Guapileño #215

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Alarmante robo de ganado

“Urge arreglo de la ruta 32”

En Guácimo y Pococí

Pablo Heriberto Abarca, CANATUR

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JORGE EMILIO ESPINOZA AÑO XX ◆ Número 215 - 2015

El Periódico de la provincia de Limón

Alcalde de Pococí se defiende PÁGINAS 6-7

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DIPUTADO GERARDO VARGAS

“Pococí necesita hospital nuevo” PÁGINAS 24-25


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El Guapileño

El impecable amor de una mujer

POR FLORYBETH SOLÍS

“Te llevo siempre conmigo Te llevo en mi corazón Llevo tu corazón Lo llevo en mi corazón”

E.E. Commings

Pocas veces a las mujeres se nos reconoce por lo que somos. Y en realidad, por gracia de Dios, las mujeres hacen mucho y dan sin medida. Quienes hemos experimentado el profundo y desinteresado amor de una madre el cual viene intacto desde las abuelas, sabrán a qué me refiero. Por eso las elogio, por eso las admiro, por eso las amo. ¡Son tantas las mujeres en mi vida a quienes admirar y con quienes compartir! En estas relaciones tan cercanas hay altos y bajos, porque es lo natural. Todas somos criaturas diferentes pensamos y actuamos de formas diferentes y a veces somos testarudas. Pero al final de los embrollos en que nos metemos, terminamos perdonando y reconociendo nuestra culpa.

Esa es la verdadera forma de vivir en paz con nuestras familias, amigos, vecinos y con nuestras conciencias. En ese ir y venir de nuestras vidas, nos enfrentamos infinidad de veces al dolor. El dolor es, decía San Juan Pablo ll, un misterio y los misterios causados por el dolor no se analizan porque son muy abstractos, pero sí se sienten en lo mas profundo del alma y del corazón. Pocas veces en mi vida he tenido el corazón tan transido de dolor causado por tener a dos amigas— hermanas y a dos familiares, todas ellas mujeres excepcionales, sufriendo enfermedades realmente graves. Las cuatro llevan dentro la fe y la confianza obtenidas del amor profundo a Nuestro Señor Jesucristo. Han sido siempre generosas para con el prójimo y han mostrado que vale la pena vivir en oración y en entrega incondicional a la voluntad de Dios. Su paz espiritual nos da una lección de vida y nos invita a imitarlas. Puedan o no superar su estado físico actual, habrán vivido, soñado, amado, compartido y rezado a sabiendas de que el único dueño de su vida terrenal es Dios, como también lo será eternamente en el cielo. Quizás ninguna de ellas lea este artículo, sin embargo se los dedico y les doy gracias por haberse quedado tanto tiempo como personas ejemplerizantes y pletóricas de amor. Quiero parafrasear lo que dice E.E. Commings, encabezando lo escrito anteriormente, como una verdad de fe: ¡Las llevo siempre conmigo Las llevo en mi corazón Llevo sus corazones Los llevo en mi corazón, amigas!

Pan de amor Por Florybeth Solís Q.

Nada más agradable y delicioso que una tajada de un buen queque casero hecho especialmente para las mamás en su día. Pruebe esta receta.

Queque de café

(Es una receta grande) Ingredientes: Dos barras de margarina Dos barras de mantequilla Dos tazas de azúcar Cinco cucharaditas de polvo de hornear Cuatro tazas de harina Una y cuarto tazas de café tinto Cuatro cucharadas de licor de café (si es posible conseguirlo) Una taza de pasas (opcional) Ocho huevos grandes Una cucharita de vainilla Preparación: Precaliente el horno a 350°F (175°C). Creme bien las grasas con el azúcar. Agregue los huevos uno por uno y luego la harina cernida con el royal intercalando con el café y el licor. Por último agregue la vainilla y las pasas enharinadas y vacíe en molde rectangular grande o en 2 redondos engrasados y enharinados. Hornee por aproximadamente 45 minutos (depende de su horno). Vacíe a platón o tabla cuando esté tibio. Lustre de caramelo Creme tres barras de margarina con una lata de leche condensada cocinada(o comprarla lista). Agregue poco a poco

dos y media tazas de azúcar en polvo y bata bien por unos 6 a 7 minutos. Por último agregue tres cucharadas de ron oscuro y vuelva a batir hasta tener la consistencia deseada. Este lustre también sirve como relleno. Consultas al 2710-0523.

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Periodico El Guapileño

Diseño: Oswaldo Cojal E. Impreso en Grupo Nación


El Guapile単o

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El Guapileño

RAFAEL GALLO PALOMO

El papá de Ríos Tropicales

Abel Rojas y Aníbal Obando. Han sido guías. Han conocido el mundo. Ahora Dina Fuentes, la ex esposa de Aníbal, está al frente de su albergue. Lo maneja con la misma sabiduría con que sacó adelante a sus quince hijos.

CAMILO RODRÍGUEZ CHAVERRI

El Guapileño

El primer título que quise para este artículo fue “El maravilloso loco de El Bajo de El Tigre”, pero después me dio miedo que pareciera irrespetuoso. No lo puse de título pero lo utilicé para arrancar porque sólo los locos transforman el mundo, y sólo las locuras espléndidas y grandiosas nos hacen cambiar. Las locuras de este personaje han sido magníficas para Costa Rica. Son locuras ecologistas y deportivas. Son locuras fuera de serie. Locuras que han sido alegrías y bellas sorpresas para nuestro país. Cuando uno se encuentra con Rafael Gallo, no se imagina que tiene más de 50 años de edad. Parece un muchacho grande, un adolescente sin edad. La aventura lo ha soplado con su magia y su fuerza.

Reservas con apoyo de amigos

Después, Rafael Gallo convenció a una serie de amigos para que colaboraran con su proyecto conservacionista. Le compraron una finca a “Perico”, otro personaje de la zona, y a Miguel González, en cuya finca construyeron el “Centro de Aventura”. A esa propiedad la bautizaron “Finca El Tigre”. En 1989, publicó un libro en inglés sobre los ríos de Costa Rica. Sabe muchísimo sobre estos templos vivos, serpenteantes, inconmesurables que son los ríos… Dice que el Sarapiquí es muy accesible y suscita una experiencia ecológica, que el Pacuare permite una experiencia llena de aventura, al igual que el Chirripó Atlántico, que es hasta más bonito, pero de difícil acceso.

Gallo y Palomo

Rafael Gallo Palomo tiene nombre de un personaje de Gabriel García Márquez. Y le hace honor al nombre. Parece un héroe salido de una novela de aventuras. Nació en Estados Unidos, de padres salvadoreños. Creció en El Salvador. Cuando la situación política de su país empeoró, sus papás lo mandaron a estudiar a Estados Unidos. Estudió Ingeniería Industrial en la Universidad de Tennessee. Un día, un amigo lo invitó a un paseo. Así se montó por primera vez en una balsa sobre un río. Después fue parte de una aventura de dieciocho días por el río en El Gran Cañón. Luego anduvo con sus amigos en los ríos de Wyoming, Idaho, Washington State, en Estados Unidos, así como por muchos Estados de Canadá.

Deportista y defensor de los ríos

Un río lo hechizó

Le hablaron especialmente de dos países: Nueva Zelanda y Costa Rica. No tenía dinero para irse para Nueva Zelanda. Tampoco para Costa Rica. Se fue en vehículo de Tennessee a Florida, donde vivían sus papás, que habían tenido que abandonar El Salvador. El papá era ingeniero agrónomo. Le dio un trabajillo, “una chamba”. Le pagó setecientos cincuenta dólares. Con esa plata se vino para Costa Rica. Poco después, conoció el río Pacuare, lo cautivaron sus aguas tibias y la exuberancia del paisaje. El Pacuare lo hechizó. Supo que quería quedarse aquí para siempre. Trabajó en Costa Rica Expediciones, empresa enfocada en traer turistas extranjeros. Pero soñaba con tener una empresa propia para mostrarle sus ríos a los costarricenses. Su amigo Fernando Esquivel, mitad salvadoreño, mitad costarricense, con quien había estudiado de niño, ya vivía en Costa Rica y lo convenció de que iniciaran la empresa juntos. Se fue para Estados Unidos. Su papá le prestó su carro, y manejó de Florida a Tenesse para comprar el equipo necesario y arrancar su empresa. Lo acompañó su amigo Jimmy Nixon. Sólo llevaba plata para dos balsas. Allá le dijeron que tenían otra balsa usada para venderle. Gallo dijo que no tenía más dinero. Y Jimmy, su amigo, replicó, “si querés, yo compro esa balsa y me metés de socio” Así lo hicieron.

Echar a andar la empresa

Rafael se vino dos días antes que Jimmy para mover los trámites. Cuarenta y ocho horas

después, su amigo llegó a Costa Rica con catorce bultos. Contra todos los pronósticos, pasó bien por los puestos de aduana. Entonces, arrancó la empresa. Fernando Esquivel se fue a California a capacitarse como guía. A Jimmy Nixon le ofrecieron trabajo como piloto de TACA, donde sigue treinta años después. Rafael Gallo se vio solo en la empresa. Llamó a sus viejos amigos de andar en ríos, una pareja de gringos escaladores y aventureros, Earl y Glena, quienes todavía son pareja tantos años después. Ahora sí, arrancó la empresa en serio. Estamos ante el nacimiento de Ríos Tropicales. La empresa que nos ha permitido explorar esas venas vivas de la tierra que son los ríos. Solo había una entrada para Pacuare y era parte de una licencia exclusiva de Costa Rica Expediciones. A Rafael Gallo le tocó explorar otros ríos. Es el gran descubridor del río Sarapiquí, con estos fines. También anduvo el Chirripó Atlántico, el Balsa, el Toro Amarillo, el Peñas Blancas, el Telire…

Eran tres horas de viaje por Vara Blanca, en pésimas condiciones, en una calle sin asfalto. Después encontró otra manera de ingresar al río Pacuare. Bajaban todo el equipo con los bueyes de José Abel Rojas, “Choto” y “Chimbolo”. Acampaban en el playón del río, en la propiedad de Aníbal Obando. Posteriormente le compró ese terreno a Aníbal. Su esposa en ese entonces era Dina Fuentes. Tuvieron quince hijos. Dina vuelve a aparecer más tarde en esta historia. “El Indio” García le hizo el primer rancho, con el cual dejaron de usar toldos para las tiendas de campaña. “El Indio” también le hizo el segundo y el tercer rancho, con los cuales dejaron de acampar. Ahí mismo conoció a Miguel “Culebra”, otro personaje de novela. Miguel “Culebra” era de Guadalupe, pero había ido a meterse al monte. Se dedicaba a dos actividades: hacía canastos de mimbre y atrapaba serpientes terciopelo. De tiempo en tiempo, salía a vender los canastos y las víboras. Su cliente con las tobobas era el Instituto Clodomiro Picado. Rafael le compró la propiedad a Miguel “Culebra”. Así se fue haciendo más grande su reserva privada, que en la actualidad consta de ochocientas hectáreas. Con Rafael han crecido laboral o profesionalmente los hijos de José

Rafael Gallo Palomo, fundador de Ríos Tropicales.

Pacuare y Sarapiquí

Su empresa arrancó con el río Sarapiquí.

Ha estado en tres campeonatos de rafting en 1991, 1998 y 2011. En 1992, participó como entrenador en Barcelona en el campeonato mundial de kayak. Está en el salón de la fama de los deportes acuáticos. Desde 1986 hasta 1994, fue entrenador en Angostura, donde se preparaban los mejores deportistas del mundo. Eso se acabó con el proyecto hidroeléctrico del ICE, el cual considera responsable de todo un desastre ecológico. Rafael y su hermano Víctor, quien también es aventurero, acamparon durante varios días en el cañón de dos montañas, para que no ocurriera otra catástrofe. Teófilo de la Torre y Hernán Bravo negociaron y aceptaron que se realizara, por primera vez, un verdadero estudio de impacto ambiental. Rafael atribuye a Pedro Pablo Quirós el hecho de que en el Reventazón no hubiera ocurrido una devastación como la que se dio en Angostura. En su caminar por el mundo ha promocionado a Costa Rica en el segmento de turismo de aventura y las ferias internacionales, y lo ha posicionado en esta categoría. Es presidente de la Red de Reservas Naturales Privadas que tendrá el Congreso de la Alianza Latinoamericana de Reservas en Costa Rica en el mes de noviembre. Ha sido tan valiente en la defensa de lo mejor de Costa Rica, que hasta ha bajado en balsa por el río Torres, con la esperanza de que su protesta sirva para combatir la doble moral que vivimos en materia de ambiente, que permite que contemos con los ríos más limpios de América, entre ellos el Savegre, que nace al otro lado de la montaña y es como gemelo del Pacuare, y también con los ríos más sucios del continente. Entre ellos el Torres y el María Aguilar. Rafael Gallo Palomo le hace honor a su nombre: es un personaje fuera de serie, digno de un libro. Su espíritu aventurero ha sido una bendición para el Caribe costarricense y especialmente para nuestros ríos indómitos, bellos, mágicos e ingobernables, nuestros ríos que son aletazos mojados de Dios en esta tierra verde, en esta zona rica y hermosa donde vivimos y soñamos.


El Guapileño

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El Guapileño

“La verdad de los hechos” guerra, la política y el amor, todo se vale”, lo cual no comparto. Esa forma de tratar de sacar del camino a los contrincantes o adversarios políticos no es leal, no es legal y no es justa.

MSC. JORGE EMILIO ESPINOZA VARGAS

Especial para El Guapileño

Después de tomar el tiempo apropiado para analizar con calma las circunstancias en torno al reportaje presentado por el periodista de Telenoticias Canal 7, después de pedirle al Todopoderoso me aclarara la mente, el corazón, el espíritu, y acompañado del consejo de mi señora esposa, mi amiga y compañera de vida, salgo a la opinión pública, gracias a este reconocido medio de comunicación escrita, Periódico El Guapileño, originario de nuestra comunidad, y de circulación provincial, y dirigido por el periodista Camilo Rodríguez Chaverri, como lo he hecho también en Canal 36, para que hablando en familia, podamos aclarar las dudas y buscar la verdad. Este diario leído por la mayoría de los vecinos (as) del cantón me ofrece una oportunidad objetiva y neutral, lo cual agradezco, para exponer lo que denomino “La verdad de los hechos”. Cómo es por todos (as) conocido, ampliamente divulgado y comentado, en el mes de abril anterior, el periodista Greivin Moya hizo varios reportajes en Canal 7 en donde señaló supuestos hechos irregulares en la forma en que me pagaban mi salario como Alcalde de Pococí, acudo al diario en este momento, después de solicitar en reiteradas ocasiones mi derecho a la respuesta en el noticiario de Canal 7 y no haber recibido respuesta alguna. Era mi interés en la supuesta entrevista que me realizaría el Señor Moya, en mi oficina el miércoles 22 de abril, cita a la que no acudió, no se presentó, se dedicó a realizar consultas y entrevistas a otros personeros afines a la municipalidad, como al señor Freddy Hernández Miranda, Presidente Municipal; a la Auditora Municipal que la entrevistó en la Municipalidad, y yo aún lo estoy esperando en mi oficina. Como decía, mi objetivo era aportarle mi versión de los hechos, apoyada en la prueba documental que la respalda y de esa manera aprovechar mi derecho a la defensa y el descargo público de “La verdad de los hechos”, pero me dejó con las pruebas en las manos. Apegado al consejo de mis abogados, de mi familia y amigos (as), que gracias a este triste episodio ahora sé quiénes lo son y quiénes no lo son, vengo ahora a contarles cuál es la verdad.

Primera verdad de los hechos

Lo primero que debo afirmar es que algunas personas, aprovechando el anonimato, desplegaron todo un montaje político, calumnioso, injurioso, alejado de la verdad, con el afán

Cuarta verdad de los hechos

de poner en entredicho mi nombre y mi honestidad. La señora Auditora de la institución, como subalterna del Concejo Municipal y a solicitud de este, en el año 2014, realizó una investigación, sobre la forma y monto de pago correspondiente para el Alcalde, incluido el respectivo pago de la denominada “prohibición” para el ejercicio de la profesión. La señora Auditora rinde el respectivo informe al Concejo Municipal, después de realizar las consultas respectivas ante la Procuraduría General de la República, que le indicó mi derecho a recibir un monto correspondiente al sesenta y cinco por ciento (65%) del salario base como compensación por la prohibición para ejercer mi carrera como profesional, con un grado de maestría en administración educativa como lo establece La Ley contra la Corrupción y el Enriquecimiento Ilícito en la Función Pública, N° 8422. Con base en esa disposición, la auditoría municipal brinda su dicta-

men y archiva el caso. Esta es la primera verdad de los hechos, que consta en las actas de las sesiones del Concejo Municipal de aquel momento, y no como lo mencionó el periodista Greivin Moya, que había salarios abultados para el Alcalde de Pococí.

Segunda verdad de los hechos

Algunos miembros del Concejo Municipal no compartieron el informe de la señora auditora. Como no quedaron conformes con ese dictamen respaldado por el criterio de la Procuraduría General de la República, promovieron una moción, la cual fue aprobada, para contratar los servicios de tres abogados externos a la institución, por un monto de seis millones de colones, obviamente dinero que no aportaron los impulsores de la moción, sino que solicitaron a CAPROBA dicha contratación. La tarea asignada a este

cuerpo investigador era la misma: determinar que el suscrito no tenía derecho a percibir el monto indicado por la prohibición para el ejercicio de mi profesión, que la Procuraduría indicó se debe considerar como “liberal”, pero, además, se pretendía determinar la existencia de una “acción dolosa” de mi parte en el acto para el cálculo del salario. Dicho órgano investigador “particular” emitió un informe al Concejo Municipal indicándoles que determinó que no existía ni culpa, ni dolo, ni falta grave alguna de mi parte en el acto señalado como irregular. De igual forma, dicho criterio no fue del agrado de algunos miembros del Concejo Municipal que promovieron dicha investigación, por lo que tomaron un acuerdo y lo remitieron a la Comisión de Jurídicos que estaba conformada por cuatro regidores donde ninguno es abogado y la cual nunca sesionó con el quórum completo, según consta en actas, y dicha comisión presentó un informe de minoría.

Tercera verdad de los hechos

Aquí debo indicar que lo que realmente se fraguaba detrás de esas acciones, no era más que la idea de encontrar una “excusa” para quitarme las credenciales como Alcalde y también se incluyó a la Señora Celenia Cordero, Vice Alcaldesa de Pococí, ambos electos en forma popular, para que de esta manera, y en aplicación de lo dispuesto en el Código Municipal, dicho puesto fuera ocupado por el presidente municipal. Por cierto, debo agregar, eran comentarios que ya se escuchaban en cantones vecinos, lo cual causó preocupación y sorpresa. Todos sabemos que nos encontramos en un periodo electoral para los puestos Municipales, por lo que es fácil de entender, que es común que algunos (as) tengan una manera “particular” de hacer campaña política, algunos recurren al viejo dicho de que “en la

Nada más analicen: se convocó a una sesión extraordinaria un día sábado en la noche, (eso cuesta plata de todos y todas los y las contribuyentes), donde no todos los miembros fueron convocados por parte de la Secretaría del Concejo, como lo establece el Código Municipal. En dicha sesión actuaron como jueces y parte para la toma de decisiones. Dos miembros de la Comisión de Jurídicos presentaron el informe de minoría, lo cual no era correcto hacer de acuerdo con el Código Municipal. Los acuerdos tomados no me fueron notificados ni tampoco a mi asesor legal. Esto demuestra el manejo politizado del asunto. No se respetó el Debido Proceso establecido por la Constitución Política, la Convención Americana de Derechos Humanos y demás legislaciones costarricenses. Acordaron elevar la causa sin mi respectiva defensa, ante el Ministerio Público, ante la Contraloría General de la República y ante el Tribunal Supremo de Elecciones para solicitar el retiro de mis credenciales. Esta última instancia resolvió esperar la resolución de la Contraloría, demostrando un total desconocimiento del procedimiento y la ley por parte del Concejo Municipal que no está autorizado para realizar dicha petición. Por otra parte, estoy a la espera de que se resuelva el Recurso de Apelación presentado por mi persona ante el Tribunal Contencioso Administrativo Sección Tercera, para que decrete la nulidad de todo lo actuado en mi contra por parte del Concejo Municipal y no me cabe duda que será declarado con lugar pues nunca se respetó el debido proceso. Pareciera que algunos regidores que integran ese Concejo Municipal desconocen la ley. Es lamentable que esta situación demuestre que en esta institución existen personas con pocos principios y valores éticos, que se han dedicado a sacar provecho personal. Las elecciones que se avecinan deben ser tomadas de manera seria y de forma responsable por los (las) electores de nuestra comunidad. Hoy más que nunca debemos conocer lo mejor posible a quienes postulan sus nombres para ocupar los cargos en el Concejo Municipal y la Alcaldía. Debe ser gente probada, con verdadera preparación para cumplir las funciones propias de la Administración Pública y así impulsar el desarrollo de nuestro querido cantón.

Quinta verdad de los hechos. Mi trayectoria de trabajo, esfuerzo y honradez

A Dios gracias, fui electo para ocupar el puesto de Alcalde de Pococí por una amplia mayoría de votos sobre los otros candidatos. La gente confió en mí y puedo manifestar que, de igual forma, a Dios gracias no los he defraudado. Son muchos los proyectos y obras realizadas en cada uno de los Distritos, de lo cual ustedes son testigos, las personas que conocen mi labor, la cual respaldada por un equipo de funcionarios (as) municipales comprometidos con su trabajo me han permitido mejorar sustancialmente la administración y la obra pública municipal. Cualquier ciudadano (a) interesado (a) puede acudir a las oficinas de nuestra institución y pedir la información que tenga a bien y evacuar sus dudas. La información sesgada e infundada, a lo que no me han dado oportunidad de refutar en Canal 7, ha confundido a muchos, a otros tantos los han manipulado para crear la peor imagen de mi persona,

de la Alcaldía Municipal y de mi gestión, para lo cual tengo los documentos probatorios necesarios que respaldan mi verdad. Como se dice en el lenguaje popular, “los papelitos hablan” y “entre cielo y tierra, no hay nada oculto” decían los abuelos (as), y así lo creo. Tengo mi conciencia limpia y tranquila. Nunca realicé acción dolosa o culpable en toda esta nube de dudas que mis adversarios han promovido. Si existió algún error en el asunto, no fui yo quien lo promovió y menos quien lo realizó. Puedo salir y así lo hago cada mañana, hacia mi trabajo, con la frente en alto. Cuento con el apoyo de mi familia y de mis verdaderos amigos (as), lo cual les agradezco. Yo no llegué a trabajar como Alcalde Municipal por necesidad. Gracias a Dios, humildemente, lo hice porque allegados y vecinos me plantearon tal posibilidad, y consideré que podía aportar “mi granito de arena” a la causa de mejorar la administración y la acción municipal. Tomé el reto porque aquí nacieron mis hijos, aquí inicié mi vida laboral como profesor en el Colegio Técnico

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Profesional de Pococí, aquí desarrollé mi vida profesional y obtuve todo lo que tengo… Eso, y el nombre que he forjado con esfuerzo y mucho trabajo, siempre como funcionario público y luego como pequeño empresario y profesional agropecuario, valen mucho más que cualquier salario, como dice el eslogan de una publicidad por ahí, “eso no tiene precio”. Mi familia, mis vecinos, mis amigos (as), y, sobre todo, por tantos y tantas estudiantes que pretendí inspirar para salir adelante a puro trabajo y dedicación, me conocen, saben quién es Jorge Emilio Espinoza Vargas, conocen mi forma de actuar y saben el trabajo que he intentado realizar. Estoy orgulloso de todo lo alcanzado en esta administración, como se titulaba el educativo cuento de Manuel González Zeledón (Magón) “Para justicias el tiempo”, lo que no se vale es jugar y ensuciar el nombre de una persona que solo ha querido servir, y menos se vale dañar a su esposa, hijos y familia. Desde mi llegada a la Municipalidad, encontré muchos adversarios, personas acostumbradas a hacer lo que “querían” en sus labores y, sobre todo, que se aprovechaban de diversas formas de su investidura. Enfrenté ataques directos y persecuciones por tratar de cambiar ciertas prácticas y costumbres que consideré inapropiadas para la institución. Y eso llevó a que se me levantaran acusaciones falsas y comentarios infundados sobre todo valiéndose de los medios virtuales y el anonimato. Queda claro que ese reportaje de Canal 7 lo que pretendía era que mi persona y las vice alcaldesas nos fuéramos a llorar a la casa, pero, como dije, la verdad siempre sale a flote. Por eso, voy a luchar hasta el final para aclarar estos hechos, y por supuesto ejerceré mi derecho a la defensa de mi nombre en todas las instancias posibles, hasta que toda la comunidad tenga clara esta historia. No parece fácil, pero soy de los que no se rinde. Aclarados los hechos llegaré hasta donde sea y contra quien sea para establecer las responsabilidades que corresponden de hecho y por derecho. Creo en mi país y nuestra administración de justicia. Será ahí donde finalice esta patraña contra mi vida. Serán los Jueces de la República los que emitan su veredicto.

