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MI FE CATOLICA

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AGRADECIMIENTO

AGRADECIMIENTO

MI FE CATOLICA

Quiero enfocar y subrayar en este libro sin dejar pasar, Tu espiritualidad Franciscana, tu amor hacia las cosas Santas, a Dios Padre, la Santísima Trinidad, y a Jesús de la Misericordia, y un amor especial a la Santísima Virgen María, a Jesús sacramentado, al rezo del Santo Rosario, la Santa Misa, no olvidemos los días Santos de la Semana Santa, en diciembre la novena del Niño Dios, Nuestro Padre San Francisco de Asís, la sagrada familia y todos los Santos de su devoción.

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Gracias a nuestros padres Felipe Antonio y Paula Torres, nos enseñaron nuestra fe católica, bautizados desde muy pequeñitos, y las oraciones diarias del libro católico llamado devocionario, El rezo del santo rosario, y sin falta la misa de los domingos.

Mi gran devoción de los santos ha sido desde muy jovencita, me caracterice por el ferviente deseo de seguirlos y amarlo con toda mi devoción, tanto que desde muy niña en el convento de las monjas en Roldanillo mi ciudad natal, había una imagen de la Virgen María en el jardín del convento, salíamos con mi madre Paula a llevar huevos a las monjas y mientras ellas hablaban, yo me retiraba a saludar a la virgen María, de un momento a otro, la imagen, me sonreía, tenía más o menos como unos cinco añitos de edad; no me creyeron, pero si me dijeron que niña tan noticiosa. Al pasar los años mi fe se fue acrecentando cada día más. Son innumerables casos que me sucedieron alrededor de mi vida espiritual, y también los muchos milagros que he recibido a través de los santos.

Como no olvidar este suceso que me sucedió estando en la casa en Bosa Santa Fe en Bogotá; una mañana siendo las 6 am, aun sin levantarme de la cama, como acostumbre de estaba haciendo mi oración de la mañana entregando en él todos los quehaceres del día; estando en esa actitud de entrega y de oración, con mis ojos abiertos y mis manos entrelazadas.

Al acabar de estar con él por un Determinado tiempo, Se fue así como vino, pasando por la puerta de la habitación donde me encontraba. Al instante me levante y me fui donde estaba Sandrita en la otra habitación, y empecé a llamar y tocar la ventana donde se encontraba aun durmiendo; ella entre abrió la cortina de la ventana y se asomó enseguida a mi llamado.

En el instante que Sandrita me vio, no lo podía creer, me dijo estaba yo completamente radiante y muy resplandeciente, mi cara, mis manos, mi cabeza, la ropa que llevaba puesta, todo resplandecía como una luz brillante, y le comencé a decir que el señor me visito y que se acababa de ir. Que estaba vestido con una túnica blanca, con dos rayos muy luminosos, uno más claro que el otro, luego empecé a llamar a mi esposo José, que estaba en la tienda y enseguida vino también a mi llamado insistente; asombrado de verme, igual que Sandrita, me dijo que me había pasado, porque estaba toda tan radiante, y resplandeciente, le comencé a decir que el señor me visito. Sin saber que era Jesús de la Misericordia, lo vine a saber unos días después.

Mi hija Ana Beatriz después me llevó un cuadro de Jesús de la misericordia, ya bendecido. Y de inmediato lo coloqué en el centro de la sala con mucha devoción.

Mi devoción y amor por Jesús de la misericordia lo llevo siempre en mi alma, en mi corazón y en mi vida. Su fiesta es celebrada, el segundo domingo de Pascua de Resurrección.

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