reinos y todo su esplendor –le dijo– te daré la autoridad, porque a mí me ha sido entregada, y puedo dársela a quien yo quiera. Así que, si me adoras, todo será tuyo.

Jesús le contestó: –Escrito está: ‘Adora al Señor tu Dios y sír­ vele solamente a él’.

El diablo lo llevó luego a Jerusalén e hizo que se pusiera de pie en la parte más alta del templo, y le dijo: –Si eres el Hijo de Dios, ¡tírate de aquí! Pues escrito está: ‘Ordenará que sus ángeles te cui­ den. Te sostendrán en sus manos para que no tropieces con piedra alguna’.

–También está escrito: ‘No pongas a prue­ ba al Señor tu Dios’ –le replicó Jesús.

Así que el diablo, habiendo agotado todo recurso de tentación, lo dejó hasta otra opor­ tunidad” (Luc. 4:1-13).

La idea es estar en comunión con el Cie­ lo todo el tiempo. Buscar su dirección en todo momento, no solo cuando el peligro acecha.

Leer la Biblia y entender su mensaje en los tiempos de paz, para que cuando lleguen los días peligrosos tengamos la práctica necesaria para actuar de la manera correcta.

Ser manso y tranquilo, como lo fue Jesús (como los conejos), no significa que tenemos que ser pasivos y darnos por vencidos frente a la tentación. Podemos colocar nuestra de­ bilidad espiritual en los brazos de aquel que es fuerte, el todopoderoso Dios de Israel, que quiere ser el Dios de tu vida en cada momento.

La próxima vez que seas tentado (segura­ mente, dentro de muy poco tiempo), recuerda que los conejos PUEDEN expulsar a las serpien­ tes que los atacan.

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semillas al viento

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Vanesa Pizutto

Ovejas fluorescentes

L

ondres se llenó de ovejas verdes, rojas, y hasta multicolores. Ese lunes pasado, con un grupo de amigos nos sumamos a la multitud de curiosos que deambulaban por la ciudad para descubrir a este rebaño inusual. Rastrillamos las calles y logramos encontrar 27 de las sesenta ove­ jas en exhibición. Todo este alboroto lo produjo una muestra de estatuas gigantes de Shaun the Sheep [La oveja Shaun], diseminadas por la capital inglesa. La oveja Shaun es un famoso personaje de animación inglés, hecho en plastilina. La ciu­ dad se llenó de estatuas de Shaun decoradas por diferentes artistas, para celebrar el estreno de su primera película.

Mientras subía las fotos de Shaun a Face­ book, me acordé de otro rebaño inusual que conmocionó a los medios de comunicación hace un par de años. En 2013, un grupo de científicos uruguayos creó las primeras ovejas fluorescentes.

Mediante una modificación genética, al incorpo­ rar la proteína verde fluorescente de las medusas, lograron que las ovejas brillen bajo la luz ultra­ violeta. Fotos de estas nueve ovejas fluorescen­ tes recorrieron el mundo en cuestión de horas, a través de los periódicos y las redes sociales. ¿Qué sucedería si fuéramos un rebaño de ovejas que brillaran en la oscuridad? ¿Y si con­ mocionáramos ciudades, y atrajéramos multitudes a Cristo? Hemos sido llamados a brillar (Mat.

5:16). Pero ¿lo hacemos realmente? Creo que a veces tenemos miedo de arriesgarnos. Preferimos encajar, camuflarnos y dejar que otros se encar­ guen de brillar. Lo peor del caso es que podemos llegar a pensar que lo hacemos por humildad; pero cuando apagamos la luz y ente­rramos los talentos, no estamos siendo humildes.

Cuando hablamos de falsa modestia general­ mente pensamos en una persona arrogante que se jacta de su humildad, o que pretende ser humilde de una manera poco convincente. Sin embargo, la falsa modestia puede manifestarse de mane­ ras más sutiles. Es falsa modestia, por ejemplo, lo que hace que una persona continuamente se empequeñezca y no dé lo mejor de sí, para que los demás no se sientan inseguros o no la tilden de arro­gante. También es falsa modestia que una persona no reconozca ninguno de sus talentos y se considere inútil. La falsa modestia y el orgullo son dos caras de la misma moneda; ambos se centran en la pregunta: ¿qué va a pensar la gente de mí?

(En lugar de preguntar: ¿qué quiere Dios de mí?)

Satanás quiere que tengamos falsa modestia porque sabe que con verdadera humildad seríamos peligrosos. Su táctica es convencernos de que si vivimos vidas pequeñas tendremos menos prob­ lemas y seremos más “humildes”. Pero su meta es volvernos “inofensivos”. Ser humilde no es tener una mala opinión de uno mismo. Tampoco se trata, parafraseando al autor C. S. Lewis, de que mujeres bellas traten de convencerse de que son feas, o que personas inteligentes piensen que son tontas. La humildad no es simular que Dios no nos dio dones.

En realidad, la verdadera humildad nos da la libertad, y el deber, de desarrollar nuestros talen­ tos, porque reconocemos que la luz que tenemos es prestada. Somos lunas que reflejan el Sol; ovejas fluorescentes bajo la luz ultravioleta. La humildad no niega ni inutiliza los dones. Al siervo infiel de la parábola, el Señor no le dijo: “Qué espléndidam­ ente humilde fuiste al pensar que no tenías nin­

guna habilidad y enterrar el talento”; o “Qué bueno que no lo usaste, así nadie sintió celos”. El Señor lo llamo “malo y negligente” (Mat. 25:14-30).

La solución, definitivamente, no es enterrar nuestras habilidades. Pero ¿cómo podemos brillar sin ser arrogantes? El primer paso hacia la ver­ dadera humildad es admitir nuestro orgullo. Sea que nos creamos superiores o inferiores, o tenga­ mos miedo de “desentonar” en un ambiente me­ diocre, debemos admitir que estamos pensando primeramente en nosotros. Necesitamos un cam­ bio de enfoque. Debemos concentrarnos en Dios, porque “la verdadera humildad no es pensar me­ nos de ti mismo; es pensar menos en ti mismo”.1 El problema es que somos absolutamente in­ capaces de cambiar el enfoque por nuestra propia cuenta. Tendemos a precipitamos de un extremo al otro, como un péndulo loco. Pero el poder de Dios se luce en nuestra debilidad. A medida que la gracia va inundando gradualmente cada rincón del alma, el orgullo se va ahogando. Nuestra iden­ tidad se va afianzando más en Jesús y la opinión de los demás pierde poder. La humildad es una consecuencia de la gracia de Dios. Cuanta más gracia entra en el corazón, más orgullo sale.

Señor, enséñame verdadera humildad. No quiero negar o descuidar los dones que me diste; ni pensar que me pertenecen. Mi identidad y mi valor como persona no dependen de cuántos dones tenga, o de cuántos me falten, sino del precio que pagaste en la cruz. Quiero usar mis talentos para tu gloria, y dejar de compararme con los demás.

