Guapileño #218

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Primer veterinario de Guápiles

Dr. Guido Carballo

PÁGINAS 28 -29

AÑO XX ◆ Número 218 - 2015

Presidente defiende al Pacuare

Importante decreto

PÁGINA 30

El Periódico de la provincia de Limón

¢200

Dirigentes comunales se oponen a contaminación de ríos Mariano Solís: “Sufrimos malos olores todos los días”.

Agustín Herrera: “Olores son nauseabundos”

Alexis Barquero

Misionero de La Rita PÁGINA 22

William Quesada: “Yo vi la contaminación del río”

Dr. Fernando Llorca

Enrique Rodríguez: “Sala Constitucional nos dio la razón”.

“Zona rural me marcó” PÁGINA 12


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El Guapileño

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Malos olores provocan gran malestar en Toro Amarillo y alrededores

t Lo atribuyen a una porqueriza

desinterés de entonces por tener instalaciones adecuadas y respetar el derecho de los demás a respirar aire puro”, sostiene Mariano Solís. Don Agustín Herrera, quien tiene una cabaña en Quintas del Trópico, dice que una vez pasó con otro empresario frente a la porqueriza y tuvieron que cerrar las ventanas del vehículo. “El olor era insoportable”, explica Herrera.

CAMILO RODRÍGUEZ CHAVERRI

El Guapileño

Los malos olores empañan la belleza de muchos lugares de Pococí. Amargan la existencia de cientos de ciudadanos de Guápiles. Reportes desde Calle La Trocha en el este, hasta Calle Danta en el Oeste, de Bella Vista en el sur y más arriba, hasta Urbanización La Casona en el norte, pasando por Toro Amarillo, Bobinos, Quintas del Trópico, Lomas del Toro, Finca La Macadamia, Residencial de los Médicos, los alrededores de Bandeco, de Standard Fruit Company y el Aeropuerto de Guápiles indican que la pestilencia a porqueriza varía de lugar a lugar, pero es una constante que afecta la salud de cientos de ciudadanos de Guápiles. Los dirigentes de Quintas del Trópico atribuyen la culpa del mal olor a la porqueriza “Granja Toledo”. El gerente de la porqueriza contesta que todo está en orden, pero admitió en una entrevista que trabajaron varios años sin patente municipal y que han sufrido por las denuncias. Los malos olores llegan hasta las oficinas y las casas de Standard Fruit Company, al menos tres kilómetros más abajo de donde están las instalaciones de la porqueriza.

¿Y los permisos de construcción?

Foto de los zopilotes en el 2011, en la porqueriza.

Foto de la caja de registro por donde pasan las heces y la orina de nueve mil cerdos. La foto es del año 2011, cuando tenían seis mil cerdos.

cias al ingreso autorizado a dos representantes del comité de vecinos de Quintas del Trópico. En una foto se muestra la caja de registro por donde pasan los excrementos y la orina. Según estos vecinos que ingresaron a la porqueriza en el año 2011, entre ellos Mariano Solís, presidente del comité de condóminos de Quintas del Trópico, en ese entonces el manejo de las placentas y los cerdos recién nacidos muertos, estaba en total incompatibilidad con lo que una granja moderna debe hacer. Las normas de salud mínimas no se respetaban en ese entonces. Incluso, se tiene el reporte de un comerciante de la zona, quien prefirió que se reservara su nombre. Este comerciante no tiene que ver con Quintas del Trópico, pero le explicó al periodista que firma este reportaje, que una vez vio cerdos pequeños, muertos, a la orilla de la quebrada. Fue aguas abajo.

La lucha de los vecinos

“Cuando yo estaba haciendo esta casa, me llegaron unos olores de espanto. Fui con el propietario de la urbanización, a ver qué era lo que ocurría. No estaba el gerente de la porqueriza, pero estaban los empleados. De esa visita tomé las primeras fotos”, cuenta un vecino del comité que impulsa esta lucha. El comité que organiza esta lucha ha contratado una abogada ambientalista, quien analizó el expediente de todas las instituciones y aportó el criterio para valorar estas supuestas irregularidades. El tema se viene investigando en las Instituciones responsables de controlar estos casos y se conoce de buena fuente que la Municipalidad de Pococí ha intervenido la porqueriza, se han reunido en sitio con funcionarios de la Defensoría de los Habitantes, el Ministerio de Salud, Senasa; hicieron revisiones y todo en apariencia lo han encontrado bien. Vecinos afectados han expresado su gran descontento con el papel que

Así estaba la laguna de oxidación (extremo derecho). Era un charral sedimentado hace tan solo tres años. Esta tercera foto que mostramos aquí es la salida de la laguna, según la inspección realizada en el año 2011.

dichas Instituciones han realizado. “¿Qué pasa con las instituciones del Estado? Son muy livianitas. Si yo fuera el ministro de Salud, llamaría a los funcionarios y les preguntaría lo siguiente: ¿cómo es que ingresa un ciudadano común y corriente, toma fotos y encuentra un desmadre claro y evidente, mientras que los funciona-

rios del Estado no encuentran nada, entran y salen y todo está admisible para ellos?”, manifestó Agustín Herrera, de Quintas del Trópico. “Esto se escucha entre todos los vecinos afectados, que día a día están perdiendo la paciencia ante esta incómoda situación”. Las fotografías recientes de

Teléfonos: 2710-7570 / 2710-0210 cel. 8812-6134 y 8828-8484

varios ciudadanos, cuya identidad protegemos, denuncian que supuestamente hay excretas que se fugan en las tuberías o que se rebalsan y se van a la montaña. Esto motivó ya una denuncia formal ante el Ministerio de Salud. En el año 2011, se encontró hasta una gran cantidad de zopilotes, gra-

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¿Laguna de oxidación colapsada?

De acuerdo con la Asociación de Vecinos de Quintas del Trópico, la laguna de oxidación estuvo colapsada por la sedimentación, según la inspección que realizaron dos personas de esta organización y este barrio en el año 2011. “Ese era el escenario. Una laguna colapsada. Los olores eran absolutamente insoportables. Era evidente el

Diseño: Oswaldo Cojal E. Impreso en Grupo Nación

La comunidad contrató un abogado ambientalista, quien encontró muchas anomalías en el expediente que se ha creado entre todas las instituciones. Entre muchos irrespetos al ordenamiento jurídico, consideran que destaca la supuesta inexistencia de permisos de las construcciones realizadas en los años 2011 y 2012. Lo cierto es que las denuncias han encontrado poco asidero en el Ministerio de Salud, a pesar de las fotografías y los testimonios de decenas de personas. La última denuncia fue firmada por cientos de vecinos. (Ver páginas 5 y 6). De acuerdo con Agustín Herrera, muchos vecinos, cansados de poner denuncias sin respuestas, acudieron a la Sala Constitucional e interpusieron un recurso de amparo en el año 2011, el cual fue acogido. Fue una iniciativa del empresario Enrique Rodríguez, quien ideó y llevó adelante el proyecto Quintas del Trópico. “Ese recurso de amparo habla del problema de la contaminación de las aguas, los malos olores, el manejo de desechos, el manejo de placentas y la presencia de animales muertos en los alrededores. Aunque parezca increíble, estamos hablando de una actividad a sólo un kilómetro de la escuela de La Leona, con buena cantidad de niños y que los padres los imaginan en un ambiente saludable y seguro. Ese era el panorama real, de apenas hace tres años”, dice Agustín Herrera. “Las fotografías tomadas en el año 2011 demuestran abundancia de zopilotes, que, como todos conocemos, se alimentan de carnes, placentas, restos de animales muertos, pero nunca de excretas. En otras palabras, en esa época, el manejo de residuos y de desechos animales era absolutamente inadecuado e irresponsable por parte de la porqueriza”, denuncia Herrera. En julio del 2011, la Sala Constitucional declara con lugar el recurso de amparo. Las instituciones generan órdenes sanitarias. Un año y tres meses después, en octubre del año 2012, Porcinas Toledo tuvo que conseguir patente municipal, permiso del Ministerio de Salud, permiso de SENASA y el estudio de SETENA (estudio de diagnóstico ambiental), pues, según Mariano Solís y Agustín

Mariano Solís, presidente de la Asociación de Vecinos de Quintas del Trópico.

Agustín Herrera, empresario bananero y dueño de una cabaña en Quintas del Trópico.

Herrera, operaba entonces al margen de todas las leyes que cualquiera esperaría debía atender. La porqueriza demandó al Estado ganando el juicio contencioso administrativo. Esto conllevó a que en el año 2012 obtuviese patente y permiso del Ministerio de Salud y SENASA.

¿Por qué ganó el juicio?

El abogado contratado por los vecinos, quien hizo un análisis exhaustivo del expediente respectivo, encontró las siguientes incongruencias y por las cuales la porqueriza ganó el juicio y continuó su operación.

Primero: Contaminación de las aguas: Referente a la contaminación del agua, La porqueriza aportó una carta de una persona que trabajó en la ASADA de la comunidad de Buenos Aires, (comunidad donde está la porqueriza) en la que se hace constar que la porqueriza no contaminaba el agua del acueducto. Según cuestiona Mariano Solís, “el juez le dio certeza a la prueba, a pesar de que el acuífero está mucho más arriba de la porqueriza. Por supuesto que la porqueriza no contamina el agua que el pueblo toma, porque la porqueriza está más abajo, lo que contamina es el río y la quebrada”. Segundo: malos olores. Consta en el expediente, que la gerencia de la

porqueriza también utilizó en el juicio una carta de la directora de la Escuela de La Leona en la que se hace constar que no había malos olores. “Lo extraño del caso es que basta con visitar el sitio de la escuela para evidenciar que los olores son intensos y nauseabundos. Esto es público y notorio”, dice Agustín Herrera. Un tercer punto que aparece en el Recurso de Amparo y por el cual se demandó a la porqueriza, es que un lugar de esos (una granja porcina) debe tener servicio de recolección de basura. A esto, la granja presentó una fotocopia de un recibo de Expo Pococí, donde se hace constar que ahí se recibe el material de reciclaje de la granja. Pero eso no significa que le recogieran la basura corriente, de acuerdo con el criterio de Mariano Solís. Lo extraño, entre lo encontrado por el abogado ambientalista en el análisis del expediente, es que se haya dado por válida la prueba aportada, cuando a ExpoPococí solo se lleva la basura que es reciclable. “Y el manejo de la basura corriente, que es de relleno sanitario, ¿dónde se depositó en ese entonces? ¿qué hicieron con ella? Pues no consta dato alguno al respecto en el expediente del juicio ordinario aquí comentado”, enfatiza Agustín Herrera. “Estos tres puntos evidencian, que el juicio se argumentó de manera muy ligera, dando la razón a pruebas inaceptables e ilógicas”, argumenta Mariano Solís.

¿Qué hicieron?

Los vecinos organizados en el año 2014 y gracias a que adquirieron fotografías de un tubo que descarga a la quebrada, presentaron una nueva denuncia a la SETENA. En concreto, fueron tres puntos nuevamente denunciados:

Punto uno, presencia de malos olores. Punto dos, contaminación de la quebrada. Punto tres, no recolección de la basura ordinaria. “En setiembre del 2014, SETENA le avisa a la gerencia de la porqueriza y vecinos demandantes, fecha y hora de la inspección. “A la hora indicada, algunos vecinos se apersonan para participar con la SETENA, siendo que fueron los que demandaron en este caso, sin lograr ingreso pues la gerencia no lo autorizó”, cuenta Solís. Viene la respuesta de la SETENA, en fecha de noviembre del año 2014. Responde argumentando que rechaza los puntos en el siguiente orden… En cuanto a la alteración del aire puro, SETENA argumenta que los olores que hay son propios de una granja porcina. “Los vecinos, muy molestos, le solicitamos al Ministerio de Salud, que sus funcionarios vengan y pregunten casa por casa, que se queden un par de días por aquí, porque no necesitamos más argumentos, necesitamos que vean y sobre todo que huelan lo que nos toca soportar”, asevera Agustín Herrera.

Otra vez la carta…

Los vecinos cuestionan el nuevo uso que en este caso, la SETENA le dio a la carta de la directora de la Escuela la Leona. “Se remite otra vez a la carta de la maestra de la escuela, donde dice que ahí no huele…” “¡No creerán los lectores que al darle validez a la carta firmada por una sola persona y correspondiente a olores de hace dos años, se desestimó la denuncia actual, firmada por decenas de personas! Increíble, pero esto fue lo que respondió la Setena a la denuncia de marras”, se pregunta Agustín Herrera. El tercer punto tiene que ver con la basura. “En la denuncia, se decía que no se evidenciaba que el sitio recibiera el servicio de recolección de basura, que es obligatorio por ley. Aclaramos que no estamos hablando de los residuos de las excretas, sino de la basura que significa agujas, envases de medicinas veterinarias, papel de oficina, papel higiénico, etcétera”, dice Mariano Solís. La respuesta de la SETENA es inaudita e increíble para los vecinos, pues, sostiene el escrito que el proceso que siguen los desechos líquidos, sólidos y orgánicos desfoga a la quebrada. “Es decir, se salieron con otro tipo de basura, lo mismo que le pasó al juez en el proceso contencioso administrativo. Nuestra denuncia se refiere a la basura no orgánica, que se produce en cualquier establecimiento y que debe ir a un relleno sanitario. Como se puede observar, hay muchas irregularidades en el proceso”, explica Solís.


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Vecinos muestran malestar con Ministerio de Salud LO QUE DENUNCIAN LOS VECINOS

t Ministerio de Salud da la espalda de nuevo a denuncia contra Granja Porcina Toledo

“Río huele a excremento de cerdos”

Vine a construir en el año 2011 al lado este del río Toro Amarillo, acogido por la belleza de este sector. Naturaleza pura a solo 5 minutos del centro de Guápiles. Me llevé una sorpresa de los olores fuertes a excremento que provienen del lado sur. Hemos hecho denuncias en el Ministerio de Salud, pero cuatro años después, siguen los malos olores.

CAMILO RODRÍGUEZ CHAVERRI

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Ante una denuncia firmada por decenas de vecinos, por los malos olores que se sufren desde Calle La Trocha en el este, hasta Calle Danta en el oeste, de Bella Vista en el sur y más arriba, hasta Urbanización La Casona en el norte, pasando por Toro Amarillo, Bovinos, Quintas del Trópico, Lomas del Toro, Finca la Macadamia, Residencial de los Médicos, Alrededores de Bandeco, Standard Fruit Company, sector del AeropuertoToro, Amarillo y Quintas del Trópico, el Ministerio de Salud vuelve a darles la espalda. El reporte del Ministerio de Salud dice que, en atención a la denuncia, el 19 de agosto fueron los funcionarios, observaron la laguna de oxidación y el extrusor funciona adecuadamente. Un elemento que ha molestado a los vecinos, es la supuesta ligereza con que el ministerio arguye… “se nota una ligera depresión natural del terreno, que viene acumulando el agua pluvial de las salas centrales de dos galpones paralelos, que vienen arrastrando a su paso, remanentes de lavado inadecuado de los desechos que deben ser removidos por el sistema de lavado de la porcina, hacia el extrusor de sólidos y acumulación en la parte baja, donde en el pasado funcionó un separador de sólidos de cascada”. Los vecinos argumentan que esta respuesta señala que hay desechos que pueden ir a dar directamente a la quebrada La Leona, que está a unos quince o veinte metros de donde están unos galerones de la Granja Porcina Toledo.

¿Juez y parte?

“Los vecinos molestos se preguntan que hay de los análisis de agua que presenta cada tres meses este señor (de Granja Porcina Toledo) y que salen bien, o sea, a la quebrada mandan agua residual que está casi potable, como lo ha evidenciado el desarrollador, en notas que se encuentran en el voluminoso expediente de anomalías e irrespetos, de todo este proceso de contaminación que afecta el ambiente, las aguas y a cientos de ciudadanos”, dice Mariano Solís. “Incluso, se han dado el derecho de decir que van a optar por una bandera azul, que se otorga a los procesos no contaminantes y amigos del ambiente. Ironía mayor afirman algunos vecinos”, agrega William Quesada, presidente de la Asociación de Vecinos de Quintas del Trópico.

Estas aguas que van a dar al río supuestamente cumplen con toda la legislación. Incluso la ley dice que las porquerizas deben “desfogar” las aguas en un “cuerpo de agua”. Los vecinos se oponen a que esto sea tomado como “normal”, pues consideran que sí hay contaminación

Lo secunda Mariano Solís, presidente de esta asociación. “Una explicación es lo que exige el comité de vecinos de Quintas del Trópico, que ha liderado este proceso contra la contaminación, en pro del aire puro, salud y la no contaminación de las aguas. Sin embargo, el ministerio, al que se le pidió copia de los informes de laboratorio, denegó la petición. Nos contestan… ´Eso no puede trascender, es una información del desarrollador´... Otra vez la protección para el ciudadano es algo inexistente…” “En las últimas dos denuncias, (ante la SETENA en mayo del 2014 y ante el Ministerio de Salud en agosto del 2015), ha habido un denominador común. Se arguye por ambas instituciones que el agua sale limpia a la quebrada, casi digna de tomarse”, tercia Agustín Herrera. “Los expedientes en manos de los vecinos de estos dos últimos procesos, muestran una ligereza y quizás una falta de responsabilidad en el cumplimiento del deber de funcionarios públicos que avalan y aceptan los datos que el administrado (La Porcina) proporciona en sus informes de laboratorio al que se le obliga trimestralmente. Esos análisis son siempre de un mismo laboratorio, las muestras se toman sin supervisión de un tercero y, por tanto, su resultado no puede ser vinculante ni aceptado por los entes, que es lo lógico. No puede ser juez y parte. Parece de novela… Aquí se acepta lo que el administrado dice y si los vecinos quieren, al menos, ver los resultados de los análisis, no se les permite, como sucedió en la petitoria última al Ministerio de Salud. Es esto turbio, tenebroso y oscuro, según pensamos los vecinos. Creemos que lavan en la madrugada o en la noche porque él está seguro de que a esa hora nadie le va a tomar una

muestra, ningún funcionario público le llegará en esos horarios…”, apunta el presidente del comité de condóminos de Quintas del Trópico, Mariano Solís. En vista de que los olores continúan, los vecinos decidieron hacer un registro de las horas y las duraciones de los malos olores. Se están haciendo unas nuevas bitácoras, pero advierten que es la segunda vez que le entregarán a la gerencia de Granja Porcina Toledo, pues le entregaron una antes, como aparece en una foto de este reportaje. “De acuerdo a la estadística que llevamos con vecinos de La Leona, Lomas del Toro, Toro Amarillo, Quintas del Trópico y la Urbanización Chino Paniagua, (de Matra al sur) los malos olores llegan en tiempos más cortos pero llegan, y son antes de las 6 am y después de las 6 pm”, explica Agustín Herrera. “Mi hijo José dice que el olor es insoportable durante las madrugadas”. “Como los olores siguen, como vimos que en ese tubo donde sale el agua, de cuyas fotos usted tiene copia, es agua que a veces huele y a veces no huele, un ciudadano ingresó, tomó fotos y nos las hizo llegar. Entre otras cosas, el ciudadano encontró en menos de cinco minutos, una laguna nauseabunda de excretas”, denuncia Mariano Solís. Ese ciudadano, cuya identidad queda reservada por su seguridad, a petición personal, ingresó el 18 de julio del año 2015. Tenemos esas fotos. Tres de las fotos acompañan este reportaje. “Qué raro, ese ciudadano entró y en cinco minutos tomó fotos de una serie de aspectos que nosotros consideramos irregularidades, pero la gente de SETENA y luego del Ministerio de Salud, ni siquiera vio mosquitos. El ciudadano que ingresó

Con ayuda de un mecanismo o una herramienta tecnológica de google, los vecinos aseguran que hay galerones a sólo doce o catorce metros de la quebrada La Leona, lo que, según ellos, incluso está contra la legislación del país.

no sólo vio mosquitos, sino que vio una nube de mosquitos. Son las fotos que presentamos en la denuncia del Ministerio de Salud”, sentencia Solís.

¿Se abre un portillo?

Los vecinos de la zona consideran que la respuesta del Ministerio de Salud abre un portillo para seguir en la lucha. “Vea lo que agregan (en el informe del Ministerio de Salud), ´si bien es cierto no tiene salida a la quebrada La Leona, podría darse el desbordamiento en eventos climáticos anormales´”. Técnicos en la materia, consideran que esos “eventos climáticos anormales” no son tan “anormales” en la zona. “Un buen aguacero, que es normal en la zona, puede desbordar esas aguas hacia la quebrada, como bien lo deja en claro el Ministerio de Salud”. El Ministerio de Salud lo deja así de claro: dice “deberá ser corregida (esa irregularidad)”. “Resumamos lo que dijo el Ministerio de Salud: hay una pequeña depresión, no hay mosquitos, pero sí se reconoce que es producto del lavado (o sea, heces y orina) y dice que no se evidencia que va al río, pero que puede ocurrir ante ´eventos climáticos anormales´”, dice el presidente del comité de vecinos. “Yo apuntaría varias cosas: primero, que sí va al río, porque lo vimos en las fotos de este ciudadano, y es lo que está ocurriendo. Está marcado en el suelo un trillo, porque donde el agua se encauza hacia la quebrada, deja la marca, al menos así se notó en las fotos. Además lo dijo la persona que tomó las fotos a los vecinos”, concluye Solís.

Galerón a orillas de la quebrada

Según los vecinos que se han

dedicado a estudiar este asunto, hay nuevos elementos que se asoman en esta lucha. Se cuestionan lo siguiente: “¿Cómo va a estar un galerón a doce o catorce metros de la quebrada?”. Consideran que estos galerones no cumplen con la legislación que obliga a construir a cierta distancia de un río, una quebrada o un cuerpo de agua. Ante esto, los vecinos preguntan: “¿tendrán los permisos para sacar agua de la quebrada?” Otro elemento de valor, tiene que ver con el tamaño de la porqueriza. “Cuando tenían seis mil cerdos, había 9753 metros cuadrados de construcción y ahora, ¿cuántos tiene? ¿Han crecido las instalaciones en la proporción a los cerdos que tiene de más?”, cuestiona Mariano Solís.

Muchas toneladas de desechos

“De acuerdo a una página web, Universo Porcino, El portal del cerdo, la producción diaria de excretas según el tipo de cerdo, indica que nueve mil cerdos que hay en la granja cuestionada, por 5.8 kilos de desechos naturales por día (heces y orina), da que tienen ahí 22 toneladas diarias de caca y orina. Lave usted eso tres veces. Son siete toneladas por cada vez que lavan. Si hacen sólo una lavada, imagínese”, afirma Agustín Herrera “¿Sabrán en el Ministerio de Salud cuánto produce un cerdo por día, entre heces y orina, desde el destete hasta el sacrificio?” “La pregunta de rigor es… ¿cuál es la capacidad de kilos que puede procesar ese sistema de tratamiento?”, secunda Mariano Solís. Herrera agrega, “ese dato es tan importante que confirma el recorrido del mal olor, eso explica por qué el mal olor llegue hasta las instalaciones de Standard Fruit Company, que están a más de tres kilómetros ´río abajo´”.

Ingeniero Mariano Solís Vargas.

“Huele a chancho y a mortandad”

“Malos olores parecen de porqueriza” Estamos muy agradecidos con la ayuda que se nos pueda brindar referente al tema de los malos olores. Creemos con todo respeto que son ocasionados por una porqueriza. Realmente esta situación se ha convertido en algo muy incómodo y desagradable. Esperamos que se resuelva lo más pronto posible y de la mejor manera.

“Hay dos momentos en que hay más malos olores: cada vez que llueve mucho, o a altas horas de la noche. A altas horas de la noche, el olor hediondo sobre el rio Toro Amarillo es terrible y así a todo lo largo por donde el río discurre. No puedo creer que descarguen las excretas de los cerdos al río, pero eso es lo que parece por el mal olor, que es muy fuerte. Esto puede provocar una epidemia de Hepatitis, diarreas, leptospirosis, de grandes dimensiones”. “Conocí esta propiedad cuando estaba en verde. Don Enrique Rodríguez me trajo y me comentó lo que quería hacer. Luego vine cuando estaba avanzado el proyecto. Compré un lote y construí mi casa. Después nos llegó este olor tremendo, insoportable. Yo mismo he tomado fotos de los tubos de agua sucia y hedionda que caen directamente en el río”.

Tenemos dos años de haber comprado el terreno. Entramos por curiosidad y nos hemos arraigado ahí, sobre todo nuestro hijo, que estaba estudiando en la universidad de Guápiles. Hicimos una cabaña. Es un lugar extraordinario. Pero tenemos un problema muy serio. Los malos olores son serios. Huele a chancho y a mortandad. Aguas arriba hay una chanchera. Si son los culpables del olor terrible, lo que queremos es que cumplan con la ley. No es que quiten la chanchera. Es que cumplan con su responsabilidad con el ambiente. Usted tiene fotos, don Camilo. Las fotos hablan por sí solas. José Guillermo Herrera Astúa, cédula 1-1086-0958, Residente de Quintas del Trópico, lote B07, Guápiles.

Francisco Freixa.

Agustín Herrera.

“Es triste que un lugar tan hermoso, donde se respira tanta paz y un aire tan puro, se vea terriblemente empañado por olores nauseabundos. No solo los que viven o tenemos lugares de esparcimiento en quintas, estamos expuestos sino toda la población de los alrededores. No estoy en contra de que las personas tengan su modo de subsistencia, pero debe existir alguna forma de realizar esos procesos de manera inocua y sin olores. Como médico, me parece que se ha fallado en proteger la salud de los habitantes y se debe poner un alto en el camino”. Dra. Iliana Musa Mirabal, cédula 800740389

“Malos olores son frecuentes” Iván Bolaños Lobo Quintas del Trópico.

En mi casa se perciben malos olores constantemente, principalmente en las noches y fines de semana. No sé si es casualidad o si es pensando que la gente duerme o porque casualmente los procesos de una planta llegan en esos momentos y desencadena esos malos olores. Si esos son los olores, no me imagino el impacto que se pueda causar, además de a las personas que ya nos vemos afectadas, al medio ambiente, que recibe el producto físico que ocasiona los olores que llegan a nuestra casa. Jairo Araya

“Ríos huelen a chancho”

Ingeniero William Quesada.

Enrique Rodríguez.

“Olores son insoportables”

Con respecto al fétido mal olor que se percibe en mi lugar de vivienda, puedo afirmar que éste se presenta en varios momentos del día, especialmente cuando llueve... También puedo afirmar que en ciertas ocasiones se ha presentado insoportablemente fuerte durante las noches o en la madrugada...

