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La función de las pirámides egipcias[editar]
from Las Piramides
La Mastaba del Faraón, en Saqqara.
En los Textos de las Pirámides, grabados en las paredes de las cámaras funerarias de algunas de ellas durante el Imperio Antiguo, existe una plegaria destinada al rey y su pirámide: "Oh Atum, pon tus brazos alrededor de este gran rey, alrededor de esta construcción, y alrededor de esta pirámide como los brazos del símbolo del ka, para que la esencia del rey pueda estar en esta, perdurando para siempre.2 Oh Gran Enéada que estás en Heliópolis, haz que el nombre del rey perdure, haz que esta pirámide del rey y esta construcción suya perduren para siempre, como el nombre de Atum que preside sobre la Gran Enéada perdura."3
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Esta última frase se repite muchas veces, variando los nombres de los dioses y sus epítetos
Los textos citados indican la función de la pirámide: contener la «esencia» del rey por toda la eternidad. Según los mismos textos, el rey resucita, y asciende al cielo para vivir eternamente entre los dioses, transfigurado en una estrella. (ver: Componentes del ser humano en el Antiguo Egipto).
Primeras pirámides monumentales[editar]
«Pirámide escalonada» de Dyeser, en Saqqara.
A principios de la Dinastía III (c. de 2700 a. C.) las mastabas reales se transformaron en pirámides escalonadas, constituidas con varias gradas, a modo de "escalera gigantesca" que se eleva hacia el cielo.
La primera y más famosa de estas es la pirámide escalonada de Saqqara del faraón Dyeser (Zoser), cuyo arquitecto era Imhotep, que posiblemente quiso crear un monumento que se elevara hacia el cielo, como una gigantesca escalera, con el fin de simbolizar la ascensión del difunto del "mundo terrenal" "hacia los "Cielos".
La siguiente etapa en la evolución de las pirámides, fue la construcción ordenada erigir por el rey Seneferu, la llamada "pirámide romboidal", o "pirámide acodada", en la región de Dahshur, que se considera una etapa intermedia entre la "pirámide escalonada" y la "pirámide clásica", o de caras lisas. En la pirámide romboidal las caras están conformadas con dos pendientes, de inclinación decreciente en dirección a la cumbre. La ausencia de uniformidad de esta pendiente podría ser un efecto geométrico voluntario. O, como sostienen algunos expertos, debido a dificultades arquitectónicas, por la estabilidad de la pirámide (pendiente original demasiado fuerte), o su método de construcción (transporte de bloques a gran altura), o por dificultades de suministro (situación geopolítica),entre otras.
Pirámides de la época de Seneferu
Pirámides clásicas[editar]
Este tipo de pirámides condujo, en una última fase de evolución, a las pirámides clásicas, de caras lisas, de la Dinastía IV (c. 2500 a. C.); las más célebres y mejor conservadas de las cuales son las pirámides de Keops, Kefren, y Micerino, erigidas en la meseta de Guiza, cerca del actual El Cairo
Pirámides de Jufu (Keops), Jafra (Kefrén) y Menkaura (Micerino), en Guiza.
Otros faraones de la dinastía IV iniciaron la construcción de sus pirámides, como Dyedefra (Abu-Roash) y Nebkara (Zawyet el-Aryam), pero quedaron sin concluir. El último faraón de la dinastía, Shepseskaf, eligió un monumento a modo de gran sarcófago pétreo, la mastaba de Shepseskaf en Saqqara. La pirámide de Dyedefra (Abu-Roash) llegó a ser 7 metros más alta que la de Keops al levantarla aprovechando una elevación natural, pero durante la época romana fue desmantelada al convertirla en cantera para usar sus piedras en otras construcciones.
Durante la dinastía V la mayoría de sus reyes levantaron sus complejos de pirámides en Saqqara y Abusir, pero de menores dimensiones y técnicamente muy inferiores.
Prosiguieron eligiéndolas en Saqqara: Teti, Pepy I, Merenra I y Pepy II, durante la dinastía VI.
En el denominado primer período intermedio de Egipto algunos gobernantes continuaron la tradición, como Neferkara Neby, Jui, Ity, o Merykara, pero apenas quedan restos.
Es en el Imperio Medio (dinastía XII, c. 1760 a. C.) cuando se levantan las últimas grandes pirámides, pero con núcleos de adobe dentro del revestimiento pétreo, actualmente desmoronados.
Los faraones del Imperio Nuevo prefirieron construir grandes templos funerarios e hipogeos en la zona de Tebas Los dignatarios de la dinastía XXV de origen nubio (c. 747 a. C.), erigieron pirámides pétreas menores y más estilizadas en Napata y Meroe (en su natal Kush) para ellos y sus familiares.
La pirámide era el centro del gran complejo funerario de cada soberano, erigida al fondo de una calzada ritual que la comunicaba con un templo funerario donde se realizaban las ofrendas y ceremonias cotidianas por el difunto, y rodeada por las mastabas donde se enterraban los miembros de su familia y corte, así como varias pequeñas pirámides menores anexas para las esposas reales.