Sexta verdad de los hechos: Jubilación

Antes de asumir mi puesto de Alcalde en el año 2011, acudí a la Junta de Pensiones del Magisterio para hacer las consultas respectivas sobre mi nuevo cargo como funcionario público y su viabilidad en relación con mi pensión. Ahí me indicaron, con documento escrito, que con base en el Voto N° 10558 de la Sala Constitucional del año 2010, se dictaminó que podía laborar como Alcalde y seguir recibiendo el monto de mi pensión obtenida conforme a la ley. Dicho voto se mantuvo vigente hasta finales del año 2011. Posteriormente, a finales del año 2014, la Junta de Pensiones, por medio de un correo a mi dirección electrónica, me comunica un cambio en dicha situación, en

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razón de una nueva resolución de la Sala Constitucional y un nuevo Voto con un cambio de criterio, diferente al anterior. (Adjunto documentos que demuestran lo antes dicho). Claro, saltó la duda ante consultas que realicé a profesionales en Derecho, para saber si era posible cambiar tal situación. Encontré diferentes criterios. Algunos dijeron que consideraban que, a la luz de “El Principio de la irretroactividad de la ley”, eso no debiera ser, es decir, que las leyes y los fallos de los tribunales pueden cambiar las condiciones del trabajador para mejorarlas, no para perjudicarlo. Parece que ese cambio se presentó mucho antes del momento en que fui notificado, desconozco el motivo del cambio y, sobre todo, el porqué la Junta de Pensiones no me notificó de inmediato ni a mí, ni al Departamento respectivo de mi nuevo Patrono. Fue tres años después de que se dio el cambio que vinieron a informarme. De lo anterior debo alegar, que no fue mi responsabilidad de tal situación, sino del departamento respectivo de la Junta de Pensiones, que me brindó por escrito una información diferente, mucho tiempo antes. A raíz de esta situación, ante la inminente confusión y posible responsabilidad, acudí de inmediato ante un profesional en Derecho y presenté el respectivo proceso ante los Tribunales de Justicia, contra el Ministerio de Trabajo y la Junta de Pensiones, a fin que se establezca lo que corresponda, la viabilidad indicada de gozar de mi merecida pensión. Sobra indicar que soy respetuoso de la normativa vigente y de los criterios de la administración de justicia de nuestro país, por lo cual desde ya manifiesto, mi disposición a acatar lo que se disponga en la resolución correspondiente. Ahí dejo mi Verdad de los Hechos, para que cada ciudadano (a) analice y medite. Esos hechos que califican como irregulares, como indiqué, fueron investigados desde el año anterior (2014) y el resultado fue el que expuse. No les parece con todo respeto que es “muy curioso o conveniente” que salga un año después a la “luz pública”, cuando es inminente la posibilidad de que mi nombre sea tomado en cuenta para la candidatura para un nuevo período en la Alcaldía y en un momento en que las consultas indican tener grandes posibilidades de mi reelección. Quiero terminar agradeciendo a Dios por mi salud, por mi familia y amigos (as) verdaderos, por mis ex alumnos (as) que saben que siempre inculqué principios y valores como honradez, responsabilidad, trabajo y esfuerzo. Todos saben que nunca he actuado de manera irregular. Fueron millones de colones los que administré como funcionario responsable del Colegio Nocturno y muchos proyectos en el Colegio Técnico Profesional de Pococí, sometido siempre al control y auditoría de mis superiores. Jamás tomé lo que no era mío y por eso considero que el Creador me ha bendecido. Jamás imaginé verme envuelto en tal escándalo y menos de una manera tan vil y tan sucia, pero, como dije, “para justicias el tiempo”.


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El Guapileño

PABLO HERIBERTO ABARCA, PRESIDENTE DE CANATUR

“Urge reparar la ruta 32 en el sector de montaña. Es un cuello de botella”

v“En turismo, debemos ver el ejemplo del Caribe Sur”

CAMILO RODRÍGUEZ CHAVERRI

El Guapileño

-Pablo Heriberto Abarca es un personaje del turismo y de la política que admiro mucho. Cuando tenía solo 19 años, escribí un artículo sobre él en CANARA. Era sobre cómo un joven podía proyectarse. Y hoy estamos viendo esa proyección. ¿Dónde nació? ¿Dónde creció? -Nací en Turrialba. Crecí en Tres Equis de Turrialba. Después viví un tiempo en Siquirres.

-¿Qué significan sus papás y sus abuelos? Hablemos de esas personas que marcaron en sus inicios, la vida de alguien que, siendo tan joven, ha llegado tan lejos. -Hay que empezar desde mi bisabuelo, Don Delfín Abarca Moreno. Fue todo un pionero. Un hombre que tuvo diecisiete hijos. La mayoría de ellos están vivos. Con ellos inició un pueblo que hoy es un distrito: Tres Equis de Turrialba. A partir de ahí, nació Ganadería Tres Equis. Empezó a donar terreno para la escuela, para la iglesia. Luego, destaco los esfuerzos de mi abuela Emilce y mi abuelo Heriberto para hacer el colegio. -¿Don Heriberto es uno de los diecisiete hijos de don Delfín? -Así es. En algún momento se separa de sus hermanos. Les reparte a todos en efectivo. Él se deja una deuda con una propiedad, “Linda Vista”. Es la cuna del mejor pie de cría de los toros de casta.

Los toros de lidia

-¿Cómo fue que surgió todo lo de los toros de casta en su familia? ¿Cuándo surgió y por qué? -Hace unos treinta años. Decidieron comprarles a algunos ganaderos. Entre ellos, el ganadero más importante que era don Beto León. Se le compraron algunas vacas para empezar a hacer cruces con toros de lidia. Eso se combinaba con toros de cría y lecheros. A partir de eso el hato empezó a creer. Después del 90, se decidió ir a México a traer toros puros. Por primera vez, en el año 91 se adjudicó Zapote completo a don Heriberto.

-Es difícil manejar toros de lidia. ¿Es un trabajo más complicado que cualquier otra cría? -Sí. Tienen que hacerse adaptaciones importantes en las fincas. Son animales muy temperamentales, pero que en manada, si se tienen las condiciones adecuadas, pueden ma-

nejarse fácilmente. Eso fue un proceso de adaptación de quince años en las fincas, donde se requieren carriles diferentes, portones ubicados estratégicamente. Tiene que haber miel y sal. Tiene que haber una recompensa para que ellos quieran volver al corral. También murieron muchísimos caballos en ese aprendizaje, sobre todo cuando las fincas estaban iniciándose. Había charral. Algunas veces se metían ahí y era donde costaba un poco sacarlos. Cuando salían a la parte abierta, les era muy fácil golpear un caballo.

Don Heriberto y Doña Emilce

-Usted creció muy cerca de la finca de sus abuelos. ¿Cómo lo marcaron sus abuelos? -Yo crecí en las fincas. Crecí en la finca Tres Equis y en otra finca que habíamos comprado en Pacuare. Ahí vivimos dos años. Mi papá no me jalaba mucho a la finca, pero don

Heriberto si me jalaba muchísimo. Coincidió que en aquella época él era candidato a diputado. Más que el ejemplo del ganadero que obviamente vivía todos los días, el saber que hay que pagar el crédito del carro, el crédito de la finca. También conocí con él, la necesidad comunal. Recorrí con él prácticamente toda la provincia de Cartago.

-Conocí Grano de Oro por usted. Usted fue la primera persona que me habló de del distrito Chirripó, que es el más pobre del país. -Así es. Es el más pobre del país. Además, no tiene una priorización ni en la provincia ni en el país. Cuando usted ve un gráfico del desarrollo turrialbeño, hay una distorsión gigante que es Chirripó. No debería ser un problema, debería ser una prioridad. Pero ese es un tema de la parte política. Es parte de lo que hay que ir apuntándole a cambiar. Volviendo al tema de don Heriberto. Adicional al

tema ganadero y a la parte política, don Heriberto permitió que se empezara a hacer el rafting en el río Pacuare a través de la finca de él. Un empresario llegó a tocar la puerta un día. Le pidió de favor que le dejara bajar en el río y pasar por su propiedad. Don Heriberto no le cobró. A los años ellos dos se pusieron de acuerdo en un monto. Esto para que se le diera mantenimiento al camino. Así es como nace el rafting en el río Pacuare. Hoy es una actividad turística muy importante. Junto a eso, en una finca que está en Caño Blanco de Siquirres, don Heriberto dona una gran parte de su terreno, hace un esfuerzo económico extraordinario y se abre el camino que permitió el desarrollo turístico hacia Parismina y Tortuguero antes de que se hiciera La Pavona. En eso también estuve, desde el comienzo del camino. Recuerdo que los caballos se pegaban en el camino. Imagínese. Hasta cuando ya estaba el desarrollo del negocio. Se trata de un negocio turístico con cabinas, con estación de servicio. Todo eso fue un aporte turístico de mi abuelo. Esos dos aportes turísticos obviamente me marcaron. Eso en términos de conocer cómo se maneja un negocio. Posterior a eso fui gerente de una empresa de un tío, una empresa de transportes en Turrialba. Eso me llevó hace ocho años a ser miembro de la Junta Directiva de la Cámara de Turismo de Turrialba. Entré como vocal y desde hace cuatro años soy presidente. El 12 de mayo del año pasado llegué al Crown Plaza sin la menor idea que iba a salir electo como presidente de la Cámara Nacional de Turismo. Es la primera vez en la historia que una cámara regional asume la presidencia, lo cual implica un reto extraordinario en términos de que en la cámara no se sentía en un trabajo nacional, sino más bien localizado en el Valle Central. Esa tarea no digo que la estamos logrando al cien por ciento, pero si estamos haciendo un gran esfuerzo. Hay zonas muy difíciles de cubrir en términos de necesidades como Guanacaste, pero sobre todo porque hay un descuido nacional. Y, además, hay desubicación de las prioridades. Obviamente una carretera es importante, pero nada hace uno con una carretera si no hay agua.

El ejemplo del Caribe Sur

-Nosotros estuvimos muy cerca cuando usted estaba en Siquirres y yo en Guápiles. Usted conoce la realidad de Siquirres, Guápiles, Turrialba... ¿Cuál es la realidad del turismo hoy? ¿Cómo llevar turismo a todas esas zonas bellísimas que tienen pocas oportunidades? -La realidad del turismo es que ya el modelo dejó de ser un adolescente. Hoy es un adulto. Igual que la Cámara Nacional de Turismo ya tiene cuarenta años. No deberíamos

estarnos regalando nada ni majándonos la manguera. Creo que el tema de solidaridad del sector tiene que crecer. Esto para que avancemos con mayor rapidez. También hay que hablar de una nueva ley general de turismo. Hay que poner nuevas reglas a ese crecimiento que ha tenido el modelo. Ha sido un modelo muy espontáneo. Pero si, ciertamente, hemos tenido reglas que nos han permitido tener un modelo apto, espectacular que es el Caribe Sur. Un desarrollo con un crecimiento apegado a la naturaleza, sin masificación, apegado a la calidad. Así debería ser todo. Obviamente en un destino turístico tiene que haber una cadena por credibilidad. Tiene que haber de todos los segmentos. Pero lo que el país debe cuidar es ese balance que además nos hizo grandes en el 70, cuando empezó esto a caminar mucho más rápido por los parques nacionales. Si a mí me preguntaran cuál zona es la que me gustaría que sea modelo para todo el país, es Caribe Sur.

Problemas de la ruta 32

-¿Qué hay que hacer en Siquirres, en Pococí, para generar desarrollo turístico? - El desarrollo en infraestructura, que no solo beneficia al turismo. Eso es lo que está poniéndoles una traba a esas zonas ¿Cuánto costó hacer La Pavona? ¿Cuánto genera hoy? No es explicable, por ejemplo, cuánto nos está costando los cierres de la Ruta 32. ¿Por qué no hemos podido resolver un tema que lleva años? Usted más que yo sabe cuántos años lleva el problema.

-La carretera se inauguró en el año 87. -Imagínese. No hay una solución al problema. Más que arreglar la parte plana, que la arreglen está bien, pero el problema es la parte de montaña. Ese es el cuello de botella. También veo que hay proyectos gigantes que se salen de lo que hemos tenido en el país tradicionalmente. Alguna gente en el país pide aeropuertos internacionales. No es así. Hay que hacer que los desarrollos sean naturales. Cuando el aeropuerto de Liberia se hizo internacional, el mercado se hizo salvaje. Las comisiones se dispararon. Eso ha costado mucho que se estabilice. Hasta ahora que está nivelándose un poco. Pero hay cadenas internacionales que llegan y distorsionan todo. En el caso de Turrialba, hay un desperdicio. Eso en términos del volcán Turrialba. Es un ícono del cantón, pero tiene unas condiciones paupérrimas desde el punto de vista de acceso. Igual lo tiene el Monumento Nacional Guayabo. También tenemos un lago precioso, Angostura, al que no le estamos sacándole provecho. (La segunda parte de esta entrevista en la próxima edición)


MARCO VINICIO MURILLO MURILLO, COOPEALIANZA

El Guapileño

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Su universidad es la cooperativa

CAMILO RODRÍGUEZ CHAVERRI

El Guapileño

Vengo de un pueblo que se llama Paraíso de Pejibaye de Pérez Zeledón. Somos campesinos. Nos dedicamos a sembrar frijoles o maíz, pero principalmente el café. En esa fila que rodea “el bajo” de Pejibaye, la finca nuestra está a unos ochocientos o mil metros de altura y el café se da en muy buena condición. Así que, desde niños, nos dedicábamos al tema del café, además de sembrar frijol y maíz. Mi niñez transcurrió en la finca, con mis nueve hermanos y con mi papá y mi mamá y con mis otros dos papás. Mi papá se crió con una tía y un tío porque era “hijo natural” y cuando mi abuela se casó, él se quedó con el tío y la tía que eran solteros. Ellos tres se crían como hermanos. Por eso los adopto como mis otros papás y siempre he dicho que yo tengo la bendición de tener dos mamás y dos papás. Fui a la escuela de Paraíso y no hice el colegio. En el campo uno empieza a trabajar desde que nace. Yo siempre les cuento a mis hijas, que a esa edad de la más pequeña (siete años) yo iba a traer las vacas en la mañana y a ordeñarlas. Yo ahora no concibo que mi hija en primer grado de la escuela haga eso. Eso era la vida de nosotros. Es la vida del campo. A los 26 años, me integré a una organización que se llama UPIAV, que es reconocida en el cantón. Al año siguiente, ya era secretario general. Un año después entré al Consejo de Administración de CoopeAgri y estuve dos años. Esas cosas me han marcado y me han ido forjando. Después formo parte de la Junta Directiva del Instituto del Café de Costa Rica. Eso se da a raíz de una lucha de los produc-

tores cafetaleros por una mayor representatividad. Ahí fui suplente, acompañando a don Alfredo Monge, que en aquel momento era presidente del Consejo de Administración de CoopeAgri.

CoopeAlianza

Es una historia que se repite. Yo cuando reviso mi historia digo, “¿y por qué yo estoy aquí?” La conclusión a la que llego es que en la vida hay un rumbo marcado por un Ser Superior. Un muchacho de CoopeAlianza me dijo un día que llegué a la cooperativa, “Vinicio, ¿a vos no te interesa ser delegado de CoopeAlianza?” Yo conozco CoopeAlianza de toda la vida. Soy asociado desde el año 1993, a partir de los 18 años. Entregaba en Pejibaye mis ahorros en una libreta. Había asamblea como cuatro días después, en el Complejo Cultural de Pérez Zeledón, y le digo, “perfecto, si esto a mí toda la vida me ha apasionado, esta es la vida mía”. Esto nace a partir del acompañamiento que yo le daba a mi papá en las asambleas. Mi papá fue miembro del Consejo de Administración de CoopeAgri muchísimos años. Es un tema que por genética siempre me encanta. Llegué. No conocía un alma de los que estaban ahí presentes. Viene el proceso de postulación y tuve que postularme yo mismo y se postularon como treinta o cuarenta personas. Pensé que no tenía ninguna posibilidad de ser delegado, y lo cierto es que llegué a ser delegado y al año siguiente, una persona me estaba diciendo que porque no entraba al Consejo de Administración y dos años después estaba pos-

Marco Vinicio Murillo, presidente de CoopeAlianza.

tulándome para el Consejo de Administración. En esa Asamblea, quedo electo con la mayor cantidad de votos. CoopeAlianza hace asambleas por todo el país y yo no pude ir a ninguna. Imagínese que el día que tenía que ir a hacer la presentación a la pre-asamblea, tuve que ir a internar a mi esposa porque se le quería venir mi hija. Fui y la interné, y me llevé a mis otras dos

hijas conmigo a la asamblea que se extendió. Dije, “no puedo más”, mi hija de cinco años se me estaba durmiendo. Esa es la asamblea a la que llego y soy electo con la mayor cantidad de votos. Ahí empieza mi historia de siete años de estar en el Consejo de Administración. Seis años he presidido. Llego al Consejo de Administración de CoopeAlianza como un director. Mi intención era mantenerme ahí. A los diez meses de ser director, a don Héctor Monge, que era el presidente, se le vencía el período, y no se podía reelegir por un asunto de norma estatutaria que uno puede estar máximo nueve años y tiene que salir por lo menos un año. A los diez meses de estar en el Consejo de Administración se me propone asumir la presidencia de Coopealianza y en mi agenda y mi mente eso no estaba. Ha sido un reto importante, después de eso han salido otros retos importantes, pero me parece que en aquel se planteó muy retador. Creo que la historia después de esos siete años, me dice que las cosas se han hecho bien. No es que yo las haya hecho, sino que se ha podido desarrollar un trabajo como lo habíamos planteado, que los liderazgos ya no son por un tema de liderazgo de una persona, es un tema de sumar fuerzas. Estar al frente de CoopeAlianza significa mucho porque es el gran salto a un reto nacional. Yo era un líder cantonal y CoopeAlianza fue el gran reto a la vida nacional. Está entre las cuatro más grandes del país. El veinte por ciento de las personas que están en una cooperativa en Costa Rica están en Coopealianza. Las cooperativas no son instrumentos para generar riqueza per se, sino que tienen que generar riqueza para un colectivo.

MARÍA DEL MILAGRO CORRALES CHACÓN, COOPESERVIDORES

Brillante segunda generación cooperativista

CAMILO RODRÍGUEZ CHAVERRI

El Guapileño

Muchas gracias. Sin duda es muy importante para mí poder compartir mi testimonio de vida en relación a lo que es el cooperativismo. Vengo de una zona donde el cooperativismo es bastante fuerte, incluso se catalogó como la capital del cooperativismo en el año 2012, que fue el año mundial del cooperativismo. En mi niñez en San Carlos, recuerdo ver cómo un funcionario de la cooperativa de la zona llegaba mes a mes con diferentes artículos promocionales que para todos los niños en esa etapa son bastante valiosos. Esto era con el firme propósito de fortalecer el ahorro. Recuerdo que de la mesada, o de lo que los papás le daban a uno, uno sabía que tenía que guardar algo para ahorrar y a cambio no sólo se me apuntaba en la libreta, sino que también se me daba un artículo promocional, el cual yo atesoraba muchísimo. A partir de ahí empezó a sembrarse la semilla del cooperativismo en mi vida. Creo firmemente en el cooperativismo como una filosofía de vida.

Sé que es la sumatoria de diferentes personas que de manera voluntaria y bajo una misma causa, emprenden un proyecto, y todos nos vemos beneficiados, particularmente soy testigo de eso. Tengo una experiencia lindísima y es que con el paso de los años, después de terminar mi etapa académica, se me abre la puerta en una cooperativa. Es precisamente en lo que me encuentro ahorita que es CoopeServidores. Tengo ocho años y el movimiento de la cooperativa ha sido reflejado también en mi vida. Empecé siendo la muchacha de relaciones públicas. Tenía una meta específica. Años después vimos la necesidad de empezar a proyectarnos, de tener una mayor vinculación a las zonas del país, donde estamos presentes, lo que nos ha llevado a crear y constituir todo un proceso Relaciones Corporativas y Sostenibilidad.

-Usted ha trabajado mucho aquí en el pilar social y el pilar ambiental. -Manejamos una filosofía de triple utilidad. En este caso, hablamos de que cobra el mismo valor y la

misma importancia para la organización el tema económico, social y ambiental. Todas las metas que nos hemos proyectado y que nos hemos previsto a lo largo de este tiempo están ambientadas a esos tres grandes ejes. Podemos dar fe de que los resultados nos han venido favoreciendo. En lo económico, los índices y los números que nos reflejan a nivel patrimonial y a nivel de activos son positivos. Incluso estamos dentro de las cooperativas más grandes en el ámbito nacional. Desde el punto de vista ambiental, tenemos muy buenas noticias también. El compromiso es real, es palpable. Puedo mencionar que sustituimos el cien por ciento de la luminaria a luminaria LED y el retorno de inversión que teníamos previsto, se nos está haciendo corto. Teníamos una proyección de tres años y a cómo vamos viendo los resultados creemos que va a ser dos años. Tuvimos un ahorro en la facturación anual del año 2014 de más de catorce millones de colones. Sustituimos también los servicios sanitarios a los de baja descarga. Nos dimos a la tarea de conversar con

nuestros compañeros del área de negocios con el fin de elaborar una línea de crédito que nos ayudara a estimular en aquellos asociados o personas interesadas la adquisición de este tipo de servicios con algo que llamamos la Línea Eco crédito. -¿Qué significa el cooperativismo en su vida? -El cooperativismo en mi vida significa crecimiento, compromiso, trabajo en equipo. Particularmente creo que los valores del cooperativismo los refleja muy bien la solidaridad, el compromiso social, trabajo en equipo. Son valores que sin duda alguna son palpables no solo en una corriente como es el cooperativismo, sino que tienen que ser valores vitales en el desarrollo de cualquier persona. Me gustan los desafíos. Creo en el cooperativismo, lo vivo, lo siento y es algo que está en mi ADN, cuando se me han venido presentando las diferentes oportunidades, las he querido asumir con mucho compromiso y mucha seriedad porque sé que el cooperativismo impacta positivamente la economía costarricense. El gran reto

María del Milagro Corrales Chacón es un excelente ejemplo de relevo generacional en el cooperativismo. La conozco desde que éramos niños. Nuestras madres son de Cervantes de Alvarado. Ella creció en San Carlos. Es la encargada de comunicación y prensa externa, relaciones públicas y el tema de sostenibilidad en Coopeservidores.

es la perpetuación del cooperativismo. Es tarea de todas las personas que estamos inmersas en el sector promoverlo, ser embajadores, llevar el mensaje para que las nuevas generaciones se sumen y podamos tener cooperativismo muchos años más.


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DIPUTADO LUIS VÁSQUEZ

El Guapileño

“Limón debe planificar su desarrollo”

hectáreas. Además, tiene que haber sintonía con los vientos y ese lugar es Matina, en el distrito de Carrandí. Ahí estaría ubicado el aeropuerto mutimodal de logística internacional. Sería el más grande de la región.

CAMILO RODRÍGUEZ CHAVERRI

El Guapileño

-¿Qué necesita la provincia de Limón después de esta emergencia? ¿Qué es lo que urge? ¿Cómo debemos enfrentar el futuro? -Muchas gracias, Camilo, por este espacio que me permite. Dios bendiga a su persona y a su familia. Tenemos que focalizarnos en una visión de desarrollo para la provincia. Hoy más que nunca tenemos que continuar con lo que he visionado desde hace años, lo cual es convertir a Limón en la capital de logística comercial. Limón tiene todo para hacerlo. Para poder ejecutar esa visión de desarrollo económico y social, tenemos que basarlo en lo hemos denominado “El triangulo del desarrollo empresarial y turístico para Limón” Triángulo porque tiene tres ejes fundamentales. Uno de ellos, ya lo votamos acá en la Asamblea Legislativa: el empréstito que da pie a que la Ruta 32 pase a tener cuatro carriles, algo importantísimo para Limón, pero que significa el desarrollo económico incluso para Costa Rica, pues es por donde pasa el ochenta por ciento de las divisas de este país. El otro es un eje portuario. Aplicar el Plan Maestro elaborado por JAPDEVA. Trasladar todo lo que hay en este momento de cargas y descargas de Limón para Moín. Avanzar con la terminal de Moín, con el puerto de transferencia de carga y para JAPDEVA avanzar en la compra y modernización de las grúas pórticas y todo el complemento portuario, además del puesto 57.

-¿Qué es el puesto 57? -En Moín tenemos una manga de atraque, pero el espejo actual no reúne el espacio suficiente para atender buques post Panamá, que son buques de gran calado que van cruzando el Canal de Panamá. Geográficamente, tenemos una posición estratégica para todo lo que es el Caribe, el CARICOM y demás. Nos volvemos una parte fundamental para el Canal de Panamá y el posible canal seco de Nicaragua. Tenemos que estar preparados para esto. Vamos retrasados, pero estamos avanzando. Hablar del puesto 57 significa ampliar más ese espejo para poder atender dos buques post Panamá mientras tengamos una terminal de contenedores de Moín y un puerto de transferencia de cargas habilitado para atender buques mucho más grandes que los buques post Panamá. Con esto lo que haríamos es que dejamos a Limón sin carga. Al dejar a Limón sin carga, podemos avanzar en el Plan Maestro para convertir a Limón en un puerto con especialidad en cruceros y una marina. Ahí tiene que llegar hotelería, restaurantes, tiendas y demás. ¿Por qué? Porque la ciudad de Limón

-Me gusta porque queda más cerca de Siquirres. Hay que integrar a ese desarrollo a Siquirres, a Guácimo, a Pococí. -Definitivamente. Y con una Ruta 32 ampliada estaríamos viajando a velocidades mayores.

Carretera Guápiles-Oreamuno

Luis Vásquez, diputado.

prácticamente se insertó en el puerto de Limón y no tiene posibilidades de expansión, lo que sí sucede con el puerto de Moín. Si logramos hacer esto con los puertos, en el marco de tener una Ruta 32 a cuatro vías, nos queda el otro eje en el marco del Triángulo de Desarrollo Empresarial y Turístico para Limón, que sería el aeropuerto. Tenemos que modernizar el aeropuerto. Aunque es internacional, es pequeño. Requiere una capa asfáltica nueva, un equipo de aproximación y hay que hacerle un enmallado de protección, según las regulaciones de aeronáutica internacional. Pero este país está frenado en esta área. El aeropuerto Juan Santamaría ya no tiene capacidad. Algunos analistas hablan de quince años más, otros le dan veinticinco años. Algunos creemos que está a diez años de quedar obsoleto. Costa Rica tiene que estar lista para tener un aeropuerto de logística internacional mutimodal.

