Como distribuidores de REDDIN ASSESSMENTS ayudamos a utilizar DEG, la medida científica del Liderazgo Efectivo
«… se hace camino al andar…»
Elefantes ciegos Efrén Martín, gerente de
, profesor de
, asociado de
El reverendo Jim Jones fue el fundador y líder del “Templo del Pueblo”. En 1978, ante la acusación de evasión de impuestos, obligó a la mayoría de sus mil seguidores a trasladarse de San Francisco a un pequeño asentamiento en Guayana que denominó Jonestown. Ante la perspectiva de su final (sus hombres de confianza asesinaron al congresista Ryan y a otras 4 personas para evitar que algunos de sus seguidores les abandonasen), Jones decidió que sus fieles envenenaran a sus hijos y después a sí mismos. Prepararon cubas de veneno. Algunos se resistieron y otros expresaron su desacuerdo, pero fueron silenciados. Siguiendo las órdenes de Jones, y la presión social recíproca, madres y padres envenenaron obedientemente a sus hijos y después les siguieron ellos mismos. Sus cuerpos yacían juntos con los brazos entrelazados cuando fueron descubiertos (912 cadáveres). “Un pequeño empujón”, Richard H. Thaler
No existe la dualidad cartesiana mentecuerpo, pero sí la dualidad mental propuesta por Pascal: “El corazón tiene razones que la razón desconoce" (y, sin duda, viceversa). Jonathan Haidt ha creado una analogía que supera la previa dualidad mitológica con seres mitad animal, mitad persona (sirenas, faunos, esfinges, arpías y centauros). Es su metáfora del Elefante, el Jinete y el Camino: El Elefante es el motor de nuestra vida. Fuerte pero menos avispado de lo que en su entusiasmo él mismo cree, precisamente por su credulidad. Su percepción emocional le hace muy influenciable, dando más peso a la opinión mayoritaria que a la propia. Tiene ceguera al cambio y sólo sabe desenvolverse en entornos conocidos; fiándose de intuiciones y corazonadas cuando no debe. El suicidio colectivo de Jonestown fue un cementerio de elefantes, creado por un egoísta y malvado manipulador de lealtades, identidades y sentimientos. Casi todos los elefantes son bondadosos salvo aquellos que, acorralados y víctimas del secuestro emocional, se transforman en bestias que arrastran a otros. La intuición es útil para afrontar situaciones pero, sin contraste racional, conlleva errores a veces irreparables. Links: Nº 133 enero 2018
El Jinete es el volante. Subido al borde del córtex prefrontal, tiene la misión de conducir al elefante con una visión clara y racional que lamentablemente utiliza poco, por pereza y escepticismo. Prácticamente carece de energía y movilidad a lomos de esa mole neuro-hormonal que le lleva donde no se propone y le impide alcanzar sus metas, con actividades más divertidas y fáciles de hacer. Esta parte lógica procesa ideas y probabilidades. Nunca compraría lotería pero, antes de que pueda frenarlo, su socio irracional ya ha extendido la trompa y asido los boletos (o dulces, o cigarrillos, o copas, o compañías que a posteriori nos sentarán fatal). El conflicto interno también se exporta fuera. Las personas creamos positivas relaciones cuando nuestros elefantes se aman y nuestros jinetes se admiran. En caso contrario, se producirá un cruce hemisférico hostil: un jinete criticará la falta de realismo del otro elefante o éste se inventará mordaces historias para ridiculizar a aquel. La vida es un Camino difícil de allanar para jinetes pasivos y elefantes ciegos, quienes para avanzar han de dialogar y negociar. Como dijo Baltasar Gracián: "El no y el sí son breves de decir pero piden… Pensar mucho
uno y uno es UNO STOP, la contraparadoja http://www.fvmartin.net