conVersos nº28

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conVersos revista de poesía#añoX#nº28

Poeta invitada : Rosa Alice Branco


Índice

C arne t de identida d

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Te r r it or ios d i Ver s o s cuerpos escritos/cuerpos excritos

Poeta a la carta

por: Juan Jospital Daniel Faria Por: Nieves Pulido

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Re t ra t o e n au t o Rosa Alice Branco

Fon d o d e a rma rio Carmen Crespo

32

Claudio Carrillo Esther Lucio Marino

38

Juan Hospital Tirsa Caja

44

Una cierta mirada (2ª parte)

52

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Los collages de Luis Ortega Chamarro nos siguen inspirando. Esta vez participan con sus textos, los conVersos: Nieves Pulido, Marga Mayordomo, Alicia Naya, Miguel Cuerdo y Carmen Crespo

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Notas sobre la poeta Rosa Alice Branco

76 115

41

M i rad or

Notas sobre el artista y poeta Luís Ortega Chamarro

59

57

O bra s púb l i c a s Lista de publicaciones de los conVersos F ic ha t é c n i c a

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Carnet de identidad …Y ahora, el portugués

Iberia, una “balsa de piedra” en palabras de Saramago, acoge en su regazo una lengua, también patria, que suena en ese espacio rectangular llamado Portugal donde, como dijo Camões en el canto III de Os Lusíadas “a terra se acaba e o mar começa”. Tiene esta lengua que me habita una raíz común con el gallego, que nos acerca y mucho al país vecino. El galaicoportugués se habló desde mediados del siglo XII, y Alfonso X lo siguió usando para escribir parte de su obra poética. Así, habiendo dedicado el año 2019 a las lenguas de España, nada más deseable que el 2020 lo dediquemos a homenajear a los poetas en lengua portuguesa, completando la geografía sonora de la península ibérica. Para abrir el ciclo, tenemos en “Retrato en auto” a la destacada poeta y ensayista Rosa Alice Branco. Dice Rosa Alice que el poema es su cuerpo inscrito en el papel y no se queda tranquila mientras que su cuerpo no se ajusta con la pauta del poema. Y que escribe porque sí. Un sí que desvela un vicio irreverente y feliz. Del cuerpo también nos habla Juan Hospital en “Territorios diVersos”. Nieves Pulido en “Poeta a la carta” se adentra en la poética de Daniel Faria, otro poeta portugués, que nos dejó con a penas 28 años. Los conVersos Carmen Crespo, Claudio Carrillo, Esther Lucio Marino, Juan Hospital y Tirsa Caja, guardan sus poemas en “Fondo de armario”. Y en “Mirador” siguen los collages de Luis Chamarro esta vez acompañados de los textos de Alicia Naya, Marga Mayordomo, Nieves Pulido, Miguel Cuerdo y Carmen Crespo. Empezamos el año. Abrimos los brazos a la poesía. Manuela Sola Castro conVersos 28 / 3


Poeta a la carta

Daniel Faria era novicio en el Monasterio de Singeverga en el norte de Portugal. Ya no se encuentra entre nosotros pero su corta obra no dejará de iluminarnos. Nieves Pulido, en este pequeño ensayo: “Cómo leer el vuelo de los pájaros en la poesía de Daniel Faria: una poética de la renuncia”, nos abre el camino hacia la profundidad de la palabra y del ser, que habita su poesía.


Poeta a la carta

/ Daniel Faria (1971 - 1999)

