conVersos nº33

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revista de poesía # n º 3 3 # a ñ o X I

poeta invitado: J u a n F . R i v e r o

con er so s


Índice

C a rn e t d e i dentida d

3

Poeta a la carta “Estrellas enredadas en el pelo” (apuntes sobre Midaregami de Akiko Yosano) por Nieves pulido

Paloma Espartero Pepe Alcamí Tirsa Caja

33 34 36

Te r r it or ios d i Ver s o s “No tiempo” un relato de Tirsa Caja

38

Mirador

6

Fon d o d e arma rio Alicia Naya Antonia Díaz Carmen Crespo

18 19 20

Carmen Díaz-Maroto Claudio Carrillo Esther Lucio Marino Eva Yárnoz Fran García José Pérez Carranque Juan Hospital Marga Mayordomo Manuela Sola Castro Miguel Cuerdo Nieves Pulido

21 22 23 24 25 26 27 28 29 31 32

“Afurada - un pedazo de humanidad” Fotos de António Cruz Rodrigues, dibujos de Eduardo Côrte-Real y textos de Manuela Sola Castro

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Notas sobre el fotógrafo António Cruz Rodrigues

47

Notas sobre el dibujador Eduardo Côrte-Real

48

Re t ra t o e n a u t o

pag. 2

Juan F. Rivero Notas sobre el poeta Juan F. Rivero

50 64

O bra s púb l i c a s Lista de publicaciones de los conVersos

66

F ic ha t é c n i c a

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Carnet de identidad

Queridos lectores, amigos, lectores-amigos y amigos-lectores: Hace 11 años pusimos en marcha esta revista y la portada del nº1 fue ilustrada con una foto de Esther Lucio Marino, tomada en Porto, en la que se veía un tendedero con diferentes piezas de ropa. Era nuestro propósito desplegar diferentes piezas del orden de lo poético. La portada de este número, el 33, lleva una foto de António Cruz Rodrigues, tomada en Gaia, muy cerca de Porto. En ella, un tendedero sin ropa. Un tendedero a secas y tal vez en esa soledad resida su enorme belleza. La elección fue pensada. Queríamos algo simbólico para un tiempo de despedida. Hemos tendido en esta revista la belleza de la poesía. Hemos disfrutado de este tiempo con el objetivo de llevar la poesía al corazón de los lectores que navegan por la red. Nos acompañaron grandes nombres de la poesía española, latino-americana y portuguesa. Muchos de ellos ganadores de importantes premios. A título de ejemplo y porque fue el más reciente premio atribuido a “nuestros poetas invitados”, mencionamos el Premio Nacional de Poesía (2020), atribuido a Miren Agur, que nos visitó en el nº 26, a la que enviamos nuestras felicitaciones. Por razones varias, hemos decidido doblar, con mucho cariño, cada pieza colgada en estas páginas. Guardarlas en el corazón del tiempo y cuidarlas amorosamente. Oler su perfume y cegarnos en su luz. El grupo conVersos sigue en el territorio de la poesía, preparando otras piezas que volveremos a tender en nuevas cuerdas que vibren al son de la poesía. Este número, el 33, cierra dos ciclos, el de la revista conVersos y el ciclo dedicado a la poesía joven. La poesía que, inevitablemente explorará nuevos caminos o inesperadas poéticas, pero que siempre llevará en la mochila aquellas lecturas que les han hecho poetas. El poeta joven Juan F. Rivero es nuestro invitado en Retrato en auto. Tiene el poeta una escritura cuya forma inestable

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Carnet de identidad incita a la búsqueda del espacio poetico. Nos zarandea, llevándonos de la observación del mundo que se despliega ante nosotros, exteriormente, a mirarnos hacia dentro percepcionando la huella que la mirada nos ha dejado en la sangre. Mirador lleva parte de los objetos pertenecientes a la instalación: “Afurada- Un pedazo de humanidad”, del fotógrafo Antonio Cruz Rodrigues que tuvo lugar en Lisboa. En esta exposición/instalación quiso el autor que sus fotos dialogaran con otras artes: pintura, dibujo y texto. Manuela Sola Castro ha desarrollado una narrativa inspirada en ese lugar de resistencia que es Afurada (Gaia) donde todavía persisten tendederos y lavaderos públicos. Y por supuesto las lavanderas. Tendremos la posibilidad de disfrutar de esta magnífica exposición/instalación el próximo año, en Madrid, en la galería Carrasco. En Poeta a la carta Nieves Pulido ofrece al lector las pautas para adentrarse en la poesía de la poeta japonesa Akiko Yosano, gran revelación de su época. En Territorios diVersos Tirsa Caja nos hace navegar en lo absurdo del tiempo y de la pérdida de tiempo, en el breve relato “No tiempo”. Porque toca despedirnos, cada conVerso deja un poema en Fondo de armario. ¡Hasta la próxima, amigos! Los conVersos

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e o P

a a t

c a l

ta r a

“Estrellas enredadas en el pelo” de Nieves Pulido es una invitación a descubrir a Akiko Yosano, una de las poetas más famosas de Japón, dada su postura feminista y pacifista. Además, fue una renovadora del tradicional arte del Tanka.


Poeta a la carta # Midaregami de Akiko Yosano

por: Nieves Pulido

Estrellas enredadas en el pelo Apuntes sobre Midaregami de Akiko Yosano

Akiko Yosano (1878-1942) aún no había cumplido veintitrés años cuando en 1901 publicó su primer poemario, Midaregami [Pelo enredado], una colección de casi cuatrocientos tankas que conmocionó el panorama literario japonés de la era Meiji (1868-1921). El libro cosechó un enorme éxito: entusiasmaba a la gente joven y se editó cuatro veces en solo cinco años. Los críticos calificaron la obra de “revolucionaria” ya que sentaba las bases de un estilo nuevo, fresco y apasionado, al tiempo que renovaba la forma tradicional del tanka.

mientras me baño en el fondo del agua igual que un lirio en flor… ¡qué hermosos, oh qué hermosos, mis veinte veranos!

