El guapileño 194 2014

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AÑO XVII ◊ Número 194 ◊ 2013

Histórica lucha comunal y sindical puede traer beneficios al hospital de Guápiles

Dr. r Edwin Solano

Dr. r Javier Bren r es

Iván Angu n lo

Orlando Barran r tes

Especial sobre médicos

Dra. r Irza r Artavia

Dr. r Wilfre f do Fuentes Dr. r Gilberth Castro t

Dr. Luis Álvarez

Dr. r Esteban Ruiz

Dr. r José Quesada

Dr. r Carlos Marín í

Dr. Edwin Solano


Doctor t Edwin Solano

El muchacho que cantaba en Barrio México Camilo Rodríguez Chaverri El Guapileño -Ini I ciamos nuestro r prog r grama espec s ializado en historias de vida de médicos; hombres e y muje u res e que entrega r n su vida y hacen un gran r trab r ajo en las comunidades como el Doctor t Edwi d n Solano Alfa l ro, o Pres r idente t de la Unión Médica Nacional. Aquí va a hablar de su vida, a de cómo él crec r ió en Barrio Méxi é co, o de su esfu s erzo r para estudiar y poder gradu r arse r como médico, o de su expe x riencia como médico en Guápiles donde lo conocí y se le conoce por su gran r carisma. Grac r ias por recibirnos. -Muchas gracias, Camilo, para mí es un placer poder habl a ar un poco sobre la experiencia que me tocó vivi i r para poder formarme como profesio f nal en medicina. Creo que de la misma manera que la mayo a ría de los médicos se han sacrificado, para llegar a servirle a un país, a nuestros pacientes que son nuestra razón de ser y que nos vean a nosotros como las personas que estamos tratando ahí de mejo e rarle la salud a la familia, a los hijo i s, a los pacientes, que sepan también las privaciones que tenemos los médicos y el sacrificio que tenemos que hacer. r Aunque tal vez llamarlo sacrificio no, porque si decidimos y tomamos la decisión de formarnos como profesio f nales en medicina era porque teníamos una gran capa a cidad de entregar, una gran capa a cidad de dar. Podríamos decir que es parte de nuestro quehacer diario en la medicina. -Uste U d crec r e en una familia muy u numerosa, a en Barrio Méxi é co, o por eso le decían “La conejera” r al barrio. -Sí, yo crecí en Barrio México, en una familia como eran todas las familias humildes de aquella época. Yo no sé por qué los papá a s se dedicaban a tener y tener hijo i s y a mí me tocó nacer en una familia humilde, pobre, donde éramos trece hermanos. Hoy estamos vivo i s doce. El trabajo que realizaba a n nuestros padres no era remunerado de la mejo e r manera. Indudabl a emente, me tocó sacrificarme, porque desde muy u pequeño a los cinco años yo decía que iba a ser médico, yo decía, “yo quiero ser doctor”, y todas las privaciones, todos los sacrificios dieron un fruto que ha sido lo más bello para mí, el darle tranquilidad a una familia, al devolverle la salud a un hijo i , salvar una madre, salvar un padre y eso yo creo que somos muy u pocos, solo los médicos podemos sentir esa cosa tan bella como devolverle la salud a uno de nuestros semeja e ntes. -¿Cómo fue su niñez, e cuáles privaciones e vivió en la escuela en ese esfu s erzo r que tuvo que hacer para segu e ir estudiando?

Doctor t Edwin Solano Alfa l ro, o pres r idente t de la Unión Médica Nacional. -Entré a la Escuela República Argentina en Barrio México. Ahí fue donde recorrí el camino de la educación primaria, indudabl a emente que con mucho sacrificio y me siento muy u honrado. Muchas veces me tuve u que ir a la escuela sin tomar café, sin desayunar. r Y recuerdo a mi pobre madre que entre las cosas que hacía para ayudar a mi padre, para ayudar a esa economía tan raquítica de la familia, que antes del recreo de las nueve habí a a vendido unos números de una rifa, o habí a a vendido alguna prenda de vestir de segunda mano porque ella compraba a ropa de segunda mano para venderla y poder contribuir a la casa. Antes del recreo de las nueve, ella llegaba a con una botella de esas de refresco, la llenaba con café y recuerdo a la maestra que me decía “Solano, ahí está su mamá esperándolo”. eso era en el primer recreo que era el más largo. Entonces, llegába á mos al salón de actos, que era un salón bellísimo que tiene la Escuela República de Argentina. Ahí habí a a una gradas y ahí estaba a mamá con la botella y unos bollitos de pan, por supuesto que pan sin mantequilla y sin nada. Entonces llegaba a yo, me chupaba a mi poquito de café de la botella y me comía mi bollito de pan y me iba. Después llegaba a mi hermano Rodolfo, “Burguitos”, a tomarse el traguito de café y comerse el bollito de pan. Y también recuerdo con mucha nostalgia el queso colorado de la Alianza para el Progreso, o la mortadela, o la leche, pero recuerdo con mucha angustia que, a veces, la maestra esperaba a has-

ta el último momento para repartirnos la leche, el queso o la mortadela, y con esos estómagos hambrientos, nosotros volvíamos a ver el queso, la leche o la mortadela y pensábamos en qué momento la niña María nos iba a repartir esos alimentos. Cómo hice para ir al colegio Ya después salí de la escuela y yo quería ir al colegio y le dije i a mi mamá, que yo quería ir al colegio, porque quería estudiar Medicina, “yo quiero ser médico”, o decía yo, pero mi mamá, dentro de aquellas pobrezas, me dijo i , “pero, ¿de dónde vamos a coger nosotros?, ¿cómo vamos a hacer para mandarlo a usted al colegio?, ¿de dónde vamos a coger para el unifor f me, para los cuadernos que ahora son más caro?”, porque cuando estaba a en la escuela, la junta de educación nos regalaba a los cuadernos, nos regalaba a los libros. Entonces lo que hice fue ponerme a llorar. r Y me fui así a la casa de una familia a la que le tengo un gran respeto, un gran cariño, la familia Pati a ño Ramírez, a la que yo cuando estaba a libre iba y les hacía los mandados, les limpiaba las canoas, les limpiaba el solar, y eso me permitía que a mí en esa casa me dieran de almorzar y de alguna manera me daba a n veinticinco o cincuenta céntimos que me permitían a mí hacer una fiestica con mis hermanos, con confites y melcochas que en esos años eran a tres por cinco, de esa manera yo contribuía a que mis hermanos también se beneficiaran de eso. Cuan-

do llegué donde doña Lela, la abuelita de ellos me dice “dígame una cosa, Edwincito, ¿por qué está llorando?”. Y yo le contesté, “diay, a doña Lela, no ve que le dije i a mamá que yo quiero ir al colegio y ser médico y dice que de dónde vamos a coger plata”. Entonces, ella me dijo i , “dígale a doña Ana que yo me encargo de darle a usted los cuadernos, el unifor f me, todo lo que necesite para que entre al colegio”. o Imagínate la alegría, una alegría terrible, y me fui corriendo donde mamá, le dije i , “mamá, ya tengo cómo entrar al colegio, doña Lela me dijo i que ella me regalaba a todo” y mamá me dijo i , “ah bueno”. Ya estando en el colegio me di cuenta que la Municipalidad de San José daba a una beca a los que tenían buenas notas y de bajo a s recursos. La beca era de treinta colones y me fui a pedir la beca. Esa beca me permitía de vez en cuando comprarme una camisita y comprar otras cosas, y allá también de vez en cuando invi n tar a mi esposa Marielos, quien era mi novia en ese entonces, invi n tarla al cine, que la entrada al cine costaba a cincuenta céntimos en aquella época. Así recorrí la educación secundaria en el Liceo de San José y debo rescatar y mencionar algunos profesores que fueron fundamentales para f ora de Estudios mí, entre ellos la profes Sociales, doña Orieta Morales, quien en su momento me ayudó a conseguir la beca de la Municipalidad de San José, pero que además de eso, cuando iniciaba el curso lectivo, me decía,


“Solano, venga”, entrábamos a una parte administrativa del colegio y ahí tenían unifor f mes que iban dejando los estudiantes que habían salido el año anterior y que estaban más o menos en buen estado, camisas, zapatos, y como nosotros no teníamos la posibilidad de tener unifor f mes nuevos, eso me permitía a mí tener unifor f mes y zapatos para seguir funcionando y manteniéndome en esa educación secundaria. Así fue como recorrí los caminos de la educación primaria con mucho sacrificio, pero con gran alegría y pase momentos muy lindos y con agradecimiento para ese montón de personas que de alguna manera me permitieron a mí terminar la educación secundaria. Cantante desde niño -Usted canta desde que era un chiquito, porque su mamá cantaba. Usted hasta ganó un concurso. ¿Fue en esa época? -Fue como al final de la época del colegio iba a iniciar el quinto año. Mamá cantaba. Tenía una voz muy linda, preciosa. Ella cantó en algunas radios en aquella época con Valenzuela, uno de los grandes locutores de este país, y probablemente eso hizo que muchos de los hermanos míos, la gran mayo a ría tengan una voz muy bonita. Yo me beneficié de eso. Más de una vez me sirvió porque recuerdo que en el colegio el director cada vez que había un acto cívico me llamaba y me decía “Solano, mañana hay a que cantar”. Me gustaba mucho cantar “Sereno va”. a Me gustaba mucho la música española y comencé a cantar música española y, ya en las asambleas, me tomaban en cuenta y Edwin Solano participaba cantando canciones españolas. Eso es bueno recordarlo y decir que estando en cuarto año me gané un carro cantando. No era un carro nuevo. Era en aquel programa que tenía el famoso Pomponio, en el Teatro Center City. y El programa se llamaba “A latazo limpio”, y era a latazo limpio porque al que cantaba mal, le tocaban una lata de manteca con un garrote, se le daba a la lata y, por eso, se llamaba así. Fui la primera vez y gané. Recuerdo que Pomponio daba dos colones al que ganaba. Fui la segunda vez y gané. Y cuando iba a ir la tercera vez, Pomponio me dijo i que no fuera más porque iba a seguir ganando y había que darle oportunidad a otros, y me propuso que me pasará a un programa profesio f nal que era todos los lunes. Al final, me tocó participar con muchos otros cantantes que después descollaron bien en el ambiente nacional e internacional como Memo Neira. Me tocó participar con dos tíos, gemelos, hermanos de mamá. Tenían una voz preciosa, y la experiencia fue que cuando llegaron a mi casa, yo estaba afónico y les dije i que no podía cantar, r me dije i ron que no me preocupara y agarraron dos aspirinas, le pusieron un poco de miel y limón, y la voz se me aclaró. Al final ellos cantaron primero y yo les dije i que yo no iba a cantar porque les dieron una calificación altísima, sacaron cuarenta y ocho puntos de cincuenta y yo estaba detrás del telón, vi las calificaciones. Les dije i que quién les iba a ganar. Cuando ellos salieron, me propusieron que nos fuéramos a medias y que compartiéramos el premio. Si era el carro que lo vendiéramos. Yo les dije i que no, que con la calificación que les dieron, ellos iban a ganar. Cuando oyeron eso, probable-

El doctor t Solano es entrev r istado por Camilo Rodrígu í ez para un progra g ma de televisión, para esta publicación y para un libro. Cuenta la historia de su niñez, en medio de la pobrez r a en Barrio Méxi é co, o cómo fue que ganó un concurso de canto t en la adolescencia, de qué manera le ayudaron para cursar la secundaria, cómo hizo para inge n niárse r las para estudiar Medicina en la Universi r dad de Costa Rica y el mandato t de su madre: r “papito, t prométam t e que nunca va a olvidar de dónde viene”. mente dije i ron, diay, y no, quedémonos con el carro. Pero cuando ya terminé de cantar, r me dieron la calificación de cincuenta puntos y me gané el carro. Fue interesantísimo. Era un Chevrolet 56. En este momento desearía tenerlo, pero éramos tan pobres que no podíamos sostenerlo. Cuando llegué al barrio fue un espectáculo, como si llegara una estrella internacional, y se convirtió en el carro del barrio. Nos montábamos hasta quince para ir a jugar. Le decían “el carro de los bandidos”. Fue una experiencia muy bonita que me tocó vivir. Recuerdo que del Center City, y no lo podíamos arrancar y pensamos que era gasolina. Lo llevamos empuja u do a una gasolinera y resulta que cuando le abren la tapa era que no tenía los bornes conectados. Imagínese qué ignorancia la nuestra. No sabíamos manejar. Apareció un señor, el papá de un amigo nuestro, que fue el que nos llevó a Barrio México. Como dice usted, le decían “La Conejera” al barrio, porque aquello era un montón de gente. Cada familia tenía más de siete hijo i s, a veces hasta doce hijo i s, y era un montón. Por eso le pusieron así. La lucha para ser médico -¿Cómo entra usted a la Universidad? -Cuando salí de quinto año, le dije i a mi mamá, “mamá, yo quiero estudiar medicina”. Ella me dijo i , “¿cómo se le ocurre una carrera tan cara, si no tenemos a veces ni para comer?”. Yo ya me había averiguado, había hecho el examen de admisión de la Universidad de Costa Rica, había ingresado y hecho todas las gestiones y sabía que, por las condiciones en que vivíamos, a mí me daban beca, y había conseguido una beca completa y además de 300 colones, la biblioteca nos prestaba los libros y el comedor me ofre f cía comida a un precio muy cómodo. Yo ya tenía todo listo y dije i que si papá no me podía dar los pases, no importaba, yo me voy a pie de Barrio México a la

Universidad. Así fue. Más de una vez me fui a pie. También iba sin almorzar algunas veces. Recuerdo al Doctor Ramírez Villalobos, compañero mio del Hospital de Guápiles, quien me decía, “te invi n to, vamos, vamos a almorzar” y más de una vez eso fue lo que me ayudó a mantenerme en la Facultad de Medicina, que muchas veces exigía una disciplina muy férrea porque era llegar a las siete de la mañana y salir a las nueve de la noche. Eso es parte de los sacrificios que yo tenía que hacer. La beca me permitía comprarme algunas cosas y de vez en cuando meterle el hombro a papá. Aquí debo reconocer el apoyo de mis hermanos: a mi hermano Wálter, r que Dios me lo bendiga, él, mi hermano mayo a r, mi hermana mayo a r, mi hermano Rodolfo, f mi hermano Roberto, más de una vez me decían “cogé ese pantalón, cogé esa camisa”. a Son cosas que me llenan de mucha nostalgia, pero también de mucho orgullo, y me hacen recordar momentos muy duros que he tenido, pero que al final sólo satisfacciones me dan, pero el haber terminado, el haber finalizado, el poder darle algo a mis semejantes, el poder devolverle a esas personas que muchas veces entraban a mi consultorio en donde yo reconocía la pobreza y el hambre, muchas veces me tocó ver gente allá, en mi consultorio en Guápiles, que lo que llevaba era hambre una persona más que enfer f medad. Más de una ocasión tuve que entregar algo de lo mío y eso me hacía sentirme feliz y orgulloso, y recordaba las palabras de mi madre cuando me entregaron el titulo, que antes de irnos, me dijo i , “papi, solo quiero pedirle una cosa”, yo le dije i vámonos de aquí, porque esto es suyo y de papá, que está allá, en el cielo, y ella me dijo i “nunca se olvide de donde salió”. -En su graduación pasó algo especial, el Doctor Carballo, psiquiatra, le entregó el título, aunque a él no le tocaba entregarle el título. Él se lo entregó porque la señora que trabajaba en la casa de él, la empleada doméstica, era

su abuelita. -Esa historia es muy interesante. Yo siento que toda mi familia se sentía muy orgullosa de tener un familiar tan pobre que estuviera estudiando medicina porque recuerdo que el Doctor Carballo, psiquiatra, hoy pensionado. Tío y hermano de los doctores Carballo, a quienes me encontré en Guápiles y les conté la historia. Vivía por La Sabana. Una vez mi abuela le dijo i que ella tenía un nieto que estudiaba Medicina, y después, cuando pude hablar con el Doctor Carballo, me dijo i que no le había creído a mi abuela. Pero le dijo i “Herlinda, si usted tiene un nieto que estudia Medicina, tráigalo para conocerlo, aquí tengo unos libros viejos de cuando estudié Medicina en Argentina y tal vez le pueden servir”. Cuando mi abuela me dijo i eso, yo le dije i “mañana mismo vamos y me traigo todo lo que puedo”. Ese día llegué donde el Doctor Carballo, me dice, “viera qué satisfec f ho estoy de que usted venga y poder colaborar con usted, aquí tengo estos libros viejos”, y yo venía como loco porque traía libros que no había podido comprar, ni papá podía prestarme o darme plata para sacar fotocopias. Entonces, el Doctor Carballo me dijo i , “¿cuál es el libro que más va a utilizar usted el otro año?” Le dije i , “Patología, de Robinson” y me dijo i , “yo se lo regalo”. Y me regaló el libro. Fue el único libro nuevo que tuve durante toda mi carrera, porque como era becado, la universidad me prestaba los libros durante el semestre. El único libro que tuve fue el que me regaló el Doctor Carballo. Esos son los ángeles que uno recuerda. Cuando me gradué a mí me tocaba que me diera el título el Doctor Rodríguez Aguilar, cardiólogo del Hospital Calderón, pero el Doctor Carballo, quien también entregaba títulos en esa ocasión, le pidió un favo a r, le dijo i que él me lo quería entregar. Entonces cogió mi título y me dijo i “este es el mejor título que yo he entregado”.


Histórica lucha comunal y sindical puede traer beneficios al hospital de Guápiles Camilo Rodríguez y Eduardo Solano El Guapileño -Histórica lucha sindical y comunal trae r rá beneficio e s a Hospital t de Guápiles Teníamos lista una edición especial sobre el estado del hospital de Guápiles, con entrevistas al médico guapileño Edwin Solano, presidente de la Unión Médica Nacional; el médico Carlos Marín, líder del movimiento pro especialistas; el médico Javi a er Brenes, director del hospital, y Orlando Barrantes Cartín, líder comunal y figura clave en esta lucha. Pero la negociación del viernes 19 de julio dejó obsoletos los textos periodísticos y debemos partir de cero. Se trata de una negociación histórica, como la califica el abogado Carlos Abarca, asesor del sindicato de los médicos, la Unión Médica Nacional. También el médico Carlos Marín, dijo i que él no se esperaba que pudiera avanzar tanto en las negociaciones, pero el médico Edwin Solano, líder de la Unión Médica Nacional, considera que el triunfo f era esperado, pues las autoridades de la Caja a Costarricense del Seguro Social tuvieron que entender que el hospital de Guápiles debe cambiar de categoría, para bien, para ascender, r para subir en el escalafón, para ser referente de una zona mayo a r. A la negociación del viernes 19 de julio, en Guápiles, vino toda la plana mayo a r de la Caja a . Es decir, r vino la presidenta de la institución, Ileana Balmaceda; la gerente médica, María Eugenia Villalta; así como la arquitecta Gabriela Murillo Jenkins, gerente de infraes f tructura y tecnología. Participaron también el director regional, el médico Wilman Rojas Molina, y el médico Javi a er Brenes Ortiz, director del hospital. Estuvieron los personeros municipales, así como Fredddy Hernández, presidente municipal; el alcalde Emilio Espinoza, e Iván Angulo, regidor y presidente de la comisión especial. “La negociación nos llevó nueve horas”, explica el médico pediatra Carlos Marín.