por: Nieves Pulido

Daniel Faria nació el 10 de abril de 1971 en la localidad de Baltar (Penafiel, Portugal). A muy temprana edad sintió la vocación sacerdotal y con doce años entró en el seminario. Cursó Teología en la Universidad católica, y Lenguas y Literaturas Modernas en la Universidad de Oporto. En otoño de 1997 ingresó como postulante en el monasterio benedictino de San Bento da Vitória, que depende del monasterio de Singeverga, donde en octubre de 1998 inició el noviciado. El 9 de junio de 1999 el joven poeta falleció a causa de un accidente doméstico en el monasterio. Debido a su temprana e inesperada muerte, su obra completa apenas alcanza a media docena de poemarios. Sus tres libros mayores, todos traducidos al castellano por Luis María Marina, son Explicação das Árvores e de Outros Animais, 1998 (Explicación de los árboles y otros animales, Sígueme 2014); Homens que são como Lugares mal Situados, 1998 (Hombres que son como lugares mal situados, Sígueme 2013), y el póstumo Dos Líquidos, 2000 (De los líquidos, Sígueme 2016). Escribió tres libros de juventud y un número indeterminado de libros manuscritos de un único ejemplar que regalaba a sus amigos, y de los que solo se ha publicado uno, O livro do Joaquim, 2007 (El libro de Joaquim). Ninguno de ellos ha sido todavía traducido al castellano.

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Poeta a la carta

/ Daniel Faria (1971 - 1999)

por: Nieves Pulido

CÓMO LEER EL VUELO DE LOS PÁJAROS EN LA POESÍA DE DANIEL FARIA: UNA POÉTICA DE LA RENUNCIA

No tengas pena, que yo te daré libro vivo Teresa de Ávila …aunque creas que nadie te oye, las palabras vuelan; son como los pájaros y llevan tu voz. Eclesiastés 10:20

La poesía de Daniel Faria es como perseguir a un pajarillo en el bosque. Sabes que no se detendrá mientras insistas en perseguirlo, pero cómo renunciar a hacerlo. El deseo de observarlo más de cerca es un impulso irrefrenable, plenamente humano y mayor que el de aprender a detenerse. Este texto parte, pues, de esa renuncia, la misma renuncia que late en los poemas de Faria. Es un sincero intento de detenerse para poder observar cómo la poesía de Faria va tocando la conciencia de quien lee, dejando en ella un pequeño rastro, apenas perceptible, de luz.

La poesía de Daniel Faria camina por el centro de Daniel Faria. Tiene un extraño sabor a tierra. Está viva, y, como todo lo vivo, no deja de moverse, de cambiar. Quizá podamos llamarlo presente. Pero eso es decir poca cosa. Sería mejor decir que es un pájaro anaranjado y muy pequeño que revolotea oculto entre las ramas y te sorprende. Lo ves. Como una ráfaga. Y luego desaparece, se esconde, sin que te dé tiempo a ponerle nombre. La poesía de Daniel Faria es transparente y triste como la ausencia de ese pájaro. Su sencillez radica en lo fugaz y lo frágil de la palabra. Pero esa fragilidad es precisamente la fuerza que le permite crecer y transformarse en una lente de aumento de la conciencia de quien lee. Dos ejes claros vertebran sus poemas. Por un lado, el vuelo de los pájaros y la quietud del cielo; por el otro, la conVersos 28 / 6


Poeta a la carta

/ Daniel Faria (1971 - 1999)

por: Nieves Pulido

constancia de los árboles y el incesante movimiento de la tierra. Los poemas se levantan y caen, se caen y se levantan. Van y vuelven de la trascendencia a la inmanencia, de lo simbólico a lo real, de la comprensión a la incomprensión, de la revelación a la transformación, de la poesía al mundo. Son fuerzas que, aunque antagónicas en apariencia, nunca se combaten sino que se acompasan. Detrás o debajo de ellas, alentándolas, late una firme renuncia al sentido; la certeza de que la poesía no es más que un acto de fe. Las respuestas se demuestran incompletas e insatisfactorias, como obstáculos insalvables pero a la vez imprescindibles para explicar ese estado de conciencia aumentada, esa mente en quieto vuelo, que Faria aspira a transmitir con sus poemas. Puede que Faria sea el último poeta del siglo veinte. O el primero del veintiuno. Hay, en sus poemas, una querencia por las palabras de la poesía del veinte, pero esa querencia parece responder al deseo de salvarlas, de salvaguardarlas para el veintiuno. Que no se pierdan. Que lleguen intactas al otro lado. Dentro de Faria vive emboscado Pessoa. De Caeiro, Faria toma ese modo de señalar las cosas con su nombre más común. Las palabras de Caeiro son las semillas que Faria va sembrando en la tierra del poema. Así, en la lengua de Faria, flor se dice flor, piedra se dice piedra, árbol se dice árbol, casa se dice casa. Es tanto el recelo con que Faria riega esos nombres comunes que las piedras, las flores, los patios crecen y crecen hasta alcanzar la condición de símbolos. Y así, dentro de Faria, Caeiro va cambiando de forma y pareciéndose cada vez más a Ricardo Reis.

