Ágora

EN la asignatura de Cultura Clásica hemos tenido la oportunidad de ver la película Ágora, del director Alejandro Amenábar. Una oportunidad que ha merecido mucho la pena, porque me ha gustado mucho.

Trata diversos temas como la intolerancia, las diferentes visiones del mundo, la historia, la educación…, pero sobre todo, la película ha girado en torno a la religión y esto nos hace pensar en lo que puede llegar a hacer el ser humano para imponer a la fuerza sus propias creencias sobre otro ser humano.

Me ha gustado cómo los personajes han ido evolucionando a lo largo de la película, excepto Hipatia, que se ha mantenido como estaba, pues no necesitaba cambiar. Al principio me parecía extraño que Hipatia pudiese impartir clases siendo mujer en aquella época sin recibir ninguna crítica, pero mis dudas se aclararon tras el discurso misógino, patriarcal y cristiano del obispo Cirilo en el que mandaba continuas indirectas a Hipatia para que callase y obedeciera al hombre. Cómo es de esperar de nuestra carismática heroína, el rechazo a esta propuesta (amenaza) la conducirá a una muerte injusta y denigrante. Además, el discurso de Cirilo me pareció una crítica (una de las muchas que se hacen) dirigida a estos cristianos (o a cualquier persona que crea en algo ciegamente) que utilizan su religión para conseguir sus propios intereses incluso cambiando las palabras de la Biblia a su antojo.

Mis personajes favoritos han sido Hipatia, el esclavo Davos y Orestes, pero la que más me ha sedu

cido ha sido Hipatia. Creía que, como en casi todas las películas, la protagonista acabaría enamorándose de alguien, pero no, se mantuvo firme, porque lo que de verdad la apasionaba era sus estudios por las matemáticas y la astronomía. Era la única que se mostraba neutra y aceptaba las diferentes creencias, pues lo que quería era investigar y seguir enseñando a sus discípulos. Respetaba a todos porque eran iguales a ella, sus «hermanos», fuesen de la religión que fuesen. Ese fue el aspecto que más me gustó, que Hipatia no retrocediera ante las dificultades que se le presentaban (que no eran pocas) y siguiera adelante pasase lo que pasase.

La película muestra a la perfección la vida de Hipatia acorde a lo que pasó en realidad, pues está basada en hechos reales. Lo que me molesta es que el final trágico de Hipatia pasara realmente. Sé que estas cosas pasaban y pasan, pero verlo fue más triste de lo que pensé. Encima tuvo que ser su esclavo Davos, que la amaba, el que acabase con su vida para que esta no muriese apaleada, y eso es aún más triste.

En resumen, la película me ha encantado, es un 10 de 10 y no me extraña que haya ganado 7 premios Goyas. Te hace querer pensar sobre la actualidad y hace ver lo que hemos evolucionado, lo que podemos llegar a hacer por ignorantes y creyentes ciegos, y el potencial que una mujer puede albergar y destacar en un mundo con mucha intolerancia, agresividad y egoísmo. Es necesario que los seres humanos tengamos los ojos abiertos y respetemos a las demás personas sean como sean.

Carmen López Alberca 4B