diferentes métodos y modos -comenzó a filosofar nuestro compañero de mesa Philip Marlowe, mientras hacía circular levemente el líquido de su cogñac dentro de la copa, en cuanto yo pensaba para mis adentros que era llegada la justa hora de irnos a dormir. -Por cabal respeto a la ortografía, les digo qué distintas pueden ser las maneras de escribir; pero lo sorprendente, es que los hombres hablen éstos la misma lengua y ser -continúo argumentando, para sorpresa de todos,
y
con
su
filosofal
pensamiento
licoroso-.
Probablemente es la lengua la que va escogiendo los escritores que precisa, y se sirve de ellos para que expresen una pequeña parte de lo que es, cuando la lengua lo haya dicho todo, y callado, a ver cómo vamos a vivir. Es ahí que empiezan a surgir las primeras dificultades, o quizás no sean aún las dificultades sino más bien, distintos y cuestionadores estratos del sentido, camadas, capas, sedimentos
removidos,
nuevas
cristalizaciones,
por
ejemplo. -Sobre la desnudez de la verdad, -empezó a decir Sam Spade con voz entonada como si fuese a cantar el aria de una ópera-, el manto diáfano de la fantasía parece dejar clara la sentencia, clara, cerrada y conclusa, donde un niño sería capaz de entenderla y repetirla en un examen sin Logogrifos en el Vagón del “The Ghan”
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