EXPLICACIÓN DE RICARDO REIS1 Los ríos amo, lidia, lentos Y amplios sobre el suelo. Un día los niños bañándose en ellos 1 “Explicação de Ricardo Reis” / Os ríos amo, lídia, lentos / E largos sobre o solo. / Que em um dia as crianças se banhando neles / Se ensugam ao sol e correm. / E pela velocidade podem / Aos astros comparar-se. De Explicação das Árvores e de Outros Animais, 1998. conVersos 28 / 7


Poeta a la carta

/ Daniel Faria (1971 - 1999)

por: Nieves Pulido

Se secan al sol y corren. Y en la velocidad pueden A los astros compararse. La poesía de Faria es una explosión de símbolos, de comparaciones, de imágenes que obedecen a un incierto pero indiscutible orden. Para Faria, vivimos en un universo perfectamente ordenado que gira gracias al mecanismo secreto del amor. Nuestro error es ignorar cuál es nuestro lugar en el mundo. Para Faria, los hombres son hombres y las mujeres son mujeres. Los hombres aran y siembran; las mujeres tejen o acarrean el agua. Los hombres son pastores o forasteros; las mujeres toman a los hombres-niño en brazos. Ese determinismo le sirve a Faria para demostrar que la condición humana comparte en esencia la misma condición de los árboles, los pájaros y los cántaros: estar aquí. Sin embargo, y a causa de la magnitud simbólica que alcanzan los nombres en la poesía de Faria, los hombres parecen representar a la completa humanidad. Puede que el enorme protagonismo que la palabra hombre tiene en la poesía de Faria responda al deseo del poeta por dar voz a la conciencia universal, por dar con la palabra que no dice sino que, al nombrar, crea. Pero, a día de hoy, en el siglo veintiuno, la palabra hombre debe conformarse con representar a la mitad y solo a la mitad de la humanidad. Parece justo que así sea. Y porque es justo, debemos echar mano de otras palabras para referirnos a esa esencia que nos hace humanos –a la que, por otro lado, Faria apela constantemente–; y que podríamos llamar, al menos provisionalmente, conciencia humana.

A pesar de que Faria intuye y anhela ese orden interior, dar voz a esa conciencia humana, el poeta se niega categóricamente a cerrar el sentido de sus poemas. La poesía de Faria surge de la renuncia a comprender, toma de esa renuncia impulso para el salto. Esta renuncia es, creo, la razón por la que al releer la poesía de Faria se tiene la extraña impresión de estar leyéndola por primera vez. Que Faria parta de la incomprensión no debe entenderse en ningún caso como signo de debilidad, sino como resultado de una firme convicción. El poeta sabe que solo podrá alcanzar cierta comprensión reconociendo que no sabe cómo alcanzarla. Y no solo eso: Faria asume que, si logra alcanzarla, tampoco será capaz de explicar a posteriori cómo lo ha logrado. La palabra explicar es, de hecho, conVersos 28 / 8


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/ Daniel Faria (1971 - 1999)