“Esto atenta contra la salud”

“Yo soy el empresario que ideó este proyecto residencial o urbanístico. Cuando construimos, nunca me llegó el olor, pero después sí. El olor es insoportable. Nos llega un olor a excrementos de cerdo que a veces es más fuerte de lo que uno puede aguantar”.

Es lamentable y vergonzoso que una ciudad tan linda, que va mejorando día con día, se convierta en ocasiones un una verdadera chanchera por los olores. Yo vivo en la urbanización Toro Amarillo y hasta este lugar, llegan en ocasiones los olores de estiércol porcino. Pero el problema mayor lo afrontan los vecinos de Quintas de El Trópico y vecinos cercanos, que, a ratos, tienen que soportar ese olor que es como estar revolcándose con cerdos. Ya es hora que las autoridades locales defiendan los derechos de los guapileños.

“Malos olores nos causan náuseas”

Mi nombre es Mauricio Guzmán Quesada, cédula 9-0087-0436, vecino de Guápiles en Quintas del Trópico, lote A7. Mi esposa es la Arquitecta Andrea Gómez Barrantes, ced. 10863-0316. Le manifiesto que a mi casa, casi todos los días llegan olores nauseabundos. Estos olores ocurren por intervalos de tiempo que oscilan entre 15 minutos y hasta una hora y usualmente varias veces al día, muy comúnmente temprano por la mañana, de cinco a siete de la mañana, o al final de la tarde. Algunas veces el olor es tan fuerte que hasta causa náuseas. Nos preocupa mucho que con los efluentes de alguna empresa que ocasiona este problema, se estén contaminando acuíferos de la zona. Mauricio Guzmán Quesada.


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GRANJA PORCINA TOLEDO

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¡Nos oponemos a la La defensa de la empresa ante los supuestos malos olores contaminación de nuestros ríos! t Entrevista con -Sí, claro. Hemos invertido unos 200 mil dólares (más de cien millones de colones). Además del biodigestor para la generación eléctrica, hemos invertido en la infraestructura y hacemos uso de los microorganismos que ayudan con el olor. Toda esa parte ha cambiado mucho. La idea es que las granjas puedan ser sostenibles con el ambiente. Estamos con un proyecto en la Cámara que tiene que ver con la obtención de “Bandera Azul Ecológica”.

Mauricio Aguilar, de Granja Porcina Toledo. CAMILO RODRÍGUEZ CHAVERRI

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-De acuerdo con los vecinos de la zona, Granja Porcina Toledo es la responsable de la contaminación del río. ¿Qué responde usted como gerente de la granja? -Nosotros adquirimos la granja en el año 2007. Antes era de un tío mío, y antes de ser de este tío, fue de unos mexicanos. Es una granja que se fundó en 1978. Primero se llamó Granja 4 Ases, después se llamó Granja 3 Ases. Nosotros la transformamos en una empresa porcina.

-¿Cuántos cerdos había en el 2007 y cuántos hay ahora? -En el 2007, había aproximadamente seis mil quinientos animales, actualmente tenemos nueve mil animales. Lo que se ha hecho es una mejora genética importante. La cantidad de las madres no ha cambiado. Tenemos el hato reproductor desde las bisabuelas, los bisabuelos, hasta los machos terminales para sacar una genética con una carne mucho más saludable. Es una carne magra. Son animales que consumen menos alimento, pero ganan más peso. Están diseñados para que le den una buena nutrición al ser humano. -¿Cuáles eran los cuidados ambientales en el 2007 y cómo han ido cambiando? -Cuando llegamos en el 2007, lo que había eran dos lagunas de oxidación. Todo el lavado de la granja se dirigía directamente a las lagunas de oxidación. Y había un desfogue al río. La ley permite hacerlo así. A partir de entonces, cambiamos. Queríamos hacer una granja sostenible. Comenzamos a emplear profesionales, entre ellos un regente ambiental. Iniciamos a trabajar con microorganismos benéficos para fumigar toda la granja. En el año 2012, comenzamos con un proyecto de un biodigestor bastante grande. Con el biodigestor producimos electricidad. Es un biodigestor que cubre toda la necesidad eléctrica de la granja. Con el sistema de tratamiento, hacemos la mejora completa, hasta obtener abono orgánico. Al tener biodigestor, lo que sucede es que el olor grande de las granjas porcinas, que lo producen todos los gases, el biodigestor lo que hace es que los quema. Automáticamente los olores disminuyen mucho.

Le cuestionan un “suampo maloliente”

-Los vecinos de “Quintas del Trópico” me suministraron fotos y videos, que ellos dicen que recibieron. Sostienen que si bien es cierto que hay plantas de tratamiento, no todos los desechos van a dar a esas plantas. Tengo unas fotos de un su-

“Todas las aguas se recolectan y van a un exclusor, que “En el año 2012, comenzamos con un proyecto de un es una fan. La fan saca todos los sólidos. Ahí sale el sóli- biodigestor bastante grande. Con el biodigestor producido para hacer cerdaza, que se puede utilizar para abono mos electricidad. Es un biodigestor que cubre toda la orgánico”, dice Mauricio Aguilar, de Porcina Toledo. necesidad eléctrica de la granja”. Mauricio Aguilar, de Porcina Toledo.

“Con el sistema de tratamiento, hacemos la mejora completa, hasta obtener abono orgánico”. Mauricio Aguilar, de Porcina Toledo. puesto depósito de agua en medio de la montaña. No sé si es que el agua de las lagunas de oxidación se rebalsa o el agua pasa directo a este depósito en la montaña, hasta formar un suampo. ¿Qué le contesta usted a los vecinos? -El sistema de tratamiento es un sistema cerrado. Todas las aguas se recolectan y van a un exclusor, que es una fan. La fan saca todos los sólidos, los exclusa. Ahí sale el sólido para hacer cerdaza, que se puede utilizar para abono orgánico. Después, las aguas que salen de la fan entran al biodigestor y empieza todo el sistema biológico en funcionamiento. Las aguas pasan a “la laguna dos” y de ahí a “la laguna tres”, y después a los tubos de desfogue. En el desfogue, se tiene que cumplir con los parámetros que dice la ley. Nosotros entregamos reportes de aguas cada tres meses. Tengo el último reporte vigente. De hecho, tengo dos regentes. Uno de ellos es el regente ambiental Luciano Machado de Ecosoluciones, y la otra parte de la regencia me la maneja Joaquín Víquez, de Biogas. Las dos personas son muy reconocidas en el área.

-En el barrio sí hay mal olor. Y los vecinos dicen que cuando llueve, se “alborota” ese mal olor. Con todo respeto, debo decirle que soy consciente de eso. He estado en el barrio en diferentes reuniones y después de la lluvia, el olor es mucho más fuerte, ¿a qué se debe? -Tal vez es un asunto técnico. Yo me acerqué a ellos (los vecinos) y les dije que montáramos una base de

datos para analizar las horas del cambio en el olor, para sentarme y revisar con los expertos las horas y el tipo de olor. Analizar a qué se debe. Lamentablemente no dieron los datos. Yo me acerqué a la comunidad. Hablé con Mariano, le insistí para que montáramos esa base de datos, y así poder sentarme con mi equipo técnico para analizar. -Llega un olor fuerte a porqueriza. Sí se nota que hay una granja porcina cerca. -Ahora bien, hay olores que son sui generis de la operación. A través del biodigestor se tapan todos los olores que son por desechos. No puede haber olores por desechos. Lastimosamente, como decimos en la Cámara Costarricense de Porcicultura, no estamos sembrando rosas. Los cerdos tienen un olor peculiar.

-¿Ese olor es inevitable? -Hemos hecho todo lo necesario. Hay un olor que es de ellos (de los cerdos). Se minimiza hasta cierto punto con las bacterias benéficas que se aplican y se toman todas las medidas necesarias. La granja tiene cuarenta años de estar ahí. -A usted, en estos años le ha tocado manejar demandas, incluso un cierre técnico de SENASA. ¿Qué ocurrió con ese cierre técnico de SENASA? -Desde el año 2011, nosotros estamos trabajando con todo ese asunto. SENASA nos ejecutó un cierre técnico, bajo el argumento de los tratamientos de aguas.

“En las denuncias, se les va la mano. Van a la Sala Constitucional y dicen que estamos contaminando el agua de la comunidad y el agua de la comunidad está a seis kilómetros arriba”. Mauricio Aguilar, de Porcina Toledo.

Posición de Don Agustín Herrera

-Uno de los señores que está en esta lucha es don Agustín Herrera. Es un hombre muy respetado en la zona, un productor de banano. Él siempre dice, “no queremos cerrar la porqueriza, no queremos ir contra el trabajo de quienes laboran ahí. Lo que queremos es que no haya mal olor. Lo que queremos es que tengan las soluciones ambientales oportunas. Así como los bananeros que antes contaminábamos y ahora tenemos actitudes más amigables con el ambiente”. ¿Puede hacer usted algo más para evitar estos olores? -Podríamos seguir con la investigación. La investigación técnica nunca para. Los temas de mejoramiento nunca se detienen. Hemos hecho mejoras importantes con el sistema de tratamiento. Tengo el último reporte del sistema operacional, donde indica que cumple con los requerimientos. Hace seis meses se le hizo una limpieza de lodo. Vamos a arrancar con un proyecto de abono orgánico, porque los lodos son el mejor abono orgánico que hay. La parte de aplicación de microorganismos es fundamental. Quería la base de datos de los vecinos para montar un análisis del tiempo, (el incremento o la presencia de) los olores contra la aplicación que se hace. -¿Usted lo que quería era tener una base de datos donde ellos le dijeran a qué hora los olores son más fuertes? -Claro. Para poder analizar y comparar las horas de los olores y la aplicación de los organismos benéficos. Así yo puedo correr las horas, hacer un trabajo multilateral.

-El tema de la lluvia… ¿Por qué cuando llueve se desata el olor? -Técnicamente no le puedo responder eso, pero sí lo voy a consultar con mi regente ambiental. “A través del biodigestor se tapan todos los olores que son por desechos. No puede haber olores por desechos. Lastimosamente, como decimos en la Cámara Costarricense de Porcicultura, no estamos sembrando rosas. Los cerdos tienen un olor peculiar”. Mauricio Aguilar, de Porcina Toledo.

-¿Ha cambiado el tratamiento de las aguas?

-Los vecinos que se quejan dicen que la granja tiene muchos años de estar ahí, que cuando nació no había la explosión demográfica que hay ahora en Guápiles. Ellos lo que consideran es que usted debe trasladar la granja a otro lugar… ¿Qué les contesta usted? -Si fuera tan fácil como trasladar una soda, podría hacerse. Hay que hacer un estudio, un análisis. Es una granja que le da trabajo a la comunidad de La Leona. Personalmente he ido a la comunidad a hablar con la

gente. He hablado con la directora de la escuela, porque estamos cerca de la escuela. La respuesta más bien ha sido muy en pro de lo que hemos hecho. Creo que pensar en quitar una empresa que le da trabajo a veinticinco personas de la comunidad no es correcto. -¿En algún momento la granja tuvo un problema con la patente municipal? -Cuando nosotros llegamos, iniciamos con todos los trámites. Nosotros compramos la granja en el 2007 y empezamos a hacer todos los trámites. Al final, nos dieron la patente en el año 2012, porque antes la habían negado.

-¿Qué le dice usted a los vecinos que se oponen a su granja porcina por los olores a cerdo que llegan a sus casas? -Yo siempre he estado muy anuente al diálogo. Me he reunido con ellos. Incluso antes de que se implementara el biodigestor. Yo les pedí información y luego cesaron las comunicaciones.

Posición de Don William Quesada

-Dicen don William Quesada y don Mariano Solís que ellos un día fueron a la porqueriza y usted no los dejó entrar. Eso los enojó, los molestó. -En realidad, no fue que no los dejé entrar. Ellos llegan con una denuncia ante la SETENA. La granja tiene viabilidad ambiental por la SETENA, y tiene una denuncia que fue el año pasado ante la SETENA. Por más que uno trata de entablar conversaciones, se hace complicado. Ellos llegan con la denuncia y quieren entrar de una manera que no es correcta. Yo he estado presente para analizar y resolver el asunto. Yo quería la base de datos para analizar, pero no se ha podido hacer. Y sin datos no se puede ver qué es lo que está ocurriendo. Por normativa técnica, no puedo dejar entrar a un grupo de gente, tratándose de la manera en que llegaron. Los reportes están. En las denuncias, se les va la mano. Van a la Sala Constitucional y dicen que estamos contaminando el agua de la comunidad y el agua de la comunidad está a seis kilómetros arriba.

-Yo he estado en la comunidad y debo decir que hay dos cosas que he percibido. Una es el mar olor que, en algunas ocasiones, es muy fuerte. El otro tema es el desfogue. Ustedes tienen tubos de desfogue con un agua verdusca o grisácea que va a dar al río. -Por ley hay que hacerlo así. Debemos tener un desfogue de los sistemas de tratamiento. Cada tres meses, contratamos la regencia ambiental. Es un reporte operacional que tenemos que entregarlo al Ministerio de Salud cada tres meses. Ese es el desfogue del que se habla. -Muchas gracias, vamos a seguir hablando del tema. Gracias por atendernos, don Mauricio.

t Guapileños denuncian contaminación de quebrada La Leona y los ríos Toro Amarillo y Danta. t Llevaremos la denuncia al Ministerio de Salud y a la Defensoría de los Habitantes.

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CAMILO RODRÍGUEZ CHAVERRI

Periodista y escritor El Guapileño

n veintitrés años que tengo de publicar en prensa escrita y trabajar en radio y televisión, me he llevado algunas sorpresas. A veces uno le tiene mucha fe a un tema y pasa sin pena ni gloria. Otras veces, uno no se imagina lo que un tema puede suscitar para bien. He vivido algunos fenómenos, entre ellos, el que tiene que ver con mi pasión por los templos católicos, que me llevó a publicar más de una docena de libros en los años 2008 y 2009, y que son mis libros que la gente recuerda más. No hay día que no me hable alguien en la calle de estos libros de templos, que tienen cinco años de estar agotados. El tema más reciente que se me ha convertido en un “bombazo” es la defensa del agua. Todo empezó hace unos seis años, cuando hice una campaña por la visibilización del río Savegre, que en ese entonces era considerado el río más limpio de Costa Rica. La campaña alzó vuelo porque muchos medios de comunicación se apuntaron a ayudarnos gratuitamente. Hace un año empezamos una campaña de defensa de seis nacientes que están en un terreno en el límite entre los cantones de Desamparados y Cartago, en un sitio que se llama Copalchí de Cartago, muy cerca de Higuito de Desamparados. Se supone que alguna vez tuvo alguien del gobierno la mala idea de proponer que se llevaran para ese terreno a una parte del precario “Triángulo de solidaridad”, que está a un lado del camino, donde empieza la ruta 32, en Barrio Tournón, San José. La campaña ha salido por Radio Columbia y Radio Actual, así como en canal 13 y el programa “Panorama”, de la Cámara Nacional de Radio (CANARA). Es increíble la respuesta que ha tenido. Hay gente que me grita en la calle, “eso, Copalchí”. No hay día que no haya

Este tubo va a dar a uno de estos ríos.

Mariano Solís muestra una foto de las aguas que depositan en uno de estos ríos.

una docena de personas que me hablen de esta campaña en la calle. El agua es un tema delicadísimo y la sociedad lo ve así. Hace poco empecé con intensidad a hablar de la urgencia de que nazca un parque nacional al sur de los cantones de

Pococí y de Guácimo. ¡Tenemos que salvaguardar el sitio donde nacen casi todos los ríos de la zona! Ahí hay cacería furtiva y mano criminal. En el marco de la defensa del agua de nuestro cantón, me han llegado una gran cantidad de denuncias de

Este tubo cae directamente en un río.

contaminación de los ríos Toro Amarillo y Danta, así como de la quebrada La Leona. Muchos vecinos hablan de un mal olor que “baja” por el río, y aportamos aquí fotografías suministradas por los vecinos o tomadas por este servidor. Oficialmente arrancamos aquí con una campaña de defensa de la pureza de las aguas de estos ríos y está quebrada. Dios primero, haremos comentarios en radio y televisión, así como una campaña sistemática para denunciar a quienes están contaminando el río. Ya solicité una cita a la defensora de los habitantes, Montserrat Solano Carboni, quien es periodista como yo. Ya solicité una cita al ministro de Salud, Dr. Fernando Llorca, para que intervenga en este asunto. No vamos a permitir que sigan contaminando los ríos Toro Amarillo y Danta, ni que sigan contaminando la quebrada La Leona. Vamos a insistir con este tema como lo hemos hecho en el caso de las seis nacientes de Copalchí de Cartago e Higuito de Desamparados, donde hemos tenido éxito, ya que no se han atrevido a tocar el terreno de estas seis nacientes. Defender el agua es defender la vida. Defender el agua es defender los derechos de las próximas generaciones.


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El Guapileño

Gran visión del presidente a favor de la economía social solidaria

El cooperativismo es uno de los más importantes inventos de la humanidad. Trabajar de la mano, compartir valores, concatenar esfuerzos ha permitido que la sociedad resuelva muchos problemas. El presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, dijo en dos ocasiones que el cooperativismo permitió que unas zonas de Costa Rica se desarrollaran más que otras. Donde hay cooperativismo en Costa Rica, hay desarrollo. Es el caso de Pérez Zeledón con CoopeAgri y CoopeAlianza. Es el caso de San Carlos con Coopelesca, Coocique y la cooperativa Dos Pinos. Ocurre algo similar en la Zona de los Santos, con CoopeTarrazú, CoopeSantos y CoopeDota. Y en la zona del Occidente del Valle Central, con CoopeVictoria, CooproNaranjo, CoopeAtenas y CoopePalmares. Hay grandes cooperativas que nacieron en el sector público, como Coopenae, Coopecaja, Coopemep y Coopeservidores. Hay un gran aporte del cooperativismo en el ahorro de nuestra sociedad. Asimismo, hay ejemplos de cooperativas en zonas remotas, como CoopeAgropalm, en Laurel de Corredores, y cooperativas fuera de serie, como Coopesa, la única en su estilo en América Latina. Ahora, las cooperativas han brindado un aporte fundamental en la atención de la salud. Lo único que me preocupa es que sirva de portillo para la privatización.

País cooperativista

Costa Rica ha sido un país cooperativista por excelencia. Y en muchas cooperativas también nacieron asociaciones solidaristas entre sus trabajadores, lo que permitió enlazar a esos dos grandes movimientos sociales, el cooperativismo y el solidarismo. Hace unos días presenté mi primer libro sobre una cooperativa, CoopeVictoria, la primera cooperativa de la historia de Costa Rica. Entre los fundadores de CoopeVictoria están mi abuelo paterno, Miguel Ángel Rodríguez González; tres tíos abuelos, Filadelfo, Gilberto y José Luis, así como mi bisabuelo, Luis Rodríguez

“economía social solidaria” es brillante. Quienes creen que se trata de una jugarreta comunista, socialista, o como quieran decirle despectivamente, no conocen el gran aporte del cooperativismo, el solidarismo y los dirigentes comunales y ambientales.

Comunalista, no comunista

Luis Guillermo Solís Rivera, presidente de la república.

Salas, cuyo nombre lleva la escuela de San Rafael de Poás, el pueblo de mi familia paterna. Mi bisabuelo donó el terreno para la construcción de esa escuela. Ahora, espero que me entreguen mi libro sobre CoopeAgri, la cooperativa de mi niñez, pues crecí en San Isidro de El General, Pérez Zeledón. Tengo en camino un libro sobre CoopeTarrazú, otro sobre CoopeSantos y otro sobre diversos dirigentes cooperativistas. ¿Qué sería de nuestros caficultores sin CoopeDota, CoopeTarrazú, CoopeVictoria, CooproNaranjo, CoopePalmares, CoopeAtenas? Creo en el cooperativismo, así como creo en el solidarismo, gran invento costarricense, nacido en la mente y el corazón de Alberto Martén Chavarría. Hay más de mil asociaciones solidaristas, que permiten el ahorro de los trabajadores, tienen grandes proyectos sociales como guarderías, tienen grandes proyectos empresariales dentro de las empresas (se hacen cargo del transporte, descuentan facturas, administran comeCAMILO RODRÍGUEZ CHAVERRI

El Guapileño

Camilo Rodríguez Chaverri, periodista y escritor.

Uno necesita respiros, cambios de ritmo, descansos, repentinos momentos de luz y frescura. En medio de carreras y estrés, el viento es un abrazo, la lluvia puede besarnos la cara, hay que detenerse a oler la tierra cuando empieza a llover, llenarse del sabor de la maracuyá y el limón… Más o menos una vez al mes, me escapo de todo y me voy para Palmichal de Acosta, a la casa de don Manuel y doña Meri. Me invitan a comer chorreadas, tortillas palmea-

dores y sodas, hacen inversiones en las empresas en que trabajan, etc). El solidarismo tiene el diez por cierto del PIB de Costa Rica en ahorros de su clase trabajadora. He publicado cuatro investigaciones sobre solidarismo en formato de libros. Fui director del Movimiento Solidarista Costarricense y recorrí el país entero maravillándome con todo el bien que este movimiento hace en Costa Rica.

Cooperativismo y solidarismo

Ambos movimientos, cooperativismo y solidarismo, son fundamentales dentro de lo que se llama “economía social solidaria”. Dentro de esa denominación también están las asociaciones de desarrollo, que generan gran bienestar en las comunidades, y las asociaciones administradoras del agua, que salvaguardan el tesoro azul y cristalino de este país. Lejos de lo que han hecho algunos grupos empresariales, sin conocer bien el término “economía social solidaria”, aplaudo y agradezco el

hecho de que el presidente Luis Guillermo Solís tenga la visión de apoyar, visibilizar y promover la economía social solidaria. Eso significa promover el cooperativismo, el solidarismo, el movimiento ambientalista y el comunalismo en la gente más joven. Necesitamos muchos y muy buenos dirigentes cooperativistas, que inventen nuevas formas de crecimiento en este sector. Necesitamos que la gente más joven se apunte con el solidarismo dentro de las empresas y las instituciones pùblicas. Necesitamos dirigentes comunales que recauden recursos para escuelas, colegios, puentes y caminos. (Al menos la mitad de lo que se invierte en estos campos, se debe al trabajo comunal, que es un apoyo fundamental para el Estado y la sociedad). ¿Qué sería de nuestros educadores sin la Caja de Ande, o sin Coopemep, Coopenae? ¿Qué sería de nuestros funcionarios públicos sin CoopeNae o sin CoopeServidores? El presidente Solís es un hombre estudioso e inteligente. Su apoyo a la

Un respiro

das, almuerzos campesinos. Envuelven “la moncha” en hojas de plátano. Le dan a uno café “apagado”. Le dan a uno cariño. Provocan mis carcajadas. Don Manuel canta. Doña Meri se sienta a escuchar los chistes de su marido y lo regaña de vez en cuando. Las hijas cantan con el papá. Alrededor, hay cafetal, chicasquil, arracache, naranjas, limones, caña dulce. Cuando llega la

noche, hay silencio. Las nubes bajan a besar a los árboles. Me quedo en el rancho, escuchando. Don Manuel nunca cuenta los mismos chistes. Tiene una gran colección de historias. Fue policía y peón de campo. Regó “yerbicida”. Estuvo enfermo un año entero por esos líquidos malignos. Sus hijos salieron de la escuela y el colegio, y trabajaron por él. Don Manuel y Doña Meri van a

La economía social solidaria es comunalista, no comunista; es solidarista y cooperativista, no socialista; pero hay más: se trata de la mejor herramienta que tiene la sociedad civil para intervenir ante aquellos problemas que el gobierno no puede resolver. Trabajé más de una década en Repretel e hice un ahorro en su asociación solidarista. Con ese dinero, compré mi casa. Lo que me faltó, me lo prestaron en el Banco Popular, la institución que acuerpa al presidente en apoyo de la economía social solidaria, un banco cuya asamblea general la integran trabajadores, artesanos, dirigentes comunales, dirigentes de colegios profesionales, solidaristas y cooperativistas. ¿Cómo no voy a apoyar a la economía social solidaria si soy parte de ella? Hay otro sector fundamental en la economía social solidaria: el mutualismo. Las mutuales Grupo Mutual Alajuela La Vivienda y Mutual Cartago de Ahorro y Crédito (MUCAP) tienen un aporte fundamental en el progreso social de Costa Rica.

No satanizar a movimientos sociales

Satanizar estos movimientos es ignorar su gran aporte en Costa Rica. Un aporte viejo, sólido. La primera cooperativa nació en 1943. La primera asociación solidarista nació en 1949. El solidarismo nació aquí dos años antes. Este país no sólo tiene que apoyar a la economía social solidaria, sino que tiene una sociedad más que inserta y compenetrada con estos movimientos. Muchas gracias, presidente Solís. Este es un gran acierto de su gobierno. misa. Ayudan en el pueblo. Ofrecen su rancho para atender turistas. Ofrecen su vida para que uno crezca con ellos. Sus hijos aprendieron a ser solidarios. Son gente sencilla y buena. Son gente de verdad. No son mis clientes. Ni soy cliente de ellos. Somos amigos. Conversamos. Escucho el susurro del río en su proyecto “Nacientes Palmichal”. Escucho cómo los animales “criquean” en el silencio, alrededor del rancho de don Manuel. Palmichal me ofrece un rato en el cielo. Salgo de su casa con el alma limpia, con un respiro para empezar de nuevo.


Emprendedores Dr. Fernando Llorca “Aprendí en zonas rurales”

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Dr. Guido Carballo “La fórmula es trabajar”


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DR. FERNANDO VICENTE LLORCA CASTRO El Guapileño

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La historia personal del ministro de Salud

Camilo Rodríguez Chaverri El Guapileño

t El Doctor Fernando Vicente Llorca Castro, conocido en los medios como Doctor Fernando Llorca, es el Ministro de Salud. Gracias por el honor de la entrevista.

-Encantado de estar con ustedes y de participar en estas entrevistas.

-¿Cuándo nació? ¿Dónde nació? -El 2 de junio de 1971. Nací en el Hospital San Juan de Dios.

-Ese apellido Llorca es poco común aquí. -Exactamente. Podemos decir que sólo la familia de nosotros es Llorca, por lo menos los radicados acá. Es un apellido español. -¿Quién vino de España? -Los que vinieron fueron mis abuelos. Don Vicente Llorca Llobet y su esposa, Mercedes Saprissa Aymá.