Dr. r Carlos Marín, í repr e resentante t de los espec s ialistas. Médicos especialistas ............................. Se trataron cinco puntos. El primer punto fue la crisis de médicos especialistas, “Fue algo histórico resolver el problema de especialistas”, dice Carlos Marín. “Ven V drán 17 médicos especialistas. Se va a honrar este punto en lo que resta del 2013 y todo el 2014. Para lo que resta del 2013, vamos a tener una radióloga, un médico de familia y un ginecólogo. Para el 2014, a partir de febrero, un emergenciólogo y un psiquiatra. Ellos mismos ofre f cieron venir y la presidencia ejecutiva avaló que se vengan. Y luego por distribución de plazas de servicio social obligatorio a especialistas, que es un sistema que

va a empezar en el 2014, gracias a la presión, somos el primer hospital que lo estamos negociando y estamos logrando las plazas de un pediatra, dos cirujanos generales, un anestesiólogo, un psiquiatra, un neonatólogo, un oftalmólogo, un gastroenterólogo, un emergenciologo, un urólogo, un otorrrinolaringólogo y un radiólogo”, enumera el doctor Marín. “Fue un gran logro desde todo punto de vista. Pensábamos que no íbamos a conseguir más de cinco plazas, y la negociación no duró ni 45 minutos”, infor f ma Marín. Hay a un aspecto interesante: se trata de una propuesta de médicos generales, avalada por todos los médicos generales de la zona, y consiste en que sean

los médicos generales de aquí quienes puedan optar primero por la especialización en los hospitales principales. “Vea V qué interesante el acuerdo, en palabras de la gerente médica: ´la presidencia ejecutiva no tiene inje n rencia con la Universidad de Costa Rica, se propone invi n tar a la coordinadora de posgrado de la UCR´. Eso es para tratar de establecer una negociación porque existe un convenio entre la UCR y el CENDEIS, gracias al cual la Caja a los forma, pero la Universidad de Costa Rica les da el crédito académico. No sabemos si se conseguirá, se ve muy difíci f l, pero no hay a peor lucha que la que no se da”, a concluyó Marín, en este aspecto.


Infraestructura .................. Según el médico Carlos Marín, el tema de la infraes f tructura fue lo que generó más roce. El plan funcional del Hospital de Guápiles, que se hizo en 1996, fue revisado en el 2009 y aprobado en el 2010, el viernes pasado, en medio de la negociación, fue considerado por la presidencia ejecutiva de la Caja a Costarricense del Seguro Social como “no funcional”, es decir, r está obsoleto. Marín explicó que van a hacer una actualización del plan funcional del hospital de Guápiles, y que se va a reunir una comisión que se formó para darle seguimiento a todos estos acuerdos. Es una comisión difer f ente a la comisión de crisis de especialistas. Esta otra comisión se llama Comisión Permanente de Seguimiento de Acuerdos. Está confor f mada por un representante de la presidencia ejecutiva, el director regional, el director del hospital de Guápiles, el doctor Carlos Marín, el doctor Edwin Solano, Orlando Barrantes, y el regidor Iván Angulo. El viernes 23 de agosto, esta comisión tendrá una cita con la gerencia médica para ver el avance del estudio. Se acordó incluirlo en el portafolio de inve n rsiones de la Caja a , para darle contenido presupuestario. “Si no se incluye en el portafolio de inve n rsiones, nos dan atolillo con el dedo”, argumentó el médico Carlos Marín. En este momento, en el hospital de Guápiles está en ejecución el cambio

total de calderas y la construcción del cierre perimetral. Dentro de la negociación, se logró conseguir la remodelación del servicio de emergencias; la redistribución de espacios posterior a la remodelación del laboratorio, que inicia en enero del 2014, a través del fondo de recuperación de infraes f tructura. Esto va a ocurrir todo el año 2014.

Hospital regional ........................ El hospital debe crecer en los próximos años porque existe la posibilidad de que el hospital sea recalificado a un hospital regional, como es regional el hospital Tony Facio. De esta manera, el Hospital de Guápiles no tendría que referir a Limón, sino directamente al Hospital Calderón Guardia y al Hospital Nacional de Niños. Eso sí, el área de atracción aumentaría, ya no sería sólo Pococí y Guácimo sino que incluiría Sarapiquí y Siquirres. En este momento, Sarapiquí referencia a Heredia y Siquirres a Limón. Si pasa a ser un hospital regional, debe aumentar la infraes f tructura y debe aumentar el personal en general. “El tercer punto de la negociación fue el presupuesto. Existía la preocupación de que en los últimos años, el hospital quedaba desfinanciado al final del año, a pesar de que se presentaba un presupuesto anual. En los últimos años,

gracias a medidas de presión de todo el personal, no alcanzaba el dinero para pago de jornada extraordinaria, no sólo a médicos, sino para enfer f mería, laboratorio, servicios generales y lava a ndería. Todos los años, teníamos amagos de paro de labores, huelga, ocasionando mayo a r deterioro en las relaciones laborales”, comentó Marín. El punto es que se le solicita a la presidencia ejecutiva garantizar el refuerzo del presupuesto en las partidas variables, de manera oportuna, cuando se asigne menos de lo solicitado para el correcto funcionamiento en el presupuesto anual. De acuerdo al documento firmado por todas las partes, se acordó que el presupuesto está cubierto, y si hace falta, la presidencia ejecutiva se compromete a inyectar los recursos correspondientes. “Ten T emos diez años de arrastrar un déficit. Antes, el director autorizaba a pagar a final del año, es decir, r que se pagara con presupuesto del año siguiente. Pero desde hace más o menos cuatro años, a los directores de los hospitales se les envi n ó la directriz de no firmar en rojo. De lo contrario, se exponían a una sanción. Todos los años, desde agosto no hay a plata para pagar las extras. Todos los años aportan ese dinero por medidas de presión de los médicos. En teoría, el presupuesto entraría sano para el año 2014. En este momento, hay a un déficit de 374 millo-

nes de este año”, puntualiza Marín. Clima organizacional ................................... “Este es un problema serio. Ya es un problema político. El logro que obtuvimos se puede malograr si no se cambia la manera de gestionar. Ahí están planteados en la mesa todos los aspectos para cambiar. En una sesión anterior, r del comité municipal, ante la crisis de especialistas, se acordó solicitar una intervención del hospital de Guápiles, pero después de varias reuniones, se llegó al planteamiento de que no era prudente, porque iba a afectar los logros de la negociación. Ese día planteamos el problema de clima organizacional. “La dirección regional ha iniciado una inve n stigación preliminar para determinar si efec f tivamente hay a problemas de gestión y de malas relaciones laborales, según denuncias previas, y se compromete la dirección regional a brindar un infor f me. Tiene que haber un cambio en esa estructura”, a concluyó Marín. EL quinto punto tiene que ver con los EBAIS y las áreas de salud. El acuerdo es que habrá un proceso de revisión por cada área de salud, en la que participará la dirección regional y la gerencia médica.

Losprotagonistasdelalucha En esta lucha, hay a que destacar el pape a l de cuatro figur g ras fundamentales: los médicos Carlos Marín, í líde í r de los espes cialistas, y Edwin Solano, o pres r idente t de la Unión Médica Nacional; así como el dirigen g te comunal Orlando Barran r tes y el regi e dor Iván Angu n lo, o segú e n han dicho los mismos protag t gonistas de la lucha.

Dr. r Carlos Marín, í repr e resentante t de los espec s ialistas.

Orlando Barran r tes Cartín, dirigen g te comunal.

Dr. r Edwin Solano, o pres r idente t de la Unión Médica Nacional.

Iván Angu n lo, o regi e dor


Restaurador, escultor y fotógrafo de nuestra historia Claudio Cruz, 83 años Camilo Rodríguez Chaver v ri El Guapileño Me llamo Claudio Cruz Chacón. Nací en Grecia, en 1930. Mis papá a s se llamaba a n Federico Cruz Alfaro y Susana Chacón Maroto. Papá a trabajaba con carne. Tenía carnicerías. Mamá era ama de casa. Fuimos once hermanos. Papá a casi no tuvo u tiempo de vestirse. Y por fuera, tuvo u dos más, y cinco hijo i s más en Guápiles. Papá a era terrible. Yo no salí a él, por dicha. Salí de Grecia de siete años, a Naranjo. Después pasamos de Naranjo a Alaju a ela y de Alaju a ela a San José. De ahí llegamos a Guápiles, cuando yo tenía 23 años. Conocí a mami, mi esposa, que se llamó Eudocia Jaen Brenes. Ella era una guapileña auténtica. La vi y dije i , “aquí está lo que yo andaba a buscando”. o Tengo once años de estar viudo. Vivo i con ella, aunque no esté. Cuando llegamos, Guápiles era lo que habí a a a la orilla del ferrocarril. Tenían negocio Don León Weinstock; Carlos Argüello, de la Soda La Trinidad; el chino Champío… Tinita Torres tenía un hotelito y una fonda donde comíamos todos. Ahí fue la fiesta de mi boda. El jefe del Resguardo Fiscal, Franklin Bonilla, que era mi jefe me hizo un regalazo: un sobre con cien colones. Con esa plata hicimos la fiesta y sobró…

25 años en el Resguardo Fiscal ........................... Trabajé como veinticinco años en el Resguardo Fiscal. Nunca fui jefe. Fui raso. Yo era el de las movidas. Llegaba a un jefe nuevo y decía, “¿quién es Cruz?”. Le decían que yo estaba a en el cuarto de las monturas, trabajando. Los demás le daba a n brillo a las bancas, mientras que yo restauraba a piezas indígenas. Llega un día el coronel Andrés Lippa, con el teniente. Preguntó qué estaba a haciendo yo. Cuando le dije i ron que res-

tauraba a piezas arqueológicas, me felicitó. Ahora hago copias, pero con la línea indígena. El Resguardo Fiscal tenía que beber con las sacas de guaro y con pleitos de terrenos. Cuando me preguntan cuántas sacas de guaro, cogí, yo les digo que ninguna, porque todas me las bebí. Yo lo probaba. Si el guaro era bueno, se quedaba el señor en su trabajo. Pero si era malo, me lo traía para ver si aprendiera. Tuve u una saca de guaro en el baño del Resguardo Fiscal para que mis compañeros aprendieran a olerlo y a reconocerlo. Pero al final tuve u que quitarlo, porque los otros guardas se comían hasta las mangueras. Eso no es mentira. Todo es cierto. Una vez me mandaron para Río Jiménez, a ayudarle a la policía. Pero iba solo. Llegué allá y pregunté por la casa de los Peraza, conocidos míos. Les di de alta. Los juramenté como policías. Eran unos grandes peleones. Los llevé a un cuartelillo, una agencia de policía, los juramenté y les di un bató a n, un palo de hule. Después, bueno, hasta una juma me pegué en el turno. Y todo el mundo me felicitó, porque nadie peleó esa vez. Diay, y ¿cómo iban a pelear si yo contraté a de policías a los pleiteros? Eso también lo hice en Anita Grande. Sólo en Pocora una vez querían desarmarme en un salón de baile. Una negra me dijo i , “don Claudio, lo quieren desarmar”. Así que me pasé la pistola del cinto al frente, y toda la gente me respetó.

Amigo de El Negro Campbell ................................ Me hice como hermano del Negro Ernesto Campbell. Lo conocí porque vino a El Resguardo Fiscal. Pidió un carro plano de ferrocarril, que se usaba para cargarlo de madera o de caña brava. Unos carajo a s le quitaron el carro plano. Lo primero que hice fue ir a Toro Ama-

Don Claudio Cruz junto t a la primera cámara de estudio que util t izó en Guápiles. Esta cámara ahora r es una reliquia en Remembranzas z s, el negoc e io de sus amig igos,, Humberto Madrigal g Bren r es y Yaj ajaira r Zamora Solís. í rillo, a pedir la guía del carro plano. Hice a los carajo a s baja a r la caña brava, y después El Negro pudo cargar su madera. El Negro dijo i , “este guarda sí es bueno”. Así empezó la amistad. Cuando El Negro llegó al cielo, tocó la puerta. San Pedro salió y le dijo i , “sólo puede entrar a caball a o”. El Negro se quedó afuera, f en una puerta, pensando qué hacer. r En eso llegó otro carajo a . El Negro le dijo i , “ni te embarqués, sólo a caball a o se puede entrar. r Hagamos un trato, yo me pongo de caball a o, vos te montás y entramos los dos”. Tocaron la puerta, salió San Pedro, y le dijo i al otro, “así me gusta, que venga a caball a o, entre Don Claudio Cruz disfru f ta de la pero deje el caball a o afuera f a”. música de los años cuarenta, t cincuenEmpecé con las piezas indígenas guata y sese e nta t en el viejo tocadiscos de queando. Güaqueábamos El Negro Remembranzas z s, en Suerre de Jiménez. e Campbell, su hermano José, Francisco Sanders, mejo e r conocido como Chiri- ridad, así que hacía lo que me daba a la quí, Don Cipriano Sánchez, Los Chi- gana. a zas… Al ver que todo lo que estaba Eran los tiempos en que aquí se llegaba a quebrado, lo botaba a n, yo iba juntando sólo en tren y en avión. Habí a a un avión todo. Mi casa se convirtió en un basu- que le decíamos “El Picapi a edra”. a El rero de piezas indígenas quebradas. Era Chino Godo se subía y decía, “fav f or de a . Eso se debe a amarrarse los cinturones para que los el único que restauraba mi curiosidad. Ahora restauro pero vie- cuerpos no queden muy u regados”. jillas. Me gustan más de unos setenta, Ese “Picapiedra” era de los aviones que ochenta años. llamábamos “Avi A ones Moncho”, o porque se necesitaba a güevos para subirse y lePrimer fotógrafo f de Guápiles che para llegar. .......................................... Bueno, ya te dejo porque está cumpliendo años Humberto Madrigal, mi Fui la primera persona que trajo cá- amigo. Así que tenés que habl a ar con mara fotográfica a Guápiles. Llegué él. Yo siempre vengo a Remembranzas. a Guápiles con la cámara al hombro. Vengo cada vez que tengo plata para Siendo guarda fiscal, trabajaba de no- pagar el taxi. Me cuesta cinco mil pesos che ampliando fotos. de ida y cinco mil pesos de vuelta. Y en Mi amigo del alma era Lalito Núñez, Remembranzas no me dan de a fiado. quien tomaba a fotos. Humberto es un gran amigo, en primer Éramos grandes amigos. La amistad es lugar. Nos gustan las antigüedades. Son lo más importante para mí. Antes, de como hijo i s para mí, él y su esposa, Yamuchacho, bombeaba a ríos para sacar jaira. Compartimos mucho en lo cultupescados para regalarle a todo el mun- ral y en lo artístico. do. Era prohibido, pero yo era la auto-


La posición del director del Hospital de Guápiles

Dr. r Javier Bren r es. Dr. r Javi a er Brenes Ortiz Director General Hospital de Guápiles Desde el año 2001 ocupo la Dirección General del Hospital de Guápiles. Hemos vivido difer f entes momentos. Unos de bonanza otros de carencias y limitaciones pero al fin tenemos que preocuparnos por nuestros pacientes y la mejor atención, así como el mejor ambiente laboral para todos los funcionarios. La optimización de los recursos ha sido el norte a seguir. La crisis institucional nos ha obligado a tomar medidas que no ha sido del agrado de algunos funcionarios pero esto ha permitido sacar a flote el barco. De no haberse hecho esto se hubiera afectado en forma importante la prestación de servicios a nuestros pacientes. También se han incrementado los controles para asegurar la permanencia de los funcionarios en sus horas laborales en sus puestos de trabajo con el fin de tener un oportuno y adecuado desempeño de las actividades de cada uno de los 650 empleados que tiene el Hospital. Esto conlleva al malestar de algunos que cuestionan la gestión de esta Dirección General cuando se toman estas medidas. Hospital de 40 años ........................... El Hospital de hace 40 años es muy difer f ente al de hoy. De 20000 asegurados hemos pasado a 250000. Con muy poco crecimiento en la planta física. Hay a limitaciones importantes en urgencias y hospitalización. Sin embargo el hospital tiene una gran fortaleza, sus

¿Quién es el director? Javi a er Brenes Ortiz nació en San José, el 24 de junio de 1952. Sus papás, Javier Brenes Jiménez (qdDg), y Angelita Ortiz Álvarez, tuvieron cuatro hijo i s. Javi a er es el mayo a r. Uno de sus hermanos es abogado, otro es profes f or de religión y el otro, ingeniero agrónomo Javi a er creció en Guadalupe. Después estudió Medicina en México, junto a su esposa, Guiselle González. Casó a los 21 años. Su esposa tenía 19. Llegó a Guápiles hace 33 años. Aquí hicieron el servicio social él y su esp po-

H Hosspital de Guápiles. empleados. Los especialistas, los médicos generales, los farmacéuticos los microbiólogos, el personal técnico y administrativo son el motor que le da vida al trabajo diario, con un trabajo en equipo y bien articulado para poder atender y realizar en forma adecuada todas las actividades diarias. En relación con el tema de los especialistas en el año 2011 se fueron los siguientes: Un internista por pensión, un anestesiólogo por pensión, tres ciruja u nos por pensión, un gineco-obstetra a realizar sub-especialidad de perinatología, un cardiólogo y un internista que concursaron y ganaron plaza en propiedad en el CENARE, un cirujano pediatra. En el año 2012 un psiquiatra que se traslada a laborar al Poder Judicial. Una ortopedista al Hospital de Trauma del INS por mejores condiciones salariales. En el año 2013 se fueron los siguientes especialistas: Un internista por pensión Un gineco-obstetra que terminó su contrato de aprendizaje a y se traslada al HCG. Un anestesiólogo por terminar el permiso del Colegio de Médicos y no ganar el examen de la especialidad para su incorporación. Un oftalmólogo se traslada al Hospital de Heredia cerca de su casa. Una pediatra neonatóloga se traslada al Hospital San Juan de Dios por cercanía a su hija i que inicia estudios universitarios. Un emergenciólogo a la Dirección de Regiones. Total dieciséis especialistas. Especialistas que llegaron .............................. Un geriatra, un otorrinolaringólogo, dos internistas, un radiólogo, un carsa. Había plazas en la Unidad Sanitaria de Guápiles y en la Clínica de Cariari. Ella hizo el servicio social en Guápiles y él, en Cariari. En ese tiempo, para el sorteo del servicio social, se permitía que los matrimonios escogieran de primero. Formó parte del Comité Cívico que luchó por la conclusión de la carretera Braulio Carrillo. Fue de las veinte personas que trabajaron ad honorem como inspectores de la carretera Braulio carrillo, para ser vigilantes de todo el proceso.

diólogo, un anestesiólogo, un oftalmólogo, una fisiatra, dos ortopedistas, dos cirujanos, una radióloga que inicia el 1 de agosto, una médico de familia que inicia el 1 de noviembre de este año. Total dieciséis especialistas nuevos. Médicos especialistas con que cuenta el Hospital. Dos pediatras. Se necesita uno más. Dos anestesiólogos. (Se necesitan tres más). Un gineco-obstetra a tiempo completo y dos a medio tiempo. (Se necesitan dos más). Un neonatólogo. Se necesita uno más. Un ORL que en caso de hacerse efec f tiva la renuncia se deberá reponerse. Tres ortopedistas (No se requieren más) Un cirujano pediatra. (No se requieren más) Un geriatra. Es suficiente. Un radiólogo. (Viene uno en noviembre. Se necesitaría uno más). Dos internistas. (Falta a 2. (Faluno) Cirujanos generales hay ta uno) Dos pediatras. (Falta uno)Un geriatra. (Suficiente)Una fisiatra (Suficiente) Un cardiólogo (Suficiente) un endoscopista que también es cirujano oncólogo. (Se requiere un gastroenterólogo) Total veintiún especialistas laborando actualmente. Como puede verse si bien es cierto hay a especialidades críticas como anestesiología y gineco-obstetricia la institución en los últimos tres años ha envia n do dieciséis nuevos especialistas para reponer los dieciséis que se fueron como se observa en los cuadros anteriores. La carencia de especialistas se demuestra claramente cuando observamos algunas especialidades que son más productivas para los especialistas cuando se ubican en el área metropolitana. Se agrega a esto el que la proyección de formación de especialistas

que ha hecho la Caja a Costarricense de Seguro Social no ha sido suficiente ante la necesidad de estos en zonas rurales. Esta es la panorámica real. No es cierto como en forma tergiversada se ha querido decir que esta situación es culpa de esta Dirección General. Todo lo contrario a pesar de que algunos se han ido por las razones anteriormente anotadas también hemos hecho gestiones a nivel nacional para que profesionales de otros hospitales y recién graduados vengan a laborar al Hospital de Guápiles. Agrego a esto una inve n rsión de 4,461 millones, (cuatro mil cuatrocientos sesenta y un millón de colones), en infraes f tructura y nuevos equipos. Por ejemplo nuevas salas de operaciones totalmente equipadas con la última tecnología, ultrasonido, ecocardiograma, mamógrafo, equipos para endoscopía alta y baja a ,(gastroscopio y colonoscopio), colposcopio para atención temprana del cáncer de del cuello de la matriz entre otros. Nuevas camas, camillas y cunas por un monto de más de cuatrocientos millones de colones. También es importante resaltar la reducción importante que se ha hecho en las listas de espera quirúrgicas y en consulta externa. Dinámica importante .............................. Como puede observarse el Hospital de Guápiles ha tenido una dinámica importante y continua gracias al esfuerzo de todos sus funcionarios y de esta Dirección General. No nos hemos detenido ni un momento para buscar como utilizar de la mejor forma los recursos con los que disponemos. Agrego a esto los programas que hemos desarrollado con el personal para poder ofre f cer una atención con calidad y calidez. Como noticia importantísima, ya la Junta Directiva institucional aprobó nuevos recursos para ampliar el servicio de urgencias, construir los nuevos salones de hospitalización de Medicina Interna y Cirugía así como la construcción de la nueva Consulta Externa. También ya se están iniciando los estudios para construir el nuevo Hospital ante el incremento en la demanda de servicios por la nueva carretera Rio Frío Limón, el nuevo mega puerto en Limón y todas las nuevas inve n rsiones que se están haciendo y se harán a corto y mediano plazo en la provincia. También ya se iniciaron los estudios para a corto plazo hacer del Hospital, un Hospital Regional con la inyección de más personal, ampliación de la planta física y equipamiento adecuado.