En Midaregami se escucha la voz de una joven enamorada que expresa abiertamente su deseo y todas las emociones que éste despierta en ella —celos, locura, pasión, alegría, tristeza, soledad, inquietud…— desafiando las convenciones sociales del momento. Recordemos que, a pesar de que durante la era Meiji Japón se modernizó y comenzó a recibir la influencia de la cultura occidental, en muchos sentidos —sobre todo en lo referente al lugar que ocupaban las mujeres en la sociedad— seguía anclado en las maneras del antiguo sistema feudal.

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Poeta a la carta # Midaregami de Akiko Yosano

por: Nieves Pulido

“la primavera es corta, ¿quieres sentir su eternidad?”, le dije, y, tomando sus manos, las hundí entre mis pechos rebosantes de vida…

Los poemas de Midaregami, sensuales y atrevidos, se apartan de las preocupaciones típicas de la poesía tradicional japonesa: el paso del tiempo, la cercanía de la vejez, la decepción amorosa, y se asientan, en cambio, en un presente inmediato y vibrante, que ofrece una concepción transformadora de la sexualidad y del cuerpo femenino.

sosteniendo mis pechos entre las manos, silenciosamente, descorro el velo del misterio: ¡aquí hay flores de un intenso color escarlata!

Radicalmente distintas de las lánguidas damas de la corte Heian—esas mujeres que escribían tankas en papel de mora

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Poeta a la carta # Midaregami de Akiko Yosano

por: Nieves Pulido

llenos de reproches a sus amantes y que se lamentaban sin descanso por la pérdida de la juventud—, las mujeres que Akiko presenta son vitales, libres y asertivas. Parte activa en el romance, salen al encuentro del amor, no esperan pasivas a que el hombre las encuentre.

no sé por qué pero presiento que me esperas, y salgo al campo florecido… ¡ah, la luna, esta noche!

Es, sin embargo, paradójico que para criticar lo caduco de estos patrones Akiko emplee el tanka, es decir, la forma clásica de expresión amorosa en Japón, original y largamente utilizada por las damas de la corte Heian, ya que, al hacerlo, se sitúa dentro de, y da continuidad a, esa misma tradición poética que aparentemente rechaza. Esto se debe en parte, creo, al hecho de que la forma del tanka, sugestiva y ambivalente, le permite a Akiko expresar plenamente la complejidad de su pensamiento. Pero en parte, no menos importante, responde a la influencia de sus primeras lecturas. En uno de sus ensayos declaró: “Crecí envolviendo yokan en corteza de bambú. Crecí esperando cada noche acabar y hacia medianoche, cuando se apagaban las luces, alumbrada por una pequeña lámpara y a escondidas de mis padres, leía furtivamente, durante una hora y media cada noche… Mis padres querían que me convirtiera en una mujer corriente.”

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Poeta a la carta # Midaregami de Akiko Yosano

por: Nieves Pulido

Akiko Yosano (Hou Shiyou) nació en Sakai, Osaka, en 1878 y estudió en la Escuela de niñas de Sakai. Tras graduarse en 1892, comenzó a trabajar en el negocio familiar, la famosa pastelería Surugaya. Sin embargo, esta vida tan poco estimulante intelectualmente hablando, pronto provocó en Akiko enorme frustración y aburrimiento. La biblioteca de su padre le sirvió para acercarse a los clásicos japoneses y conocer la literatura occidental. Disfrutó especialmente de La novela de Genji, (que más tarde tradujo al japonés moderno) El libro de la almohada y el Utsubo Monogatari, lecturas con las que se impregnó del mundo del amor romántico. A los dieciséis años, Akiko leyó el Manyôshû, una colección de poesía japonesa del siglo VIII. Estos poemas influyeron tan profundamente en la poeta que comenzó a escribir tanka.

sin sombrero de paja emprendo un viaje de doscientos ris, ansiosa por dejar sobre tu muro blanco un poema de amor

El tanka es un poema tradicional japonés formado por 31 sílabas, que se reparten en cinco versos y que suelen adoptar la estructura 5-7-5/7-7. Como el haiku, el tanka emplea imágenes concretas pero, a diferencia de éste, parte de la expresión directa de emociones. Este rasgo convierte al tanka en un poema íntimo y de gran carga lírica, que permite una implicación y un poder de expresión mayores que los que ofrece el haiku. Además, la estética del tanka es amplia y universal: puede tratar sobre cualquier tema y referir todo tipo de pensamientos y emociones.

vestidas de oro, como pequeños pájaros

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Poeta a la carta # Midaregami de Akiko Yosano

por: Nieves Pulido

que bailan en el cielo, veo flotar las hojas de los ginkos bajo el último sol

El tanka suele dividirse en dos partes: una parte presenta un hecho objetivo, y la otra un estado mental o experiencia subjetivos. Ambas partes, sin embargo, confluyen en la línea central del poema que funciona a modo de bisagra. Este versoeje hace referencia a los versos anteriores y a los posteriores simultáneamente y así, genera dos lecturas que son, por un lado, independientes, y por el otro, interdependientes. De este modo, los elementos objetivos y subjetivos del tanka se corresponden, resonando y multiplicando los posibles sentidos.

Mideragami abre con este tanka: murmullos amorosos tras la cortina de la noche constelada de estrellas; lejos del mundo y de la gente, me arreglo el pelo desordenado

Si leemos solo las tres primeras líneas (murmullos amorosos / tras la cortina de la noche / constelada de estrellas) vemos que, excepto por la licencia poética de la cortina, los versos presentan la descripción objetiva de una escena amorosa.

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Poeta a la carta # Midaregami de Akiko Yosano

por: Nieves Pulido

La lectura de las tres finales (constelada de estrellas; / lejos del mundo y de la gente, / me arreglo el pelo desordenado) arroja, en cambio, una visión bien distinta, cargada de subjetividad y con enorme potencia lírica, ya que ahora es la voz poética, y no la cortina de la noche, quien está constelada de estrellas. Esta lectura tiene implicaciones mucho mayores en el original japonés donde la imagen invita a pensar que las estrellas están enredadas en el cabello de la poeta. De modo que esos dos mundos —el del cielo y el de la tierra, lo sobrenatural y lo real, lo trascendente y lo inmanente— se abrazan y enredan dando una profundidad y resonancia al conjunto que de permanecer separados jamás habrían alcanzado.

cruzando por Gion hacia el templo de Kyomizu, bajo cerezos en plenilunio, ¡qué hermosa me parece la gente que encuentro esta noche!

