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Museo Arqueológico Los Amantes de Sumpa
El Museo Los Amantes de Sumpa, ubicado en la provincia de Santa Elena, Ecuador, es un destino turístico único que ofrece a los visitantes la oportunidad de sumergirse en la historia y las costumbres de los antiguos habitantes de la región. Con vestigios de la cultura Las Vegas y un entierro particularmente fascinante de una pareja abrazada, este museo brinda una experiencia enriquecedora y reveladora. Además de su valor histórico y cultural, el museo desempeña un papel crucial en la conservación y preservación del patrimonio arqueológico de la costa ecuatoriana.
El museo alberga una exposición de artefactos y restos de la cultura Las Vegas, incluyendo el entierro de una pareja que se encuentra en una posición flexionada y abrazada, simbolizando un acto de amor eterno. Estos restos, que datan de aproximadamente entre 5.000 y 6.000 años a.C., son una muestra in situ que permite a los visitantes apreciar de cerca la forma en que los antiguos habitantes de la región eran enterrados y entender su cosmovisión.
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Además de los restos de la pareja, el museo exhibe otros vestigios de la cultura Las Vegas y piezas representativas de la cultura manteño-huancavilca. Los visitantes tienen la oportunidad de aprender sobre las prácticas funerarias, las viviendas y las costumbres de los antiguos habitantes de la península de Santa Elena, considerada uno de los asentamientos precerámicos más antiguos de la costa.

Importancia de la conservación: El Museo Los Amantes de Sumpa juega un papel fundamental en la conservación y preservación del patrimonio arqueológico de la región. A través de la exhibición y difusión de los vestigios de la cultura Las Vegas, se promueve la valoración y el respeto por la historia y las tradiciones de los antiguos habitantes de la zona.
La gestión y administración del museo por parte del Estado, a través del Ministerio de Cultura y Patrimonio, garantiza la ejecución de proyectos de inversión pública turística y la implementación de medidas para preservar y proteger el museo y su entorno. Esto incluye la conservación adecuada de los restos arqueológicos, la promoción de la educación y el turismo cultural, y la creación de conciencia sobre la importancia de salvaguardar el patrimonio cultural para las generaciones futuras.
Además, la colaboración de instituciones como la Municipalidad de Santa Elena, la Fundación “Pro Pueblo”, Cemento Nacional y el Banco Central del Ecuador demuestra el compromiso conjunto de diferentes actores en la preservación.
Museo Pumapungo
El Museo y Parque Arqueológico Pumapungo es una institución ubicada en Cuenca, Ecuador, que forma parte del Ministerio de Cultura y Patrimonio. Con sus museos regionales en Riobamba y Loja, el Museo Pumapungo ofrece acceso libre y gratuito al conocimiento de las culturas y los seres humanos que han habitado el territorio ecuatoriano a lo largo de la historia. Este museo alberga exposiciones de antropología, arqueología, etnografía, arte, documentación y audiovisuales, brindando una experiencia enriquecedora para los visitantes.
El Museo Pumapungo cuenta con una variedad de espacios y exhibiciones que permiten a los visitantes explorar diferentes aspectos de la historia y la cultura. La Sala de Etnografía presenta exposiciones permanentes como “Tsantsas: mito, ritual y tradición perdidas” y “Espiritualidades y ritualidades. Poder, rito y sanación: cosmovisión del chamán”. Estas muestras ofrecen una visión profunda de las tradiciones y creencias de los pueblos ancestrales de Ecuador.
La Sala de Arqueología “Pumapunku: mundos de la memoria” exhibe una colección de más de 10.000 bienes culturales, incluyendo cerámica, lítica, hueso, oro, plata y cobre. Estos objetos son testigos del pasado y permiten comprender las culturas Cañari-Inca que habitaron.
Además, el museo cuenta con una Biblioteca con un fondo documental, hemeroteca y archivo histórico, que brinda recursos para investigadores y aquellos interesados en profundizar en la historia local y nacional. También se encuentran salas de exposiciones temporales, una sala comunitaria, el Teatro Pumapungo, el Parque Arqueológico y Etnobotánico, el Centro de Rescate de Aves, una ludoteca infantil y áreas de reserva de etnografía, escultura y arte contemporáneo.
La conservación del Museo y Parque Arqueológico Pumapungo es esencial debido a su valor histórico y cultural. Este lugar representa un tesoro de conocimiento que permite a los visitantes adentrarse en las culturas que han dejado su huella en Ecuador a lo largo del tiempo.
La preservación de los artefactos y las exposiciones del museo asegura que las generaciones presentes y futuras puedan aprender sobre las tradiciones, creencias y prácticas de los antiguos habitantes de la región. Además, el museo despierta el interés y el orgullo por la rica diversidad cultural de Ecuador, promoviendo la valoración y el respeto hacia el patrimonio.
La conservación también permite la investigación y el estudio continuo de los objetos y la historia que representan. Los recursos de la biblioteca y los archivos históricos proporcionan información invaluable para académicos, investigadores y estudiantes, contribuyendo al avance del conocimiento en el campo de la arqueología y la antropología.
El Museo y Parque Arqueológico Pumapungo se destaca como un destino turístico que ofrece una experiencia única para los visitantes interesados en explorar la historia y la cultura de Ecuador. A través de sus exposiciones y actividades, el museo permite comprender y apreciar las tradiciones y el legado dejado por las civilizaciones antiguas.
La conservación de este patrimonio cultural es de vital importancia, ya que garantiza que las futuras generaciones puedan acceder a este conocimiento y disfrutar de una conexión con su pasado. El Museo Pumapungo desempeña un papel fundamental en la preservación y difusión de la historia y la identidad cultural del Ecuador, fomentando el respeto y la valoración de la diversidad cultural en el país.

