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Las infraestructuras en España ante el cambio climático Carlos Dueñas Abellán Presidente del Colegio de Ingenieros Técnicos de Obras Públicas En las últimas semanas, hemos asistido impasibles, a escenarios increíbles, producidos por la fuerza de la naturaleza: terremotos, inundaciones y, por desgracia, destrozos masivos. Si bien Marruecos y Libia han sido los grandes perjudicados a nivel internacional, en España también hemos sufrido daños personales y materiales. Esto responde, según los expertos, a un incremento de la crudeza de los fenómenos meteorológicos que nos plantean unas nuevas condiciones climáticas, también en nuestro país. Esta nueva situación requiere una adaptación de nuestros sistemas de Protección Civil y, por supuesto, de la gestión de las infraestructuras, vistos los daños provocados en las mismas: carreteras cortadas por derrumbamientos, servicios ferroviarios con anulaciones y retrasos, suministros de agua potable afectados en las poblaciones con mayor incidencia de las lluvia, etc. Todo esto, que ha sido difícil de prever y que es producto, al menos en parte, del cambio climático, requiere una respuesta por parte de las y los profesionales responsables de estas construcciones. Desde la Ingeniería Civil, en consecuencia, hemos de reconfigurar las actuaciones en infraestructuras desde dos perspectivas: la prevención y su futuro. Prevención continuada Probablemente, las infraestructuras planteadas décadas anteriores no contemplaban una modificación tan drástica de las condiciones meteorológicas. Esto no quiere decir que sean defectuosas o que tengan que ser reemplazadas: las construcciones españolas están reconocidas en toda Europa por su calidad, por su seguridad y por sus prestaciones.
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Dicho esto, ¿están preparadas para fenómenos como las lluvias torrenciales o los terremotos? En España, al igual que en el resto de la Unión Europea, se siguen normativas consolidadas para la construcción de todo tipo de estructuras. En los últimos meses, por poner un ejemplo, desde el Colegio de Ingenieros Técnicos de Obras Públicas estamos informando a nuestros colegiados sobre el nuevo Código Estructural y la futura nueva Norma de Construcción Sismorresistente, que tienen en consideración, en mayor medida si cabe, las exigencias determinadas por el mapa sísmico de nuestro país. Así, todas estas acciones están encaminadas a la aplicación de medidas de seguridad todavía más estrictas para las grandes infraestructuras de nuestro país. Como la sociedad y el clima, éstas sufren actualizaciones a lo largo de los años para adaptarse a las nuevas realidades planteadas.
Desde la Ingeniería Civil, en consecuencia, hemos de reconfigurar las actuaciones en infraestructuras desde dos perspectivas: la prevención y su futuro No obstante, las infraestructuras también experimentan renovaciones en cuanto a estructura y procesos de control. Afortunadamente, las y los ingenieros civiles cuentan con excelentes conocimientos en dicha área para llevar a cabo las remodelaciones necesarias, en caso de problemas en una construcción concreta. Desde el sector de la Ingeniería Civil se viene solicitando a los gobiernos locales, autonómicos y nacional la mejora de la inversión en conservación de las infraestructuras. Además de la consecución de un ahorro significativo para la ciudadanía a medio plazo (siempre es
nº 205 g septiembre-octubre 2023