También participó en la Cruz Roja, y fue candidato a diputado en 1990. Le faltaron ciento veinte votos para ser electo. Iba en el tercer lugar. Inicialmente iría en el segundo lugar, p pero por la negociación con Miguel Ángel Rodríguez, g el entonces candidato, Rafael Ángel Calderón, le pidió que se pasara al tercer lugar.

murió el doctor José Slom, antiguo director, r concursó por la plaza y la ganó.

Estuvo en la junta directiva de Recope de 1990 a 1994, y del 2002 al 2006.

Con la doctora Guiselle González, su esposa, tiene cuatro hijo i s. Dos de ellos, Javi a er y Roberto, también son médicos. André es piloto y comerciante, y el menor, Ricardo, es ing geniero agrónomo. g

Es el director del Hospital de Guápiles desde el año 2001. Después p de que

Hizo una maestría en Administración de Servicios de Salud, que le permitió incorporarse como especialista en el Colegio de Médicos. Está en la junta directiva del Santos.


El médico al servicio de su gente Doctor t ra Irza r Artavia Carballo Camilo Rodríguez El Guapileño -Nos N acompaña la Doctora r Irza r Artavia. Ella es de una familia guapileña. En unos casos yo tengo g que pedir refe e rencias de los médicos, pero en este caso no. Yo la conozco muy u bien. Ella ha hecho un gran r trab r ajo aquí cuando mi mamá ha venido aquí con mi abuelita y la Doctora r ha sido muy u humana. -Doctora r grac r ias por recibirnos. Usted es de una familia guapileña, la familia Carballo. -Así es. Mi mamá Corina Caballo, de una familia guapileña. Mis tíos, ya solo uno de ellos vive aquí. Puedo decir que soy guapileña no por nacimiento pero tengo veintisiete años de vivir acá. -Uste U d se crio en otro t luga u r. ¿Cómo fue su niñez, su adolescencia? -Yo Y vivía en Moravia a . Toda mi niñez, mi adolescencia y mientras estudié viví en Moravia a . La familia Carballo era de Moravia a y de Guápiles. Estudié en la Escuela Metodista. Estuve en el Colegio Metodista también. Estudié en la Universidad de Costa Rica. Con mucho costo porque era muy buena en matemáticas Cuando hice el examen la parte de de matemática me la sabía, me la brinque y seguí con lo demás, pero cuando se terminó el tiempo de entregar el examen yo no había hecho nada de matemáticas. Saque una nota muy baja a . No me dio el puntaje para entrar a medicina que era lo que yo quería. Fue un año muy duro. No podía pagar una universidad privada. En esos años solo era la UACA. Me puse a llevar muchas materias de física, química y biología, para tener créditos y un buen promedio y hacer de nuevo el examen y poder pasarme a la carrera de medicina. Y lo logré. Se llamaba diferido o por promedio ponderado. Era mi pasión. Desde niña siempre quise ser médico. Una navi a dad me regalaron una muñeca que era una enfer f mera yo no la quería, yo quería estudiar medicina ser doctora. Y era muy frustrante en aquel momento como lo debe ser para muchos muchachos no tener la oportunidad para desarrollarse en lo que uno desea. La medicina es una carrera muy sacrificada, muy humana . Verdaderamente hay a que tener vocación.

Mi Alma Mater

-¿Cómo tran r scurrió su permanencia en la Universi r dad de Costa Rica? ¿Cómo fue qué concluyó y dónde empezó su ejercicio profes f ional? -La Universidad de Costa Rica una “Alma Mater”. Una universidad muy dura, pero muy humanizada. Posteriormente había tres hospitales donde uno se formaba. El Hospital San Juan de Dios, el Hospital México y el Hospital Calderón Guardia. Yo me formé en este último gracias a Dios. Cuando es el momento de hacer la rifa para el servicio social, tenía la ficha 36 y solo quedaban dos hospitales. Entre esos el de Guápiles y el Hospital Tomás Casas en Puerto Cortes. Tuve la dicha de venir a Guápiles. Para los últimos años de carrera yo viví donde mi abuelita. Somos seis hermanos soy la mayo a r. Todos hombres y solo yo de muje u r. Peleaban mucho y hacían mucha bulla yo era muy histérica para estudiar. Entonces yo vivía en la casa de mi abuelita como a los veinticinco metros de la casa de mi mamá. Mi abuelita tenía un sueño de venirse conmigo para Guápiles cuando me graduara. Ella amaba Guápiles. Desafortunadamente mi abuelita se murió en octubre y en enero tuve la oportunidad de venirme para Guápiles a hacer mi servicio social. Eso fue en el año de 1986. Yo me vine para acá y empecé a laborar en el hospital. Lo recuerdo como si fuera ayer. Prácticamente lo que hice fue venir a reconocer el hospital. Estudié en el Colegio Metodista con una beca y tenía compañeros bastante adinerados y en las vacaciones viaja a ban a Europa, Miami, Disney y todos esos lugares bonitos. Pero mis vacaciones era venir a Guápiles. Era muy lindo. Siempre soñé con venirme a trabajar aquí. Fue muy duro venirme sin mi abuelita. Pero aquí estoy y son veintisiete años. -¿Qué sign i ifica para usted la relación suya u con el paciente. t Todas esas personas que vienen, esa aten t ción con los que atiende, o con todas las personas que llegan y el servicio ha estado a cargo de usted? -Realmente en mi etapa profesio f nal he pasado por varios escenarios. En un tiempo era consulta externa, emergencias y asistencia a sala de operaciones. Con la creación de los EBAIS muchos médicos se van para las clínicas. Aquí

quedamos con emergencias. Para ese momento hubo un programa lindo en la Caja a . Me llena de grandes emociones al recordarlo. Fuimos pioneros. En la Clínica de Atención Integral de Adolescentes. Fui la doctora de la Clínica como cinco años. Con grandes satisfacciones personales. Atendíamos madres adolescentes embarazadas, jóvenes con problemas de drogadicción. Era un programa muy humano. Creo que me enseñó a mí a relacionarme con la gente. Es la esencia de mi ser. Yo me comporto casi siempre como una mamá. Eso me ha traído algunos problemas laborales porque dicen que soy muy alcahueta con mis muchachos. Realmente a mí no me gusta tratar mal a nadie, ni a mis compañeros ni a mis pacientes. Y cuando usted me pregunta cómo es esa relación. Es muy humana, Me preocupa la calidad de la atención y pienso que seguirá siendo siempre así por los años que me quedan, que son unos cuantos. El hospital en su recuerdo -¿Cómo era r el Hospital t de Guápiles? -En relación al tamaño es poco lo que ha crecido. Tal vez ha habido unos cuantos salones más, ampliación en sala de operaciones y ahora la estructura que se hizo para atender emergencias. Un hospital pequeño donde no se pedía mucho. Tal vez más medidas de control que se han implementado. Quizás con medidas de calidad pero se volvió muy administrativa, entonces nosotros tuvimos que cambiar con el cambio. Tal vez en 1991 en emergencias atendíamos al mes unos mil quinientos pacientes ahora atendemos unos nueve mil pacientes. Muchísima carga, mucha área de atracción. Básicamente en emergencias de Puerto Viejo de Sarapiquí y Siquirres, se ha aumentado mucho. Hay a mucho accidente, mucha violencia. Ha cambiado muchísimo. Hoy día es un Guápiles completamente difer f ente al que yo conocí cuando venía en vacaciones. -Usted tiene casi 19 años en el área r de emerge r ncias. Cuénteme de eso y de una situación que le ha tocado vivir. -Realmente la pasión de mi vida laboral es el servicio de emergencias. Siem-

pre digo es mi servicio, es mi oficina, son mis muchachos, son mis pacientes. Un sentido de pertenencia. Me ha permitido entregarme a todos y le doy gracias a Dios que siempre ha sido así. Siempre estoy a disposición del paciente ante cualquier cosa. El trabajo que se hace en este servicio es encomiable. Tenemos carencia de personal, porque la ofer f ta y la demanda no siempre hacen un balanceo adecuado. Mucha ofer f ta y poca demanda de recurso humano. Eso hace que uno tenga largas jornadas, muy extenuantes. Muchos pacientes poco médico para atender al paciente con calidad humana sobretodo. Ha sido una experiencia muy rica, yo empecé a trabajar aquí donde el Doctor Slong (Q.d.D.g). Me llamó y me dijo i “es que no tengo a quien poner” y yo le dije i , “yo no quiero eso”. Al principio era hacer roles semanales, los roles de guardia y nada más. Hoy en día es una labor especializada en administración con contratación de servicios, compras, roles semanales, contraloría de servicios, nombramientos, vacaciones. El trabajo se amplió en la parte administrativa. Yo seguí siendo la misma persona, pero esa parte administrativa le roba tiempo a la parte asistencial. -Dice el Doctor t Edwin Solano, o Pres r idente t de la Unión Médica Nacional, que muchas veces han convertido a muchos médicos muy u buenos en pési é mos administrad r ores r s, porque no potencializan esa formación y los llevan a tareas que no deberían í ser tareas del médico. ¿Qué piensa usted? -Yo Y pienso que el sistema de administración de la Caja a tiene serias deficiencias. Siento que los médicos que estamos en estas áreas administrativas, hemos tenido oportunidades para irnos preparando en áreas administrativas. Yo soy egresada de una maestría en administración. Quizás no sea yo la persona adecuada para juzgar. Muchos tienen aparte la formación administrativa pero es lo que uno sienta por dentro realmente. Conozco buenos médicos que son buenos administradores.


La Caja del Seguro Social -¿Qué está mal de eso que se hizo? -Realmente siento que a nivel de capacitación interno faltó. La Caja a a nivel central tiene que tener lineamientos generales desde arriba. Nosotros no tenemos por qué ser un hospital diferente la Hospital Calderón Guardia. No como ahorita que vienen y juzgan mi accionar, por una serie de procedimientos, pero resulta que a mí nadie me dijo i como tenía que hacer las cosas. Un golpe como en el que estoy invo n lucrada. Durante tantos años he dado de mi lo mejor, sacrificando a mi familia, mi esposo, mis hijo i s. Saliendo a las diez de la noche porque el tiempo no alcanza. Y me costó escuchar de mi hijo i mayo a r que toda la vida quiso ser médico, me dijo i “Mami, yo para ser médico tengo que trabajar todo ese tiempo como usted” y yo le dije i “si tiene suerte mi amor”. Entonces me dijo i “mejor no, porque yo quiero estar con mis hijo i s, hacer triatlón con ellos, tener una vida normal, una familia normal”. Eso fue un reclamo muy duro, un golpe en el rostro. Porque entregándome a mi trabajo, a mi pacientes descuide la esencia de mi vida a mis hijo i s, y eso es muy duro. Esa es la realidad de los médicos. Pero siempre hay a un alto. Dios le da a uno un impás. En este momento estoy separada de mi cargo mientras se termina alguna investigación. He tenido la oportunidad de estar en otros servicios donde hace veinte años no estaba y entendí que el trabajo de emergencias no tiene comparación con cualquier otro servicio. Se trabaja muchísimo, las veinticuatro horas y mis respetos para mis muchachos. Yo seguiré en la lucha. Si Dios me lo permite volver a mi silla. Tengo la convicción de poder dar en esos años que me quedan es muchísimo lo que puedo dar y que hacer. Teniendo a mi esposo internado diez días en emergencias, él me dijo i “usted, tiene que salir de esa oficina y ver el dolor humano, conocer el paciente y hacer que el paciente en este servicio de emergencias sea tratado con mayo a r calidad humana”. a Le pido a Dios la oportunidad de volver a mi servicio. -¿Qué significa para usted ser médico y que significan los pacientes? Son amores que uno tiene en la vida.

Irza r Artavia y Camilo Rodrígu í ez. z Los pacientes para mí no son un órgano. El paciente es doña Juanita que tiene 70 años y tiene un problema en su vesícula. Ella no es una vesícula. Me tocó a mí un médico interno en el Calderón Guardia que dijo i “ella es una quiste gigante de ovario”. Yo le dije i “como va a decir eso, yo no soy un quiste de ovario”. Uno lucha contra eso. Nuestro paciente es un ser integral y así es como yo lo veo. Muchos pacientes de la Clínica del Adolescente en la cual estuve hace más de veinte años, me siguen. Ayer me mandaron flores y una tarjeta que decía “gracias mi doctorcita porque estuvo conmigo en los momentos donde yo más sola estaba”. a Y esas son las satisfacciones que le dan a uno. Me gusta mucho trabajar con los adolescentes, con los casos de violencia. Mi puerta la tocan adolescentes que llegan y me dicen: “me dije i ron que usted me podía ayudar” y eso es muy lindo.


Posición del presidente del sindicato de médicos -Doctor Edwin Solano trab r ajó más de trei r nta t años en Hospìtal t de Guápiles.

Camilo Rodríguez Chaverri El Guapileño -¿Cuál es su inje n rencia en este tema? -Como Presidente de la Unión Médica Nacional, tenemos la responsabilidad de velar por los derechos de los médicos y de los servicios de Salud que brinda la Caja a , de modo tal que nuestra organización está comprometida con estos valores y siendo que el Hospital de Guápiles no cuenta con el recurso humano y la infraes f tructura idónea, nos vemos obligados a intervenir en esta seria problemática

-Es preponderante, toda vez que están tomando conciencia de la realidad y de la verdadera crisis del Hospital; la comunidad està organizada y velarà también para que los servicios del Hospital sean eficientes y de primera calidad; los vecinos están infor f mados y no permitirán que los engañen -¿Cómo es que están orga r nizados? -En foros, comisiones y existe toda una estructura comunitaria que tiene como fin obtener el mejor servicio y los especialistas médicos que Guàpiles requiere

-¿Cuál es el pape a l de la comunidad en esta lucha?

-¿Cómo es que participa i n la municipalidad de Pococí y la de Guácimo? -Preocupadas por la crisis del Hospital y la falta de médicos especialistas, las municipalidades comprenden que la situación es crítica, de modo tal que no les queda opción que levantar la voz y exigir mejoras sustanciales en los servicios de salud

-¿Cuál es la realidad del hospital t de Guápiles?

-¿Está desfa s sado el hospital t de Guápiles porque fue constru t ido hace muchos años, s para una comunidad regional con una realidad muy u distinta?

-En nuestro criterio es crítica, toda vez que la falta de especialistas y la pésima infra f estructura no permite que los servicios se brinden como la población se lo merece, ha existido abandono y falta de voluntad para arreglar esta situaciòn

-Completamente, además las escasas mejoras en infraes f tructura no han sido acordes con el crecimiento de la población, no ha existido la voluntad para que este hospital cumpla con lo cometido.

-¿Cómo se vinculó en esta situación? -Tal T y como lo indiqué anteriormente, en mi condición de Presidente de la UMN me corresponde velar por el bienestar del cuerpo médico, pero además laboré como Médico Internista en el Hospital de Guàpiles y conozco perfec f tamente la problemática que se vive en dicho nosocomio, es por esta razón que los colegas, la comunidad y autoridades locales me han solicitado que intervenga en la situación y exija i como tal que los servicios deben ser eficientes y acordes con la población y sobre todo con los enfer f mos

bién solicitamos la regionalización de las especialidades; por otro lado deben darse incentivos a los médicos para que se queden en la zona

-¿Cómo revertir la salida de espec s ialistas en Guápiles? -Con el servicio social obligatorio para los especialistas que hace tres años propuso la Unión Médica Nacional mediante oficio a la Caja a ; además tam-

-Salió una foto t en La Nación con un mar de pape a les de archivos del hospital. ?Se puede decir que ha habido un trem r endo desorde r n? -Eso deben inve n stigarlo las autoridades

-?Siente t usted que la Caja a atac t aa sus profes f ionales para culparlos de la crisis? -Tot T almente y así no asumen su responsabilidad, es más fácil levantar una cortina de humo y desviar la atención, pero de acuerdo con los infor f mes de la Defensoria y de los Diputados, ya quedó claro que existe una crisis en la gestión -?sintetiza la crisis del hospital t de Guápiles una crisis nacional con respecto a la administrac r ión de la Caja a Costarricense del Segu e ro Social? -En efec f to, esta crisis local es un espejo de la nacional -?Cómo hay a que resolver los problemas del hospital t de Guápiles? - Con la participación activa de la comunidad, sindicatos, lideres y pacientes, todos organizados en una sola voz - ?Cuál debe ser la salida para la crisis nacional que vive la Caja a Costarricense del Segu e ro Social? - Acatar los difer f entes infor f mes en especial el Informe de la Defensoría de los Habitantes y de los Diputados



Los cincuenta años del soñador de Suerre Humberto Madrigal g Bren r es

Humberto Madrigal g Bren r es y su espo s sa, Yaja a ira r Zamora Solís. í -Gracias a Humberto Madrigal g l, se han pres r entado en la zona muchos músicos de primer orde r n de Costa Rica y de América Centra t l. Camilo Rodríguez Chaverri El Guapileño Humberto Madrigal es mi amigo. Uno tiene pocos amigos en la vida. Yo he tenido cuatro o cinco. Humberto es uno de ellos. Soy un amigo inconstante y mal portado. Me consumen la radio, la tele, los periódicos, el trabajo. Pero ahí está siempre Humberto. Me llama siempre. Me invi n ta a sus actividades culturales. Conocí a Humberto cuando trabajaba en Radio Guápiles. Ya tenía una sección de cultura, de gotitas de historia. Se llamaba “Lo Nuestro”. Después, me enteré de su negocio, Remembranzas. Lo conocí cuando tenía apenas cuatro o cinco sillas. Luego, he visto su crecimiento enorme. Por lo menos para los lados. Poco a poco, el negocio tiene muchos parches y remiendos. Todo se ha hecho a puro güevo. Es impresionante cómo ha podido sostener un negocio cultural, un negocio que tiene disposición por la música nuestra, por nuestros cantautores, por nuestros valores. Un negocio que jamás ha sido ni una cantina ni una chichera. Un negocio con sentido de familia.

