Castrotierra de la Valduerna

MUSEOS

LA PANERICA

Se trata de un coqueto museo etnográfico e histórico que aglutina objetos de la vida cotidiana de antaño cedidos por vecinos de la localidad. El edificio data de finales del siglo XII o principios del XIII y se cuenta que está construido sobre el castillo primitivo de Alfonso V y el antiguo torreón romano que controlaba el paso en la Vía de la Plata. En su día se utilizó para guardar los diezmos que los fieles entregaban para el sostenimiento anual de la iglesia.

El Museo La Panerica permite un acercamiento al modo de vida de antaño. Fotografía Alfonso Martínez.

CASTROTIERRA DE LA VALDUERNA ARQUITECTURA RELIGIOSA

ERMITA Y ROMERIA DE NUESTRA SEÑORA DE CASTROTIERRA.

La ermita está presidida por una talla correspondiente al románico tardío, finales del siglo XII, que ocupa el centro del retablo principal.

La Virgen del agua, Nuestra Señora de Castrotierra. Fotografía Gemma Cano.

En el lugar en que se encuentra ubicado el santuario, en mitad de una impresionante soledad, se asentó durante la Edad de Hierro un castro poblado por astures. Parece que en el mismo se daba culto a la diosa Fraga, que proporcionaba a las plantas la humedad necesaria. Los romanos suplantaron este culto por el de la diosa Tellus, diosa de la Tierra, protectora de la naturaleza y de los sembrados. Con el cristianismo, el culto pagano fue sustituido por el de la Virgen María.

El santuario de Castrotierra se localiza así en un lugar mágico de León, enlazado con ritos prerromanos y romanos a dioses y elementos de la naturaleza.

Según la tradición, en el siglo V estando Santo Toribio, Obispo de Astorga, en tierras de Palencia, una gran sequía que duró varios años consecutivos asoló los campos de la comarca. Los agricultores acudieron al Santo Obispo a pedirle una solución. Este les aconsejó que acudiesen a Castrotierra en busca de la imagen de Nuestra Señora y que la llevasen en procesión a As-

torga dedicándole un novenario en la catedral y la devolvieran luego a su santuario, de este modo Dios atendería sus súplicas. Así ocurrió, convirtiéndose este hecho en el origen de la romería que hoy conocemos, una romería de las más arraigadas de la provincia de León.

Sin embargo, el primer documento de la existencia de esta procesión data de 1557. Desde entonces en años de gran sequía los “procuradores de la tierra”, vecinos que representan a trece pueblos de la comarca, pueden decidir por votación que se celebre la procesión. La Virgen de Castrotierra es llevada entonces, acompañada por los pendones de los pueblos de esta comarca y de las comarcas vecinas y por cientos de fieles devotos, desde el Santuario hasta la catedral de Astorga, donde se la venera durante 9 días.

MUSEOS

CENTRO DE INTERPRETACIÓN DE LOS PENDONES LEONESES.

Los pendones son unos inmensos estandartes, que pueden alcanzar los doce metros de altura, compuestos por varios paños de seda de damasco de diferentes colores que identifican a nuestros pueblos en las grandes romerías, procesiones, peregrinaciones y celebraciones.

Su origen se remonta a la Edad Media, cuando los pendones eran llevados por los soldados como estandarte para distinguir los regimientos en las frecuentes guerras que se producían. Tuvieron una gran importancia ya que los colores y escudos de estas banderas distinguían en todo momento a los jefes militares y sus

Pendones acompañando a la imagen de la Virgen del Castro durante la procesión. Fotografía Raigada