Ayúdame a tener una justa opinión de mí mismo/a, que refleje lo que tú piensas de mí. Ayúdame a no pensar demasiado en mí, a esconderme en ti. Cada día, a cada hora y en cada minuto, ayúdame a enfocarme en tu gracia.

Referencias 1

C. S. Lewis, Mero cristianismo, p. 56 (la cursiva fue

añadida).

Vanesa Pizutto, oriunda de la Rep. Argentina, es Licenciada en Comunicación Social y tiene una maestría en Educación. Trabaja en las inmediaciones de Londres, Inglaterra.

hemisferio izquierdo

Nelson Ariel Romero

Claves

para mantener tu

mente en forma

Descubriendo los beneficios de la lógica.

“Porque el Señor da sabiduría; conocimiento y ciencia brotan de sus labios” (Prov. 1:7).

H

uy, ¡cómo pasa el tiempo! ¡Ya estás le­ yendo el último artículo del año de esta columna! Hemos recorrido, a lo largo de 2015, diferentes caminos para pensar las Ma­ temáticas, buscando herramientas útiles para dar respuesta a los diferentes ejercicios pro­ puestos en las ediciones anteriores, y analizan­ do las diferentes propuestas de recreación que hace el mundo y las que Dios otorga.

Por eso, antes de tomar una decisión bus­ caste las posibilidades, analizaste los resulta­ dos y reflexionaste sobre recorridos para ven­ cer barreras para el aprendizaje. Recuerda: “Si a alguno de ustedes le falta sabiduría, pídasela a Dios, y él se la dará, pues Dios da a todos generosamente, sin menospreciar a nadie. Pero

que pida con fe, sin dudar, porque quien duda es como las olas del mar, agitadas y llevadas de un lado al otro por el viento” (Sant. 1:5).

En este artículo, podrás recorrer los cami­ nos de la deducción, o inducción, con el fin de agilizar la mente para mantenerla activa y en forma.

A veces, ante una situación con múltiples alternativas solemos optar por las más lógicas; después de unos minutos de reflexión, conse­ guimos elegir aquella que más se ajusta a las le­ yes: la que, a nuestro juicio, es la más adecuada.

La lógica está presente en nuestra vida mucho más de lo que nos podemos imaginar.

Al aplicar la lógica, estamos poniendo en prác­ tica muchas decisiones que debemos hacer en

la vida cotidiana. Sin ella, estaríamos bastante más desamparados, y no podríamos anticipar acciones. Imagina cuán difícil sería ir por la calle sin conocer las leyes que rigen la realidad que nos rodea. Si no hubieses aprendido pre­ viamente, mediante el razonamiento lógico, la relación que existe entre los diversos elemen­ tos que constituyen tu localidad, sería muy di­ ficultoso adaptarte a ella.

La lógica nos permite operar con conoci­ mientos abstractos, relacionar conceptos, pre­ decir un acontecimiento, planificar el futuro y aprender de lo sucedido. La lógica suele tener dos direcciones posibles: “de arriba abajo” o “de abajo arriba”; es decir, la forma deductiva o la inductiva.

¡Vamos a probar! ¡Realiza los ejercicios!

Ejercicio 1: Deducción Gustavo, Pablo, Junior y Matías fueron con sus respectivas esposas, Annelise, Julia, Alicia y Romina, a almorzar a un restaurante vege­ tariano. Se sentaron a una mesa redonda, de manera que ningún marido estaba al lado de su esposa. Pablo tenía de frente a Matías. A la izquierda de Junior, estaba Julia. No había ningún hombre ni mujer que conformaran un matrimonio. ¿Dónde se sentaba cada uno?

Ejercicio 2: Inducción ¿Cuál es la figura, de las cuatro posibilidades (A, B, C o D), que sigue la serie de estos tres cuadrados con cuatro números?

1

2

A

B

2

3

5

6

6

9

9

10

6

5

9

8

18

15

13

12

3

4

8

9

12

11

?

C

D

11

12

12

13

15

14

16

15

Ejercicio 3: El número Busca cuatro números consecutivos que sumados den como resultado 90.

Soluciones:

17

Ejercicio 1: Aplica el razonamiento deductivo o de análisis. Así, el orden de los comensales es este (siguiendo el sentido de las agujas del reloj): Matías, Alicia, Gustavo, Romina, Pablo, Annalise, Junior y Julia.

Ejercicio 2: La figura C, ya que a cada número se le va sumando consecutivamente un 3. En el segundo ejercicio, has utilizado el razonamiento inductivo. Es decir, partiendo de los casos particulares, has utilizado una ley de conjuntos que los relaciona a todos.

Ejercicio 3: 21 + 22 + 23 + 24 = 90

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Navidad El 25 de diciembre se celebra, en gran parte del mundo, una fiesta relacionada con el nacimiento de Jesús. ¿Cuál es su verdadero origen? ¿Cómo se festeja en las distintas partes del mundo?

C

uando somos niños, la Navidad es un in­ discutido sinónimo de regalos. La llegada del 24 de diciembre nos genera todo tipo de expectativas. Cuando crecemos, podemos entender un poco más el origen y el alcance de esta celebración.

Si bien en el mundo cristiano se recuer­ da el nacimiento de Jesús en ese día, nuestro Salvador no nació en esa fecha. Entonces, ¿por qué el 25 de diciembre se festeja la Navidad?

Esta fecha fue tomada de la festividad pagana del solsticio del invierno boreal, que

celebraba el aumento de la luz y el calor del sol a partir del 21 de diciembre, y adquirieron un nuevo significado en la cristiandad. Pero el cristianismo lo vincula con la llegada de Jesús, la verdadera Luz del mundo.

Papá Noel

El árbol de Navidad

Elena de White y la Navidad

La historia del famoso Papá Noel, también conocido como Santa Claus, se remonta a los siglos III y IV. El padre de la Navidad fue un obispo llamado Nicolás, amigo de los niños, que en una ocasión arrojó barras de oro por la ventana de la casa de una familia muy pobre. Ese hecho instaló la tradición de dar regalos a los niños en Nochebuena.

Esto nació por iniciativa de San Bo­ nifacio, un misionero inglés destinado en Alemania en el siglo VIII, quien reemplazó el “roble sagrado” que los paganos ofre­ cían al dios Thor por un pino con ofrendas al niño Jesús.

Esta gran escritora adventista nos dejó notables y útiles consejos sobre qué hacer en Navidad. Aquí, dejamos un re­ sumen de los puntos más destacados al respecto, que se encuentran en el libro El hogar cristiano, páginas 415 a 420: Si bien declara que Dios, en su sabi­ duría, no reveló la fecha del nacimiento de Jesús, señala que es difícil pasar por alto el 25 de diciembre; sobre todo, si hay niños en el hogar.

Observa que es necesario hacerles entender a los niños y los jóvenes que la Navidad no se trata de una mera di­ versión, ni de vanidad ni de placeres que perjudiquen la vida espiritual.

Recomienda que el mejor regalo que se puede dar en Navidad es un buen libro.