Remembranzas

................................. Eso es Remembranzas, un lugar para la música de nosotros, para las costumbres más sanas y más profun f das del ser costarricense. Él tiene lo único imprescindible para hacer en la vida lo que uno ama: tiene a una compañera de fuego, una compañera de acero, que vale lo que pesa en oro, y más. Se llama Yaja a ira Zamora Solís, quien tiene como una década de ser su mano derecha, su mano izquierda y su corazón. Nada hay a más bello en mi zona, en Pococí, que Remembranzas. Es el único lugar de mi pueblo, de la zona, del país y del mundo en que puedo programar la música que me dé la gana, en el viejo tocadiscos de mi amigo, donde están las colecciones de música de él y de muchos amigos de él, porque es un artista en ese extraño arte de ser leal a sus amigos. Bailo feliz de la vida en Remembranzas. Bailo acompañado, y si nadie quiere hacer el ridículo conmigo, bailo solo. Y en Remembranzas me siento feliz de la vida. Llego ahí como se llega a un sitio donde puede encontrarse con momentos bonitos del pasado. En Guápiles, puedo pasar horas de horas en dos lugares: la casa de mis papás y Remembranzas.

Reunión con la historia .................................... Entre los discos viejos de Ricardo

Acosta, Beny Moré, Los Churumbeles, La Sonora Santanera, Los Dandys, Los Panchos, Glen Miller, r Nat King Cole, Carlos Gardel, entre otros, me pongo a bailar la música de mis papás y de mis abuelos, la música que amo, la música con la que escribo poesía con los pies, bailando. Humberto tiene un rincón de Dios hecho a su medida, que es la medida de lo más hermoso y solemne de nuestra historia. Es un ser humano generoso. Por ejemplo, Don Claudio Cruz, primer fotógrafo de la historia de Pococí, ha tenido un reconocimiento en vida por su trabajo gracias a la sensibilidad de Humberto. Y gracias a esa sensibilidad, han venido a cantar a la zona Humberto Vargas, Dionisio Cabal, los hermanos Mejía Godoy, Aurelia Trejos, Manuel Monestel, Gilbert “El Brujo” Castro, Manuel Obregón, Luis Ángel Castro, Éditus, María Prétix, Max Goldemberg, Rogelio Cisneros y Adrián Goizueta, entre muchos otros artistas de Costa Rica y de América Central. De nuestra zona, han tenido una gran oportunidad Juan Carlos Salazar, Francisco “Chico” Murillo, Guayaba Blues Machine y Florymar Hernández, entre muchos otros. Humberto ha hecho de su restaurante, Remembranzas, el gran referente cultural de la zona, la peña de los artistas, el sitio de la historia y de la nostalgia. Un pueblo que no conoce su historia

no sabe para adonde va porque no sabe de donde viene. Una canción de Malpaís dice, “sé que a veces miro para atrás, pero es para saber de dónde vengo”. Ahora que cumplió 50 años mi amigo, y que hizo una fiesta entre sus vejestorios hermosos, quiero decir, r entre sillas que son bases de máquinas de coser y servilleros que son molinos de maíz, ahora que peina canas, que nevó en sus sienes, le deseo que nos amenace con otros cincuenta años, y que siga haciendo su trabajo por la historia, por la cultura, por la música.

Humberto es único .............................. Humberto tiene una forma de ser que es única. Una forma de ser que lo hace único a él. Tiene un sentido de humor que lo hace muy especial. Así que ojalá que nos dure muchos años más, aunque si Dios lo escucha contando chistes, de seguro se lo lleva. Con Él o con El Pisuicas, pero se lo lleva. Sin embargo, mejor todavía a no. Por favo a r. Muchos años más de vida le deseo a mi amigo Humberto Madrigal, el niño grande, el artista refinado del humor y la atención de Remembranzas, en Suerre de Jiménez, a la par del cielo, en el pueblo más bonito de nuestra zona.



Médico y amante del deporte Doctor t Gilberth Castro t Camilo Rodríguez Chaverri El Guapileño -El Doctor t Gilberth Castro t Chavarría í es nuestro invitado hoy en este program r a de la Unión Médica Nacional. Él es médico pediatra, r es dirigen g te comunal, dirigen g te de la educación, ha formado a muchas generaciones en Guápiles, s ha crea r do hasta tepe e zcuintles, s es dirigen g te de los amantes de la bicicleta, conoce reductos t maravillosos y recónditos de este cantón t . Pero él es de Puriscal, l un poquito de Puriscal y otro t poquito de Alajuela. Grac r ias por estar con nosotros. Usted es un poquito de Alajuela y otro t poquito de Puriscal y de Guápiles. ¿Por P qué? -Yo Y nací en Alaju a ela. Podemos decir que ahí está mi ombligo. Me crie ahí hasta los cuatro años que a mi papá el banco lo trasladó a trabajar a Palmar Norte. Allá estuvimos dos años luego el banco lo trasladó nuevamente a Alajuela. Para cuando tenía doce años e iba a entrar al colegio nuevamente lo volvieron a trasladar. Lo trasladaron a Puriscal. Ahí hice toda mi secundaria y ahí deje los amoríos. -¿Cuándo decide hacerse r médico y por qué? -Bueno yo creo que soy médico por convicción y por voluntad de Dios. Desde chiquitillo quería ser médico. Jugaba con los compañeros. Me gustaba mucho disecar insectos hasta los sapos. Me gustaba ver qué era lo que tenían por dentro como era que funcionaban de una u otra manera. Cuando estuve en Puriscal el Doctor Vargas que está ahora en Bataan hizo todas las vueltas y me dijo i que él iba a estudiar medicina. Yo le dije i que si me podía hacer a mí las vueltas. Me trajo el papel de la solicitud, lo llené y nada más. Él fue y lo entregó, yo ni fui. Éramos muy amigos. La primera vez que fuí a la Facultad fue cuando me dije i ron que si había ganado. -¿Via V ajaba de Alajuela o de Puriscal? -Yo Y viví tres años y medio donde mis

abuelos en Alaju a ela. Los hijo i s de mi abuelo acostumbraban llegar tarde, se emparrandaban. Yo estudiaba con el Doctor Arce que es pediatra y con el Doctor Rafa Moya que es ginecólogo. Éramos compañeros entonces las estudiadas eran hasta las tres de la mañana. Comenzamos a tener problemas con mis abuelos al punto que llegaba a la casa la puerta ya estaba cerrada con llave y con picaporte no me dejaban entrar. Recuerdo un señor del Resguardo que me ayudó mucho. Yo lo que hacía era aprovechar el tiempo y ponerme a estudiar y dormir en el bus. Ese señor habló con mi abuelo y fue un poco más tolerante pero siempre teníamos problemas. Entonces los últimos dos años decidí que era mejor viaja a r de Puriscal. Yo salía en el primer bus de Puriscal y regresaba en el últimos bu. Tengo anécdotas. Por ejemplo en la víspera de un examen de matemáticas el Doctor Arauz. Padre de una compañera mía Gloria Arauz. Comenzó a hacerme el examen ahí en vivo con los cadáve á res. Yo no le podía decir “mire Doctor me tengo que ir, r porque me deja el bus”. Hice el examen y me dice “que nota te pondrías vos” y le digo “diay a Doctor diez solo la perfección, yo me pondría un ocho, un nueve”, me dice “te voy a poner ocho y medio y váya á se tranquilo”. En realidad yo siempre he pensado que más que la nota de un examen es el aprendizaje a que tenga uno. Me toco más de una vez irme a pie de San Pedro a la Coca Cola porque me había dejado el bus. Más de una vez me dejo el bus de Puriscal. Me ponía a pensar qué hacía, para Alaju a ela no me podía ir porque mi abuelo no me abría. Recuerdo que ya uno de vez en cuando como estudiante iba a los hospitales y en ese tiempo uno tenía muy buena acogida. Entonces me fuí al hospital y le dije i al médico que estaba ahí lo que me había pasado, que me había dejado el bus, que si tenía algo que hacer para aprender. Me puso ropa verde y ahí pasé toda la noche. Llamé a mi papá y le dije i que me iba a quedar en el San Juan atendiendo toda la noche. Yo soy del San Juan. En aquellos años uno podía escoger el San Juan o el México. Escogí el San Juan porque me

quedaba cerca de la parada. A veces me iba tan tarde y me venía tan temprano que en el bus me dormía. Recuerdo que en una ocasión cuando me desperté estaba en la parada de buses y eran como las tres de la mañana. Pero el problema no era ese, el problema era explicarle al guarda que estaba haciendo ahí a esa hora. Me dice “ah vos sos el hijo i del Brujo, su tata ha estado preguntando y hasta la policía porque usted no aparecía”. a Otras veces era que los chofer f es eran muy bromistas y se ponían de acuerdo y cinco kilómetros antes de Puriscal me decían “Gibillo ya estamos en Puriscal” y yo agarraba las cosas y me tiraba y cuando me estaba despabilando me daba cuenta que estaba en San Antonio de Puriscal. Vuele pata hasta Puriscal porque en ese tiempo que teléfon f o ni que celular ni nada.

mandaran aquí”. Estaba en una negadera y en eso llegaron a tocar la puerta. Era una señora María Castillo y tocó la puerta. María Castillo, nunca se me olvida el nombre. Abro la puerta y dice “está el doctor” y le digo “sí, qué se le ofre f ce”. En ese momento se le reventó la fuente y la acuesto en el sillón. Y donde le hago el tacto era más bien para detenerle porque ya venía. Le digo a mi mamá “alcánceme un paño” y ahí recibí la chiquita. Me acuerdo que hace un tiempo la vi. Andaba yo en una actividad del Club de Leones. Y yo veía que una señora se me quedaba viendo. Me dice “usted es el Doctor Castro” y le digo “no me diga que usted es María Castillo”. Me dice ya vengo y se fue a traer a la hija i . Imagínese que ya tiene familia. Eso fue hace veintiocho años y tiene dos chiquitas.

¿Por P qué pediatra? r -¿Cuándo toma la decisión de hacerr se pediatra? r

Servicio social en Ticabán

-Creo que fue cuando estuve en Ticaban. Cuando saque la ficha del servicio social. Me tocó la ficha número tres. Y dije i que salvada con esto me voy a un hospital. En ese tiempo la expectativa más buena era ir a un hospital. Se pensaba que uno se formaba y tenía la posibilidad de optar por una especialidad. Cuando dicen vamos para la segunda rifa. Y yo dije i sí en la primera saque la numero tres, en esta sacó la número uno. Meto la mano y saque la ficha ciento diez y vi pasar ciento diez puestos antes. Recuerdo que Víctor Vargas, que era amigo mio. Los papás por una situación especial que sufrió don Lile tuvieron que irse a vivir a Ticaban. En el periodo de universidad en algún momento vine a visitarlos con él. Yo pienso que algún momento todos hemos tenido algo de todo. En ese tiempo yo era cazador, pescador. Recuerdo que un día iba con don Lile a caballo y me dijo i “por ahí como a cinco minutos queda Ticaban. Cuando yo fui a escoger me acordé de don Lile. Pensé que ahí me iba a ir para donde don Lile. Nos fuimos por la carretera vieja. Mi tata recuerdo que me dijo i “tanto estudiar usted para que los

-Uste U d hizo el servicio social en Ticabán y ahí decidió que quería ser pediatra. r -Estaba entre que si hacía medicina interna o pediatría. Recuerdo que me llegó un bananero. Dios le manda a uno las cosas. Me llegó un carajo a , no recuerdo el nombre y si lo recordará tampoco lo diría. Llegó que no se movía y yo dije i se fracturó la medula espinal. Le hice todas las pruebas neurológicas y no se movía. Se había caído de un puente. Un carajo a “super actor decía yo”. Y digo, esta fracturado, pobrecito, seguro va a quedar cuadripléjico. Me lo llevo en el carro mio. Que por cierto mi Tata donde vio que eso era tan largo me dejo el carro. Un Land Rover. Fue la ambulancia durante ese año que yo estuve ahí. A raíz de eso un día decidí que el que llegaba a consultar y no firmaba para pedir una ambulancia para Ticaban no lo atendía. Y al siguiente año Ticaban tuvo una ambulancia. Pero con ese carajo a lo llevé a Guápiles y estaba un doctor que en paz descanse y le dice “Fulano en cuantos días crees que te compondrás vos” y le dice “hay doctor yo creo que con una semana es suficiente”.


Gilberth Castro t y Camilo Rodrígu í ez Le dice tome y el carajo a se levantó de la camilla y le dice el doctor ya se puede ir. Y le dijo i yo “alto por qué usted no me dijo i esto mismo allá y me evita suspender la consulta, ahora yo tengo que llegar y atender toda la consulta”. a Y me pasó que una vez llegó una señora con un chiquito. Yo le veía rarito y ella me decía que ella lo veía rarito. Lo revisaba y no lo encontraba nada. Le dije i a la señora que no se fuera y seguí dando consulta. Al rato lo pase y lo que tenía era una apéndices con una inva n ginación intestinal. Ahí yo evidencie que los niños no mienten a difer f encia del adulto. Lo que vi fue que como médico yo no iba a tener un discernimiento para saber si me estaban mintiendo o no. Fue cuando decidí irme por la pediatría. Y para ese año a finales hablé con el Doctor Danilo Medina muy amigos. Somos como hermanos, como de la familia. Quedamos en estudiar una semana antes para el examen. Hablé con el Doctor Arguello y el Doctor Joaquín Medina que es oftalmólogo para que alguien me cubriera. Y que él se venía para Ticaban y yo me fui para Puriscal con el Doctor Medina y estudiamos todo. Como le dije i antes soy médico por vocación de Dios. Cuando vinieron los exámenes yo no los gané. Y dice mi Tata que el Doctor Mario Aguilera le dijo i que me faltaba un punto. Que con un punto lo hubiera ganado. Que fuera a ver como hacía para conseguir ese punto. Cuando llegué me encontré con la Doctora Yadira Estrada. Me dice “a qué viene” y le dije i “Doctora es que me falta un punto”. Me dijo i “aquí a nadie se le regala nada”. a Ella era muy recta. Y yo me sentía con tanta pena, me dijo i “usted lo que quiere es revisar el examen” le dije i que sí. Iba con saco y todo. La secretaria me dijo i que le tenía que dar el saco para que no haya a riesgo de trampa. Le daban a uno el examen y un machote. Cuando yo conté de un lado conté 50 puntos y entonces digo

yo “que bárbaro más chapa solo pegué cincuenta puntos, quiere decir que del otro lado solo pegué uno” y cuando lo vuelvo, veo todo aquello lleno. Le digo a la secretaria “hágame el favo a r y cuenta esto”, la muchacha lo contó y dice ochenta y seis. La Doctora me pidió disculpas, a veces eso pasaba que era la máquina. Y como la secretaria me trató tan mal le dije i que no me iba si ella no me daba un papel diciendo que yo me gané el examen. Me dio un papel con la nota y le pedí que lo firmara y le pusiera un sello. Y cuando estaba aquí un día me llamó el Doctor Alejandro Letf y me dice “Gilberth, no era que vos iba a hacer el examen, qué estás haciendo ahí, es mañana viernes”. Y cogí el carro y salí desesperado en la noche de Ticaban. Llegué al día siguiente y no estaba en la listas. Le digo a la muchacha y me dijo i que yo no había ganado el examen que tenía un cincuenta. Le dije i qué como así y me acordé del papelito y lo saque. Se puso a correr y salió de la oficina y toda la cosa y llega y me dice “corra que lo están esperando en el Hospital de Niños”. -Uste U d se hace pediatra r y viene a Guápiles. ¿Por P qué viene a Guápiles? -Diay yo tengo familia. En ese momento salgo y no hay a una expectativa laboral. Coincidió con que el Doctor Artavia a que era pediatra aquí se trasladó para San José. El Doctor Vargas me dijo i que había un espacio aquí de pediatra. Hablé en el Hospital de Niños para que me permitieran venirme para acá e ir a hacer las guardias al Hospital de Niños. Además de eso el suegro mio se había venido unos años antes para Guápiles entonces era aquello que veníamos como en familia. Y había hecho el servicio social aquí y me gustaba la zona. Y dije i “voy pa Guápiles”

Club de Leones

-Uste U d ha trab r ajado aquí mucho con el Club de Leones. ¿Qué ha sign i ificado eso en su vida? -Además del crecimiento profesio f nal yo creo que uno tiene que tener un crecimiento como persona, en lo social, en lo espiritual. Mi Tata ha sido león de toda la vida y aquí vinieron a formar el Club de Leones. Yo dije i , toda la vida he estado inmerso en esto de las ayudas sociales y de lo del Club. Fui fundador del Club de Leones por segunda vez, porque ya se había abierto antes pero se cerró. En el año 94 se abrió de nuevo. -Yo Y recuerdo su etap t a de conservacionista, le hice un artícu í lo en El Guapileño. Cuando usted crea r ba tepe e zcuintles, s pero ahora r tiene una etap t a lindísi í ma que es andar en bicicleta y sé que conoce todo el cantón t andando en bicicleta. -Eso se debe primero a que después una edad. A mí siempre me gustó andar en bicicleta. Durante mucho tiempo no tuve la opción de dedicar el tiempo para las cosas que a uno le gustan. Todo fue por una marca que tuve a los 39 años. Ahora tengo 52. Me dio una ATFA taquicardia, una arritmia. Me vio el Doctor Ramos que en paz descanse. Dijo i que era una arritmia de las más raras y más severas que hay. a Al punto que tuve que firmar cosas porque la probabilidad de morir era muy alta. Estando en cuidados intensivos cuando salí de ahí. Me dio tiempo para meditar y ver muchas cosas que uno hace. Me prometí que de ahí en adelante iba a hacer solo cosas que me gustaban y me proyectaría a tener más convivencia con la familia. Entonces dentro de esas cosas hice lo de la bicicleta. Al principio salíamos todos los días para tener condición.

Nos pusieron los carbunclos. A mí me llegan niños accidentados en bicicleta, nosotros andamos con luces, chalecos reflectores y todo lo demás. Ahora salimos un día entre semana por decir miércoles y si está lloviendo lo cambiamos por otro y salgo con amigos.