por: Nieves Pulido

fundamental para Faria. Muchos de sus poemas se presentan como explicaciones que irónicamente –y a la manera de los comentarios de san Juan de la Cruz al Cántico espiritual– nunca explican nada. Faria se sirve de esa explicación “inútil” para sutilmente recordarnos que no hay nada, ni fuera ni dentro de nosotros, que pueda explicarse con palabras. EXPLICACIÓN DE LA NOCHE2 Sobre el agua estaré libre de caminos De los que vengan ningún barco es para ti No dejes el candil encendido Duerme: me basta esa luz. La poesía de Faria puede leerse como una sucesión de renuncias alentadas por el pensamiento de Teresa de Ávila: “Solo Dios basta”. No puede llamarse propiamente sucesión, porque se trata más bien de una renuncia radical. Esa renuncia vital le sirve a Faria para gravitar entre lo inmanente y lo trascendente sin llegar nunca a caer de uno u otro lado. Es verdad que, debido a la enorme carga simbólica de su poesía; a las alusiones a Jesús y a la biblia que Faria emplea casi constantemente, puede parecernos que en esa correlación de fuerzas la trascendencia pesa más. Pero, en realidad, sus poemas aspiran a situarse más allá de esa dualidad. Cuando el poema está a punto de salir volando, el poeta insiste en recordarnos, y en recordarse a sí mismo, que nuestro lugar está aquí en el mundo y que es aquí donde debemos permanecer. Faria renuncia pues a la trascendencia y se conforma con tener “de los árboles / La incomparable paciencia de buscar lo alto / La verde bondad de permanecer / Y orientar a los pájaros.”3 Según Faria, entonces, la función del poeta en el poema consiste en permanecer firme y arraigado en la existencia para servir de 2 “Explicação da noite”. Sobre a agua estarei solto de caminhos / Dos que vierem nenhum barco é para ti // Não deixes a candeia acesa / Dorme: basta-me essa luz /. De Explicação das Árvores e de Outros Animais, 1998 3 “… / das árvores / A incompáravel paciência de procurar o alto / A verde bondade de permanecer / E orientar os pássaros / De Explicação das Árvores e de Outros Animais, 1998 conVersos 28 / 9


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/ Daniel Faria (1971 - 1999)

por: Nieves Pulido

guía a las palabras-pájaro hacia lo alto. 2

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Desperté también con los pájaros Y estudié la posición en que los bordaba En sus vestidos Y dije: para qué les clavas la aguja en el corazón Ella respondió: para que aprendan la dirección del vuelo

Si de los pájaros Faria aprende la dirección del vuelo, de la noche aprende el silencio. Dice Faria en Autorretrato del joven artista, un discurso que dio en la Asociación de Periodistas y Hombres de Letras de Oporto, en 1998: …busco un silencio para quien asciende de noche, y la noche, digo, es la pregunta: ¿no será que si hablo impediré que se oiga la palabra que es el Principio y el Fin? Pueden responderme que no tengo poder para tanto. Pero sí tengo, con todo, poder para callarme, y es extraño que haya hombres que no se asusten de un poder así. La renuncia a la palabra es el principio y el final de todas las otras renuncias. El poeta, que ha renunciado a la dirección y al sentido, que ha renunciado a la trascendencia y al vuelo, abandona también todo deseo de decir. Se pliega a la escucha. Bajo esa renuncia, que no es rendición sino convicción, Faria descubre que el vuelo y la renuncia al vuelo son ambos necesarios para el vuelo. Descubre también que las palabras y las cosas son en esencia iguales, 4 Poema incluido en la colección “Para encontrar el golpe en el sueño” de Hombres que son como lugares mal situados, 1998. 5 Acordei tambén com os pássaros / E estudei a posição em que os bordava / Nos seus vestidos / E disse: para que lhes espetas a agulha no coração / Ela respondeu: para que aprendam a direcção do voo. / De Homens que são com Lugares mal Situados, 1998. conVersos 28 / 10


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/ Daniel Faria (1971 - 1999)

por: Nieves Pulido

porque hay todavía otra palabra, una palabra más allá que no es palabra, que es flor y que no puede decirse. Saberlo es también saber callarlo. Y eso basta, porque solo cuando el ser humano renuncia al deseo de volar puede al fin reconocerse a sí mismo en el pájaro. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS FARIA, Daniel. Explicación de los árboles y otros animales. Sígueme, 2014 Hombres que son como lugares mal situados. Sígueme, 2013 De los líquidos. Sígueme, 2016 NETO JORGE, Luiza. Poesia 1960-1989. Assírio & Alvim, 2004.