-Así como hay uno en Liberia, debería haber uno en Limón. -Así es. Pero más allá, estaríamos hablando de un aeropuerto, el más grande de toda la región. Porque además de recibir aviones comerciales, mientras hoy recibimos cuatro vuelos, en Limón podríamos estar recibiendo en línea directa desde Asia. Ochocientos turistas con solo este vuelo, y prácticamente llenamos la hotelería de la provincia y más allá.

Triángulo de desarrollo

-Repitamos el triángulo, por favor. .Tres ejes. Ruta 32, puertos y aeropuertos. Ahora, no es que Luis Vásquez quiera todo para Limón. Es que Limón geográficamente es estratégico. -Limón es estratégico. Es el principal puerto del país, además es el centro de la producción bananera, de la producción piñera…

-Claro. Y le da los mejores ingresos a Costa Rica, los más grandes. -Heriberto Abarca, presidente de CANATUR me dijo hace dos días, en una entrevista, que el ejemplo de turismo de Costa Rica es el Caribe Sur. Que todo el turismo del país debería ser como el modelo del Caribe Sur. -Porque estamos visionando un modelo diferente, y es el turismo rural comunitario. Donde las personas que habitan una casa, pueden estar haciendo turismo. No queremos una hotelería en concreto, de esa de muchos pisos. Es convivir con la naturaleza, aprovechando la naturaleza, y haciendo que la naturaleza produzca. Pero cuando hablamos del aeropuerto, no es porque nosotros dos tengamos un corazón netamente limonense. No, es porque ya hay estudios avanzados y la zona que geográficamente se ocupa requiere de trescientas

-Heriberto Abarca, presidente de CANATUR, también me dice que él considera que no solo hay que pensar en la ampliación de la Ruta 32, sino que el cuello de botella está en la montaña y que lo vemos con cierres que ha habido a raíz de las ondas tropicales que han afectado al país. ¿Qué piensa usted de ese tema? ¿Qué va a pasar? -Dos soluciones concretas. La primera la presenté a principios de la legislatura anterior. Es la de crear un fideicomiso que le da el fundamento al Estado para que pueda hacerle a la Ruta 32 todo lo que se requiere, desde el puente del Saprisa hasta el cruce de Sarapiquí. Estamos hablando de túneles falsos, de iluminación. Poner de número uno esta ruta, que es muy peligrosa. La otra es una ruta comprendida entre Guápiles y Oreamuno de Cartago, que está trazada. Lo que le hace falta es un puente y una motivación por parte de este gobierno para utilizarla como ruta alterna. Nos hacen falta unos informes finales y, en el momento en que esos informes digan que puede ser una ruta alterna, estaríamos dándole una línea de financiamiento para que sea un desahogo. -¿De qué manera el ser diputado para usted ha sido fundamental para defender la provincia? ¿Cómo usted se convierte en un embajador de Limón? Lo he visto cerca del Presidente en esta emergencia… -Creo que en general a los diputados de Limón les ha facilitado algo. Cuando este servidor les propuso lo de la “Fracción Caribe”, no me lo inventé. Hace ocho años hubo un primer intento, hace cuatro años fue el segundo intento y la tercera es la vencida. Hay que ser humilde para guardar las banderas. No hay un diputado de gobierno en la provincia de Limón. Al principio, eso lo vieron como problema, pero en realidad no lo es. Los cinco diputados que estamos en la “Fracción Caribe” nos vemos como iguales. Esa ha sido una cuota importante y nos facilita el llevar proyectos para la provincia.

Alarmantes cifras de robo de ganado

CAMILO RODRÍGUEZ CHAVERRI

El Guapileño

El robo de ganado tiene hincados a miles de pequeños productores de la zona del Caribe. Hay ganaderos que han perdido la mitad de su hato por culpa de los cuatreros. Los bandidos son crueles con los animales que matan. Incluso, sé de una vaca que dejaron viva, con una gran herida en el cuello. La vaca murió hasta seis meses después. Las escenas de los animales muertos son dantescas. He visto un toro que quedó en el potrero sin la cabeza y sin una pata, solamente.

Hay ganaderos que dicen que se trata de drogadictos, piedreros, porque muchas veces matan un animal grande y sólo se llevan una paleta, es decir, una pata. Los drogadictos, los delincuentes lo que quieren es llevarse un poco de carne que cambian por piedras o por dosis pequeñas de drogas. El punto es que los ganaderos están quedando en la calle. Eso y los daños ocasionados por las inundaciones tienen a los ganaderos a punto de colapsar económicamente. Por ejemplo, a los pequeños ganaderos Rafael Rodríguez y Andrés Rodríguez, padre e hijo, en un año les han ma-

tado dos toros, diez novillas, cuatro vacas y absolutamente todos los terneros nacidos. Calculan que en el año les mataron más de 30 terneros. Así, ningún pequeño ganadero puede salir adelante. El robo de ganado conlleva problemas serios para la salud pública. Hay graves peligros para los consumidores debido al pésimo manejo higiénico del destace porque los cuatreros matan a los animales a la intemperie, sin agua, a la oscuridad, con cuchillos sucios. También se realiza el transporte de la carne en vehículos inapropiados, con excrementos, sin refrigeración, ni empaque adecuado de

la carne. Asimismo, hay desconocimiento de la sanidad de los animales destazados, peligro de enfermedades zoonóticas, es decir, que son comunes en humanos y animales, como la brucelosis, tuberculosis y leptospirosis. En los animales robados y destazados en el potrero también hay presencia de residuos de fármacos. La ivermectina es de uso generalizado en las fincas. Por ejemplo, causa el rechazo de embarques cuando se prueba su presencia en la carne. El ganadero que venda un animal con ivermectina recibe una multa millonaria. Pero el ganado robado puede llevar eso y no nos damos ni cuenta.

A esto hay que sumarle que no hay un seguro que cubra a los hatos. Hay que entrarle en serio a la lucha contra el robo de ganado ahora que se da el cambio de autoridades en el Organismo de Investigación Judicial, OIJ.


Informe especial sobre cooperativas TERCERA EDICIÓN

Óscar Hidalgo, Coopeservidores

Representante del país en consejo mundial

Víctor Hugo Carranza, Coopeagri

Wendy Campos, CoopeTarrazú

(PÁGINAS 10 Y 11)

(PÁGINA 5)

José Eduardo Alvarado, Coopenae

Carlos Montero, Coopemep

“Tenemos 173 cooperativas escolares”

La niñez campesina de un líder

Comercio Justo, formación continua

La historia de un emprendedor (PÁGINAS 6 Y 7)

(PÁGINA 3)

Henry Chacón, Coopronaranjo

Juan Rafael Murillo, agricultor

Carlos Rivera, CoopeTarrazú

Grace Badilla, Coopenae

Carlos Murillo, Coopemep

(PÁGINA 9)

(PÁGINA 12)

(PÁGINA 4)

(PÁGINA 2)

“Debemos fomentar cooperativismo en jóvenes”

La bendición “Tarrazú tiene social de amplia cultura Coopeagri y cooperativista” Coopealianza

La innovación tecnológica

El ahorro y el cooperativismo en niños

(Página 8)

(PÁGINAS 5 Y 8)


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OSCAR HIDALGO CHÁVEZ

Informe especial sobre COOPERATIVAS

El éxito de Coopeservidores en ambiente e inclusión

los emprendedores. -Parte de esa visión ha sido el cambio de imagen, de los colores, más enfocados a darle esa frescura que incite a la innovación. Nos hemos enfocado a que los jóvenes se acerquen a la cooperativa. Parte de la estrategia es la creación de esta sucursal que llamamos “Centro de Encuentro Joven” en el Mall San Pedro. Es una sucursal electrónica, con pantallas táctiles, no hay cajeros humanos, incluso tienen una pantalla para escuchar música, para cargar su celular y hay un cajero automático inteligente. Todo se hace a nivel digital, con pantallas táctiles. Hay unas personas que les están atendiendo y pueden resolver algún problema por una duda en los servicios, pero no de forma tradicional, sino completamente abierta, con ventanales. Es una sucursal completamente abierta. Los jóvenes la han acogido muy bien. Esto va unido a que tenemos específicamente para ellos, un crédito exclusivo y un ahorro exclusivo también. Vamos a crear otra sucursal con este concepto virtual, diferente, que el proyecto se llama “Constructor de Sueños” porque ahí los jóvenes van a empezar a construir ese sueño que tienen.

CAMILO RODRÍGUEZ CHAVERRI

Coopeservidores tiene Bandera Azul Ecológica en sus veintiocho sucursales, alcanzó la carbono neutralidad, es una cooperativa “Esencial Costa Rica”, tiene a su gerente como represente país ante el Consejo Mundial de Cooperativas de Ahorro y Crédito, cuenta con el primer lugar en Costa Rica en la cartera de crédito, es la quinta cooperativa en el ámbito latinoamericano, es una empresa inclusiva y tiene un compromiso con el Pacto Global. Es mucho lo que ha podido conseguir esta cooperativa que inició en el Servicio Civil hace cincuenta y ocho años.

-Nos interesa destacar a las cooperativas, a las asociaciones solidaristas, a la economía social. Nos interesa destacar lo bueno del país. Hay una cooperativa que tiene carbono neutralidad. Tiene Bandera Azul Ecológica en sus veintiocho sucursales. Tiene el sello de Esencial Costa Rica. Su gerente es el representante país ante el Consejo Mundial de Cooperativas de Ahorro y Crédito. Tiene nuevas sucursales con innovación, con atracción de jóvenes con el tema del emprendedurismo. Además es líder en cartera de crédito. Eso es Coopeservidores. ¿Cómo lo ha podido hacer? ¿Cómo consiguió llegar hasta ahí? Don Òscar Hidalgo Chávez es el gerente de Coopeservidores. Bienvenido. -Muchas gracias. Un gusto estar aquí.

-¿A qué debe el nombre la cooperativa? ¿Cómo fue que nació? ¿En cuál sector nació? -En 1957, un 2 de octubre, nació en el Servicio Civil. Se fundó con treinta y cinco personas. Comenzó todo el desarrollo con asociados del sector público hasta convertirse en una cooperativa que atiende tanto a personas del sector público como del sector privado. Hoy tenemos más de 91 mil asociados en 28 sucursales. Tenemos una amplia trayectoria en el mercado ofreciendo diversidad de productos como crédito, ahorro. Además, como usted lo mencionaba, entramos en un proceso de desarrollo, de expansión, de innovación, que nos ha ido permitiendo posicionarnos y ser la mejor opción para las familias costarricenses. Ahora queremos darles un mayor impulso a los jóvenes. -Incluso, ustedes tienen una certificación por ser empresa inclusiva. -Así es. De hecho, la estrategia que nosotros hemos determinado desde hace cinco años es generar valor en tres ámbitos. Lo que llamamos triple utilidad. Es generar utilidad en el eje económico, en el eje social y en el eje ambiental. En el eje económico, usted ya mencionó uno de los logros. -El que son número uno en cartera de crédito. -Y también que somos la quinta cooperativa en el ámbito latinoamericano. Asimismo, estoy viviendo el privilegio de ese reconocimiento de ser el representante ante el Consejo Mundial de Cooperativas. En el eje ambiental, efectivamente conseguimos la Bandera Azul en las veintiocho sucursales.

Bandera Azul y Carbono Neutral

-¿Cómo consiguieron que todas las sucursales tengan la Bandera Azul? -Eso es toda una planificación en campañas específicamente en disminuir la huella de carbono. Lógicamente también protección de am-

Pacto global

biente.

-Hablemos del tema de la Carbono Neutralidad. -Ese fue un tema que requirió de mucho esfuerzo, pero lo logramos. Esto es la línea que el país se propuso de ser Carbono Neutral en el 2020. Nosotros nos adelantamos. Ahí tomamos medidas importantes para lo que es reducción en agentes contaminantes del ambiente. Eso lo hicimos en todas las sucursales y logramos obtener la certificación de Carbono Neutralidad.

-¿Qué ha significado el sello de “Esencial Costa Rica”? -Es una especie de galardón, donde se certifica de que la empresa es netamente costarricense, con altos niveles de innovación, de eficiencia, y con un crecimiento sostenible, entre otros parámetros que evalúan para dar esa licencia. En el caso de nosotros, estamos muy orgullosos de ser costarricenses y representar al país. Ahora voy a tener la oportunidad de participar en la Junta Directiva del Consejo Mundial. Eso le da una mayor validez. -¿Qué es el Consejo Mundial de Cooperativas de Ahorro y Crédito? ¿Dónde tiene su sede? ¿Cada cuánto se reúne? ¿Qué es lo que hace? -El Consejo Mundial tiene la sede en Wisconsin, Estados Unidos. Lo conforman todos los países que quieran integrarse y que tengan una federación de cooperativas. En este caso, hay más de cincuenta y ocho mil cooperativas

que están afiliadas a una federación y cada una de estas federaciones, por consiguiente, al Consejo. Representamos doscientos diez millones de personas afiliadas a una cooperativa. -En todo el mundo, ¿hay doscientos dos millones de asociados a cooperativas de ahorro y crédito? -Exactamente. Para los próximos cinco años, se pretende llegar a doscientos cincuenta millones. dito

Primera cooperativa en cartera de cré-

-Ustedes son la segunda cooperativa en activos del país y la primera en cartera de crédito. Hace veinte años no era así. ¿Cómo lograron llegar a esa posición? -Lógicamente, con una planificación bien estructurada en el tema de lograr ese cambio de la creatividad, la innovación, buscar cosas diferentes, darles a las personas lo que realmente necesitan, ir más allá de una solución, sino que sea una solución integral. Eso nos ha dado presencia en las siete provincias. Asimismo, la conformación de estándares de calidad y eficiencia. Eso nos ha permitido desarrollarnos. -Me llama la atención el color. Lo que tiene que ver con la imagen, con los símbolos y el tema de la innovación. Entiendo que la sucursal de San Pedro, en el Mall San Pedro, y una que viene muy pronto, tienen esa nueva visión de acercarse a los jóvenes y a

-Me encanta que una cooperativa costarricense piense en grande hasta en el tema de pacto global. Ustedes tienen un compromiso con el Pacto Global. ¿Qué implica ese compromiso? -Sí. Nosotros creemos en estos temas y por eso nos comprometimos con la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para firmar este pacto global, que implica luchar por la protección del ambiente, por los derechos humanos, los derechos laborales y la corrupción. -Protección ambiental, derechos laborales, derechos humanos y anticorrupción, esos son los cuatro temas. -Así es.

-¿Cuánto tiene usted en la cooperativa? ¿Qué significa Coopeservidores en su vida? -Tengo quince de años de estar en la organización. Tengo ocho años de estar como gerente. Ha significado mucho en mi desarrollo profesional, personal, pero sobre todo me ha marcado porque he podido ver cómo muchas familias han salido adelante, ver cómo todas esas familias hacen un esfuerzo para que las familias tengan una mejor calidad de vida. Eso me ha hecho sentirme muy bien.

-El tema de que sea inclusiva. -Inclusiva en todo ámbito, tanto en darles la oportunidad a personas que laboren con un tipo de discapacidad, como también tratar de llegar a los sectores más vulnerables, o las familias que tienen una situación económica que no es la mejor y acercarlos al sistema formal para brindarles una solución. También ahora al estar incorporados al sistema de banca para el desarrollo, nos va a permitir ayudar a las pequeñas y medianas empresas. -Al emprendimiento. -Sí.

-Lo felicito. El tema de que sea una empresa inclusiva y comprometida con el Pacto Global me parece que es pensar en grande. Lo felicito. Muchas gracias. -Gracias a usted. Estamos muy orgullosos. Este es el éxito de todos los que estamos en la organización.


PRESIDENTE DE COOPEMEP, CARLOS HUMBERTO MONTERO JIMÉNEZ Informe especial sobre COOPERATIVAS

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“Coopemep tiene 173 cooperativas escolares”

Sociedad Cooperativa Germinal, hay muchas comunidades que se han beneficiado a través del tiempo. Ejemplos clarísimos: Victoria en Grecia, el desarrollo en San Carlos, Pérez Zeledón, San Ramón, Los Santos, y actualmente el cooperativismo escolar que está ayudando a que haya población de relevo. Esto porque los cooperativistas promedio superamos los cincuenta años. A los cooperativistas jóvenes hay que educarlos.

CAMILO RODRÍGUEZ CHAVERRI

-Vamos a hablar de su vida, de su trabajo y del cooperativismo. Gracias por recibirnos. ¿Cuándo nació y dónde nació? -Con gusto, estamos para servirle. Nací el 18 de marzo de 1964 en Moravia. -¿Creció en Moravia? -Crecí en Moravia. Fui a la escuela en Moravia. Mi vida colegial fue en el Anastasio Alfaro, en Guadalupe.

-¿Qué hizo después del colegio? ¿En qué se formó? Porque usted tiene un montón de carreras y de títulos. -Soy hijo del carnicero. Por lo tanto, sé el oficio de la carnicería. Dicen que hago muy ricos chicharrones. Mientras le ayudaba a mi papá, estudié Historia en la Universidad Nacional. Luego saqué un diplomado y un bachillerato en Administración de Cooperativas. Después, una licenciatura en Administración con Énfasis en Recursos Humanos. Posteriormente, una licenciatura en Administración y una maestría en finanzas, para conocer un poco más sobre el servicio que brinda la cooperativa. Mucho lo he estudiado en función de Coopemep. -Ya que habló de su papá carnicero, cuénteme ¿cómo se llamaban sus papás? ¿Cuántos hermanos son ustedes? -Somos seis hermanos. Mis papás murieron los dos el mismo año, en el 2011. Primero mi mamá, Argentina. Casi exactamente al año de ella, murió mi papá. -¿Cómo se llamaba su papá? -Gabriel Montero. Tuvo la Carnicería Las Américas, por la antigua entrada del Colegio Saint Clare, en Moravia. Tiene como cien años de estar ahí. Todavía es de bahareque. La tiene mi hermano.

-Cuando entró a estudiar Historia, ¿cómo se vinculó con la educación? -No. Más bien después del diplomado en Administración de Cooperativas, concursé en el Servicio Civil y me dieron una plaza de técnico 2 en Contabilidad, en el Ministerio de Educación. Mi primer trabajo oficial, fuera de la carnicería de papá, fue con el Estado. La contratación fue en Suministros Escolares del MEP, en La Uruca. Cuatro meses después de estar ahí, me asocié a Coopemep. Tengo veintiséis años de ser asociado a la cooperativa. -¿De qué manera la cooperativa marcó su vida? ¿Qué sabía usted de cooperativas antes? Porque usted se vinculó a Coopemep y

173 cooperativas escolares

ya había estudiado cooperativismo. ¿Cómo fue que nació ese interés? -Me vinculé con la fallecida CoopeSantaRosa que era de Moravia.

-¿Siendo muy jovencito? -Totalmente. Tenía dieciséis años cuando me afilié. Tenía mis ahorros ahí. Mi equipo de sonido actual, que todavía funciona, me lo compré con los ahorros que estaba haciendo en CoopeSantaRosa, cuando se permitía que las cooperativas vendieran chunches. Ya ahora no se permite eso.

-Usted se vincula al cooperativismo y estudia cooperativismo. ¿Por qué estudió Administración Cooperativa y no Administración en General? ¿Qué fue lo que lo marcó de las cooperativas? -Siempre me ilusionó, cuando estaba en CoopeSantaRosa, la idea de que yo iba a ser el gerente de la cooperativa. De esa cooperativa, nunca fue posible por el destino que sabemos, pero sí me dio un impulso por el que yo dije, “tengo que llegar a aportar y a facilitar procesos para que gente viva mejor” Estoy convencido de que el instrumento para que la gente crezca y se desarrolle, dentro de su propia empresa, y sin llegar al capitalismo extremo ni llegar al socialismo asfixiante, es el movimiento cooperativo. -¿Cuándo empieza en puestos directivos, en comités? -Al año. En 1990, en la asamblea, que fue en ANEP, había dos grupos. Había gente del Consejo de Administración y gente del Comité de Vigilancia y estaban peleando entre ellos, por situaciones de personalidad que yo entiendo ahora. No había problemas de la cooperativa, sino de personalidad entre quien ostentaba la presidencia del Consejo y

quien lideraba el Comité de Vigilancia. Había dos bandos. Yo llegué en el medio. Recién entrando me postulo y lo que digo es, “yo no estoy con ninguno de los dos (bandos), yo quiero aportar y si cuento con el apoyo de ustedes, intentaré facilitar”. Así entré por primera vez al Consejo de Administración. Fui por primera vez el presidente de Coopemep siendo muy joven. -¿Cuántas veces ha sido presidente? -Como nueve o diez veces.

-¿Sigue trabajando en el MEP o ya está pensionado? -No. Estoy trabajando como gerente de la Federación de Asociaciones Cooperativas de Ahorro y Crédito, creada con cinco cooperativas, que son CoopeAnde 1, Coopemep, CoopeAnde 5, CoopeAnde 6 y CoopeAnde 7. Esas cinco cooperativas se afiliaron y nació esta federación, que inició como la Federación de Cooperativas del Sector Educativo. Luego, se pasó de la Federación de Cooperativas del Sector Estatal a las cooperativas institucionales de gobierno. Actualmente, es la Federación de Cooperativas más grande del país, con treinta y tres cooperativas de ahorro y crédito afiliadas. -¿Qué pasó después de su inicio en el MEP? ¿Cuáles fueron sus trabajos hasta llegar donde está ahora? -Trabajé en el Patronato Nacional de la Infancia once años, también por concurso. Luego regresé al Ministerio de Educación. Mi último trabajo, antes de entrar a la Federación, fue como profesor de Educación Ciudadana en el Liceo Laboratorio Emma Gamboa.

-¿Qué ha significado Coopemep en su vida? -La mitad de mi vida es Coopemep. Digo la mitad porque desde que entré he estado afiliado a la cooperativa. Ha sido el esquema mental de vivencia y de tratar de ayudar a la gente. Ha sido por las oportunidades asociativas que Coopemep ha facilitado al creer en algunos proyectos que se han presentado y que la hacen ser, sino la más, una de las cooperativas más sociales del país.

-¿Qué significa la Federación? ¿Qué ha significado esa experiencia? -Después de cinco años, la federación ha sido una experiencia muy gratificante. Primero porque me permitió explorar las posibilidades que tienen otras empresas de crecer. Dos, que sin haberme desligado de Coopemep, la gente creyera que la Federación no era para ayudar solo a una cooperativa, sino que es mixta. -Claro. Eso indica una gran confianza en usted porque está vinculado directamente con una y desde hace muchos años. -Además se han dado cuenta a través del tiempo que no es para beneficiar a una, sino para beneficiar a todas. La experiencia previa ha ayudado. A cada rato son llamadas de gerentes, correos, preguntas sobre qué normativa hay, qué dijo la SUGEF, cuáles proyectos de ley hay. He estado vinculado con el asunto político cooperativo no electoral y, por lo tanto, la gente confía en mí para salir de dudas. -¿Cuál ha sido el aporte del cooperativismo en la sociedad costarricense? -Ha sido tan grande. Desde la

-Yo conocí a don Carlos Murillo cuando él estaba impulsando las cooperativas. Yo estuve en una cooperativa en el Colegio Agropecuario de Pococí. Es mi primera experiencia cooperativa. ¿Qué han significado esas cooperativas? ¿En qué situación están hoy? -El cooperativismo estudiantil ha crecido muchísimo. Coopemep tiene ciento setenta y tres cooperativas escolares, donde niños y jóvenes están ahorrando. Carlos Murillo y este servidor creamos en Coopemep el proyecto de cooperativismo escolar. Al día de hoy, Coopemep tiene seis personas ayudando en asambleas, en emprendedurismo, en proyectos, en trámites… Estamos colaborando con el Ministerio de Educación en esta área junto con el CENECOOP que aporta experiencia. Es una labor en conjunto porque todo es un enlace. Estamos formando la Federación de Cooperativas Estudiantiles. Está en trámites en el INFOCOOP. -¿Cuáles son los grandes aportes sociales de Coopemep por los que usted considera que es de las más sociales del país? -Entre todas las personas afiliadas aportamos quinientos colones al mes y se le da de comer a ciento cincuenta personas al mes. Personas sobre-endeudadas, personas a las que les cayó un embargo, personas a las que no les llegó el nombramiento. Es tangible la ayuda que se da a una parte de la sociedad mientras que su situación económica mejora. Todas las personas afiliadas a Coopemep se pueden hacer un examen de mamas o de próstata. Solo con una carta de la cooperativa van a un laboratorio. Si en la Caja le dicen que la cita es para el 2017, con Coopemep se lo puede hacer al día siguiente con solo un documento, porque tenemos convenios para que la gente tenga acceso real a una medicina preventiva. El hecho de ser cooperativa que brinda servicios financieros a nosotros no nos motiva a dejar de lado eso, la ayuda social, para girar hacia el lado bancario. No queremos ser una cooperativa de servicios bancarios. Queremos ser una cooperativa de servicios de ahorro y crédito que beneficia a la comunidad.