Ser médico -¿Qué ha sign i ificado ser médico para usted? ¿Qué es lo más impo m rtan t te en la vida del médico, o en el servicio, o en el apostolado? -Nunca me había preguntado tan directo eso. En realidad el ser médico es un apostolado. Llega a ser una forma de vida y el que realmente se mete a sentirlo con todo el cariño, con todo el amor, r llega a significar muchísimo para uno. -Me M llama la aten t ción que usted ha sido educador, r porque ustedes fundaron un proyecto educativo y hay a valores suyo u s como médico, o valores suyo u s como educador. r ¿Qué piensa de esa expe x riencia doble que ha tenido aquí en Guápiles? -Como le decía es eso, es un sistema de vida que toma uno en relación a los valores y a las prioridades. La vida se ve en relación a eso lo que realmente llena. Vivir la vida con plenitud y ser feliz. -Si volviera a nacer, r ¿volvería í a ser médico? -No tengo otra opción. No escogería otra cosa, no me veo haciendo otra cosa. Sinceramente es difíci f l entonces cuando me pregunta eso es porque no lo pensé ni quise firmemente pero creo que era algo que Dios quería para mí.


ctor Wilfredo Fuentes Alfaro

Amante del Santos y los Leones Camilo Rodríguez Chaverri El Guapileño -El Doctor t Wilfre f do Antonio Fuentes Alfa l ro es un reconocido médico en Guápiles. Él nació y crec r ió en El Salvador. Después tuvo que salir de su país para poder cumplir con su formación como médico y eso lo traj r o a nuestro país. -Mucho gusto Camilo. Gracias por invitarme a formar parte de este espacio. -¿Uste U d nació y crec r ió en El Salvador? -Así es. Nací y crecí en San Salvador. -¿Qué fue lo que pasó? -Recuerdo que yo estaba en la facultad de medicina cuando se originaron los conflictos. Entonces mis padres al ver el interés que yo tenía me dije i ron que nos fuéramos a Guatemala para terminar. Nos fuimos a Guatemala a la Universidad de San Carlos. Ahí me dije i ron que sí, que me aceptaban y me convalidaban las materias. Ya estando en Guatemala nos dimos cuenta que ahí también habían conflictos políticos. Entonces mis padres dije i ron que no era bueno que me quedara ahí. Me dije i ron que tenían unos amigos en Costa Rica en la ciudad de Heredia. Él habló con ellos y me dijo i que ellos me iban a recibir y a orientar para ver

a cual universidad podía asistir. Visité la Universidad de Costa Rica y en ese momento habían sacado a la Universidad de El Salvador del tratado de Centroamérica. No había convalidación y no me reconocían el tiempo que había estudiado allá. Estos amigos muy interesados, muy amables conmigo, me dije i ron “vea existe la Universidad Autónoma de Centroamérica”. Y la Escuela de Medicina estaba ubicada entre el Hospital San Juan de Dios y el Hospital de Niños, por el antiguo Chapuí. Fuí y me dije i ron que presentara la documentación y ellos me iban a decir que hacer. Hice el examen de admisión y lo gané pero comencé de cero. -Comenzó de cero. ¿Por P qué tomó esa decisión? -Comencé de cero, porque ya el espíritu mio me decía que tenía que estudiar medicina. Lo traía en la sangre. Le doy gracias a Dios porque nunca me abandonaron mis padres. Los amigos de Heredia me encaminaron. Me dije i ron lo que tenía que hacer. Hice el examen lo gané, estudié y gracias a Dios aquí estoy soy médico.

Primero en Heredia -¿Los primeros años vivió en Heredia? Viví tres años en Heredia con ellos.

Después de eso opte por alquilar un apartamento más cerca de San José con unos amigos y compañeros lo pagábamos entre varios y así fue como sobreviví. -¿Cómo fue el cambio de vivir en El Salvador a venirse a vivir aquí sin su familia, en un país difer f rente? ¿Qué le impr m resionó de Costa Rica? Usted tuvo que vivir aquí los años de la crisis de la administrac r ión Carazo. -Sí, Recuerdo que cuando llegué aquí me llamaba la atención que habían unas grandes filas para comprar cereales. Había una contracción económica en ese tiempo. -¿Qué pensó del país, s qué le impr m resionó más del país? -Lo que a mí me gustó más fue la generosidad del pueblo, la gente le gusta servir. Me impresionó mucho fue la paz. Aquí no había militares por ningún lado. -De niño y de joven usted vivió toda la Guerra Civil. Además El Salvador está muy u cerca de Guatem t ala y de Honduras r . -Antes del conflicto no había guerrillas. Las guerrillas aparecieron después del año 79 por ahí. Yo viví bien antes porque no había conflictos sociales.

Después se fueron reagudizando por situaciones políticas los que están a favor y los que estaban en contra del Estado. Los estudiantes no teníamos paz para estudiar. -¿Por P qué tomó la decisión de quedarse en Costa Rica? -Yo Y recuerdo que finalizando mi carrera estando en Alaju a ela conocí una muchacha que hoy es mi esposa. Siempre soñé con volver a El Salvador. En eso nos casamos y ella me dijo i “yo lo sigo, pero recuerde que todavía a no hay a paz en El Salvador”. Me fui enamorando más de esta tierra bendita por Dios y la siento como una segunda madre. -¿Qué hace usted despu s és que termina Medicina? -Recuerdo que hago todas las gestiones para participar en el servicio social. Aunque teníamos todos los papeles en regla nos dije i ron que nosotros los extranjeros nos quedábamos para el final. Éramos varios, unos cuatro extranjeros que habíamos en ese momento. Y solo las partes lejanas nos quedaron. Recuerdo que a mí me tocó ir a Sixaola. En aquellos años era terrible. Yo vivía en Alaju a ela y me tenía que venir para coger bus a Limón. Dormía ahí y a las cuatro de la mañana había que tomar el bus para poder llegar a Sixaola como a las nueve y media de la mañana. Era una carretera muy mala.


cimientos a favo a r de las personas que lo buscan a uno. Ha sido una bendición. Yo siempre al salir de la casa digo “Dios ilumíname para dar lo mejor de mí, que la gente que me necesita reciba de mí el mejor servicio”. Siento que eso lo marca a uno como ser humano y uno siente que es útil en la vida. -¿Qué ha sign i ificado esta zona, qué le gusta de Guápiles? Usted incluso creo r tiene más años de vivir aquí que los que vivió en El Salvador -Para mí ha significado mucho. El ver lo verde de esta zona, los mantos acuíferos, aquí nunca nos falta el agua y eso es una bendición. Aunque no lo valoremos. Para mí Guápiles es una maravilla. Recuerdo las frases de Francisco Murillo, que dice que “este es un lugar que emana leche y miel”. Siento que eso es cierto y hay a que cuidar nuestro cantón.

CCSS -¿Qué es lo que más le preoc r upa de la situación que vive la Caja a Costarricense del Segu e ro Social? -Lo que más me preocupa a mí es que si nosotros los que hemos servido con tanto amor y tanto ahínco a la Caja a se nos puede ir.

Sixaola -¿Qué sign i ificó Sixaola para usted? ¿Cómo lo marcó? -Llamémosle que fue una experiencia bonita. Al ver gente necesitada en esa zona, yo decía “el médico esta donde lo necesiten”. Era gente muy pobre, indígena que le llegaban a uno a pedir ayuda. Lo que sí sucedía era que muchas veces cuando llegaban donde uno ya habían pasado por el Zurquí. Llegaban en estado crítico y a veces no había nada que hacer. Eso para mí era traumático. Cuando se podía lo que se hacía era referirlos al Hospital Tony Facio que estaba lejísimos.

Dios nada nos pasó. -¿Qué hizo despu s és del servicio social? -Después del servicio social busqué trabajo en esta zona y a Dios gracias llegué a Guápiles en el año 87. Desde entonces estoy aquí. Club de Leones y Santos de Guápiles -El Doctor Wilfre f do Antonio Fuentes Alfaro es un personaje y un dirigente en la comunidad. Es fundador del Club de Leones de Guápiles. Ha estado en varias ocasiones en la junta directiva del Santos de Guápiles que también es mi equipo porque yo también soy de Guápiles.

-Estuvo en Sixaola un año. -No. Estuve seis meses. Recuerdo una anécdota que me marcó mucho. Una vez se dio un conflicto en el puente. Llegó un carro no recuerdo bien si era del ICE o del MAG. Nos dije i ron que se acaban de agarrar los manifes f tantes con los policías que había muchos heridos y se necesitaban dos médicos. Nos fuimos mi compañero y yo. Nos llevaron en carro. Vimos unos golpeados pero no había nadie grave. El susto fue que nosotros quedamos en medio por dicha nadie disparo. -¿Eso fue del lado costarricense? -Sí. Eso fue del lado costarricense. Era un conflicto costarricense. Fue tremendo zafarrancho, al final terminó todo, todo mundo se dispersó. La sorpresa fue que los carros que nos llevaron al puente ya no estaban y eran las ocho de la noche. Tuvimos que caminar del puente a la clínica unos ocho kilómetros con un miedo en medio de aquellos bananales y sin luz. Gracias a

¿Cuándo llegó a Guápiles?, ¿cómo llegó aquí, í cómo se fue integr e rando, o en qué ha participa i do? -Yo Y llegué en el año 87 a trabajar en el Hospital de Guápiles. Desde entonces sigo aquí. Uno va conociendo con los años miembros de la comunidad y le venden a uno el entusiasmo por colaborar. Recuerdo que una vez me invi n taron a una reunión que era para formar el Club de Leones porque aquí no había. En un lugar ahí nos reunimos varias personas Creo que era un local que era un aserradero. Se decidió formar el Club de Leones que es el que actualmente está. De los miembros fundadores solo quedamos tres. Entre ellos el Doctor Gilberth Castro Chavarría, Miguel Aredo y este servidor. -También se ha acercado al depo e rte. t Cuéntenos que ha sign i ificado el trar bajo a con los “leones” y el trab r ajo con El Santos t de Guápiles. -Yo Y siento que el servicio debe de ser

como se dice en el Club de Leones “El que no vive para servir no sirve para vivir”. Entonces si queremos colaborar con la gente más necesitada hagámoslo. Pero comencemos con las raíces con los jóvenes. Yo me acerqué al Santos porque dentro de mi formación fui preparado como médico para atender a adolescentes. En uno de esos posgrados que había sacado. Pensé “qué mejor que servirle a los muchachos de la comunidad que están practicando deporte”. Así fue como ad honorem empecé a dar charlas y cursos a los muchachos de las ligas menores del Santos. Recuerdo que cuando hice los talleres mi esposa me decía que lo primero eran los valores. Los valores son importantes en el deporte. Es bueno que desde pequeñitos los vaya a n conociendo. Una vez recibimos a un sacerdote me dijo i “también póngale un poquito de esto y de lo otro”. Así iba desarrollando talleres de liderazgo con los jóvenes a través del Santos. La idea era que si no le dábamos al país buenos deportistas por lo menos darles unos buenos ciudadanos del cantón de Pococí. -Así fue como se integr e ó a la junta t direc r tiva del equipo i . -En una asamblea estando presente, miembros de la comunidad mencionaron mi nombre. La mayo a ría pidió que fuera miembro de la directiva. -Uste U d siempr m re ha trab r ajo con la Caja a Costarricense del Segu e ro Social. i ificado el trab r ajo como ¿Qué ha sign médico para usted? -Primeramente me siento agradecido y orgulloso de ser miembro de la Caja a Costarricense del Seguro Social. Donde yo desarrollo cada día mis cono-

-Se ha criticado a los médicos y se les ha culpado de la crisis de la institución. ¿Qué piensa de eso? -Pienso que están muy equivocados. Los médicos no son los culpables. Como se ha dicho en reiteradas ocasiones son otros. En otras fuentes se ha dicho o se ha dado a entender quiénes son los verdaderos culpables. Pero si me preocupa una cosa, no sé si la indifer f encia o la ignorancia de muchas personas que utilizan la Caja a . Muchos no se han dado cuenta del peligro que corremos si no la defen f demos. -Yo Y pienso que en el país hay a conciencia de la impo m rtan t cia que tiene la institución para la estabilidad, para la paz social. ¿Cómo era r la Caja a cuando usted empe m zó y cómo es ahora, qué ha venido perdiendo? -Recuerdo que los medicamentos eran de primera, no había tanta fila ni excesos de controles. Los controles son importantes pero es que ahora es exagerado. Esas largas filas, los especialistas no son suficientes. No es que uno desperdiciaba pero estaban las cosas. Ahora pasa algo en un equipo y son meses sin que lo reparen o meses para que los compren, no sé si por falta de presupuesto u otras cosas -Le preoc r upa mucho que se haya a girado hacía la privatización -Me preocupa mucho. Puedo decir que nuestro pueblo y digo nuestro porque me siento parte de él, no está preparado para la privatización. Si hay a algo que nos difer f encia de todos los países de América Latina es la Caja a . Es un bastión de paz y de solidaridad.


Doctor Luis Fernando Álvarez Valerio

“Se inventaron la crisis de la Caja” Camilo Rodríguez Chaverri El Guapileño -Está con nosotros el Doctor t Luis Fernando Álvarez. Él es de Ciudad Quesada, pero tiene trei r nta t años de trab r ajar en el Hospital t de Guápiles. Muchas grac r ias por acompa m ñarnos. -Muchas gracias. En efec f to tengo treinta años de estar en esta hermosa tierra atlántica que es Guápiles. Como todo médico que en su momento vine a hacer servicio social. Vine por un año. Recuerdo que cuando obtuve la ficha para hacer el servicio social tomé la ficha treinta y tres como en ciento cincuenta médicos. Como escogí hacer el servicio en la unidad móvil todos aplaudieron. Lo hice porque mis papas y mis hermanos menores teníamos una finquita aquí por el lado de La Victoria en Río Frio. Donde exactamente esta ahora la Universidad Nacional. Mi papá hizo esa finca por ahí de los años ochenta. Después pasó a manos de la UNA. Básicamente la cercanía de la zona con Río Frio eso motivo a tener la finca y que yo me fuera para allá. Me vine con la ilusión de trabajar acá e irme hacer ginecología. Fue una cosa que siempre quise hacer en esos años tan lindos de la medicina. Pero seis meses después de estar en el Ministerio de Salud el Doctor Urbina Maya a que Dios lo tenga en su regazo me dijo i que me fuera a trabajar al Hospital en jornada nocturna. Cuando termine el servicio social en la móvil seguí con la jornada nocturna por varios años en el hospital. Éramos cuatro compañeros. Dos trabajábamos como de cuatro de

la tarde a diez de la noche y los otros dos de diez de la noche a seis o siete de la mañana. Eran otros tiempos. El Doctor Urbina que no se vaya a a molestar hizo un trato con nosotros. Trabajá a bamos una semana los dos turnos y a la siguiente semana estábamos libres. Así lo hicimos. Tiempo después hubo un tipo de referendo en el Centro de Salud se crearon unas plazas de directores de médicos de salud. Vino un cabildeo entre el Doctor Martínez y este servidor. Pusieron al personal a escoger como quien dice “a quién matas a Judas o a Barrabas” y gracias a Dios los compañeros me escogieron a mí. Fuí nueve años director del centro de salud. Trabajaba en la noche en el Hospital. Fue un tiempo duro pero había ganas de trabajar por la salud de ese país. No es que ahora no sea así, ahora hay a mucho escollo. Hace perder la perspectiva de lo que uno debe hacer para el paciente. Las condiciones actuales lo desmotiva a uno. Se ha creado una crisis que no hay. a

“Crisis la inve n ntaron” n -Per P o ha sufr u ido la Caja a . ¿Uste U d cree r que la Caja a Costarricense ha vivido una crisis? -La crisis ellos la han inve n ntado. No sé con qué intereses. El motivo principal de los políticos es que la Caja a no exista más. Tratar de debilitar esta institución. Los políticos se rasgan las vestiduras diciendo que somos un país en subdesarrollo pero con un modelo de salud de primer nivel. Quienes hemos sufrido más con esta situación han sido

los médicos. Lo que están haciendo es poniendo a pelear a los empleados. Creando pugna para que los médicos se peleen con enfer f mería. Que sintamos que los de servicios generales somos como enemigos en la institución. -¿Se siente esa crisis en el Hospital t de Guápiles? ¿Ha H cambiado mucho desde que usted llegó en tiempo m s del Doctor t Urbina Maya a hasta ahora? r -Si claro que ha cambiado en esos treinta años que tengo yo. Tengo bastante derecho a opinar. Antes era más glamoroso, había mucho compañerismo. Aunque aquí si tengo que hacer un alto. Ahorita el paciente está recibiendo muchísima mejor atención que en aquella época. En aquella época a nivel de consulta externa éramos medio responsables. No había una atención de calidad y eso ha mejorado. Con los compromisos de gestión ahora es mejor. Pero eso es de fondo, el problema es la forma. Nos han sacado de lo que es exactamente de la atención al paciente para meternos entre papeles. Estar haciendo listas. Listas de diabéticos, listas de adultos mayo a res, listas de hipertensos, en fin. -El Doctor t Edwin Solano, o Pres r idente de la Unión Médica dice que han pasado de convertirlos en excelentes t médicos a malos administrat r ivos. Por supuesto. Eso es una gran verdad. Vea que bonito los que estamos en un EBAIS nos llaman coordinadores. Yo a mi jefe le digo que por favo a r no me ponga de coordinador. En un EBAIS la

enfer f mera recibe órdenes de su jefe de enfer f mería, el coordinador de su jefe, el de redes de su jefe. ¿Así quiere que sean los médicos de un EBAIS?. Por ejemplo viene una campaña de vacunación que más que los médicos que somos los que estamos con los pacientes somos los últimos que sabemos qué, cómo, cuándo y dónde se va a vacunar y no es así.

Los EBAIS -¿Cómo cree r usted que debe cambiar la Caja a Costarricense del Segu e ro Social con respecto a los EBAIS? B -La producción, la infor f mación es el arma más importante de una empresa. Sabiendo lo que producimos se puede mejorar la calidad. Yo creo que en un EBAIS el médico debe dar la consulta, el enfer f mero hacer su preconsulta y el de redes lo que tiene que hacer. Creo que mínimo en los EBAIS debería haber un técnico en administración que recopile la infor f mación, que la procese, que la discutamos. En este momento mandamos la infor f mación a un equipo administrativo especializado en el área de salud nos devuelven la infor f mación que yo siento que es como un “escobazo en la espalda”. a Creo que los médicos estamos hechos para brindarle calidad al paciente, brindarle amor estar pendientes del paciente. No como ahora que cuando el paciente entra primero hay a que llenar un papel con el nombre, la cédula, la edad y después de eso preguntarle qué es en lo que se le puede servir.



-Lo que usted me dice es que se debe priorizar la aten t ción ante todo. -Por supuesto que sí. El paciente lo merece. Está pagando una consulta prepaga y merece atención. No merece que de los doce minutos que el médico tiene para atender unos cuatro minutos se vaya a n llenando listas. -Doctor, se ha hablado mucho de que los médicos son los culpables de la crisis de la institución. No. Nosotros somos culpables de la salud de este país y de los buenos índices de salud de este país. Yo que soy médico general trabajando acá y los estimables compañeros especialistas haciendo grandes cosas en los hospitales centrales. Así que de ninguna manera vamos a aceptar que digan que somos los responsables de la debacle situación financiera de esta institución. Ya se ha sabido, después del burombun que hicieron poquito a poco ese domino ha ido caye a ndo. Desde aquel asesor financiero que hizo cosas indebidas y eso salió a la luz pública. -La crisis ha sido por una inadecuada administrac r ión financiera -Claro. Imagínese que yo en treinta años de trabajar para la Caja a tengo un sueldito que caramba. Ahora con lo de las guardias gracias a mis compañeros del hospital tengo cuatro, cinco o seis guardias. Porque yo siempre he sido del Hospital de Guápiles, lo que pasa es que a mí me servía ir al EBAIS. También iba a unas bananeras. En ese tiempo me servía más estar en el

EBAIS pero siempre he sido del Hospital. Entonces tenemos un sueldito más o menos holgado pero pasando seis o siete noches en el hospital sin dormir cuidando de la salud de los pacientes mientras todos duermen. -Se ha criticado mucho el tema de las horas extras r y de la disp onibilidad. ¿Por P qué son impo m rtan t tes las horas extras r y la disponibilidad? -La Caja a sataniza eso ante la gente. Que nosotros somos los que nos robamos la plata en el tiempo extraordinario. Recuerdo aquí que salió en el “top ten” al Doctor Gerardo Fonseca dentro de los que más ganaban. Pero si había un doctor en vacaciones u otro estaba enfermo el Doctor Fonseca tenía que pasar quince noches en el Hospital. Sobre todo en este cantón que en cualquier momento llega un baleado o accidentado. Ahí tenía que estar el Doctor y se lo ganaba como Dios manda y de la manera más respetuosa. Nos deben la atención. A los dos de la mañana cuando un paciente tiene un dolor abdominal ahí estamos y el paciente no paga más por esa atención. Nada, solo con lo que pago en este sistema solidario ideado por aquellas mentes claras en aquel momento. En Estados Unidos no pueden hacerlo, lo han intentado y no han podido. Acá es una atención tan buena que vienen de otros países y los atendemos. Vea el ejemplo. Teníamos oftalmólogo y ya no lo tenemos, teníamos otorrinolaringólogo y ya no lo tenemos. Se necesita redondear la cosa con un poquito de tiempo extraordinario o una disponibilidad.