Esta dinámica de separar-para-luego-unir atraviesa todo el poemario y provoca un aparente desorden en los poemas y entre los poemas. De este modo, forma y fondo se corresponden: el pelo está enredado, pero los poemas también.

pelo negro, mil mechones de pelo, este pelo enredado, como mis pensamientos enredados, como mis sentimientos enredados…

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Poeta a la carta # Midaregami de Akiko Yosano

por: Nieves Pulido

Pero Akiko no solo domina la ambigüedad que genera la yuxtaposición de los planos objetivo/subjetivo sino que, además, es capaz de combinar materiales muy dispares en modos siempre sorprendentes, sin que los poemas pierdan inmediatez ni movimiento,

después del baño me visto ante el espejo, y, al observar mi cuerpo, siento que aún queda algo de ayer: una cierta sonrisa…

Recupera, en muchos casos, elementos de la tradición poética: el koto (un instrumento de cuerda muy popular en Japón), las mangas del kimono o alusiones a la leyenda de Tanabata (la historia de amor imposible entre las estrellas Altair y Vega), entre otros, pero los emplea de manera que desbordan ese mismo marco.

entre las notas de mi koto, resuena otro sonido, un misterioso sonido que parece escapar de mi pecho pag. 12


Poeta a la carta # Midaregami de Akiko Yosano

por: Nieves Pulido

El tópico más evidente son las continuas referencias al pelo, un símbolo de feminidad recurrente en las escenas románticas de la literatura japonesa. Sin duda Akiko tuvo muy presente este conocido tanka de La dama Horikawa, una poeta del siglo XII, mientras escribía Midaregami:

¿Me querrá para siempre? No puedo leer su corazón. Esta mañana mis pensamientos están tan desordenados como mi negra cabellera.

En la antigua poesía cortesana, el pelo de las mujeres se empleaba para expresar emociones tales como el enfado, la ira, la frustración, la confusión o los celos que las mujeres sufrían en sus relaciones románticas con los hombres, y es innegable que en Midaregami se emplea con idénticas intenciones. Pero Akiko evita toda alusión al otro. La poeta se mira a sí misma, se canta a sí misma y así, el pelo, deja de ser un símbolo de resignación y pasividad para convertirse en un modo de afirmar la propia identidad. Este rechazo a ser mirada, a auto-percibirse como objeto, le sirve, de nuevo, para desligarse de la tradición, pero al emplear el símbolo del pelo para ello, paradójicamente, se inserta en ella.

en los tres meses de primavera, nada, ni un sonido en el koto…

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Poeta a la carta # Midaregami de Akiko Yosano

por: Nieves Pulido

esta noche, mi pelo revuelto roza las cuerdas distraídamente…

Otra constante en el poemario es el uso de términos relativos a la religión o a fuerzas sobrenaturales. Las referencias a templos, monjes, espíritus, dioses, y budas, y elementos como el pecado, la tentación, el castigo o la culpa, recorren toda la obra.

tú, que nunca sentiste el ardor de la sangre bajo una piel suave, ¿no te sientes vacío predicando la vía?

La ironía que Akiko emplea en los poemas con imaginería religiosa hace aflorar un espíritu seductor y transgresor que invita a igualar la moral y la estética, el amor y el deseo.

La campana del templo suena leve, esta tarde…

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Poeta a la carta # Midaregami de Akiko Yosano

por: Nieves Pulido

¡ven ahora y entona los sutras para estas flores de melocotonero que se abren en mi pelo!

La combinación de todos estos elementos: la ambivalencia entre la tradición y el rechazo a la tradición, la inconsistencia de lo religioso frente al empuje del deseo sexual, y la afirmación de una identidad que abraza, sin embargo, la del otro, son claves fundamentales para leer Midaregami, un poemario que, empleando la forma tradicional del tanka, ofrece una perspectiva radicalmente nueva del amor: como una fuerza que es de naturaleza divina a la vez que terrenal, expresiva a la vez que transgresora.

NOTA. Todos los poemas que aparecen en el texto han sido traducidos por José María Bermejo y Teresa Hierro y están incluidos en Poeta de la pasión, una antología poética de Akiko Yosano editada y publicada por Hiperión.

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Poeta a la carta # Midaregami de Akiko Yosano

por: Nieves Pulido

Bibliografía

Albertson, Nicholas. “Tangled ‘Kami’: Yosano Akiko’s Supernatural Symbolism.” U.S.-Japan Women’s Journal, no. 47, [Josai University Educational Corporation, University of Hawai’i Press], 2014, pp. 28–44, http://www.jstor.org/stable/26401942. Hiromi Tsuchiya Dollase: “Awakening Female Sexuality in Yosano Akiko’s Midaregami (Tangled Hair)” from: http:// poesiefarouche.blogspot.com.es/2014/08/awakening-female-sexuality-in-yosano.html Strong, Sarah M. “Passion and Patience: Aspects of Feminine Poetic Heritage in Yosano Akiko’s Midaregami and Tawara Machi’s Sarada Kinenbi.” The Journal of the Association of Teachers of Japanese, vol. 25, no. 2, American Association of Teachers of Japanese, 1991, pp. 177–94, https://doi.org/10.2307/489259. Yosano, Akiko: Poeta de la pasión. Madrid: Hiperión, 2011.

El vuelo del ave Fénix. Asturias: Satori, 2021.

pag. 16


r a e d o d n o F

m

io r a

Un poema de cada conVerso: Alicia Naya, Antonia Díaz, Carmen Crespo, Carmen Díaz-Maroto, Claudio Carrillo, Esther Lucio Marino, Eva Yárnoz, Fran García, José Pérez Carranque, Juan Hospital, Manuela Sola Castro, Marga Mayordomo, Miguel Cuerdo, Nieves Pulido, Paloma Espartero, Pepe Alcamí y Tirsa Caja.