Sostiene que hay que recordar a Je­ sús, el mayor regalo dado alguna vez al mundo Dice que no está mal te­ ner un árbol de Navidad, pero recomienda que se lo use como incentivo para dar ofrendas a la iglesia y a los des­ amparados. Es posi­ ble hacer del árbol gran bendición.

La Biblia y la Navidad La Biblia no menciona específicamente el día en que Jesús nació. Sí dice que fue en un pesebre de Belén y que los pastores estaban cuidando de sus rebaños por la noche. Las bajas temperaturas de la región en diciembre descartan toda po­ sibilidad de que un grupo de pastores pasara la noche al aire libre.

Para tener la historia completa lee Lucas 2:1 al 20.

En diversas ciudades se man­ tiene viva la tradición de ir casa por casa anunciando el naci­ miento de Cristo, con imágenes de José y María, como la noche en que nació Jesús.

México

Nueva York se ilu­ mina para recibir la Na­ vidad, especialmente el centro de Manhattan, con sus enormes árbo­ les de Navidad del Roc­ kefeller Center.

Estados Unidos

Para los británicos, el muérdago es un ícono de la Navidad. Según la tradi­ ción, la rama de esta planta protege a los hogares, y pararse debajo ella y be­ sar a la persona que se tiene enfrente es símbolo de buen augurio.

Reino Unido

Las calles se iluminan con luces de colores, las plazas se llenan de mercaditos con pro­ ductos típicos, las familias se re­ únen en Nochebuena y se realiza la ceremonia de las doce uvas.

España

El día después de la cena de Nochebuena, los niños es­ peran con impaciencia los re­ galos. Cuando suena una cam­ panita, salen corriendo porque saben que debajo del árbol se encuentran los obsequios.

Alemania

Las lámparas de arcilla cu­ bren las paredes de los hogares al igual que se hace durante la festividad hindú de Diwali.

India

A los finlandeses les gusta colgar de las ramas del árbol de Navidad hileras de ban­ deras de distintos países como símbolo del hermanamiento entre pueblos y culturas.

Finlandia

Las familias se reúnen a la mesa para la tradicional cenone (la gran cena).

Italia

¿Cómo celebran en los distintos países?

Navidad en el mundo

Como se celebra durante el verano, el clásico ambiente navideño tiene playas y Santa Claus veraniegos.

Australia

Se celebra en forma muy similar a los países latinoamericanos.

Filipinas

Cuando llega diciembre, los habitantes del país nipón se apresuran a saldar cuen­ tas, a limpiar sus casas y enseres, e, incluso, a renovar el vestuario, como símbolo de la entrada del nuevo año.

Japón

La Babushka es, según la leyenda, una figura navideña que reparte regalos entre los niños buenos.

Rusia

pictorias 19

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ser...

Ramiro Rivero Moreno

Más allá de los aspectos positivos o de los inconvenientes, es preciso desarrollar la vocación. Por eso, en esta sección, profesionales adventistas te cuentan sus experiencias estudiantiles y laborales.

Ser químico ¿Por qué decidiste ser químico? ¿Alguien influyó en tu decisión?

Me fascina el universo, y conocer la verdad y la historia. No hay nadie con esta profesión en mi familia, pero considero que mi profesora de Química en el colegio fue un gran ejemplo por la pasión con la que enseñaba. ¿Dónde estudiaste?

En la Universidad Mayor de San Simón (UMSS) de Cochabamba, Estado Plurinacional de Bolivia.

Luego, hice una maestría por Internet y un docto­ rado en la Universidad de Chile, Santiago de Chile. ¿Pudiste testificar de tu fe en la Universidad?

Conocí la iglesia al terminar mi tesis de grado. A pesar de ello, el hecho de empezar a comprender las profecías hacía que pasara cada momento libre con la Biblia en la mano, y todos se acercaban. El cambio fue completo, porque yo había abandonado la religión de mis padres, y en mis años universitarios había sido ateo, comunista y dirigente universitario. Cambié a Marx por la Biblia, y eso impactó a muchos.

Luego, durante el doctorado fue más com­ plejo. La mayoría de mis compañeros se burlaba de mis “supersticiones”, a pesar de que mis co­ legas ateos leían el Tarot o las runas nórdicas. ¿Tuviste problemas por guardar el sábado? ¿Cómo se resolvieron?

Durante el doctorado, un profesor nos puso un examen en sábado. Le indiqué que por moti­ vo de mi creencia no asistiría y que, si lo desea­ ba, podía tomarme el examen en ese momento o en otra fecha. La respuesta fue: “Si no haces el examen pierdes todo, incluyendo tu beca, que deberás devolver íntegramente”. No argumenté más. Lo puse en oración, sabiendo que Dios re­ solvería el caso. El sábado no fui al examen. Y el lunes me enteré de que todos mis compañeros habían solicitado cambio de fecha, por no haber estudiado. Lo corrieron al siguiente jueves.

¿Dónde trabajas ahora?

Soy jefe nacional de Investigación y De­ sarrollo de PIL Andina S.A. Es la empresa de alimentos más grande de Bolivia. ¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?

Hacer experimentos, aprender y poder rea­ lizar cosas nuevas, que a veces nadie ha inten­ tado. Extender el conocimiento. ¿Qué es lo que menos te gusta de tu trabajo?

Jornadas muy largas; y el hecho de que en la actualidad haya una cultura de “no es mi proble­ ma”, por la que todos buscan “lavarse las manos”. ¿Qué puedes decir de tu profesión, con relación a la salida laboral?

Las profesiones científicas tienen, como me las presentó un agente bancario, “bajo perfil la­ boral”. En la mayoría de los casos, hay salida la­ boral en enseñanza universitaria, pero los sala­ rios suelen ser relativamente bajos; y lo digo por experiencia personal. Creo que en Latinoaméri­ ca no existe la valoración del conocimiento y de la ciencia. Pero justamente por eso, si alguien está dispuesto a hacerlo, el mercado existe, solo que las personas no lo saben. Me costó mucho

hacer que entiendan el valor de la investigación en la dirección de mi empresa, y ahora es uno de los valores más importantes.

Por otro lado, habiendo sido también quí­ mico petrolero, puedo afirmar que es posible ganar mucho dinero, siempre que aceptes tra­ bajos de turnos de dos meses, y viajar a lugares distantes, como Abu-Dhabi. Es un gran sacrifi­ cio, porque son turnos de 24 horas al día. ¿Quieres compartir alguna linda experiencia relacionada con tu profesión?

Hay tantas... Primero, destaco la posibilidad de haber viajado mucho, gracias a los cursos, y conocer personas en muchos países. Otra expe­ riencia positiva es la satisfacción de lograr lo que para otros es “imposible”; como saber que soy parte de la tercera generación, luego de que mi profesor fuera alumno de Schrödinger, que trata de comprender la Mecánica Cuántica. ¿Qué consejo darías a alguien que quisiera ser químico? ¡Adelante! No todos entenderán el porqué, pero si es tu deseo aprender cómo funciona el universo y qué “letras” empleó Dios en su crea­ ción, la ciencia será una forma de comprenderlo.