Sé que estoy viajando en la palabra que se mueve Daniel Faria Acompaño estas notas con una muestra de la obra de Faria. Como creo que una selección arbitraria y subjetiva de poemas no sería capaz de mostrar el despliegue en movimiento de las palabras del poeta, he optado por incluir íntegramente la colección “Do Ciclo das Intempéries” (“Del ciclo de las intemperies”), los ocho poemas que cierran Dos líquidos (De los líquidos), su poemario póstumo. Estos ocho poemas, explica Vera Vouga, amiga y editora del poeta, se consideran los últimos que Daniel Faria escribió y pueden leerse como un testamento poético. También se incluye, como apéndice, “A Magnólia” (“La magnolia”), un bellísimo poema de Luiza Neto Jorge al que Faria hace referencia en esta colección y que, generosa y delicadamente, ha traducido nuestra compañera Manuela Sola Castro conVersos 28 / 11


Poeta a la carta

/ Daniel Faria (1971 - 1999)

DO CICLO DAS INTEMPÉRIES DEL CICLO DE LAS INTEMPERIES Daniel Faria

1 Sabes, leitor, que estamos ambos na mesma página E aproveito o facto de teres chegado agora Para te explicar como vejo o crescer de uma magnólia. A magnólia cresce na terra que pisas –podes pensar Que te digo alguma coisa não necessária, mas podía ter-te dito, acredita, Que a magnólia te cresce como um livro entre as mãos. Ou melhor, Que a magnólia –e essa é a verdade– cresce sempre A pesar de nós. Esta raiz para a palabra que ela lançou no poema Pode bem significar que no ramo que ficar desse lado A flor que se abrir é já um pouco de ti. E a flor que te estendo, Mesmo que a recuses Nunca a poderei conhecer, nem jamais, por muito que a ame, A colherei. A magnólia estende contra a minha escrita a tua sombra E eu toco na sombra da magnólia come se pegasse na tua mão. conVersos 28 / 12

por: Nieves Pulido


Poeta a la carta

/ Daniel Faria (1971 - 1999)

por: Nieves Pulido

1 Sabes, lector, que estamos ambos en la misma página Y aprovecho la circunstancia de que hayas llegado ahora Para explicarte cómo veo el crecimiento de una magnolia. La magnolia crece en la tierra que pisas –puedes pensar Que te digo algo innecesario, pero podría habértelo dicho, créeme, Que la magnolia te crece como un libro entre las manos. O mejor, Que la magnolia –y esa es la verdad– crece siempre A nuestro pesar. Esta raíz para la palabra que ella lanzó en el poema Bien puede significar que en la rama que quede de ese lado La flor que se abra es ya un poco de ti. Y la flor que te ofrezco, Aunque la rechaces Nunca podré conocerla, ni nunca, por mucho que la ame, La cogeré. La magnolia proyecta contra mi escritura tu sombra Y yo toco la sombra de la magnolia como si cogiese tu mano. conVersos 28 / 13


Poeta a la carta

/ Daniel Faria (1971 - 1999)

2 Quero dizer-te que esta magnólia não é a magnólia Do poema de Luiza Neto Jorge que nunca veio A minha casa –ela própia dava flor Ela riscaba nas folhas Ela era grande mesmo quando a magnólia não crecia Esta magnólia não é como a dela uma magnólia pronunciada É uma magnólia de verdade a todo o redor –maior E mais bonita do que a palavra

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por: Nieves Pulido


Poeta a la carta

/ Daniel Faria (1971 - 1999)

por: Nieves Pulido

2 Quiero decirte que esta magnolia no es la magnolia Del poema de Luiza Neto Jorge que nunca vino A mi casa –ella misma daba flor Ella rayaba las hojas Ella era grande incluso cuando la magnolia no crecía Esta magnolia no es como la de ella una magnolia pronunciada Es una magnolia de verdad en toda su extensión –mayor Y más bonita que la palabra

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Poeta a la carta

/ Daniel Faria (1971 - 1999)

3 Nem ela sabe por onde te conduzo agora. A chuva cai sobre a copa de ambas, quero dizer, Sobre a chaminé da casa e sobre a planta Sobre a magnólia pronunciada e a magnólia Que cresce como a videira testamentária –mãe Bíblica no eixo da casa. Se quiseres posicionar-te Em relação à magnólia materna e à árvore que se abre nos versos Ou entre ambas faces da página Perscruta no que te digo o aroma premeditado Procura-o esmagando uma a uma as pequenas sílabas –foi esmagando-me, acredita, Que aprendi o que sei hoje: há uma diferença Entre a magnólia que nos cresce fora E aquela que regamos com o sangue.