Fondo de armario # Alicia Naya

y entra la vida así a trompicones.

La Pérdida, el vacío: Rompiendo la línea del tiempo. Ajena, me mezclo entre la gente.

Ese amor que nace por uno mismo en la madurez. Ese nacerse a la intemperie. Ese echarse a un lado para que quepa la vida.

Acaba tú el poema, Poema, sabes más que yo.

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Fondo de armario # Antonia Díaz

Percute cada tecla en una cuerda vocal y su vibración empuja las ondas de aire más allá de la mano que la mía sostiene, atraviesan los cristales, hacen temblar las ramas de los árboles, se enredan entre las palmas y estas, al mecerse, las lanzan sobre los montes azules e, impulsadas por la piedra, surcan el cobalto de la noche, y, de roca en roca, van cruzando la escarcha, el espejo de la tierra, deslizándose en el éter y en el tiempo, para volver una tarde de marzo —con un ligero aire de levante que anuncia la tibieza— a impresionar mi tímpano, estilete más preciso que el recuerdo. - ¿Qué escuchas, hija? - La sonata no. 20 de Schubert, el andantino.

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Fondo de armario # Carmen Crespo maneras del turning to waterfalls under our very eyes

amor

Elizabeth Bishop

o

lo solo entre una fina

acantilados

y blanca veta

una

rendija de luz

allí será

nuestra casa

entre

floraciones que mudan agua para allí

entrañar

nuestro

pequeño y

ven ven

apretado cielo

– decías

– dime este

qué lugar

qué

es el momento del derrumbe

de

espacio para el dolor

nombrar los sitios

tendrán

del poema donde

sus paredes

qué

desaparecer

gesto en el paisaje trazará vertical o lo extraño guarecido

– esa

este lugar

breve contracción en la comisura

– desconocidas

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donde decir


Fondo de armario # Carmen Díaz-Maroto

cancelada esa hoja a dónde los dedos las risas

las tráqueas las bocas

las miradas dónde la ira por no ser yo el no saber ser tú y este amarillo de furia para no reconocerlo dónde el abandono en las líneas la pasión que anuda el mundo que entiende de la pérdida del miedo de la rabia de lo que pliega las axilas y cose a los muslos las manos del tacto de lo ya no golpe de lo verde en la verde hierba entonces en la primera nube que rompe un cielo aún no azul y que ya alberga el muelle acogimiento blanco donde ser escrito sin tú sin yo ni nosotros

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Fondo de armario # Claudio Carrillo

Agua que corrió ahuyentada en melodía, lámpara que vacila sin aceite. La noche se cierne sobre lo que se alumbró y el hielo te oculta de mí, de mi deseo afanoso de la luz que en mi mente arde como pájaro abrasado por el viento que del desierto viene.

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Fondo de armario # Esther Lucio Marino Delete

No borrar. Vendrán recuerdos. Seguro iré a ellos. Amo

el origen

la fisiología [conVersa] de su raíz las manos diversas, su imán. Espacios vivos de descubrimiento. Aprehender otra música la palabra

ahora eco

la luz de su respiración latente

aún.

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Fondo de armario # Eva Yárnoz

El cobijo que buscas es exterior, está en lo alto de un lugar de maestros de la oscuridad. Es una montaña azul con manchas negras. El hombre que da la entrada es azul también, y el oscuro lugar en el que te adentras es el miedo de mamá. La luna es un satélite que regula las mareas y regala sueños. El lugar interior de la luna es el cobijo del soñador. El satélite de mi madre es un jardín infernal. Regula las mareas de su mente, que sólo ve dolor y tiranía. No sabe que son suyas. El control de una madre es como el dolor innato de un bebé. Se diría que viene de otras vidas, o que es el dolor de todas. Quizás parieron antes de tiempo un bebé diabólicamente herido. Entonces el trueno no asustaba más que a los culpables. Y el viento sólo azotaba la cara de los malos. Entonces el viento era una cuchilla selectiva. Ahora el viento es sin fin y me toca todo el cuerpo, cuando me porto mal conmigo. El sabor de la sangre es de ternera tierna y casi sin destetar. La teta de una madre es el rechazo del padre blanco y lívido. El lugar del infierno de un padre es un lecho de flores manchadas de semen. Y el lugar del infierno de un niño es el semen la sangre el lecho de flores.

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Fondo de armario # Fran García Y no sé si más de lo que fue escrito se queda hoy en la memoria: así el ayer así hasta siempre que el canto arribe para esconder entre el silencio la poesía.

Si vamos a pulir de la retina lo que excluye nuestra presencia sería conveniente interrogar a cada verso qué sucumbió a lo no escrito qué permanece entre las sombras qué de todo lo no tachado respira en ti. Es la incertidumbre que nos permite mantener viva la locura de tejer las palabras y abrazar los vacíos pero cada latir se descompone y cada mirar escupe el cansancio la ignorancia permanente del ego.

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Fondo de armario # José Pérez Carranque surgió lo inesperado luego cobró sentido hay mucho por hacer “cuánto depende“ nuestros ojos no miran hacia dentro no tenemos seis manos sabemos del dolor lo imprescindible cuánto tiempo nos falta para ser lo que somos la realidad no es Dios (que ya no es lo que era) y -sé verla al revéssin demasiado agobio los árboles dan luz a las estrellas la lluvia son los restos de la calma las crisis del sujeto

alondras

cuando cesé de preguntar qué es un poema

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Fondo de armario # Juan Hospital último cuerpo

salió del bosque, hundió el hocico en el arbusto, oyó

protégeme del hueco negro líbrame del presente, oyó

haz Tuyo y para siempre el aliento canino, oyó

la impunidad de la depredación

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Fondo de armario # Marga Mayordomo la mañana

Blues

donde el metano vomitará los pájaros donde sueno tan sola que no podría acelerar

la pluma al vuelo

quedarse un poco sentir tu corazón pegado al mío la primera vez

remota

bajo la máquina del tiempo sin nada que hacer una mañana colorada

taza de sol/riel de trigo

en eterno movimiento siempre deseas lo que no puedes conseguir

en dos mitades

partir la luna lo hermoso y lo aterrador de la polilla sin territorio fértil tu corazón de wolframio Zagora cerca

no alcanzaría

nocturna

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Fondo de armario # Manuela Sola Castro Este pájaro loco

Me inviste el pájaro loco mientras pelo la manzana de Cézanne. Llega con su maleta amarillo maíz. Se instala con displicencia bajo las metamorfosis colgadas en la pared. Me provoca con su mirada desorbitada y va soltando un balbuceo cantarín. Con sus largas alas me acurruca en penumbra sus ojos mis ojos penetran el adentro de mí: paisaje de bosques rizomáticos canales transparentes mares inquietos. Escucho entonces el compás acelerado de un corazón asombrado. El ronroneo de un estómago pidiendo alimento. Vuelvo a la manzana roja. Noto que le falta un trozo.