Cada átomo es un pequeño ladrillo de aquello que nació de un Creador, cuando dijo: “Hágase la luz”.

Ser ingeniero comercial ¿Por qué decidiste ser ingeniero? ¿Alguien influyó en tu decisión?

Desde pequeño me encantó el mundo de las finanzas y el comercio; a medida que me forma­ ba aun en el colegio, deseaba especializarme en Economía y Marketing, ya que era un área que me atraía demasiado. En el momento en que debí tomar la decisión para estudiar una carrera, analicé las opciones que tenía y elegí Ingeniería Comercial; principalmente, por tratarse de una profesión amplia, por el futuro del mercado y las oportunidades que existen en mi país.

Nadie influyó en mi decisión, pero sí tuve la iniciativa de consultar con profesionales en el área, y en otras áreas, a fin de tener una guía y un contexto amplio para tomar una decisión. ¿Dónde estudiaste?

Estudié en la Universidad Católica Boliviana “San Pablo”, en Cochabamba, Estado Plurinacio­ nal de Bolivia. ¿Pudiste testificar de tu fe en la universidad?

Hubo varios momentos en los que pude tes­ tificar sobre mis creencias, en especial sobre los principios de vida saludable y el respetar el día sábado. ¿Tuviste problemas por guardar el sábado? ¿Cómo se resolvieron?

Ni bien empecé a estudiar, los problemas en relación con el sábado fueron surgiendo de una forma inesperada. Según los reglamentos de la universidad, todas las materias exactas se debían rendir en sábado, en el auditorio de la universi­ dad, junto con otras carreras de ingeniería. Fue una de las pruebas más fuertes que viví. Tuve que hablar con todas las autoridades de la universi­ dad, enviar un sinfín de solicitudes explicando mi postura ante la observancia del sábado; escuché respuestas como: “No estás en una universidad adventista”, y “Fue tu decisión inscribirte aquí”.

Gracias a la oración y al poder del Cielo, con­ seguí la autorización para cursar estas materias exactas, siempre y cuando mantuviera un pro­ medio en el semestre por encima de los noventa puntos; y así lo hice, ya que, por la gracia de Dios, se estableció que los exámenes se darían durante la semana.

Después de tanta lucha, hubo un precedente en la universidad en cuanto al día sábado, para los estudiantes con la misma fe que ingresarían en la universidad. El año pasado, gracias a Dios,

Carlos Zurita

ser...

me gradué con excelencia académica como inge­ niero comercial.

vimos el desafío de capacitarlos y enseñar por completo el manejo de ese sistema.

¿Dónde trabajas ahora?

Trabajo en la Unión Boliviana, como parte del equipo financiero, y me encargo de las unidades estratégicas de negocios.

¿Qué consejo le darías a alguien que quiera ser ingeniero comercial?

Primero, que pida en oración a Dios la sabi­ duría necesaria para tomar una decisión, y que entregue los dones al servicio de Dios para que él pueda cumplir su propósito en sus vidas. Segun­ do, la carrera se basa en tres principales áreas: Marketing, Administración y Finanzas; por lo que hace de ella una carrera amplia y demandada por cualquier empresa, o da la posibilidad de em­ prender cualquier negocio, teniendo herramien­ tas sólidas y no empíricas.

Si tu perfil se identifica con esto, la carrera de Ingeniería Comercial es una muy buena op­ ción; y te invito a que, antes de tomar una deci­ sión, busques a personas del área para que pue­ dan compartir sus experiencias y apreciaciones acerca de esta profesión.

¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?

Me apasiona la dinámica que requiere el tra­ bajo, abrir caminos no explorados, relacionarme con muchas personas del país y fuera de él y, principalmente, cooperar con la misión que Je­ sús nos encomendó de llevar el evangelio hasta lo último de la tierra, predicando en su nombre. ¿Qué es lo que menos te gusta de tu trabajo?

Quedarme dentro la oficina sin un tiempo lí­ mite, y depender de la disposición de terceras per­ sonas para concluir los proyectos que se ejecutan. ¿Qué puedes decir de tu profesión, con relación a la salida laborar?

Como en cualquier carrera, para triunfar es preciso considerar factores que provean un valor agregado a tu servicio, como las buenas califica­ ciones, las prácticas empresariales, los semina­ rios o cursos... y sobre todo el poder plasmar tus valores y creencias como parte de tu identidad como profesional. El conjunto de esos factores hacen de que no seas parte de la estadística del desempleo, sino que seas ese profesional que las mejores instituciones buscan. ¿Quieres compartir alguna linda experiencia relacionada con tu profesión?

Una de las cosas que más me marcaron fue el hecho de colaborar en una de las capacitacio­ nes sobre el manejo del sistema de Tesorería de las iglesias; pero en iglesias fuera de la ciudad, donde la mayoría de los hermanos de iglesia no sabían utilizar una computadora, y nosotros tu­

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un libro abierto

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Libros

Luis Lamán S.

quemados en el

país

de Montag La interesante historia del lugar donde estaba prohibido pensar

T

engo en la mano un libro cuya imagen de tapa ilustra algunas llamas consumiendo el papel. Se trata de Fahrenheit 451, una de las distopías más conocidas de la historia de la literatura, de Ray Bradbury (1953).

Al leer los primeros párrafos, me llama la atención un diálogo entre Clarisse McClellan, quien busca pensar, reflexionar y trata de des­ pertar esta capacidad –al parecer entumecida– en el bombero Guy Montag: –¿Lee alguna vez alguno de los libros que quema? Él se echó a reír.

–¡Está prohibido por la ley!

–¡Oh! Claro...

En la obra parece que ella está desvarian­ do por ir en contra de lo usual: pensar, soñar, contemplar, por tanto: –El psiquiatra quiere saber por qué sal­ go a pasear por el bosque, a observar a los pájaros y a coleccionar mariposas. Un día, le enseñaré mi colección.

Al escribir este texto no puedo dejar de re­ lacionar esta idea con el hecho de que a lo largo de la historia, muchas veces, por diversas razo­ nes, se quemaron libros; y entre ellos, la Biblia.

La escritora estadounidense Elena de Whi­ te registra que en el contexto de la Revolución Francesa y la exaltación de la razón, ocurrió lo siguiente: “La diosa, después de haber sido abrazada por el presidente, tomó asiento en una magnífica carroza que condujeron por el inmenso gentío hasta la catedral de Notre Dame, para reemplazar a la Deidad. La eleva­ ron sobre el altar mayor y recibió la adoración de todos los que estaban presentes.

“Poco después de esto, procedieron a que­ mar públicamente la Biblia. ‘La Sociedad Popu­ lar del Museo’ entró en el salón principal gri­ tando: ¡Vive la Raison! y llevando en la punta de un palo los fragmentos que varios libros que habían sido sacados de las llamas, quemados en

parte; entre otros, breviarios, misales y el Anti­ guo y Nuevo Testamentos que ‘expiaron en un gran fuego –dijo el presidente– todas las locu­ ras en que por causa de ellos había incurrido la raza humana’ (Journal de París, 14 de noviem­ bre de 1793)” (El conflicto de los siglos, p. 278).

