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Los Bancos de la Plaza de San Antonio o de la Mariblanca

Los Bancos de la Plaza de San Antonio o de la Mariblanca

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José Luis Lindo Martínez Cronista Ofi cial del Real Sitio y Villa de Aranjuez

Hay elementos o inmuebles en las calles, glorietas o plazas que habitualmente son utilizados por el vecino o ciudadano que nos visita, en este caso lugares de descanso como son los bancos. De hecho, uno de los asuntos que trajo mucho de cabeza a los ediles a comienzos de siglo fue el de los bancos que se habían instalado a comienzos de siglo en la plaza de San Antonio, popularmente llamada de La Mariblanca.

Corría el día 17 de octubre de 1919 cuando en el Pleno Municipal, presidido por José Álvarez de la Nieta, un edil decía haber observado que de la plaza de San Antonio se habían retirado los bancos de piedra colocados hacía tiempo, y que eran precisos para la población.

El edil Fernández Carrión había indagado donde fueron a parar los bancos y comprobó que estaban en las dependencias de Patrimonio Nacional. Opinaba el concejal que debía reclamarse «para volverlos a colocar por cuenta del Ayuntamiento, pues considera que desde el momento que fueron colocados en la referida plaza pública, deben quedar en benefi cio de la población». El edil recibió el apoyo de otros miembros del Gobierno, pero el Alcalde refl exionaba sobre del porqué se habían retirado los bancos, y la causa era que la Administración de Patrimonio se sintió obligada a retirar los bancos, porque habían sido derribados repetidas veces durante la noche. No obstante el gobierno municipal haría gestiones para que los volviesen a instalar.

Poco tiempo había pasado de este acuerdo cuando el día 24 el mismo Concejal Fernández volvía a insistir en que se colocasen los bancos en la plaza de la Mariblanca. El Edil solicitaba del Alcalde saber si se había recibido algún escrito por parte de la Administración de Patrimonio acerca de que los bancos iban a ser retirados; a lo que el Alcalde respondió que no lo habían documentado. No obstante los ediles decían que esto no era óbice para

que se justifi cara dicha retirada, y además insistían en colocar de nuevo estos elementos, y «que no se retiren más sin autorización del Ayuntamiento». Hablaban sin saber de quién era propiedad la Plaza de San Antonio o de la Mariblanca, que en realidad pertenecía al Patrimonio de la Corona, pues aún estaba Aranjuez bajo la “supervisión” de la Corona, a pesar de contar ya con Ayuntamiento.

No había tregua, el día 31 de octubre el edil Valdepeñas trataba en el Pleno Municipal el asunto abordado días antes por su compañero de Gobierno. Fernández, en el sentido de reclamar los bancos de piedra. A las palabras de estos ediles ahora se sumaba con más determinación las del Concejal Doroteo Alonso, quien además de reiterar las palabras de los anteriores, expuso que la referida plaza, es vía pública del pueblo y no del Real Patrimonio y solicitaba la lectura de la parte de las ordenanzas Municipales que contenían los límites del Casco de la población. Seguidamente los Concejales pedían al Alcalde que se aclarase lo referente a este asunto y lo de otras calles y plazas. A pesar de que los ediles Alonso y Fernández insistían en que era propiedad del pueblo esa plaza y otras calles, el Alcalde no estaba de acuerdo. Por ello solicitaban los Concejales que se hiciesen gestiones para volver a instalar los bancos en la mencionada plaza de la Mariblanca.

No se tenía en cuenta que desde tiempos de la Restauración de Alfonso XII la Corona había liberado a favor del Ayuntamiento la carga que suponía mantener determinadas propiedades, como por ejemplo ciertas calles y plazas de la población que pertenecían hasta entonces a la Real Casa.