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por: Nieves Pulido


Poeta a la carta

/ Daniel Faria (1971 - 1999)

por: Nieves Pulido

3 Ni siquiera ella sabe por dónde te conduzco ahora. La lluvia cae sobre la copa de ambas, quiero decir, Sobre la chimenea de la casa y sobre la planta Sobre la magnolia pronunciada y la magnolia Que crece como la vid testamentaria –madre Bíblica en el eje de la casa. Si quisieras posicionarte Con respecto a la magnolia materna y el árbol que se abre en los versos O entre ambas caras de la página Escudriña en lo que te digo el aroma premeditado Búscalo aplastando una a una las pequeñas sílabas –aplastandome, créeme, Aprendí lo que hoy sé: hay una diferencia Entre la magnolia que nos crece fuera Y aquella que regamos con la sangre.

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Poeta a la carta

/ Daniel Faria (1971 - 1999)

4 Se te puseres à escuta a magnólia poder ser uma árvore de fruto – A escuta enche-nos de sumo como um poço no meio dos pátios. A magnólia enxerta-me nos pensamentos, é um profundo Rumor na minha carne, a linha que me vai da mão A outra mão. Ela não tem medo De aproximar-se quando minha mãe me pega ao colo. Ela levanta-me da terra Como os tufões e os bandos dos pássaros.

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por: Nieves Pulido


Poeta a la carta

/ Daniel Faria (1971 - 1999)

por: Nieves Pulido

4 Si te pones a la escucha la magnolia puede ser un árbol frutal – La escucha nos llena de zumo como un pozo en medio de los patios. La magnolia me injerta en los pensamientos, es un profundo Rumor en mi carne, la línea que me va de una mano A la otra mano. No tiene miedo De aproximarse cuando mi madre me coge en brazos. Me levanta de la tierra Como los tifones y las bandadas de pájaros.

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/ Daniel Faria (1971 - 1999)

5 Começo, pois, no alto a saciar-te. Explico-te o ciclo Das intemperies e das migrações. Se puderes ficar em silêncio Não te igualarás à magnólia, mas repousarás Como o musgo que lhe crece no tronco. És tu que cresces, afinal. És tu que sobes -Mesmo se já abandonaste a minha infânciaAos ramos que te ofereço. Dou-te também Poder para a arrancares deste poema Ou até de toda a minha terra interior E de transplantares noutros lugares –nos veros seguintes. Se a guardares como un tesouro vazio verás como brilha Como acende a pulsação dos pássaros –o seu canto, Da ida e da vinda, aos teus ouvidos.

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por: Nieves Pulido


Poeta a la carta

/ Daniel Faria (1971 - 1999)

por: Nieves Pulido

5 Comienzo, pues, en lo alto a saciarte. Te explico el ciclo De las intemperies y de las migraciones. Si puedes quedarte en Silencio No te igualarás a la magnolia, pero reposarás Como el musgo que crece en su tronco. Eres tú el que crece, al final. Eres tú el que sube --Aun cuando ya hayas abandonado mi infancia— A las ramas que te ofrezco. Te doy también Poder para arrancarlo de este poema O hasta de toda mi tierra interior Y de transplantarlo en otros lugares –en los versos siguientes. Si lo guardas como un tesoro vacío verás cómo brilla Cómo enciende el pulso de los pájaros –su canto, De ida y vuelta, a tus oídos.