En la mente de Bradbury pudieron estar los episodios de la larga campaña de quema de libros de autores judíos, llevada a cabo por los nazis alemanes, aún reciente cuando se gestó Fahrenheit 451.1

El porqué del título 451 grados en la escala Fahren­ heit (unos 233 grados centígrados) es la temperatura a la que arde el papel, el de los libros en este caso.

La destrucción de bibliotecas “pertenece a los lamentables capítulos de la censura, el fanatismo, la guerra y la estulticia. Estos son algunos de los sucesos documentados”:2 • La quema de libros y el asesinato de aca­ démicos en la China de Qin Shi Huang, en el año 212 a.C. Muchos intelectuales que desobedecieron la orden fueron en­ terrados vivos.

Sobre la obra Fahrenheit 451 cuenta la historia de un sombrío y horroroso futuro. Montag, el protagonista, pertenece a una extraña brigada de bomberos cuya misión no es sofocar incendios, sino provocarlos para quemar libros. Porque en el país de Mon­ tag está terminantemente prohibido leer.

Porque leer obliga a pensar, y en el país de Montag está prohibido pensar.

En la sociedad feliz en la que vive Montag, poseer libros es un crimen graví­ simo: crean pensamientos, preocupacio­ nes, preguntas sin respuesta, son causa de discordia, angustia y sufrimiento para las personas; y como guardianes de la felici­ dad, el deber de los bomberos es quemar hasta el último libro.3

un libro abierto • Los libros de alquimia de la enciclopedia de Alejandría fueron quemados en el año 292, por el emperador Diocleciano.

• A finales del siglo XV, se produjo en Flo­ rencia una importante quema de libros y obras artísticas de inmenso valor, consi­ derados todos ellos inmorales, en la lla­ mada “Hoguera de las vanidades”, pro­ movida por Girolamo Savonarola.

• Quema de los ídolos y códices mayas por Fray Diego de Landa.

• Un poco más cerca, en Chile, después del golpe de Estado del 11 de septiem­ bre de 1973, se requisaron y quemaron miles de libros de política. Aunque, en febrero de 1987, el Ministerio del Inte­ rior chileno solo admitió haber quemado 15 mil copias de La aventura de Miguel Littín clandestino en Chile, de Gabriel García Márquez, el 28 de noviembre de 1986, en Valparaíso.

• En la Argentina, a partir del golpe de es­ tado del 24 de marzo de 1976 se que­ maron un total de un millón y medio de libros. Uno de estos casos ocurrió en Cór­ doba, donde se ordenó una quema colec­ tiva de libros, entre los que se hallaban obras de Proust, García Márquez, Cortá­ zar, Neruda, Vargas Llosa, Saint-Exupéry y Galeano.

Opiniones:

Sobre el autor Ray Bradbury (1920-2012) fue uno de los gran­ des maestros esta­ dounidenses de la ficción científica y fantástica. Si bien es célebre por sus novelas, también ha cultivado el relato, el ensayo, la poesía y el guion.4

En fin, todas estas ideas surgieron como re­ flexiones a partir de Farenheit 451. Y vaya que pueden surgir un sinfín de interrogantes sobre la manipulación mediática, el pensamiento global, la carencia de compromiso y rigor inte­ lectual, la estandarización de las emociones, la vacuidad existencial en una sociedad de escasos valores, la vida frenética y tecnológica y la falta de incidencia sentimental en las relaciones...2 Te invito a leer la obra. Leer siempre nos conduce a más pensamientos y a más pregun­ tas, “para que la llama del conocimiento no se apague nunca”.

Sigmund Freud, al enterarse de que libros suyos habían sido quemados excla­ mó: “¡Cuánto ha avanzado el mundo: en la edad media me habrían quemado a mí!”

“De entre todos los infiernos del con­ formismo, Farenheit 451 ofrece el retrato más convincente”.–Kingsley Amis.

www.wikipedia.com http://www.alohacriticon.com/literatura/comentarios-libros/ray-bradbury-fahrenheit-451/ 3 http://www.antesdeleer.com/2013/11/resena-fahrenheit-451-ray-bradbury.html 4 Ray Bradbury, Fahrenheit 451 (Argentina: Editorial Sudamericana, 2006).

5 http://www.monotematicosfm.com/2011/09/critica-literaria-fahrenheit-451-de-ray.html 1

Luis Laman S. es Licenciado en Ciencias de la Educación, en la especiali­ dad de Lingüística y Literatura. Fue profesor de la Universidad Peruana Unión (Lima), y actualmente se desempeña como asesor y editor de libros didácticos en la ACES (Buenos Aires).

“Fahrenheit 451 es la obra más em­ blemática de uno de los mejores autores de ciencia ficción de la historia. Es uno de los libros capitales de la ciencia ficción, este puede ser un argumento más que suficiente para leerlo [...]. No solo porque es un buen libro de ciencia ficción, sino porque es un buen libro, buena literatura.

Tiene un tema sugestivo y profundo”.5

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traveling

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Belleza pura a orillas del Tajo

Lisboa

I

nvadida por un potente cielo azul y la suave brisa de un río a punto de morir en el mar, la ciudad se levanta ante el enjambre de tejados de color rojizo que se amontonan, apretados, unos junto a otros. Lisboa, una de las ciudades más hermosas de Europa, destila grandeza, pero se presenta sin pretensiones: sencilla, acoge­ dora y humilde. De puertas afuera, sus puentes sobre el río Tajo y su vinculación al mar la hacen parecer cosmopolita; puertas adentro, respira aromas locales de gente sencilla.

Lisboa es la capital de la Rep. de Portugal, y su ciudad más importante. Su situación pri­ vilegiada en la desembocadura del río la con­ virtió en una de las ciudades más influyentes para la dominación del Atlántico.

Si visitas Lisboa, te recomendamos estos lugares imperdibles:

el centro se encuentra un obelisco, para con­ memorar dicho acontecimiento. La Avenida de la Libertad es una preciosa arteria de poco más de un kilómetro de longitud. Es la avenida más majestuosa de la ciudad, con edificios del siglo XIX y aceras cubiertas con mosaicos que forman dibujos en blanco y negro. Está llena de cafés con terrazas cubiertas, monumentos y jardines.

La Baixa: Es el barrio más céntrico e im­ portante de Lisboa. Fue reconstruido tras el gran terremoto de 1755, por el Marqués de Pombal, con un estilo clásico y calles geomé­ tricas, llenas de fachadas cubiertas de azulejos, tan típicas de Lisboa. Es el barrio más comer­ cial, y durante el día está muy animado.

Aquí se encuentran lugares muy emblemáti­ cos, como la Plaza de los Restauradores y la Ave­ nida de la Libertad. La Plaza de los Restauradores es llamada así en honor de aquellos que, en 1640, se rebelaron contra la dominación española. En

El castillo San Jorge: Es uno de los monu­ mentos más conocidos de Lisboa. Tanto de día como de noche, su imagen sobresale en la cima de la colina de San Jorge, la más alta de Lisboa, donde se encuentran los barrios Castelo y La Al­ fama. Construido en el siglo V por los visigodos, fue ampliado por los árabes en el siglo IX, y mo­ dificado durante el reinado de Alfonso Enríquez.

