Historia de la Vida N2V3 2019

História da Vida Nivel 2 | Año 5 | Número 3

los EVOLUCIONISTAS ADMITEn:

la VIDA NO PODría SURGIR EN la TiERRA

Los evolucionistas admiten:

la vida no podría surgir en la tierra Todos saben, o deberían saber, que la información compleja no surge de la nada. Siempre necesita de una fuente informante. Imaginar que un libro pudiera surgir de una explosión en una imagen ya sería de mucha ayuda para la evolución ciega, porque allí habría papel y tinta debidamente disponibles. Los matemáticos también saben que ni siquiera tres o cuatro billones de años serían suficientes para que la vida surgiera de la no vida y llegara al nivel de complejidad que observamos hoy; y que en verdad se puede examinar desde el enfoque geológico. Resumiendo: la vida ya nace compleja, repleta de informaciones, lista para funcionar y multiplicarse. ¿Cómo explicar eso desde el punto de vista evolucionista, ya que la selección natural necesita que algo ya exista para ser seleccionado? ¿Cómo dilucidar el enigma? La opción es apelar a las estrellas.

Literalmente.

Historia de la Vida Los evolucionistas admiten: La vida no podría surgir en la Tierra Michelson Borges Título del original: História de Vida.

Evolucionistas admitem: Vida ñao podería surgir na Terra, Casa Publicadora Brasileira, Tatuí, São Paulo, Brasil 2018.

Dirección: Stella M. Romero Traducción: Gisell Erfurth de Juez Diseño: Bruna Ribeiro Diagramación y tapa: Renato Gomes Ilustración: Fotolia: Nuttawutnuy, Sergey Nivens, Trahko, James Thew; Michelson Borges

Libro de edición argentina IMPRESO EN LA ARGENTINA - Printed in Argentina Primera edición MMXVIII – 38,5M Es propiedad. © 2018 Casa Publicadora Brasileira. © 2018 ACES. Queda hecho el depósito que marca la ley 11.723.

ISBN 978-987-701-790-8 (Obra completa) ISBN 978-987-701-809-7 (Fascículo 3)

Borges, Michelson Historia de la Vida : Los evolucionistas admiten : La vida no podría surgir en la tierra / Michelson Borges ; dirigido por Stella M. Romero. – 1ª ed. – Florida : Asociación Casa Editora Sudamericana, 2018. v. 3, 8 p. ; 22 x 15 cm.

Traducción de: Gisell Erfurth de Juez.

ISBN 978-987-701-809-7 1. Cristianismo. I. Romero, Stella M., dir. II. Erfurth de Juez, Gisell, trad. III. Título.

CDD 248

Se terminó de imprimir el 28 de septiembre de 2018 en talleres propios (Gral. José de San Martín 4555, B1604CDG Florida Oeste, Buenos Aires).

Prohibida la reproducción total o parcial de esta publicación (texto, imágenes y diseño), su manipulación informática y transmisión ya sea electrónica, mecánica, por fotocopia u otros medios, sin permiso previo del editor.

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PANSPERMIA CÓSMICA La hipótesis de que la vida surgió en el espacio y luego cayó aquí, en la Tierra, es conocida como Panspermia Cósmica. En verdad, se trata de la admisión encubierta de que realmente sería imposible que la vida surgiera aquí. Y arrojar la papa caliente hacia afuera. ¿Y cómo surgió la vida allá, en el espacio sideral? Eso no lo podemos descifrar. Entonces, está fuera de nuestro alcance. Para algunos, esto es muy conveniente, ¿no?

Aunque parezca un argumento proveniente de la ficción, recientemente un artículo científico publicado en el periódico Progress in Biophysics and Molecular Biology resucitó la idea en una clara y nueva admisión de que por más que las investigaciones en bioquímica y biología molecular hayan avanzado, la explicación para el origen de la vida está lejos de ser satisfecha.

El artículo titulado “Cause of Cambrian Explosion: Terrestrial or Cosmic?” [“¿Causa de la Explosión Cámbrica: ¿Terrestre o Cósmica?”] trae una impresionante lista de más de treinta autores de instituciones de renombre alrededor del mundo. Los mismos editores del periódico son altamente confiables, incluyendo a Denis Noble, de la Universidad de Oxford. El Resumen del artículo dice: “La vida pudo haber sido sembrada aquí, en la Tierra, por cometas que transportan vida cuando las condiciones en la Tierra permitieron que esta floreciera (hace aproximadamente a 4,1 billones de años)”.

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El artículo propone, por ejemplo, que “huevos crio preservados de calamar y/o pulpo llegaron en meteoritos hace centenas de millones de años”, y que eso ayudaría a explicar “el rápido surgimiento del pulpo hace alrededor de 270 millones de años”. Como lo lees: ¡según ellos, los pulpos y los calamares serían alienígenas provenientes del espacio!

