MISINOAK-MISIONES ALKARREN BARRI 269 URRIA 2020
dad increíble. Hace muchos años, las hermanas empezaron un proyecto de abalorios en el que las mujeres que necesitaban algún ingreso iban a hacer pulseras, anillos, etc. A día de hoy, todavía tienen ese proyecto al que las hermanas siguen apoyando pero que ahora lleva Dorcas (una mujer Turkana). Junto con esto, acaban de empezar con otro proyecto de costura etc. ¿Vas a transmitir tu experiencia en Kenia en tu entorno? Las mujeres son las que más apoyo necesitan en la comunidad. Desde pequeñas les enseñan que no valen para nada, a pesar de ser las que sacan toda la familia adelante, construyen la casa, van a por agua, etc. Las mujeres Turkana son las más fuertes que he conocido en mi vida y tienen una creativi-
Creo que compartir la experiencia es el trabajo más importante de una misionera. Es necesario que la gente conozca las realidades que hay en el mundo. Cómo podría haber sido nuestra vida si hubiésemos nacido en otro sitio. Además, no hace falta ser misionera para ayudar a otras personas.
Cerca también tenemos personas que nos necesitan y que a veces no vemos, y también podemos ayudar de manera económica, tanto comprando material traído de allí, como con donaciones. Eso es algo que prometí a las personas de allí. Toda la UP (Unidad Pastoral) de “Oiz-Anboto” ha estado conmigo en este viaje desde el principio, siempre he sentido su apoyo y me han ayudado en todo. Gran parte de la labor que yo he realizado allí es gracias a las maravillosas personas que forman parte de mi UP. Ahora estoy abierta a compartir mi experiencia en cualquier espacio y a la mayoría de personas posibles. Porque la única manera de conocer una cultura, es adentrándote en ella, pero podemos empezar escuchando historias sobre ella • José Ignacio Iturmendi
18 DE OCTUBRE. DOMUND 2020 HEMEN NAGO, BIDAL NAZAZU En la cita que enmarca la jornada misionera del DOMUND: “AQUÍ ESTOY, ENVÍAME” (Is 6, 8), el papa quiere destacar nuestra disponibilidad personal para ser enviados, y nos anima diciendo: “Salgamos, salgamos a ofrecer a todos la vida de Jesucristo” (EG 49). “Dios continúa buscando a quien enviar al mundo y a cada pueblo, para testimoniar su amor…” (del mensaje del papa el DOMUND 20). Estas palabras nos infunden ánimo para esta jornada misionera que vamos a celebrar. El año 2020 está marcado por la pandemia de la COVID-19. Y una de las consecuencias más sangrantes de esta situación mundial es el incremento de la desigualdad. Por eso, no podemos olvidarnos de quienes se han empobrecido con la pandemia. Los misioneros y misioneras presentes en esos países, acompañando al pueblo, son testigos del empobrecimiento, del incremento de esta desigualdad. Desde Obras Misionales Pontificias así como desde Misiones Diocesanas Vascas se han apoyado iniciativas por la emergencia, que desde diferentes lugares/países se han puesto en marcha: reparto de alimentos, en algunos
casos, o la compra de tanques de agua en otros… etc. Hemos ido informando de todas ellas en las páginas web: bizkeliza, misioak.org…. Pero en esta campaña, queremos poner rostro a las personas que están sufriendo una pandemia con mínimos recursos económicos y sanitarios y que se agudiza por el miedo a no poder alimentar a sus familias, a enfermar, a morir. Ampliemos nuestra mirada y pensemos cómo están viviendo estas hermanas y hermanos lo que también aquí estamos viviendo, pero en peores condiciones. Recogiendo las palabras de Eva Fernández en el inicio del curso pastoral de nuestra diócesis: “Es bueno descubrir que somos frágiles y es importante acompañar y cuidar el sufrimiento de los demás”. Los misioneros y misioneras nacidos en nuestra diócesis de Bizkaia siguen trabajando, algunos han sufrido la enfermedad, pero afortunadamente ya están bien y continúan con la tarea. Ellos y ellas permanecen. Un día dijeron “Aquí estoy, envíame” y su testimonio nos acerca aquella realidad y nos hace reflexionar sobre nuestra disponibilidad personal para ser enviados a la Misión. Acojamos la invitación del papa a celebrar esta jornada mundial de las misiones en comunión con toda la Iglesia
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e invitemos a todas las comunidades a reflexionar sobre nuestra disponibilidad para el envío misionero, a trabajar por un mundo más justo, igualitario y fraterno en el que quepamos todas las personas. J. M. Rodríguez Olaizola señalaba, en el inicio del curso pastoral que: “Agradecer, dialogar y compartir, son tareas de la Iglesia en este tiempo”. El DOMUND es un tiempo significativo para la sensibilización misionera de la Iglesia en el que podemos poner de relieve los tres verbos señalados por Odriozola: Agradecer, la vida, lo que tenemos, agradecer la colaboración de tantas misioneras y misioneros que dan su vida por el Reino. Dialogar: con otras culturas, con otros pueblos, con otras religiones para abrir la mirada, salir de la auto-referencialidad. Compartir la vida con cada ser humano, compartir la fe, compartir los bienes con nuestros o hermanos para hacer posible la familia humana de hijos e hijas de Dios. ¡Muchas gracias a todos los que colaboráis en esta campaña! Feli Martín. Delegada de Misiones