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Fondo de armario # Manuela Sola Castro El pájaro se aleja. En él algo reconocible: pájaro de Magritte ángel de Rilke. Despejo la duda en un silencio que se hace palabra y se acomoda en el hueco de la manzana. Allá en el bosque el pájaro se posa en los nenúfares del pintor.

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Fondo de armario # Miguel Cuerdo 141121: Un lugar y un tiempo

Hasta aquí ha llegado: abscisión liviana sin deshilachar, trote centrífugo, dudoso, autocontenido

proponía un lugar, un tiempo recónditos, con himno de bagatela Opus 59, olluela y escaparate numen entrañable trabado al ala de una expectativa obsequiosa y creadora.

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Fondo de armario # Nieves Pulido

La luna —ese hombre con su hatillo al hombro y su farol que vaga entre campos de calabaza.

Crujen con el viento de otoño las vigas del tejado.

Eso es la melancolía —campos y campos de calabazas flotando bajo las estrellas.

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Fondo de armario # Paloma Espartero

te fue regalado el pan lo bendeciste la piedra también es un regalo aunque aún no puedas verlo en aceptación ríndete come el corazón de la piedra

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Fondo de armario # Pepe Alcamí Desde el tiempo presente

Escribo en hogares de clepsidras interminables donde brotan los juegos, las risas, las horas calmas, y también el desencuentro y la violencia Escribo frente a la mentira y la ignorancia,

Escribo desde un lugar de pasos inciertos,

rodeado por voces vociferantes que nada entienden

de sombras como estatuas de hielo y marismas

y susurros ateridos que preguntan por las esquinas

que velan el dolor de los que partieron

Escribo desde las UCIs, con las palabras imposibles

Escribo desde una guerra, donde los virus

de gargantas intubadas, camas silenciosas,

estallan como minas antipersona

y monitores que dibujan el último latido

y destruyen los sueños de los hombres

Escribo desde un infierno en que morir

Escribo desde aquel mundo perdido

es condena a la soledad, a la ausencia

en que nos creímos luz invulnerable,

de las manos de los hijos, de la mirada azul de los nietos

nieve arrogante en el centro de la hoguera

Escribo desde los laboratorios, templos de células, libros

Escribo en ciudades confinadas, desde la soledad

de las avenidas por las que caminamos sin rumbo

donde la sabiduría repta silenciosa y humilde

como bajeles desarbolados y dementes

araña las sombras y alcanza la luz para todos

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[y ADN,


Fondo de armario # Pepe Alcamí

Escribo con fe y un pulso creciente de sangre y tierra, Escribo desde la rabia y la paz, con palabras de cristal y arena para conjurar el olvido de la peste para abrazar la memoria de tantos Escribo desde el dolor y la esperanza Escribo desde el tiempo presente

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Fondo de armario # Tirsa Caja

Hoy has amanecido así circunstancial desperezada para el único día contemplativamente nace un guijarro se desnuda el agua se suicida un gorrión sin tu consentimiento y no eres sino estás esperando que todo se resuelva a sí mismo

pag. 36


Te

o t i rr

s o i r

e V i d

rso

s

“No tiempo” - un relato desconcertante de Tirsa Caja.


por:Tirsa Caja

Territorios diVersos # No Tiempo No tiempo

incluso en descoyuntarse porque no tenía sentido contar el tiempo todo el tiempo y más cuando este no existe, como era bien probado. Vueltas, vueltas, vueltas, para no llegar nunca a tiempo. Porque no hay tiempo ni nada ni bla bla bla ─dijeron.

Estando en las esferas por las márgenes interminables del pedrisco, vi un guijarro que derretía canciones y estas batían palmas, lo elevaban por las espirales de la luz y luego lo lanzaban al vértigo.

Las manecillas tenían los segundos contados. Y bla bla bla, ─seguían argumentando, dándose mucha prisa por la falta de tiempo. Y yo por las alturas sin hacer pie y todas las piedras sordas y todas las aves sin paracaídas.

Allí mismo tuve una conversación con las manecillas del reloj. En realidad pensábamos lo mismo acerca de la inutilidad. Una de las agujas se llamaba Sartre y la otra no. Nunca estaba de acuerdo con su compañera y sin embargo solo podían funcionar y, por tanto tener sentido, si es que lo hubiera, juntas.

Conclusión: Una pareja es lo mismo que una paradoja.

Este es el problema de la humanidad ─ les dije a las piedras, precisamente a ellas porque no tienen oídos. Este es el problema ─ volví a decir a posta para que no me oyeran. Las manecillas seguían con su pelea metafísica. Pensaron

pag. 38


ra i M

r o d Afurada, un barrio de pescadores en Gaia, con vista para la ciudad de Porto. A este espacio lleno de vida, se desplazó António Cruz Rodrigues, durante cuatro años desarrollando un trabajo sociológico en ese lugar de lavanderas, tendederos y un sin fin de personajes. “Afurada - un pedazo de humanidad” es el resultado de esa investigación y el título de la Exposición/Instalación que tuvo lugar en Lisboa, donde también colaboraron Eduardo Côrte-Real con los dibujos y Manuela Sola Castro con los textos.