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CARLOS RIVERA CHAVARRÍA, GERENTE DE COOPETARRAZÚ Informe especial sobre COOPERATIVAS

“Tarrazú tiene una gran cultura cooperativista”

-Aquí está uno de los mejores cafés del mundo. Es una cultura centenaria. -Es una cultura centenaria. Uno de los mejores cafés del mundo. Comercializar café de Tarrazú es un privilegio. La gente lo recibe muy bien en el exterior y en el interior del país. Normalmente es bien recibido. Está acostumbrado uno a que se lo elogien. Esa es una de las cosas bonitas y la otra es el clima delicioso, como en eterna primavera, siempre frío. Una cosa que a mí me gusta resaltar siempre, es que he sentido en Tarrazú una cultura familiar muy arraigada y también una gran cultura religiosa. Por algo es la zona de los Santos. Hay una mayor cultura de tradición. Aquí se celebran los bautizos de una manera muy bonita. Yo aquí me sorprendo cómo celebran un bautizo, un cumpleaños, una confirma, el día del trabajo. El día de San Isidro Labrador aquí se celebra en todos los pueblos. Hay subastas de ganado y se celebra por todas partes.

CAMILO RODRÍGUEZ CHAVERRI

-CoopeTarrazú ha revolucionado la historia del café en la zona de Los Santos. Tarrazú es una marca de café como Blue Mountain de Jamaica, como Antigua de Guatemala… Carlos Rivera Chavarría es una persona que ha trabajado exclusivamente en cooperativismo, primero diecisiete años en CoopeAgri y ahora diez años en CoopeTarrazú. Aquí han confiado mucho en él y ha transformado la cooperativa. Es de una familia de frijoleros de Barú de Pérez Zeledón, camino a Dominical de Osa. Bienvenido. ¿Dónde hizo la escuela? ¿Dónde hizo el colegio? -Gracias. Bienvenido a CoopeTarrazú. Mis primeros años de escuela los hice en una escuela unidocente en un lugar que se llama Villa Bonita de Pérez Zeledón. Había un solo maestro y un solo cajoncito donde íbamos a clases todos los estudiantes de todos los años. Ahí empecé, en una zona frijolera. En esa escuela estuve solamente tres años. Mi papá se enfermó y lamentablemente no pudo sostener más la finca. Entonces, decidió que era mejor venirnos a Pedregoso de Pérez Zeledón, más cerca. En Pedregoso terminé la escuela y fui al Liceo UNESCO tres años. Luego fui al Colegio Técnico Daniel Flores, donde me gradué como contador privado. Por razones económicas, de ahí salí a hacer mi práctica al Instituto Nacional de Seguros. Por cuestiones de la vida, terminé mi práctica y me fui a trabajar en construcción, que era lo que había. No eran las condiciones de hoy. Estamos hablando de 1987. Dichosamente, estaba clavando un techo cuando me llegaron a buscar de CoopeAgri a ver si quería trabajar con ellos como auxiliar de contabilidad. Empecé siendo un técnico medio en CoopeAgri, en 1987. -¿Qué hizo en CoopeAgri durante todo el tiempo que estuvo ahí? -Eso es una cuestión que yo toda la vida tendré que agradecerle a estas dos cooperativas. En CoopeAgri empecé trabajando como auxiliar de contabilidad, a cargo del beneficio de café. Ahí empezó mi vínculo con el café. Luego me trasladaron como asistente del jefe de transportes del beneficio. Por razones diversas, se cerró el departamento porque se vendieron los camiones y se manejó todo subcontratado. Me trasladaron a asistente administrativo en el beneficio de café, y un hombre al que yo siempre agradeceré, que se llama don Guillermo Quesada, quien siempre creyó en mí, me mandó a hacer un curso de beneficiado. El primer curso que se dio en Costa Rica con la visión de la Federación de Cooperativas en aquel entonces, de migrar de la cultura del patio de café a una industria de café. Nos llamaron a veinticinco

Evolución ambiental

jóvenes que en el futuro pudiéramos ser beneficiadores. De esa formación me trasladaron al departamento de procuraduría de la cooperativa. CoopeAgri ya empezaba a crecer y tenía el ingenio, un almacén de suministros, un par de supermercados, el beneficio de café, y había una planta láctea cuando eso. Me encargaron la parte de la proveeduría. Estuve tres años y ahí aprendí lo que es el arte de la negociación. Luego me encargaron el beneficio de CoopeAgri. Debo decir que fue una decisión muy valiente y muy atrevida de los gerentes de aquel entonces, porque era un chiquillo y CoopeAgri no era la gran industria que es hoy, pero sí era ya un beneficio de considerable tamaño. Estuve trabajando en ventas internacionales de café, luego estuve a cargo de la gerencia de operaciones que manejaba la parte agrícola, la parte de café y el ingenio. De los puestos que aprendí mucho fue cuando fui gerente de mercadeo y de ahí pasé de encargado de toda la parte del café. En ese momento, CoopeAgri se estaba preparando para lazar el café al mundo, con exportación directa de CoopeAgri. Tenía unos siete u ocho años de vender el café de la cooperativa y me encargaron hacerme cargo de nuevo del beneficio y la comercialización del café. Estando en esos menesteres, me ofrecieron la oportunidad de venir a trabajar a CoopeTarrazú.

-Hace diez años. -Yo trabajé en CoopeAgri de 1987 al 2003. En diciembre del 2003 empecé en CoopeTarrazú.

“Me he perfeccionado en café”

-¿Qué ha significado CoopeTarrazú en su vida? -Definitivamente un cambio muy lindo, cambiar de una zona a otra. Tarrazú es completamente diferente a Pérez Zeledón culturalmente, y en el tema del café. -Es más conservador. -La gente es un poco más cuidadosa, más conservadora. Además, el tipo de economía es más quieta porque aquí no tenemos mucho turismo y no hay otra cantidad de productos como los hay en ese cantón tan grande que es Pérez Zeledón. Pero de lo que yo vivo enamorado es de la cultura cooperativa. Aquí hay una cultura cooperativa increíble. El café es la principal actividad. Hay una mayor concentración y hay un gran interés en la cooperativa. Han creído en mí y me han dado la oportunidad de dirigir las inversiones de la cooperativa. Hay un gran enamoramiento de la gente, de la cultura, de la cooperativa, del café. Yo conocía de café, pero realmente aquí es donde me he perfeccionado.

-¿Qué han hecho en estos diez años? ¿Cómo han revolucionado o transformado la cooperativa? -Estos diez años han sido de transformación. Lo primero en lo que nos enfocamos del 2003 en adelante fue a mejorar la comercialización y la calidad. La calidad del café no se puede mejorar, se puede conservar, pero también se puede dañar fácilmente. La cooperativa tenía una excelente planta, pero nos enfocamos en tres temas fundamentales al inicio de mi gestión. Una, el tratamiento de los temas residuales. No se podía traer visitantes aquí porque el beneficio olía feo. Entonces empezamos con un proceso. Hoy prácticamente la cooperativa no tiene vertidos. Las mieles las manejamos en un campo de riego dichosamente, con la ayuda del finado Otto Klotti, un gran precursor del beneficiado costarricense que nos dejó una gran herencia y, entre esas herencias, el traer la tecnología europea de cómo tratar aguas, mieles de café, sobre pasto estrella. Eso es una cosa maravillosa que viene a revolucionar los beneficios de café. -El vertido sobre pasto estrella. -Sobre pasto estrella, por aspersión. Eso crea un abono especial y se dan varios sistemas de tratamiento de esas aguas contaminadas por el tema de aireación, por los mismos espolones de la estrella que lo filtra y la misma tierra, que es un filtro natural. Eso nos resolvió un gran problema de costos que teníamos. Pasamos de grandes lavados de café en forma natural con grandes cantidades de agua, se consumía tres mil litros de agua, a un trabajo mecánico con máquinas altamente eficientes, donde hemos venido perfeccionándonos. Hoy tenemos el consumo de agua en ciento setenta litros. El otro tema fue la

calidad. Contratamos a un experto, Juan Carlos Selva, en el tema de catación. Es un maestro. Él nos llevó al máximo aprovechamiento de la calidad, es decir, si el café tiene en su estado original un ochenta y cinco por ciento o un ochenta y siete por ciento, pues obtenerle ese ochenta y cinco u ochenta y siete por ciento. Eso dio un gran mejoramiento al precio de liquidación al productor, un gran mejoramiento a la calidad que se exportaba. Ese fue el otro gran tema y después empezar a crear negocios con la ayuda de los productores, participándolos a ellos. Empezamos a ampliar horarios en los negocios, porque esta es una cooperativa que es sesenta por ciento café y cuarenta por ciento comercio.

-¿Cuáles son esos negocios? -CoopeTarrazú tiene cuatro almacenes de insumos agrícolas, tenemos una ferretería, cuatro supermercados, una bodega de mayoreo, una estación de combustible. Vendemos repuestos. Manejamos todo el tema de los fertilizantes. El proyecto más novedoso es Café Buen Día.

Café Buen Día

-Café Buen Día es la concreción de un proceso, es vender el producto con valor agregado. Lo llevan hasta los supermercados. -Exacto. Adicional a eso lo que queda es venderlo en una cafetería. Nosotros empezamos a buscar entre los supermercados y lanzamos café Buen Día. Desde hace diez años veníamos tostando café, pero muy tímidamente. Hasta este año se decide por parte del Consejo de Administración dar el paso que es encontrar un socio comercial que nos ayude a hacer la distribución.

-Que es GRUMA, y me llama la atención que se aliaron con GRUMA y con Caritas Internacional, que es la Organización de la Iglesia Católica que tiene que ver con los temas de pobreza, de apoyo a comunidades vulnerables. ¿Cómo nació esa alianza? -La alianza nace por Monseñor Ángel San Casimiro que hace una visita por acá y desde hacía tiempo, él venía viendo cómo se podían hacer enlaces solidarios. El proyecto nace porque nosotros le dábamos café a CARITAS para que lo vendieran y, de eso, un porcentaje se le daba al combate del hambre o de la miseria. Eso realmente era de poco alcance. Hasta que con la gente de GRUMA, cuadramos el proyecto. Estudiando el proyecto social tanto de CoopeTarrazú como de GRUMA, nos dimos cuenta de que éramos las tres organizaciones que teníamos grandes posibilidades de alianza. Nosotros teníamos un producto que es de calidad, y queremos hacer responsabilidad social porque somos una empresa que está ciento por ciento en comercio justo. Nadie nos tiene que convencer ni hablar a nosotros de la importancia de la solidaridad. Con esa, iniciativa aparece la gente de GRUMA con el deseo de colaborar con CARITAS, pero ¿cómo lo hacían? El Padre Edwin Aguiluz, de CARITAS, nos plantea la opción de crearle un sello al café. Le hemos puesto un sello al café, y de cada paquete de café que se venda, el aporte puede ir desde veinte colones hasta ochenta colones por unidad.


WENDY CAMPOS, GERENTE DE PRODUCTO TERMINADO

Informe especial sobre COOPERATIVAS

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El comercio justo en CoopeTarrazú

CAMILO RODRÍGUEZ CHAVERRI

-Usted ha trabajado mucho en el tema de Comercio Justo en CoopeTarrazú. -CoopeTarrazú, hace más de nueve años y bajo la directriz de don Carlos Rivera, toma la decisión de trabajar para poder esta certificación. Esto ayuda en dos líneas. Una es que es casi una exigencia en algunos mercados donde se busca más trazabilidad. Ya no se vende un café solamente, sino que se vende un concepto general. La otra línea es que con Comercio Justo cuando se adquiere es porque se busca obtener precios más competitivos en el mercado, precios especiales donde se pueda dar un pago justo al productor y que reciba un premio. También que la parte social, ambiental, la parte ecológica en fincas, la parte de buenas prácticas agrícolas y el tema industrial, logren recibir cierto dinero para seguir generando mucho más. Es por estas dos líneas, la parte del mercado y la de una mejor calidad de vida, que se toma la decisión. El tema de Comercio Justo no es solo decir, “somos Comercio Justo”, sino que requiere del cumplimiento de varios criterios como el pago de salarios justos. El tema de que la empresa tiene que tener un espacio de responsabilidad social directamente con los trabajadores, con los inmigrantes, la

relación directa con el productor. A cambio, en el mercado se ofrece un precio mínimo. La idea es que estos precios mínimos se logren más el premio, que son veinte dólares por quintal, y logren equiparar un poquito los precios. Es una garantía sobre todo cuando bajan los precios. -¿En qué consiste el premio? ¿Por qué se da el premio? -El premio es un monto fijo por quintal. En este caso son veinte dólares, y debe ser invertido en proyectos de bien social, en pago de salarios justos. En el caso de CoopeTarrazú, lo que hacemos es una segmentación, va un porcentaje, pagado directamente al productor, para sus necesidades, y hay otra parte que se invierte en proyectos sociales y ambientales, proyectos que ayudan a la misma estructura de la cooperativa para ir brindando mejores servicios y ser más competitivos en el mercado. Mucha de la mano de obra es de inmigrantes, es mano de obra importada, personas que vienen de Nicaragua, mano de obra indígena costarricense y panameña que van a recolectar el café. Lo que se promueve es que puedan cubrir sus necesidades básicas como un techo donde dormir, servicios básicos como el agua, servicio sanitario en sus casas. Son personas que vienen y duran más de cuatro meses en la comunidad. Necesitamos respetar como

personas que ellos reciban todos sus derechos. Algo muy importante es que el productor con esta certificación también implementa buenas prácticas agrícolas, no utilizamos productos de la docena sucia y en vez de ello usamos abono orgánico.

-¿Qué es la docena sucia? -Los productos químicos se dividen en diferentes líneas, banda roja, banda azul, banda verde, banda amarilla, y otras. Cuando entra un producto de banda sucia es de ese grupo de productos que son altamente tóxicos. Son esos productos que, cuando se aplican en el suelo, producen erosión. Comercio Justo dice “si usted es vendedor de químicos o tiene un almacén de insumos agrícolas, para poder ser certificado tiene que eliminar de sus productos de venta estos que incumplen con esas características porque son productos de banda sucia”. Lo otro es que los productores tienen que utilizar productos orgánicos, hacer siembra de barreras protectoras, manejo de sombra adecuado, diversificación de la producción. También las buenas prácticas industriales que lo que hacen, en el caso del café, es utilizar los sub productos dentro del mismo sistema de producción. En el caso de la pulpa, que sea utilizado para abono orgánico, como materia prima para la creación de productos adicio-

nales. También tenemos paneles solares para que logren generar la energía que se requiere para el área administrativa. La utilización de la cascarilla dentro de los mismos hornos para reducir el consumo de leña. Este tipo de pequeñas acciones son las que se llevan a cabo con ese dinero adiciona que se recibe.

-Se dice que el sector agrícola es un sector conservador. ¿Costó hacer toda esta revolución social y ambiental con los agricultores? -Esto es un proceso. Todavía estamos en la lucha. Es un trabajo de nunca acabar. Es muy difícil porque recuerdo cuando se inició el proyecto en CoopeTarrazú, llegar a cambiar la mentalidad y decirle a un productor que tiene más de cincuenta años de estar produciendo café y utilizando ciertos químicos, decirle que tratemos de reducir los químicos o de utilizar el equipo de protección es difícil. Es difícil porque ellos llevan

CARLOS MURILLO CRUZ

más de cincuenta años produciendo de esa manera, pero es un proceso de aprendizaje, un proceso de educación. Trabajamos con niños y jóvenes en los colegios para que ellos puedan entender más sobre análisis de suelos, el por qué las barreras ecológicas, por qué las barreras protectoras alrededor de la finca, por qué es importante segmentar los lotes y analizar el suelo, por qué es importante el uso de abonos orgánicos, o las chapias en lugar de insecticidas. Es un proceso de aprendizaje. Sabemos que es un trabajo adicional, pero también es volver a ciertas prácticas que los abuelos hacían. Antes los abuelos iban y chapeaban la finquita. Tenían en la misma finquita frijoles, aguacate, y casi que llegaban a la casa con las compras de la verdura con solo ir a coger el café. Llevaban guineos, plátanos, bananos. Entonces, es tratar de volver y trasladar esas buenas prácticas, que en algún momento se hicieron, trasladarlas al presente.

El padre de las cooperativas escolares en Coopemep

CAMILO RODRÍGUEZ CHAVERRI

-Don Carlos Murillo Cruz es parte del Comité de Vigilancia de Coopemep. Además, tiene una amplia experiencia en el cooperativismo escolar. Hay muchas cooperativas que tienen una base asociativa muy grande en edad. Hablemos primero de su vida, ¿dónde nació? ¿Cómo se llamaban sus papás? -Me siento muy orgulloso de haber nacido en Alajuela. Nací el 5 de octubre de 1949. Mariana Murillo se llamó mi mamá. Hace escasamente tres semanas que falleció. Una mujer extraordinaria, muy emprendedora. Fue mi mamá y mi papá. Quizás en aquellos días de una forma indirecta me fue inculcando la semillita del compartir, del intercambiar, lo que más adelante conocería como el cooperativismo. -¿Dónde hizo la escuela? -Por esas situaciones del año 49, a mí me trasladaron a San José, a Sábana Sur. Cuando en aquellos años Sabana Sur era un trillito, el Tennis Club era de madera. Lo demás eran cafetales. Recuerdo muy bien el hi-

pódromo. También algunas grandes estrellas del futbol que nos permitìan jugar con ellos. Estudié en la escuela Mixta de Osejo. Ahí estuve hasta tercer grado. Posteriormente me trasladaron a la Escuela Don Bosco. Fui luego al Colegio Don Bosco. En tercer año quería tener un poquito más de independencia y me trasladé al Colegio Nocturno Justo A. Facio, un colegio que ya no existe. Creo que fue uno de los primeros colegios nocturnos. Ahí concluí. En cuarto año tuve mi primera novia, que es mi es-

posa. Llevamos cuarenta y siete años juntos. Jalamos relativamente poco, año y medio. Tenía 19 años recién cumplidos. Tomamos la decisión muy sabia, muy linda. Mi mamá tuvo que llegar a firmar. Antes se adquiría la mayoría de edad a los 21. Tuvimos tres hijos, tenemos seis nietos. Somos un equipo. -¿Cuándo usted se casó era educador? -No. Estaba en la universidad. Del colegio pasamos a la Universi-

dad Nacional. Mi esposa estudió primero. Yo le dije a ella que se adelantara. Porque no podíamos los dos. No se podía estudiar y trabajar.los dos al mismo tiempo. Yo trabajaba en una empresa de gaseosas en el centro de San José. Tres años después, ingresé al Centro de Investigación y Docencia. En ese momento comenzaba a recibir información de las cooperativas, del ahorro, del emprendedurismo. Lo que pasa es que no encontraba el espacio en mi vida para dar el paso a todo aquello. Porque el que está en las cooperativas lo hace por varios motivos, por solventar algunas necesidades económicas, por fomentar emprendedurismo, crear ideales, fomentar alguna fuente de trabajo. Acá en Coopemep ha sido un lindo ejemplo, he visto empresas surgir.

-¿Cuándo fue que se vinculó a Coopemep? -Hace aproximadamente unos dieciocho años, por un motivo personal, acompañé a mi hija a comprar una propiedad. El vendedor muy audaz me dice, “mire, don Carlos, ¿cómo va a dejar usted de comprar una propiedad? Vea que lote más

lindo aquí a la par de su hija. Compre un lotecito” Yo le dije, “no, no”. Ya teníamos la casita. El vendedor fue tan audaz que al final compramos. El dinero nos alcanzó para comprar la propiedad. Yo tenía una visión de pequeña empresa, pero no tenía cómo solventarlo. En ese entonces Carlos Montero (presidente de Coopemep y el otro padre de las cooperativas escolares de esta cooperativa) era mi compañero de universidad. Le comenté mi situación y me dijo que llegara a la cooperativa y lo presentara a la cooperativa.

-¿Para esa fecha ya usted era asociado? -No. En ese momento no estaba afiliado. Me afilié, motivado por Carlos. Seis o siete meses después, presenté el plan de compra que quería para hacer un pequeño edificio y ponerlo a trabajar. Hoy día ha sido todo un éxito el negocio. Ya a una edad más avanzada, me siento satisfecho y muy agradecido con la cooperativa. Por eso, me siento muy satisfecho de haber ayudado a crear el programa de cooperativas escolares de Coopemep. (Ver nota sobre este tema en página 8 de este suplemento).


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JOSÉ EDUARDO ALVARADO

Informe especial sobre COOPERATIVAS

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Informe especial sobre COOPERATIVAS

La historia del hombre detrás del éxito de Coopenae CAMILO RODRÍGUEZ CHAVERRI

-Don José Eduardo Alvarado Campos es el gerente de Coopenae desde hace treinta y dos años. Coopenae es la cooperativa más grande en activos. Está entre las más grandes de América Latina. Tiene noventa y cinco mil asociados. Seiscientos mil millones de colones en activos. Más de quinientos trabajadores. Gracias por recibirnos. Cuénteme por favor, ¿dónde nació? ¿Dónde creció? -Soy orgullosamente golfiteño. Nací en Golfito. Ahí viví mi niñez. Nací en 1956. Ahí llegué hasta la adolescencia.

-¿En cuál escuela estuvo usted allá? -En Golfito había tres escuelas y estuve en las tres.

-¿Se portaba bien o más o menos? -Le cuento una anécdota interesante. No entré a primer grado, sino a segundo grado.

-¿Ya sabía leer? -No, no, no. El tema es que mis amigos que ya tenían edad para ir a primer grado, tenían que entrar a la escuela, se inició el curso y, como los veía a ellos, también yo quería estar

-¿Dónde hizo usted el colegio? -En el Monseñor Odio.

-¿De qué jugaba? ¿Cuál posición? -Jugaba de 10.

-¿En Desamparados? -Sí, porque papá construyó la casa en Desamparados. Ahí nos establecimos. Luego estuve en el Colegio Vocacional Monseñor Sanabria. Ahí terminé mi secundaria.

-¿Vivía en la Zona Americana de Golfito o en el pueblo? -La raíz mía es un extracto sumamente sencillo.

-¿Qué hacían sus papás cuando usted era niño? -Mamá se dedicaba a los oficios domésticos. Siempre cuidándonos en la casa. Mi papá la mayor parte de su carrera como trabajador de la compañía bananera, la hizo en el departamento del ferrocarril. Comenzó como un operario. Fue avanzando hasta llegar a ser maquinista. Dentro de los maquinistas fue un veterano. Le asignaban ciertas tareas importantes.

-¿Usted empezó a jugar en Saprissa? -Sí. Ahí estuve vinculado con las ligas menores, categoría juvenil. Mis amigos que jugaban con el equipo de Primera División del Deportivo México me insistían en que fuera a jugar con el México. Un día decidí ir. Me ficharon. Me quedé. Por la edad que tenía, diecinueve años, me dejaron en la categoría de Promesas, Alto Rendimiento ahora. A los tres meses el entrador de primera me dio oportunidad.

-¿Él siguió trabajando allá? -Sí. El sostén de la familia seguía siendo él. Periódicamente nos visitaba.

-¿En los tiempos de la bananera? -Yo soy bananero puro. Mi papá trabajó la mayor parte de su vida en la bananera. Allá hice mi primaria. Luego papá nos movió a San José. Continué el resto de mi vida en Desamparados.

-¿Qué hacía su papá? -Papi llegó rodando a la Zona Sur. Igual como llegaba rodando mucha gente. Mamá llegó rodando por su lado también. Mamá era trabajadora de oficios domésticos. Papá era un peón de campo. Allá, Dios los unió y formaron la familia y comenzó la historia. Somos cuatro hermanos. Desarrollamos toda nuestra niñez en Golfito.

vida? -Aun cuando papá era un hombre de extracto tan sencillo, era un hombre visionario. Él pensó en sacarnos a nosotros, sus hijos, de Golfito. Pensaba que trayéndonos a San José tendríamos mejores oportunidades de desarrollarnos en la vida, fundamentalmente en el estudio, porque allá las posibilidades eran limitadas. De manera espectacular él logró construir una casa en San José. Eso es algo que, visto a la luz de la realidad, es muy difícil. Lograr una meta de esas es algo muy difícil; sin embargo, él lo hizo para que pudiéramos sacar la secundaria.

en la escuela. Por el clima tan caliente, las aulas eran abiertas. Entonces, yo llegaba todos los días en la mañana y me paraba en la ventana, pero en la ventana de segundo grado. Quería ver qué pasaba, cómo eran los alumnos, cómo era la escuela. Yo seguía muy de cerca todo lo que pasaba en la clase. Al verme ahí, a la maestra le llamó la atención. Me invitó a pasar y a asistir a clases de segundo grado. -Pero sus compañeros ya sabían leer. -Correcto. Lo que pasa es muy rápidamente llegué al nivel de ellos. La maestra dijo, “caramba este niño ya está en segundo sin haber pasado por primero”. Ella se encargó de hacer los arreglos para devolverme a primero y continuar oficialmente. -Pero, ¿volvió a primero? -Sí, por el sistema. Me pudieron haber dejado en segundo, pero el sistema me devolvió a primero. Eso fue en la escuela de lo que se llamaba Kilómetro Uno. Luego estuve en la Escuela Álvaro París y terminé en la Escuela Central.

De Golfito a Desamparados

-¿Qué pasó después en su

En mi vida sucede algo muy especial. Se lo digo en las palabras más sencillas: Dios se atraviesa en mi vida. Me hace una propuesta diferente al rumbo que tenía mi vida. Yo acepté la propuesta que Dios me hizo.

-Esa era la época del Padre Armando Alfaro. -La cola de la época del Padre Armando Alfaro.

-Él fue director. -Sí, claro. Fue un hombre para todos reconocido. Gran parte de su carrera la hizo como director. -¿Dónde estudia usted después? ¿Qué estudia? -En la Universidad de Costa Rica. Entré en el año 75. Esos primeros años, además, trabajo porque me gradúo en educación técnica como contador. Trabajo en el día y estudio en la universidad en la noche.

-¿Estudió Administración? -Sí. En esos años era muy difícil porque había que llevar Estudios Generales. Poco a poco fui incorporando algunas materias, pero empecé en Administración. Mis primeros años como estudiante fueron muy malos porque le dedicaba mucho tiempo al futbol. Era futbolista reconocido. Le dedicaba mucho tiempo a eso, más el trabajo; entonces, a la universidad cero.