-¿Hermana de don Ricardo? -Hermana de don Ricardo Saprissa Aymá. Don Ricardo Saprissa y algunos de sus hermanos ya estaban radicados acá. Se trajeron a la hermana que ya venía casada con mi abuelo.

-¿Qué recuerda de don Ricardo? -Don Ricardo, me atrevo a decir, tenía una personalidad envolvente. Era muy sereno. Con nosotros era sumamente cariñoso. Tengo que decir que una persona que le apasionaba cualquier cosa que hiciera. En algún momento se llegó a decir que era un apóstol del deporte porque se dedicó a varios deportes en alma y cuerpo. Cosechó varios triunfos en varios deportes, no solamente en futbol.

Espíritu emprendedor

-¿Qué hacían sus papás aquí? ¿Qué hacían sus abuelos? -Mi abuelo era una persona que no tuvo una profesión específica. Se dedicó a varias cosas. Llegó a tener un pequeño taller de cuadros.

-¿Una marquetería? -Una marquetería. No le fue muy bien en ese negocio. En alguna otra oportunidad llegó a trabajar para la Cervecería. Llegó a trabajar para otras empresas. Mi abuelita fue una ama de casa hasta cierta edad, porque al final de sus años llegó a fundar una pequeña fábrica de champú con sus hermanas. Para nosotros, siempre fue un ejemplo de emprendedurismo porque de sesenta y tantos años, emprender una fábrica de champú y de tintes para pelo era inusitado. Era parte del espíritu emprendedor que tenían los Saprissa. -¿Estaban afincados en Montes de Oca? -En San Pedro, por la Clínica California. Ahí vivía toda la familia. Vivían cerca. Ahí vivió mi padre, Vicente Llorca Saprissa. Él, al principio, cuando no había Medicina, estudió Microbiología, y cuando abrieron la carrera de Medicina no dudó en pasarse. Se graduó de médico en la Universidad de Costa Rica. -De una de las primeras generaciones de médicos aquí. -Sí, tuvo que haber sido de las primeras.

-¿Vive su papá? -Efectivamente. Él ejerció como médico de atención primaria para la Caja Costarricense del Seguro Social. La mayoría del tiempo trabajó en la Clínica Clorito Picado, donde se pensionó. Se dedicó por entero a la Caja. Él experimentó una dedicación exclusiva a la Caja. -¿Qué hacía su mamá? -Mi mamá tuvo la suerte, en aquella época no era lo usual, de estudiar Derecho en la Universidad de Costa Rica. En su generación, siempre nos lo cuenta, hubo dos mujeres. Ella pudo ejercer como abogada y notaria.

-¿Cómo se llama? -Isabel Castro Ortiz. Es de una familia costarricense. Mi abuelo, Fernando Castro Avilés, era un industrial. Fundó varias empresas, lo que se llegó a conocer como la Jabonera Nacional, con algunos socios. Posteriormente, a los años se fraccionó y de ahí surge IREX de Costa Rica. -Con Don Ricardo Amador. -Efectivamente. Tengo entendido que ellos fueron empleados de la Jabonera Nacional. Mi abuelo también tuvo beneficios de café, sobretodo plantas procesadoras del grano. -¿Dónde estaban los beneficios? ¿Dónde tenía las fincas? -En la Zona Sur. Él fue un hombre que se casó ya mayor. Ya había recorrido mucho camino cuando se

trabajar muy cerca de papá cuando me gradué de médico y observar el inmenso cariño que le tenían sus compañeros y sus pacientes. Me impactó, porque siempre lo tuve en casa como una persona bastante rigurosa, exigente en algunas cosas. Después, como médico, lo vi muy cercano a sus pacientes. Era de aquellos médicos que no podían decir que no. Le tocaban la puerta y siempre decía que sí. La gente le llegó a tener muchísimo cariño en Cinco Esquinas de Tibás, en la Clínica Clorito Picado, donde él desarrolló su profesión.

casa. Muere muy joven. Yo no lo llegué a conocer. Muere cuando mi madre y mi tía, sus únicas dos hijas, eran todavía muy jóvenes. No se habían ni siquiera casado. Yo no lo llegué a conocer. He tenido la suerte de aprender, no directamente de él, sino por medio de sus dos hijas y de la gente que lo conoció, he aprendido mucho en muchos sentidos. Él fundó la Hulera Costarricense, que está en Escazú. Tiene muchos años. Es un pequeño negocio familiar. -¿La familia Borbón está ahí? -Efectivamente. Don Rodolfo Borbón se casó con mi tía. Conjuntamente las dos familias somos las que hemos llevado la batuta.

-Cuénteme, ¿cómo se decidió por medicina? ¿Dónde estudió? -Estudié en la Universidad del Doctor Andrés Vesalio Guzmán.

-¿Ana Cristina Castro Odio, de Central de Mangueras, es prima hermana? -Así es. Somos familia.

Creció en el campo

-¿Dónde creció usted? ¿Cómo fue su niñez? -Puedo decir que tuve una niñez privilegiada. Tuve la suerte de crecer en Escazú, en una propiedad que había adquirido mi abuelo materno. Era una gran propiedad. Crecí rodeado de perros, gatos...

-¿Dónde en Escazú? -En San Miguel de Escazú. A trescientos metros de la iglesia. -Era, y todavía lo es, un San Miguel colorido. Con casas blancas con azul. Con casas de campesinos. Como de postal. -En aquella época, a pesar de la cercanía con San José, era un pueblo, una zona rural. Mi abuelo fue una persona que llevó la electricidad a Escazú. Ellos vivían cerca del Parque Central. Tuve la suerte de nacer y crecer en un ambiente privilegiado. -¿Cuántos hermanos son? -Somos tres varones. Marco Antonio que es el menor y Alfonso Rodrigo es el del medio. -¿Usted es el mayor? -Sí, yo soy el mayor.

-¿Qué hacen sus hermanos? -Alfonso estudió Derecho. Ejerció un tiempo. También estudió Administración de Empresas. Se dedica al negocio de Hulera Costarricense. Mi hermano menor estudió Optometría. Estuvo ejerciendo mucho tiempo, pero al final se ha dedicado a la empresa. Yo soy el único que no se dedicó a la empresa. Tengo que recalcar que sí crecí a la par del tema administrativo. Antes de ser médico, me formé como Auxiliar de Contabilidad. Tenía que ser capaz de entender e interpretar estados financieros. Eso influyó muchísimo en mi vida, a pesar de que tuve

la dicha de estudiar Medicina. -¿Dónde estudió la escuela? ¿Dónde hizo el colegio? -Estudiamos en el Colegio La Salle. Nos quedaba cerca. -¿Estaba por La Sabana? -Fui testigo del cambio, donde están las oficinas del MAG, pero yo no llegué a estar en ese edificio. -Usted estrenó el otro. -Estrené el otro.

-Que está a la vuelta. -Exactamente. Muy cerca del Colegio de Médicos. Era un colegio que disfruté muchísimo. Desde el kínder hasta quinto año. Ahí pasé la escuela y el colegio. Una sólida formación religiosa de los hermanos del La Salle. A pesar de que recibíamos buen inglés, no era un colegio bilingüe. En el tema de humanidades le ponían especial énfasis. Recibimos Filosofía. También una especial atención al español como idioma. -¿A quiénes recuerda, compa-

ñeros o profesores, que lo hayan marcado, que hayan sido importantes para usted? -Del colegio recuerdo a muchísimas personas, pero especialmente a un profesor de Química, don Javier Chacón. Nos influyó a un montón compañeros. Una generación donde se graduaron como tres químicos y otros tres ingenieros químicos, que es poco usual en una generación de un colegio. Recuerdo algunos hermanos como el hermano Ángel, el hermano Basilio. Los recuerdo con especial cariño. De los compañeros, mantengo amistad con un montón: Juan Cristián Santamaría, Alberto Baltodano, Claudio Poma, Claudio Cordero, Armando López, Gustavo Fonseca. Dentro de las compañeras están Maricruz Prada, Cristina Gutiérrez, Laura Torres, Laura Madrigal, Margarita Odio. Todavía nos mantenemos en contacto. A pesar de que estuve trabajando mucho tiempo en zona rural y después fuera del país, ahora que regresé, ha sido como si no me hubiera ido.

Padre médico

-¿Cómo influye su papá en su formación? ¿Qué recuerda de él como médico cuando usted era niño? -Tengo dos imágenes completamente distintas de mi papá. En casa, lo recuerdo como una persona muy estricta. Riguroso en ciertas cosas. Nos inculcó muchísimo en temas como el respeto en la mesa. Él era de los que le gustaba que nosotros probáramos todo, toda la comida. Por lo menos probarla. Nos educó en el sentido de que quería que tuviéramos mucho cuidado con la sal, con el azúcar. -Los cuidaba. No los alcahueteaba. -No. Los postres, que me encantaban y todavía me encantan, eran una excepción. Aprendimos a comer con agua. No bebíamos fresco. Son pequeños detalles que viendo hacia atrás le agradezco profundamente a mi papá, esa educación que hoy en día es muy importante. Hoy, en muchos países,

incluyendo el nuestro, quisiéramos replicar lo que él hizo con nosotros. Es realmente saber identificar cuál es la mejor nutrición que nos conviene. -Y formar a un niño. -Y formarlo desde pequeño. Se ha dicho que antes de los siete años es que uno desarrolla esos hábitos del paladar que va replicando con los años. -Incluso se ha hablado de la ventana de los mil días en nutrición. Esos mil días iniciales son fundamentales. -Son fundamentales para desarrollar el cerebro.

-¿Cuál es la otra imagen que tiene de él? ¿Cómo médico? -Yo no podría decir que él me influenció directamente o conscientemente a estudiar Medicina. Siempre tuve alguna inclinación por la administración y más allá por las ciencias políticas y el análisis del tema político. Siempre me gustó muchísimo. Tuve la oportunidad de

-¿Pasó primero por la Universidad de Costa Rica? -Como mi papá se había graduado de la Universidad de Costa Rica, siempre me recomendó estudiar Medicina ahí. En aquella, época pude accesar a lo que se llamaba el Ciclo Básico de Biociencias. Eso era lo que se podía porque no se ingresaba directamente a Medicina. Llevé Estudios Generales. Estuve “pretileando” mucho, pero también tuve la oportunidad de conocer profesores como Carlos de la Ossa, que marcó muchísimo mi vida. A mí me gustaba mucho leer poesía. A mi mamá le gustaba leer mucho, en general. Yo había tenido acceso a una biblioteca privilegiada de mi mamá. Me había topado varios autores costarricenses como don Isaac Felipe Azofeifa, Laureano Albán. Además, una amiga personal de mi mamá que es doña Julieta. También teníamos toda la colección de libros. Cuando llegué a estudios generales tuve la suerte de matricular con Carlos de la Osa y ahí disfruté muchísimo la obra de él. Fue un tiempo maravilloso en la Universidad de Costa Rica.

-¿Cuánto tiempo estuvo ahí? -Prácticamente dos años. Llevé Generales y estuve llevando unas materias más. Sin embargo, sentí que a lo mejor iba a durar mucho tiempo. Tuve la suerte de que mi mamá me pudo financiar la universidad. Ya era una universidad muy reconocida en esa época. Muchas personas, incluyendo algunos médicos, me recomendaron que si la podía matricular en la escuela del Doctor Vesalio Guzmán, que lo hiciera. Lo hice y no me arrepiento de nada. No olvido esa formación humanista que recibí tanto en el colegio La Salle como en la universidad. -¿Quiénes fueron sus grandes maestros? -Yo diría que de Ciencias Básicas tuve la suerte de ser alumno de don Gil Chaverri.

-Ya estaba grande él. -Totalmente. Sí recibí las clases de Química. Posteriormente hay profesores que me influyeron bastante. Don Federico Macaya, el cirujano; el Doctor Max Gutterman que es médico internista, una persona de la que aprendí muchísimo; don Misael Chinchilla, profesor de Parasitología, Influyó muchísimo; el Doctor Octavio Cruz, un gran profesor y maestro; el Doctor Goyenaga; el mismo don Pablo Guzmán. -Hijo de Andrés Vesalio. -Así es.

-Y que está ahora al frente. -Está al frente. Ya en aquella época recibimos una formación en medicina comunitaria que era especial. -¿Con quién? -Con don Pablo Guzmán y con otros colegas. Tuve la oportunidad de hacer Medicina Comunitaria en Pueblo Nuevo de Palmira de Zarcero. Para mí fue una prueba exquisita como estudiante.

Medicina comunitaria

-¿Es un bloque? -Sí, es un bloque de medicina comunitaria. Estuvimos viviendo ahí. Fue un periodo no muy largo, pero eso desde estudiantes era algo que llamaba la atención y que no todos los programas de Medicina lo contemplan hoy. Inmediatamente nos metía a esa realidad.

-Hicimos un libro con experiencias de jóvenes médicos en Barra del Colorado, en Grano de Oro. Hay un médico, el doctor Rowe, que camina dos días para llegar a una comunidad… -Es impresionante. -Es maravilloso lo que hacen. En Bahía Drake, en Sierpe… -Sumamente meritorio.

-¿Usted pudo hacer servicio social? -Yo soy de los que pesqué la última ficha. Eran ciento ocho y yo pesqué la ciento dos. Tuve la oportunidad de escoger entre Valle de la Estrella, Bribrí o Dos Ríos de Upala, que fue donde yo escogí.

-¿Por qué Dos Ríos de Upala? -Al momento de la rifa, hay unos minutos en los que uno puede llamar a algunos amigos que conozcan la zona y me lo recomendaron. La verdad no me equivoqué y no se equivocó la persona que me lo recomendó. Había casa de médico. Tenía que dormir ahí. Fue una experiencia totalmente distinta.

-¿Entraba por Upala o por Liberia? -Al principio entraba por

Upala. Quedaba a dos horas de Upala centro. Pero con frecuencia entraba por Liberia y quedaba a hora y media. En Dos Río de Upala no había televisión. En algunas zonas se pescaba televisión de Nicaragua. No entraba el celular. Había solamente un teléfono administrado que cerraba a las cinco de la tarde. -¿Cuántos años tenía usted? -Veinticinco.

-Hace diecinueve o veinte años. -Más o menos. Por supuesto que estaba soltero.

-¿Cómo lo impactó la experiencia? -Cuando llegué a Upala centro estaba lloviendo. Después de quince días de lluvia, pregunté qué cuándo paraba de llover, porque es una zona de una precipitación enorme. La gente se reía y me decía, “no, aquí llueve todo el tiempo”. Me acuerdo que cuando por fin paró de llover, fueron a dejarme del hospital. Iba una comitiva. -¿No lo habían dejado en el pueblo? ¿Estaba en el hospital de Upala? -Estuve en el hospital de Upala un tiempo, aclimatándome. Por eso, le hablo del proceso de adaptación. Cuando yo le contaba a la gente, me decían, “Dios mío, Doctor, dónde lo fueron a mandar”. Yo empecé como a dudar y, además, me contaron una historia tremenda. El médico anterior no había querido quedarse a dormir en el lugar. Cuando fueron a dejarlo al lugar, le pidió al director que no lo dejara. El director accedió y la gente se desilusionó mucho.

-¿Se quedaron sin médico? -No. Él viajaba. El servicio se mantuvo. Cuando llegué a Dos Ríos, lo encontré lindísimo. Es un Monteverde en potencia. Es la Vertiente Atlántica o el lado alajuelense del volcán Rincón de la Vieja, que es espectacular. Yo me maravillé. No podía creer que de Upala centro lo vieran (a Dos Ríos) como un lugar feo. Yo lo vi precioso. -Lo que está es alejado. -Remoto. Incluso había mucha gente de Upala que no lo conocía. Lo que hacían era que repetían las historias de otras gentes.

-¿Sin conocer? -Sí es cierto que para llegar había que pasar esos puentes de tucas que con frecuencia se caían y que a veces nos quedamos sin salir. Foto. Entrevista del ministro de Salud, Dr. Fernando Llorca, con el periodista Camilo Rodríguez.


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“Las experiencias en la zona rural me marcaron” CAMILO RODRÍGUEZ CHAVERRI

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-¿En algún momento dudó entre Medicina y Ciencias Políticas? -Sí, me pasó por la cabeza en algún momento cambiar de profesión, pero rápidamente, siempre regresaba a la vocación de trabajar con la gente en el tema de la salud. La salud es una de las áreas en las que uno más puede sentir que puede colaborar con el desarrollo de las personas. -¿Cuánto tiempo estuvo en Dos Ríos de Upala? -Estuve todo el período de servicio social completo y pedí repetir. -¿Cuánto tiempo estuvo en total? -Como año y nueve meses.

-¿Cuándo fue eso? -1997 y 1998. Fue antes del año 2000. Dos Ríos de Upala era una zona donde no entraba la televisión. -Solo televisión nicaragüense. -Y en ciertas lomas, nada más. No entraba el celular. Había un teléfono administrado que cerraba a las cinco y a esa hora todo el pueblo se iba a dormir.

-Y se levantaban como a las dos de la mañana. -Algunos a las dos. Los demás a las cinco ya estaban en pie. Entraba el beeper. Si yo iba a una loma y levantaba el brazo, me entraban los mensajes del día. Los veía ojalá antes de que cerraran el teléfono administrado por si tenía que hacer alguna llamada. Fue una época maravillosa.

-¿Qué hacía en sus ratos libres? -Leer mucho. Leía mucho. Lectura en general. Veía películas que alquilaba. Disfrutaba mucho los momentos a solas cocinándome cordero, por ejemplo, que era típico en la zona. Hice grandes amigos en la zona. La experiencia en ese lugar fue maravillosa. Pude desarrollar un esquema de consultas trasladándome a pueblos vecinos, como Brasilia, que queda cerca de Santa Cecilia, o Birmania. -De Santa Cecilia de la Cruz, porque Birmania que queda en ese camino. -Queda en ese camino dirigiéndose hacia Upala, por el camino de la Zona Norte, muy cerca del volcán Orosi, con unos paisajes idílicos, espectaculares. Hacia el otro lado, estaban pueblos como Buenos Aires y Gavilán. Son pueblos muy nuevos

donde pude participar como testigo, porque no voy a decir otra cosa, de cómo se lleva el agua, cómo las asociaciones de desarrollo comunal participan intensamente en estos procesos. Es maravilloso ver al pueblo entero volcado haciendo zanjas y pegando tubos para tener agua potable. También, grandes centros de trabajo como lo era una finca que producía palmito, que pertenecía a la familia Figueres y otra finca, que se llamaba El Ensayo. -En ese momento, el presidente era José María y el Vicepresidente era Oreamuno. -Sí, ellos tenían una finca muy famosa que producía palmito. Tenía una población importante de trabajadores. Algunos con sus familias. Era muy importante que el médico llegara ahí porque cualquier desplazamiento es una hora por camino rural. -¿Usted atendía unos días en Dos Ríos de Upala y otros días en esos otros pueblos? -Efectivamente. Me repartía por toda la zona.

-¿Tenía vehículo? -Tenía mi vehículo personal. Lo pude comprar con grandes costos y un préstamo. Era cuatro por cuatro. Pero no iba en mi carro. Normalmente se coordinaba con gente de la población o de las empresas. Me movilizaba en el automóvil de las empresas. Algunas otras veces iba en automóviles de la Caja.

Upala

-Upala es uno de los cantones más pobres de Costa Rica. ¿Qué se encontró ahí? -Me encontré una población de origen especialmente nicaragüense. El sesenta por ciento de la consulta era inclusive de nicaragüenses o de descendientes inmediatos de nicaragüenses. Me encontré serias limitaciones económicas en general y bajo nivel de escolaridad. Yo siempre describo, y así lo puse en dos análisis integrados de salud, que pude entender en los dos años que estuve, que aquel pueblo que describía Constantino Láscaris, de la plaza, la iglesia, la escuela, la pulpería y la cantina, en esa zona no existía necesariamente. En Dos Ríos de Upala me atrevería a decir que sí, pero a lo mejor en Brasilia no. -¿Qué faltaba ahí? -En algunas partes faltaba la iglesia. No siempre había escuela. No siempre había plaza que, para mí, es muy importante como complemento al desarrollo integral de la comunidad y de las personas, pensando en acti-

vidad física. Eso es desarrollo integral. En esa zona, no siempre se encontraban. Además del faltante de servicios básicos, como electricidad, agua, teléfono.

decía, “bueno, vamos a tratar”. Sus maridos o hijos con un sobrepeso, a pesar de trabajar fuertemente en el campo desde temprano, acostumbrados a que si les reducían la cantidad de frijoles o de arroz le decían a sus mamás o esposas, “voy a buscarme otra que si me dé la ración de arroz y frijoles que yo quiero”. Entonces, esta experiencia fue haber entendido los determinantes de la salud. La salud no es simplemente estar detrás de un escritorio y brindar antibióticos y tratamientos para el dolor. Es mucho más. Ahí tomo la decisión de dedicarme a alguna de las ramas de la salud pública, muy especialmente al tema administrativo.

-¿Usted tenía electricidad? -En Dos Ríos sí, pero en el resto de comunidades no. Había generadores locales.

-¿Había agua potable? -En Dos Ríos. En el resto de comunidades estaban en el proceso. Y eso que Costa Rica tiene una cobertura de acceso a agua potable envidiable en el mundo. -Usted me decía que hasta lo retaron a los machetazos. -Fue en un lugar que se llama Buenos Aires donde llegamos a dar consulta. Hay un consultorio médico que es de la asociación de desarrollo comunal. Había una gran cantidad de gente. A lo mejor, más de los que esperábamos o de los que íbamos preparados. Se volvió un poco lenta la consulta. La gente se angustió de esperar. Una señora se descompensó. Se le bajó el azúcar un poco y se quiso desmayar. El yerno se metió abruptamente a la consulta. Golpeó la puerta. La pateó. Sacó el machete. Dio unos fuertes golpes sobre el escritorio con la hoja del machete y pidió que le atendieran inmediatamente a la suegra. Yo lo que acaté a decirle fue, “con todo gusto, pásela adelante, ya se la atiendo”. En ese momento, uno piensa que si recibe un machetazo bien pegado no llega al Hospital de Upala, que es el que está más cerca. Más allá de eso, es la reacción sobredimensionada de la impaciencia típica que los pacientes pueden sentir. -Además, en una zona con mucha exclusión social. Sin oportunidades. Con mucha pobreza. Con mucha violencia. -Con mucha violencia y situaciones muy difíciles y complicadas, como que niñas de nueve a doce años de repente se juntan, como dicen allá, con hombres de cuarenta y se van para Nicaragua. Eso es típico allá en esa zona. Además de otras formas de violencia que lamentablemente se siguen dando, según las estadísticas que hemos conocido. Otra de las anécdotas personales que me parece curioso comentar, es que el otro día recibí en el despacho a un grupo de investigadores que quieren promocionar una gran investigación sobre el tema de la leishmaniasis. Es una infección transmitida por un zancudo muy especial. Es muy endémica en ciertas zonas, especialmente en Talamanca.

Quepos

-¿Qué hace apenas sale de Dos Ríos de Upala? -Me voy para San José. Trato de buscar trabajo como médico. No lo consigo fácilmente. Trabajé en algunas clínicas periféricas de San José. -¿Haciendo vacaciones? -Haciendo sustituciones que es la historia de siempre de muchos de los médicos generales. Después consigo un puesto permanente en Quepos.

-¿En cuál año? ¿Por el 2000? .Exactamente. Ahí un doctor que se llama Igor Stevanovich y el director, el Doctor Arana, me ofrecen un trabajo en el servicio de emergencia. Ahí estuve un par de años. Ya había tomado la decisión de dedicarme a la salud pública en la medicina administrativa. Esa es otra realidad. Es la realidad urbano turística.

-En las zonas indígenas. -Produce una lesión muy grande. Una lesión viva que no cura.

-La gente le dice papalomoyo. -Cuando yo les conté que a mí me había dado, no lo podían creer. Tuve que explicarles que viviendo en Dos Ríos de Upala, que es una zona también endémica, un día sentí un piquete que no se me sanaba. Se me hizo una úlcera. Rápidamente identifiqué que me había picado un papalomoyo. Lo curioso de esto es que es una úlcera que tarda meses en sanar. Deja una cicatriz. El tratamiento son unas inyecciones de un antibiótico y son muy dolorosas. Por supuesto nunca las olvidaré. -Recorrí las zonas indígenas buscando a estos médicos que trabajan con indígenas, y es doloroso

ver niños con una gran marca en la frente, en la cara. -Son las áreas expuestas donde el zancudo pica. Con frecuencia es en la cara, manos, piernas. Los niños son especialmente vulnerables.

La farmacia de Dos Ríos

-Me llama la atención que usted termina su servicio social y pide repetir. -Pedí repetir porque sentía que muchos de los proyectos, sobre todo inaugurar consultas, no los había terminado. Pudimos inaugurar el centro de salud de Birmania. Todo esto conjuntamente con la comunidad. Pudimos inaugurar una pequeña farmacia en Dos Ríos de Upala. Ahí con frecuencia atendimos gente en la noche, a deshoras, los fines de semana. El técnico de atención, que vivía ahí en

la zona, más de una vez le tocó atender un parto. Por supuesto, lo que daban eran las gracias. Si tenía suerte le daban una bolsa de naranjas.

-O una gallina. -No me llegaron a dar una gallina, pero al enfermero sin duda sí. Fueron experiencias realmente inolvidables. Maravillosas. De primera mano. De primer contacto. De saber que venía una mujer a caballo a las once de la noche después de tres horas a caballo para ver si logra pescar al doctor para que le atienda la crisis de asma que tiene. -Qué doloroso. -Por supuesto, nosotros teníamos que estar dispuestos para hacerlo con lo que contamos. -¿En el segundo año pudo

abrir otros centros de salud? -Concretamente en el centro de Birmania.

-¿Cómo lo cambió a usted como médico esa vida en Dos Ríos de Upala? -Sin duda yo llegué a tener claro y a conceptualizar los determinantes de la salud. En las primeras consultas, llegaban mujeres obesas después de caminar nueve kilómetros con sus hijos, también obesos. Preguntando qué era lo que comían decían, “arroz, frijoles, cuajada, pan, pasta, fresco,” con un tope de azúcar importante. Yo les sugería que por qué no comían verduras y frutas, pero era difícil encontrarlos en esa zona. Cuestan a precio de oro en la pulpería. El concepto de huerta ya había desparecido en esa zona. Los árboles frutales de las cercas habían desaparecido. La gente me

-Pero, también una realidad violenta. -También.

