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Esas historias no son reales

misery. The police were called, and when they entered the house (the door wasn’t locked), they all heard nothing. When they entered the bedroom, the officers saw the couple on their beds. The couple looked like human raisins, dried out, shriveled up, pillows soaked. The officers said they looked like mummies when unwrapped. The morticians didn’t understand what happened; it looked like they cried themselves to death. “Jake! Stop scaring your brother,” their mother said. “Don’t worry, George. Those stories aren’t real,” their mother said. But just then, a single sob escaped little George’s mouth. Esas historias no son reales por Nicolas Kefalas, 11 años

La Casa Remington. Ha recibido muchos apodos. Pero hay un apodo que ha eludido este lugar de misterio: Hogar. Al menos no en setenta años. Bueno, podría estar equivocado en eso. Podrían ser sólo cuarenta. Pero los personajes pronto se arrepentirán de sus palabras. Eran una pareja. Ambos en la treintena, con un niño. Un niño, el sueño americano. De repente, el sueño se convirtió en una pesadilla. El niño pidió a sus padres jugar en la nueva casa. Las últimas palabras de los padres a su hijo fueron: “¡No juegues mucho tiempo, cariño! Vuelve para la cena”. Jamás volvieron a ver al niño. Cuarenta y ocho horas después, fue declarado muerto. Es curioso cómo la casa ha adoptado las cualidades de los propietarios originales. Es vieja y amarga. La pareja no le hizo nada malo a la casa. No trataron de destripar el lugar o arreglarla para venderla tampoco. Sólo hicieron renovaciones, y son bonitas. Hablando de los propietarios originales del lugar,

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December 2022 187

debería describirlos. Viejos, antiguos, fósiles, locos, dementes, chiflados. Podríamos seguir todo el día, pero no eran recortes de cartón, parecían diferentes. No especiales, sólo extraños. Como una fruta que crece con una forma diferente. Es rara pero no única. O tal vez como un producto fuera de marca. Simplemente parecían fuera de lugar. En cualquier caso, además de su comportamiento desagradable, parecían personas cuya salud mental estaba corroída por una soledad asfixiante. Por ejemplo, ni una sola persona los vio salir de su porche en toda su vida. La gente aún no sabe cómo sobrevivieron tanto tiempo. Entonces, un día de 1931, un soleado día de primavera normal, nada de lo que ocurría en el día parecía ser memorable, pero algunas personas cercanas dijeron que escucharon enormes sollozos desgarradores que emanaban de la casa. Los sonidos parecían pura miseria sin adulterar. Llamaron a la policía y, cuando entraron en la casa (la puerta no estaba cerrada), no oyeron nada. Cuando entraron en el dormitorio, los agentes vieron a la pareja en sus camas. La pareja parecía pasas humanas, secas, arrugadas, con las almohadas empapadas. Los agentes dijeron que parecían momias. Los funerarios no entendían qué había pasado; parecía que habían muerto llorando. “¡Jake! Deja de asustar a tu hermano”, dijo su madre. “No te preocupes, George. Esas historias no son reales”, dijo su madre. Pero justo en ese momento, un único sollozo escapó de la boca del pequeño George.

188 Cartoons for all eternity • Caricaturas por toda la eternidad