-¿Con quiénes jugó futbol? -Jugué futbol desde que aprendí a caminar. Cuando vinimos a San José el sueño, como todo muchacho, era estar vinculado a un equipo importante. Mis amigos me dijeron, “vamos a Saprissa”. Efectivamente fui a Saprissa.

Saprissa y Barrio México

-¿Quién era? -Castrito, Didier Castro.

-Didier “El Zorro” Castro. -Él me dio oportunidad de debutar en primera división. Mi carrera no fue muy extensa, pero muy linda.

-¿A quiénes recuerda de esa época en el futbol? -Amigos muy cercanos a Sergio Blanco, José Espinoza, que era el suplente de Didier; Roque Gamboa. Con ellos jugaba en Desamparados. Además de los jugadores consagrados como William Jiménez, Alexis Alfaro, José Manuel Rojas, “Macho” Vargas, Los Salgado. Con todo ese elenco tuve la oportunidad y el privilegio de jugar. Tuve la dicha de jugar con dos jugadores icónicos de nuestro país, que fueron Roy Francisco Sáenz y Jorge Palomino Calvo. -¿Cuándo se corta esa carrera? ¿Por qué? -Esa es una pregunta interesantísima. En mi vida sucede algo muy especial. Se lo digo en las palabras más sencillas: Dios se atraviesa en mi vida. Me hace una propuesta diferente al rumbo que tenía mi vida. Yo acepté la propuesta que Dios me hizo. El capítulo de futbolista comienza a reducirse. Después de jugar todos los días, comienza a reducirse. Entonces, me convierto en un mejor trabajador y vuelvo a la universidad con la intención de desarrollarme académicamente. En aquel tiempo era difícil encontrar un jugador de futbol que se desarrollara académicamente. Esa transición fue una cosa que ni yo mismo comprendía. -¿Dónde trabajaba antes de entrar a Coopenae? -Trabajaba en DINADECO, una institución pública. Durante el tiempo de estudio en la universidad trabajé ahí. -¿Cómo se da su ingreso a Coopenae? -La vida está llena de cosas curiosas, especiales e interesantes. Estoy terminando mi carrera en la Universidad de Costa Rica. Todos

Yo comencé a pensar que quería tener algo en mis manos que pudiera desarrollar. Algo muy dentro de mí me decía que buscara algo así. Era un asunto muy entre Dios y yo. Yo decía, “quiero tener algo en mis manos, quiero construir algo, quiero hacer un proyecto donde yo pueda estar al frente

mis compañeros eran ejecutivos bancarios y me ofrecían trabajo. Me decían, “véngase a trabajar al Banco Central”, o “véngase al Banco Popular”. La verdad, ninguna de sus invitaciones logró seducirme. Yo comencé a pensar que quería tener algo en mis manos que pudiera desarrollar. Algo muy dentro de mí me decía que buscara algo así. -Usted no se lo decía a nadie. -No. Era un asunto muy entre Dios y yo. Yo decía, “quiero tener algo en mis manos, quiero construir algo, quiero hacer un proyecto donde yo pueda estar al frente”. Porque si me iba para un banco era para estar

en un departamento más, detrás de un escritorio más, en lugar de tomar las riendas de eso, y siempre quise tener las riendas en todo lo que hacía. En esa situación un día, sin pensarlo, sin imaginármelo, sin buscarlo, estaba en DINADECO trabajando, y se acercó un compañero acompañado por tres personas más. Nada me imaginaba con respecto a mi vida cuando los vi caminando hacia mi escritorio, que era muy común que se acercaran para hablar de algún tema, mi compañero me los presentó y me dijo que ellos eran miembros del consejo de administración de una cooperativa y que estaban en una situación crítica y delicada, que necesitaban una persona de confianza para hacer el cierre de la cooperativa. Ellos necesitaban una persona de confianza y de buenos principios y él, como compañero de trabajo, se atrevía a recomendar que yo podía ayudarles. En ese momento, tenía veintiséis años de edad. Me hicieron esa propuesta. Yo estaba recién casado y cualquier cinco que me cayera a la bolsa era bienvenido. Les dije que con mucho gusto podía valorarlo. Voy a valorarlo en quince días que tengo de vacaciones disponibles. Podría ir en estos quince días para ver cómo puedo ayudarles. Acordamos una cita ese mismo día al final del trabajo. Me vine a la sede de la cooperativa en La Dolorosa. Fue interesante porque no encontraba la cooperativa. No había rótulo. No había nada. Entonces, pregunté, y me dijeron, “sí, la cooperativa es esa” Le dije, “pero está cerrada” y me dicen, “sí, está cerrada”. -¿Ya estaba cerrada? -Sí, ya estaba cerrada. Me encontré una puerta. Toqué. Entré. Definitivamente esa era la condición en que estaba.

Una cooperativa cerrada, a punto de morir…

-¿Era un edificio que ustedes han usado, por lo menos el mismo terreno, o en otro lugar? -Ahí mismo, pero era muy pequeñito. Hoy día toda la cuadra es nuestra. En aquel momento era algo pequeño.

-¿Qué se encontró adentro? -Me encontré un ambiente de funeral. Me encontré gente muy angustiada. Un grupo de trabajadores reunidos llenos de preocupación. Me

encerré con el Consejo de Administración de CoopeNae. Conversamos un poco. Después de que hablamos, salí con un puño de llaves en la mano para que al día siguiente a las siete de la mañana estuviera abriendo la cooperativa. Eso fue el 17 de febrero de 1983. Al día siguiente estaba en la cooperativa. Me dediqué a ver cómo podía ayudar, a ver la viabilidad de la empresa, a ver los negocios en que estaba involucrada. Fueron quince días de estudios y análisis para que se ordenara y ayudara a darle el oxígeno necesario.

-Usted era un muchacho de veintiséis años. ¿En algún momento alguien lo cuestionó por ser tan joven? ¿Entre la gente alguien dijo, “ese es un carajillo”? -Iba cuestionado por los de aden-

tro y los de afuera. A los veintiséis años, el término de carajillo e inexperto fueron calificativos que me aplicaban los de adentro y los de afuera. Yo utilizaba mucho la técnica de oír la gente para sentirla. Yo les invitaba a pasar a mi oficina. Yo saludaba y me decían, “es que yo quiero hablar con el gerente”. Yo les decía, “yo soy el gerente”. Hubo casos en que la gente se sentía mal, incómoda, y me decían, “pero, ¿cómo va a ser el gerente si usted es un muchachito?”, y yo les contestaba, “pues sí, yo soy el gerente, siéntese y conversemos”. Esa fue una experiencia y como esas, tuve muchas. -¿En esos quince días usted tomó la decisión de quedarse? -Yo escuché personas salir de la oficina y decirse una a otra, “viste

qué muchachito, ¡pobrecito!” Entonces, en esos quince días el Consejo de Administración abre un concurso para traer una persona experimentada, algún gerente con currículo. Terminan los quince días y termina mi periodo. Un día antes de retirarme, hablé con el auditor que había intervenido y había encontrado la malversación y todos los problemas. El auditor me comentó que al día siguiente el Consejo tomaría la decisión de nombrar a ese gerente experimentado, a ese gerente que ellos pretendían. Él me dijo, “José Eduardo, ¿usted no ha pensado en concursar?”. La pregunta me tomó por sorpresa y le contesté con otra respuesta, “¿por qué? ¿Usted cree que yo podría concursar?”. Él era una persona de más experiencia y me dice, “es que en estos quince días yo lo he observado, el potencial y la iniciativa que usted tiene…” y comenzó a destacarme algunas virtudes que sin saberlo yo, él me estaba observando. Llegué a mi casa. Le comenté a mi esposa que era una muchachita de veintidós años, aunque no tenía ella un consejo para decirme, “hágalo” o “no lo haga”. El tema quedó en mis manos, como me gustaba. -Y en las manos de Dios. -Por supuesto. Yo dije, “la decisión es mía, mañana voy a presentarles mi interés”. Al día siguiente redacté en media página lo que era mi currículo hasta ese momento. Se lo puse al consejo de administración en la mesa. Para mi sorpresa, ellos también se sentían bien impresionados de mi trabajo y de mi persona en esos quince días. Dijeron, “caramba, entre los que tenemos como oferentes comparado con lo que hemos observado en estos quince días….” Así que decidieron plantearme la propuesta de alargar esos quince días a tres meses para ver que podía suceder. A mí me gustó. Obtuve un permiso sin goce de sueldo en DINADECO. Si quince días fueron importantes para tener una idea y comenzar un proyecto, ni qué decir en tres meses. Sentí que aquella inquietud que tenía se estaba haciendo realidad cuando yo me sentí de repente con una empresa en mis manos, aunque quebrada y en una terrible crisis, pero en mis manos. Es así como comienza la historia. (Esta historia continuará en la próxima edición de este suplemento especial sobre cooperativas).

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GRACE BADILLA

Informe especial sobre COOPERATIVAS

La cooperativa más grande en activos le apuesta a la innovación

CAMILO RODRÍGUEZ CHAVERRI

-Coopenae es la cooperativa más grande del país, tiene más de quinientos funcionarios, es la cuarta entidad financiera privada más grande del país. Las otras tres son trasnacionales. Es la cooperativa que tiene más activos. ¿Qué es Coopenae? ¿Cómo es que ha crecido tanto? -Coopenae es la cooperativa nacional de educadores. Nació el 16 de julio de 1966. Así que el próximo año estaríamos cumpliendo 50 años. Fue una idea de un grupo de ochenta y tres personas. Después de salir de un congreso de ANDE decidieron formar Coopenae. Nació con la idea de solucionar algunos problemas que tenían los educadores para conseguir material didáctico. Durante muchos años se dedicó a sacar fotocopias y vender material didáctico para docentes. Luego decidieron iniciar con la venta de electrodomésticos y otros artículos. En 1983 decidieron dar un giro. -¿Fue en ese momento cuándo se abrió? -No. Se abrió a partir del 2006.

-¿Cómo creció tantísimo siendo de educadores? -Creo que en el 2006 en activos teníamos cien mil millones de colones. Hasta el día de hoy que tenemos

570 mil millones de colones en activos totales. Por eso, decimos que somos una de las más grandes en activos. Aunque yo sigo insistiendo en que la grandeza no está en los activos que tenemos, sino que grandes somos todas las cooperativas por lo que hacemos.

Innovación tecnológica

-A mí me encanta que ustedes dicen que han crecido para generar oportunidades. -Así es. En CoopeNae, hemos apuntado hacia la innovación tecnológica. Creemos que esa es la ruta que nos va a llevar a marcar el futuro. Tenemos que estar acorde a los tiempos actuales. Ha sido una apuesta interesante. A pesar de ser educadores, en este momento de los 95 mil asociados que tenemos, también hay una gran cantidad de personas que se dedican a otras actividades. En esencia, la oportunidad y el crecimiento se ha dado por esa apuesta al tema tecnológico, al tema de innovación, donde hemos ido muy puntuales, atacando las necesidades que tienen nuestros asociados. -Hay procesos democráticos muy fuertes que tienen las cooperativas, y hay una dinámica muy diferente a la dinámica que tiene un banco. Ustedes que están en ese sector de ahorro y crédito, ¿Cómo

hacen para que haya agilidad, transparencia, rapidez en las soluciones? Eso en medio de la estructura cooperativista. -Somos completamente diferentes a un banco. Por ejemplo, en un banco los dueños pueden ser veinte personas, pueden ser cincuenta personas. En el caso nuestro, los dueños somos 95 mil personas, con una asamblea con mil doscientos delegados. Es la más grande del país.

“Pensamos en las necesidades de la gente”

-¿Cómo le cambia Coopenae la vida a una persona? -Por los servicios que le da. Nosotros tenemos créditos y servicios muy acordes a las necesidades de la gente. Hemos realizado estudios de mercado para conocer qué es lo que la gente requiere. No solamente créditos, porque también tenemos productos de ahorro.

-¿Qué significa el cooperativismo en su vida? -Para mí es una filosofía. Es un modo de vida. Yo digo que sin el cooperativismo no sería la persona que soy. Recordemos que en el cooperativismo la vivencia de principios y valores es constante. Tiene que ser siempre. Eso tenemos que proyectarlo y reflejarlo siempre en nuestra vida. Por eso el cooperativismo es

parte de mi vida.

¿Qué significa el cooperativismo para Costa Rica? -Ha sido la mejor herramienta que ha tenido el país para seguir adelante. Veamos que en este momento las grandes cooperativas, las que han podido permanecer en el tiempo

están cumpliendo sus cincuenta años. Las cooperativas han significado desarrollo local, oportunidades de crecimiento, oportunidades de profesionalización. Oportunidades que no las hubiéramos logrado si hubiese sido otro tipo de organización y no el cooperativismo el que hubiera prevalecido en las comunidades.

Enorme proyecto escolar de Coopemep un pequeño Comité de Vigilancia y un Tribunal. Evidentemente la participación de Coopemep era motivar el ahorro. En algún momento, uno de los gerentes de la cooperativa me dijo, “mire Carlos, estamos invirtiendo tanto y mire lo que llega a la cooperativa. No llegamos ni a un millón de colones”. Le digo, “tengamos paciencia. Este tipo de proyectos no nacen grandes. Tienen un montón de baches”. Hoy son 170 las cooperativas las cooperativas bien formadas, cooperativas donde hay proyectos de ahorro. Ellos crean una serie de actividades, por ejemplo, se dedican a la ganadería, a la porcicultura. Así crean un valor para darle una inyección a sus proyectos.

CAMILO RODRÍGUEZ CHAVERRI

-Don Carlos Murillo es el gestor de este proyecto. Hablemos de su experiencia anterior. -Soy egresado de la Universidad Nacional y me vinculé con el Ministerio de Educación Pública en el área educativa. Primero fui docente de primer y segundo ciclo. Luego pasé a supervisión. Fui supervisor del circuito 06, que en aquel entonces era Hatillo y Alajuelita. Acto seguido concursé y se me ascendió a la asesoría nacional de cooperativismo estudiantil. El departamento quedaba en La Uruca. Con este ascenso había que recorrer todo el país con los proyectos de emprendedurismo. Había que dar orientación, algunos se echaban atrás y había que motivarlos, dar valores. Había que generar esa motivación hacía el cooperativismo. Por motivos meramente de contacto con Carlos Montero (presidente de Coopemep) en algún momento fui elegido como delegado propietario de Coopemep. Posterior a eso algunos amigos me dijeron que me propusiera para participar en la vida activa de la cooperativa. En algunos proyectos que comenzamos a compartir Carlos y yo, era crear un departamento de cooperativismo escolar estudiantil. Eso implicaba dis-

poner recursos, traer personal, disponer una logística con el ministerio para tener impacto a esa altura.

-¿En qué consiste ese programa? -Primero que todo, es tener un contacto con los docentes. Seleccionar dentro del personal a la persona

idónea, para hacer una propuesta. Que esa persona comience a hacer una propuesta y gestionar todo lo que requiere el censo interno, la motivación con los niños. Eso se llama un proyecto pre-cooperativo. Hasta que ya luego se integran las fuerzas y nace la cooperativa, creando un pequeño Consejo de Administración,

-¿Coopemep les da la ayuda? -Indudablemente. Nosotros brindamos el servicio en la captación de ahorro. Un ahorro que tiene un interés especial, autorizado por el Consejo de Administración. Esto para darle mayor motivación. Esto hace que cada mes estén entrando de sesenta a setenta millones de colones.

-¿Cómo cambió Coopemep con este proyecto? -Al principio fue la insistencia de dos personas, Carlos Montero y yo, y

luego del consejo y la gerencia. Posterior a ello se creó un departamento. Al inicio había recelo, desconfianza, como que eso no era un negocio para la cooperativa. Ahora dimos un giro increíble. Recordemos que el cooperativismo de este país prácticamente esta manejado por personas arriba de los cincuenta años. Es decir, el cooperativismo nacional se está envejeciendo y en las cooperativas tenemos que ocuparnos de generar esa semilla que va para arriba. No podemos llegar donde un muchacho de veinte años y decirle que cambie su forma de ser, si desde la escuela no se le ha enseñado a ahorrar. En cambio, al niño se la ha venido enseñando y lo mejor es que se le ha enseñado cómo administrar ese recurso. -¿Qué significa el cooperativismo para usted? -Para mí, el cooperativismo significa el futuro socioeconómico de este país.

-¿Qué significa Coopemep? -Una empresa emprendedora, colaboradora, una empresa que mes a mes le da la mano a quienes más lo necesiten, una empresa que colabora. Coopemep significa una empresa de desarrollo.


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HENRY CHACÓN ULATE

Informe especial sobre COOPERATIVAS

De funcionario a presidente de CooproNaranjo

a través de eso, bien por ellos. No somos competencia. La cooperativa trata de obtener el mejor precio para que ese precio le llegue directamente al productor. Ojalá todo el mundo pudiera tener su propio beneficio. Entonces, el sentido de la cooperativa desaparecería como empresa de servicio al productor. El punto es que los micro beneficios también nos han ayudado a que la zona de Naranjo sea reconocida por su excelente calidad y se haya mantenido en ella.

CAMILO RODRÍGUEZ CHAVERRI

-Henry Chacón es el presidente del Consejo de Administración de CooproNaranjo. Nos interesa mucho lo que las cooperativas agrícolas hacen en el país y cómo han podido transformar la realidad. ¿Qué sería, por ejemplo de la producción de café y la producción de caña sin las cooperativas? O bien, qué sería de los agricultores porque la producción de caña podría existir, pero en muy pocas manos? Los agricultores de Pérez Zeledón están por CoopeAgri, los de Grecia por CoopeVictoria, los de Naranjo y alrededores por CooproNaranjo, los de La Zona de Los Santos por CoopeTarrazú y CoopeDota. Las cooperativas han hecho un trabajo insigne. Bienvenido. Cuénteme por favor, ¿dónde nació? ¿Dónde creció? Yo sé que usted es hijo de fundadores de la cooperativa. -Correcto. Nací en San Miguel de Naranjo, una zona netamente cafetalera. Quedamos huérfanos de padre cuando estábamos muy pequeños. Mi papá se llamó Gabriel Chacón Pacheco. Mi mamá, Adelina Ulate González, fue la gran líder de nuestra familia. Allá por el año 1968 se empezó a gestar la cooperativa. Yo era muy pequeño. Tenía once años, pero al ver, con el paso del tiempo, los logros que iba teniendo la cooperativa, uno se va envolviendo. Para el año 1981 tuve mi primera participación como miembro del Consejo. -Era un muchachito muy joven. -Sí. Estaba recién egresado de la universidad. -¿Qué estudió? -Agronomía.

-Doña Adelina, su mamá, fue una gran dirigente, una promotora del cooperativismo. -Exactamente. Ella siempre estuvo muy identificada con la cooperativa. A todos nos enseñó, principalmente a mí, el espíritu cooperativo. Producimos café.

La fama del café de Naranjo

-Ahora el café de Naranjo es muy famoso. -Hay una historia bastante extensa de cómo CooproNaranjo logró convertir Naranjo en una zona con un nuevo origen en Costa Rica. Esto fue a inicios de los años 90. Antes, cuando la gente salía del país y le preguntaban por café de calidad, decían Tres Ríos o La Zona de Los Santos. Naranjo no existía en el mapa. Sin embargo, éramos conscientes de la calidad que teníamos. CooproNaranjo tomó la idea de salir al mercado, de ir a visitar los clientes. Cogimos una maletita don Ramón Ulate Montero y este servidor. -¿Cuándo fue eso, exactamente?

En esta foto aparece don Henry Chacón con parte del equipo de trabajo de CooproNaranjo. El primero a la izquierda es don Henry. El primero a la derecha es Marco Vinicio Ruiz, gerente general de CooproNaranjo.

-En 1994. Llenamos una maleta de ilusiones y de muestras de nuestro café. Nos fuimos a diferentes ciudades de Estados Unidos. Tuvimos éxito. A los tres años estábamos exportando nuestro primer contenedor en forma directa a un cliente. Cinco años después, el cincuenta por ciento de nuestro café era exportado en forma directa a clientes que nosotros habíamos conseguido, diciéndoles que ese café era de Naranjo. En los últimos años siempre los cafés de Naranjo están en los primeros lugares de la taza de la excelencia como café de origen. Esa es la historia de cómo una cooperativa pudo poner una zona en el mapa con un nuevo origen de calidad de café.

-¿Cómo han podido posicionar su café? ¿Cómo han podido darle un nombre? -Desde el inicio, el objetivo de la cooperativa es dar bienestar de los productores de café de Naranjo. En los años 90, vimos que el mercado nacional nos tenía un poco apretados en cuanto a que no nos querían pagar y que no nos querían reconocer la calidad. Por eso se dio la idea de irnos a buscar clientes afuera. Ha sido un proceso de veintitantos años y ha sido tanto el éxito que en este momento no nos alcanza el café. Otro aspecto que para la zona de Naranjo ha sido muy importante es el nacimiento de muchos micro beneficios. -¿Ha sido importante para la cooperativa o ha sido competencia? -En realidad, si analizamos por qué nace la cooperativa es para buscar el beneficio del productor. Nosotros no los vemos como competencia, en el tanto que ellos procesan su propio café. Sí ellos obtienen un mejor precio

-Mientras tanto que ha pasado con usted. Inició en el 81 en el Consejo de Administración. ¿Cuántos años estuvo en el Consejo? ¿Qué ha significado ste nuevo reto como presidente? -Estuve diez años, desde el 81 hasta el 91. En el año 93 comenzamos el pequeño Departamento de Promoción y Exportación de Café. Ahí nace también la marca Café Naranjo de consumo nacional. Hicimos todo el estudio de mercado y dimos el plan de mercadeo de la marca Café Naranjo para lanzarlo en el mercado nacional. Ahí estuve hasta el año 98. -¿Cómo funcionario? -Sí, como funcionario de la cooperativa. En el 98 pasé a dirigir o a ser gerente de un consorcio conformado por varias cooperativas de Occidente y dos de la zona de Guanacaste, CoopeAtenas, CoopePalmares, CooproNaranjo…

-¿Qué significa CooproNaranjo para la zona? ¿Qué significa para los cafetaleros? ¿De qué manera les ha cambiado la vida? -CooproNaranjo ha sido el gran motor en la economía en Naranjo. No hay quien en Naranjo no haya pasado por el supermercado, por el almacén de suministros o que haya oído hablar de todos los alcances de CooproNaranjo. Siendo Naranjo una zona cafetalera netamente desde los años 40, lo que se consolidó en los años 50, 60, 70, 80. Desgraciadamente, a partir de los años 90 las nuevas generaciones no quieren nada con la producción agrícola. Eso no sólo con la producción de café, sino que en todos los sectores agrícolas se está viviendo la misma crisis. Nosotros en Naranjo lo estamos viviendo. -Y creo que lo están viviendo de dos maneras, no solo no quieren nada con la agricultura, sino que no veo el mismo brío de gente joven cooperativista como la gente de las generaciones anteriores. -Correcto. Porque nuestra generación sentía el gran apoyo que teníamos de parte de la cooperativa para surgir. No había otra opción que no fuera estar afiliado a la cooperativa. Era la mejor opción y sigue siendo la mejor opción para el productor de café en la zona de Naranjo. Si bien es cierto que hay productores que se han dedicado a sus propios beneficios, nosotros estamos enfocados en dar y mantener el servicio para los demás productores. Ser la primera y la mejor opción para

ellos. Ese es el gran reto que tengo como presidente y que tiene la cooperativa como empresa. El reto de seguir estando en la mente de estos productores como la mejor opción para procesar y vender su café.

Relevo generacional

-¿Cuáles son los grandes problemas que tiene el cooperativismo hoy? -En el caso de las cooperativas agrícolas, es el cambio generacional. Nuestros papás y nuestros abuelos buscaron una opción para quitarse el yugo de los beneficiadores, que eran los que se dejaban una gran tajada. Ellos encontraron en el cooperativismo una excelente opción para beneficiarse juntos y buscar un beneficio en común que es lo que busca el cooperativismo. Actualmente no se ve eso. No lo tenemos. Primero porque ya los jóvenes no quieren nada con la producción agrícola y el que está lo que quiere es ver quien le ofrece el mejor precio y no tanto por los servicios. En CooproNaranjo, estamos enfocados no solo en dar un buen precio por el café, sino en dar servicios al asociado, que son complemento de ese precio.

-Me llama la atención en casos como CooproNaranjo, CoopeVictoria, CoopeTarrazú, CoopeAgri, el hecho de que diversificaron. Ustedes ya no solo tienen café. Tienen supermercado. ¿Cómo les ha ido con eso? -Muy bien. Son departamentos comerciales que iniciaron como un servicio al asociado. Está el supermercado, el almacén de suministros. Además un servicio estratégico, que no es comercial, la asistencia técnica. Más recientemente pusimos una torrefactora, una tostadora, como servicio comercial. Parte del café que nosotros antes comercializábamos como materia prima al mercado nacional ahora lo estamos tostando y distribuyendo con nuestra propia marca. Eso le da un valor agregado que al final le llega al productor. Hace cinco años compramos una finca que estaba en manos de una familia en la zona de Naranjo. Dentro de esta finca hicimos un coffee tour que le llamamos “La Verdadera Experiencia del Café”. Atendemos en una forma más personalizada a los visitantes. Les damos una visita por la finca que tenemos. Posteriormente pasamos a un pequeño beneficio que construimos para que vean el proceso de café. Pasamos a la tostadora para que vean el proceso de tostado. Finalmente, pasamos a una degustación de nuestros cafés. La gente sale muy contenta. Es otro servicio que nos da gran rentabilidad. Son ventajas para la cooperativa. Nos da flujo de caja. -Igual que el supermercado. -Y que el almacén de suministros. Eso nos ayuda en el flujo de caja de la empresa que es muy importante.