Su período de máximo esplendor se extendió desde mediados del siglo XIII hasta principios del siglo XVI, época en la que el castillo estuvo ocupado por los reyes de Portugal.

traveling La Alfama: A los pies del Castillo de San Jorge, entre este y el mar, se encuentra este antiguo barrio de pescadores, esencia de Lis­ boa y cuna del Fado, la expresión musical de la melancolía del pueblo portugués. Desde la parte alta de la Alfama, próxima al castillo, se tiene una magnífica panorámica de todo el ba­ rrio, que baja hasta el Tajo, y del propio puerto.

Una ciudad de puentes El Puente Vasco da Gama es el puente más largo de Europa. Tiene 17 kilóme­ tros de largo, y fue construido con mo­ tivo de la Exposición Universal de 1998, para conmemorar los quinientos años de la llegada a la India del navegante portugués Vasco da Gama, en 1498.

Por su parte, con 2.277 metros de longitud, el Puente 25 de Abril es el puen­ te colgante más largo de Europa. Cuenta con dos alturas, el piso superior para au­ tomóviles, y el inferior para trenes.

Catedral de Lisboa (Sé): Es la iglesia más antigua e importante de la ciudad. Su cons­ trucción data del siglo XII, y su estilo predomi­ nante es el románico. Su nombre completo es Santa María Maior. Durante su historia la ca­ tedral ha sido reformada en varias ocasiones.

Y aunque ha sobrevivido de manera ejemplar, ha sufrido varias catástrofes naturales, como el gran terremoto de 1755.

La Torre de Belém: Construida entre 1515 y 1519, es obra de Francisco de Arruda. En 1983, fue declarada Patrimonio Cultural de la Huma­ nidad por la UNESCO. La torre está situada en la desembocadura del río Tajo, e inicialmente sir­ vió para la defensa de la ciudad, posteriormente se convirtió en centro aduanero y faro.

Monasterio de los Jerónimos: Junto a la Torre de Belém, es la visita turística más im­ portante de Lisboa. En 1983, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Diseñado por el arquitecto Diogo de Boitaca, su construcción se inició el 6 de enero de 1501 y se concluyó a finales del siglo XVI. El estilo predominante del monasterio es el manuelino, y se construyó para celebrar el regreso de la India de Vasco da Gama. Allí también se en­ cuentran las tumbas del mencionado viajero da Gama y del famoso poeta Fernando Pessoa.

Imperdible es, también, una visita a las plazas importantes de esta ciudad, como la Plaza del Comercio, la Plaza del Rossio y la Plaza del Marqués de Pombal.

Cuando el mundo se movió Entre las 9:30 y las 9:40 del 1º de no­ viembre de 1755, Lisboa se derrumbó. Un gran sismo, acompañado por un maremoto y un incendio, azotó a la ciudad y causó entre 60 y 100 mil muertes.

Este fue el primer terremoto cuyos efec­ tos fueron estudiados científicamente, lo que marcó el nacimiento de la sismología moderna. Los geólogos estiman hoy que la

Mi recuerdo de la bella Lisboa Por Sofía Vizcaya, estudiante de Ingeniería en Tecnología de los Alimentos, Rosario, República Argentina.

A pesar del día gris y lluvioso, la bella Lis­ boa no dejó de deslumbrarme. Sus estrechas, empedradas y empinadas callecitas me lleva­ ron a recorrer hermosos lugares en sus simpáti­ cos y coloridos tranvías, que son muy utilizados para trasladarse dentro de la cuidad.

Cada trayecto recorrido no dejaba de sor­ prenderme: los majestuosos castillos y anti­ guos monasterios, en medio de una hermosa y atractiva vegetación; las imborrables marcas

que dejó el gran y desbastador terremoto y el tsunami de Lisboa, en 1755; el contraste con la parte moderna, en la cual podemos ver ma­ jestuosos edificios con su estilo vanguardista del primer mundo, muy diferentes al resto de la ciudad.

Cada rincón de Lisboa, junto con la cali­ dez de los habitantes y los típicos días de oto­ ño (donde la mezcla entre la bruma del mar y las frías lluvias creaban el ambiente ideal para poder probar los típicos platos del lugar, como los ricos “pasteles de nata”), hicieron que esta pequeña pieza del gran mundo sea uno de los lugares que volvería a visitar.

magnitud del terremoto de Lisboa sería de aproximadamente 9 en la escala de Richter.

Las ondas sísmicas fueron sentidas has­ ta Finlandia y en África del Norte. También golpearon las islas de Martinica y Barbados, al otro lado del Atlántico.

En el libro El conflicto de los siglos, Elena de White afirma que este gran terremoto es un cumplimiento de lo predicho en Apoca­ lipsis 6:12 y Marcos 13:24 al 26. Sin dudas, la segunda venida de Jesús está cerca.

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charlemos de noviazgo

Yván Balabarca Cárdenas

¿Es la

persona ideal

para mí? (parte 2) Cuando tener la misma creencia religiosa juega un papel preponderante.

“P

astor, necesito su consejo. Tengo una relación con un chico. Él es bueno y considerado, atento a mis necesida­ des, y es fácil de amar. Pero hay un detalle, es de otra religión... ¡Antes de que me diga algo, quiero decirle algo yo! Créame: ¡Es mejor per­ sona que los chicos que hay en la iglesia!”

Esto es algo recurrente. No hay seminario, simposio o charla a la que me inviten a asis­ tir, sea el lugar que sea, en que no aparezca la pregunta: “¿Puedo estar de novio, o novia, con alguien que no es de mi religión?”

La Palabra de Dios es clara: “No participen en nada de lo que hacen los que no son segui­ dores de Cristo. Lo bueno no tiene nada que ver con lo malo. Tampoco pueden estar juntas la luz

y la oscuridad” (2 Cor. 6:14, TLA). Este consejo de Pablo, dado a los corintios, tiene eco en el Salmo 106:35: “Sino que se mezclaron con las naciones, aprendieron sus costumbres” (BA).

Elena de White fue aún más clara: “El Se­ ñor ha prohibido expresamente a su pueblo unirse en matrimonio con los incrédulos. Dios sabe lo que es mejor para los intereses eternos y para el bien presente del alma. Te advierto que te apartes de este terreno prohibido” (Carta a jóvenes enamorados, p. 84).

Querido amigo, querida amiga, el viejo refrán: “Aves del mismo plumaje se juntan”, o aquel otro: “Cada oveja con su pareja” son ciertos. La preocupación del Señor es que la pareja que no comparte tu misma fe religio­

sa, tarde o temprano, te desanime de seguir en los caminos de Dios, invitándote a seguir en los atractivos caminos de la complacencia propia, en todos los niveles (dinero, fama, for­ tuna, etc.).