Una vez más, el día 14 de noviembre, el Concejal Alonso retomaba la problemática de los bancos de piedra, queriendo saber qué gestiones se habían hecho respecto a esta cuestión. El Alcalde Álvarez daba a conocer que había realizado una visita al Administrador de Patrimonio en Aranjuez y no pudo celebrar la entrevista con él por hallarse ausente de Aranjuez. Pero el Interventor de las dependencias patrimoniales que se hallaba sustituyéndole, le informó que era preciso esperar a que regresara el Administrador. Alonso pasaba a recordar al Pleno un hecho semejante: «lo que se hizo con unas piedras que había en la vía pública y que aunque se consideraban de propiedad particular se levantaron y se instalaron por el Ayuntamiento cuando se cambio de sitio la fuente de San Antonio [en la plaza de la Mariblanca], y considera que en el mismo caso deben estar los referidos bancos emplazados en la vía pública y por esto deben traerse y colocarse los que han sido retirados». Al edil Alonso, que solicitaba se le enviase un ofi cio al Administrador reclamándolos, se sumaban sus compañeros de Corporación.

Siete días después volvía al Pleno con la misma problemática, el edil Fernández Carrión quien preguntaba al Alcalde si se había enviado la antedicha petición. El Regidor le dijo que sí pero que estaba pendiente de una respuesta. El día 12 de diciembre Fernández preguntaba nuevamente por la cesión de los bancos por parte de Patrimonio, respondiéndole el Alcalde que aunque se sabía que estaba concedida dicha cesión, estaba pendiente. La desconfi anza de Fernández se había manifestado porque el Alcalde no había enseñado al Pleno el ofi cio en cuestión, pero el Secretario confi rmaba lo dicho por el Alcalde. Finalmente Fernández trae a colación de nuevo, el día 20 de diciembre, el asunto de los bancos, dándose por enterado de la contestación del Administrador de Patrimonio respecto a la cesión de los bancos, pero faltaba el ofi cio fi rmado por esta institución dando cuenta de esta cesión. El Alcalde José Álvarez estaba de acuerdo con la petición por escrito por parte de Patrimonio de la Corona. Tiempo después los bancos volverían a instalarse en la Plaza de San Antonio o Mariblanca.

Estudiando fotografías de 1920, contabilizamos dentro de la plaza un total de nueve bancos en los laterales (Carrera de Andalucía y Calle de la Florida), y cuatro a la altura de la Real Capilla, y otros cuatro a la altura del Parterre del Jardín. Es decir, un total de veintiséis bancos, de los cuales se cambió paulatinamente el modelo hasta llegar a amueblarse la plaza con dieciséis bancos diferentes a los originales; según se constata en la documentación fotográfi ca de los años sesenta hasta el ochenta del siglo pasado.

Con motivo de llevarse a cabo la reforma de la Plaza en 1989, los bancos son retirados de la Plaza de San Antonio o Mariblanca, volviendo a instalarse en la calle del Rey en 2002. Tras las reformas llevabas a cabo en el año 2009 y la construcción del parking es esta calle, los bancos son retirados por la empresa VIRTON S.A. que llevó a cabo las obras. Puestos en contacto con esta empresa, nos comunican que ellos ya no tienen conocimiento de dónde fueron a parar, y que el jefe de obra al que se le podía preguntar, ya no trabaja con ellos. Hicimos indagaciones en Patrimonio Nacional y Almacenes Municipales, y solo en este último nos dieron cuenta de la existencia de un banco, pero solo de la parte del asiento, pues no tenía los laterales de apoyo.

Así acaba la historia de unos bancos que acarrearon muchas horas de debate municipal, y que se instalaron con el inicio del siglo pasado como parte del mobiliario de la plaza de la Mariblanca que a muchas generaciones de ribereños nos han prestado un gran servicio y hemos venido disfrutando, bien desde nuestra infancia, de novios con nuestras confi dencias comiéndonos un paquete de pipas del kiosco de Juanele, y después con nuestros hijos y nietos. Una parte más de nuestra intrahistoria que se perdió por falta de interés en la protección del patrimonio desde algunas instancias municipales del Real Sitio y Villa de Aranjuez. Pero lo esencial sería recuperar de alguna manera unos bancos artísticamente labrados que correspondan a la majestuosidad y utilidad de la plaza donde se realizan diversas actividades culturales. Entonces sí cumplirían su función de solaz y descanso.

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