VÍCTOR HUGO CARRANZA, GERENTE DE COOPEAGRI 10

Informe especial sobre COOPERATIVAS

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Informe especial sobre COOPERATIVAS

“Mi mamá me hizo cooperativista cuando estaba en la escuela”

t La niñez de campo y las luchas de un gran cooperativista

tuve una luz, buenos astros, ellos decían que algo tenía y que debía seguir estudiando. Me gustaba aprender, tenía mucha facilidad para las matemáticas y ellos me motivaron. Mamá toma la decisión, que fue difícil en aquel momento, de trasladarse a vivir a San Isidro de El General. Para un campesino que vivía allá, en las condiciones que le conté que vivíamos, venir a San Isidro es como irse a vivir ahora a Estados Unidos o a Europa. Para mí fue un cambio muy grande. Me vine para Barrio Sinaí donde vivo todavía. Mamá alquiló una casita y me mandó al Liceo UNESCO.

CAMILO RODRÍGUEZ CHAVERRI

-Conocí a don Víctor Hugo Carranza durante el proceso de entrevistar a los pioneros de CoopeAgri, para la elaboración de un libro. Luego me hizo el favor de acompañarme a fotografiar muchas iglesias de Pérez Zeledón. -Un placer volver a compartir con su persona, a quien aprecio y admiro. La verdad que cuando nos conocimos tuve la linda oportunidad de compartir algunas de sus experiencias y a la vez encontrarnos con grandes líderes del cantón de Pérez Zeledón. Fue muy importante el haber dejado grabada la vida y las experiencias de personas muy importantes para CoopeAgri, algunas ya no nos acompañan y para las futuras generaciones, sin duda, se van a convertir en un ejemplo a seguir.

-¿Su papá se quedó allá? -Sí, papá no estuvo con nosotros en San Isidro. Teníamos una pequeña propiedad en Las Mesas y mamá se vino para acá. El primer año fue al Liceo UNESCO, pero me costó muchísimo adaptarme a las condiciones del Liceo y de la gran ciudad que en ese momento representaba San Isidro para mí. Fui a primer año y terminando le dije a mamá que quería regresarme al campo, que yo tenía un cierto aire campesino y que ahí era donde me gustaba vivir. Conversa mamá con mi abuela de que yo me quiero regresar a Las Mesas y que si hay alguna oportunidad de que yo pueda vivir con ella para poder ir al Colegio de Pejibaye. Entonces terminé el primer trimestre de octavo año en el Liceo UNESCO y me regreso a Las Mesas.

-¿Dónde nació? ¿Cómo era su familia? ¿Cómo fue su hogar? -Yo tuve un premio de Dios, siempre lo he creído así, porque nací en el campo. Nací en Pérez Zeledón, pero primero que todo quiero decir que nací en Costa Rica, en este país cargado de oportunidades. Yo nací en Las Mesas de Pejibaye, en un caserío muy pequeño. Soy de una familia campesina. Papá fue un peón agrícola, un jornalero. Mamá fue una costurera. Somos siete hermanos.

-¿A vivir con su abuela ramonense? -A vivir con mi abuela ramonense. Mi abuela que había venido de San Pedro de San Ramón con mi abuelo.

-¿Usted cuál es? -El primero. Me tocó ser el primero, de lo cual me siento muy orgulloso porque mis abuelos maternos vinieron de San Ramón de Alajuela buscando una mejor calidad de vida y compraron una propiedad en Las Mesas. Mi mamá conoció a papá y nací en ese pueblo que en aquel entonces no tenía electricidad, y tenía el camino de piedra. -¿Usted fue un niño descalzo? -Al principio me gustaba mucho andar sin zapatos, pero mamá siempre se preocupó, dentro de sus limitaciones económicas, de que tuviéramos la mejor presentación posible, que fuéramos con un cuadernito a la escuela, con los zapatitos bonitos, la camisa bien, más que ella era costurera, pero la verdad es que a mí me gustaba mucho y en especial jugar fútbol sin zapatos y correr por el campo, por los potreros, claro que eso tenía grandes riesgos como los clavos, pero es la vida del campo y es lo que hacíamos los niños. Viví en el campo y así crecí.

-¿Fue a la escuela de Las Mesas? -Sí. La vida de uno es un viaje en donde todos los días tiene la oportunidad de dar un paso más hacia lo que Dios quiere que uno sea. Fui a la escuela Las Mesas y lo tengo muy presente. Estoy muy agradecido con José Ángel Elizondo que fue mi primer maestro, el que me enseñó a leer y a escribir. ¿Vive? -Sí. Un hombre con una cultura, con unos valores, con un ejemplo de vida intachable. Es una persona que sembró un forma de ser, una disciplina, un amor por el estudio de manera que le recuerdo muchísimo. También recuerdo a William Venegas, un gran maestro de Música, y a Blanca Venegas, que también fue mi maestra de escuela.

Colegio de Pejibaye

-¿Termina el colegio en Pejibaye hasta sexto año? -Hasta sexto año. Ahí se inicia otro sueño grande. Yo decía, “si quiero ser un buen campesino y puedo estudiar, tengo que estudiar Agronomía, tengo que ser agrónomo para algún día venir a ayudar a los agricultores”. El colegio de Pejibaye es un colegio técnico agropecuario y ya era director don Francisco Barrientos, que había sido director de la escuela Las Mesas. Él me ayuda. -¿Sus hermanos se quedaron con su mamá en San Isidro, en Sinaí? -Sí, exactamente. Yo me fui al Colegio de Pejibaye en segundo año, en tercer año soy presidente del Gobierno Estudiantil y juego con la selección del colegio.

Don Francisco Barrientos

-¿Era una escuela pequeñita? -Muy pequeña. Una escuela que tuvo la gran dicha la dicha de tener un gran líder, un gran señor, un herediano, don Francisco Barrientos, quien fue su director. Luego fue don Eduardo Delgado. Fueron personas que realmente cambiaron la historia del pueblo porque eran motivadores, inspiradores. A mí me motivaron mucho para terminar la escuela. -¿Usted era un gran deportista desde aquellos tiempos? Futbolista, mejenguero, atleta. -Es que en el campo es otra cosa. Nosotros no teníamos gimnasio, no teníamos piscina, teníamos el campo y la cancha de futbol. -¿Tenían algún río cerca?

-Sí. Había un río cerca. Entonces nos escapábamos a nadar o a pescar. Aprendimos a jugar fútbol seguramente desde que estábamos aprendiendo a caminar y nos íbamos a jugar. Yo vivía muy cerca de la cancha de futbol y mis tíos eran grandes jugadores. Eso era lo que más hacíamos. Claro, después de ir a la escuela y ayudar en la casa porque mamá siempre nos enseñó a que teníamos que ser colaboradores en la casa y, además, desde muy niños teníamos que trabajar. Nosotros empezamos a coger café desde muy niños. Mamá me cuenta que quedaba sorprendida o con temor de que me le desapareciera en el cafetal porque la acompañaba desde los cuatro o cinco años. -¿Cómo hizo el colegio? ¿Dónde lo hizo? -Yo terminé la escuela y los maestros me impulsaban mucho para que estudiara. Siempre

-Fue presidente también de un grupo de jóvenes en Las Mesas. -Fui el presidente del Grupo Juvenil de Las Mesas. En aquella época los grupos juveniles tenían mucho impacto, sobre todo en Pérez Zeledón porque había un gran liderazgo.

-Usted no estudia Agronomía, estudia Economía en la Universidad Nacional en Heredia. ¿Cómo se va para Heredia? ¿Por qué cambió de opinión? -Yo tenía grandes sueños. Mamá siempre nos decía que teníamos que soñar en grande y que nuestra condición de vida no nos tenía que limitar para llegar a ser personas de bien en el paso por esta vida. Eso fue para mí un gran ejemplo porque siempre la vi en esa perspectiva de lucha, a pesar de que ella solo fue a sexto grado de escuela. La considero una persona con una sabiduría enorme y eso me impulsó a dar un paso más adelante del que ya había dado, que era terminar la escuela e ir al colegio. Ahí tengo la gran bendición de conocer y contar con

el apoyo de don Francisco Barrientos, que sigue confiando en mí y le estoy infinitamente agradecido. Cuando voy terminando el colegio, él me dice que porque no hago el examen de admisión de la Universidad Nacional y de la Universidad de Costa Rica. Yo ni sabía que existía el examen de admisión. Fui a hacer el examen de admisión y tengo la gran bendición de sacar una buena nota y, por mi condición económica, no sé cómo lo hizo, pero él, don Francisco, presenta documentos al Departamento de Vida Estudiantil de la Universidad Nacional y la sorpresa, yo diría que el premio más grande que yo recibo desde ese punto de vista, lo recibo mediante el único telegrama que he recibido en mi vida. El telegrama decía que me había ganado una beca para estudiar en la Universidad Nacional, producto de mi situación económica, que era muy limitada; que por supuesto no podía hacerlo sin una beca; y por mis notas, que había sacado en el colegio, así como el examen de admisión. Eso fue todo lo que recibí, que debía presentarme a Heredia. Yo ni conocía San José. -¿No había ido? -Había ido unas dos o tres veces con mamá, pero es eso que vas y venís en un bus y no sabés ni para dónde vas ni dónde estás. Ahí tenía una gran oportunidad, pero también un gran dilema. Dar ese paso no era fácil.

-¿Dónde fue a vivir? ¿Cómo le fue en el inicio en la universidad? -Recuerdo que me despedí en el pueblo, porque ya jugaba en el equipo del pueblo, y algo que nunca se me va a olvidar es que mamá me dio la plata. Mamá tomó de su bolsa una plata, que en ese tiempo eran como tres mil colones, y me dice, “es lo que puedo darte”, me persignó, me puso en manos de Dios y me fui a San José.

Heredia, 17 años de edad

-Tenía diecisiete años. -Sí, diecisiete. Era una persona muy delgada y muy deportista. En el colegio no estaba solo en fútbol, sino que me gustaba un poco el atletismo. Me trasladé a San José, llegué a un lugar que en aquel momento no ubicaba bien, pregunté qué adonde se tomaban las “chivillas” amarillas que iban para Heredia y así me traslado. No conocía Heredia. Llegué e inicié una nueva etapa, una historia nueva. -¿Dónde vivió?

-En Heredia Centro. La Universidad me becó con la beca Omar Dengo, que es la mejor. Es una maravilla. Es lo que yo creo que hay que promover en este país, la democracia económica y social. Yo estoy aquí por eso. Yo soy producto de lo que en ese momento la universidad y el Estado de bienestar, el Estado de desarrollo, me permitió, a través de un programa específico. ¿Qué fue lo que me permitió el Estado? Prepararme.

-¿Por qué Economía? -Como todos sabemos, en la Universidad de Costa Rica y en la Universidad Nacional uno inicia con las Generales. Inicio con las Generales y ahí me hicieron un test para ver que aptitudes tenía para estudiar. Me llaman y me dicen que he salido con una gran aptitud para estudiar Ciencias Sociales, entonces yo dije, “¿qué puedo estudiar en Ciencias Sociales?” Me dicen, “podés estudiar Planificación Económica, Economía” y dije, “eso me suena bonito” Había escuchado de grandes líderes que eran economistas y que podían interpretar bien la realidad y que hablaban de la pobreza. Siempre me ha motivado lo que tiene que ver con lo social, con lo humano, y pensé que era una bonita oportunidad. También salí con aptitud para estudiar Agronomía. De hecho cuando estuve en el colegio me fue bien, pero decidí estudiar Economía, de lo cual no me arrepiento. -Y jugó futbol allá también. -Uno como campesino tiene muchos sueños, pero paso a paso, cuando me conocieron, jugué con la selección de la Universidad todos los años. Era volante central. Jugaba en el medio campo. Bolívar León, a quien le mando un gran saludo porque tengo muchos años de no verlo, era el entrenador. Fue jugador del Herediano, de la Selección, de Universidad; para mí, fue un segundo papá en estos años. Yo lo aprecio, lo admiro. Recuerdo cuantas veces tuvo actos muy humanos para conmigo. Yo siempre fui un jugador y un estudiante muy entregado y muy disciplinado, no solamente por la oportunidad de estudiar, sino porque me identifiqué con lo que la Universidad representa en términos de oportunidades para muchos jóvenes de este país.

-Usted obtiene un bachillerato. -Sí. Yo estudio Economía. Obtengo un bachillerato y terminé las materias de licenciatura, pero no presenté la tesis. Trabajé mucho en el desarrollo de la tesis, pero un pasaje

de la vida, todo está marcado por Dios, me mandó lejos. Jugaba futbol y me habían hablado de algunos equipos de Segunda y Primera División para entrenar y de pronto tenía una oportunidad y podía hacer una carrera en el futbol. Entonces juego en Segunda División y vengo a jugar a Pérez Zeledón, contra Pérez Zeledón. Jugaba con Golfito FC. -¿Viajaba a Golfito para entrenar y a jugar? -Así es, viajaba a Golfito. Estaba en el último año y cuando tenía la oportunidad. Viajaba y entrenaba en Golfito. Fue una experiencia maravillosa porque la cultura de un pueblo como ese es muy diferente. Yo era un jugador medio raro porque después de entrenar, me iba a estudiar, a leer. Eso no se acostumbraba en esos años. -¿Llegó a jugar aquí contra Ferretería Núñez o contra Pérez Zeledón? -Contra Pérez Zeledón. Tenían un súper equipo en Segunda División. Jugamos el partido y recuerdo que un profesional de Pérez Zeledón, Roger Alfaro, me dice que si ya he terminado de estudiar y le digo que prácticamente sí, ya he terminado de estudiar, y me dice que porque no me integro a trabajar y entonces me integro.

De profesor a CoopeAlianza

-¿Qué fue lo primero que hizo? -Lo primero que hice fue dar clases en el Colegio de Pejibaye. Había una posibilidad de dar clases. Yo no esperaba empezar así, Le digo, “’¿y cuándo tengo que empezar?” Me dice, “el próximo lunes” Le digo, “no, dame chance porque tengo que prepararme”. Evidentemente en el futbol, en ese momento no pagaban y estaba terminando de estudiar. No había tenido oportunidad de ayudar a mi familia, de tener ingresos. Entonces, pensé que era el momento de ayudar a mi familia en el término laboral. -¿Cuánto tiempo estuvo en el colegio como profesor? -Solamente ese año, y de manera inmediata estaba dando clases y me hablan de la Universidad Nacional que por qué no doy clases en la Universidad. -¿Aquí en la Región Brunca? -Sí. Un conocido me dice, “la puerta está abierta para que podás entrar en el marco de la carrera de Administración de Empresas”. Dando ese paso me hablan de Coopealianza. El señor gerente en ese momento era

Germán Gamboa. -¿Usted fue gerente financiero? -Yo estuve en la parte de operaciones. Inicié como encargado de proyectos, después como encargado de operaciones. Terminé siendo Gerente de Operaciones. Ahí estuve un año y resto y entré a sacar la maestría en Administración de Negocios en el Instituto Tecnológico de Costa Rica. Estando en la maestría, conozco al gerente de CoopeAgri, que es compañero de maestría. -¿Quién era el gerente? -Don Edgar Esquivel. Está trabajando en Guanacaste. Es una gran persona, a quien le agradezco muchísimo. Estábamos llevando la maestría juntos y me dice que por qué no acepto la gerencia financiera de CoopeAgri. Eso fue en el 94, hace veinte años. Después de muchas ofertas que me hizo, le acepté. Me costó la decisión porque también le tenía un gran cariño a Coopealianza. Soy asociado de Coopealianza. Porque vea qué sabiduría la de mamá: me hizo cooperativista estando en la escuela. Yo no entiendo cómo ahorraba cinco colones por mes, no entiendo de dónde sacaba esa posibilidad mi mamá. Yo digo que la primera mentora que tengo como economista fue mi mamá. Mi mamá es una persona extraordinariamente brillante y disciplinada con el dinero. Mamá nos enseñó que si podíamos no deber, no había que deber, que no había que pagar intereses, que había que ahorrar aunque fuera un colón. Nos compraba el chanchito para que, al final de año, esa plata nos sirviera para los zapatos, para el pantalón o para la camisa, o para venir al dentista. Mamá decía que había que venir una vez al año al dentista a San Isidro de El General.

Sus inicios en CoopeAgri

-Hace veinte años llega a CoopeAgri como Gerente Financiero y tiene quince años de ser Gerente General. ¿Qué ha significado CoopeAgri? ¿Qué es CoopeAgri? ¿Cómo estaba CoopeAgri cuando usted llegó? ¿Cómo se ha transformado en estas dos décadas? -Creo que otra de las grandes bendiciones que he tenido es la posibilidad de trabajar en la economía social y solidaria porque siempre he creído que el ser humano de manera organizada tiene una mejor posibilidad de vida. Le contaba que mamá cuando yo estaba en la escuela me hizo cooperativista. Entonces, siempre me llamó la atención el cómo poder trabajar para organizaciones

que pensaran en la colectividad, que tuvieran un alto sentido empresarial, que fueran a buscar oportunidades para la generación de empleo, para la generación de riqueza, que tuvieran la preocupación de distribuir esa riqueza entre la mayoría de los habitantes posibles de un territorio, de una sociedad. En ese sentido tengo la dicha de involucrarme primero con Coopealianza, una gran cooperativa. Había escuchado hablar mucho de CoopeAgri porque mi abuela compraba solo en CoopeAgri porque CoopeAgri iba a los pueblos a vender en unos buses, supermercados móviles, que era una idea que se trajo de Europa. Yo iba con abuela a comprar al supermercado móvil. Mi abuelo y mi padre son campesinos. Mi abuelo era productor de frijol y maíz y pequeño productor de café. Entonces esa vinculación siempre existió. Tengo la oportunidad de entrar a CoopeAgri, una empresa cooperativa que nace en 1962, con un gran liderazgo de don Milton Fonseca Balmaceda y de don Claudio Gamboa. Esa inspiración de estos dos grandes líderes, a la par de muchos más líderes de este cantón, permite que se funda CoopeAgri con 391 asociados. Esa historia siempre me cautivó. Cuando vengo a trabajar, siento un compromiso social, un compromiso empresarial. Estaba dispuesto a colaborar. Vine porque tenía la convicción de que quería dar lo mejor que pudiera dar, sacrificando inclusive parte de mi vida porque no había horarios, la jornada era larga. CoopeAgri está conformada por pequeños productores. Era una organización que tenía otro tamaño, pero que sí tenía esa visión de desarrollo social, sí tenía ese deseo permanente por mejorar la calidad de vida de los que conformaban la cooperativa. Había un gran carácter de lucha, de compromiso de los líderes, del Consejo de Administración. CoopeAgri siempre ha tenido eso, que yo creo que la hace única en el país, el compromiso de los líderes, también encontré un gran compromiso de los colaboradores en el proyecto. Entonces así inicié en la Gerencia Financiera a la par de Don Edgar Esquivel, que era el Gerente General y quien me contrató. Tengo también la suerte que los líderes de CoopeAgri, a través de los años, han confiado en mi persona y yo lo único que he puesto al servicio es lo que Dios me ha dado. (Extracto de la entrevista a Víctor Hugo Carranza en el libro “Forjadores y pioneros de CoopeAgri”, del periodista Camilo Rodríguez Chaverri. El libro está en proceso de impresión).

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JUAN RAFAEL MURILLO

Informe especial sobre COOPERATIVAS

“El cooperativismo es la herramienta más importante para los que somos pequeños”

CAMILO RODRÍGUEZ CHAVERRI

-Está con nosotros don Juan Rafael Murillo. A él lo conocí hace como unos diez años, como parte de las primeras entrevistas que realicé para un libro sobre la historia de CoopeAgri. Me gustaría que nos cuente de su vida, ¿dónde nació? ¿Dónde creció? -Muchas gracias. Muy contento de estar aquí con usted y compartir la experiencia de la vida. Nací en La Colonia Toro Amarillo, del cantón del Grecia. Es la comunidad que sigue de Los Bajos del Toro hacia Río Cuarto de Grecia. A los ocho años de edad, nos fuimos para Pérez Zeledón. Nos fuimos mi mamá, mi abuelo y mis tíos. Primero llegamos a Palmares. Luego mi abuelo compró esa finca en Paraíso de Pejibaye de Pérez Zeledón. Desde ese entonces, estoy viviendo ahí. Iba para segundo grado de la escuela. Fui a segundo a la escuela de Desamparados de Pejibaye de Pérez Zeledón. En aquellos años, el maestro nada más daba primero y segundo grado. -¿Cómo era el camino? -La carretera en este sector llegaba hasta Palmares de Pérez Zeledón. De ahí para adentro era en carreta, pasando por trillos y barreales. Recuerdo que nosotros, cuando llegamos a Palmares, fue en carretas. En ese año, el Río Pacuar tenía un puente de hamaca. Entonces, para pasar el río se soltaban las carretas para pasarlas a mano. Los bueyes se pasaban por el río, solos. Después, en el otro lado se volvían a enyugar. Nosotros llegamos en 1955. Vino un temporal muy fuerte y se llevó el puente. Quedamos incomunicados. Teníamos que pasar en bote. -Quiere decir que toda su infancia y adolescencia fue en carreta. -En carreta, a pie, a caballo. Yo venía a dejar café desde Pejibaye hasta Mollejones. Lo hacía con un caballito.

-¿Quién en su familia empezó a producir café? ¿Fue su papá? -Yo era hijo natural. Me crié con mi mamá y mis abuelos. Prácticamente fue mi abuelo el que empezó a sembrar café. Mi mamá se casó. Yo me crié con mis abuelos, me quedé con ellos.

-Usted se casa muy joven. -Sí. Me casé a los 25 años. Desde siempre nos dedicamos a la agricultura. En esa época había la visión de que todo mundo venía aquí por sembrar maíz y frijoles, no tanto por sembrar café. Las primeras matas de café que aparecieron fueron sembradas en un tacotal. -¿Lo que producían era frijoles y maíz? -La ilusión era sembrar frijoles y maíz.

Espíritu Cooperativista

-¿Cómo nace su espíritu coo-

No concibo la zona de San Isidro de El General sin CoopeAgri. Para mí, la figura de CoopeAgri en el cantón de Pérez Zeledón sigue siendo fundamental. Lo mismo que ha pasado con CoopeAlianza porque el sistema financiero de los bancos cambió completamente y CoopeAlianza vino a cumplir esa misión desde el punto de vista financiero como CoopeAgri lo ha hecho desde el punto de vista productivo.

perativista? -Por naturaleza y por la familia pues siempre les había gustado la vida comunal. Antes no había asociaciones de desarrollo, pero estaban las juntas de camino, las juntas de educación, las juntas de la escuela, el patronato escolar. -¿Usted participó de todo eso? -Todas esas etapas yo las viví, un poco por arrastre, por tradición familiar. En ese momento llegó a Pejibaye un muchacho del Cuerpo de Paz. Él comenzó a promover una cooperativa de ahorro y crédito. En ese entonces, era difícil porque hablar de cooperativas era como hablar de comunismo. Eso era pecado mortal. Evolucionar

en eso era complicado porque la gente le hacía mala cara a uno. Era tener un pensamiento diferente. -Ustedes se reunían en un cuartito. -El primer presidente de CooPeji fue don Misael Alfaro. Él nos dio un cuartito donde se reunían los alcohólicos anónimos. Le prestó ahí un espacio a la cooperativa. Los domingos, Daniel Elizondo y yo nos sentábamos con una libretita a recibir a los asociados con lo que traían. Llegaban los asociados y decían, “yo traigo dos pesos”, o “yo traigo uno cincuenta”. Eso era el ahorro. Puedo decir que mi trabajo en el movimiento cooperativo comenzó ahí. También estuve en la fusión de CooPeji a CoopeAlianza. -¿Cuándo nace su relación con CoopeAgri? -La producción de café siempre ha sido complicada. En ese entonces, había dos empresas privadas y estaba CoopeAgri. Resulta que viene el dueño de un beneficio de los que estaban en Pejibaye y entró en un problema porque no podía pagar los ajustes que era lo que había en ese entonces. Se crea todo un movimiento. Paralelamente estaba iniciando un tipo de intervención de otros compañeros como Tobías González y Abelardo Jiménez. Ellos estaban tratando de abrir CoopeAgri para muchos más agricultores, porque ya ellos estaban metidos en UPIAV. Ellos creían que el cooperativismo era un instrumento para todos. Antes, había que estar haciendo huelgas porque las empresas pagaban un día una cosa y al otro día otro monto. El productor tenía que pagar el transporte, y medían a como quisieran. Estábamos indefensos. Entonces viene UPIAV y se comienza a abrir CoopeAgri. La gente le quería quemar el beneficio a este señor que estaba teniendo problemas financieros. Ya estaban don Tobías, don Abe-

lardo y don Jesús Badilla en CoopeAgri. Les hablamos a ellos. Hicimos una reunión en Pejibaye y dijeron que CoopeAgri podía abrir beneficios y recibidores. Eso para ayudar un poco a mejorar la situación. El gerente era Raúl Elizondo. -Usted incluso fue dos veces miembro del Consejo de Administración de CoopeAgri, ¿qué ha significado CoopeAgri en su vida? -No concibo la zona de San Isidro de El General sin CoopeAgri. Para mí la figura de CoopeAgri en el cantón de Pérez Zeledón sigue siendo fundamental. Lo mismo que ha pasado con CoopeAlianza porque el sistema financiero de los bancos cambió completamente y CoopeAlianza vino a cumplir esa misión desde el punto de vista financiero como CoopeAgri lo ha hecho desde el punto de vista productivo.