-Droga, prostitución. -Una dura realidad de Prostitución infantil, uso y abuso de drogas ilícitas. Es una situación muy característica. Yo Había trabajado en el hospital de Upala y en el Hospital de Liberia haciendo guardias. Tenía amplia experiencia. -¿Estando en Dos Ríos. -Así es. Los fines de semana “bajaba” a hacer guardias a Upala y a Liberia. El hospital de Upala era manejado por médicos generales. Cuando salí de Upala, ya tenía ciento cincuenta partos en mi historial, cosa particular para un médico general. -Que no ocurre en el centro del país. -Es una cosa muy particular para un médico general.

-¿Nunca le pasó por la cabeza

alguna especialidad? -Sí, claro que sí. Había grandes temas que me gustaban. Neurología, Inmunología, Oncología. Me gustaba mucho Oftalmología. Pero estando en Upala es que realmente tomo la decisión de inclinarme por los temas cercanos a la salud pública. La razón fue tratar de multiplicar el efecto de las intervenciones que yo pudiera hacer.

Tejarcillos de Alajuelita

-¿Qué hizo después de estar en Quepos? -Me regreso a trabajar a una zona urbano marginal. Alajuelita. Estuve trabajando en el área de salud. Después de estar rotando por todos los EBAIS de Concepción, haciendo sustituciones, me sitúan en el EBAIS de San Felipe que estaba localizado en Tejarcillos. Era una zona realmente especial, con gran violencia. La gente cree que es una zona de inmigración nicaragüense, pero no, es una zona de inmigración del resto del país. Con frecuencia, llega mucha gente de Upala. En Quepos, me pasó que me encontré unas familias que estaban haciendo fila para un proyecto habitacional del INVU. Era gente que había conocido en Upala centro. -¿Ellos pasaron de Upala a Quepos? -Sí. Porque muchos de estos proyectos están llenos de gente que anda de un sitio a otro emigrando.

-¿Andaban buscando casa? -Buscando casa. Buscando apoyo social. En Tejarcillos de Alajuelita, también llegué a toparme gente que había conocido en el interior del país. -En Quepos y en Upala. -Exactamente. Por eso puedo confirmar que muchas de estas personas son inmigrantes dentro del país. -¿Cuánto estuvo en Alajuelita? -Un par de años.

-Una realidad diferente. -Urbano marginal. No es nada rural. No tiene el problema socio económico rural. Es completamente distinto, pero muy importante y muy cercano. Ahí empiezo a estudiar Administración de Servicios de Salud.

La muerte de un niño

-¿Cómo lo marcó todo eso? ¿Cómo condujo todo eso a lo que seguía en su vida? -Trabajando en estos lugares, siempre para la Caja del Seguro del

Social, tuve la oportunidad de ver algunas grandes virtudes del sistema de salud que tenemos en Costa Rica. El alcance que puede tener. Inclusive, algunas grandes virtudes de coordinación interinstitucional. Por ejemplo, en Alajuelita pude ver madres adolescentes que se educaban con el INA. Sin embargo, todas se educaban en lo mismo y les costaba encontrar trabajo. Ese es uno de los fallos del sistema. Por ejemplo, una experiencia en Tejarcillos asociado a los temas de violencia intrafamiliar que me marcó. Una vez me llegó una abuela con un nietecito con un bracito fracturado. Inmediatamente lo referí al Hospital de Niños. Urgente. En ambulancia. Puse claramente en la referencia “favor descartar posible caso de violencia”. En aquella oportunidad me enteré que había sido atendido. Que le habían puesto el yesito. Que había sido valorado en urgencias. Sin embargo, a los pocos días, cuando la técnica de atención va a hacer la visita domiciliaria, nos enteramos que había fallecido. -¿Por violencia doméstica? -Por violencia doméstica. Eso para mí fue absolutamente traumático (se le quiebra la voz y llora…).

-Eso fue algo terrible. -Inclusive me fui a averiguar al Hospital de Niños.

-¿Era un chiquito pequeñito? -Era pequeñito. En el Hospital Nacional de Niños me atendió el Doctor Rodolfo Hernández, profesor muy querido y que me marcó. Él me contó que lamentablemente, y ahí es donde quiero recalcar los fallos del sistema que a uno como médico le afectan, la persona que recibió el caso era ortopedista y estaba haciendo rotación. Después se dieron cuenta de que el programa de Ortopedia no tenía esa sensibilidad social de sospechar del tema de la violencia. Parece que solo trató la fractura y le dio salida. No se estudió por parte de un trabajador o una trabajadora social.

-¿Y lo mataron al chiquito? -Lo mataron. No sé si fue su papá o su padrastro. Eso es parte de la violencia que se vivía en un lugar como Tejarcillos. A pesar de que yo era el médico de San Felipe. Una comunidad más tradicional. Al mismo tiempo, estudiando Administración de Servicios de Salud pude desarrollar una tesis que era un sistema de calidad en el servicio, un sistema de promoción de los servicios de salud para los habitantes de San Felipe. Lamentablemente la gente de San Felipe no quería ir a Tejarcillos porque ellos querían tener su propio EBAIS.


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RAFAEL ORTIZ FÁBREGA El Guapileño

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Un presidente legislativo que se preparó en otras ligas CAMILO RODRÍGUEZ CHAVERRI

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Su figura impone respeto. Su voz cálida genera confianza. Tal vez esos dos elementos, y su formación como líder y como interlocutor en Coca Cola y la Liga Deportiva Alajuelense, le han dado los elementos para que varios partidos políticos hayan confiado en él para la presidencia de la Asamblea Legislativa. Mariachi de varias generaciones, su abuelo fue compañero del Doctor Calderón Guardia y amigo íntimo de Teodoro Picado; así como su papá fue amigo cercanísimo de don Abel Pacheco, quien lo ve como un sobrino o algo así. También es sobrino del doctor Juan Guillermo Ortiz, padre de “El Hospital sin Paredes”, nacimiento para el mundo de la atención primaria en salud. He aquí la semblanza del abogado que se sentaba a la par de José María Figueres Olsen en la escuela Lincoln, y que lleva adelante la osadía de tender puentes entre partidos disímiles y contrarios en muchas posiciones. -Don Rafael Ortiz Fábrega es el señor presidente de la Asamblea Legislativa. Es una figura muy interesante porque logró concatenar las voluntades de un montón de partidos para llegar a esa posición. Vamos a hablar de su vida. ¿Dónde nació? ¿Dónde creció? ¿Cómo se llaman o se llamaban sus papás? Gracias por recibirnos. -Un placer. Gracias por la opor-

tunidad. Nací en San José, muy cerca de la Asamblea Legislativa, como a dos o tres cuadras. Nunca había pensado en que me iba a tocar estar aquí tan cerca.

-¿Cuándo nació? -El 12 de noviembre de 1953. Mi madre (qDg) se llamó Luz Mary Fábrega. Nació en Santa Ana, porque mi abuelo, el papá de ella, fue el primer mecánico de aviación de Panamerican en Costa Rica. En esa época, el primer aeropuerto quedaba donde hoy es Lindora.

-Hablemos de los orígenes de su mamá, por favor. -Mi abuela se llamó Carlota. Ella era alemana. Venía de un pueblo que se llama Bremen. Mi abuelo era ingeniero naval y parece que las calderas en los barcos son muy similares a las de los ingenios. De ese mismo pueblo son los Niehaus. Cuando terminó la Primera Guerra Mundial, él era amigo de uno de ellos, entonces se vino a trabajar a lo que hoy es CoopeVictoria; pero en ese momento no existía como cooperativa. Luego, en medio de la Segunda Guerra Mundial, la propiedad de los alemanes fue expropiada. Cuando ellos vinieron a Costa Rica, mi mamá estaba muy pequeña, en 1910. Se crió en San Pedro de Poás y Grecia. Luego vivieron en la Zona del Caribe.

Mecánico de aviación y enfermera

-Su apellido es Fábrega. -MI abuelo nació en Limón por accidente. Sus padres eran paname-

ños. Él es de apellido Fábrega de la Guardia. Él desciende del General José de Fábrega, que fue el que peleó con Simón Bolívar en 1845. Es de una familia panameña. El bisabuelo de él era una figura muy connotada en la historia panameña. Era colombiano. Mi abuelo nació en Panamá, que era de Colombia. Entonces, él decía que era colombiano, panameño y tico. Aquí conoció a mi abuelita y se formó esa familia. Mis dos abuelos no son ticos. Mi abuela era enfermera. En Santa Ana, en ese tiempo no había mucha gente, entonces ella era la madrina de muchos. -Ella era enfermera y él era mecánico de aviación. -Así es. Ellos vivieron en Santa Ana. Ahí nació mi mamá. Luego se vinieron a vivir a La Sabana.

-¿Y su abuelo Ortiz? -Mi abuelo Ortiz es de Cartago. Era abogado. Fue diputado. Fue procurador, lo que es hoy Ministro de Justicia. -¿Cómo se llamaba? -Yo llevo su nombre. Se llamaba Rafael Ortiz Céspedes. Su gran compañero de estudios fue don Teodoro Picado. Estuvo muy involucrado en los años 40 con la Reforma Social, cuando don Teodoro era presidente de la Asamblea Legislativa, y el doctor Calderón era presidente de la república. Don Teodoro era de Paraíso y mi abuelo era de Cartago. Eran amigos entrañables. Yo tengo todavía amistad con su nieto. De ahí viene nuestra rama de estirpe calderonista. Su hermano, el Doctor Juan Guillermo Ortiz

Guier, nació en Cartago. Mi padre sí nació y creció en San José. Yo pasé los primeros años de mi infancia en México. Mis papás se casaron muy jóvenes. Entonces, yo pasé los primeros años de mi vida allá. Ahí vivía precisamente el doctor Calderón Guardia, que estaba exiliado en los años 50.

-Allá se hicieron más amigos. -Ya eran muy amigos porque mi abuelito, el doctor Rafael Ortiz Céspedes, fue diputado republicano. Él era muy calderonista. Tengo memorias del Doctor Calderón Guardia allá y cuando volvieron a Costa Rica lo conocí. Después viví mucho tiempo en La Sabana, cuando regresamos de México, en la casa de mis abuelos. Los recuerdos que tengo de niño en Sabana Sur son casi los recuerdos del Estadio Nacional y el viejo aeropuerto. Recuerdo mucho lo que significaba para mí ver los aviones que aterrizaban ahí. Luego nos fuimos a vivir a Alajuela. Yo crecí, viví toda mi infancia en Río Segundo de Alajuela. Ahí es donde siento mucho mis raíces. Mi padre puso su consultorio en Alajuela. Ahí hizo su carrera profesional por más de cuarenta años. Todavía vive, pero ya está retirado.

-¿Cuántos de ellos son médicos? -Ellos son tres varones. Don Juan Guillermo, médico con una gran historia; mi padre, que es en realidad optometrista, y mi otro tío es ingeniero. Tengo una tía que trabajó mucho con Rafael Ángel (Calderón Fournier) en Casa Presidencial. Viví en Río Segundo. Nos criamos nadando en las pozas. Fue una niñez

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S -¿Qué hizo usted cuando salió del colegio? -Cuando salí del colegio, me vine a vivir a San José con mis abuelos, que vivían en San Pedro. Entré a la universidad y estudié Derecho. Seguí los pasos de mi abuelo, que también era abogado.

-¿Cómo era la universidad cuando usted ingresó? -Entré a una Universidad de Costa Rica en los años 70, donde había un gran énfasis en lo social, en el humanismo. En buena teoría, entrar ahí se me hizo hasta difícil. Mucho de la parte formativa y de la parte de redacción la había hecho en inglés. Pero muy tempranamente, y con una veta de sensibilidad social, en la Facultad de Derecho me fui involucrando en las actividades del movimiento estudiantil. Formé parte de un grupo que duró muchos años en Derecho que se llamó Grupo Marcha. En alguna medida, tenía relación con el grupo FAENA, de donde salieron Leonardo Garnier; Leonel Arroyo que ahora es magistrado; Eduardo Doryan. -¿Ahí estuvo Rebeca Grynspan? -También, y Fernando Herrero.

-Y Florisabel Rodríguez. -Edgar Rodríguez, Ministro de Ambiente; Enrique Vázquez, que fue mi compañero; Luis Ángel Ramírez, que fue jefe de fracción de Liberación Nacional…

consagrada a compartir con amigos en la Costa Rica de los años 60.

Colegio Lincoln con “Chema” Figueres

-¿Fue a la escuela pública? -No. Mi papá hizo el esfuerzo para que yo fuera a un colegio privado. Viajaba al Colegio Lincoln. Yo tenía compañeros que eran descalzos en Río Segundo, pero mi compañero de pupitre de la par, en el colegio, era José María Figueres. Eso me ayudó mucho porque siempre tuve una visión muy clara de un colegio privado como esos y la del pueblo raso, simultáneamente. -¿Tenía compañeros descalzos en Alajuela? -Sí, en Alajuela. Con esos niños me crié, con ellos jugaba futbol. Todavía los conservo como amigos. Era una época muy linda, de mejengas de futbol. Me tocó crecer en el campo.

-¿Quiénes eran compañeros en la escuela y en el colegio? -José María Figueres, Eduardo Zumbado, que es hoy uno de los actuarios del INS; Teodoro Picado tercero, que era muy interesante para mí porque su abuelo era amigo de mi abuelo. Otro gran amigo que se fue a vivir a Guatemala, Villa, que es el presidente del Municipal, el equipo tradicional guatemalteco; Álvaro Fernández, hijo de Guido Fernández, colega suyo. En el colegio estuvo con nosotros Astrid Fischel, una compañera muy inteligente; Mariela Porto, ingeniera

El presidente de la Asamblea Legislativa, Rafael Ortiz Fábrega.

del ICE, experta en diseño de plantas hidroeléctrica. Son compañeros con los que hemos mantenido una amistad de años.

-¿Cuántos hermanos tiene? -De mi padre y madre soy solo yo. Ellos se divorciaron cuando yo tenía cuatro o cinco años. Cuando regresaron de México. Tengo bastantes hermanos. Del lado de mi padre tengo seis hermanos. De lado de mi mamá tengo dos hermanos que viven en Estados Unidos. Yo me fui para allá un par de años. En esa época de la Costa Rica de los años sesenta, una mujer que se divorciaba era vista de una manera terrible, por ese machismo cruel que había. Mi mamá tenía un hermano, Wenceslao Fábrega, quien se fue a Estados Unidos muy joven. Allá se desarrolló. Fue arquitecto. Fue diputado, un diputado tico en Estados Unidos. Mi mamá se fue para allá y se volvió a casar. Yo me fui para allá y pasaba épocas entre Estados Unidos y Costa Rica. Un año allá y volvía. Es una etapa que también me formó. -¿Compartió con los dos, su papá y su mamá? -Con los dos. Eso me ayudó mucho. Yo me pongo a pensar que en la vida hay posibilidades de comprender diferentes cosas, porque tuve una niñez campesina por un lado, y un poco citadina por el otro. -Y una formación sofisticada en el Lincoln. -Y también por vivir en Estados Unidos.

-¿Dónde vivió allá? -En Minnesota, en Minneapolis. En la parte norte de Estados Unidos. Ahí tuve mi primer trabajo. Cuando tenía trece o catorce años, repartí periódicos. Me tocó firmar un contrato, casi como de honor. Es muy bonito en el verano.

-Sí, es muy bonito. Yo estudié en Iowa. -Usted sabe cómo cambia el clima. A uno le dicen, “usted se compromete a hacerlo por un año”. Al principio, en el verano, es muy bonito. Uno empieza tirando los periódicos a las casas. cil.

-Y en el invierno es muy difí-

-En el invierno duraba más poniéndome la ropa de invierno. Ese año me forjó mucho porque cuando empezó el invierno ya estaba con ganas de decir, “¿en qué momento me comprometí con este trabajo?” Pero ahí estaba mi mamá con su formación germánica diciéndome, “usted se comprometió, usted termina”. Ahí me tocó vivir en esa época, todos esos años donde los hermanos mayores de mis amigos habían sido mandados a Vietnam. Fue una época muy interesante. Estuve también muy pequeño en la época en que estuvo todo lo de la Guerra Fría. Recuerdo imágenes de cuando sonaban una sirena y nos ponían debajo del escritorio por si había un ataque atómico. Sólo sonaban la sirena y nos metíamos debajo de los escritorios. Luego regresé y

terminé el colegio en el Lincoln.

Liga Deportiva Alajuelense

-¿Cuándo empezó su relación con la Liga Deportiva Alajuelense? Estuve en las ligas menores de Alajuela, era portero. Estando en Estados Unidos se me ocurrió meterme a jugar futbol americano y me quebré un brazo. Tras de que no era muy bueno, se me hizo una fractura. El futbol americano es muy rudo y a mi ponían a recibir los pases. En una de esas en el aire, me hicieron un taco, di vuelta y caí con el brazo. Antes de eso había sido junta bolas en el mosquito. -¿Siempre en la Liga? -Sí, en la Liga. Me tocó ser junta bolas en un partido histórico que fue la primer final de Saprissa y la Liga, en febrero del 67. Íbamos perdiendo y la gente de Saprissa ya se estaba metiendo en el Estadio Nacional para celebrar. En eso anotamos un gol en el tiempo extra y con ese empate la Liga fue campeón. Nunca se me olvida. Mi padre estuvo muy involucrado en las ligas menores porque de verme jugar estaba en la Directiva y terminó siendo entrenador. De mi generación salieron grandes jugadores como Asdrúbal Barrantes, “Quique” Vázquez, “Zurdo” Jiménez, Rolando Villalobos, Alfredo “Chatillo” Piedra, “Nel” López. Algunos han sido muy buenos jugadores. Llegaron a la primera división y tuvieron mucho éxito.

-¿Antonio Álvarez Desanti? -En una generación que venía antes de nosotros estaba Antonio Álvarez Desanti.

-Había gente muy interesante metida en política. -De esos años recuerdo a Rodolfo Piza, Enrique Jiménez, Fabián Volio. Después surgió el grupo de Juventud Liberacionista, donde estaban Leonardo Castro, Leonel Villalobos, que fue presidente de la FEUCR. Ahí hice esa parte de la carrera.

Eduardo Ortiz, Fernando Volio, Alfonso Carro…

-Estuvo en la Facultad de Derecho cuando todavía estaba Fabio Baudrit, el profesor Fournier. -Don Fabio ya no, pero profesores míos en esa época eran grandes maestros. El decano era primo hermano de mi papá, Eduardo Ortiz, el padre del Derecho Público en Costa Rica. Don Fernando Fournier nos dio Derecho Romano. -¿Don Fernando Volio? -Don Fernando Volio me dio Derecho Constitucional. -¿Don Alfonso Carro? -Don Alfonso Carro me dio Teoría del Estado.

-¿Carlos José Gutiérrez? -Carlos José Gutiérrez también fue mi profesor, y muy bueno. Otros grandes profesores fueron don Jorge Enrique Guier, quien me dio Filosofía del Derecho; Elizabeth Odio, quien fue mi profesora de Derecho Privado; don Antonio Rojas, quien fue mi profesor en Derecho Proce-

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sal Civil; don Gonzalo Fajardo, profesor en Derecho Administrativo. Grandes profesores…

-¿Qué hizo después? -Yo trabajé cuando estaba estudiando. Se da el cambio al proceso oral y público en el Derecho Penal. No había defensores públicos que fueran abogados y me tocó, sin haberme graduado, tener la oportunidad de desempeñarme como defensor público en los juicios orales. Ahí se le va quitando a uno el miedo de tener que exponer en público. Luego trabajé unos años en el Bufete Pacheco Coto. -Que es un bufete famoso. -Es muy famoso. Cuando eso no era tan grande. Lo había fundado Alberto Pacheco Coto, un señor de Cartago, que fue en el 48 hombre de José Figueres. Estaba ahí junto con su hijo, que es abogado en Derecho Internacional. Ahí tuve una formación muy buena. Es un bufete muy estricto, muy ordenado. Tenían pautas muy claras. Me formaron muy bien. Me iba a estudiar afuera, pero en eso me surgió una oportunidad. -Trabajó con una transnacional, con Coca Cola. ¿Fue en ese momento que surgió esa oportunidad? -Sí, surgió la posibilidad de trabajar para Coca Cola Interamerican, que tenía las oficinas regionales para Centroamérica y El Caribe aquí. Ahí trabajé como veinticuatro años. Me tocó viajar mucho y conocer otros sistemas jurídicos. -¿Siempre trabajó como abogado? -Siempre como abogado. Después me recargaron, porque me capacitaron mucho en lo que llamaban Relaciones Corporativas, que eran relaciones con el gobierno y con los medios. En Atlanta me dieron una formación que me ha servido de mucho de cómo es la relación con los medios de comunicación. -Y le sirvió mucho en La Liga y le sirve aquí en la Asamblea. -Así es. Aprendí reglas muy claras. Reglas en Coca Cola -Por ejemplo, ¿cuáles reglas? -Uno, nunca hay que mentirle a un periodista. Dos, que si la pregunta es muy complicada, uno contesta lo que uno quiere o puede contestar. Nos capacitaron en Atlanta, de hecho, recibí formación con CNN. -En Atlanta está la casa matriz de Coca Cola, ¿verdad? -Es la casa matriz, sí. La Coca Cola tenía una relación muy directa con CNN. Ahí me tocó conocer mucho y tenía una relación especial, cercana. Fue muy interesante. Tuve la oportunidad de conocer a periodistas que se invitaban a una reunión para conocer un poco de diferentes temas de América Latina. El señor que es hoy presidente de Colombia, el presidente Santos, estuvo por ahí. Es de una familia de prensa. Son los dueños del Periódico El Tiempo, de Bogotá. Llegaba gente muy interesante con la que se discutía en foros, los diferentes problemas de América Latina. Coca Cola promovía eso por un presidente de Coca Cola que tenía una gran formación. Me formaron mucho en todos los temas de relación con gobiernos y asuntos regulatorios. También me ha servido esa parte. Ahí se preocupan mucho por capacitar a la persona.


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La excelencia de un emprendedor CAMILO RODRÍGUEZ CHAVERRI

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-¿Por qué salió de la Coca Cola? -Salí de ahí recién cumplidos los cincuenta años de edad, hace diez años, después de veinticuatro años de estar en Coca Cola. Me comencé a involucrar en el futbol… -¿Quién lo llevó a la Liga? -Fue un amigo, Rafael Solís, quien me invita a formar parte de la directiva. Me involucro mucho con eso.

-¿Siempre con La Liga? -Siempre con La Liga. Siempre había ayudado mucho con patrocinios y, además, La Liga es algo que siempre ha estado mucho en mi vida. Como le conté, fui desde junta bolas, en la Liga, y estuve en las ligas menores. Soñé con ser portero en primera división. Mi padre fue entrenador hasta de la primera división en una época que se fue el entrenador. -Su abuelo se llama Rafael, ¿y su padre? -Se llama Rafael Alfonso, pero solo Alfonso le decían para diferenciarlo del papá. A mí me pusieron Rafael Ángel por el Doctor Calderón Guardia. -¿Cuántos años estuvo en el equipo? -En La Liga estuve ocho años; cuatro años de vicepresidente y cuatro años de presidente.

Campeón de Concacaf

-¿Cuáles fueron sus grandes logros, su legado? -En esos ocho años, ganamos cinco campeonatos nacionales, que si fueran estos de medio año, hubieran sido nueve. En mi presidencia, ganamos el segundo campeonato de La Liga en CONCACAF. Íbamos a ir al mundial ese año, pero se suspendió. Ganamos dos o tres torneos centroamericanos.

-Qué lástima que no se dio porque los saprisistas rajan con eso, ja, ja. -Ese año les ganamos a ellos 4 a 0 en la final. Por un tema de FIFA, que tenía que ver con que no se pusieron de acuerdo en la repartición de las cosas, lo suspendieron.

-¿Qué significó ser presidente de Alajuela? -Fueron años muy lindos. Salí de la Compañía porque había en mí la necesidad de cambiar un poco. Yo viajaba a Centroamérica el sesenta por ciento del tiempo. Tuve la oportunidad de seguir vinculado desde afuera, pero no en un rol del día a día.

Comencé a trabajar en lo propio.

-¿Cómo abogado? -Como abogado. Asesorando empresas con la experiencia que ya había adquirido. Salí de La Liga. Tuve la oportunidad de asumir la presidencia de la Federación Nacional de Futbol cuando salió don Hermes Navarro, porque habíamos hecho un movimiento de cambio. Propusimos a un gran amigo, don Walter Niehaus, pero se complicó mucho el asunto y cuando él salió, se me ofreció ese cargo. Acababa de salir de presidente de La Liga, pero yo siento que hay etapas en las que uno pasa el libro. Fue entonces que entró don Eduardo Li.

-Usted es el sobrino del doctor Juan Guillermo Ortiz Guier, de quien estamos elaborando un libro. ¿Qué recuerda de él? -Desde muy niño me impresionaba su figura. Un hombre alto, fuerte, con una voz muy ronca. Siempre me acuerdo de él en las fiestas de la familia. Tenía una gran capacidad. Mi abuelo era poeta. Escribió varios libros. Mi abuelo escribía en los formatos de antes, de sonetos. -¿Su abuelito Rafael Ortiz Céspedes? -Sí, correcto. Fue muy conocido por esa virtud.

Su tío, el Doctor Ortiz

-Y el Doctor también. -Sí, pero ya con otro estilo. Una poesía más libre. Me acuerdo de él mientras recitaba poemas. Una cosa muy linda. Me acuerdo de una poesía, tiene muchas, pero recuerdo una que tiene sobre Costa Rica. La escribió cuando vivía en México. Se llama Costa Rica Ausente. Me acuerdo de él por eso. Sus hijos son Mauricio, Fabián, Juan Guillermo… Me encantaba ir a pasear a San Ramón. Yo no tenía hermanos de mi edad. Entonces ellos eran como mis hermanos. Para mí, ir a San Ramón era algo lindísimo. Me iba para allá en las vacaciones. Tío Juan y tía Virginia, su esposa, vivían a la par del hospital. Ahí pasé unas vacaciones lindísimas. Jugábamos futbol. Compartíamos mucho con mi tío cuando se iba a las giras. Le gustaba que lo acompañáramos a las diferentes regiones del área de Occidente.