Que tu novio o novia sea de tu misma fe es gravitante, ya que este aspecto, aunque no es el único en que deben ser similares, permea cada uno de los otros. En el número anterior de Conexión 2.0 charlamos sobre la familia de origen; pues bien, la religión también tiene que ver con ello. La religión, la fe y la práctica religiosa afectan a todas las demás áreas: la alimentación, la indumentaria, la educación, la perspectiva del futuro, la percepción del hom­ bre, los métodos de superación; es decir, todo.

“Pero, pastor, yo he conocido parejas de novios de la misma religión que terminan muy mal. Algunos por infidelidad, otros por violen­ cia; aunque también están los que se casan y son felices,. Pero hoy eso tampoco es garantía”.

Esto es algo que también escucho con fre­ cuencia. Y es cierto: hay parejas de la misma fe que al final terminan sus noviazgos por pro­ blemas, como ya lo mencioné antes. No basta con ser de la misma fe; sin embargo, es muy importante porque la fe compenetra, matiza y da procesos y vida a todas las demás áreas.

Ahora, debes contemplar que los dos sean de la misma fe, y de la misma práctica reli­ giosa. Es decir, que ambos tengan un módulo de adoración similar: que lean sus Biblias, que oren, que testifiquen con sus vidas del amor de Jesucristo a todos los que los rodeen. Que sean fieles en la asistencia a la iglesia, no dejando de asistir, como algunos tiene por costumbre (Heb. 10:25). En pocas palabras, que él o ella ame a Cristo así como tú lo amas.

Esto es un desafío para ti, ya que no bas­ ta con creer en Jesús, sino además debes vivir con él cada día, a cada hora, contemplándolo y siendo cada día más semejante a su persona. Y esto se logra gracias a la obra maravillosa del Espíritu Santo en tu vida.

charlemos de noviazgo Puedes contactarte con el autor de esta sección. Envía un correo electrónico a: yvanbalabarca@teologia.edu.pe

El que un joven o una señorita que no tie­ nen tu misma fe sea más moral o no que otros no es garantía de idoneidad para que sea el amor de tu vida; sino que, además de los de­ más criterios que iremos desarrollando en es­ tos artículos, que sea de tu misma fe, y lo más

similar a tu práctica religiosa, son criterios que debes tener en cuenta a la hora de elegir.

El noviazgo es una etapa maravillosa, para poder crecer en el conocimiento de la persona que amas. Además de conocerla o conocerlo en cuanto a lo religioso, necesitas conocer tam­ bién en qué rol se ve él o ella en un posible matrimonio. La pregunta clave aquí es: ¿Qué esperas de mí como cónyuge?

Una señorita dijo: “Pues espero que seas el sacerdote de nuestro hogar, que no pierdas tus buenos modales, tus detalles para conmigo, tu cuidado afable y la expresión cariñosa de tus palabras. Que cuando discutamos, estemos dispuestos a arreglar lo sucedido sin ningún espíritu de supremacía, sino de concordia y amor. Que siempre seamos los mejores amigos; y, cuando lleguen los hijos, los integremos en nuestra amistad. Que estés a mi lado al mo­ mento de disfrutar de la vida, y también al mo­ mento de trabajar para tener la casa ordenada.

Que seas el hombre que necesito, no un padre, no un hijo, sino mi compañero, que me ayude a llegar a la Patria celestial. Es decir, que seamos uno a todo nivel”.

Un joven dijo: “Que seas la mujer a la cual pueda proteger. No te vayas muy lejos de mí.

No necesito una madre, ni una hermanita me­ nor, sino una mujer que me aliente a seguir, que reconozca mis logros, y que me anime cuando ya no pueda más. Que se goce en mis éxitos, pues son los de ambos, y que me ayude a salir de los reveses de la vida. Ten la claridad para ver mis errores, y las palabras adecuadas para decírmelos; inspírame a abandonarlos por amor a ti y a mi Señor. Te necesito, y temo per­ derte, pero más temo perder el camino del Se­ ñor. Andemos juntos, siempre, por ese sendero”.

Es necesario que ambos conversen sobre los roles que deberán asumir, en primer lugar, en el ámbito religioso, que es muy importante

como ya lo hemos visto. El hecho de que sean uno, en el futuro matrimonio, no solo abarca el aspecto sexual, sino todo el ser.

“Amor no es mirarse a los ojos, es mirar ambos en la misma dirección”.–Antoine de Saint-Exupéry.

Yván Balabarca Cárdenas nació en Lima, Perú. Es pastor de la Iglesia Adventista, tiene una maestría en Salud Pública de la Universidad de Loma Linda, Estados Unidos, y está cursando un doctorado en Educación Familiar en la Universidad de Montemorelos, México.

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crash

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Pablo D. Ramos

Consecuencias

E

scucho perfectamente las voces del pasi­ llo. Identifico las ruedas de una camilla, girando sin detenerse y dando pequeños saltitos al cruzar cada unión de las baldosas del piso. Una puerta se azota al cerrarse. Lucy, que todavía descansa a mi lado, se sobresalta.

Alguien abre la puerta de la habitación cuidadosamente, y los ruidos del mundo se intensifican.

Unas personas se saludan con alegría, pero sus voces escapan a medida que se van alejando. Colegas que coincidieron en turno, imagino...

Una mujer se presenta y capta toda mi atención.

–Soy la Dra. Melgar. Mucho gusto.

Lucy responde con gentileza el saludo.

–Su esposo –continúa la médica– tiene un traumatismo encefalocraneano.

Está en coma farmacológico, con una máquina que respira por él; y está re­ cibiendo drogas para que su corazón no se detenga y no baje su presión.

Estamos sacándole los fármacos len­ tamente, para ver cómo reacciona.

Hace una pausa, y me percato del movimien­ to que realiza su brazo para apoyar la mano sobre el hombro de Lucy, que escucha consternada.

–Voy a ser sincera con usted, señora. Estos son momentos críticos para la evolución de su esposo. Que se despierte será un indicador positi­ vo de sus chances de sobrevivir y, de esa manera, podremos evaluar su recuperación neurológica.

Luego de algunos segundos, la doctora se retira de la habitación, y Lucy vuelve a tomar su lugar a mi lado. Siento cómo su mano tibia acaricia la mía.

“Señor –ora Lucy nuevamente–, acompa­ ña la recuperación de Hernán... Que se haga tu voluntad en su vida. Dale la oportunidad de tomarse de tu mano, que te abrace como su Salvador”.

Hace una pausa, porque el llanto quiebra su voz.

“Sé que tu mano es poderosa y puede sanarlo, Señor... Quiero seguir teniéndolo mi lado; lo necesito”.

Toma aire y dice enérgicamente: “Dame las fuerzas para entender y sopor­ tar tu voluntad”.

Escucho el llanto de Lucy, y me inundan el enojo y la rabia. ¿Cómo pude ser tan descuidado con ella? ¿Cómo pude desplazarla así de mi vida? ¿Era necesario estar postrado en esta cama de hos­ pital, para darme cuenta de que, pese a todo, ella todavía sigue a mi lado? Comprendo lo im­ portante que ha sido para mi vida. Cuidándome.