Hijos cooperativistas

-¿Qué significa que sus hijos sean cooperativistas? Dos hijos suyos han sido parte del Consejo de Administración de CoopeAgri. Uno de sus hijos es el presidente de CoopeAlianza. ¿Qué significa eso en su vida? -Yo les di una luz. Es Dios el que marca el rumbo. He estado en asambleas, porque soy delegado de CoopeAlianza. Cuando veo las votaciones que Vinicio recibe, mi hijo, pienso que eso es obra de Dios. Desde el punto de vista lógico, él (Vinicio Murillo, presidente de CoopeAlianza) no debería estar ahí, pero eso es obra de El de Arriba.

-¿Cuáles son los valores más importantes que usted ha inculcado en sus hijos? -Tengo diez hijos. He inculcado en ellos los valores de la familia y de

la honradez, así como los valores cristianos, donde se nutre uno de esos valores. -¿Cómo se llama su esposa? ¿Cuántos nietos y bisnietos tienen? -Mi esposa se llama Ana Lucía Murillo Campos. Es una compañera de verdad. Tengo veintinueve nietos y un bisnieto. De los diez hijos, siete son hombres y tres son mujeres. Parte de lo que aprendí en esta vida es que nuestros abuelos no eran muy devotos de que la gente estudiara. Yo tenía un poco ese pensamiento. Porque cuando salieron de la escuela Vinicio, Patricia y Juan Rafael, ya había colegio en Pejibaye, pero no los mandé al colegio. Yo tenía ese miedo de mandarlos al colegio y que se perdieran. Luego entendí que el mundo era más abierto, que no era solamente Paraíso de Pejibaye. Dije que mis hijos no se podían quedar sin estudiar. Podían ser productores, pero también abrirse a otros campos. El que salió de la escuela en ese momento fue José Pablo. Él no me había dicho que quería ir al colegio. Le pregunté que si quería ir al colegio y me dijo que sí. Fue el primero de los hombres que entró al colegio. -¿Cómo define usted el cooperativismo? -Es la herramienta más importante para los que somos pequeños. Es la solidaridad para ayudar a otros, ayudar a los más pequeños, dar un servicio desde un punto de vista solidario. El cooperativismo tiene valores que no tienen otros movimientos. A veces se juzga desde el punto de vista del capital. La gente dice que a veces le pagan muy poco. Hay cosas que la gente no valora. Por ejemplo, CoopeAlianza ofrece un montón de servicios y a veces la gente no los ve. Vivimos muy materializados. Por ejemplo, CoopeAgri hasta el abono le lleva al productor a la finca. La educación que se da en el cooperativismo es muy buena. Todo eso son cosas que no tienen precio. El valor de una cooperativa no se puede medir, es indefinido.

-¿Qué sería de Pérez Zeledón sin CoopeAgri y sin CoopeAlianza? -Le aseguro que sin organizaciones cooperativas, hoy muchas cosas no se estuvieran produciendo. El cooperativismo sigue siendo la herramienta para el pequeño, para el mediano y hasta para el grande. Yo estuve en la creación de Credecoop. Recuerdo que el plan de trabajo lo hicimos en Tortuguero, hicimos un plan estratégico. Se hizo la figura para que pudiera seguir trabajando en el sistema financiero. Así fue como lo hicimos. Mi hijo Vinicio va todos los meses a pagar su dinero en Credecoop. Dice que es mejor así. Sacar el rato todos los meses. El compromiso con el cooperativismo es una bendición en el campo. (Entrevista que forma parte del libro “Forjadores y pioneros de CoopeAgri”, del periodista Camilo Rodríguez Chaverri. El libro está en proceso de impresión).


El Guapile単o

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El Guapileño

CAMILO RODRÍGUEZ CHAVERRI

El Guapileño

-¿Cómo recibió el cambio de fuerzas en la Asamblea Legislativa el primero de mayo? ¿Qué piensa del comportamiento del plenario a partir de entonces? -Gracias, Camilo, por darme la oportunidad. Un gusto saludarle. Debo empezar diciendo que fue una sorpresa lo que me llevé con la entrevista anterior. No solamente por la de televisión, sino porque usted la publicó en un periódico en el cual usted es director. Gente que no conocía, que nunca había visto, me paraba en la calle. Me sucedió un día en la Plaza de la Cultura. Venía caminando de una reunión y me dice, “disculpe, diputado, a usted le conozco por una entrevista que le hicieron en un periódico de Camilo Rodríguez”. Así me pasó muchas veces. Fue muy interesante para mí ver cómo la gente lee estos periódicos que usted dirige. -Y son entrevistas de fondo. Son entrevistas extensas. -Son extensas y sin embargo, la gente las leyó. Y más en Guápiles, por supuesto. Hay un diputado aquí en la Asamblea Legislativa que yo respeto mucho. El ex magistrado, don Carlos Arguedas, él me hizo el comentario de esa entrevista también.

-Cuénteme, ¿qué piensa de lo que ha ocurrido en la Asamblea Legislativa a partir de mayo? ¿Cómo siente la Asamblea Legislativa en comparación de lo que se veía antes? ¿Qué está mejor y qué no? -Creo que en relación con lo que sucedió el primero de mayo en la Asamblea Legislativa, se levantó una gran expectativa de cómo íbamos a caminar con un nuevo directorio, un directorio donde oficialmente no está representada la bancada oficial. Digo oficialmente porque hay una diputada que es del PAC, que está en ese directorio, pero no fue avalada por la fracción. Hubo una gran expectativa de cómo iba a funcionar ese nuevo directorio. Me parece que la expectativa era muy grande, y los resultados han sido pocos, sobre todo porque se nos dijo que ese nuevo directorio estaba basado en una agenda concreta que ellos traían de trabajo. Sin embargo, estamos a finales del mes de junio y no hemos conocido esa agenda. Solo vimos algunos proyectos. Tanto es así que todavía no hemos logrado conformar lo que se llama en la Asamblea Legislativa como Agenda 36. La Agenda 36 es donde cada partido político presenta sus proyectos, pero ni en eso ha habido acuerdo. Los resultados no han sido los esperados. Me parece que nos hemos entrabado mucho. Le ha costado al Directorio tomar las riendas para dirigir. Yo esperaría que, de verdad, arranquemos el trabajo. Hay proyectos muy importantes en la Asamblea Legislativa que tienen que ver con el país en general y con las provincias. Me parece que es una lástima que no estemos aprobando proyectos tan importantes. -En el primer año, ¿cómo fue el accionar de la Asamblea Legislativa? Si lo comparamos, ¿cuál fue mejor? -Lo que pasa es que cuando

GERARDO VARGAS VARELA, DIPUTADO DE FRENTE AMPLIO

“Pococí necesita un hospital nuevo”

tos, para los que le roban impuestos al pueblo. Nos interesa el proyecto del ocho por ciento para educación costarricense, para mejorar la educación de este país. Nos interesa el proyecto del Salario Mínimo Vital, para que en este país nadie gane por debajo de la canasta básica. Eso es una gran injusticia. Hay gente que, con lo que gana, ni siquiera le alcanza para comer y vivir dignamente. Siempre digo que cómo es posible que en este país mientras hay personas que tienen pensiones de dieciocho millones de colones, hay personas de la tercera edad que viven con setenta mil colones mensualmente.

-La desigualdad es escandalosa. -Esa no es la Costa Rica que nosotros queremos. Esa no es la Costa Rica que nos agrada. Ahí es donde está el Frente Amplio luchando por esa justicia social.

Hay que estar en el Hospital de Guápiles para darse cuenta del esfuerzo que hace la gente que trabaja ahí. A veces nos quejamos de los funcionarios de la Caja, pero también hay que estar en el pellejo de ellos. Hay que estar en la situación de ellos para poder comprender las situaciones.

llega un grupo de diputados nuevos, como nos sucedió a nosotros, en el primer año todo es más complicado.

-Hay que aprender. -Y sobre todo esta vez fue muy difícil. La parte más difícil es la parte operativa. Aquí hubo diputados que dos meses después de haber llegado no tenían oficina. No tenían computadora. No tenían teléfono. No tenían internet. En el primer año, me parece que es muy difícil aprobar proyectos. El tiempo es muy corto. Al final del año pasado se logró aprobar proyectos importantes, pero en el primer año me parece que cuesta más. En este segundo año, me parece que lo que más cuesta es definir la agenda política, en cómo los partidos cedemos en un tema y en otro para ponernos de acuerdo y sacar proyectos que son importantes. Creo que estamos llegando a un momento en el cual debemos decir, “estos son los pro-

yectos que le interesan a mi fracción. Estos son los que nos interesan a todas las fracciones”. Después de eso, debemos ponernos de acuerdo para ponerlos a caminar.

La defensa de la Caja del Seguro Social

-¿Cuáles son los proyectos que le interesan al Frente Amplio? -A la fracción del Frente Amplio le interesan los proyectos que tienen que ver con la Caja Costarricense del Seguro Social. Por ejemplo, el proyecto para que no prescriban las deudas con la Caja. Aquí hay gente que le debe mucha plata a la Caja, entre ellos, el Estado. El Estado es el peor deudor de la Caja. Para nosotros, los proyectos que tienen que ver con la Caja del Seguro Social son muy importantes. Nos interesa el proyecto de fraude fiscal, para los que evaden impues-

-¿Cómo ve al diputado Rafael Ortiz al frente de la Asamblea Legislativa? -Creo que don Rafael Ortiz adquirió un compromiso con una responsabilidad enorme, ser presidente de la Asamblea, pero, además, con los votos de Liberación Nacional. Recordemos que Liberación le dijo a la Unidad, “pongan ustedes el candidato y nosotros ponemos los votos”. La Unidad obedeció. Ahora Rafael Ortiz es presidente del primer Poder de la República, pero le debe fidelidad al partido Liberación Nacional. Eso es muy delicado porque llegó comprometido. Tiene muy poco margen de maniobra, sobre todo porque tiene dos en el directorio que son de Liberación Nacional. Son dos contra uno. Los acuerdos en el directorio que se tengan que tomar por votación siempre los va a perder el presidente y los van a ganar los dos secretarios. Entonces, me parece que la posición de Rafael Ortiz en el Directorio es una situación bastante difícil.

Comunidades sin agua potable

-Con respecto a nuestra zona, ¿cuáles son las prioridades? ¿En qué ha estado trabajando usted? ¿Qué le preocupa? ¿Qué le interesa? -Todos los fines de semana los dedico a atender los cantones de mi provincia. Atiendo dos cantones por fin de semana. Durante todo el mes atiendo todos los cantones. Algunos por lo menos dos veces. En el caso concreto de Guápiles, he visitado


todos los distritos; algunos, los he visitado varias veces. ¿Cuáles temas hemos estado trabajando? Hemos trabajado el tema de la salud. Hay una gran crisis en el tema de los EBAIS en el cantón de Pococí. Hemos hecho muchas reuniones. Hemos hecho muchas gestiones en la Caja Costarricense del Seguro Social, producto de eso hemos logrado que vaya la Presidenta Ejecutiva de la Caja a las Barras del Colorado. Estuvimos allá en una gira y vimos las dificultades que se viven. El tema de la salud es preocupante. El tema del Hospital de Guápiles es un tema que hemos hablado con la Caja. Creemos que ya Guápiles debe tener un nuevo hospital. Es un tema en el que se ha trabajado mucho. Otro tema que hemos trabajado es el del agua. Es interesante que Pococí, siendo uno de los cantones que más desarrollo tiene a nivel nacional y por supuesto más desarrollo en la provincia de Limón, sea un cantón donde una gran cantidad de gente se alimenta con pozos artesanales. -Es increíble. Pococí es el primer cantón del país en generación de agua. El segundo es San Ramón, pero el primero de los ochenta y uno en generación de agua es Pococí. -Sin embargo, contradictoriamente, una gran cantidad de población se alimenta con pozos artesanales. Hemos estado trabajando mucho el tema de las ASADAS para lograr que haya acueductos, agua potable en las comunidades. Por ejemplo, esa zona de San Gerardo de Ticabán, que es una zona enorme, no tiene agua potable. Ahí toda la gente se alimenta con pozos artesanales. -Y con todos los problemas de salud que conlleva. -Exactamente. Hemos estado trabajando con Acueductos y Alcantarillados a ver si logramos desarrollar un proyecto. Vamos por buen camino. No es fácil, pero es un tema interesante. Otro tema que hemos estado trabajando y que es muy importante es el tema de la seguridad. Realmente es alarmante el tema de la delincuencia, los robos, del narcotráfico. Conversamos con el director policial de la región que ahora comprende Guácimo, Pococí y Sarapiquí. Ahí pusieron un director regional. Es una persona que tiene mucha voluntad para trabajar. Me parece que quiere hacer las cosas bien. Queremos ver cómo logramos mejorar en las comunidades la seguridad y cómo combatimos el tema del narcotráfico. Es muy doloroso ver en el cantón Pococí cosas a las que no estábamos acostumbrados. Una persona está trabajando, llega alguien en un carro, se baja, saca una pistola y le pega diez balazos. Eso es algo a lo que no estábamos acostumbrados. Por eso es un tema que estamos trabajando fuerte. No puedo dejar de mencionar el tema de Ruta 32. Últimamente he tenido reuniones con empresarios de Guápiles y están muy preocupados por esa ruta, y por los detalles que no se han tomado en cuenta para cuando se amplíe. La gran preocupación es cómo va a hacer la gran ciudad de Guápiles para acceder a esa ruta. Se habla de que en Guápiles va a haber una rotonda. Lo que no sabemos es donde va a estar. ¿Va a estar en Toro Amarillo, en la

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El diputado Gerardo Vargas y el periodista Camilo Rodríguez.

Me parece que aquí urge que todos los actores sociales del cantón de Pococí hagamos un frente común. Estoy hablando de la municipalidad, asociaciones de desarrollo, grupos comunales, de todas las fuerzas vivas del cantón. Debemos realmente hacer un frente común. Decirle a este gobierno que Pococí debe ser prioridad con la construcción de un nuevo hospital.

calle La Trocha, en la entrada principal donde está la bomba Total, en la calle de los Tribunales, en la Bomba San Clara? La gente dice que es una sola rotonda, ¿qué vamos a hacer con las demás calles? ¿Cómo vamos a tener acceso nosotros a la Ruta 32? Es un tema interesante. Me parece que hay buen ambiente en Guápiles. Me gusta que por lo menos que ya se está discutiendo.

-¿Qué le preocupa con respecto a la ampliación de la ruta 32? -Me preocupa la afectación del comercio que en este momento está sobre la Ruta 32. Hay cualquier cantidad de familias que viven de sodas, restaurantes, ventas de verdura, viveros. A esa gente no se le ha visitado, no se le ha explicado el proyecto, no se le da dicho si los van a expropiar. Me preocupa el desempleo que puede haber. Me preocupa cómo vamos a hacer para que toda esa producción que sale de las bananeras y las piñeras, de todos los cantones, pueda tomar la Ruta

32 para ir hacia Limón. Todos esos camiones se van a encontrar con la vía hacia San José y ellos van para Limón. No se nos ha dicho cómo van a accesar la Ruta 32. Me preocupa mucho el efecto que va a tener eso sobre la producción bananera y piñera. Nosotros dependemos de eso y no podemos ocasionar un daño a esa producción.

Hospital nuevo

-Yo quisiera devolverlo a un tema que me llamó mucho la atención y es que usted dice que Guápiles necesita un hospital nuevo. Nosotros en el periódico le dedicamos una edición a ese tema. ¿Cómo se ha abordado el tema? ¿Qué futuro tiene? -Nosotros hemos hablado con las autoridades de la Caja Costarricense del Seguro Social y les hemos dicho que no podemos seguir con lo que tenemos en Guápiles. No solamente es por la población que vive en Pococí, sino por otra población que recibimos. Ahí, en el Hospital de Guápiles, recibimos población de Sarapiquí, Siquirres y Guácimo. Hay que estar en ese hospital para darse cuenta del esfuerzo que hace la gente que trabaja ahí. A veces nos quejamos de los funcionarios de la Caja, pero también hay que estar en el pellejo de ellos. Hay que estar en la situación con ellos para poder comprender las situaciones. -Hay una gran mística en ese hospital. Yo lo he vivido con familiares. -Hay que comprender la situación en que ellos trabajan. A veces tienen cincuenta o sesenta pacientes en emergencias con un cuartito donde ya no cabe nadie más. Me parece que aquí urge que todos los actores sociales del cantón de Pococí hagamos un frente común. Estoy hablando de la municipalidad, asociaciones de desarrollo, grupos comunales, de todas las fuerzas vivas del cantón. Debemos realmente hacer un frente común. Decirle a este gobierno que Pococí debe ser prioridad con la construcción de un nuevo hospital. Contra el contrabando

-En los medios de comunicación, tengo tres campañas. Tengo más de veinticuatro años de trabajar en radio. Me interesa

mucho tratar un tema y darle y darle espacio porque creo que eso es más efectivo. Uno es el tema del agua. Estamos defendiendo las nacientes de Copalchí de Cartago e Higuito de Desamparados, y las nacientes del sur de Pococí, que yo quisiera que estuvieran protegidas dentro de un Parque Nacional. Otro es el tema del contrabando y cómo trae de la mano el lavado de dólares y la violencia que se vive en Pococí. El tercer tema es la defensa de Hogares Crea porque están a punto de cerrar en nuestro país. Le voy a hacer un par de preguntas sobre esos temas. Uno es el tema del agua. ¿Por qué ha costado que el agua tenga rango constitucional? ¿Por qué ha costado tanto la defensa del agua, que se defienda al agua en la Constitución Política. ¿Quiénes se le atraviesan a esos proyectos en la Asamblea Legislativa? -Precisamente estábamos en el plenario viendo el tema del agua como un derecho constitucional. Es un proyecto que tiene años en la Asamblea y que no ha avanzado única y exclusivamente porque el Movimiento Libertario se opone a que sea un derecho constitucional. El Movimiento Libertario no ha permitido que avance. No se ha permitido en gobiernos anteriores y ahora Otto Guevara lo tiene como su bandera de lucha. Él no permite que el agua esté en la Constitución Política. ¿Por qué no se ha votado? Única y exclusivamente porque el Movimiento Libertario no permite que se vote. Todos los demás partidos estamos de acuerdo menos el partido Movimiento Libertario. -Tengo en este momento en impresión un libro sobre el contrabando de frijol. Estoy trabajando el contrabando de muchas maneras. El contrabando es hermano de la drogadicción y hermano del lavado de dólares. Hay dos proyectos sobre el contrabando, ¿sabe usted de ellos? ¿Está enterado? -Claro que sí. Los conozco muy bien y le tengo una buena noticia. Ya se aprobó un proyecto de contrabando en comisión. Creo que ese proyecto está pronto a llegar a plenario. Espero que todos los diputados lo votemos. Es un proyecto muy bueno, que viene a poner un alto al tema del contrabando. Es un pro-

yecto muy bueno, con aportes de diferentes partidos. Ya está aprobado en comisión. Se aprobó por unanimidad. Yo espero que pronto esté en el plenario y lo podamos votar. En este país hay gente que se está haciendo multimillonaria con el contrabando. Aquí entra cualquier cantidad de mercadería de contrabando y eso está arruinando la economía de mucha gente. Un tema que me han comentado es, por ejemplo, que las pulperías de barrio están desapareciendo y están abriendo un montón negocios de dudosa procedencia. ¿Cómo es que se abren supermercados con productos tan baratos? -Y tienen máquinas de juego sin ninguna regulación. -Sin ninguna regulación. Está aprobado un proyecto para combatir el contrabando. El otro es muy parecido. Se podrían unir, pero ya uno se aprobó. Creo que pronto será ley de la República. -¿Qué le preocupa de la Asamblea Legislativa a usted después de estar como asesor y ahora como diputado y jefe de fracción? -Me preocupa que los trámites son muy lerdos para aprobar leyes. Me preocupa que haya mucha burocracia. Me preocupa encontrarme con grupos conservadores que se oponen al tema de derechos humanos y al tema de que el agua esté en la Constitución Política. Me preocupa que todavía sigue en algunos grupos esa mentalidad neoliberal del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y que vemos que no funciona. Por eso tuvimos una manifestación con agricultores en Casa Presidencial. La fuerza de esos grupos conservadores, neoliberales, que todavía tenemos en la Asamblea Legislativa y que no permiten que avancen proyectos para el pueblo costarricense, es mi principal preocupación. -Se ha hablado de una alianza del partido Acción Ciudadana, el Frente Amplio y algunos grupos sindicales para combatir el poder en la Asamblea Legislativa. ¿Es eso cierto?¿Qué piensa del tema? -Efectivamente. Es totalmente cierto. Hace unos meses estamos en conversaciones el Comité Ejecutivo del Partido Acción Ciudadana, el Comité Ejecutivo del Frente Amplio, la Fracción del Frente Amplio y la Fracción del Partido Acción Ciudadana con el colectivo sindical que se llama Patria Justa. Hemos llegado a elaborar un documento. Es un documento en el cual hacemos un llamado a trabajar en contra de los proyectos neoliberales, en contra de los proyectos que buscan privatizar la electricidad, los proyectos que buscan poner un salario único al sector público, proyectos que buscan eliminar los derechos laborales adquiridos por los trabajadores. Me parece que es un buen documento. Un buen acuerdo. Nosotros, como Frente Amplio, vamos a seguir abriendo diálogos con otros sectores sindicales en este país para buscar alianzas y acuerdos porque nos parece que eso es lo que compete en una democracia como la nuestra. Entre más dialogo tengamos y con todos, más gente se involucra. Lo mejor es que vamos a defender la democracia y que vamos a trabajar por la justicia social. -Muchas gracias por la entrevista. -Con mucho gusto.


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EUGENIA MEZA MONTOYA

El Guapileño

La mujer fuerte de Mucap v “Doña Eugenia Meza Montoya es un personaje que he escogido para un libro de mujeres destacadas del país. Ella es la gerente de la Mucap, Mutual Cartago de Ahorro y Préstamo”. Camilo Rodríguez CAMILO RODRÍGUEZ CHAVERRI

El Guapileño

-Estamos en Cartago. Usted es profundamente cartaginesa. -Así es. Me agrada mucho que desde mi oficina tengo la vista del Volcán Irazú, la vista con la cual crecí. He vivido aquí toda la vida. Es mi ciudad. Acá vivo y probablemente acá me quedo.

-Su mamá falleció hace un año. Su papá vive. ¿Cómo se llama su papá? ¿Cómo se llamó su mamá? ¿Cuántos hermanos son ustedes? -Muy importante la pregunta porque nosotros somos lo que nuestros padres hicieron de nosotros. Desde ese punto de vista, creo que he sido privilegiada. Mi papá, Jaime Meza Ivancovich, cumple noventa años en enero, si Dios quiere. Mi madre, Flora Montoya Solano, falleció hace un año. Una mujer muy linda, reconocida como una persona muy bella. Además, muy inteligente. Quizás quienes la conocieron no pudieron ver eso en ella. Pero lo hijos sí lo valoramos mucho. Ella era la que se sentaba con cada uno de nosotros a revisarnos las tareas. Desde que éra-

mos pequeños, nos inculcaron una gran disciplina. Recuerdo que me arrancaba la hoja si tenía un borrón. Los borrones eran absolutamente prohibidos. Ella también nos dio una visión de futuro profesional, de estudiar, de superarnos, al igual que papi. Me siento muy orgullosa de él. Fue un gran jugador de futbol en su juventud. Al igual que mi tío “Fello”. Yo diría que si a papi hubiera que caracterizarlo, siempre ha sido muy humilde, un hombre de muchos valores, como la honestidad, y con un gran espíritu de servicio.

-¿Cómo fue su niñez? Sé que ustedes, en la casa de sus papás, fueron tres mujeres y tres hombres, que las mujeres son mayores que los hombres y que usted es la mayor de todos. -Exactamente. Soy la mayor de todos. Mi niñez fue muy tranquila. Mis padres eran muy conservadores. No éramos de andar en la calle. Eso no se permitía aquí en Cartago. Fue más que todo una niñez dentro de la casa, jugando con mis hermanos, con mis primos. Somos una familia muy grande. Los domingos nos reuníamos en la casa de mi abuela. -¿De su abuela Ivancovich? -No. Mi abuela Pilar Solano de Montoya. Tengo una hermana que se llama Pilar. -¿Cuántos hermanos tenía don Jaime? -Son muchos. Otto, Álvaro, Fello y papi. Esos eran los hombres. De mujeres, Luz, Flora, Aidé.

Papá futbolista y banquero

-De todos, ¿solo queda su papá? -Sí. Solo queda papi. -¿Era el menor? -Sí. El menor es papi.

-Hay un detalle que me encanta. Usted me lo contó antes. Dice usted que su papá pudo salvarse del futbol. Que en esa época, el futbol

estaba relacionado con el consumo de alcohol, con la fiesta, que tendían a ser muy mujeriegos y parranderos. -Papi pudo hacer un alto en su vida. El futbol fue muy importante en su vida y todavía lo sigue siendo. Papi es cartaginés hasta el fondo de su corazón. Vive mucho el futbol desde la televisión. Ahora con la Copa América o con la Copa de Oro, no se ha perdido partido. Él me pregunta si vi los partidos. Yo lamento decirle que no. No heredé esa fiebre por el futbol. Pero, efectivamente, papi se retiró muy joven. Todo mundo me dice, “es que su papá se retiró muy joven, él pudo haber dado más”. Jugó en México, jugó en el Cartaginés, jugó en la Selección. Sin embargo, cuando se casó, papi decidió hacer carrera bancaria. Ingresó al Banco Crédito Agrícola.

-Entiendo que llegó a tener un puesto muy alto. -Fue Director del Departamento Hipotecario. Fue una persona de confianza para todos los jefes que tuvo. Eso por su honestidad, por sus valores, por su manera de ser. Creo que eso nos permitió tener una familia con estabilidad, sin altibajos, sin situaciones que pudieran afectarnos a nosotros como hijos. Sí recuerdo algo: cuando usted me pregunta por la niñez, me encanta pensar en la neblina de Cartago. Es algo que perdimos. Yo recuerdo ir temprano a la escuela o al colegio y que estuviera totalmente nublado. El clima sí ha cambiado mucho.