-Naranjo, Palmares, Zarcero. -Sí, todo. Después lo que era ir a Chachagua, que era toda una odisea. Era un hombre de una gran sensibilidad social. Así como le gustaba escribir versos, le encantaba sentarse a escuchar las historias de la gente más sencilla. Tenía una personalidad imponente. Su voz. Su mirada profunda. Era una persona que entraba a un lugar y no iba a pasar inadvertido. Un

hombre profundamente humanista. Un gran cirujano. Nunca cobró un cinco por operar a nadie en San Ramón. Incluso, cuando él empezó en Palmares en una especie de dispensario, que era un puesto de salud, fue el primero en su estilo. Fue muy visionario. Cuando se construye el hospital de San Ramón, en los años 50, se va de director y el hospital crece con él. Fue director del hospital por más de treinta años. En una administración donde el presidente ejecutivo le tenía celos, no voy a entrar en nombres, lo quitaron injustamente. Pero en la Medicina había mucha rivalidad. Le tenían muchísima envidia. Lo quitaron cuando le faltaba poco tiempo para pensionarse.

-Ese fue un golpe muy duro para él. -Muy duro. Fue muy duro para él y para la comunidad porque él todavía estaba joven. Debe haber tenido cincuenta y tantos años. Todavía tenía mucho que darle a su hospital y a sus proyectos de salud con promoción social. En todo caso, su obra no la pudieron cortar porque comenzó a tener muchos reconocimientos.

-Sobre todo, fuera del país. -Sobre todo, fuera del país, así es. El índice de mortalidad infantil en la Costa Rica de esos años y más aún en las zonas rurales era alto. No se tomaban muchas precauciones. Cuando él comienza a organizar la belleza de este programa, es una organización comunal donde las mismas personas de cada pueblo participaban, porque los recursos eran escasos, pero las personas iban llevando control de embarazo, cuando los niños nacían, los cuidados que debían tener con los alimentos y la leche... El índice de mortalidad infantil en esa zona comenzó a ser el más bajo de América Latina. Más de una vez decía, “es el índice de mortalidad más bajo de América Latina, igual que en Cuba, solo que en libertad”. Era un hombre de avanzada, que creía mucho en la organización comunal. Eso sin duda fue el éxito de ese programa que lo comenzaron a reconocer en muchos países. -Recibió el máximo galardón mundial para un médico. -Así es: la Organización Mundial de la Salud le dio el máximo galardón que se le puede otorgar a un médico en el campo de la Salud Pública y la Atención Primaria.

-Justamente, le corresponde a usted aprobar junto con los diputados y diputadas el benemeritazgo del Doctor Ortiz Guier, su tío. -La propuesta del benemeritazgo de mi tío estaba desde hacía tiempo aquí en la Asamblea, desde la legislatura anterior, eso entra en la corriente legislativa. Hay varios

-Pero, ¿se esperaba algo como lo que se encontró? -Esperaba lo que es. Un entorno político complicado, con muchos partidos. Lo que he hecho es asumir un poco la experiencia que logré a través de muchos años de mi trabajo en la Coca Cola. Era mucha negociación con compañías y distintos gobiernos, aparte de mi experiencia en el futbol, donde la negociación es de otro estilo. Yo lo que he querido es servir de puente para que hayan diálogos, que el gobierno tenga un interlocutor. Si bien es cierto no soy diputado del gobierno, ni mucho menos, porque soy un presidente de un directorio electo por la oposición, pero quiero ser agente de diálogo, el poder facilitar esos espacios que permitan avanzar en la agenda.

diputados de diferentes partidos que lo apoyan. Cuando sale su candidatura, les conté que era mi tío, pero pensé, “no voy a hacer nada más allá de lo normal porque creo en el mérito que él tiene para esto”. Había varios candidatos entre los que se determina escogerlo a él. Ese día me tocó dar las gracias. Me costó mucho porque me trajo muchos recuerdos de todos los esfuerzos que él hizo. Porque también le tocó también sufrir mucho y vivir momentos muy duros.

-Además me parece que el sacrificó lo personal por lo comunal. Yo lo entrevisté al final de su vida y me impresionó la sencillez, la austeridad con que vivía. -Exacto.

-Fue un hombre que no acumuló capital, que todo lo dio por los demás. -Por la comunidad. Nunca pensó en eso. Vivió una vida, no de pobreza, pero sí muy sencilla. Fue muy lindo y muy emocionante. Vea las vueltas que da la vida: mi tío era el director del hospital, y el presidente de la Junta de Protección de San Ramón antes de que pasara al hospital, el que lo apoyó, era don Rodrigo Valverde Vega, que es el abuelo de mi señora. Son las cosas que uno nunca busca, pero como que se unen las familias. El hospital de San Ramón lleva el nombre de un hermano de don Rodrigo, benemérito de la patria, don Carlos Luis Valverde Vega. Creo que nos va a tocar esa actividad en San Ramón, que quieren hacerla para el día de San Ramón.

Diputado por PUSC

-Pasemos a la política. ¿Cómo empieza usted en política? Ya sé que don Rafael Ortiz Céspedes, su abuelo, era gran amigo de don Teodoro Picado. Que usted se llama Rafael Ángel en honor al Doctor Calderón Guardia. Vivió en México en tiempo del exilio del Doctor Calderón Guardia. ¿Cómo empieza usted a participar en política? ¿Cómo se fragua su diputación? ¿Qué significó llegar a la Asamblea Legislativa? -En la época estudiantil estuve en eso, pero, luego, por la compañía en la que estaba, Coca Cola, no tuve una participación activa. Siempre estuve ayudando en las candidaturas especialmente de don Rafael Ángel Calderón Fournier, don Miguel Ángel Rodríguez, don Abel Pacheco… Quiero decirle que don Abel estudió con mi papá. Para mí es como un tío. -¿En México? -Sí, correcto.

-¿Cuándo pensó usted que iba a ser diputado? ¿Cómo fue el pro-

-¿Ha podido hacerlo? -Ha costado, pero hemos ido sacando, en buena medida, algunas cosas. Espero que podamos tener esa capacidad de diálogo que nos permita enfrentar problemas muy serios que el país tiene a corto plazo.

ceso de llegar aquí? ¿Cómo le ha ido? -¿Cómo ocurre esto? Bueno, es casi una situación muy casual. El partido Unidad Social Cristiana entra en crisis. Yo estaba alejado de la política, trabajando en actividades propias, disfrutando un poco de otras actividades. Me encuentro un día con el hermano menor de un compañero mío, con Pedro Muñoz, el hermano de José Antonio Muñoz. Pedro me habla y me cuenta de un proyecto que tiene. Me presenta a un muchacho que andaba con él y me dice que este muchacho es el presidente del partido, que es Gerardo Vargas. Él me dice, “mirá, ¿por qué no te involucrás con nosotros?”. Fui a un par de reuniones del partido. -¿Cuándo se da el chispazo para que usted arranque con esto? -¿Cómo me involucro? En algún momento, surge la posibilidad de que pueda ser candidato por Alajuela. Se había cambiado los estatutos. La elección iba a ser muy democrática. Ahí me entusiasmé de poder participar en la renovación del partido. Fue una campaña muy dura, porque en Alajuela, en esta elección interna del partido, estuvo esta tendencia que se llama Renacer, que era la de estos jó-

venes, muchachos, y también estaba la tendencia de don Rafael Ángel (Calderón Fournier), que era más fuerte. Fue una campaña dura, pero de los quince cantones, ganamos once. Pasa la campaña. Viene la candidatura del doctor Hernández. Parecía que todo iba a ser bastante más sencillo. -¿Hubiera sido presidente el Doctor Hernández? -Yo sí creo porque el país estaba para elegir a alguien que fuera diferente. -Cuando él desaparece, aparece otra figura limpia, que es la de don Luis Guillermo Solís. -Todavía ahí, de hecho, creo que no. Lo de don Luis Guillermo comienza en enero. La salida del Doctor la aprovecha más Villalta.

-Don Luis Guillermo aprovecha más el espacio de la Unidad. Por ejemplo, sus dos vicepresidentes vienen de la Unidad. -Exactamente. La campaña fue muy dura. Logramos sacarla adelante con muy pocos recursos. -Usted asume la jefatura de fracción. -El año que comenzamos aquí,

en la Asamblea Legislativa, los compañeros me dan la responsabilidad de asumir la jefatura de la fracción.

-¿Por qué apoyaron a la bancada oficialista? -Decidimos apoyar al gobierno de don Luis Guillermo porque había ganado con una muy buena diferencia.

-¿Qué pasó después? -Al terminar este año, veníamos preocupados por la necesidad de definición, de un balance que no veíamos en algunos aspectos que no se estaban dando en la relación Poder Legislativo-Poder Ejecutivo. Se dan estas conversaciones y las cosas se resolvieron en los últimos días de abril.

Presidente de la Asamblea Legislativa

-¿Cuándo es que se amarra su elección para presidente de la Asamblea Legislativa? -El tema de la candidatura queda decidido el 30 de abril a las ocho de la noche en un hotel cerca del Parque Morazán.

-¿Cuál era el objetivo de tomar

la presidencia de la Asamblea Legislativa entre varios partidos? -Esto lo hemos hecho con una intención claramente de avanzar, no de entorpecer o que la agenda del país no avance, sino todo lo contrario, lo que queremos es apoyar agilizando la Asamblea Legislativa. -¿Cómo le ha ido en la lucha por encontrar esa agilización de la Asamblea Legislativa? -Hemos creído más bien, que hoy hay un clima de mayor dialogo que en los últimos meses de la legislatura anterior. Había una rivalidad muy grande entre las mismas fracciones.

-Vengo de entrevistar a don Rolando González Ulloa, que había sido especialmente crítico en la entrevista anterior. Ahora lo encontré muy optimista con el ambiente que hay en la Asamblea Legislativa. ¿Qué se esperaba usted en la presidencia de la Asamblea Legislativa? ¿Qué se encontró aquí? -Habían pasado unos meses muy difíciles. Había un enfrentamiento con Casa Presidencial y el Ministerio de la Presidencia, que cambia casualmente en mayo, entre las fracciones, incluso la nuestra, con el directorio.

-¿Qué esperaba usted cuando se encontró con Muñoz y con Gerardo Vargas, cuando le hablaron del Partido y usted empezó a pensar que podía ser diputado? ¿Qué pensaba en ese momento? ¿Qué se encontró en la Asamblea? ¿Cómo es la Asamblea por dentro para una persona que tiene una experiencia en una transnacional tan ejecutiva como Coca Cola, que presidió un equipo de futbol que fue tan exitoso durante su gestión? -Yo empecé a darme cuenta incluso antes de entrar a la Asamblea de que era un tanto distinto, en cuanto a que el proceso de toma de decisiones es muy lento. Es de escuchar mucho. A las primeras reuniones que fui, le dije a Pedro, “creo que tal vez no voy a seguir, a ratos siento que hablamos y hablamos y no avanzamos” Me dice, “no, es que así es, vas a ver que después se va tomando el ritmo”. Aprendí que es un tema de mucha paciencia, de mucha escucha. -¿Qué se encontró usted en la Asamblea Legislativa? -Me encontré un ambiente muy caldeado en las diferentes fracciones. Había ganado un partido holgadamente, pero sí era complicado el ambiente para que pudiera gobernar solo. Me encontré una situación donde no necesariamente las decisiones transcurren por un proceso de pensamiento ideológico. Hay situaciones que se dan, cuentas que quedan por pagar. Por otro lado, con gente que con sus diferentes perspectivas viene con una ilusión de ayudar mucho a sus comunidades, otros con planes en temas específicos, con grandes ilusiones y van labrando una amistad.

“Se dan duro”

-Dicen que es lo más parecido a estar en el colegio, que pasan los cuatro años y terminan siendo amigos. -A mí me impresionó como a veces podían “arrearse” y después, con toda la madurez, hablarse como estamos usted y yo. Me hacía mucha gracia que decían cosas muy agresivas, pero antes, se dice la frase “con el debido respeto”. Aprendí que usted puede decir lo que quiera mientras use la frase “con el respeto y el cariño que le tengo”, y ahí le va el “riendazo”. Al principio, había situaciones que me costaba entender y me frustraba un poco. Pero creo que llega ese momento en que uno lo asume si tiene esa paciencia para conocer más a la gente. -¿Cómo desenredar este berenjenal que es la Asamblea Legislativa? -Creo en el sentido de responsabilidad que tenemos ahora de ver lo que el país requiere de la Asamblea Legislativa. Si uno analiza los problemas que hay, definitivamente requiere una actitud nuestra muy diferente de cómo se ha manejado la política.

-¿Qué le preocupa de la Costa Rica de hoy? -Me preocupa que es una Costa Rica con una mayor desigualdad, una Costa Rica donde las oportunidades no se les dan a todos los costarricenses de la misma manera. Este es un país que se construyó después de los cuarenta con las dos figuras históricas fundamentales, el Doctor Calderón Guardia y Don Pepe Figueres, porque si bien es cierto se pierde la Revolución del 48, después se consolidan los valores más importantes del calderonismo. Aquí hay un pacto social, una promesa, un país de oportunidad. Es como, si se quiere, yo que viví en Estados Unidos, un sueño costarricense con la oportunidad de poder salir adelante, de tener salud, de tener educación. Los costarricenses no necesitaban ir a Estados Unidos a tener su sueño americano. Podían tenerlo aquí. Pero hoy todo eso está complicado. Está el tema de las finanzas del Estado, que están en una situación que a corto plazo pueden traer problemas serios para enfrentar esos grandes retos. Me preocupa también el cambio por el multipartidismo. Es un tono muy distinto a la coyuntura de hace veinte años, de un bipartidismo donde la toma de decisiones era más fácil. Era más fácil poner de acuerdo a dos que a muchos donde hay un coyuntura de enfrentamientos ideológicos. Pero, esta es la realidad del país ahora, y hay que tomar decisiones en cuanto a un cambio de paradigma en la forma en que tenemos que llegar precisamente a las decisiones. No podemos postergarlo todo por tanto tiempo.


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Gloria, a La Españolita. Era un gordito chiquitito. Yo crecí siendo ya viejo. Durante la niñez fui gordo. Inclusive en mi época de basquetbolista fui gordo. Fue cuando me puse a competir en triatlón que adelgacé. De hecho, hay muchos que me ven en la calle y no me reconocen. Hay una foto de cuando jugué baloncesto en Cartago y un día de estos un amigo que vive en Argentina la posteó y nadie supo que era yo. La gente empezó a escribirme que era otro ahora, que estaba mejor. Al final fue una bonita experiencia.

La Virgen Poderosa

OMAR JIMÉNEZ

Omar Jiménez trabaja desde que tenía ocho años de edad.

Pasó de niño vendedor a gerente exitoso

t Don Omar Jiménez es el gerente de comercios afiliados de Credomatic CAMILO RODRÍGUEZ CHAVERRI

El Guapileño

Historia de mi papá

Papi tuvo una infancia muy controvertida, muy complicada. Tiene quince años de muerto. Vengo de una familia muy trabajadora, donde nos enseñaron que la forma de ser exitoso era entendiendo y aprendiendo de los demás, respetando a los demás. Toda la vida, he estado muy ligado al deporte. Mi papá toda la vida estuvo dedicado al comercio. Fue chofer de bus. Él empezó muy pequeño en la calle. Su mamá no lo podía cuidar y él

se crió en una casa de cuido. Mi papá se llamaba Oldemar Jiménez, pero era conocido como “Omar Jiménez” De ahí que me bautizaron Omar. Papá tuvo una infancia muy complicada. De las cosas curiosas que suceden, en el libro “Marcos Ramírez”, de Carlos Luis Fallas, se habla de un pleito de chiquillos a quienes les daban un diez por “agarrarse” en el Mercado Central. Papá fue protagonista de esa pelea en la vida real. Tenían que llevar una peseta a la casa donde los cuidaban. En aquel tiempo, era la casa de una señora que cuidaba chiquitos. A eso le dedicaba. Él creció ahí con un montón de personas que llamaba “hermanos”. Tuve la suerte de conocerlos. Fue gente que tuvo en la vida todo tipo de desempeños; algunos, comerciantes; otros, policías. Lo bueno de eso fue que él a los dieciséis años decidió buscar a su mamá. Ella tenía en ese momento tres o cuatro hijas y él decide asumir la responsabilidad de hombre de la casa. Empieza en una etapa de un trabajo más serio que lo llevó inclusive a Limón, a trabajar en los bananales.

Ahí le dio paludismo. Era una persona muy fuerte. Fue peleador. Entonces, se hizo chofer de bus. Papá fue alcohólico. Me tocaba cuidarlo. Hay muchas anécdotas, me contaba muchas cosas. Siempre crecí con el montón de cuentos de papá, de las aventuras de su vida. Hice mi casa en Moravia y un día me toca la puerta el vecino. Me dice, “mirá Omar, ¿quién fue ese carajo que vino ayer en moto?” Le dije, “mi papá”. Me dice, “puta, ¡qué tirada! Yo lo conozco. ¿Verdad que jugaba futbol? Yo iba a verlo jugar, aunque te voy a confesar que era más por verlo pelear que por verlo jugar. Yo estuve la vez que botó la cárcel de Curridabat a patadas, donde estaba encerrado, y se fue a dormir a la casa”. Esa fue una historia que papá me la contó cien mil veces. Era una historia muy fantasiosa. Botó la cárcel y se fue para la casa y todo mundo sabía dónde vivía. A las seis de la mañana del día siguiente llegó y cogió el bus y se fue a hacer su carrera. Todo fue porque llegó a la casa y no estaban sus hermanas porque andaban en un baile y se fue a hacer pleito

porque no era posible que sus hermanas anduvieran en el baile. Era una actitud muy machista. Él crio a sus hermanas como si fueran sus hijas. Papá era una persona que con licor se convertía en otra persona. Le tocó vivir una vida muy dura.

Historia de mi mamá

Mami era una santa. A mí me criaron a pura costura. Mi mamá se llamaba María Eugenia Rodríguez. Era costurera, una mujer muy sacrificada. Le tocó una vida muy dura con papá. Mami quería que sus hijos “estrenaran” y se vieran bonitos. Ella le cosía a todo mundo en el barrio. La mía fue una infancia muy encerrado en casa. Fue muy lindo porque mami nos ponía tareas obligatorias. Somos cuatro hermanos. Yo soy el mayor. Mami me ponía de tarea cuidar a papá y limpiar la casa. Llegaban las señoras a medirse vestidos y la casa tenía que estar limpia. A los seis años, yo venía a San José a comprar botones, hilos... Y era “Omarcito”. Hay gente que todavía me dice así. Yo iba a La

Hice la escuela en la Virgen Poderosa. Era la escuela del Hospicio de Huérfanos. La mayoría de mis compañeros eran huérfanos y habíamos unos que veníamos de afuera. Ellos ofrecían el servicio que si nosotros teníamos un problema en la casa, nos podíamos quedar a dormir en el Hospicio. Nunca tuve que quedarme. Ahí crecí y tengo compañeros de escuela que han tenido una vida muy difícil en la calle. Hay otros que se han esforzado mucho. Fue una experiencia muy importante para mí. De ahí pasé al Liceo José Joaquín Vargas Calvo, en San Pedro. Ahí estuve los cinco años. Mami tiene siete hermanos y se da una cosa particular. En 1960, casi toda la familia de mi mamá se va para Estados Unidos, a New Jersey. Allá forman una empresa que ha tenido mucho éxito. El sueño de mi abuela era que mami se fuera con todos nosotros. Ella, en una muestra de amor hacia mi papá, se quedó. Papá era muy complicado y ella no veía cómo llevarse a mi papá para Estados Unidos. Ellos decían que se fueran todos, pero mi papá no. Él era muy difícil de manejar. Mami dijo que no, que sus hijos no iban a crecer sin papá… (Se le quiebra la voz y llora) Mi abuela venía cada año y la idea de ella era llevarme. Cuando iba para quinto año, mis tíos deciden llevarme para allá en vacaciones. Un tío jugaba basketball y él me enseñó a jugar. Llegué al quinto año, aquí en Costa Rica, y tenía los fundamentos en basketball que ningún otro compañero tenía. Tenía cuatro años de estar en el colegio y ni siquiera había tocado una bola, pero en quinto año llegué a enseñar a otros. No había forma de poder mostrarme. Un día me fui para la cancha de Bellas Artes de la Universidad de Costa Rica y estaban los muchachos de primera división entrenando. Les faltaba uno y me invitaron a jugar. Les impresionó los elementos que yo traía. El entrenador era Mario Portugués y le hablaron de los fundamentos que tenía. Me invitaron a que fuera a entrenar con ellos. Era una mezcla interesante de tres colegios, el Colegio San Luis Gonzaga, el Colegio Calasanz y los cinco mejores del Vargas Calvo. Era algo vacilón porque yo era compañero de ellos en el colegio y no sabían que yo jugaba. Es que había aprendido en Estados Unidos. Un año después, fui campeón con el Seminario. Jugué con ellos como seis u ocho años. El Seminario tenía varias estrellas y lo que necesitaban era alguien que les ayudara. Un año pasé en banca todos los partidos y en el último partido hubo lesionados. Me tocó jugar


la final y fue una noche buena. Me tocó combinar obligatoriamente el deporte, el trabajo y la universidad.

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8 años de edad, primer trabajo

A los ocho años de edad, tuve mi primer trabajo, que fue jalar bolsas en un supermercado en Cuesta de Moras. Me ganaba lo que daba la gente por jalar la bolsa, pero me echaron porque me costaba mucho jalar las bolsas, por gordo. Vea lo que es la vida, de los errores se aprende para las oportunidades. Como me echan, yo me voy caminando hacia la Avenida Central, de tienda en tienda, pidiendo trabajo de vendedor porque yo no podía llegar a la casa a decirle a mami que no tenía trabajo. Yo iba a la escuela de la Virgen Poderosa en las mañanas y trabajaba en las tardes y sábados y domingos. Me da por entrar a una tienda y empiezo a trabajar vendiendo ropa y me volví muy exitoso, tanto así que para Navidad tenía buena platilla. Ya yo estaba en la universidad y llegó un compañero de equipo con una lesión porque se resbaló en una pieza de metal y le digo, “¿a quién dejaste en el puesto?” Me dice, “¿por qué? ¿te interesa? Y el lunes ya estaba trabajando en la empresa Traversa. Hacían muebles de aluminio para cocinas y ascensores. Entré a la UCR. Hay una historia muy linda. Le dije al dueño de la empresa, “mire, yo necesito que mañana me dé chance de salir a las cuatro y media. Debo estar en la universidad a las cinco porque tengo examen y yo quiero llegar temprano” Me dice, “no, ¿cómo me va a decir que usted está en la UCR? Dígame otra cosa. Usted me está mintiendo. Usted lo que quiere es irse temprano.” Le digo, “no, vea mi último trabajo del día es sacar la basura”, (el camión la recogía en la madrugada), “yo tengo que irme a hacer examen, pero al día siguiente en la mañana vengo y le saco los estañones.” Me dice, “si usted quiere irse, haga lo que le dé la gana, ninguno de los que está aquí estudia, así que usted verá qué hace”. Voy y hago el examen, al día siguiente vengo media hora más temprano. Me encuentro al señor sacando los estañones de la basura. Le digo, “pero ya vine, yo le dije a usted que yo venía temprano.” Me dice, “no, tengo que hacerlo yo porque al que le tocaba hacer esto ya no trabaja con nosotros, coja sus cosas y se va”. Me pagaban 375 (trescientos setenta y cinco) pesos y me pagó solo ciento cincuenta. Me fui para la casa caminando. Me dice mi mamá, “a usted ese trabajo no le convenía”. Me dio cincuenta pesos. Me dijo, “vaya cómprese ropa y va a tocar puertas, a buscar trabajo”. Me fui para San José, a las tiendas, por toda la Avenida Central, a ver quién me daba trabajo, y en la noche fui a la UCR. Mi mamá me dijo que ella tenía relación con don Fernando, de Jiménez y Tanzi, y él le dijo que me mandara a ver que podía hacer conmigo. Me ponen a sacar copias de planos. Quedé súper agradecido. Después ya atendíamos al público y sacábamos copias. Mi mamá estaba inquieta porque la ilusión de ella era que yo trabajara en un banco. Mami le cosía a varia gente y entre tanta gente, una de las muchachas tenía un novio

que trabajaba en el Banco de Costa Rica. Me consiguió una solicitud y me llaman del banco. Me mandan para que me conozca y me entreviste don Max Rodríguez, que era el jefe de una unidad que se llamaba “Cobranzas”. Me dice, “¿cómo se llama usted?” Le digo, “Omar Jiménez Rodríguez” . Me dice, “¿Rodríguez de dónde?” Le cuento toda la historia de la familia y de mi abuelo y mi bisabuelo, que los dos se llamaban Claudio Rodríguez, y resulta que el señor conoció a mi abuelo y a mi bisabuelo. Entonces, por supuesto que me escogió a mí. Yo entré de oficinista y cuando salía a tomar café, don Max dejaba lo que estaba haciendo para ir a tomar café conmigo y contarme historias de mi abuelo y mi bisabuelo.

Banco de Costa Rica

Decidí estudiar ingeniería a la UCR. Para seguir, había que estudiar de día. Ahí seguí como oficinista en una agencia vespertina para estudiar en las mañanas. A medio año, me doy cuenta de que no se podía estudiar en la mañana. La Universidad de Costa Rica no era para gente que tenía que trabajar. Nace la UACA y el Banco de Costa Rica me da una beca para terminar mis estudios. Estudié Administración de Empresas. La UACA permitía dos cosas en ese tiempo, al final de la carrera. Podía optar por un diplomado al final de la

carrera o hacer exámenes de grado, pero nadie que trabajara se había podido graduar. Yo decidí hacer los exámenes internos. Eran durísimos. Mis compañeros que ya trabajaban lo hacían con el diplomado. Yo me decidí a hacer los exámenes de grado y soy el primer graduado que ya estaba trabajando. Cuando hago mis exámenes de grado, había cinco miembros del tribunal y los cinco me ofrecen trabajo. Yo decido irme a trabajar como asistente de uno de ellos en COOPESA. Me voy al banco y renuncio. Con el Fondo de Pensiones les pago la beca. Le pago mis estudios al banco.