Mirador # Afurada, un pedazo de humanidad #

Fotos de António da Cruz Rodrigues, dibujos de Eduardo Côrte-Real y textos de Manuela Sola Castro

Vibran las cuerdas en días de vendaval. Vivo a cielo abierto y mi reino es lo que la mirada alcanza. Jamás aprendi a caminar y mirar, es el modo como percibo el espacio que me envuelve. Con mi quietud, desarrollé el sentido de contemplación: me gusta mirar y escondo, en los nudos de las cuerdas, mi MIRARIO.

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Mirador # Afurada, un pedazo de humanidad #

Fotos de António da Cruz Rodrigues, dibujos de Eduardo Côrte-Real y textos de Manuela Sola Castro

Las noches son largas y me habita entonces un escalofrío de soledad. // Todo cambia cuando la luna se enciende, dejando el lugar amplio y alegre. / Me hechizan las historias de sirenas y caballos marinos que ella me cuenta.

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Mirador # Afurada, un pedazo de humanidad #

Fotos de António da Cruz Rodrigues, dibujos de Eduardo Côrte-Real y textos de Manuela Sola Castro

Ya los días, sí, los días son explosivos. Bien pronto, me visitan bandadas de pájaros que se desbandan cuando llegan las mujeres en bandadas. Algarabía de sonidos: trozos de canciones, confesiones a media voz, noticias de última hora, balbuceos de niños, algunos suspiros también.

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Mirador # Afurada, un pedazo de humanidad #

Fotos de António da Cruz Rodrigues, dibujos de Eduardo Côrte-Real y textos de Manuela Sola Castro

Hay una melodía en la piel / que impele los cuerpos / a una danza / de ir y volver / en constante construcción de tiempo. // Es breve el desencuentro de las órbitas / el universo llama a la confluencia de ritmos / en un organismo gigante / que asciende sutilmente. // Tal vez esa imperceptible ascensión / sirva para / apaciguar.

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Mirador # Afurada, un pedazo de humanidad #

Fotos de António da Cruz Rodrigues, dibujos de Eduardo Côrte-Real y textos de Manuela Sola Castro

Tender / y quedarse observando / la tela / donde se abren ventanas / de la vida allí / inscrita.

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Mirador # Afurada, un pedazo de humanidad #

Fotos de António da Cruz Rodrigues, dibujos de Eduardo Côrte-Real y textos de Manuela Sola Castro

Hacer tiempo / hasta que la ropa se seque / como la piel. / Regresar al tiempo / en el que la piel se erizaba / por todo y por nada. // Tener la belleza / en la tela encalada por manos / arrugadas / que siguen cumpliendo / la tarea de siempre. // En lo alto / la gaviota se prepara / para picotear / el río.

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Mirador # Afurada, un pedazo de humanidad #

Fotos de António da Cruz Rodrigues, dibujos de Eduardo Côrte-Real y textos de Manuela Sola Castro

Hay una elocuencia / en su caminar: / palabras crudas / brotan / de sus pies / desnudos.

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Notas sobre António da Cruz Rodrigues

Doctor en Diseño por IADE-Creative University. Profesor Investigador y Director del Master en Diseño, ULHT - Universidad Lusófona de Humanidades y Tecnologías. Artista-fotógrafo, investigador de la imagen como vehículo de referencia e inferencia de la sociedad. Publicación Artística: Desobjection, Stolen Books, (2019). Exposiciones: “Un libro es una secuencia de espacios”, Centro de Artes de Águeda, 2021; “Desobjection”, “Los otros, al otro lado de la calle” integrado en la “BAUHAUS de 100 años”, Casa da Arquitetura de Matosinhos, 2019; “Desobjection”, Fundación Portuguesa de Comunicaciones, 2019; “Desobjetion”, Galería Carrasco, 2019; “Desconectados”, Fundación Portuguesa de Comunicaciones, 2018; “De la masificación a la convergencia - ¿hacia dónde está el futuro?”, MUHNAC, 2018.

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Notas sobre Eduardo Côrte-Real

Profesor de Dibujo, Cultura Visual e Ilustración y Cómic en el IADE-Universidad Europea. Doctor en Comunicación Visual, publica regularmente artículos científicos y participa y organiza conferencias y exposiciones sobre Diseño, Cultura Visual y Design. En 2009, creó el blog “Smooth Blog to Travel Drawing” donde muestra dibujos en viaje y recientemente publicó la novela gráfica Primavera-Verão 2020 en el periódico El Público. Participó con dibujos en la reciente exposición de António Cruz Rodrigues “Afurada, Um Pedaço de Humanidade” con Manuela Sola Castro y Luís Alegre en Livraria Barata en Lisboa.

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n e to a tr e R

t u a

o

Esperamos, aquí, / a que el nudo del mundo / se deshaga. Nos dice el jóven poeta Juan F. Rivero que tiene mucho que contarnos.


Retrato en auto # Juan F. Rivero

Juan F. Rivero pag. 50


Retrato en auto # Juan F. Rivero DE MI POESÍA Y EL TIEMPO

Para mí la escritura es en gran parte una restitución. Una práctica lingüística que devuelve el lenguaje al tiempo del sentido. Encuentro en la poesía un ejercicio que, contra las hablas y lecturas destrozadas por la urgencia, me devuelve a las velocidades naturales de la significación, a una modalidad especial del lenguaje en la que la expresión halla su tiempo y se funde con él. Esta velocidad o tiempo del sentido o de la significación es, sin embargo, relativo, y la experiencia en la escritura me demuestra que cada objeto, cada fenómeno, cada emoción o idea humanas, requiere un tiempo especial, y también que, una vez encontrado, dicho tiempo se aprecia en el lenguaje del poema. De ahí la diferencia, creo, entre mi primer poemario y el segundo, por la que se me ha preguntado muchas veces. En Canícula intenté expresar el ritmo desquiciado de mis últimos años de estudiante entre Sevilla, Nuevo México y Madrid (2012-2015), mientras que en Las hogueras azules, que escribí entre 2017 y 2019, quise volver la mirada hacia lo íntimo y acompasar el tiempo del lenguaje al de los elementos de un paisaje cotidiano, exterior e interior. Ahora que los comparo con cierta perspectiva, creo que en los dos casos mi preocupación principal fue restaurar la relación entre lenguaje y tiempo para poder decir lo que me había propuesto exactamente.