En todos los aspectos. Va más allá de haber es­ tado conmigo cuando me sentía descompuesto o cuando me dolía una pierna, por una patada de fútbol. Tiene que ver más con el hecho de que nunca dejó de orar por mí; de guiarme en el servicio y cuidar de los demás; de preocuparse y ayudarme en mi relación cotidiana con Dios.

Ese Dios que fui dejando poco a poco de lado. Olvidado.

Siento ganas de llorar, pero no soy capaz de soltar el llanto. No puedo hacer ni siquiera eso.

La impotencia me sacude estrepitosamente.

Dicen que las escenas de la vida pasan como flashes delante de los ojos segundos antes de morir. Uno a uno, recuerdo los buenos mo­ mentos en la iglesia con Lucy, siempre tomada de mi mano. Se acurrucan en mi cabeza las me­

crash

morias de estudiar juntos la Biblia y de cómo me gustaba observarla leer. Me atropellan las reu­ niones en mi casa, con los jóvenes de la iglesia, preparando un culto joven; y cómo nos reíamos siempre que ensayábamos alguna representa­ ción (Lucy siempre fue una excelente asesora de vestuario). Corro velozmente a una formación, arreando a toda mi unidad para llegar antes de que el director del Club de Conquistadores emi­ tiera la voz de “Firmes” con el silbato.

Me veo arrodillado delante del pastor La­ palma, orando para que Dios bendiga nuestro matrimonio. Ella está hermosa. Lo destaco por­ que, a pesar de que ella siempre está hermosa, esta vez su belleza es superlativa, reluciente con su vestido blanco y sus ojos rutilantes.

Avanzo, siempre de su mano, y entiendo lo buena que fue mi vida.

Descubro que en todos los mejores recuerdos siempre somos tres los protagonis­ tas: Dios, Lucy y yo.

Siento un dolor en el pecho. Me falta el aire, y me duele respirar.

¿Qué hice con mi vida? ¿En qué momento perdí el rumbo? No tengo respuesta para mis preguntas.

Mi corazón se estruja. Quiero gritar, pero no tengo voz. Entonces comprendo que lo que due­ le no es el cuerpo, sino que se desangra mi alma.

La angustia de estar alejado de Dios es peor que la prisión de hierros retorcidos de mi automóvil.

Intento serenarme. Controlar mi respira­ ción; que no se detiene, impulsada por la má­ quina que infla mis pulmones.

“Señor, en tus manos entrego mi vida. Te pido otra oportunidad; dame otra chance de ordenar mi vida, por favor. Quiero poder ado­ rarte, servirte, y no separarme más de ti, Señor.

Quiero volver a estar con Lucy, y agradecerle por todo lo que hizo y hace por mí. Quiero po­ der cuidarla, ser su sostén en lo que necesite.

Quiero poder besarla otra vez, porque ahora sé que mi vida vale menos que un beso de ella”.

La calma llega de a poco, mientras repi­ to mi oración incesante. Siento mis funciones acomodarse, y siento frío de golpe.

Los ruidos del lugar son cada vez más ní­ tidos y fuertes.

Me atraganto con la manguera que atra­ viesa mi laringe.

Cierro y abro mis manos una y otra vez. Sien­ to la cama, las arrugas de la sábana, el frío de algunos cables que salen de mi pecho. Me duele la cabeza, pero todo eso me importa muy poco.

Una lágrima furtiva se me escapa, antes de poder abrir los ojos y ver a Lucy a mi lado.

Su rostro se ilumina y se tapa la boca con sus manos, sin poder ocultar su alegría.

Desesperado, quiero gritarle “Te amo” sin demora, pero los tubos del respirador impiden cualquier sonido. Mis ojos brillan como sola­ mente los de ella saben hacerlo. Se inclina, acomoda mi cabello, con sus suaves dedos, de­ trás de mi oreja y me dice al oído, con su voz entrecortada: –Yo también te amo.

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globósfera

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¿Cuál es la sustancia más consumida por los estudiantes secundarios?

S

i bien la respuesta es triste, debe invitar­ nos a la reflexión: el alcohol es la sus­ tancia psicoactiva más consumida entre los estudiantes de la escuela media en la Rep. Argentina. Un 62,2% de los adolescentes y los jóvenes que concurren a establecimientos públicos y privados sostuvo haber consumido bebidas alcohólicas en el último año.

Después del alcohol, la sustancia psicoac­ tiva más consumida por los estudiantes secun­ darios es el rubro de las bebidas energizantes: un 46,3% dijo haberlas ingerido el último año; le sigue el tabaco, 22,5%; en cuarto lugar apa­ rece el ítem “alguna droga ilícita”, con 13,1%;

continúa la marihuana, 11,8; psicofármacos sin prescripción médica, 3,3%; tranquilizantes, sin prescripción médica, 2,5%; cocaína, 2%; éxtasis, 1,4%; y paco, un 0,8%.

Según la información oficial, de los 112.199 alumnos que formaron parte de la muestra, un 38,7% son menores de 14 años; un 33,8% tenían entre 15 y 16 años, y el 25,4% eran de 17 años o más.

Gracias a Dios, es nuestro privilegio es­ tar alejados de estas sustancias, que en nada benefician al cuerpo o a la mente. Manten­ gamos un estilo de vida sano, alejado de es­ tas adicciones.

¡Más visitas especiales!

Los alumnos del último año del nivel medio del Instituto Adventista de Balcarce y de la ciudad de Mar del Plata visitaron las instalaciones de la Asociación Casa Editora Sudamericana.

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otra mirada

Decisiones + y Por Javier Rodríguez Meses atrás, una noticia llamó mi atención. No podía creer que esto fuera cierto, pero por la repercusión que tuvo, estoy seguro de que fue un hecho real. Lo primero que pensé fue: “¿Por qué en mis días de escuela no existió algo parecido?”

Después, venía a mi mente la idea de que no es correcto. Luego, volví a pensar, y me di cuenta de que yo podría haber respon­ dido esa consigna.

El increíble hecho al que me refiero sucedió en Madrid, España. Un profesor de las materias de Física y Química, a cargo de adolescentes de 16 años, se le ocurrió agregar sobre el final del examen preguntas que no tenían que ver con la materia dictada. Imágenes de famosos personajes de dibujos animados, conoci­ dos mundialmente, como Garfield, Hello Kitty, Silvestre y El Gato con botas son algunos de los trece felinos famosos que el profesor de secundaria colocó en el examen para subir la nota a sus alumnos, siempre y cuando lograran reconocer a once de los animales de ficción. Según aclaran los alumnos, el método no les permite aprobar, aunque sí mejorar el nú­ mero final de su evaluación.

Este examen fue mencionado por la Consejería de Educación de Madrid como inadmisible y altamente censurable. Este hecho aislado nos lleva a pensar en lo que a diario nos sucede, estamos expuestos a tomar decisiones, muchas veces elegimos lo apropiado y, en algunos casos, sucede lo contrario. Ante esto, el Apóstol Pablo nos aconseja: “y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor...” (Col. 3:23).

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