Guardias y disponibilidades -Pero de igua g l manera la guardi r a y el tiempo m extrao r rdinario se necesitan. Son impo m rtan t tes para el hospital t en sí. í Si llega una persona en estado crítico por un accidente t debe estar ahí el espec s ialista, es muy u impo m rtan t te. -Claro que sí. Hay a especialidades que no pueden hacer disponibilidades. Por ejemplo ginecología, el cirujano, el pediatra, el neonatólogo. Considero que un otorrino puede estar disponible que no se pone en riesgo la vida de a especialidades que un paciente. Hay tienen que estar ahí para que luego no estemos ahí lamentándonos. Llegará el momento en que si seguimos así lo que tendremos por hospital es un gran EBAIS. Yo lo digo porque son dos colegas que llegaron aquí y se fueron porque les dije i ron que no. No hay a presupuesto para eso. Sufre el hospital y la población. Ahora otorrinolaringología tiene que ir a Limón con esa limitación de recursos que tiene el Tony Facio.

ser si no se hacen con calor humano con el paciente, si no hay a empatía con el paciente. Tratar de ver que somos amigos, que estamos para tratar de ayudarle con su salud, para que su dolencia sea aliviada. Tenemos un sentimiento de mucha gratitud con el paciente. A uno también le brindan su cariño, su respeto, porque el paciente es asegurado y se le dice vaya a usted es asegurado y tiene el derecho. A veces hay a pacientes en emergencias que lo que tienen bien pueden ser atendidos en un EBAIS. Pero viene la otra parte muchos de esos pacientes llegan al EBAIS y no hay a espacio. Ya está cupo con los que estaban citados que son hipertensos, embarazadas, niño sano, adulto mayo a r y no lo atienden. Generalmente a ese paciente en el hospital no se le dice que no pero hay a que esperar y a veces la gente se desespera. Y ahora no se puede decir nada a un paciente porque lo mandan a uno a la cárcel. Hace veinte años con el Doctor salíamos y calmábamos. Claro no voy a decir cómo. -¿Ha H habido persecución?

-¿Qué sign i ifica para usted como médico el paciente, t la aten t ción al paciente? t Yo sé que usted desarrolla una relación muy u espec s ial con el paciente t y lo quieren mucho, yo tengo g un tío í que es paciente t suyo u y lo quiere mucho. -Es un nexo muy bonito. La medicina es un arte. Lleva realizar una historia clínica, lleva un examen físico para tratar de dar un diagnóstico. Con esas tres cositas fundamentales no puede

-Tal T vez una persecución solapada, no es abierta, maquillando cosas. Yo sé que “donde hay a orden hay a Dios”. Es algo que viene desde arriba. Por ejemplo a la Doctora Chacón de arriba le están caye a ndo y a los jefes de ella también y por supuesto le llegan a uno. Eso hace que uno se sienta desmotivado. Y nosotros en última instancia somos los que tenemos que resolverle al paciente.



DON MANUEL AZOFEIFA

Memorias de un guayacán gigante CAMILO RODRÍGUEZ CHAVERRI A

dice algo, yo lo dejo que me diga y después le respondo. Así hay que hacer con la señora, dejarla que hable. Estoy en un grupo muy bueno, que es Alcohólicos Anónimos.

El Guapileño

Cuando yo me crié, vivir en el campo era muy bonito. Yo nací un 2 de octubre de 1932. Palmichal de Acosta era un pueblo muy fértil en todo. Se daban muy bien los frijoles, el maíz, el café, las naranjas, la producción de leche… Había de todo. Ahí fui creciendo con mi papá y mi mamá, que Dios lo tenga en verdadero descanso. Mi papá se llamaba Ramón Azofeifa Marín, y mi mamá, María Monge Azofeifa. Había carreteras pero en tierra. Se entraba por Tabarcia, por una parte, por un alto que llamábamos “La Roncha”. Se salía por el “camino de El Caite”, por Corralar arriba, a salir a Santa Ana. Se salía con la carreta, traía uno el dulce, se salía por Villa Colón para venir a vender a San José. Eso era lo que más se vendía, porque en ese tiempo una fanega de café había que llevarla a San Ignacio y darla en catorce colones. En esos años uno iba a la escuela de ocho años. Y en Palmichal lo que había era primero, segundo, tercero y cuarto grado. No más. Ahí se acababa todo. Entonces a uno el papá lo llevaba a trab t ajar. Luego, ya grande, pude terminar la escuela y me hice policía. Trabajé como treinta años de policía. Viera los pleitos que se hacían y no había ni delegación. Ser policía fue una experiencia muy buena en mi vida.

Alcohólicos Anónimos

Fuimos pobres Yo iba a la escuela descalzo. Yo Y compré zapatos a los dieciocho años porque me hice un frijolar y mi papá me regañó, me dijo que porque gasté la plata en cosas que no eran importantes. Cuando me puse los zapatos por primera vez, me chollé los pies. Me los eché al hombro. Vivíamos de los trapiches. Un día hicimos la lista de todos los trapiches que había, llegamos a ciento quince trapiches viniéndonos desde La Pita hasta llegar a donde esta Nacientes Palmichal, arriba, donde don Rafael Hidalgo. Llevábamos el dulce en carretas, con bueyes. De Palmichal a Villa Colón durábamos seis horas y de aahí a San José como unas ocho horas. Había unos sesteos que llamaban. Ahí comíamos nosotros y comían y se cuidaban los bueyes. Yo venía con mi abuelo, que se llamaba Jerónimo MongeAmador, y mi aabuelita, Victoria V Azofeifa Quesada. No había azúcar. Cómo cambian los tiempos. Después, ya nadie consumía dulce con tal de comer con azúcar pero ahora ya no toman ni azúcar, sino que el café es puro y sin azúcar por recomendación del doctor. En Palmichal, hay un doctor muy bueno que dice, “¿azúcar? Ojalá no. ¿Grasa? Ojalá no. Pero eso sí, trabajar lo que se pueda, y dormir lo que se pueda. Yo, a los ochenta años, trabajo. Tengo un cafetalillo y voy y lo limpio. Hago milpa para comer, darle a los hijos y vender un elotillo. Porque

en estos momentos yo me voy a ttrabajar, como dijo el Doctor Mata, un yerno mío, uno se va con un dolorcillo, pero eso no es nada, porque el día que uno no sienta dolor es porque está muerto. Por ejemplo hoy le duele a uno una pierna, mañana le duele a uno un brazo. A mí nunca me ha dolido la cabeza, pero ahora el Doctor Ozz dijo que si a uno le duele la cabeza hay que tomar a té.

La esposa, p , la compañera Yo la conocí en el año 57. Ella es de Sevilla, un pueblo cercano a Palmichal. A nosotros, a mi hermano Beto y a mí, nos gustaba mucho ir a cantar. Fuimos a un portal que había, se rezaba y se cantaba. Lo bueno es que se cantaba las alabanzas a El Niño y luego seguían las canciones.Allá amanecía uno cantando. Había comida y guaro. Una vez, Beto y yo llegamos y yo quería como cantar ar a ver si me daban algo. Yo había ido una vez donde mi suegra a cambiarle r semilla de frijol y ya había visto la muchacha. Esa vez, en el rezo, me asomé a la puerta y la volví a ver, pero a la par estaba sentado un carajillo. Le dije al mocoso que lo llamaban afuera y me senté a la par, y empezamos a conversar y le dije “usted, ¿a qué hora se va?” Me dijo que el papá le había dado permi-

so de irse a las nueve, pero yo no sabía que ella estaba esperando a otro pero yo llegué primero “Ave A María Purísima…”. Entonces, en el trayecto de la casa donde era el rezo a la casa de ella que eran como unos doscientos metros, faltando unos veinticinco metros para llegar a la casa, le dije “¿usted no quisiera ser novia mía” y me dijo que sí, pero que tenía que hablar con el papá. Le dije que estaba bien, que no había problema, que yo hablaba con el papá, que me dijera que día iba. Un día le dije a papá, “papá, voy a ir a donde don Rafael, a pedir un permiso, présteme el caballo”. Llegué donde don Rafael y le dije que yo quería a la muchacha, que me diera permiso, nos caímos bien, porque éramos del mismo partido, anti liberacionistas, en los tiempos de cuando Mario Echandi iba para presidente. Me dijo que estaba bien, que yo podía ir a almorzar, a a tomar café, a comer, pero que a las seis de la tarde tiene que irme. Le dije que estaba bien, que las órdenes son órdenes y hay que respetarlas.

Ni un besito No había luz en el pueblo. Y otra cosa que no había, como ahora, es eso de los besos al llegar y al irse. Nada de eso. Ni darle la manita. Y una vez había un turno y yo sabía

que ella iba a ir con un hermano. Me metí unos “guariscoles” y a ella no le gustó. Cuando ese lunes llegó mi papá de San Ignacio y me dijo “Manuel, ahí le traigo algo”. Era una carta de ella y me ffui para la quebrada y empecé a leer. Decía que si yo seguía así como ayer (domingo), lo mejor era que no fuéramos novios. Y volví a pedirle el caballo a mi papá y me fui para donde ella, a pedir cacao. Le dije que no iba a volver a suceder, pero eso era una mentira, porque cuesta mucho, y cuando a uno le gusta cantar primero va el trago, porque se abren las boquillas y después va la cantada. Entona uno bien la canción. A mí me gustan mucho las rancheras. Pero yo estaba contando que la muchacha me dijo que estaba a bien y seguimos ahí. En el año 59, un 9 de mayo, nos casamos, en misa de cinco de la mañana. Yo le pedí a papá, porque yo era un hijo doméstico, que todavía estaba en la casa, y papá me dio 500 pesos y compré ropa, trastes y fuimos a pasear a Cartago. Nos casamos en San Ignacio de Acosta. Habíamos como nueve parejas. Salimos a una sodilla a tomarnos un café, ya en eso llegó mi papá y me dio cincuenta colones para que tomáramos café y el café me costó treinta. La vida es muy linda, yo siempre he sido muy feliz porque a mí el humor bueno nunca me ha faltado, y si a mí alguien me

Como decía un señor de Bajo Cerdas, bebí tamaño poco. Vino el buen día que Beto, mi hermano, estaba en Alcohólicos Anónimos y era un necio, llegaba a la casa y solo invitarme a Alcohólicos Anónimos. Entonces, yo dije que iba a ir a ver qué aprendía en el grupo. El 22 de mayo cumplí treinta y ocho años de no tomar. Y si no me hubiera muerto, porque un día que me llevaron al doctor, les dijo que si yo seguía tomando me moría porque no tenía contextura para tomar. Dejé de tomar a a los cuarenta y dos años. Yo quiero decirle que a través t de mi señora fue que los hijos míos estudiaron. Mi esposa me dijo, “Manuel, yo quiero que, ya que usted y yo no estudiamos, nuestros hijos estudien”, yo le dije que sí. También me dijo, “Manuel, yo quiero que me compre una máquina de coser, porque yo quiero hacer plata para ayudarles a ellos”. Me ffui a Coopejorco, como yo entregaba café ahí, saqué la plata para comprar la máquina y seguimos, seguimos, y yo tra t abaajjjando y los hijos trabajando. Gracias a la mamacita de ellos estudiaron. Luego, yo estaba en la asociación de desarrollo y conseguimos una partida específica y compramos un bus para que fueran al colegio en Puriscal. Yo siempre he sido muy honrado en el campo de trabajo. El trabajo hay que cuidarlo. Cuando ya los hijos se prepararon, la satisfacción es de uno. Yo no es que soy un gran católico, pero sí voy a misa y hay que poner a los hijos en manos de Dios, y que se haga la voluntad de ellos y de Dios, y no la mía, para que sigan creciendo

Nacientes Palmichal Este proyecto, Nacientes Palmichal, ha sido muy bueno desde el año 92. Los dueños del beneficio de Palmichal nos dieron una ayuda para comprar cuarenta hectáreas arriba, una reserva en potrero, y ahí donde están las cabinas se compró a un señor Gerardo Castro. Lo bueno es que siempre debemos pensar no en nosotros sino en los que vienen. Así lo decía don Domingo Ureña, un señor de Palmichal, cuando compró una manzana para la escuela que bien pudo haberla comprado para él, en ese tiempo don Domingo decía que hay que hacer las cosas en grande, porque Palmichal se va a hacer grande. Yo pienso lo mismo. No vamos a seguir los mismos. El deber de nosotros es construir, no destruir, y como decía mi papá, lo que está hecho no lo desbaratemos, dejémoslo. Con Mery, mi esposa atendemos a la gente que llega. Se les lleva al cerco y se les da comida en un gallo que es una hoja de banano. Con nosotros, la gente conoce el campo.



Esteba b n Ruiz Ramíírez

Médico y emprendedor empresarial en Guápiles pantalla es el escudo de El Santos de Guápiles.

Radiología

Devoto de la Virgen María, í empr m rendedor empr m resarial, empu m nchado, trar baja a dor, crítico ante la situación de la Caja a Costarricense del Segu e ro Social, he aquí la historia de vida del médico radiólogo g Esteban Ruiz Ramíre í z. Camilo Rodríguez Chaverri El Guapileño Nací en Naranjo de Alaju a ela, el 15 de setiembre de 1962. Tengo 50 años. Soy descendiente del colonizador de Naranjo, Judas Tadeo Corrales. Era mi tatara tatara tatara abuelo. Mi papá era odontólogo, ya falleció. Se llamaba Antonio Ruiz Morales. Era primo de Lencho Salazar. Mi mamá se llama Julieta Ramírez. Es ama de casa. Somos cuatro hermanos por parte de padre, y dos por parte de padre y madre. Mi mamá sólo tuvo dos hijo i s. Mi hermano, Jorge Antonio, falleció de 43 años, hace como diez años. Murió víctima del alcoholismo. Se fue para donde un indio de Talamanca porque le dije i ron que podía ayudarle con el alcoholismo. Le dio un brebaje y se intoxicó. No quiso pasar por Guápiles, donde yo ya vivía, porque sabía que yo iba a regañarlo. Me duele que no haya a pasado. Murió envenenado. Qué sin gracia, ¿verdad? Crecí en Naranjo, hasta los doce años. Era el pueblo más lindo del mundo. Me iba hasta Bajo a Corrales en bicicleta y no pasaba ni un carro. Me encantaba ir a la misa los sábados, porque el Padre Molina nos hacía unos encuentros increíbles, que es algo que se ha perdido ahora. Fui a la Escuela República de Colombia. Puedo cantar el himno de Colombia. Decía un padre que el pueblo se conoce por la iglesia. Si la iglesia es fea, el pueblo es desorganizado. Naranjo tiene una de las tres basílicas de Costa Rica. Las otras son las de Los Ángeles

y una en Santo Domingo de Heredia. Hice la primera comunión el 11 de febrero, día de la Virgen de Lourdes. Si hay a una advocación mariana consagrada a la salud es Lourdes. Cristóbal Colón llegó a América el 12 de octubre, día de la Virgen de El Pilar. La primera aparición de la Virgen fue en vida, estando ella viva, se le apareció a Santiago, en El Pilar. Sufrimos el divorcio de mis papás, y nos fuimos a vivir a San José. Papá nos hizo una casa en San Pedro. Nos quedamos con mamá. Fui al Colegio Salesiano Don Bosco. No conocí a Sor María Romero pero mi mamá iba mucho donde ella. Fui compañero de Martín Valverde. Desde esa época, cantaba. No había misas más lindas que las que hacíamos en el grupo. La misa era como una clase más en el colegio. Esperábamos la misa con tanta ansiedad. Martín siempre cantaba, y siempre lindo.

Formación salesiana Estuve en el Colegio Don Bosco de Zapote. Era para hombres. El año en que salí lo hicieron mixto. Hacíamos convivencias con las chiquillas del Colegio María Auxiliadora. Entré a la UACA a estudiar Medicina. Fui compañero de María del Milagro París. Ella es pediatra. Fui compañero de un muchacho que cuando se graduó con nosotros, fue y les dijo i a los papás, “aquí está el título, ahora quiero hacer lo que yo quería ser desde el principio”. Se fue para México y se hizo agustino recoleto. Se llama Víctor González. Es el director de la Ciudad de los Niños. Me vine para Guápiles porque en la rifa de servicio social saqué el número 175 y eran 175 números. Agarré el último número. Yo decía que estaba contento porque no iba a poder concursar. Quería tener un año sabático. No había pasado ni un mes cuando

me estaba llamando el doctor Urbina Amaya, a a quien le decían “El Tronco” Urbina. Fue porque la doctora Lorena Castillo le habló. Fue en el año 1985. No había carretera. Tuve que venirme por Siquirres. La carretera todavía a no estaba concluida hasta Guápiles. Te voy a decir sinceramente. Yo no conocía Guápiles. Para mí, era un viaje a turístico. Venía en un carrillo. Venía como entregado a lo que pasara. Era un Guápiles totalmente difer f ente, pero siempre progresista y puja u nte. Me llamó la atención que nadie era nacido aquí. Quizás eso es lo que produce poco arraigo por la región. La gente de aquí no se preocupa por el ornato, por el orden. No ocurre lo que veo en Naranjo, Grecia, Palmares. La gente es de cada pueblo y ha permanecido ahí. Empecé como médico general. Hacía unas horas en el Hospital de Guápiles y unas horas en la Clínica de Cariari. Al final, el doctor Urbina decidió traerme de Cariari para acá y dejarme la plaza aquí. Mi vida profesio f nal se la debo a Guápiles. A mí me preguntan de dónde soy, digo que soy de Guápiles. Me siento feliz por ser guapileño. Me siento orgulloso de Guápiles. Es el lugar que me da de comer, el lugar que me alimenta, el lugar donde mis hijo i s han crecido. Yo no sé si me van a enterrar aquí porque mi papá está enterrado en Naranjo, pero yo lo dudo. Me casé en Guápiles y tuve dos hijo i s, que ya están en la universidad. Se llaman Gabriel y Sebastián. Ahora, me casé de nuevo. Mi esposa es mi vida. Se llama Carolina Salas. Tenemos dos hijo i s, que se llaman José Pablo y Ana Valeria. Ana Valeria ya está en el colegio, en primer año, y José Pablo en la escuela. Es el cumiche. Es liguista y santista. Vea el teléfon f o. El fondo de

Hice una especialidad en cirugía. Hice tres años de cirugía. Me faltaba un año para ser cirujano, y decidí salirme. Volví a Guápiles, trabajé en Guápiles dos años, me fui a especializarme en Radiología, que dura dos años, y volví a Guápiles porque aquí estaban mis hijos. Tuve oportunidad de quedarme en el Hospital México, o en la Clínica Bíblica, pero por estar cerca de mis hijo i s grandes, me vine para Guápiles. Ahora ellos se fueron y yo me quedé aquí. Qué vida, verdad. Antes es la misma frase y la pusiste con signos de interrogación Me hice radiólogo en el año 2000. Volví para trabajar en el Hospital de Guápiles y en la clínica que fundamos diez médicos, entre ellos, el doctor Pedro Saborío, que fue el gestor de la idea; el doctor Santamaría; el doctor Vargas; el doctor Barboza, que de Dios goce; el doctor Castro; el doctor Pier, r que de Dios goce… El doctor Pier era ortopedista, era haitiano. A ese médico tan negro, yo fui el único que lo vi blanco. Fue un día que veníamos juntos de San José. Viajábamos por Siquirres. Cometí una imprudencia. Íbamos saliendo de un restaurante, venían dos furgones, uno en cada dirección, y casi chocamos. Me temblaban las piernas. Pier se puso blanco del susto. La clínica se llamaba Clínica Quirúrgica, pero el doctor Saborío ya se había ido. Aquí nadie operaba. Le puse de nombre “Nuestra Señora”, a en honor al amor de mis amores. No le puse el nombre de una advocación, sino de todas, porque ella es una sola. Cada advocación es un vestido difer f ente que ella se pone, pero es la misma María. Los Ángeles se llama cuando nos saluda desde la ventana de Cartago, Lourdes desde Francia, Guadalupe desde México… Aquí estamos con el doctor Santamaría, quien es cirujano pediatra; quien es el presidente de la Asociación Latinoamericana de Cirugía Pediátrica. El doctor Ruiz, que es hermano mío, que es médico general, así como el doctor Zeledón, que es cirujano vascular. Pero soy yo quien estoy aquí al frente. Yo debo un montón de millones para tener aquí los mejores equipos. He tenido que trabajar con mucho cariño y paciencia. Trato de trabajar siempre como Dios manda. A la gente hay a que ofre f cerle lo mejor en el mejor precio posible, y con el mayo a r nivel de satisfacción. Aquí tenemos pediatría, medicina general, gastroenterología, ginecología, vascular periférico, urología y dermatología. Todo el día estoy yo, haciendo diagnóstico.