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Retrato en auto # Juan F. Rivero El día en que Petr Pavlensky se cosió los labios

testículos al suelo de la plaza Roja de Moscú y ha estado una hora entera contemplándolos bajo la Rusia helada de noviembre. Tú me llamas de nuevo; me dices que a tu padre se le

El día en que Petr Pavlensky se cosió los labios

ha terminado el paro, pero que estás contenta

—un veintitrés de julio, 2012— tú y yo nos

porque el piso en el que vamos a vivir, cuando

encerramos en una habitación de hotel. Ni

regrese, tiene una chimenea y vamos a poder

siquiera miramos los teléfonos, así que no

usarla para cocinar. Salgo al jardín y observo la

supimos nada hasta que, un par de semanas

agonía del otoño; el nuevo tatuaje escuece

más tarde, en una crónica sobre la detención

donde tengo el corazón.

de Pussy Riot, algún desconocido mencionó su

No quiero saber nada de Petr Pavlensky.

nombre junto a la palabra «artista». Meses después, un tres de mayo, Pavlensky apareció desnudo y enredado en alambre de espino frente a las puertas de la Asamblea Legislativa de

San

Petersburgo,

mientras

nosotros,

separados por 8542 kilómetros de asfalto, tierra y mar, hacíamos una videollamada por

(De Canícula, 2016)

primera vez, y tú llorabas. Esta mañana he leído que Petr Pavlensky se ha clavado los

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Retrato en auto # Juan F. Rivero La mano que acaricia la memoria

La mano que acaricia la memoria vuelve a funcionar. Tienes los ojos claros como almendros blancos bajo la luz de un cielo en explosión continua.

nísperos silvestres la madre come la parte amarga

Kobayashi Issa

La mano que acaricia la memoria se detendrá al principio de esta frase. Ven. Ese vestido te queda precioso.

*

Tienes un moratón en la rodilla izquierda. Me gusta aproximarme desde atrás, acariciarte el pelo, sentarme en el sillón y contemplar cómo sale la historia del televisor y tiñe de cocina el rojo de los muebles. Ven. Ese vestido te queda precioso.

*

El moratón se ha convertido en un graffiti que de repente dice «gringos fuera», que de repente dice «Allahu Akbar» (frase que puede traducirse bien como «la tarde es un murmullo ciego de hojarasca»). Ven. Ese vestido te queda precioso.

(De Canícula, 2016)

*

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Retrato en auto # Juan F. Rivero Input, output

Silencio

Rutinas cerebrales: input, output,

Silencio, muerdo

el moribundo dice ¿estás ahí?

la parte vegetal

Buscábamos a Helena

del corazón.

y la encontramos sobreviviendo al peso de su imagen.

(De Canícula, 2016)

(De Las hogueras azules, 2020)

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Retrato en auto # Juan F. Rivero Donde la luz termina

El reflejo del sol

Donde la luz termina empieza lo no humano.

El reflejo del sol, el agua oscura. Tarde de agosto.

Los días son largos y las noches aguardan en el centro de las piedras. La ausencia de contornos se ha extendido como una lengua larga de humedad. Cuando es denso el calor, al mediodía, busco junto a los gatos el frescor de las sombras.

(De Las hogueras azules, 2020)

(De Las hogueras azules, 2020)

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Retrato en auto # Juan F. Rivero Fue este mismo verano

el castañar. Fue este mismo calor. Fue comiendo esta fruta ya madura. Fue este mismo verano.

Fue este mismo verano:

O no. Las cosas

en San Jacinto, el ficus macrophylla

que vivimos vinieron separadas

con su sombra de especie;

pero el tiempo las junta

en el Kasuga-taisha, los árboles kami,

como a células dóciles;

y qué más da, me digo.

las shimenawas blancas,

Qué

los turistas, los ciervos;

más da,

en Hendaya, abedules

si el espacio es un músculo

claros como albas rectas;

que jamás se destensa y hemos sido felices

en Sandia Peak, los pinos

mientras se extinguía todo;

contemplando el Río Grande,

bajo una sombra u otra, separados o no.

y en la Alpujarra, masa de plata al viento,

(De Las hogueras azules, 2020)

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Retrato en auto # Juan F. Rivero Somos lo que más miedo nos da ser

y la memoria siempre al borde de la voz; ese animal ya muerto en la cuneta, que vaciló al pasar solo un instante.

Somos lo que más miedo nos da ser, la trayectoria errónea de un satélite que orbita contra otro en el espacio, la enfermedad que infecta la crisálida y modifica su metamorfosis. El olor de otra piel me ayuda a no soñarme cuando duermo, a no pensar que el brillo de esta luz está en la superficie de la sombra, a no pensar que me incomoda el miedo a no sentir y a llenarme de piedras los bolsillos. Somos lo que el cerebro oculta entre sus ramas.

(De Las hogueras azules, 2020)

Las dos manos abiertas, como discos,

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Retrato en auto # Juan F. Rivero POEMAS PARA UNA FUENTE

II

I

Aquí

Al final del lenguaje, Enrique, no encontré más que un río a medio helar

los objetos son toscos,

y, en la ribera oscura, una cabaña.

como en un videojuego en el que uno se desvía del camino, avanza y da con la pared de la simulación.

Es desde ella desde donde escribo y pienso en ti. A veces tanto que

Cuando llueve

temo perderte.

fosforecen fragmentos de relatos antiguos: animales mojados, con las patas y los lomos cubiertos de burbujas y flores.

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Retrato en auto # Juan F. Rivero Este es mi mundo, Enrique, y mi cerebro una planta en la cima de mis vértebras que esperara serena al segador.

III La noche es larga y Casiopea se hiela sobre el río como una nadadora atrapada en su salto: Caphβ, Tsihγ, Schedarα, Ksoraδ y Seginε. *β

*γ *α

*δ *ε

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Retrato en auto # Juan F. Rivero

IV La cabaña es pequeña y no hace frío. He soñado tus brazos y eran tantos que llenaron el sueño hasta hacerlo estallar.