Coopesa

Tengo grandísimos amigos ahí. Ahí todos jugaban futbol y yo jugaba basket. En una oportunidad el portero se lesionó y me pusieron a mí. Me voy a COOPESA y a los tres meses el presidente, que era el papá de don Leonel Castro, se va. Yo tomaba el bus a las seis de la mañana en el Parque Central. Me siento a la par de un señor que había sido conocido de la universidad y que era miembro del Consejo de Administración y me propuso que les ayudara con la empresa. Así es como me nombran gerente financiero interino. Yo no tengo ni idea de cómo se hacía eso. La empresa estaba realmente mal, pero Dios hace las cosas así. Todos ellos eran con los que me codeaba meses atrás. Así es como

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hacen un consejo directivo. A mí me dejaron la parte financiera. La verdad es que no tenía nada que perder. En eso, pasan tres o cuatro meses. El gerente de CEMESA, que era algo así como una subsidiaria que le ofrecía servicios a COOPESA, tiene que irse de emergencia a Chile, a resolver un tema familiar y me ponen a mí. Él me dijo, “hágalo así, hágalo asá”. Me dijo, “hay un señor que va a venir por un crédito. Usted es el que sabe si le da o no el crédito” Resulta que el señor que llegó a pedirme que le ayudara fue el que no me dejó trabajar como bodeguero porque yo no podía estudiar en la Universidad de Costa Rica, el que me despidió por haberme ido a hacer un examen a UCR. Él me presenta su necesidad y el tiempo en que promete pagarnos. Él entró. Hablamos. Conversamos. Yo le dije, “le vamos a hacer la concesión y le vamos a prestar, estamos de acuerdo en todo, sí, sí, no hay problema”. Le dije, “bueno, entonces es importante que usted oiga esto. Yo no sé si usted se acuerda de un muchacho que usted despidió hace unos años porque iba a hacer un examen a la UCR… Pues yo soy ese muchacho. Se lo cuento para que usted vea que en la vida, un día está uno de un lado del mostrador y al otro día está del otro lado”. Me dijo, “¿me lo está echando en cara? Y le digo, “no, no, ya lo de la operación está listo. Eso es otra cosa, yo lo que quiero es que usted vea cómo la vida da vuelta”. Eso es algo que me pasó cuando yo estaba muy joven, pero por eso es que yo respeto a todo el mundo. Esa es la convicción de esa experiencia de vida. Yo creo que dentro de unos años, alguien que me ayudó o que yo ayudé, puede venir a pedirme trabajo. Mi paso por COOPESA fue muy rápido porque la empresa no estaba bien ubicada. Había entrado con la ilusión de ser gerente de mercadeo y me quedé en finanzas, que no era malo en esa área, hasta di clases, pero no era lo que me apasionaba. A mí me apasiona la estrategia. En los puestos que he estado normalmente he terminado en tareas de desarrollar nuevas ideas y nuevas cosas, nuevos proyectos. Tenía un compañero en la universidad que estaba sacando una maestría, don Emilio Ruiz Jiménez. Hacíamos una mesa. El sistema de estudio era una mesa con seis compañeros y Emilio estaba ahí. Cuando yo entro a la crisis financiera de COOPESA, tengo que dejar de ir a clases porque me intoxiqué tomando agua. Me dio una enfermedad. Emilio me va a buscar a la casa. Son las cosas que uno agradece.

Impresora Costarricense

Emilio llega a la casa. Me dice, “¿qué ha pasado? ¿Por qué no ha vuelto?”. Yo salgo demacrado y en pésimo estado. Le cuento que estoy enfermo y demás. Incluso me dice que me busque otro lugar para trabajar. Me dice que va a buscar entre la familia a ver quién me puede dar trabajo. Yo voy a hacer el reclutamiento. Había una empresa que tenía cincuenta por ciento La República y cincuenta por ciento La Prensa Libre. Se llamaba Impresora Costarricense. Se

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encargaba de imprimir el periódico. La Prensa Libre se imprimía en las mañanas y luego se imprimía La República. Tenían como dos años de no tener gerente porque no se ponían de acuerdo. El que proponía La República no le gustaba a La Prensa Libre y viceversa. Voy a la entrevista con don Enrique Odio, que en paz descanse, que era el presidente de La República. La entrevista se vuelve muy larga y le digo, la verdad es que necesito cambiar de trabajo. Emilio y yo nos fuimos a buscar al otro socio. Le dice, “mirá, este carajo es el gerente que ustedes necesitan, si querés pasar mi curso, tenés que contratarlo”. Yo estaba asustado porque no sabía qué estaba pasando. El socio dice, “¿cuál trabajo? ¿De qué me estás hablando?”. Y le dice, “el de gerente”. El otro le dice, “ah, pues sí, qué bueno, venite mañana a la oficina y conversamos”. Al día siguiente, llego con don Enrique. Entra y le dice al otro señor, “ya tengo el candidato y no acepto un no”. El otro señor le dice, “no, no, ya tengo el candidato perfecto”. Don Enrique le dice, “¿Quién es?”. El señor le dice, “diay pues Omar Jiménez” Don Enrique suelta la risa y le dice, “ah, pues si es el mismo”. Eso fue en el año 85 u 86.

ALCATEL

Después entré a trabajar a Alcatel. Posteriormente, me invitaron a trabajar en Francia y tuve la suerte de compartir con señores que ya habían vivido la experiencia. Les pregunté qué pensaban. El gerente de Chile me dijo, “vea Omar, cuando viví en Chile era gerente de Standard Electric. Era alguien en Chile. Cuando me fui a New York, tuve que cambiar mi estilo de vida y vivía a dos horas en tren de Nueva York”. Estando en Francia, tenía que vivir a dos horas en tren de Paris. Me iban a dar cinco países y tenía que estar montado en un avión. En este tipo de trabajo, uno viaja por todo lado, pero la esposa es la que tiene que ver dónde encuentra un médico, una farmacia, un supermercado y demás. En ese tiempo, mis suegros y mis papás nos ayudaban a cuidar a los chiquillos y mi esposa viajaba a todo lado conmigo. En cambio, en Francia iba a tener que pagar para que cuidaran a los chiquillos o iba tener que dejar a mi esposa metida en la casa. Esa no era la idea que nosotros teníamos. Decidimos que no estábamos listos para eso y no acepté la responsabilidad. Venía yo de vuelta en el avión y venía un compañero de la universidad. Él era gerente de CEFA Comercial y me dice, “yo creo que vos podrías ayudarnos en un proyecto que tiene don André Garnier para desarrollar CEFA Electrónica. Quedamos de hablar y nada. A los meses, me los topo en el Banco Nacional y le dice a don André, ´este es Omar, el muchacho del que te hablé´”. Me dice don André, “diay, si tiene tiempo nos vemos ahora más tarde”. Yo soy, hasta ese momento, el único gerente de ALCATEL que ha renunciado. Los franceses no lo podían entender, porque era el puesto soñado de todos. Estuve en CEFA Electrónica tres años hasta que don Fernando Leñero me lleva a trabajar a La Nación.


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El niño vendedor que llegó a gerente exitoso de La Nación

Digamos “no” al contrabando

CAMILO RODRÍGUEZ CHAVERRI

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Yo estaba trabajando en CEFA hasta que don Fernando Leñero me lleva a La Nación. Él es una persona muy visionaria, es un líder, una persona que lo hace a uno pensar en los alcances de las decisiones. Tiene muy buena visión a largo plazo, sobre las decisiones que se toman hoy. Yo llego a La Nación en el año 94 como gerente de ventas y él tiene un gran equipo de trabajo. Después, empezamos a abrir empresas y empieza a formarse lo que es hoy el Grupo Nación. Después de la salida de Fernando, me nombran gerente general, además fui vicepresidente, director, gerente comercial. Siempre he dicho que me cambiaron la tarjeta muchas veces, pero al final era lo mismo: mi función era generar ingresos. Entre ese gran equipo de trabajo estaba don Eduardo Ulibarri y lo que él hacía era de seguro que se publicaba. Una vez estoy viendo un partido de la final de basketbol y cuando termina el partido, sale un jugador con un periódico que decía, “Chicago Campeón” Yo dije, “¡qué cargas!” Le dije a don Eduardo que nosotros podíamos hacer algo así, y si no ganaba el que nosotros pensábamos, pues ¡qué torta! Había una final entre Alajuela y Saprisa. Saprisa quedaba campeón si ganaba Puntarenas. Nos la jugamos e hicimos los periódicos. Era un especial y me dice Eduardo, “pero es que yo quiero que salga una foto de la noche”. La torta era si poníamos una foto con otro uniforme, que no usaran ese día, o de un jugador que ni siquiera jugó. Todo eso era pensado cuidando la credibilidad. ¿Qué hacíamos con los periódicos impresos? Y que si no ganaba el que nosotros decíamos, el periódico se podía filtrar y, ¿qué hacíamos? Pero él creía mucho en nosotros y nos la jugamos. Se fue Rafa Coghi, que estaba ayudando en la parte de circulación, y se sienta en la caja encima de periódicos y Puntarenas le gana a la Liga. Viera que don Eduardo más preocupado. Preguntaba que si no habíamos entregado ningún periódico, que si nos los habíamos traído todos de vuelta. El éxito de esa idea fue cuando clasificamos al mundial en el 2002. Cuando van a pitar, le doy a Miguel Ángel Rodríguez, presidente en ese momento, el periódico donde decía “clasificados”. Ese señor no podía creer que hubiéramos hecho eso, pero era porque andábamos viendo en el mundo qué podíamos traer. Dios me premió ahora en Credomatic, donde tengo catorce años. Pero estuve once años en La Nación. La verdad es que La Nación me dio un crecimiento muy importante. La Nación le da a uno mucha exposición y había gente que creía que yo estaba ligado al éxito del momento. La Nación, junto con un periódico de Puerto Rico, eran los únicos dos periódicos en el mundo que tenían una inversión depositaria más alta que los demás medios de comunicación. La Nación recibía

Camilo Rodríguez Chaverri.

más inversión depositaria que la televisión y eso era un fenómeno. Tenía un veintiséis por ciento (26 %) y se nos ocurre un estudio que se llamaba “Hábitos de Consumo de los Costarricenses” Sacamos un segundo libro que era “Alcance de los Medios de Comunicación a los Costarricenses” Logramos demostrar cómo La Nación influía en la toma de decisiones de compra y eso nos permitió pasar de un veintiséis por ciento a un poco más de cincuenta por ciento. Nos “robamos” el mercado porque no nos podían debatir ese estudio. Le mandábamos el estudio a las trasnacionales y les decíamos, “usted sabe que en sus productos que en Estados Unidos la televisión decide, pero en Costa Rica es La Nación la que decide” Si me daban solo un cinco por ciento para el presupuesto, la cosa cambia tanto así que en el año 2004 me nombran gerente del año a raíz de que ante la comunidad comercial la cara de La Nación era yo.

Credomatic

El gerente general de Credomatic había sido compañero mío de la universidad. Un día, conversando, le dije que si tenía algunas ofertas. Me dice, “¿por qué, te querés ir?”. Tenía mucha exposición. Lo que me pasaba era que había alguien que hacía una cosita y se ganaban diez mil dólares, lo hacíamos nosotros y era un éxito. Esa inquietud de mercado que me señalaba a mí, me exponía. Yo tenía ofertas, pero la verdad volvía a lo mismo. Hablando con Dennis Salas, mi amigo de Credomatic, le conté que me quería ir y que me había hecho una oferta el periódico Universal de México, pero me eché

para atrás porque tenía un hijo en la universidad y otro en el colegio. Dennis, como amigo, sabía de esa situación y me llama un día y me dice, “¿siempre querés irte de La Nación’” Le digo, “como querer irme no, pero si sale algo desde luego que lo pienso”. Me dice, “pero, entonces, ¿por qué no te has ido?” Le digo, “diay, Dennis, porque yo de querer irme me voy, pero mañana, ¿dónde sigo trabajando?, a mí tiene alguien que venir a sacarme, alguien tiene que decirme, ´ya, venite´” Me dice, “bueno yo te llamo para eso” Me invita a irme a Credomatic a una unidad de negocio que está orientada al área financiera operativa y querían convertirla en un área comercial de apoyo a su estrategia integral. Estos años en Credomatic yo diría que significan una mejora continua. Yo llegué a Credomatic creyéndome que sabía mucho y creyéndome exitoso y no. Llegué a una empresa donde no sabía nada del negocio y de cómo se hacían las cosas. He sido siempre una persona de mucha intuición. Entonces, los proyectos que me salieron buenos en La Nación fueron por intuición. Yo me encuentro en una empresa donde el papel habla, donde la credibilidad está de por medio, una empresa líder y extremadamente exitosa porque siempre ha reducido el error al mínimo. Adopto esa forma de trabajar. Tengo la suerte de que don Dennis decide retirarse y nombran a José Ignacio Cordero . Ya habíamos tenido contacto por los conciertos. El primero que hicimos juntos fue “El Gusto es Nuestro”. Trajimos a Serrat, Sabina, Víctor Manuel y Ana Belén. Nosotros vendimos esas entradas en cuatro horas. Eso le generó un premio a La Nación por ser el medio que

mejor conoce a su audiencia. Mi compañero en Credomatic era él porque ya teníamos claro para donde iba la yunta. Él manejaba la parte de tarjetas y yo entré a manejar la parte de comercios afiliados. Así estuvimos casi dos años hasta que lo nombran a él gerente general y de nuevo tengo la oportunidad de trabajar con un amigo al que le tengo confianza y con quien tengo claridad de comunicación. Estábamos muy bien alineados en qué era lo que esperaban de mí. José me da el Festival de la Música. José Ignacio es una persona que ha tenido muy claro cómo es el cliente de Credomatic, cómo es el costarricense. Eso es lo que ha hecho que pueda mantener esa ventaja competitiva y esa diferenciación y liderazgo.

Festival de la Música Credomatic

El Festival de la Música Credomatic es algo que don José toma hace quince años y se da cuenta de que es una iniciativa poderosa, fuerte, necesaria para el desarrollo del país. Se tiene muy claro que el éxito de una empresa se tiene que dar dentro de un país que es exitoso, donde la gente es ordenada, por lo que sí se le puede prestar plata. El desarrollo cultural va ligado. Don José convence a la empresa de que le den el Festival de Música y lo apadrine. El festival tiene mucha gente detrás, como los comercios afiliados, los hoteles, compañías de transporte, las sedes. Es algo muy interesante para el público y para la empresa… (esta historia continuará)

Costa Rica ama la paz. Amamos no tener ejército. Amamos andar tranquilos por la calle. Amamos no tener que andar con guardaespaldas ni con carros blindados. Amamos ir a centros comerciales, a conciertos y a partidos de fútbol sin miedo. Así como he recorrido todo Costa Rica tomando fotos de iglesias y de escuelas, he recorrido todo Nicaragua, Honduras, Guatemala y El Salvador con el mismo fin. Pero en El Salvador, Honduras y Guatemala he sentido miedo por las maras. ¿Usted sabía qué Honduras, Guatemala y El Salvador son los países sin guerra más violentos y peligrosos del mundo? Esto se debe a las maras, se debe a la mafia institucionalizada, a la industria del crimen. Esos países se fueron perdiendo poco a poco. Las primeras raíces de las maras están en el contrabando. Aquí damos los primeros pasos con el contrabando. Quienes apoyan el contrabando realmente le están abriendo la puerta a las maras. Aquí hay un serio problema de contrabando, de licor, de combustible, de frijoles, de cigarrillos, de electrodomésticos… Hay mucha gente que se siente feliz evadiendo los impuestos a través del contrabando. Lo que no saben es que están dándole pie a algo mucho más grave. Quienes contrabandean también están en otras actividades ilícitas. Apoyar el contrabando es poner en peligro la estabilidad social y la paz en Costa Rica. No queremos maras en Costa Rica. No queremos una guerra en nuestras calles. Ya vemos como se matan nuestros jóvenes de las bandas de venta de droga en nuestros barrios, en Desamparados, en Limón, en Guápiles. Queremos paz. Queremos democracia. Queremos un país “pura vida”. Combatir el contrabando implica no permitir que los contrabandistas no tengan el país a sus anchas, con las puertas abiertas de par en par, como ocurre ahora. Pero parece que no hay voluntad política para detener el contrabando de licor, de cigarrillos, de combustible, de frijoles, de electrodomésticos, de huevos. Cuando usted compra una cerveza ilícita o un litro de whisky contrabandeado, le está tendiendo la mano a las maras, le está abriendo la puerta de su casa a los terroristas. Decirle no al contrabando es decir no a la mafia organizada. Es decirle no al lavado de dinero. Es decirle no al narcotráfico, es decirle no a las maras. Digámosle no al contrabando.


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Misionero de La Rita Nosotros no tenemos empleados en el hogar. Nosotros mismos lavamos la ropa. Todo es a través de la Divina Providencia. Yo creo mucho en la Divina Providencia y en la Misericordia de Dios.

CAMILO RODRÍGUEZ CHAVERRI

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-Hace diecisiete años inició un hogar para adultos mayores en la Rita de Pococí, mi cantón. Me impresionó muchísimo el inicio. Inició en una porqueriza abandonada. Desde Radio Columbia hicimos una campaña porque en algún momento el hogar iba a ser cerrado. Inició con personas que incluso vivían debajo de un puente en Guápiles y que tuvieron un final digno y feliz gracias a Alexis Barquero Benavides y a la Divina Providencia, diría él. -A la Divina Providencia.

-Alexis, ¿dónde nació? ¿Dónde creció? -Nací en La Rita de Pococí en 1972, donde está ubicada la Bananera La Sonia. Mi mamá trabajaba en la finca La Sonia y también lavando ajeno. Ahí pasé toda mi infancia y adolescencia. -¿Dónde hizo la escuela? -En La Rita desde primero hasta sexto año. No pude ir al colegio en ese momento porque no teníamos recursos. -Usted quería ser sacerdote y en un momento dado sintió el llamado de trabajar por los más pobres, pero no desde el sacerdocio. -Siempre mi inspiración fue un San Francisco de Asís, un San Vicente de Paul, una Teresa de Calcuta, porque son personas que se entregaron a Dios sin ser sacerdotes. San Vicente sí fue sacerdote. Siempre me llamaba la atención cuando era pequeño y pasábamos necesidades. Iba al Centro de Nutrición. La compañera Hilda Zamora era la que cocinaba. Yo le decía, “Hilda, cuando yo sea grande y millonario, me gustaría tener un hogar para recoger gente de la calle.” Ella me decía, “cuando yo sea regidora le voy a ayudar”. No soy millonario económicamente. Espiritualmente sí. Hilda llegó a ser regidora. Sigue siendo regidora. -Yo me acuerdo que usted empezó con una bolsa de arroz y un colchón. Cuénteme esa historia. -En ese momento, era una bolsa de arroz, una cebolla y un atún, que compramos con mil quinientos colones que teníamos en la bolsa, pero siempre creyéndole a Dios.

-Usted empezó con una señora que vivía debajo del puente por donde pasa el Río Guápiles. -Así es. Doña Francisca Barrantes Granados. Hace un año falleció, a los ochenta y seis años. Ella era conocida como la abuela aquí, en Pococí. Vivía debajo del puente. Le cocinaba a los borrachitos. La atropelló un vehículo, un taxi, frente a la bomba. No tenía dónde ubicarse porque no tenía casa. Cuando vine a trabajo social, para hablar del proyecto,

Damaris Calderón me preguntaba que cuáles eran los requisitos para que ingresara a ese hogar. Le dije, “pues que no tenga a nadie y no tenga nada”. Me dice, “es que tengo una abuelita que vivía bajo el puente” Le dije, “diay, mándela”. Era la primera experiencia y así fue como llegó Francisca. -¿Cuándo empezaron ustedes en las instalaciones de una antigua porqueriza? -Llegamos a La Rita en el 99 porque anteriormente era otro proyecto el que habíamos iniciado. Llegamos y alquilamos la casa. A la hora de entregar la casa, hablé con Hilda que si no tenía un galerón o un salón grande que nos prestara para ubicarnos. Ella habló con un señor que era salvadoreño. Ya falleció. Don Alfredo Zamora. Él nos prestó unas instalaciones que era una antigua chanchera. Todo era madera de jabillo. Lo que había era zacate por todo lado. -Yo recuerdo que usted separaba las habitaciones con cortinas. No había paredes. -Eran sábanas matrimoniales que nos regalaron los primeros colaboradores. Eran unos gringos que ya fallecieron. Las pegábamos con chinches porque no tenía divisiones. Se habilitó un servicio sanitario. Con ayuda de cañas de bambú, se puso electricidad. Traíamos agua de un pozo. Tenemos unas fotografías donde se ve de un reportaje que usted había hecho. -En el periódico Al Día, que ya no existe, y en El Guapileño que gracias a Dios sigue existiendo. En muchos medios le hemos ayudado. En Radio Columbia y Canal 13. -Sí, claro. -¿Cuántas personas han pasado por el Hogar?

-Por el Hogar han pasado más de doscientos usuarios. Algunos ya han fallecido. Otros fueron reubicados con familiares. De todos esos a hoy, el que más permanece es el que tiene más edad. Se llama Johnny. Tiene quince años de estar con nosotros. El papá y la mamá fallecieron con nosotros. Ellos eran de El Humo. Llegó primero el señor. Rodrigo Fernández Fernández. Le decían “Capitán” A la hora de llegar Rodrigo al hospital que tenía fractura de cadera descubrimos que la esposa estaba en casa con Alzheimer progresivo y tenía un hijo con retardo mental producto de una meningitis que le dio. Fue la primera familia que tuvimos. Ellos fallecieron y Johnny se quedó con nosotros. Tenemos a Yamileth, que es conocida como “La Barrendera” en San José. Ella tiene diez años de estar con nosotros. Es completamente independiente. A la Fundación Ángel de Amor siempre se le dice hogar de ancianos, pero no somos un hogar. Somos un hogar de personas habitantes de la calle, todos con discapacidad física y en su mayoría mental. La mayoría proviene de las calles y del hospital Chacón Paul. De hecho tenemos una usuaria que vivió en el Hospital Chacón Paul treinta y seis años. Se llama Miriam. Igualmente Maritza, que hace nueve años la recogieron del parque de Guápiles. Está en silla de ruedas. Hasta la fecha está con nosotros. Ahorita tenemos once usuarios permanentes. -¿Cómo se mantiene la Fundación Ángel de Amor? -La Fundación Ángel de Amor se mantiene gracias a la Divina Providencia. Ahí es orar, confiar y creerle en Dios. Muchos preguntan, “¿cómo viven?” “De la Divina Providencia”. Para algunos quizás cueste mucho creerlo. Para mí es algo que hemos vivido. Ver un milagro todos los días. Ver que llegan los alimentos. No tenemos recursos para la comida.

-Usted ahora es religioso. Usted ha tenido una vocación religiosa desde siempre, pero ahora tienen una denominación. -Mi experiencia fue antes de la Fundación. Hice un proceso de aspirantado y parte del postulantado con los Amigonianos, Terciarios Capuchinos Amigonianos, en San Jerónimo de Moravia. Siempre había una inquietud vocacional. De hecho, no es por salario o por dinero que uno está ahí. Es por vocación. Se necesita vocación y carisma para poder atender. Hace tres años, tuvimos comunicación con las hermanas Hijas de San Luisa Marillac. Son dos hermanas que salieron de las Hijas de la Caridad de San Vicente Paul. Están en San Sebastián de Yalí, en Jinotega, Nicaragua. Ellas fundaron la rama Hijas de Santa Luisa de Marillac. Estaban con la inquietud de fundar la rama masculina. Ahí es donde nosotros nos reunimos. Iniciamos un proceso. El sábado pasado pudimos realizar los primeros votos de nosotros como Hijos de Santa Luisa de Marillac en el Espíritu Santo. Pertenecemos a la Diócesis de Jinotega, en Nicaragua. Nos reunimos con Monseñor, acá para pedirle porque la idea no es irnos. Usted sabe lo que ha costado la Fundación Ángel de Amor. Nosotros estamos pidiendo a la Diócesis de Limón que nos acepte seguir con el proyecto civil que tenemos, pero desde la perspectiva espiritual. Nosotros queremos seguir uniendo caridad y misericordia.

-¿Quiénes harían votos religiosos? ¿Usted y quiénes más? -En ese momento somos tres que iniciamos. El compañero Jorge Pérez Carranza y el compañero Hugo Coto Cerdas que está ahorita en Cartago. Ellos cuidan, debido al apostolado de nosotros. Por ejemplo, Jorge ha estado trabajando durante diez años como asistente de pacientes en el CIMA. El compañero Hugo cuida un señor que está en cama desde hace cinco años. La idea de ellos era hacer los votos. Contar con el apoyo del Obispo y de la Diócesis de Limón y poder venirse y ubicarse permanentemente. Jorge está renunciando a su trabajo de diez años por vocación para venir a servir a la gente más pobre. -¿Cuáles son las necesidades de la Fundación Ángel de Amor? -Las necesidades más urgentes de la Fundación Ángel de Amor es buscar corazones generosos que nos tiendan una mano y nos ayuden con alimentos, con recursos económicos para el pago de servicios públicos porque no tenemos recursos fijos. La Municipalidad de Pococí siempre nos ha brindado apoyo con materiales. El

alcalde nos apoyado montones. Los señores regidores. Hemos tenido una apertura. De hecho hay una representante municipal, nombrada por el Consejo. Así es como llegan los recursos al hogar en lo que son materiales. Estamos necesitando gente, amigos solidarios, nosotros decimos Ángeles Solidarios que nos lleguen conozcan. Nadie puede dar si no conoce, el proyecto de la Fundación. Nos puedan ayudar con lo que tengan gusto. Siempre hemos reconocido su labor como periodista, que no se ha quedado detrás de las cámaras, sino que realmente ha conocido las necesidades de muchas personas. -A mí me impresiona el hecho de que hayan iniciado como iniciaron. Yo los conocí. Era una porqueriza, lavada, pero era una chanchera abandonada. -Era una chanchera. Realmente reconocer, porque devolverse uno todo el casete de la vida, eso es lo que lo impulsa a seguir y a salir adelante. Jesús nació en un pesebre y nosotros pudimos darle amor a ese Cristo que sufre y está abandonado en la calle o aislado en un hospital psiquiátrico por su condición, en una chanchera que hoy por hoy ha sido totalmente diferente. Igualmente el proyecto de la Fundación no se quedó en cuatro paredes, sino que nos proyectamos a familias que tienen necesidades.

-Aquí hay muchas asociaciones solidaristas en la zona de Guápiles y el cantón de Pococí. Las hay en La Rita, de las fincas bananeras, piñeras, plamiteras, cantidad de empresas. ¿Cómo les pueden ayudar específicamente? -Nosotros les invitamos a que lleguen. Pueden conocer la fundación. Estamos en Facebook como Fundación Ángel de Amor y como Hijos de Santa Luisa de Marillac en el Espíritu Santo. Tenemos cuenta en el Banco Nacional de Costa Rica. Pueden hacer el contacto a través de don Emilio en la Alcaldía o sé que también a través suyo. -¿Cuál es la dirección? -Estamos ubicados en la Rita de Pococí. Doscientos metros oeste y trescientos noreste del Liceo.

