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25 de julio de 2014 máspormás.com
ÁGATA
TENDRÍA QUE ESTAR MEJOR Aunque dijo desconocer a fondo el caso particular de Ágata, es evidente que la ciudad no es el lugar más apropiado para que un oso polar subsista, explica el jefe del Centro de Estudios Zoológicos de la UdeG / Jonathan Bañuelos
Y es que un oso polar vive en un hábitat frío, en el ártico, donde el termómetro marca los (menos) -35º C, y un lugar como Guadalajara representa para ellos una elevada temperatura, comenta Sergio Guerrero Vázquez. Agrega que si bien tener en cautiverio a los animales no es lo más apropiado, los recintos o zoológicos se pueden adaptar para que no vivan con problemas. El primer factor que se debe ajustar es la temperatura. En el caso de este mamífero lo principal es enfriarle el agua. El segundo es balancear su dieta y tercero adecuar los aditamentos para que estén confortables y entretenidos.
Pero por más adaptado que esté su espacio, no será la misma temperatura del hábitat natural, por lo que, en el caso de los osos polares, disminuirán sus actividades, se la pasarán echados casi todo el tiempo. En el ártico, el platillo principal de los osos polares son las focas, y las necesitan principalmente por su grasa, porque así su piel y su pelaje se mantienen gruesos. En lugares cálidos como Guadalajara no necesita mucha grasa pues eso elevaría todavía más su calor corporal, así que necesita una comida balanceada. El cambio en su dieta es el principal motivo por el cual el pelo de un oso polar en cautiverio se hace amarillento, explica el especialista.
¿Quién es?
Sergio Guerrero Vázquez es jefe del Centro de Estudios Zoológicos de la Universidad de Guadalajara.
La osa de la discordia
Ágata llegó en 1999, actualmente tiene 17 años de edad, cuando el promedio de vida de un oso polar en cautiverio ronda los 15, por lo que se trata de un espécimen de edad avanzada. Para el veterinario Luis Soto, su situación actual es buena tanto física como conductualmente. Estos osos, explica, pasan mucho tiempo dormidos y son solitarios; estando en cautiverio es peligroso que estén acompañados porque suelen pelear a menos que estén en época de apareamiento. Desde su llegada, el espacio en el que se encuentra la osa no está climatizado, ni el ambiente ni el agua, pese a que nació en Quebec y las temperaturas distan mucho con Guadalajara, Soto afirma que no es necesario pues su nivel de adaptación es grande. Su dieta se basa en proteína proveniente de pescados, y su pelaje le sirve como aislante ante el clima templado de la ciudad. “Mencionaban era que tenía signos de estrés, mencionaban enfermedades, pero la realidad es que se encuentra en un muy buen estado, no tiene ningún problema. El pelo de los osos polares realmente no es blanco, estamos acostumbrados a la idea de que parecen del color de la nieve, pero su pelo no tiene color y refleja el del su ambiente, además cambia con las estaciones y con la dieta”. Finaliza, el veterinario del Zoológico Guadalajara.