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Protocolo SER

Rescatando el video de “práctica reflexiva” de Rebecca Anijovich, donde plantea la posibilidad de que los docentes reflexionen sobre su propia práctica, es decir, que puedan realizar una práctica reflexiva, denominándolo como una situación de enseñanza que generó alguna incomodidad en la clase. Esa situación de práctica es un motor que va a despertar procesos de reflexión.

Llevándolo a mis prácticas, varias veces me sucedió que estando frente a los estudiantes, me daba cuenta de que podía haber cambiado ciertas actividades y haberlas hecho más dinámicas. Pero también me sucedió que no lo veía hasta que no estaba pasando en el momento. Esto me sirvió para reflexionar y no repetir lo mismo en la segunda etapa al momento de ofrecer propuestas de trabajo.

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Plantea también que esta práctica no sea solo reflexionar sobre lo que me fue mal, sino también sobre lo que salió bien. Por lo general, uno suele reflexionar sobre lo “malo” o lo que no salió de la clase, pero rara vez se hace una reflexión del por qué salió bien, por ende, rescato lo importante que es registrar al finalizar una clase, tanto lo que salió bien, como por supuesto lo que no salió. Algo que también me cuesta hacerlo habitual.

Rebecca, dice que existe instrumentos que son necesarios para poder realizar una práctica reflexiva. Uno de ellos son los protocolos. Éstos son una red de conversación organizada en pasos, con la idea de que pueda producirse algo interesante al interior de un equipo de trabajo.

Uno de los protocolos, se llama “SER”, que significa: “seguir haciendo”, “empezar a hacer” y “revisar algún aspecto”.

Ideal para poder aplicarlo no solo en la etapa siguiente, sino también tenerlo en cuenta para nuestro futuro como profesional, donde es necesario seguir haciendo lo que está bien, lo que funcionó, empezar a hacer lo que no se hizo, lo que se podría cambiar y revisar algún aspecto que no funcionó, por ejemplo, al momento de planificar sentí que lo que estaba proponiendo en mis planificaciones estaba bien, sin embargo, frente a esas mismas actividades que sentía que estaban bien, me di cuenta que podría haber sido mucho mejor. Por ende, para la próxima planificación lo tendré en cuenta al momento de ofrecer mis propuestas.

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