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Poeta a la carta

/ Daniel Faria (1971 - 1999)

6 O tesouro é então a magnólia segregada ente nós dois É o canto que circula entre os lábios, a seiva Entre o nosso cerebro e o seu próprio coração. O coração do poema é a magnólia ao vento. Abro Os braços, as veias, e digo Tu que te abrigas fora da casa. E a minha promessa É esta –o banco que de pedra existe Junto da magnólia permanece Mesmo quando a sombra Seca. E o pássaro parte. E a flor Depois das chuvas não vem.

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por: Nieves Pulido


Poeta a la carta

/ Daniel Faria (1971 - 1999)

por: Nieves Pulido

6 El tesoro es entonces la magnolia segregada entre nosotros dos Es el canto que circula entre los labios, la savia Entre nuestro cerebro y su propio corazón. El corazón del poema es la magnolia al viento. Abro Los brazos, las venas, y digo Tú que te abrigas fuera de casa. Y mi promesa Es esta –el banco que de piedra existe Junto a la magnolia permanece Aun cuando la sombra Se seca. Y el pájaro parte. Y la flor Después de las lluvias no llega.

conVersos 28 / 23


Poeta a la carta

/ Daniel Faria (1971 - 1999)

7 Magoa ver a magnólia cair. Acredita. O relámpago vem Sobre ela. A tempestade. As plantas são tão frágeis como as cabanas dos homens. Somos muito frágeis os dois neste poema Com o relámpago, a cabana, com a magnólia aos ombros Sem nenhum terreno pulmonar intacto Para depois de nos olharnos um de nós dizer Plantêmo-la aqui –aqui É o meu pulso, a minha boca É a retina com que procuras, é a madeira da porta Com que te fechas em casa. Prometo-te Eu nunca vou fechar os olhos As mãos.

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por: Nieves Pulido


Poeta a la carta

/ Daniel Faria (1971 - 1999)

por: Nieves Pulido

7 Duele ver la magnolia caer. Créeme. El relámpago cae Sobre ella. La tempestad. Las plantas son tan frágiles como las cabañas de los hombres. Somos muy frágiles los dos en este poema Con el relámpago, la cabaña, con la magnolia a hombros Sin ningún terreno pulmonar intacto Para que después de mirarnos uno de nosotros diga Plantémosla aquí –aquí Es mi pulso, mi boca Es la retina con que buscas, es la madera de la puerta Con que te encierras en casa. Te prometo Que nunca voy a cerrar los ojos Las manos.

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Poeta a la carta

/ Daniel Faria (1971 - 1999)

8 Prometo-te a palma da minha mão para a escrita. Cerca-a de magnólias, cerca-me. Podes fechar a escrita No interior da mão ou na boca dos livros Podes esquecê-la ou libertá-la dos mil botões Que ela sopra no interior dos homens. Podes mandá-la àqueles que mais amas Ou como pétalas e mensagens nas anilhas das aves Aos teus próprios inimigos. Podes desarmá-la para propagares as chamas. Dou-te, como desde sempre, o poder De escreveres na pele da minha mão As promesas que te fiz. Sabes que existo E que vou repetir-te todas as coisas outra vez. As estações, por exemplo –não sou o único que o digo-, Não rodam à maneira dos carroséis no largo. No Outono A magnólia é pensativa como o homen Que te olha por detrás de janela onde te escrevo. conVersos 28 / 26

por: Nieves Pulido


Poeta a la carta

/ Daniel Faria (1971 - 1999)

por: Nieves Pulido

No Inverno os vidros vão embaciando –aproxima A tua mão da paisagem que resta Como se fora o lado do verbo que encarnou. Repara No banco de pedra –ele está Sobre ti. Tu és a criança sentada Que olha para o céu. Há um tesouro No céu –um coração novo. Reconheces A magnólia estelar? ¿O interstício solar Da pupila celeste? Ela está sobre ti E contempla –é verdade que é pelas lágrimas Que começam as visões. Sim. Agora posso explicar-te o mistério das águas. Debruça-te como ele quando escreveu no chão Irás entender –elas jorram das palavras.