(De Las hogueras azules, 2020)

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Retrato en auto # Juan F. Rivero POEMAS PARA UN DESVÁN

II

I Toda la casa está

Esperamos, aquí,

llena de luz.

a que el nudo del mundo se deshaga.

Irradia de las cosas

Inscribimos

más pequeñas —del ronroneo de un gato,

un círculo en otros mayores.

de un dolor, de las manos

Nos

que toman cualquier libro

cuidamos.

de un estante—, como si la hermosura, sin dejar de nutrir, resistiese la helada cambiando de cuerpo; una fuga esplendente, indivisa y abierta.

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Retrato en auto # Juan F. Rivero

III

IV

Nuestra es la suave resistencia de esta luz.

Desde el balcón, veo la nieve del viernes convertida en hielo, igual que esas promesas que, a pesar de cumplirse, decepcionan.

(Incluidos en la antología colectiva La casa del poeta, 2021)

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Retrato en auto # Juan F. Rivero Poética

Desnaturalizar toda belleza, articularla en restos desiguales: deshacer, re-establecer su hueco y habitarla.

(De la plaquette colectiva Plural de habitación, 2015)

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Notas sobre Juan F. Rivero

Juan F. Rivero (Sevilla, 1991) es poeta y editor, con especialidad en clásicos literarios y humanidades. Ha publicado los poemarios Canícula (edición del autor, 2019) y Las hogueras azules (Candaya, 2020), así como traducciones de poesía, entre las que destaca una selección de poemas de John Ashbery para La escuela poética de Nueva York (Alba, 2020). Además, ha participado en distintos proyectos antológicos, entre los que se cuentan Piel fina. Poesía joven española (Maremágnum, 2019), la iniciativa #PoetaZetas (2021), ciclo de recitales online organizado por el Instituto Cervantes de Estocolmo, y La casa del poeta (Trampa, 2021). En la actualidad, reside en Madrid, donde compagina el resto de sus actividades con la enseñanza de literatura japonesa y poesía china.

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p as r Ob

l b ú

s a ic

roma es el nuevo libro de Carmen Crespo, que engruesa la lista de las publicaciones de los conVersos.


Obras públicas Antoni a R oig

Todo ardió Luminoso

Armagord, 2016.

Pavana y aria para un adiós

Cuerpo o el corazón del mundo todavía

Alacena Roja, 2013.

Editorial Sol y Sombra, 2015.

Nueve piezas de fuga y tres divertimentos

De música y otras pieles

Ediciones Vitruvio, 2012.

Editorial Polibea, 2015.

Poemario breve

C ar m e n Cr e s p o

Editor Manuel Ayllon, 2014. T al vez huésped

roma

Editorial Devenir, 2014.

Ediciones Contrabando, 2021

Premio de Poesía Bal Hotel, 2013

lana

Editorial Trea, 2019.

pájaros, caballos

Ediciones Gabriel Viñals, 2017.

Alguien Surge

Teselas

Polibea, 2014.

XIII Premio de Poesía César Simón 2016.

Alimento del aire

Editorial Denes, 2016.

Premio Blas de Otero de Poesía, 2006.

Ca rme n Díaz -Maroto

Universidad Complutense, 2007

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Obras públicas E sthe r L u c io M a r in o

Fran García

Cómo trabajar una duna

Mare Nostrum

Editorial Devenir, 2014.

XXI Certamen de Poesía Marc Granell

Bricolaje (con el pseudónimo Javier Koblan)

Lf ediciones, 2006.

Edicions 96, 2018

J osé Pérez Carran q u e E v a Y ár noz No sabría decirte

Cauces del que teje

XIV Premio “Águila de poesía”

Ediciones Trea, 2019.

Ilmo. Ayuntamiento de Aguilar de Campoo, 2018

Filiación

Premio Flor de Jara de Poesía 2016.

Diputación de Cáceres, 2017.

J ua n Hosp ital

U niversalia ante Rem

Gris: una teoría

Neopátria, 2015.

Amargord, 2012.

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Obras públicas J ul i o C é s a r N a v a r r o

M igue l d e Fran cisco

(197 0 -2 0 0 9 )

Todo sigue así (Poesía completa)

If ediciones, 2009.

(1949-2012)

Dalton Peabody (Poesía completa) Amargord ediciones, 2012.

Mar ga Ma y or d omo

Nie ve s P u lid o

Pájaros Tattoo

Cuadernos del Laberinto, 2019.

XXVI Premio Gerardo Diego de Poesía, 2010.

Dedos de Martini-Dry

Excma. Diputación de Soria, 2011.

Colección Melibea, 2014.

Grandes éxitos

Tirsa Caja

Mi gue l C u e r d o M ir

Álgebra de la memoria

Ediciones Vitruvio, 2012.

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Los más queridos nombres

Amargord ediciones, 2011


Ficha técnica En la portada:

Grupo de los poetas conVersos:

Fotografía de António da Cruz Rodrigues

Alicia Naya, Antonia Díaz Rodríguez, Carmen Díaz-Maroto, Carmen Crespo, Claudio Carrillo Aranda, Esther Lucio Marino, Eva Yárnoz, Fran García, José Pérez Carranque, Juan Hospital, Manuela Sola Castro, Marga Mayordomo, Miguel Cuerdo, Nieves Pulido, Paloma Espartero, Pepe Alcamí y Tirsa Caja

Diseño y maquetación: Manuela Sola Castro

Y también: Elisa Fernández de Castro, Julio César Navarro y Miguel de Francisco

Correctoras de estilo: Esther Lucio Marino y Nieves Pulido

Comité de redacción: La revista fue ideada en:

Carmen Díaz-Maroto, Carmen Crespo, Esther Lucio Marino, José Pérez Carranque, Manuela Sola Castro, Nieves Pulido y Tirsa Caja

Café Ajenjo, Madrid, 2010 (cafeajenjo.com)

Número 33 editado digitalmente el día 20 de noviembre de 2021

Secretaria: Carmen Díaz-Maroto

pag. 69


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