-Del Colegio doscientos oeste y trescientos noreste. -Todo mundo le dice Hogar de Ancianos, pero no es hogar de ancianos. Hay una señalización que dice Finca San Rafael, por ahí se mete y llega hasta donde estamos nosotros.

-¿Qué han significado esos diecisiete años para usted? -En lo personal ha sido una satisfacción bastante grande. Si tuviera que volver a empezar lo volvería hacer con mucho gusto. Sabiendo que siempre es Dios el que nos llama y nos da el impulso a seguir adelante. -¿Cuál es el teléfono? -8780-3474.


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Los discursos y los viajes del presidente Solís

CAMILO RODRÍGUEZ CHAVERRI

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Me encantan los discursos de dos políticos costarricenses, Luis Guillermo Solís Rivera y Óscar Arias Sánchez. Son los discursos de dos profesores, los discursos de dos gobernantes cultos, preparados, conocedores de nuestra historia y el mundo intelectual de la política. Creo que hasta sin imaginarse que iba a llegar a ser presidente, don Luis Guillermo se preparó muy bien académicamente para hacer un buen papel. Y lo está haciendo. Es una tarea difícil en medio del berenjenal político que tenemos. Es una tarea ardua en un país en el que, por la democracia que tenemos, todos opinamos, alzamos la voz, criticamos, nos sentimos “parte de” (lo que se hace, lo que se piensa, lo que se quiere). He escuchado varios discursos del presidente Solís y me hace sentirme orgulloso del presidente de mi país. Lo otro que me gusta es su formación diplomática. Si no hubiera sido él, el primer presidente electo a partir de la estructura del PAC, es decir, si otra persona hubiera llegado con ese partido a la presidencia de la república, hubiera sido este intelectual, Luis Guillermo Solís, el canciller por antonomasia. Es elegante, comedido, discreto. Conoce las relaciones internacionales. Vivió la diplomacia por dentro. Es más, vivió los entretelones del Plan de Paz de Óscar Arias y John Biehl. Aprendió de alguien que me dijo lo consideraba su discípulo y su amigo: el canciller Rodrigo Madrigal Nieto (qdDg). Por eso, el que viaje mucho es algo que yo

me esperaba y algo que aplaudo. ¿Para qué queremos un presidente metido en la Casa Presidencial? Necesitamos un presidente que viaje mucho, que traiga inversión extranjera, que le ayude al país. (Aclaro algo importante: también lo necesitamos viajando por Costa Rica, recorriendo LORENA GONZÁLEZ

Para El Guapileño

Las noches anteriores a los grandes acontecimientos nos abruman y hacen languidecer el alma. Son noches de duelo por el ayer, temor por el mañana incertidumbre de sentimientos y entonces ahora yo entiendo esta noche, por qué los caballeros debían velar sus armas la noche antes de ser jurados por su señor y dueño. Porqué hay razón en el duelo y velamos a los muertos .por qué hay una despedida bullanguera y serenata las noche antes de una boda y por qué languidece el corazón y no dormimos cuando se acercan y pasan las horas y no llega a quien amamos. Recordamos las horas felices y nos preguntamos por qué se fueron, por que duraron tan poco y por qué si eran felices terminaron siendo tristes y se nos llenaron al final los ojos de lágrimas y de suspiros el alma. Por qué los momentos más tristes

el país, hablando con la gente. Eso nos encanta a los ticos. Nos acerca a él). Pero de fijo tiene que salir mucho de Costa Rica para poder realizar una buena labor, que es lo que nos urge. Somos un país muy pequeño, que le puede dar grandes lecciones al mundo. Un país que protege una

cuarta parte de su territorio en parques nacionales, reservas biológicas del Estado y también centenares de reservas privadas. Un país que tiene un contingente de personas que también conservan la naturaleza. Un país que inventó una forma de convivir en las empresas y las institucio-

Mañana

duraron tan poco y escribimos versos y luego compusimos el rostro y subimos al calvario consientes del sacrificio que nos esperaba. Puedo sumergirme aun ahora en los momentos en que el pánico me lleno de escalofríos el cuerpo entero y cerré mis ojos y clame auxilio porque no podía mas con el dolor que me recorría como una marejada del corazón bajando a cada uno de mis poros que estallaban con el sudor mortal de la congoja. Miedo de vivir angustia de morir, recordar todos los años que corrimos sin parar y al detenerse y plasmar en cinco líneas la mitad de una vida que se vivió y se repasa más o menos en lo que cabe en la página de un cuaderno. Seres amados que se esfumaron y dejaron solo el recuerdo que a veces parece durar eso, solo un instante que

pasa breve, muy brevemente. Lugares que vemos y creemos haber visto antes porque al final todos los lugares se parecen, montañas valles ríos y praderas siguen un desfile sin fin, una cadena de retratos que, a la larga nos preguntamos y esto adonde era? Pero queremos vivir y recordar también porque somos seres de luz que rechazan las tinieblas. Pertenecemos al infinito ser que separo en un instante la oscuridad y la lleno de luz para que viéramos. ¿Volver a vivir? No, no quiero. Quiero vivir todo diferente, de otro color y en otra esfera. Quiero borrar el pasado y desde ahora sentir cada día más lo tibio del sol en la mañana. Oír la risa y no recordar el llanto. Maravillarme de cada pájaro, cada caballo y cada perro. No recordar que mataron a

nes que es única en el mundo, y que se llama solidarismo. Un país que tiene una economía social robusta, con una gran cantidad de cooperativas que son las responsables principales del desarrollo de algunas zonas rurales. Eso hay que dárselo a conocer al mundo. Hay que decirlo muchas veces. Un país que no tiene ejército, y que fue el ejemplo para los otros dos países del continente que no tienen ejército: Panamá y Haití. Somos un país especial, aunque nos digan que explicar eso es arrogante. El mundo tiene que invertir en este pequeño país maravilloso. Necesitamos un presidente elocuente y vivaz que sepa comunicarlo al mundo. Don Luis Guillermo Solís lo hace muy bien. El otro tema por el que el presidente Solís debe viajar mucho, y explicar nuestra realidad al mundo, y alertar al planeta, es por el peligro real que vivimos ante la amenaza constante del gobierno de Nicaragua. Daniel Ortega, es un verdadero peligro para Costa Rica. Su relación con Rusia debe alarmarnos. Su necedad con respecto a Calero es preocupante. Debemos estar al pie de la lucha, pero como el país sabe, es decir, por la vía diplomática, y para esta tarea no podríamos tener un mejor presidente que don Luis Guillermo Solís. Hay que apoyar al presidente Solís en sus gestiones fuera de Costa Rica. Hay que ayudarlo. Recordemos la frase del inigualable Don Pepe Figueres: “me piden que barra, pero se me paran en la escoba”. Que siga viajando y trayendo buenos resultados. Que siga dictando esos discursos que son como piezas literarias. Es muy bueno para Costa Rica. Cecil con dinero ganado en un taladro torturando gente, sino pensar que está vivo allá en lo alto en el cuartito del cielo con mis gatos. Ver los ojos profundos del bebe y con el preguntarme en el asombro de la inocencia que no conoce el mal. Que será esto que veo aquí, que me dice con mil muecas que no entiendo lo que quiere que le diga como si yo supiera lo intrincada y lenta que es la vida. Mañana será un mañana que pasara y no volverá como los otros días porque celebramos la vida que ya se fue y entonces iniciar otra. Antes y después, que ironía y cada día tiene lo mismo un principio y no pensamos que tiene un fin y después poder contarlo como contamos hoy este pedazo de mi vida. Tiene razón Dios que le dio a Salomón sabiduría para decir, pues es muy fácil hacerlo cuando todo se tiene y no nada hace falta, que la vida es solo, vanidad de vanidades y todo vanidad.


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IVÁN BARRANTES

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El estratega de la victoria del PAC

tiene sentido que tenga cinco cartones en su currículo, si no tiene esa “hambre” de aprender todos los días. Esa filosofía la apliqué desde el día uno en que empecé a trabajar. Para mí, no hay nada imposible. Por eso cuando me dijeron en noviembre del 2013, ¿toma el proyecto? ¿sí o no? Y al final ganamos con un candidato que tenía un tres por ciento… Se me ha criticado mucho lo que yo gané. Yo les dije, “aquí está lo que yo cobro. Es un 90 por ciento variable, por resultados, y un 10 por ciento fijo, para gastos”. Yo sí creía que lo podía hacer.

CAMILO RODRÍGUEZ CHAVERRI EL GUAPILEÑO

-Hace unos años, hice unas entrevistas sobre figuras de Pérez Zeledón, donde viví desde que estaba recién nacido hasta que cumplí doce años. Esas entrevistas las hice gracias a don Ramiro Barrantes, quien me ayudó. Pronto aparecerán en un libro. Estamos con Iván Barrantes. Es el famoso publicista de la campaña del Presidente Luis Guillermo Solís. Solo unos meses antes de llegar a las elecciones, creo que nadie hubiera apostado a que don Luis Guillermo Solís ganaría las elecciones, y las ganó. Esto tiene que ver con este muchacho tan joven. Un joven que vivió hasta los cinco años en Pérez Zeledón. Vivió en Barrio México también. Estuvo en la escuela República de Argentina, en el Liceo San José. Luego tuvo una brillante carrera en mercadeo, pero inició desde abajo en la Coca Cola. Pero mi primera referencia es que es nieto de ese gran señor, don Ramiro Barrantes… -Muchas gracias, Camilo. Efectivamente, Ramiro Barrantes es mi abuelo, padre de mi padre. De los pioneros de San Isidro. Mi papá fue académico de la Universidad de Costa Rica, con una de las mejores trayectorias en Costa Rica. Él es biólogo, con una especialidad en Genética. Toda una autoridad. Ahora que estoy en estas cosas de la política, uno comienza a dimensionar quien es.

-Y su abuelo, qué clase de personaje, que señor. -Así es. Podría decirle que mi abuelo es un referente en mi vida. Mi padre durante mi infancia, por asuntos de preparación, pasó mucho tiempo afuera, en Estados Unidos, en Chile. Entonces, mi abuelo tomó ese rol. Máxime que yo era el primer nieto, el primer sobrino. Era excesivamente chineado. La figura de mi abuelo me marcó. Una de las cosas que más me dolió fue no haber estado acá cuando murió. Estaba en Chile, dentro de la serie de países que me tocó estar. Desde 1997 dejé el país, por asuntos de trabajo. Lo que llaman expatriado.

-Usted vivió en Barrio México. Hizo ahí la escuela y el colegio. Empezó a trabajar muy joven. -A los cinco años me vine a vivir con mi mamá a Barrio México. Ahí pasé mi infancia hasta los doce o trece años. De ahí nos fuimos a vivir con mi abuela a Purral de Guadalupe.

-Cuando me preparaba para esta entrevista, me llamó la atención eso. Luis Guillermo Solís solo tenía un 3 por ciento en las encuestas. -Un 3 por ciento a favor y un 27 por ciento de conocimiento. Pero nada es imposible. Uno tiene que entender el mercado, entender a qué se va a enfrentar, como hacen los jugadores de ajedrez. Yo fui jugador de ajedrez. Hay que estudiar los adversarios, analizar las fortalezas, elaborar un plan y tirarse a la piscina. Fue un cambio enorme. Siempre he vivido en barrios particulares. Ahí empecé a tener cambios intermitentemente. Mi madre se había hecho de otra pareja. Mis papás son divorciados. Mi papá vivía en Hatillo 8. Yo pasaba entre Hatillo 8 y Purral. En esos cambios pasé mi adolescencia. Imagínese la adolescencia que pude tener. Siempre lo he dicho: creo que tengo los pies bien puestos sobre la tierra. Nunca descuidé mis estudios. Seguí estudiando en el Liceo San José, en Barrio México. Luego empecé la universidad. Mi primer año lo hice en la Universidad Nacional. El segundo año en la Universidad de Costa Rica. Ahí tomé una decisión. Yo quería estudiar Derecho. Me pasé a una universidad privada. Empecé a trabajar de ayudante de camión, en un camión de Coca Cola.

Ayudante en un camión

-Esa historia suya me impresiona, porque mi suegro empezó a trabajar en la Cervecería Costa Rica desde muy abajo y ahora es encargado de todas las sucursales que están fuera de San José. Usted empezó así. -Así es. Eso se estilaba mucho. Usted pasaba a ser vendedor, pasaba

a ser supervisor y ahí ibas hasta que llegabas a ser gerente de una zona. Era bastante duro. Cuando era ayudante había que entrar a las seis y quince de la mañana, limpiar el camión, tenerlo reportado. Nunca se me olvida que los primeros días yo no entendía por qué se comían aquellos desayunos de pinto, huevo, pan, de todo. Era porque en el día no había chance de comer. Eran rutas de hasta ochenta clientes, sin descansar, no había preventa, con aquellas cajas con envases de vidrio. Yo era ayudante del vendedor. No es como hoy que primero se hace la preventa. El camión salía directo a vender. Si uno topaba con la suerte de un vendedor que trabajara con uno era genial, pero si le tocaba un vendedor de aquellos que tenían muchos años y que ejercían su puesto, se lo llevaba a uno la trampa. Pero igual, fue una experiencia bien interesante. Mi infancia y mi experiencia me enseñaron a ser una persona muy aterrizada. El entender que cuando uno quiere algo, simplemente se lo propone y lo logra. -¿Qué hizo después de ser ayudante de vendedor? -Se dio una situación muy interesante. Alguien vio mi currículo y le llamó la atención que alguien que es-

tuviera en la universidad, trabajara ahí. Me sacaron de ayudante de vendedor y me pusieron a manejar una promoción. Era de unos vasos del Mundial Italia 90. Yo tenía que despachar a los vendedores con los productos, llevar los controles de inventario. Tenía que ir entendiendo el negocio. Los camiones entraban a las cuatro. Yo debía hacer la recepción hasta como a las diez que entraba al último. Eso me permitió empezar a conocer cómo funcionaba el negocio. Comenzaban las computadoras. Me acuerdo que en la oficina solo había dos computadoras IBM. Esa curiosidad comenzó a abrirme un espacio. Era el choque generacional, gente con cierta edad que lo veía a uno con recelo y yo un chiquillo de veinte años muy curioso. Cuando me di cuenta, estaba en Atlanta en un curso. En un momento del partido, decido dejar de estudiar Derecho. Me cambié a estudiar Administración de Empresas con especialidad en Mercadeo, en la Ulacit. La carrera en el trabajo empezó a darse muy fuerte. Era aquel tiempo cuando usted tenía la oportunidad de trabajar y progresar sin tener un título. En Administración de Empresas y gerencia, a veces tiene más sentido la capacidad en la toma de decisiones que puede tener. No

-Devolvámonos, por favor. ¿De Coca Cola pasó a Pepsi? -No. Tuve un ínterin en la empresa dueña de lo que era la marca Canada Dry. Participé en ese proyecto como parte de Coca Cola. También fui el creador de la marca Alpina. Del buen trabajo realizado me contrataron en esa empresa, Cadbury. Tenía un jefe muy bueno. He tenido tres jefes que han sido referentes en mi vida. Uno de ellos, don Allan Chacón. Pocas personas he visto con esa capacidad. Luego don Erick Sime, quien me hizo madurar profesionalmente. Aprendí de él en grandes negociaciones. Trabajé en Estados Unidos. Manejaba una tarjeta corporativa. Creo que ahí fue cuando empecé a volar.

1998, salir del país

-¿Cuándo se fue del país? -En 1998. Tenía 27 años. Me fui a Estados Unidos. Antes había estado en Panamá. Aprendía muchísimo. Tuve unas asignaciones en Venezuela y en Colombia. Luego me contrata Pepsi, me quedo un tiempo en Estados Unidos y me mandan a Guatemala. De Guatemala pasé a Honduras, a San Pedro Sula. Ahí dejé la mitad de mi corazón. Preciosa la gente hondureña. -Me llama la atención lo que


usted dice porque existe la percepción que es un lugar sumamente violento. -Como todo en la vida. Usted tiene que moverse. Cuando usted está ahí viviendo se tiene que acostumbrar. Un lugar precioso, la gente es puro corazón. Fueron cuatro años en Guatemala y dos años en Honduras. De ahí pasé a Chile. Ahí prácticamente viví ocho años. En el 2009 me independicé. Ahí empieza la historia política. Son cinco años antes de la campaña, pero yo inicié mucho antes en esto. Hay una percepción equivocada de la gente de decir que nosotros los empresarios no somos políticos. Porque una empresa grande como Unilever, Procter and Gamble, Coca Cola, se juega más en la política de lo que uno se imagina. La diferencia es que no hay cargos públicos. Pero se puede decir que de cierto nivel para arriba el juego es a la espinilla. Realmente usted lo que hace es hacer lobby y el trabajo lo sostienen los mandos medios. Son monstruos vivientes estas corporaciones. Los que estamos en política es porque tenemos una relación con el poder. Eso también pasa en las corporaciones. -¿Usted empezó en política en Chile? -Sí. Cuando me independizo pensé, “yo estoy aquí, en Chile, y nadie me conoce”. Decido que debo tener exposición. Lo hago tocándole la puerta a un candidato que ni siquiera tenía un uno por ciento. Le presentamos una estrategia sustentada en la parte digital. Eso hace que obtenga un tercer lugar en la primera votación, siendo el elemento distorsionador de la Derecha. Eso genera que Piñera gane. Esa experiencia me marcó y me indicó que no andaba tan perdido en mi hipótesis de trabajo, de que las prácticas de consumo masivo empresariales sirven para la política, más porque los políticos a veces se creen más especiales de lo que son.

-Usted habló muy bien de Panamá y de Honduras, ¿Qué significó Chile? -Chile significa el MBA, porque es donde me independizo. Caigo en la trampa de eso de la independencia, que quería seguir ganando la misma plata que ganaba como empleado. Yo estuve entre los cincuenta ejecutivos mejor pagados de Chile. Hubo un momento en que ganaba mucho dinero. Cuando me independice, perdí mucho. Pagaba 1500 dólares por cada hijo en un colegio. ¡Y tengo tres! Técnicamente quebré dos veces en Chile. Empecé en una reducción de gastos. De vivir en una casa de 400 metros cuadrados, pasé a un apartamento de 90 metros cuadrados. Pero ahí el chip empezó a jugar. La vida me puso arriba, me bajó y ahora me puso en el medio, pero sigue siendo ganancia. Empecé de nuevo, me dediqué a lo de las consultorías. Entendí que yo no era empresario, que no estaba para manejar gente. Llegué a tener una deuda de casi un millón de dólares. Me dije, “yo soy bueno para que otros ganen dinero, no para hacerlo yo” Me dediqué a eso. En unos años me recuperé. Si eso hubiera sido en Costa Rica sería un problema porque aquí uno no puede tener pasado. Esa es una de las cosas que me disgustan del país. -El país le achaca a la gente los fracasos. -La gente cree que para ser exitoso nunca debe haber fracasado, y así no funciona. Aquí no hay riesgos,

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las cosas no funcionan. El país solo cree en los trámites.

Mariano Figueres

-¿Por qué regresa a Costa Rica? -Yo quería regresar en algún momento. Todo pájaro quiere volver a su nido. Era cuestión de encontrar las condiciones necesarias. Me hacen esta propuesta. Fue muy curioso porque antes había estado en unas reuniones, un tanto informales, pero ahí conocí a mi hermano Mariano Figueres. No lo conocía, pero ahí me hizo “clip”.

-¡Qué gran persona es Mariano Figueres! -Es mi hermano. Así lo defino yo. En noviembre me entró un correo, comenzamos a hablar. Conversamos. Yo lo que dije fue “si vamos a seguir, yo quiero hablar con el candidato”. A los tres días me dijeron, “la reunión con el candidato es por skype tal día”. Yo estaba en Santiago. Recuerdo que un lunes estaba hablando por skype con Luis Guillermo. Tuvimos algo en común: don Ramiro Barrantes. Luis Guillermo en uno de los capítulos de un libro, escribió sobre mi abuelo. Tenía muy bien mapeado quién era yo, quién era mi familia. Eso dio confianza. La respuesta de él fue, “de mi parte sí, pero quiero que mi equipo lo valore” Ahí conocí a Melvin Jiménez. Siempre por skype. Me hablaron del obispo y me imaginaba otra cosa. Cuando lo conocí me hizo corto circuito. Yo soy primo segundo de Monseñor Hugo Barrantes. Entonces, la idea que uno tiene de obispo es más hacia lo católico. Tuve esta reunión y cuando me dí cuenta, a la semana, estaba con un tiquete de avión para venirme para acá, a hacer el diagnóstico. -¿Dejó a su familia allá? -Mi familia se quedó allá. Eso fue la tercera semana de noviembre. Tuvimos la reunión y puse mis condiciones. Eso es algo así como el entrenador técnico que ya llega con su asistente, con su preparador físico, con su gente, que, de paso, no era gente PAC. Eso era montar la empresa. Número dos dije, “hay que hacer investigación de mercado” Me horroricé cuando me di cuenta que aquí en Costa Rica no hacen investigación de mercado en política. Me parece insólito que no se haga. Es como cuando una empresa lanza un

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producto sin haber realizado el estudio, sin haber investigado para eso. -Pero, usted estaba a nueve semanas de las elecciones. En política, eso esta medido. El poder de decisión de compra que es que voten por usted. Las últimas dos semanas toma más fuerza y las ultimas setenta y dos horas y hasta últimas veinticuatro horas son claves. Vea lo que acaba de pasar en Guatemala. Aprovechan la coyuntura, sale este tipo y capitaliza el voto castigo.

Campaña de Luis Guillermo

-¿Qué significó la campaña de Luis Guillermo Solís? -Me marca. Creo que cuando estás en un bar y alguien te reconoce, entonces llega y te felicita. Eso te marca la vida. También te marca la relación, el vínculo con los actores de campaña. Son cordones umbilicales que no se cortarán nunca. Cuando convives 24/7 con el objetivo de ganar.

-¿Ahí sus compañeros eran Luis Guillermo Solís, Mariano Figueres, Melvin Jiménez y Victor Morales? -Ellos y otros más. Digamos que ese era el círculo más cercano a Luis Guillermo. Después viene otra gente con la que uno trabaja. Había mucha gente joven del Movimiento Progresista PAC. Yo puedo decir que soy el factor determinante, estratégico, de decir lo que hay que hacer, pero eso sin un soporte operativo, sin un músculo de ejecución, no vale nada. Se logró gracias al movimiento progresista de la juventud. -¿A qué atribuye usted que la campaña haya terminado como terminó y que Luis Guillermo Solís irrumpiera de esa manera? -Supimos leer el mercado. Supimos leer que la gente no quería un partido, no quería un político; la gente lo que quería era un líder. Un líder que recuperara la confianza. Cuando hice los primeros “focus group” en diciembre, después que me aprobaran el presupuesto, que costó mucho, vi el nivel de negatividad, lo oscuro en que estaba el país. Yo me asusté porque ese no era el país que yo dejé. Decidimos salir a recuperar la gente. Esa Ruta de la Alegría, con las mascaradas, la cimarrona, no es que a alguien se lo ocurrió porque era muy bonito. No es así, eso tiene un

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simbolismo y este negocio se trabaja por simbolismos. Una imagen habla más que mil palabras. La construcción de imágenes es permanente y las personas hacen la diferencia. Aquellas campañas llenas de colores, las plazas públicas llenas, todo eso se perdió un poco por evitar el despilfarro, cuando despilfarro hay en otras cosas. Yo invitaría a toda esta gente para que vaya a otros países y vea lo que se invierte en el ejército. Eso sí es despilfarro. Para tener democracia, hay que invertir. -¿Qué pasó después? Entiendo que usted se fue de asesor del Presidente Solís a Casa Presidencial. -Yo retomo ese tema. Cuando yo decido venirme es porque cuando se te abre una ventana de este tamaño, hay que aprovecharla. La forma en que se dio todo esto abre una puerta que no se abre igual si vengo y nadie me conoce. Yo decido colaborar ad honorem en ese proceso de acomodo. Era un partido con poca experiencia gubernamental, con muy poco tiempo para la segunda vuelta. Quise colaborar con eso y paralelamente manejaba mis iniciativas privadas, que en el mundo normal entre lo público y lo privado no hay conflicto, pero en el mundo PAC sí. Es un mundo tan extraño que a mí no me interesa pertenecer a él. Yo me declaro un hombre moderno.

Ottón Solís

-Ottón Solís dispara contra usted. -Pero yo también le disparo.

-Incluso son parientes. -Sí, somos primos terceros. Realmente no comparto la visión del mundo de Ottón, no comparto la revolución ética. Para mí, esto no es un tema de revolución, es un tema de evolución. El país tiene que evolucionar. El modelo tiene que evolucionar.

-Nosotros nos tomamos un café, ahí preparé la entrevista y lo escuché hablar muy bien del señor Presidente. Usted lo admira. -Claro, el presidente Solís es un hombre muy capaz, muy inteligente, muy preparado. Pero, a como está diseñado el Estado, ni Superman lo hace bien. Y si a eso le suman la trampa, el chaleco de fuerza. Fue a usted al que le dije que no creo en la Casa de Cristal. Eso es lo que llamo “chalecos de fuerza”. Creo que uno debe gobernar asumiendo riesgos, tomando decisiones, asumiendo las consecuencias de tomar esas decisiones, haciendo gerencia. -¿Qué le preocupa de la Costa Rica que se encontró después de tantos años de estar fuera, después de años de vivir en diferentes países? -Me preocupa la falta de cultura de hacer que las cosas sucedan. Uno quiere que las cosas se hagan en un día, que no le cobren impuestos por todo y para todo, uno quiere que las cosas sucedan. Pero hay toda una serie de conceptos que se han ido formando del qué dirán, de la desconfianza. Porque si nos ven tomándonos un café dicen que andamos en algo raro. Yo no conozco ninguna relación de amor, de amistad, de negocios, que no se construya sobre un principio de confianza. Todos los conceptos que hoy vivimos de economía colaborativa, llámese UBER, Facebook, se basan bajo este principio. Cuando yo pongo dinero en su negocio sin conocerlo, eso es princi-

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pio de la confianza. Mientras el mundo va hacia eso, el país no lo hace así. -Aquí un joven cineasta, Hernán Jiménez, financió una película a través de Facebook. -Claro, la gente confió en él. Pero aquí cuando el MOPT logra sacar algo en cuatro días y es porque hay algo raro. Es imposible que una cultura con esa mentalidad evolucione.