Museo Catedral Vieja
El Museo Catedral Vieja, también conocido como la iglesia de El Sagrario, es una joya histórica y cultural ubicada en la ciudad de Cuenca, Ecuador. Desde su fundación, ha sido testigo del crecimiento de la población y ha desempeñado un papel central en la vida religiosa y cultural de la región.
Esta antigua iglesia, caracterizada por su arquitectura colonial y sus valiosos objetos de la época, como una pintura mural de 1573, paredes de adobe y piedras incas, ha experimentado cambios a lo largo de los años, adaptándose a nuevas manifestaciones artísticas y técnicas. El Museo Catedral Vieja alberga obras de destacados artistas y artesanos de la ciudad, como el Órgano de Tubos, el Púlpito de Sangurima y La Piedad de la Escuela de Miguel Vélez. Además, en la actualidad, es un espacio cultural que ofrece una variedad de exposiciones.
Este museo es administrado por la Arquidiócesis de Cuenca y cuenta con un convenio de cooperación con el Gobierno Autónomo Descentralizado (GAD) Municipal desde agosto de 2018. Este acuerdo tiene como objetivo fomentar el funcionamiento cultural y el mantenimiento de la Antigua Iglesia Catedral Vieja, poniéndola al servicio de la comunidad cuencana.
Iglesia El Sagrario o Catedral Vieja es una de las construcciones más antiguas de la ciudad. Su construcción comenzó apenas diez años después de la fundación de Cuenca y se utilizaron piedras incásicas de la ciudad de Tomebamba para los cimientos y las bases de los muros.
Formando parte del centro histórico, que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1999, el Museo Catedral Vieja se encuentra en una ubicación privilegiada frente a la Catedral Nueva y es un importante destino turístico. Es el único museo en la ciudad que alberga un órgano de tubos, el cual data de 1739 y fue creado por hábiles artesanos de la región de Azuay.
Ubicada frente al parque Calderón, la
La historia arquitectónica de la Iglesia Matriz del Sagrario se remonta a la fundación de Cuenca en 1557. En sus primeros años, la iglesia era una pequeña ermita utilizada provisionalmente para celebraciones religiosas. Sin embargo, para 1569, se inició la construcción de la Iglesia Mayor, la cual se realizó bajo la dirección de Francisco de San Miguel y Diego Alonso Márquez. Durante el período colonial, la iglesia se convirtió en el principal centro de culto para la “Pa- rroquia de los españoles”, mientras que los indígenas tenían que adorar en otros lugares o quedarse fuera.

A lo largo de los siglos, la iglesia experimentó modificaciones y mejoras, como la elevación de sus paredes y la construcción de una capilla adosada dedicada a San Pedro. Las rentas generadas por las limosnas y los derechos de sepultura contribuyeron a la financiación de la construcción y el mantenimiento de la iglesia. La gestión de los bienes eclesiásticos estaba a cargo de un mayordomo de fábrica, quien tenía la responsabilidad de administrar los recursos y supervisar las obras y reparaciones necesarias. Por todo ello el Museo Catedral Vieja es un testimonio histórico y cultural de la ciudad de Cuenca. Su arquitectura colonial, sus valiosas obras de arte y su ubicación en el centro histórico hacen de este lugar una visita obligada para los amantes de la historia y el arte religioso. Además, la colaboración entre la Arquidiócesis de Cuenca y el GAD Municipal garantiza la preservación y promoción continua de este patrimonio cultural. realizar tan grandes cambios dentro de los planes ya expuestos, puesto que la realidad de los medios que disponían en ese entonces los cuencanos no eran los óptimos para costear una catedral. A pesar de que la Audiencia fue realmente específica en el sentido de no construir una nueva catedral, Carrión y Marfil se negaron completamente a seguir sus instrucciones de refaccionar la Iglesia Mayor, y continuaron con sus deseos para construir un nuevo templo.
Se empezaron a realizar refacciones de la iglesia, una vez esta fue terminada. Entre las primeras, se dio en el siglo XVII, cuyo objetivo ya era modificar y acondicionar la Iglesia Mayor, con el objetivo de que esta se convierta en la Catedral de Cuenca. Es por eso que, en 27 de abril de 1786, la Real Audiencia de Quito permitió estos cambios, también se aprobó con esto el siguiente año, que se otorgaran 4900 pesos de la real caja, para que se pueda terminar con las refacciones de la iglesia, y de realizar los respectivos reparos de la antigua iglesia matriz. Lamentablemente, el obispo electo de esa década José Carrión no permitió que se llevaran a cabo dichas refacciones, por lo que, a su parecer, era desperdiciar el dinero otorgado por el Gobierno. En su lugar, Carrión junto al Obispo Marfil, apoyaron la idea, y ordenaron el construir la Iglesia Catedral de la Ciudad de Cuenca, para así evitar que se gastara dinero en las refacciones de la vieja iglesia. El objetivo era de construir una nueva catedral que imite la Catedral de la Málaga, pues ellos poseían sus planos para hacer dichos movimientos.
En este entonces decidieron tomar poder de la Iglesia de la Compañía, de los jesuitas expulsados su catedral provisional. La posición que los obispos tomaron no duró por mucho tiempo, puesto que los prebendados que fueron apoyados por los sagrados decretos exigieron principalmente al obispo Carrión que se respetara la orden de la Real Audiencia de Quito en el año de 1785 que les garantiza el uso de todas sus facultades y derechos para elegir y opinar.
Sin embargo, la Audiencia en estos momentos no les daría la oportunidad de