Crisis de la Caja La Caja a Costarricense del Seguro Social tiene que cambiar. Tenemos que cambiarlo. La primera vez que estuve en un hospital fue a los cinco años. Fue en el hospital de San Ramón. Yo usaba zapatos blancos, que era lo usual en los chiquillos. Mi papá andaba zapatos blancos y mi tío, quien era médico. Mi tío andaba de blanco, absoluto. Los dos estaban felices, hablando del hospital. El hospital era limpio, y había flores en todos los jardines. El hospital iba a pasar a ser de la Caja a . Lo manejaba la Junta de Protección Social. Un mes después, pasamos al frente del Hospital México. Estaban terminándolo. Había un monumento al frente, una pirámide al revés. Es el desafío f a la gravedad. La Caja a tiene una lucha contra la naturaleza. Desafía la gravedad, por la lucha con la salud. Yo me hice radiólogo en ese hospital México. Vi a la Caja a creciente y puja u nte. Mi tío, el de los zapatos blancos, Oscar Hidalgo Murillo, caji a sta hasta lo más, fue director de ese hospital. Guido Miranda es gran amigo de mi tío. Lo conozco desde que era un chiquillo. Pero la Caja a pasó de ser un pañito de dominguear del país a ser el pañito de dominguear de los políticos, que lo convirtieron en un botín. A mi papá le dio un linfom f a y la Caja a no tenía el tratamiento. Tuvimos que traerlo de otro país. Muchos medicamentos de la Caja a vienen de China y de Taiwán. No son de calidad. No son medicamentos originales. No es lo mismo lo original que la copia. La Caja a ha atacado a los médicos, trata de rebaja a r todo lo que pueda a los médicos y a los enfer f meros. La Caja a es juez y parte. Ataca a los médicos cuando la responsable de la administración es la estructura de arriba de la Caja a . Vuelvo a mi historia del Hospital de San Ramón. Ya no tiene el ornato de antes, ni los jardines de antes. Pasar al frente de cualquier hospital es como pasar al frente de las cárceles. Son edificios horribles. ¿Qué hace la Caja a gastando un montón de plata en publicidad de los equipos que compra si no tienen ni personal que los maneje y no quieren pagarles a los médicos que deben ganar dignamente, de acuerdo a su formación?

Basurean a los médicos Hemos institucionalizado los problea . Las personas son númas en la Caja meros en la Caja a . La Caja a paga y paga publicidad para alimentar el ego de los

políticos. Le tengo un gran cariño a la Caja a , pero tuve que salir. Tenía que trabajar ahí con los peores equipos, pichuleando, en carreras. La Caja a tiene a los médicos realmente abaratados. Si alguien va por una cita, se la dan para el año 2014, pero si usted no paga la Caja a , le cierran su negocio. Hasta estadios ha cerrado la Caja a . Las filas se dan porque hay a mala administración, y porque hay a mucha gente en esas filas que no deben estar en esas filas. ¿Qué es lo que tiene quebrada a la Caja a ? Son un montón de factores. La gente se incapacita por cualquier cosa. Las cargas sociales son un lastre para la empresa privada, y esas cargas echan para atrás a todas las empresas. No echan para adelante a las empresas. Los que pagan esas cuotas, no pueden ni siquiera sacar una cita en la Caja a . Además, cada día son más las personas que no quieren tener hijo i s, por lo que habrá el momento en que la gente que trabaje será mucho menor que la gente que cotice.

sistema varió. Hay a que ir a un sistema en el que la Caja a le garantice el servicio a cada quien, no como ahora. Tampoco hay a compromisos de gestión. Usted gana igual si atiende bien a diez pacientes o si atiende mal a esos diez pacientes. La Caja a no se ha preocupado por formar médicos especialistas. Prefiere traer especialistas de otros países, y abaratar la formación, basurear, r entonces, la formación de especialistas en Costa Rica. Los extranjeros son buenas personas, pero alteran el mercado laboral costarricense. Traen los especialistas de Cuba y de Colombia, en lugar de sacar esos especialistas que hacen falta en el país de los mismos profesio f nales costarricenses.

A Guápiles le debo mi vida. Guápiles es la ciudad que me da de comer y me viste. Guápiles es una ciudad puente que va a crecer muchísimo en los próximos años. La Zona Atlántica es

Los hijo i s son el motor de la vida de uno. Uno hace mucho de lo que hace en la vida por los hijo i s. Los hijo i s le van marcando a uno el camino, la existencia. Yo digo que la gente que deliberadamente decide no tener hijo i s, no sabe de lo que se pierde. Mis cuatro hijo i s son una bendición. De los dos mayo a res, uno estudia Farmacia y otro estudia Medicina, a pesar de todo lo que le he dicho para que no lo haga. Quiero terminar contando un milagro que me hizo la Virgen María, hace unos años. Yo tenía unos veinticinco años de fumar. Fumaba como paque-

¿Cuánto se recogerá en cuotas en Pococí, por ejemplo? ¿Y cuánto queda en el Hospital de Guápiles? La Caja a Costarricense del Seguro Social es la caja a chica del gobierno. Hay a que replantearse a la Caja a como tal si queremos rescatarla. La Caja a no puede seguir siendo juez y parte. El

puja u nte. Los políticos nos han explotado por años de años. Los recursos se los llevan para San José. Me preocupa que han traído barrios enteros de San José y no se preocupan por aumentar las fuentes de trabajo. Los sacan de la ciudadela León XXIII

te y medio por día. Empecé a fumar cuando entré a la universidad. El cigarrillo es el vicio más terrible, porque la adicción es muy fuerte. A uno no le gusta el cigarro el primer día en que fuma, ni el segundo día, ni el tercer día, pero uno sigue fumando. Es una orden del cerebro.

Guápiles

y de otros barrios pobres, y los traen aquí. Me preocupa que el relleno sanitario no sea una prioridad para Pococí. La basura es un peligro y un negocio redondo. Hay a que reciclar. Hay a que reutilizar. Hay a que sacarle dinero a la basura, y que haya a un manejo realmente respetuoso del ambiente.

Los hijos i y un milagro


De Esparza a España por la Medicina ctor t Álvaro Gatgen g s Camilo Rodríguez Chaverri El Guapileño -Bienvenido, o doctor Àlvaro Gatgens. g Vamos a hablar de su vida, de su infa n ncia, de su relación con el Pacific i o. ¿Dónde nació? ¿Dónde crec r ió? ¿Cómo fue su niñez? ......................................... -Nací en una casa de habitación. Pasan ya más de cincuenta años. Nací con una partera. Cuando estaba más grande la conocí. Se llamaba doña Araminta. Ella me trajo al mundo. Yo todavía a vivía en la casa donde fue el parto. Era lo común en ese tiempo. -¿Qué hacían sus papa a s? ¿Cómo fue su niñez? ...................................................... -Mi niñez fue muy linda en realidad. Mis padre nació en una finca en la zona alta de Esparza. En Cerrillos de Esparza. Mi madre en aquellos años había sacado el sexto grado que era muy importante en ese tiempo. Una muje u r muy inteligente. Todavía a está viva. Tiene noventa y siete años. Se conocieron y se casaron. Eran muy pobres. Mi abuelito paterno les regaló una casa y ahí empezaron a vivir. Mi papá trabajaba de peón. Luego compraron un negocio de abarrotes en el mercado de Esparza. Ahí empezaron a crecer económicamente. Puedo decir que cuando me criaba ya teníamos cierta solvencia económica. Éramos solo dos hijo i s. -Uste U d crec r ió en Espa s rza y desde muy u niño quiso ser médico. ................................................ -Desde que yo recuerde que estaba pequeño quería ser médico. A los siete años le pedí a mi mamá un maletín de médico. Jugaba con los vecinillos y los inyectaba, los examinaba, les daba pastillas. Mi hermano es farmacéutico. Es diez años mayo a r. Le pedía que me regalara jeringas y me ponía a inyectar naranjas y jugaba como médico. En la vida nunca dude que quería ser médico. A excepción de un periodo muy corto en que pensé que quería ser sacerdote. -Uste U d además de que se formó como médico y cree r en la medicina alternativa es dermatólogo. ¿Cómo fue que concibió su formación? ¿Dónde estudió?. ............................................. -Ter T mine el sexto grado en Esparza.

En ese momento no había colegio en Esparza. En realidad en esos años Esparza era un pueblo muy pequeñito donde todos nos conocíamos y nos llevábamos muy bien. Tuve que viajar durante los cinco años del colegio a Puntarenas. Estuve en el Liceo José Martí. Un liceo que quiero muchísimo. Ahí me hice bachiller. Luego entré a la Universidad de Costa Rica. En ese tiempo la carrera duraba siete años incluido el internado. Ahí me gradué como médico. . A pesar que venía de largo pude ingresar. Tuve la suerte de estudiar. Hice pre médica y quede seleccionado para ingresar a medicina. Eran muy pocos los que se escogían.

Servicio social en Orotina -¿Hiz H o servicio social? .......................................... -Sí. Hice servicio social en Orotina. Un pueblo al que le agradezco mucho. Eso fue en el año 74. -Uste U d se formó como dermatólogo en Espa s ña. ¿Qué hizo antes?. ¿Tra T bajó a como médico general r ? .................................................... -Tra T bajé a cuatro años como médico general. Trabajé en Orotina. Estuve unos meses en Liberia. Trabajé como dos meses en la Maternidad Carit. Luego trabajé en la Clínica San Rafael de Puntarenas. Siempre buscando esa zona de Esparza o Puntarenas. Buscando el Pacifico. Trabaja como médico general de la clínica. Luego fui jefe de emergencias del Hospital Monseñor Sanabria y posteriormente fui jefe de consulta externa. Cuando estaba en ese puesto fue que se dio la oportunidad para irme a estudiar a España. -¿Qué signific i ó vivir esos años en España, formarse como dermatólogo? .................................................. -Vivir en España fue una experiencia maravi a llosa. No solo me estaba formando profesio f nalmente, me estaba formando científicamente y culturalmente. Significó que estaba viviendo de esa fuente maravi a llosa que es Europa. Pienso que es de lo más maravi a lloso que me ha pasado en la vida. -Uste U d es una persona muy u activa en el grem r io. Participa mucho en el Colegio de Médicos. Es parte del Consejo de Administración de Coopemedicos. Cuentenos un poco de estas experiencias.

.................................................. -Yo Y tengo tres años de estar en el Tribunal del Colegio de Médicos. Hace año y medio que fueron las elecciones junto a otros estimables compañeros fui electo nuevamente para confor f mar el Tribunal. Ahí estoy ayudando. Además ahorita estoy trabajando con el Doctor Marino Ramírez, Presidente del Colegio de Médicos. Estamos trabaja a ndo para reclutar dermatólogos para una posible feria de salud que vamos a hacer en la zona de Puntarenas. De hecho me cae muy bien porque es una zona muy querida para mí. -Apa A rte de eso usted visita mucho el Colegi e o de Médicos. ¿Qué signific i a el Colegi e o de Médicos para usted? ............................................ -Yo Y siento que el Colegio de Médicos es parte de todos los médicos pero muchos no lo aprovechan. Yo visito el Colegio de Médicos al gimnasio, al restaurante, al bar, en fin. Es una forma de compartir con amigos. Voy también donde está el grupo de médicos jubilados. Un jueves al mes voy a ciertas actividades. Colaboro en todo lo posible.

Coopemédicos -Está ahora r en el Consejo de Administración de Coopemédicos. ¿Qué ha signific i ado esa experiencia? ...................................................... -Es una experiencia interesantísima. Yo llegue como suplente y en marzo ya me eligieron como propietario del consejo de administración. Es un aprendizaje a de todo lo que son finanzas. El cual es un tema poco conocido para los médicos. Me ha ido dando un gran bagaje a de conocimiento. También es una gran responsabilidad porque Coopemédicos ha crecido bastante y maneja mucho dinero. r cupa u de los médicos?. -¿Qué le preo ¿Qué le preo r cupa u de la formación de los médicos ahora? r ...................................................... -Me preocupa que hay a universidades sobre todo las privadas que no están dando lo que deberían dar. He con-

versado con ellos, he tenido pacientes y me queda un mal sabor. Definitivamente pienso que ahora la formación no es como antes. Por un lado me preocupa eso y por otro lado me preocupa todo el conflicto que hay a entre médicos y Caja a Costarricense del Seguro Social. Cuando debería ser médicos y Caja a aliados ayudando al paciente. -Se ha querido culpar a los médicos de la situación de la Caja a Costarricense del Segu e ro Social. ................................................... -Si claro. Los médicos hemos sido el pato de la fiesta. En realidad no es así. Los médicos de este país han hecho grande la medicina del país. Yo aunque trabajo en la medicina privada estoy consciente de la importancia de la medicina social en Costa Rica. Sin la Caja a este país se cae. Entraríamos en una crisis tremenda. Es algo que no puede suceder. Cuando converso con mis colegas estamos conscientes que eso no puede ser. Ojala que los políticos nos escuchen y tomen esto en cuenta. -Doctor a mí me llama la atención que tiene aquí una virgen g en su consultorio y que incluso quiso en algú l n momento hacerse médico. ............................................ Sí. Bueno vengo de una familia católica. Soy muy católico. Incluso me quise hacer sacerdote. Ahora dicen que me hice padre pero de familia. Era monaguillo en la iglesia de Esparza. En ese tiempo me entraron muchas ganas de hacerme sacerdote. Empecé a jugar que daba misa. Me llevé el traje de monaguillo que habían dos. Uno era de color rojo para la misa y el otro negro para las honras fúnebres. El negro se lo ponía un primo mio y yo me ponía el rojo. Jugábamos con los vecinos en el patio de mi casa. Hacíamos misas y procesiones de semana santa. Esto se lo contaron al sacerdote y se enojó mucho. Ahí terminaron mis ganas de ser sacerdote. Sin embargo mi fe en Dios y en la Virgen ha persistido.


Dermatólogo y pionero del Método Tomatis -Me llama la atención que usted desde niño también tuvo interés é por la medicina alternativa. ¿Cómo fue que empe m zó ese interés? é ............................................... -Padecía mucho de las amígdalas. Era terrible porque me llevaban donde un médico que me ponía benzetacil. Era dolorosísimo. Recuerdo una vez me mandaron ocho inyecciones de benzetacil. Mi madre buscó una medicina alternativa que era la homeopatia. Me llevó donde un señor Enrique Chacón que vivía por las Playitas de Puntarenas. Me daba unas pastillas, unas gotitas que había diluir en agua. Me sabían bien y funcionaban. Ya no eran aquellas inyecciones que me dolían tanto. Desde ahí me quedó la inquietud por la medicina alternativa. -Me M llama la atención que usted es dermatólogo. Estudió en Espa s ña y allá se encontró con el Método Tomatis. ¿Qué es el Método Tomatis? ............................................... -En realidad yo me encontré en España con la homeopatía. Por ahí viene la relación con la medicina alternativa. Una vez llegó una señora con un niño con Síndrome de Down y me dijo i “Doctor, usted es el que puede traer el Método Tomatis a Costa Rica”. a Me dejo con la inquietud. Cuando me fui a mi casa tome un diccionario de medicina alternativa. Empecé a revisar que era el método Tomatis. Y ahí viene una larga historia hasta que pude traer el Método Tomatis a Costa Rica. Anduve todo Madrid que lo conocía muy bien y no puede encontrar el Centro Tomatis. Me fui a Barcelona y tampoco. Entonces me puse a buscar una librería. Llegue a una librería y me dije i ron que ahí no habían pero me dije i ron en cual. Salí en carrera a buscar la librería. Entré justo cuando estaban cerrando. Le pregunté a la señora y me dijo i que ya no traducían los libros porque eran muy caros. Había que traducirlos del francés. Y la persona que estaba pagando en ese momento se volvió y me dijo i “tome esta tarjeta, yo vengo de que mi hijo i reciba tratamiento”. Estaba el nombre de la Doctora Cori López. Una gran amiga y fue mi tutora durante el Método Tomatis. Esa noche fue

una gran alegría cuando tuve la tarjeta. Pero yo me iba al día siguiente. Regresaba a Madrid. Bueno al día siguiente a las diez de la mañana llamé a la Doctora y fue un ángel. Le dije i que no podía irme a vivir a Barcelona. Me dijo i que no me preocupara que ella me acomodaba todo para que pudiera viaja a r de Madrid a Barcelona. -¿Qué es el Método Tomatis? .................................. -El Método Tomatis es un método creado por un francés. El Doctor Alfred Tomatis, otorrinolaringólogo, psicólogo y con un gran conocimiento por la música. A través de música, sonidos y la voz materna cuando es necesaria pasan por el oído, la mente y las emociones del individuo. Sirve también para sanar los traumas de infancia, los traumas que suceden durante el embarazo. Incluso preventivamente cuando un niño ha tenido ha tenido un trauma y uno prevé lo que puede pasar el método le ayuda. -¿Ayu A da en todas las edades? ¿De qué manera ayuda en cada edad? ................................................. -El método lo hemos utilizado en todas las edades. Recuerdo una pareja que adoptaron un niño a los tres días de nacido me lo trajeron para tratar el tema de separación de su madre y todo eso. El paciente de más edad. Recuerdo un señor de 92 años de Heredia. Estaba en una gran depresión y los dos años más que vivió fueron mejores gracias al método.