-Su esposa es guatemalteca. -Sí, la conocí en Guatemala. Tenemos tres hijos, una nacida en Guatemala y dos nacidos en San Pedro Sula. He sido casado tres veces, tengo un hijo de veinticuatro años, acá en Costa Rica. -¿Cómo se imagina en el futuro? .Me imagino colaborando en la reingeniería de este país. De las pocas palabras que me gustan de lo que ha dicho José María Figueres es que al país hay que resetearlo, iniciar de nuevo. -¿Se imagina en política? -Totalmente.

Figueres y Frente Amplio

-Usted me acaba de mencionar a José María Figueres, ¿qué piensa de él? -Pienso que debería pensar muy bien lo que está haciendo, la gente de dieciocho a veinticinco años de edad no tiene memoria histórica, hay más inmediatez. -¿Podría ser presidente? -Le va a costar. Tiene que vencer las contradicciones internas en su partido. Además, debe tener un relato más consecuente, porque cuando lo escucho hablando de girar a la izquierda, hay una contradicción. -¿Podría ser presidente Ottón Solís? -Jamás. El discurso de Otón no tiene masividad. Tanto así que perdió tres veces.

-¿Qué piensa del Frente Amplio? ¿Puede ser un fenómeno nuevamente? -No lo creo, no es tan grande como creen. Logró capitalizar un voto castigo, pero ya no es novedad. -¿Están los grandes enemigos de Luis Guillermo Solís dentro del PAC? -Totalmente. No me preguntó por alguien, Otto Guevara. Para mí Otto es el mejor candidato en cuanto a la forma de defenderse. El problema que tiene es que cambia el guión contantemente, no hay un director detrás de él. -Tiene algo Otto, y es que nunca se pelea con la prensa. -Eso por un lado. Es un buen candidato.

-¿Rodolfo Piza? -Tiene que vencer las contradicciones de su partido. Además, le están saliendo figuras al lado, como Humberto Vargas, como Rafael Ortiz. -Muchas gracias por la entrevista.


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El primer veterinario de Guápiles CAMILO RODRÍGUEZ CHAVERRI

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-El primer veterinario que llegó a Guápiles, el veterinario ciento quince del Colegio de Médicos Veterinarios, el Doctor Guido Carballo Cruz. Bienvenido. Gracias por recibirnos. -Con mucho gusto. -¿Dónde nació usted? -En San José. El 10 de junio de 1954. Hace sesenta y un años. -¿Sus papás como se llamaban? -Mi papá, Guido Carballo Montero. Él era de Naranjo. Mi mamá, Paquita Cruz Jiménez. Era de Guápiles.

-Doña Paquita no se llamaba Paquita, pero así le decían. -Marta Francisca. A las Franciscas les dicen Paquita. Fueron de las familias pioneras de Guápiles. -A su abuelo fue al dirigente calderonista que asesinaron y a un tío. -A mi abuelo y mi tío mayor, cuando iban para la finca en la Revolución del 48. Iban para una finca que estaba por Cariari. -Él había sido jefe político. -Sí.

-¿Cuántos hermanos eran ustedes? -Siete.

-¿Usted es el mayor? -Cinco hombres y dos mujeres. Yo soy el tercero.

-¿Quiénes son los mayores? -Miguel, Juan; después, yo que soy el tercero; luego Rodolfo, Oscar, Carolina y Marcela. -¿Las mujeres son las menores? -Sí.

-¿Qué hacían sus papás? ¿A qué se dedicaban? -Papá fue topógrafo. En aquellos años, los cuarenta, se vino a hacer medidas a lo que era el ITCO principalmente aquí en La Rita, Cariari. Él era de Naranjo, pero el colegio lo hizo en San José. En ese trabajo del ITCO, se vino para acá y conoció a mi mamá. -¿Se la llevó para San José? -No. Se conocieron aquí. Iniciaron el noviazgo y se casaron. Estaban haciendo la Interamericana en el sur. Fue en los años en que hubo en Costa Rica mucho desarrollo vial. Se llevó a mi mamá para San José porque viajaba mucho. Mi mamá vivía con la abuela, mis tíos menores y papá. Ahí nacimos todos, en Aranjuez, cuando San José era un pueblón grandote.

Era muy bonito. Eran los alrededores del Calderón Guardia y el Parque Nacional. -¿A cuánto vivía usted del Calderón Guardia? -Como a quinientos metros.

-¿Ahí creció? -Ahí estuve hasta los diez años. -¿En cuál escuela estuvo? -En la Escuela República de México.

-Qué está ahí todavía. -Todavía. Estuve hasta el cuarto grado. Después papá compró un lote, hizo una casa, en Barrio Córdoba. Ahí estuve quinto y sexto. -Pero mientras tanto Guápiles significaba mucho para ustedes. -Sí por la familia de mi mamá. Aquí estaba mi abuela y todos mis tíos. Yo fui bautizado aquí. Mi mamá me trajo de cuarenta días y aquí me bautizaron. -¿Qué significaba Guápiles? ¿Cuándo venían? -Era el vacilón de salir a vacaciones de medio año, diciembre, enero y febrero. La ilusión era que llegaran rápido las vacaciones para coger el tren que nos quedaba cerca y nos veníamos todos para Guápiles. Mi mamá nos iba a dejar y dejaba encargado a alguno de los señores que venía para acá que nos cuidara, sobre todo en el traspaso.

-Y de que no se tiraran por la ventana. -Sí y porque había que hacer traspaso de Limón hacia Guápiles porque el tren iba de San José a Limón. Había que hacer trasbordo a Guápiles. Esa era la ilusión venir aquí para andar en los ríos, en las pozas, andar a caballo, ir con los tíos a la finca. -¿Ya había muerto su abuelo Ignacio Cruz? -Ah sí.

-En el 48. -Cuando mi mamá, se casó ya él no estaba. Mi mamá se casó después de su muerte, después del 48. -Usted estuvo cuatro años en la escuela República de México en Aranjuez. -Dos años en la Castro Madriz. Y en el colegio Rodrigo Facio en Zapote. -¿A quiénes recuerda de la escuela? ¿Algún compañero? ¿Maestra? -Que más recuerde de la escuela es a la maestra Felicia. Una excelente maestra. Ella vivía muy cerca del hospital Calderón Guardia. -¿Algún compañero o compañera?

quedarse allá? -Claro. Cuando ya tenía muchos conocidos criadores de caballos. Mi papá me dijo que ya me había conseguido por medio del gobierno, porque era amigo y trabajaba con Figueres, con el Ministro de aquel tiempo una beca para irme a Inglaterra. Me vine para acá. Fui a la embajada. Hice los exámenes de inglés y no los pasé. Yo les propuse que me iba unos meses antes para estudiar, pero no aceptaron. Estando aquí ya no podía devolverme entonces me vine para Guápiles. Como yo desde pequeño conocía esta zona sabía que no era la zona más ganadera. Era la zona que menos pensé que iba a ser mi lugar de trabajo.

-No me acuerdo de los nombres. -¿Y del colegio? -Ah sí claro. Todavía nos vemos y hacemos reuniones.

-¿Hay alguno que estudió veterinaria? -Compañeros de escuela no. Ni de colegio creo. -En el colegio igual venían a Guápiles. ¿Qué recuerda de Guápiles? -Lo que siempre me acuerdo es la zona. Había maíz, madera, vacas había muy pocas. Solo las que tenía la gente para la casa. -Venían y se quedaban los tres meses. -Nos quedábamos donde la abuela. Era un vacilón. Venían todos los primos. Nos íbamos de cacería con el tío Germán y el tío Carlos.

-¿Por qué se vino para acá? -Una de las cosas que le quiero contar es que desde que me vine de Brasil dije que voy a dar asistencia veterinaria. Por eso mi negocio se llama Asistencia Veterinaria.

-El tío Germán era famoso cazador. -Aprendimos a nadar en las pozas aquí. Yo tenía mucho cariño, y siento un gran cariño, por Guápiles desde pequeño. Íbamos a bailar al Centro de Amigos. Aprendimos a bailar ahí. -Y a beber guaro. -No, guaro no porque no. Hasta que nos fuimos a Brasil nunca tomé. -¿Cuántos años tenía cuando se fue a Brasil? -Diecinueve.

Veterinario formado en Brasil

-¿Cuándo decidió estudiar Medicina Veterinaria? -Desde pequeño me gustaban los animales. Desde pequeño quería estudiar Veterinaria, pero como en Costa Rica no había Veterinaria, la única opción era estudiar Zootecnia. Era lo más parecido. Hice el primer año en la UCR. Las generales y las básicas. En ese año mi hermano Juan, que me sigue, estaba estudiando Ingeniería Civil se hizo novio de la que es su esposa hoy, Ana Salgado. Ella me contó que tenía una amiga brasileña y que daban becas para Brasil y que podía estudiar medicina allá. Muy contento hice un año de portugués. Fue el año en que se abrió el Centro de Estudios Brasileños. Eso se inició en una casa en Los Yoses. Íbamos todos los días a las cinco de la tarde. -Mientras tanto estaba en la UCR. -Mientras estaba en la UCR, pero como era en la tarde de cinco a seis. Aprendimos muy bien. Lo más básico con la profesora Ada. Nicaragüense. Excelente profesora de portugués. Nos fuimos ese año un grupo de veintitrés ticos.

El veterinario Guido Carballo con el periodista Camilo Rodríguez.

-A estudiar distintas cosas. -Distintas cosas. Éramos nueve de veterinaria.

-¿En cuál año? -Iniciamos en el 72. -Usted se graduó en el 76. -Sí. -¿Adónde llegó allá? -Llegamos a Río de Janeiro porque no se escogía como se escoge ahora. Había que llegar al Ministerio de Relaciones Exteriores. Entraban los grupos de cada país. Entramos los veintitrés. Iban llamando los que querían estudiar veterinaria, lo de medicina, los de arquitectura. Había un gran mapa en la pared y cada uno escogía. Nos decían, “puede ser aquí en Río de Janeiro, en Belo Horizonte, Porto Alegre. Yo me fui a Pelotas. Es una ciudad al sur de Brasil. El Río

Grande del Sur.

-Es una zona con mucha influencia alemana. -Mucha influencia alemana. Escogí Pelotas porque era como Guanacaste, aquí en aquel tiempo. El estado más ganadero. El estado de más tradición ganadera. Además de que era más conservador. Gente más trabajadora. -Menos fiesta. -Sí y la gente más de influencia europea. Hay mucha colonia italiana y alemana. En un estado más al norte había una colonia holandesa. Eso se debe también al clima que influye. Es la parte de los gauchos. Son las mismas costumbres de los uruguayos argentinos. Una cosa que me llamaba la atención era que tenía muy cerca a

Uruguay y Argentina para ir a pasear.

-¿Fue a pasear? -Claro que sí. Era más cerca ir a Montevideo y a Buenos Aires que ir a Río de Janeiro. Lo que más me llamó la atención era que yo quería practicar bastante con las vacas. Estaba desarrollado. Ahora se desarrolló más Brasil y ahora hay más ganado en los estados del noreste. En aquel tiempo estaba desarrollado, se decía, solo el cinco por ciento del territorio. Más que todo el litoral. Después se fue extendiendo hacia el interior. Ahí se comenzó a desarrollar la zona de Mato Grosso. -¿Qué significó Pelotas? Sé que trabajó allá en un hipódromo. -Los años de universidad fueron lo mejor. Tengo un gran recuerdo. Tuve la dicha de llegar a una universidad donde los profesores nos que-

rían como hijos. Nos dieron todo su conocimiento sin ningún celo.

-¿La ganadería era parecida a aquí? -Definitivamente lo que yo creí, me lo encontré. La gente muy buena. Los gauchos son grandes personas. Tuve gran suerte. Los profesores eran excelentes. Era gente de campo. Muchos hijos de granjeros. Me iba en vacaciones donde ellos. A esas colonias alemanas e italianas. Fue bonito porque eran diferentes culturas. Me preparé y practiqué mucho. Conocí un veterinario que era el mejor en caballos en todo el estado. Me hice amigo de él. Anduve con él muchas madrugadas trabajando. Inclusive me quedé con él en el hipódromo. Cuando él renunció yo me quedé como seis meses como veterinario siendo alumno. -¿En algún momento pensó en

-Usted no quería trabajar con el gobierno. -Yo dije, “voy a trabajar solo, voy a ejercer solo. Me voy a algún lado a una zona del país”. Mi mamá me dijo que fuera a buscar al ingeniero Álvaro Iñoz que era el Jefe del Departamento de Ganadería del Ministerio de Agricultura. Como mi abuelo tenía finca aquí recibía alumnos de agronomía para que hicieran práctica. Él llegó a ser jefe del Departamento de Ganadería. Siempre venía a la finca Diamantes que había muchas investigaciones en aquellos años. Él siguió en contacto y en muy buena relación con mi abuela y mis tíos. Mi mamá me dijo, “vaya y le pregunta don Álvaro, él es muy amigo de nosotros”. Le dije, “don Álvaro aquí me mandó Paquita Cruz” “Hola muchacho, ¿cómo le va? ¿La abuela cómo está? ¿Y los tíos?”. Le cuento que vengo llegando de Brasil, que soy médico veterinario y que necesito que me dé un consejo. Únicamente que me aconseje. Que me diga dónde ir a trabajar” Me dijo muchacho, “usted está loco, eso no lo, cuente mucho. Aquí nadie se ha ido a establecer a una zona. Yo le doy trabajo en el Ministerio” Le digo, “no es que yo no quiero trabajar en el Ministerio, yo quiero írmela jugando” Me dice, “pero va a costar mucho, no le va a dejar mucha plata” Le dije “no importa. Ya estuve en Brasil estudiando y uno pasa pobre. Un par de años más pobre no eran problema” Fue una alegría enorme cuando me dijo, “mira muchacho el futuro de Costa Rica esta en Guápiles, váyase para Guápiles” Le digo, “pero como que Guápiles, si ahí no hay ganado” Me dijo “pues ya la cosa está muy cambiada. Eso va a ser difícil, pero ahí su abuela y sus tíos le ayudan. Usted va a vivir donde su abuela, por lo menos va a tener dormida y comida y si le va mal recuerde que aquí yo le doy trabajo”. Todavía me re-

calca, “el futuro de Costa Rica está en Guápiles”. Yo feliz de la vida porque desde niño le tengo un gran cariño a Guápiles. Feliz me fui. Alisté las poquillas ropas que tenía.

Guápiles, 1977

-¿En qué año? -En 1977. Después de haber hecho el examen de incorporación me vine para Guápiles. Llamé a la abuela y ella feliz. Una tía me prestó una casa. -¿Dónde estaba esa casa? -En el Caimitazo, después de la casa de mi abuela. -¿Nunca había trabajado aquí un veterinario? -Sí habían, pero iban y se iban. No había nadie fijo. Venía don Julio Aguilar a Las Delicias y todavía continua viniendo. Venía Norman Roquet a las ganaderías. Ellos no eran establecidos. Yo fui el primer veterinario que se estableció en esta región. Desde Sarapiquí hasta Limón.

-¿Desde Sarapiquí hasta Limón no había un solo veterinario? -Sí había. Estaba Edgardo Camacho, que era veterinario del Ministerio.

-¿Cuando llegó aquí, la gente le dijo que estaba loco? -La gente, los ganaderos, no lo aceptaban muy bien.

-Porque cualquier mandador se creía veterinario. -Sí y porque habían dos empíricos. -Don Miguelón. -Miguelón Jiménez, que me hice muy amigo de él y Carlos Arroyo. Con don Miguelón, siempre me llevé muy bien. Él ya tenía veinticinco años de tener un negocio aquí. La cooperativa tenía quince, pero nunca me imaginé tener una veterinaria. La idea era dar asistencia técnica. Ayudarles a los ganaderos. Cuando vi que pasaban meses y no había trabajo entonces la única forma era poner una veterinaria. Ni sabía que era la palabra regencia. En aquel tiempo uno pedía permiso en el Colegio de Farmacéuticos A ellos era los que había que pagar y afiliarse. Decían tener el mando de toda farmacia fuera humana o veterinaria. -¿Aquí no había ningún establecimiento así? -El de Miguelón y la cooperativa. Así comenzó la cosa gracias a Dios. Lo que más me ayudó fue que el gobierno se hizo condeno de brucelosis. A la gente le daban plata, le prestaban créditos, pero había que poner las vacas a responder. Les sacaban sangre y les hacían pruebas de

brucelosis. Ya era yo amigo de los dos gerentes del Banco Nacional de Costa Rica.

-¿Mario Soto era el gerente? -Sí, era él. Le decían a la gente, “si van al Ministerio van a durar un poco más en resolver. Aquí hay un muchacho que acaba de llegar, él si va a ir rápido porque ocupa trabajo”. Así fue como conocí toda la zona, todos los ganaderos, empecé a ganar y tener mi platita. Me compré mi primer carrito. Un Suzuki. Duré como dos años todos los días en la madrugada. -¿Cómo conoció a doña Flora? -Flora se vino al colegio a trabajar de profesora. Ella también es de San José. -¿Ella era profesora de qué? -De vida en familia. Nos conocimos en la casa del tío Macho en Diamantes. Nos hicimos amigos. Después nació el amor. Ella me convenció. -¿Ella lo conquistó? -Ah sí, claro.

-¿Ah, fue ella? -Sí, Dios guarde me esté oyendo.

-Ustedes se casaron de una manera muy particular. Cuénteme cómo fue. -Fuimos novios tres meses. Habíamos sido amigos como un año. Nos hicimos novios.

-¿Cuántos años tenía usted? -Casi veinticuatro y ella también. -Es que lo agarró pollito. -Pollito.

-¿Cómo fue que se casaron? Porque hay una historia ahí. -El padre Jorge iba siempre a almorzar donde mi tata. A los años de estar yo aquí mi papá volvió a la zona a hacer trabajos de topografía en las bananeras y se estableció aquí. En esos momentos le dije al Padre, “Padre en cualquier momento llego a la iglesia a casarme”. Porque yo de casarme, era así sin hacer nada. Me dice el Padre, “no es que no se puede” Le digo, “bueno si no me casa me junto y va a ser culpa suya” Entonces aceptó. Un día le digo a Flora que estaba en San José haciendo unos cursos en la universidad. Eran vacaciones del colegio. La llamé y le dije, “agarre el tren y se viene”. De verdad se vino. Traía un blue jeans y una camisetilla. Ya tenía yo hablado con el padre y con dos compañeros de ella del colegio para testigos. Así como andaba Flora. Se bajó del tren y nos casó el padre. -¿Ella sabía que venía a eso? -Ella sabía que venía para una cosa, pero no sabía qué. Yo de una vez la metí a la iglesia y nos casamos.


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Todo lo que podemos aprender de Keylor Navas

CAMILO RODRÍGUEZ CHAVERRI

El Guapileño

Los jugadores de futbol se convirtieron en las estrellas de nuestra sociedad. No creo que haya un costarricense más reconocido que Keylor Navas. Por eso, es bueno que los jugadores de futbol sean íconos beneficiosos para la sociedad. Que se porten bien. Que sean buenas personas. Que no sean pedantes ni antipáticos. Que sean nobles. Que sean nobles con los niños. Que se detengan a firmar autó-

grafos y a tomarse fotos con la gente. Que no sean borrachos. Que no le peguen a la esposa. Que no salgan de prostíbulos a las tres de la madrugada ni choquen pasados de tragos. En ese sentido, Costa Rica, este país bendito, esta patria bendecida por Dios, tiene en Keylor Navas a un gran símbolo, a un baluarte y a un valor. Es un muchacho tranquilo, sencillo, humilde, callado, buen hijo, buen esposo, buen papá. Se parte el alma en la cancha de futbol. Se gana la

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plata con su trabajo, con su esfuerzo, con su sacrificio y su silencio. Habla en la cancha. Habla en el marco. Sabe esperar. Es disciplinado. Es serio. Es riguroso. Sabe cuándo es su momento. Él habla con sus paradones. Él habla con sus tapadas increíbles, como la que permitió que Costa Rica no recibiera un segundo gol en el Mundial Brasil 2014, cuando Uruguay iba ganando 1-0. Keylor estaba ligeramente salido, y regresó, voló, sacó la pelota al tiro de esquina.

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Costa Rica entera se puso de pie por la jugadota de Keylor. De Keylor, podemos aprender muchísimo. Creció en un pueblo que está a pocos kilómetros de donde crecí yo. Él creció en Pedregoso de Pérez Zeledón y yo en San Isidro de El General, la cabecera de ese cantón. Desde que estaba muy pequeño, soñaba con jugar en el Real Madrid. Tuvo un destacado paso por el Deportivo Saprissa, el equipo más popular de este país, aunque yo soy liguista y santista.

Llegó a la segunda división de España. Se partió el lomo defendiendo a su equipo, el Albacete, el mismo equipo en que se dio a conocer Gabelo Conejo, otro gran valor del país. Después le tocó esperar su turno en Levante. El titular era el portero de la selección de Uruguay, Fernando Muslera, un portero inferior a Keylor, aunque sea un poquito más alto. Fue noticia en el mundo entero porque fue, por mucho, el mejor portero del mundial Brasil 2014. Nos salvó frente a Uruguay y frente a Holanda. Fue un gran portero frente a Italia y frente a Grecia. No fue declarado el mejor portero del Mundial porque la FIFA está llena de negocios, chorizos y patrañas. Llegó al Real Madrid en medio de bombas y platillos. Tuvo que chupar rueda, pagar derecho de piso, esperar de nuevo. Ya es un portero superior a Iker Casillas, pero Iker era un emblema del Madrid. Esperó con profesionalismo y con paciencia. Hizo de la perseverancia su aliada impecable. Ahora, Florentino Pérez, ese personaje oscuro, especie de Rico McPato del futbol, sacó las uñas e hizo todo lo posible para traerse del Manchester United a David De Gea, un gran portero, pero no más grande que Keylor, apenas más alto, pero no más grande. Keylor ya sabe que querían en el Madrid a David De Gea, pero no importa. De nuevo, la seriedad, el sentido de compromiso, el espíritu de competencia sana serán lo que muestre Keylor Navas, siempre humilde, siempre diáfano, siempre combativo. Sin embargo, de todo lo que veo en Keylor, lo más hermoso es su relación con Dios: cómo alza los brazos al cielo y le da gracias a Dios cada vez que detiene un penal o tiene una jugada extraordinaria. Es una alegría que tengamos en el equipo más famoso del mundo a un costarricense del que podemos aprender tanto.

Un gran decreto del presidente Luis Guillermo Solís

CAMILO RODRÍGUEZ CHAVERRI

El Guapileño

Hace unos seis o siete años, acompañé desde los medios de prensa una iniciativa de la familia Chacón, de San Gerardo de Dota, para defender la pureza del río que ha sido considerado el más limpio de América Latina, el río Savegre. Recuerdo que tuvimos espacios para defender a este río en Radio Columbia, canal 13, Radio Monumental, Radio Reloj, Radio Centro, Radio Sinfonola, Repretel, Radio Nacional... Para ese tiempo, propusimos que teníamos como país que preservar al menos un río libre de todo tipo de explotación por cada vertiente. Propusimos al río Pacuare por la Vertiente del Caribe y al río Savegre por la Vertiente del Pacífico. Después me di cuenta que ambos ríos nacen en las mismas montañas, en ese páramo mágico, ese bosque enano y onírico, que parece salido de un cuento de hadas, entre el Cerro Chirripó y el Cerro de la Muerte.

Como tengo un periódico en Guápiles, Pococí, desde hace 21 años, conozco la fuerte movilización en Turrialba, donde vivieron mis padres antes de que yo naciera, y la intensa movilización en Siquirres, donde terminé la primaria, en la Escuela Justo Antonio Facio, en memoria del primer costarricense que publicó un libro de poemas. Tuvieron que pasar seis años para que llegara un presidente con la sensibilidad y la autoridad moral para plasmar en un decreto la defensa de estos dos ríos. En nombre de Pablo Chacón, amigo cercano del presidente Solís, y de quienes estuvimos en esa campaña, le digo al presidente Solís “muchas gracias”. Sigo en la lucha por los ríos. Tengo una campaña permanente en radio contra la contaminación de las nacientes de Copalchí de Cartago y de Higuito de Desamparados; una campaña contra la contaminación de los ríos Toro Amarillo y Danta así como la quebrada La Leona en mi

zona, Guápiles; contra la contaminación de ríos y quebradas en Grecia (entre ellos, Poró y Valverde), y ahora contra la extracción inmisericorde de piedras de todos los tamaños de los ríos Chirripó, Blanco, Toro Amarillo y, ojo, cuidado, también del río Pacuare; contra la contaminación del río Loro en Ochomogo de Cartago; contra la explotación excesiva de las nacientes de Los Chorros, en Tacares de Grecia. Tenemos espacios en cuatro emisoras, Radio Columbia, Radio Actual, Radio Gigante, Radio 16 y Radio 89.1 FM, gracias a la visión social y el compromiso ambiental de la familia Alfaro (Columbia), don Max López (Actual y Gigante), don Luis Gustavo Jiménez (Radio 16) y Andrés Quintana (propietario), Javier Navajas Cardenal y Augusto Vega Chavarría (productores) de 89.1 FM. Falta mucho por hacer en materia de preservación y conservación de ríos y nacientes, pero el presidente Solís se ha puesto de pie en defensa del ambiente con la firma del decreto

que defiende a estos dos grandes tesoros líquidos, el río Savegre y el río Pacuare. Si usted no los conoce, vaya, no pierda tiempo. San Gerardo de Dota (donde se aprecia mejor el Savegre) es un paraíso, un rincón de cielo que Dios nos regaló. Y Turrialba y Siquirres (por donde baja el Pacuare) tienen paisajes hermosísimos. Presidente Solís, muchísimas gracias. Qué gran decreto. Con todo respeto, lo insto a hacer algo similar para defender a los cuatro ríos de Limón que están sufriendo un gran deterioro ambiental, el Chirripó, el Blanco, el Toro Amarillo... ¡y otra vez el Pacuare! (en cuanto a este río, el decreto del visionario presidente Solís es un gran paso, pero no es suficiente). Sé que don Luis Guillermo tiene la entereza y la sensibilidad para defender estos ríos hasta las últimas consecuencias. No hay supuesto progreso ni crecimiento que puedan servir de pretexto para la destrucción de nuestros ríos.


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