Lectora infatigable

-¿Cómo fue su etapa en la escuela y en el colegio? ¿Era una buena estudiante? ¿Era rebelde o inquieta? -En realidad, fui muy dócil y muy buena estudiante, tanto en la escuela como en el colegio. Mi principal pasatiempo era la lectura. Es algo que siempre disfruté mucho. Todavía lo disfruto, aunque no tengo tanto tiempo como antes. Mi época de rebeldía llegó en la universidad.

tener metro, un sistema de transporte súper eficiente. Hay un río que atraviesa la ciudad y es una maravilla. El río nace en España y desemboca en Porto.

-¿Cuánto tienen de estar en Portugal? -Tres o cuatro años. Alberto termina este año su doctorado y Natalia el otro año, porque ella empezó después. Uno los extraña mucho, pero tenemos todas estas herramientas de comunicación que son una maravilla. Empezamos con Skype y ahora tenemos Whatsapp y Facebook. Entonces, en cualquier momento podemos comunicarnos. Eso es otra cosa. Cuando yo estuve en Estados Unidos, era por carta y duraban quince días en llegar. Me respondían y quince días más tarde llegaba la respuesta a mí. En total, un mes. Es otro mundo. -¿Y su hija menor? -Mi hija menor es muy dulce. Es la consentida.

Cuando a mí me recuerdan mis compañeros me dicen, “es que vos sí que eras buena, sí que eras verde”. En la universidad, eso cambió un poco. Incluso porque había estado un año afuera por un intercambio. Estuve en Pensilvania un año con la AFS (American First Service). Creo que eso me sirvió muchísimo para darme cuenta que en la vida todo es relativo. No puede aferrarse uno a creencias, a ideologías, a valores muy extremos. Esto porque yo tengo uno y el que está a la par mía tiene otro. Y cree en ellos con la misma fuerza.

- Y Cartago tenía eso, era muy conservador. -Mucho. Tal vez sigue siéndolo. No sé. -Estuvo en la Escuela Ascensión Esquivel y en el Colegio San Luis Gonzaga. -Así es. Estar en el Colegio San Luis Gonzaga fue una experiencia inolvidable para cualquiera que haya estado ahí. Un gran colegio. Lo sigue siendo. Con una trascendencia histórica. -Estudió Economía, ¿cuándo tomó esa decisión? ¿Qué ha significado en su vida? -Creo que la decisión la tomé en mis últimos años de colegio. Tal vez en mi último año. Incluso después dudé un poco. También me gustaba mucho la Filosofía. Pero la Economía la escogí dentro del ámbito del desarrollo económico. Siempre he sido altruista y he tenido entre mis valores o mis anhelos el querer que todo el mundo esté bien. El desarrollo económico era un tema que me interesaba muchísimo. Estudié Economía pensando en eso. Casualmente, trabajo ahora en una entidad que me permite proyectar y generar resultados que son relevantes para el desarrollo económico y social de Costa Rica.

Mucap es una entidad que contribuye a la profundización del sistema financiero, contribuye al desarrollo económico. El sector construcción es uno de los que más estimula el desarrollo económico y dinamiza la economía. Además, ayudamos a muchas familias a tener sus ahorros en buenas manos, sus inversiones en buenas manos. En lo que compete a nosotros, como entidad autorizada por el Sistema Nacional de Vivienda, también ayudamos a muchas familias de segmentos de ingresos bajos a tener su vivienda. He logrado de alguna manera cerrar el círculo. Empezar con esa perspectiva y lograr ubicarme en un trabajo que me permite lograr eso que yo quería.

Mujeres fuertes

-¿Quiénes han sido sus grandes maestros en la vida, en la escuela, en el colegio, en Economía? -En la vida, mi mamá. Eso es definitivo. Detrás de mi mamá está mi abuela materna, Pilar Solano de Montoya. Ella es una mujer a la que le costó muchísimo. Nació pobre. Una mujer muy fuerte. En mi familia, hay mujeres muy fuertes. He heredado eso para bien o para mal. Me considero una persona muy fuerte. Eso a veces no es tan bueno para la salud emocional de una persona. -Pero, para surgir es fundamental tener carácter. -Sí. -Porque, si no, le pasan a uno por encima. -Ah no. Eso conmigo no. Ja, ja, ja Pero sí, a veces uno asume el mundo sobre la espalda más de la cuenta, más de lo que debería. Ahí es donde digo que uno tiene que cuidarse porque por esa herencia que tengo de mi madre y mi abuela, tiendo a ser yo la que resuelvo todo. Resuelvo esto, resuelvo aquello… Los demás recurren a

mí para que les ayude y al final quedo yo en el último lugar. En los últimos años, eso es algo en lo que he tenido que trabajar, en recuperarme a mí misma.

-Usted trabajó en el Banco Central, en el BANVHI, en Paniamor, y en el año 98 ingresó a Mucap. Creo que en el año 99 asumió la gerencia general. Pero también es mamá. Tiene dos hijas. ¿Cómo se llaman? ¿Cuántos años tienen? -Esa es la parte más importante de mi vida. Mis dos hijas son hijas únicas porque se llevan muchos años de diferencia. Cuando la gente me pregunta si tengo hijos digo, “sí, tengo dos hijas únicas”. Es que en realidad las dos fueron criadas como hijas únicas. La mayor tiene treinta y cuatro años y la menor tiene veintitrés. Tal vez, en este momento no se siente tanto, pero cuando la mayor tenía quince años y la otra cuatro años, ahí sí. De mis dos hijas me siento muy orgullosa. Son muy diferentes en alguna medida, pero igualitas a la mamá en otras.

Sus hijas

-¿Tienen el carácter suyo? -Sí. Yo creo que eso es algo que se transmite. Las dos tienen carácter fuerte y objetivos claros. Tienen perseverancia.

-¿Cómo se llaman? -Natalia es la mayor. -Es arquitecta y está en Portugal. -Está en Portugal. Está sacando un doctorado. Es muy inquieta intelectualmente. Es muy buena lectora. Está casada. Mi yerno, Alberto, es como otro hijo. Lo quiero mucho. Él es matemático y está sacando su doctorado allá. He podido visitarlos varias veces. Eso me ha fascinado. Portugal es un lugar precioso.

-Precioso. -Mucha gente no lo toma en cuenta. -Yo tengo chochera por los templos católicos y he hecho libros de fotos de iglesias en Costa Rica, Nicaragua, Panamá, Honduras, Guatemala, Colombia, Perú. Con una beca estuve en Europa, en España, Francia, Alemania, Portugal, Bélgica, Italia... Cuando la gente me pregunta, les recomiendo Portugal y me dicen, “¿Portugal?”, y les contesto, “pero sí es bellísimo. Fátima, Lisboa, Sintra, Porto…”. -Están en Porto, en la Universidad de Porto. -Es un lugar lindísimo. -Es precioso. Tiene un tamaño adecuado para vivir bien. No es una ciudad exageradamente grande, pero sí lo suficiente grande como para

-Estudia Ciencias del Movimiento Humano. -Estudia Ciencias del Movimiento Humano, sí. Mis dos hijas escogieron carreras muy interdisciplinarias. No son muy focalizadas en una sola área, sino que se relacionan con muchas cosas. Mi hija menor se llama Sofía, que es un nombre que me encanta. Hace unos días me decía, “Mami, no sabés lo que te agradezco que me hayás puesto un nombre tan lindo y en español… Porque, ¡cuánta gente tiene nombres extrañísimos!”. Fue adrede que escogí ese nombre. Comparte mucho conmigo el amor por los animales. Recogemos perros. Tenemos cuatro. Juntas los llevamos a caminar. Ella vive conmigo en la casa. Entonces es mi compañía. Las dos hijas mías son muy lindas. De las dos me siento muy orgullosa.

Su mamá, piedra angular de su vida

-Hace muy poco tiempo falleció su mamá, que es la figura más importante de su formación. ¿Qué heredó de ella? ¿Por qué es tan importante? ¿Cuáles fueron las grandes enseñanzas? -Tanto en mi caso como en el de mis hermanos, mami nos hizo personas muy disciplinadas, con objetivos, personas perseverantes y fuertes. Eso nos marcó a todos. Ha sido duro este año porque el duelo es algo que se va viviendo gradualmente. No es algo que se supera. Estamos en proceso de asimilarlo. Ella está ahí. Hace poco aprendí que las personas que uno quiere se quedan con uno, no con uno, si no en uno. -No con uno, en uno. Qué belleza. Nadie me había dicho eso. -Esas cosas me hacen llorar. Se lo digo porque tuve una madre y tres madres adicionales que fueron mis

tías maternas.

-¿Cómo se llamaban? -Se llamaban Carmen, Nora y Gladys.

-¿Y también eran mujeres muy fuertes? -Fuertes. Cada una me dio algo diferente. Me siento muy agradecida con la vida por eso. Cuando las perdí, siempre dije, “no se han ido, están conmigo, están en mí porque lo que me dieron está conmigo, se quedó en mí”. Es algo que hay que ir asimilando en la vida. Es muy duro, pero también dejan en uno una gran alegría.

-Hace poco me encontré una frase de García Márquez en un museo que hay de él en Colombia, una frase que me impacta. Dice, “recordar es fácil para quien tiene memoria, olvidar es imposible para quien tiene corazón”. -García Márquez es uno de mis héroes.

-Yo le mandé unas preguntas antes y usted hizo lo que nunca nadie había hecho. Las preguntas eran para que usted supiera lo que le quería preguntar. Pero usted las contestó. Sus respuestas me ayudan muchísimo. Dice que entre los pasatiempos que tiene ahora, quiere retomar la lectura, ¿cuáles son los libros que la han marcado? -Ahora que menciona usted a García Márquez, “Cien Años de Soledad”. En realidad todos los libros de García Márquez. “Crónica de una Muerte Anunciada” es la mejor novela que se ha escrito. Es corta, pero tan bien montada que es una genialidad. Yo leí mucho desde mi juventud. Leí a Herman Hesse, a Víctor Hugo… El Quijote lo leí todo y lo disfruté montones. Lo leí en unas vacaciones. Después, en mi época de universidad, leí a Cortázar, Sábato, García Márquez, Vargas Llosa. Todos los latinoamericanos para mí fueron una experiencia enriquecedora. Ahora me encanta leer biografías, pero bien escritas.

Valorar lo que tenemos

-¿Qué le preocupa de la Costa Rica de hoy? -Es algo que converso muy a menudo con mis amigos y colegas. Me preocupa mucho que hemos vivido tantos años de bonanza que no valoramos lo que es eso. Yo tomo el ejemplo siempre de mi hija mayor. Ella nació en 1980. Ella nació en la única crisis medianamente crítica que tuvimos en Costa Rica, en los últimos cincuenta años. De ahí en adelante, Costa Rica ha sido un país de crecimiento económico; de desarrollo social; de crecimiento institucional, con instituciones como la Sala Constitucional y la Defensoría de los Habitantes. Estas generaciones que son las que van a manejar el país muy pronto, no tienen memoria histórica y

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no saben consecuentemente valorar lo que tienen.

-Coincide esto con una frase que me dijo Gisela Sánchez, directora de Relaciones Corporativas de Florida Bebidas, y que es parte de este libro. Ella me dijo, “me preocupa la gratificación que tienen los niños y los jóvenes porque lo tienen todo tan fácil, no les cuesta la vida para nada”. -Así es. Si usted lo ve, a mí me da mucho miedo, porque dentro de poco son los que van a manejar el país. ¿Cuáles decisiones se pueden tomar, decisiones racionales, cuando uno no aprecia lo que tiene? Es muy fácil criticar lo que está mal, pero no hay conciencia de todo lo que se está viviendo en Costa Rica. No hay conciencia. Creo que, además, la política se ha distorsionado mucho. En Costa Rica cuesta mucho encontrar un partido que diga, “mi ideología es esta y esta. Si llego al poder, voy a hacer esto y esto”. Todos hacen lo posible por llegar al poder y si pueden tapar la ideología mejor, porque a veces la ideología no es popular. ¿Cómo elegimos gobernantes si esos gobernantes no han dicho con claridad cuál es su ideología? ¿Qué debemos esperar? ¿Cómo lo van a hacer? En realidad, le tengo mucho respeto a Óscar Arias. Desde que yo recuerdo, siempre dice lo que piensa. Por ejemplo, desde que era candidato dijo, “yo voy a aprobar el TLC”. Eso no era popular en Costa Rica y él tuvo las agallas de decirlo. No fue de los que dijo, “no, no, yo no voy a hacer eso” y cuando llegó al poder nos llevamos todos la sorpresa. No hay coherencia en los políticos entre lo que dicen en campaña y lo que hacen en gobierno. Eso es generalizado. Siento que hemos perdido la cultura política que en algún momento tuvimos o que tal vez nunca la hemos tenido. Tal vez eran circunstancias diferentes.

-¿Qué le aconseja usted a sus hijas? ¿Cuáles son los grandes consejos que usted le da a sus hijas y a las nuevas generaciones? -Tienen que estar preparados para lo que viene y no sabemos qué viene. El mundo ha cambiado tanto. El mundo cambia mucho, pero es que la aceleración del cambio es impresionante. La forma en que todo va cambiando tan rápido y cada vez más rápido. He tratado de que ambas (mis hijas) estudien y ambas estudian. Hablan dos idiomas. Tienen metas claras. Tienen disciplina. Me paso diciéndoles, “ustedes han sido privilegiadas, tienen que valorar lo que tienen porque cuando uno no valora lo que tiene, es muy fácil perderlo”. Los jóvenes de ahora no pueden hacer esa comparación entre lo que fue la niñez de mi abuela y la niñez de ellas. La adolescencia de mi abuela a los trece años con un hijo. -Vamos a dejar la historia de su abuela para la próxima entrevista. Sé que es una historia apasionante.

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No me quiten a Cocorí

El Guapileño

La Edad… En mis 75 años LORENA GONZÁLEZ

Para El Guapileño

Cuando Dios ordenó la tierra y le dio los astros para que determinaran el día y la noche, comenzó el tiempo. Más no para determinar la vida para la humanidad. El tiempo dividido en una sucesiva serie de hechos, fijó las estaciones y todo lo que concierne a la naturaleza, que se fue complementando. Dios programó luego al ser humano, creado a su imagen y semejanza por tanto inmortal, no sujeto en cuanto a su vida natural a un fin, ya que su concepción, gestación, nacimiento, reproducción, alimentación, trabajo y descanso eran determinados por las condiciones extraordinarias que existían en el Jardín del Edén, donde fue puesto por Dios para vivir su maravillosa vida en amistad con Dios, ya que Él por la tarde llegaba a dialogar con él. Vemos, entonces, que el hombre fue creado inmortal, sujeto eso sí a su obediencia a Dios de no comer del árbol y cuando el hombre pecó, toda la naturaleza, creada por Dios en sujeción al hombre, igualmente sufrió y por tanto se inició igualmente su envejecimiento y al final la muerte. Al haber sido concebidos en la mente de Dios sin la muerte como destino, el problema desde Adán hasta nuestros días es que el ser humano nunca contempla la muerte como algo cierto en su realidad, ya que lleva en su espíritu el conocimiento de Dios y su voluntad de hacerlo a su semejanza inmortal, así que no llega a pensar en ello más que cuando se enfrenta por alguna circunstancia a la realidad; en otras palabras, no acepta la muerte pues en su conciencia no está automáticamente presente el fin. Eso, ¡claro!, también es parte de la infinita misericordia de Dios que no nos dio ese conocimiento para permitirnos tener fe en sus promesas de redención primero y de salvación, ya que solamente Él sabe y ha contado nuestros días. Todos conocemos nuestro día de nacimiento, con algunas excepciones, y podemos recordar de seguro la mayor parte de nuestros cumpleaños, en especial cuando tuvimos una niñez hermosa y cumpleaños excepcionales. Pensemos, entonces, cómo evolucionamos en el tiempo para aceptar que somos finitos y que es lo que pensamos en nuestra niñez y juventud o cuando simplemente creemos en nuestra exuberante naturaleza, que somos inmortales. Seria fabuloso que tuviéramos además de las dolencias que va produciendo la edad, un cronómetro que nos fijara a la realidad del paso del tiempo, tal vez aprovecharíamos más las circunstancias y oportunidades de nuestra vida, más no es así, simplemente despertamos un día y ¡zzazzzz! Lo que me pasó a mí, cumplí 70 años y esa mañana me pregunté, “¿yo con 70 años?” ¡No es posible! ¿Y qué se hicieron? ¿Dónde se fueron? Pero, claro, no me pregunté cuántos quedaban. A la gente le encanta preguntar especialmente cuando ya uno tiene tantos años: si pudieras, ¿a cuál edad te devolverías? La mayor parte a los quince o veinte, los menos a los treinta, pero casi nadie quiere aceptar su edad y es un error, primero porque no hay nada que hacer, como

LORENA GONZÁLEZ

dice mi amigo, “es lo que hay, y nada puede cambiarlo”. Eso sí, yo tengo una teoría del tiempo, al menos del mío, porque depende de la madurez y experiencia de cada uno. Si pudiéramos manejar la experiencia y fijarnos un rumbo en relación a ella, aprovecharíamos mejor las circunstancias. Yo lo veo así... Los 30

Hasta ahí, vivimos la vida loca. Tenemos que tener éxito y estar permanentemente bronceados. No importa el carácter o la educación, vivimos dependiendo de las hormonas, las aventuras, los enamoramientos, el estudio, la carrera, el éxito, los hijos, los viajes y llegamos en más o menor manera a…

Los 40…

Agotados. Los más exitosos al borde de un infarto y todavía no estamos seguros si queremos seguir por dónde vamos. Llevamos uno o dos matrimonios y las consecuencias de los mismos. Se sobrevive. Viene entonces la crisis de los cuarenta. Yo no sé a quién les da peor, si a los hombres o a las mujeres, pero da y el que diga que no, miente, pero es fatal…se acabó la vida. Yo vi que tendría 40 el 1 de enero del 80 y entré en pánico. Por dicha, lo mejor que había aprendido cuando sentía que perdía el control, era invocar al Espíritu Santo y pegué gritos. ¡Ayúdame! Mi vida no me gusta, no veo futuro ni esperanza, cámbiamela porque yo no puedo y Él vino a mi corazón y me la cambió. Entendí entonces que no había que aletear tanto para volar, había que dar golpes de ala seguros y cambiar la dirección a como el viento viniera y a veces había que dar la espalda y simplemente empezar de nuevo. Yo soy buena para eso.

Los 50

Cuesta arriba o a contra viento, no sabemos que hay que aletear más duro pero no más ligero. La obligación es consolidarse, la universidad de los hijos, los nietos y a algunos les da horrible, les piden a los hijos que les digan tío y no abuelo .Pero, en realidad, es la edad más hermosa donde se puede de verdad aprovechar la experiencia, amar sin carreras, madurar junto a los que nos aman y aprender más sobre el mundo y las relaciones porque de repente, empezamos a tener un poco más de tiempo y, entonces, descubrimos que podemos planear como las águilas y ver el panorama más claro desde lo alto para escoger el mejor rumbo. Yo me devolvería a los 50. Los 60

Fíjate que yo pensaba que…y nada pasa. Todo simplemente se soluciona. Nada dura para siempre. Maravilla de poder contemplar el camino, ser más productivo por la experiencia y si se tiene la suerte, como yo, de entrar a un pleno conocimiento de la na-

turaleza, caminar la selva y descubrir que hay más de 10 clases de pájaros y yo creo que yo no sabía de verdad cuáles eran los yigüirros ni conocía miles de plantas; que los ríos son distintos si los navegamos y no los vemos solamente desde el puente, caminar por las copas de los árboles y volar como los pájaros deslizándose en el viento, disfrutar la tibieza del sol y dejar atrás el cemento y la vida de rutina y los hoteles 5 estrellas para calzar zapatos tenis y sandalias… Ahí empieza la verdadera vida.

Los 70

Todo, todo tiene solución hasta la muerte. Y se acepta porque tal vez nos hemos muerto o casi; un par de veces. No hay mejor edad que la que se tiene. Porque si le creemos a Dios y revisamos lo hechos realmente importantes de nuestra vida podemos ver Su mano protectora, Su provisión y Su cuidado en cada paso. Solos no habríamos sobrevivido a los 30. Él nos ha llevado como cuando se enseña a caminar a un niño. ¡Ah! Si hubiéramos detenido la carrera para hacernos más firmemente a Su mano y tomar su brazo, permitirle alzarnos cuando cruzábamos el torrente y decir cada día: Gracias, no ha sido por mi fuerza: verdaderamente nada me ha faltado. El año antepasado, al despertarme en el Hospital Geriátrico, paralizada medio cuerpo, sin memoria de lo sucedido, le pregunté a Dios, “¿dónde estabas?” Y comprendí en un instante que Él había estado ahí, cada segundo, conmigo .Decidí honrarle y salir adelante, porque habiéndome dado tanto, Él esperaría eso de mí. Hoy, un año después, me ha dicho que me tocó para darme más años de vida. Espero esa vida con las cosas que nunca imaginé tener, la ilusión, la expectativa de lo que puedan traer esos nuevos años llenos de amor y estoy aprendiendo a vivir el tiempo sin fechas ni prisas, a lo que Él disponga. Navegaremos juntos, entonces, los espacios infinitos hechos para mí desde el inicio de Su creación y la vida plena y eterna que nos ha prometido y que es en Cristo Jesús. La vida es hermosa porque Dios nos la dio y esa vida es todo eso que Él nos ha permitido acumular para que un día lleguemos a Su presencia, con la tarea terminada. Todo es para bien, para aquellos que aman al Señor.

En el mismo quicio de puerta donde esperaba los jueves por la tarde a Samuel Gudes con la valija de sedas para mamá, esperaba casi todos los días antes de mediodía supongo porque tenía clases en la mañana un ser mágico que no volaba porque no tenía alas y que sabía cocinar, Esther. Esther llegó no sé por qué a Santo Domingo de Heredia con el tío Tulio de Silvita mi amiga y vivía enfrente, puerta a puerta de mi casa. Tendría unos siete u ocho años o quizá nueve, dos o tres más que yo, y ya estaba en la escuela. A mis cinco añitos, tenía como hija única de padres amorosos todo lo que se puede tener a esa edad, seguridad, amor ,cosas especiales como una terraza que daba al patio con una casita completa, sala, comedor, cocina y dormitorio de mi tamaño para jugar. Todo era lindo, ropero con ganchos de madera, mesa con cuatro sillas, sillones de mimbre y la cocina de lata que se prendía con carbón y a la par, la eléctrica, esta era marca Nury, hecha especialmente de ese tamaño y encargada la última navidad por mi papá. Pero no tenía con quién jugar, así que esperaba impaciente hasta que Esther doblaba en la esquina y yo le decía, “vení, vení “con esa desesperación de los niños cuando desean algo con intensidad. Esther entraba en la casa, pedía permiso, cruzaba la calle enzacatada y entrábamos como una tromba hasta la cocina, pedíamos almuerzo a medio cocinar y Esther halaba la cocinita de carbón hasta debajo del palo de limón y con un arte mágico encendía el carbón, ponía la comida y a esperar que estuviera para poder comer. Después de almorzar ponía todo en orden y corría a hacer su tarea dejándome de nuevo en mi gran soledad. A esa edad, había yo descubierto que no era hija de mis papás, creía ser adoptada y aunque había decidido obviar el asunto, no sé cómo realmente, había un hueco grande en mi corazón. Tenía lindas amiguitas que me acompañaban algunos días por las tardes, pero Esther era muy especial. Yo sentía que era un poco como yo porque decididamente ella no era de esa familia a la que conocía muy bien y lo sabía por un detalle importante, Esther era negra. Muchas veces me salvó de mis torerías como cuando me trepé a un árbol de aguacate y me caí de tres metros, estaba con ella y ella corrió a pedir auxilio pues perdí el conocimiento, después me subí al carro y me resbalé cortándome con la placa y Esther corrió a su casa y me untó un taco de manteca para que no sangrara. En el hospital no entendían porque tenía tanta grasa y yo, claro, tapé a Esther y menos les confesé que era manteca de chancho. A los nueve años, nos fuimos a vivir a San José, ahí en Santo Domingo habíamos pasado la revolución, ahí deje a Esther, aunque la veía siempre que íbamos a Santo Domingo. Se casó con un muchacho muy guapo, rubio, y ella siempre fue la misma, la Esther que me daba esa sensación de bienestar y amor que tienen esos seres especiales que Dios nos da. Cuando regresé de Honduras, Esther trabajaba en una zapatería en el costado sur del Mercado Central, cerca de la tienda de German Gudes, mi otro amigo de niñez. Cuando la vi, abrió sus brazos grandes y me abrazó fuerte. Un día fui y no estaba, estaba enferma y supe después que había muerto. Se fue muy joven. Creo que no tendría cuarenta años, Dios llama a sus ángeles muy pronto porque no puede tenerlos lejos. Aunque no la veía tan seguido, quedó ahí, en el Mercado Central, el abrazo y el beso delicado que tantas veces recibí. Cuando paso por ahí, vuelvo a sentir ese sentimiento tan lindo de mi niñez. Como dijo Samuel Rowinski, todos los costarricenses tenemos nuestro judío y yo digo que, también, todos tenemos nuestro Cocori Ahora he revivido todos esos recuerdos a costa del enredo que no sé cómo han hecho con Cocori. Yo también soy rubia y de ojos claros, nunca le di a Esther una rosa blanca, solo amor me dio y le di, cuando éramos niñas, y tengo el derecho de decir… ¡No me quiten mi Cocorí!


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