Al hablar del origen de la vida, el artículo afirma que sería necesario un “milagro” para que eso sucediera en la Tierra: “La transformación de un montón de monómeros biológicos apropiadamente seleccionados (por ejemplo, aminoácidos, nucleótidos) en una célula viva primitiva capaz de evoluciones adicionales parece requerir la superación de una barrera de información de proporciones súper astronómicas, un evento que no podría haber sucedido dentro de la línea del tiempo de la Tierra, excepto, creemos, por un milagro. Todos los experimentos de laboratorio que intentaron simular tal evento hasta ahora llevaron a fracasos deprimentes.

Parece razonable, en-

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tonces, que vayamos al mayor ´lugar’ disponible con relación a espacio y tiempo”.

Es decir, porque la vida no podría haber surgido por sí sola aquí, como los evolucionistas han insistido por años, la solución es entonces arrojar el problema hacia afuera. La vida surgió en un lugar del Universo, y no tenemos cómo saber de qué manera. Cuando llegó aquí a bordo de un cometa, ya era lo suficientemente compleja para metabolizar lo que había en la Tierra y replicarse, dando origen a toda la biodiversidad existente en nuestro planeta. Pero ¿y el aumento de la complejidad que exigiría aún más información genética? Nuevamente, la salida es apelar al “padre espacio sideral”.

Observa lo que dice el artículo: “Debemos entonces probablemente considerar los virus de entre los sistemas naturales más ricos en información en el Universo conocido. […] Ellos son […] vectores genéticos del tamaño de nano partículas que contienen toda la información esencial para asumir y liderar la fisiología de cualquier célula-objetivo con la cual ellos entran en contacto. […] El virus es, entonces, un tipo de módulo comprimido en contacto con la totalidad de la habilidad de la célula de crecer y dividirse para producir la prole de células y de esa manera evolucionar”.

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Entonces fue así: primero llegó aquí una bacteria espacial que pasó a vivir feliz en nuestra “casa”. Pero continuó siendo una “simple” bacteria por mucho tiempo, incapaz de ser algo más complejo porque, para que eso sucediera, necesitaría más información a fin de que pudieran surgir nuevos planos corporales y órganos funcionales. He aquí que entonces milagrosamente caen aquí virus con nuevas informaciones útiles que terminan siendo incorporados a la bacteria, haciendo posible que ella evolucionara. Así de simple. ¡¿Y no es con esa hipótesis de panspermia que los evolucionistas finalmente se aproximan a los defensores de la Teoría del Design (Diseño) Inteligente?! Sí, porque

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la Panspermia Cósmica significa un argumento de información preexistente que se aplica igualmente al origen de los seres humanos, las plantas y los animales, los cuales, se dice, fueron “infectados” por virus ricos en información, lo que hizo que evolucionaran: “Los genes cruciales más relevantes para la evolución de homínidos, así como de todas las especies de plantas y animales, probablemente en muchos aspectos tuvieron un origen externo, siendo transferidos a lo largo de la galaxia por virus ricos en informaciones”, dice el artículo.

Solo que en ningún momento los autores hablan del origen de la información compleja. ¿Observaste que resalté la palabra “simple” cuando hablé de la bacteria, dos párrafos atrás? Lo hice porque las bacterias no tienen nada de simple. ¡Solo en el núcleo de una de ellas hay información suficiente para llenar una enciclopedia!

Por lo tanto, por más que usen malabares explicativos e hipótesis cósmicas, el problema permanece: ¿Cómo surgió esa información?

Lo mejor que se puede hacer es barrer ese problema debajo de la alfombra, o mejor, hacia muy lejos de aquí.

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BACTERIA KRYPTONIANA Pero, entonces, vamos a admitir que por un pase de magia la vida hubiera surgido en algún lugar del Universo y viajado hacia aquí. Sería muy difícil explicar cómo ese ser vivo habría sobrevivido en el vacío, en el frío espacial y pudo resistir las irradiaciones cósmicas letales. Además, cuando llegara a nuestro planeta, ese ET microscópico tendría que resistir las altísimas temperaturas ocasionadas por la fricción de la entrada del cometa en la atmósfera. Y si el cometa no se reventara en el aire y llegara al suelo, el ser unicelular aún tendría que soportar la fuerza del impacto. ¡Solo si fuera una bacteria kryptoniana!

La hipótesis de la panspermia significa depositar demasiada fe en la casualidad. Y yo no tengo tanta fe como para creer en ese tipo de historias.

Charles, matemáticamente hablando, es imposible que la vida haya surgido en la Tierra.

¿No te enteraste de la última?

La vida no surgió aquí, en la Tierra. Vino del espacio.

¿Y cómo surgió allá?

De eso, no tenemos idea…

Veo… Arrojando la papa caliente hacia afuera, ¿verdad?

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Texto e ilustración: Michelson Borges; © Fotolia | trahko

Michelson Borges es periodista y autor de los libros La historia de la vida, Por qué creo, El Descubrimiento y Tierra de Gigantes, todos acerca del creacionismo.