Logogrifos el el Vagón del The Ghan

Page 38

-¿Qué te pasa? –le pregunté directo y a quema ropa. Enseguida noté que, tácitamente, sus gruesos dedos negros como morcillas jugueteaban nerviosamente con los pliegos de su camisa estampada modelito hawaiano, pero esa fue la única señal, el único indicio que se permitió para exhibir su inquietud. -¡Dale!, contame que te pasa, –incité-. Fíjate, ya hicimos la mitad del viaje, y aquí estamos, vivitos y coleando –dije con acento despreocupado para intentar animarlo, mientras ponía una voz complacida. -¿Por qué estás tan serio? –agregué al notar su irresolución en responder. -Para usted, parece todo óptimo, pero para mí, me dio la impresión que estaba reviviendo el viaje de mis antepasados –respondió seco, con entonación afligida. -Pero, ¿por qué? Ni pusimos los pies en África. -No es por eso. A lo que me refiero, es por causa de esos locos del barco, que me hicieron trabajar como un negro. -No te quejes, infeliz, el viaje te ha salido gratis… “Finis Coronat Opus”, -le zampé con voz rimbombante y para reanimarlo un poco. -¿Ahora le ha dado por decir malas palabras, jefeamo? Logogrifos en el Vagón del “The Ghan”

Página 38


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.