La sociedad civil y el medio ambiente Todos los daños ambientales que se han evitado en la Región de Murcia en los últimos años, han sido gracias a la sociedad civil, a personas que, generalmente de manera colectiva, han hecho presión de diferentes formas ante las administraciones cuando ha peligrado nuestro patrimonio natural.
Isabel Rubio Pérez Portavoz de la plataforma ciudadana Pacto por el Mar Menor
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Estos colectivos formados por ciudadanas y ciudadanos anónimos preocupados por la naturaleza han unido sus fuerzas para enfrentarse a la Administración cuando ésta ha mirado hacia otro lado ante la impunidad con la que actúan, en tantos casos, los grandes sectores económicos. Si cerró el lavadero Roberto en Portmán, después de haber causado el mayor desastre ambiental del Mediterráneo, fue debido al camino que se abrió tras la primera acción de Greenpeace en España y que dio visibilidad mundial a la colmatación de esa bahía en 1986. Si hoy disfrutamos del PR Salinas de San Pedro del Pinatar es gracias a la participación de ANSE en la creación de una Coordinadora para la defensa de las Salinas de San Pedro que se opuso al proyecto de construcción de una urbanización en ese espacio en 1982. Las obras de Puerto Mayor en La Manga para la construcción de un puerto deportivo con 1.000 amarres fueron paradas gracias a una acción conjunta Pandora
de ANSE y Greenpeace hace ya 15 años. El proyecto de Novo Carthago, una urbanización con 10.000 viviendas en el Mar Menor, y el proyecto de Calarreona, con la recalificación de 60 ha también fueron parados gracias a ADECA y ANSE. Y podríamos seguir con otros espacios naturales en nuestra región como Marina de Cope, La Zerrichera, etc. Sin embargo, a pesar de todos esos éxitos conseguidos tras muchos años de lucha, la llamada maldición de Casandra sigue actuando en lo referente al Mar Menor. Recordamos que en la mitología griega el dios Apolo le otorgó a esta sacerdotisa el don de la profecía: podía adivinar el futuro y podía ver lo que iba a suceder, pero no podía evitar los acontecimientos que se producirían, como cuando anunció la caída de Troya. Nadie creyó nunca en sus predicciones. Esta maldición no deja de citarse desde que en la presentación de las primeras jornadas organizadas por Pacto por el Mar Menor en 2015 se la pusiera