DUALIDAD

Page 1

Como distribuidores de REDDIN ASSESSMENTS ayudamos a utilizar DEG, la medida científica del Liderazgo Efectivo

«… se hace camino al andar…»

Efrén Martín: gerente de

, profesor de

Dualidad

, associate consultant de Reddin Assessments

Un alto cargo de una formación política ofreció un atractivo puesto de responsabilidad a un reconocido profesional. Su asombro fue mayúsculo cuando éste se negó, pese a no tener reticencias ideológicas ni mayores pretensiones económicas. Intentando descubrir el porqué, siguió ofreciéndole el puesto hasta topar con un argumento incontestable: “si acepto, querrás que tome decisiones que no comparto. Me negaré y tendrás que despedirme”. El alto cargo desistió. Rechazar una oferta seductora requiere tal determinación que Ulises tuvo que ordenar ser atado al mástil de su barco para no dejarse arrebatar por el canto de las sirenas. El reto estriba en atender a un interés mayor, para posponer una gratificación inmediata; o aceptar ahora un coste que evite otro mayor en el futuro. Un sacrificio a ojos de otros, pero no para quien asume las consecuencias de sus actos. Desde sus inicios, la filosofía ha concebido al ser humano como resultante de una compleja combinación de tres factores: pensamiento, emoción y acción. Los tres son divisibles en pares de contrarios:  David Bohm distinguió en la mente dos estados: condicionado (pensamiento) y no condicionado (inteligencia). El Conocimiento es pensamiento que memoriza, mientras la Sabiduría es inteligencia que desaprende.  Previamente, Hans Selye observó dos aspectos en el pasional estrés: distrés (alarma y tensión) y eustrés (alerta y disfrute). El primero mata y el segundo vivifica.  Antes aún, Schopenhauer reflexionó sobre la acción de la voluntad (querer), oponiendo el término noluntad (no querer); como una barrera sensata a los deseos insensatos que, buscando la felicidad, provocan sufrimiento.

Resulta curioso como pensamiento, tensión y voluntad suponen una triada que semeja astucia, energía y afán de superación. Pero también refleja la personalidad tipo “A”, reactiva, agresiva, impaciente, competitiva y carente de autodominio; propia de quien es arrastrado por obsesiones que no sabe dirigir y candidato a patologías cardiovasculares. Epicteto defendía elegir la segunda tríada (inteligencia, disfrute y noluntad), mediante un razonamiento meridianamente claro: “Hay cosas que están bajo nuestro control y otras que no lo están. Bajo nuestro control se hallan las opiniones, las preferencias, los deseos, las aversiones y, en una palabra, todo lo que es inherente a nuestras acciones. Fuera de nuestro control está el cuerpo, las riquezas, la reputación, las autoridades y, en una palabra, todo lo que no es inherente a nuestras acciones… estas cosas son externas y por ende no constituyen nuestra preocupación. Intentar controlar o cambiar lo que no podemos tiene como único resultado el tormento”. Esta noluntad no es pasividad resignada, sino estar atento a no dejarse arrastrar por lo incontrolable; mientras focalizamos la voluntad en el propio autodominio. Para no ser frustrado por tus deseos:

Desea sólo lo que depende de ti

Fuente: “STOP, la contraparadoja”, págs. 106-107

REDDINASSESSMENTS Nº 139 julio 2018

http://www.fvmartin.net


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.