Escuchar es despertar a la vida -El Doctor Alfr l red Tomatis decía í que escuchar es despertar el oído í . ............................................ -Definitivamente escuchar es despertar a la vida. Es una vida más equilibrada. Es que usted tiene la calma y ante circunstancias adversas se pueda manejar. -Usted ayuda aquí a niños que tienen problemas de lenguaje, a niños con dislexia. Aquí los he encontrado.

.............................................. -Así es. Niños con dislexia, problemas de lenguaje, con déficit atencional, con problemas de aprendizaje a , problemas de conducta. Por ejemplo esos niños que en la escuela les tienen condicionada la matrícula el Método Tomatis es una solución. -Sí una persona quiere aprender con el método Tomatis, ¿qué se le hace primero? ............................................. Se le hace el test psico, audio, fonológico. Se analiza. Se hace una historia médico psicológica. Mínimo hay a que venir dos veces a la semana. Es un método que requiere tiempo. Con el tiempo se van viendo los resultados. -Uste U d ha segu e ido ejerci r endo como dermatólogo. ¿De qué manera ha podido mantener su prestigi i o como dermatólogo? ¿Lo han atacad t o algu l nos compañeros? ¿Han H hecho chota t o han respetad t o su apego g con la medicina alternativa?. En este caso del Método Tomatis. .........................................

-Recuerdo que hace como veinte años un colega muy respetado. Habíamos sido compañeros de estudio. Me mandó a decir que yo había tirado la Academia por la basura. Me dolió porque era un colega muy estimado. Sin embargo ya yo tenía ese proyecto y no me arrepiento de haberlo traído. Con el paso del tiempo, con la seriedad con la que he trabajado, con todo lo que he puesto tanto en el Método Tomatis como en la dermatología. Porque para estar vigente en la dermatología hay a que asistir a congresos. Pienso que si me he ganado el respeto de los colegas y he logrado salir adelante. -¿Qué signific i a para usted ser médico?. ¿Cómo ser médico le llena la vida? .......................................... -Yo Y digo que ha sido una realización plena. Voy a repetir una frase muy trillada. Si volviera a nacer volvería a ser médico. Es algo que aspire toda la vida y que me ha llenado plenamente. Tanto cuando trabajé como médico en la Caja a , como con la medicina alternativa y la dermatología es una satisfacción personal lo que logré con la medicina.


Doctor José Manuel Quesada

Médico desde Ticabán hasta Limón Camilo Rodríguez Chaverri El Guapileño Estamos con el Doctor t José Manuel Quesada Rodrígu íg ez. z Él es médico internista y tiene más de un cuarto t de sigl i o de trab r ajar j en el Hospital t Tony Facio de Limón. -Uste U d me contaba que es de Guadalupe, up de Goicoechea. Crec r ió aquí q en la capi ap tal. Cuéntenos de su familia, ¿dónde hizo la escuela?, ¿cuántos t hermanos tiene? -Así es. Estudié en la Escuela Pilar Jiménez. Somos un hermano y cuatro hermanas. Estuve en el Colegio Napoleón Quesada y los estudios universitarios los hice en la Universidad de Costa Rica. .¿A qué se dedicaban sus papa a s? -Mi mamá era ama de casa y mi papá era zapatero. -Quiere decir q que usted estudió medicina g grac r ias al sistema de solidaridad que existe en este país. -Pues sí y gracias al esfuerzo f de mi madre y de mi padre. -¿Sus otro t s hermanos estudiaron? -Sí. Tengo un hermano que es farmacéutico. -Alguna g vez tuvo que ayudar a repae rar zapa a tos No. En realidad no. Si me acuerdo q que mi papá en una época p tuvo una p pulpería entonces yo ayudaba en la pulpería. -Despu s és que terminó de estudiar hizo servicio social, ¿dónde lo hizo?

Sí. Si hice servicio social, lo hice en Ticabán de Guápiles. Eso fue en el año 81. Luego me q quedé dos años como médico g general en Cariari de Pococí. Del 84 al 86 me vine para el Hospital San Juan de Dios. Vine a especializarme. En el año 87 me fui a trabajar al Tony Facio ya como especialista.

éramos muy amigos. Me llamó porque les faltaba un especialista, solo tenían dos y me dijo i que me fuera para allá. Era por un año y ya tengo veinteseis de estar allá.

que hizo su servicio social en Ticaq ban, cómo era r el servicio antes, cómo es ahora, r qué le p preoc r upa, p qué le inquieta, t qué debe cambiar?

-¿Qué ha sign i ificado Limón en su vida?

-Yo Y pienso que el gobierno debe mirar más a la zona. Sigue siendo una zona que es abandonada, debe haber un mejor desarrollo socioeconómico.

-¿Qué recuerda de hace trei r nta t años en Ticaban?

-Importante. Limón ha sido p parte de mi vida. Parte de mi vida proffesional la he realizado en Limón.

-Era muy y alejado. j La primera vez que llegué a Guáp piles fue en avión. En esos años llegaba SANSA. En realidad era un lugar g muy alejado j y lo que había era banano por todo lado.

-Se ha hablado mucho de la situación de Limón, muchos espec sp ialistas no han querido ir a Limón, en algú lg n momento t se dijo q que muchos médicos no querían estar ahí. ¿Qué fue lo que pasó?, ¿fue f realmente t así?

-Creo que debe quitarse ese miedo de ir a Limón que tienen muchos especialistas y claro que hay a carencias.

-No sé. Quizás el p periodismo tan amarillista que se dio mostraron a Limón como una zona muy yp peligrosa. g Donde habían muchos homicidios, bandas, tal vez fue eso que hizo que muchos colegas se vinieran. Además quizás buscando una mejor j educación en sus hijo i s todo a raíz de las publicaciones que se hicieron en ese momento.

-Se ha satanizado mucho el tema de las guardi r as de permanencia, de la disponibilidad que es fundamental en una espec s ialidad como la suya u . ¿Exi E ste anuencia a que haya a guarr dias y disponibilidad en el hospital t ? ¿Se da un servicio igua g lmente t bueno por las noches o la ausencia de espes cialistas limita t la aten t ción?

Avión “El Picapiedra” a -Eran unos aviones muy u insegu eg ros. En Guápiles p le decían a un avión que llegaba ahí “El picapi a edra”. Imagíg nese como era. r -Seguro era el DC-3. -Creo r q que sí era r ese. ¿De Guápiles a Ticaban iba por tren r o iba por camino? -Iba en bus. Había un señor q que con el tiempo p hice amistad con él y a veces me llevaba a Ticaban. No existía la carretera, la ruta 32. Recuerdo que apenas estaba lastreada de Guápiles p a Siquirres q y había que dar la vuelta por Turrialba. -Usted vuelve a Limón como espec s ialista, ¿p ¿¿por qué vuelve a Limón?, ¿por qué decide irse r hacía el Caribe, usted que es capi a talino? -Sí. En realidad p porque q en ese momento el director del Tony y Facio era un compañero mio de graduación y

Limón -¿Qué le preoc r upa p de Limón?, ¿qué está viviendo ahora r y qué ha visto a trav r és de los años? -Sinceramente, he visto muy poco progreso. De los veintiséis años que tengo de estar ahí ha cambiado muy y poco. Recuerdo que antes uno p podía parquear el carro en cualquier lado y p ahora no. La pobreza sigue siendo bastante. -¿Qué p piensa con respecto a lo que ha ocurrido con la Caja a Costarricense de Segu e ro Social? ¿Cómo usted q que tiene ya más de trei r nta t años desde

-¿Con respecto al hospital t qué debe cambiar? ¿Hay H carencias de espec s ialistas en Limón?

-Si se da. Definitivamente yo creo que es necesario la disponibilidad y la guardia. Igual debe serlo en el servicio de emergencias. Yo creo que al igual que otros hospitales de San José el hospital de Limón ha colapsado en su servicio de emergencias. Es demasiada la gente que llega hay a escases de especialistas y eso hace que las listas se prolonguen. -¿Qué sign i ifica para usted su trab r ajo como médico? -Es una gran satisfacción y creo que es una de las profesio f nes más lindas y de mayo a r proyección y de mayo a r satisfacción que hay. a



Doctor Carlos Marín Monge

Hijo de Piel Roja, el chofer de bus Camilo Rodríguez El Guapileño -¿Uste U d crec r ió en Moravia? ¿Cómo eran r sus papá a s, su familia, sus hermanos? ..................................................... -Así es. Una historia muy bonita porque es la historia de infancia. Yo nací en el Hospital San Juan de Dios. Mi familia originalmente era de Calle Blancos. Recuerdo cuando nos trasladamos a vivir a San Rafael de Moravia a . Como a quinientos metros del estadio Pípilo Umaña. Luego nos trasladamos a la Urbanización San José. Ahí viví mi infancia y mi adolescencia. Mi mamá era la ingeniera del hogar como se le dice ahora, dedicada al hogar y a la crianza de los hijo i s. Mi papá con mucho orgullo le puedo decir que fue chofer f de bus. En paz descanse Agustín Marín conocido como “Piel Roja, nadie lo conocía como Agustín. Fue chofer f primero en Moravia a , luego en Puntarenas y durante muchos años trabajó para Tica Bus. Me siento orgulloso de decir eso. Somos cuatro hermanos. Soy el mayo a r, tres hombres y una muje u r. Mi hermana es colega. -Uste U d ha vinculado a su hermana en dife i rentes actividades aquí en Guápiles, le dicen Marina. ¿Qué hacen sus otros hermanos? ................................................. -Sí. Mi segundo hermano estudió Relaciones Internacionales en la Universidad Nacional. Afor f tunadamente acompaña a mi mamá. Mi tercer hermano se llama Hugo Marín es mi yunta. Ocupa un puesto gerencial en Grupo Q. Estuvo trabajando muchos años en Pizza Hut. Gracias a Dios a pesar que venimos de un hogar humilde y los ingresos que tenía mi papá no eran muy buenos nos pudo dar estudio a todos. Y como dice el resto de la familia los cuatro hijo i s le salieron buenos para el estudio. -Uste U d estuvo en una escuela pública

pero estuvo en un colegi e o privado. ........................................... -Yo Y estuve en la Escuela Porfirio Brenes Castro. Un emblema del área capitalina. Ahí estuve en la primaria igual que todos los chiquillos de Moravia a . Mi intención era ir al colegio de Moravia a . Resulta que era un estudiante aventajado. Mi maestra que es mi segunda mamá Marielos Campos de Rojas. La “Nina Marielos” como le decimos los egresados de esa generación. La niña Marielos asistió a mi graduación de escuela, asistió a mi graduación de colegio, asistió a mi graduación como médico y cirujano general, asistió a mi graduación como especialista en pediatría. Ella siempre estuvo ahí a la par y estuvo en mi matrimonio. Gracias a Dios este año cumplo veinticinco años de casado. La niña Marielos sentía en mi ese potencial y me consiguió una beca en el Colegio Saint Clare. Un colegio de personas adineradas. Cuando tuvo la noticia, ella fue y le dio la noticia a mis papás y mi papá le dijo i “es que no tenemos como pagarlo”, “no se preocupe dijo i ella va con una beca”, a y mi papá pero es que no tenemos ni para darle para el almuerzo. Ella le dijo i que estuviera tranquilo que Carlos Marín lo único que tenía que hacer era sacar buenas notas para que estuviera en ese colegio. Y así fue. Pasar de la escuela al colegio fue un choque en muchos aspectos. Ahí iban alumnos que venían de escuelas bilingües yo apenas medio sabía hablar español. Pero afortunadamente hicimos un curso de inglés intensivo durante el primer año y gracias a Dios nos acoplamos. Era un colegio con muchas difer f encias. Al principio chocábamos. Los becados éramos raros como una raza infer f ior. Gracias a Dios fuimos socializando y eso pasó a un segundo plano.

Hijo i del chofer de bus -¿Dónde estudió medicina? ¿Cómo le fue en ese proceso largo? g ................................................

-Fue un proceso muy largo, larguísimo. El Colegio Saint Clare me brindó muchas oportunidades. Aprender el inglés, era de mucho más valor que actualmente. Y eso que hoy es indispensable. Hicimos el examen de admisión de la Universidad de Costa Rica. Afor f tunadamente logramos primer ingreso a la carrera de medicina. Desde el segundo año del colegio a mí me venía picando el gusanillo de la medicina. Los seis primeros años fueron para sacar la licenciatura. Posteriormente un año de servicio social. Ese año fue lo que me marcó como médico. Estaba lleno de ilusiones. Ya no era solo tratar a los enfer f mos. También formar una familia. Ya tenía una responsabilidad. -Uste U d estudió en la Universi r dad de Costa Rica. ¿Estudió con beca? ................................................. -Sí claro. Me siento muy afortunado y todavía a hasta el momento siempre hay a que darle gracias a Dios. Sobresalí como estudiante y tuve beca diez por mis notas. En tercer año mis notas fueron tan buenas que me dieron beca once. Significaba que más bien me dieran dinero, pero durante todo ese año yo no retire ese dinero. Es cierto que a mi familia le hacía falta, pero había otros compañeros que la ocupaban más. Eso fue una anécdota que al principio mis compañeros hacían chota de eso. Pero cuando uno lo ve retrospectivamente uno da gracias a Dios por enseñarme desde muy temprano los valores y la ética y hasta donde uno debe aprovecharse de las cosas. Y así fue como empecé. -Hab H lemos de su año de servicio social, l creo r que ahí fue donde usted hizo un giro hacía el Caribe. ............................................... -El año de servicio social es donde todos los médicos hacemos un giro en la vida. Ese año es el año donde el médico culmina su formación. Antes todos los que nos egresábamos de la Universidad de Costa Rica teníamos que ha-

cer el servicio social. Era un requisito para incorporarse al Colegio de Médicos. Desgraciadamente hoy solo unos cuantos lo pueden hacer debido a la cantidad tan grande de egresados. Y es el servicio social el que lo acerca a uno a las comunidades. Sobre todo a las comunidades pobres. Lo pone en contacto con la realidad. A mí afortunadamente me tocó hacer el servicio social con un amigo de toda la vida el Doctor Jiménez Herrera. También es pediatra aquí en Guápiles. Hicimos el servicio social en Río Frio en Finca 6. Fue un año espectacular. Primero porque empecé a poner en practica mis conocimientos adquiridos en la universidad. Segundo porque ya me di a conocer en la comunidad. Ya me sentía médico. Fue un año de muchas experiencias tanto así que los dos le solicitamos a la Dirección Regional una prórroga de un año. Nos la dieron. Pero yo no me quedé. Primero porque me casé en ese año. Eso fue en1988. También tuve la posibilidad para hacer una especialidad. Sucedió también que en ese momento se dio lo del huracán Juana y nos preparamos para el huracán. El Doctor Umaña, Director de la Clínica de Río Frio dijo i , “se queda solo uno de los pediatras, si aquí sucede algo que se muera solo uno y no los dos”. Nosotros lo tomamos como chota y lo echamos a rifa y resulta que la rifa me la gané yo. Era más de una semana que me tenía que ir para San José. Mientras mi compañero se ahoga aquí en Río Frio yo estoy allá en San José. En San José también se esperaba. Había mucha expectativa negativa sobre el huracán. Entonces me enclaustre en el cuarto y me puse a estudiar pediatría como nunca lo había hecho. Dije i , “ya que estoy estudiando pediatría voy a aplicar para pediatría”. El examen era una semana después. Y fui el quinto lugar de veinticinco compañeros. Al año siguiente entré al Hospital Nacional de Niños a hacer pediatría.


Carlos Marín í y Camilo Rodrígu í ez Guápiles -¿Cuándo llega g a Guápiles y qué significa para usted venir a esta zona? ....................................................... -Después de que hice pediatría. Voy a hacer un paréntesis. La gente siempre me dice que cuando me dio a mí por estudiar pediatría Debo decir que yo soy un ortopedista frustrado. Cuando hice el internado se rotaba en cuatro bloques que era medicina, cirugía, ginecología y pediatría. El que tenía más “mala fama” era pediatría, que se trabaja a más, era el que los pobres médicos internos tenían que trabajar más yo lo dejé de último. Me estaba preparando para ser ortopedista, pero cuando entré a pediatría en octubre del año 87, me flechó. El típico amor a primera vista. Si usted me pide que explique de como pase de algo tan fuerte como ser ortopedista a ser pediatra, no lo puedo explicar. Cuando estuve en contacto con los niños me transfor f mó la pediatría. Además estaba un compañero que también es pediatra aquí en Guápiles. El Doctor Gilberth Castro Chavarría. Él estaba haciendo su práctica en el

Hospital Nacional de Niños y me motivo mucho con la pediatría. Cuando me fui al servicio social ya tenía pensado irme por la pediatría. Ya cuando entré al Hospital de Niños estuve tres años. En tercer año fuí Jefe de Residentes. Siempre he sido buenillo con los estudios. Por cierto que para ganar la plaza, competí con nuestra ex -ministra de salud. La Doctora María Luisa Ávila y gané. Gané no porque fuera más bueno que ella, sino que tenía más amigos en los residentes. Fueron dos votillos por ahí que me dieron el gane. Cuando uno es jefe de residentes en un hospital se le abren todas las puertas. Ya sea para ir a hacer una especialidad en otro país, o bien el hospital lo quiere retener. Pero resulta que Gilberth Castro y el Doctor Vargas Ramírez me dije i ron que me viniera para Guápiles. Yo les dije i que me quería quedar en San José y me dije i ron que para qué, que me viniera, y ese fue otro flechazo. Desde 1992 vivo en Guápiles. Trabajo en el Hospital de Guápiles, mis hijo i s crecieron en Guápiles, uno nació en Guápiles. Ahora los dos son universitarios y me he proyectado a la comu-

nidad.

Mística del médico -¿Qué signific i a para usted el trab r ajo con los niños, el trab r ajo del Hospital t ? ¿Qué piensa de su apostolado, de su míst í ica, de su trab r ajo con los pacientes? ..................................................... -Ya Y lo dijo i usted es un apostolado. Pero un apostolado no con sacrificio, más bien es un premio. Los niños representan la inocencia, los niños son la antítesis de la hipocresía que nos caracteriza a los adultos. El niño dice la verdad, el niño genera ganas de trabaja a r, el niño genera ganas de vivir, el niño genera deseos de ayudar. -Uste U d ha estado aquí en distintos grupos. Por ejempl m o el Club de Leones. ¿Qué signific i a eso para usted, esa integrac r ión en el trab r ajo con la comunidad? .................................... -En 1993 recién llegado aquí tuve un problema con una apendicitis que se me complico. Estuve un mes en cuidados intensivos en el Hospital México. Gracias a Dios me fue bien. Cuando yo

salí de esa dura prueba, donde siempre estuvo a mi lado mi esposa, mi familia y mis amigos, yo dije i “tengo que retribuirle algo a la vida. Me fue muy bien en la escuela, me fue muy bien en el colegio, me fue muy bien con mi maestra, me fue muy bien con el Huracán Juana que me permitió ser pediatra...” Y casualmente una de las maneras fue hacerla con el Club de Leones. Es un grupo que se caracteriza por ayudar a las personas necesitadas. Desde octubre de 1994 pertenezco al Club de Leones de Pococí. Se caracteriza porque hay a un deseo de servir, r ese es mi hobby. El Club de Leones lo que hace es ayudar, r ser un enlace entre la persona que tiene dinero y la persona que no tiene dinero y tiene necesidades. A través de campañas de recaudación o donaciones para conseguir recursos para personas que tienen pobrezas, que necesitan una casa, que necesitan una silla de ruedas, o aparatos ortopédicos, personas con discapacidad. Cualquier necesidad que una persona de bajo a s recursos tenga.



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