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Poeta a la carta

/ Daniel Faria (1971 - 1999)

8 Te prometo la palma de mi mano para la escritura. Rodéala de magnolias, rodéame. Puedes cerrar la escritura En el interior de la mano o en la boca de los libros Puedes olvidarla o liberarla de los mil botones Que ella sopla en el interior de los hombres. Puedes mandársela a aquellos que más amas O como pétalos y mensajes en las anillas de las aves A tus propios enemigos. Puedes desarmarla para propagar las llamas. Te doy, como desde siempre, el poder De que escribas en la piel de mi mano Las promesas que te hice. Sabes que existo Y que voy a repetirte todas las cosas otra vez. Las estaciones, por ejemplo –no soy el único que lo dice-, No giran igual que los carruseles en la plaza. En otoño La magnolia está pensativa como el hombre Que te mira por detrás de la ventana desde donde te escribo. conVersos 28 / 28

por: Nieves Pulido


Poeta a la carta

/ Daniel Faria (1971 - 1999)

por: Nieves Pulido

En el invierno los cristales van empañándose –aproxima Tu mano al paisaje que queda Como si fuera el lado del verbo que se encarnó. Repara En el banco de piedra –está Sobre ti. Tú eres el niño sentado Que mira al cielo. Hay un tesoro En el cielo –un corazón nuevo. ¿Reconoces La magnolia estelar? ¿El intersticio solar De la pupila celeste? Ella está sobre ti Y contempla –es verdad que por las lágrimas Comienzan las visiones. Sí. Ahora puedo explicarte el misterio de las aguas. Asómate como él cuando escribió en el suelo Entenderás –ellas manan de las palabras.

conVersos 28 / 29


Poeta a la carta

/ Daniel Faria (1971 - 1999)

Poema de Luiza Neto Jorge

A MAGNÓLIA Luiza Neto Jorge

LA MAGNOLIA Luiza Neto Jorge

A exaltação do mínimo, e o magnifico relâmpago do acontecimento mestre restituem-me a forma o meu resplendor.

La exaltación de lo mínimo y el magnífico relámpago del acontecimiento maestro me restituyen la forma mi resplandor

Um diminuto berço me recolhe onde a palavra se elide na matéria — na metáfora — necessária, e leve, a cada um onde se ecoa e resvala.

Una diminuta cuna me acoge donde la palabra se elide en la materia – en la metáfora – necesaria, y ligera, a cada uno dónde resuena y resbala

A magnólia, o som que se desenvolve nela quando pronunciada, é um exaltado aroma perdido na tempestade,

La magnolia, el sonido que en ella se despliega cuando pronunciada, es un exaltado aroma perdido en la tormenta,

um mínimo ente magnífico desfolhando relâmpagos sobre mim.

un ente mínimo magnífico deshojando relámpagos sobre mí.

conVersos 28 / 30


Fondo de armario

Con los conVersos: Carmen Crespo, Claudio Carrillo, Esther Lucio Marino, Juan Hospital y Tirsa Caja


Fondo de armario

/ Carmen Crespo

Carmen Crespo

conVersos 28 / 32


Fondo de armario

/ Carmen Crespo

…sonando quizás desde cuándo ANDRÉS ANWANDTER

hay llama hay cordillera fluvial que ciñe y flota y hunde y me aleja del mundo

y

y flota

| donde no

aparecen ramas secas soledades insolentes una lengua anfibia dispuesta a los nombres el desamparo

la retina ojofuera

una voz que cae

donde

está orilla nadie dice

donde orilla adentro dónde

profundidades

revueltas

palabras

| de quién conVersos 28 / 33


Fondo de armario

/ Carmen Crespo

Y de tanto en tanto –un cambio – llamado cielo – EMILY DICKINSON

desde qué lugar desde qué montículo afinas el ojo retienes la línea aquella que tantas veces un cuerpo un cuerpo solo

un hombre

en la última palabra

| no llores pequeña

y finalmente todo ese cielo por abrir todo ese umbral en noche que ahonda

él |

volviéndose a cada paso él |

caminando él | fingiendo

conVersos 28 / 34

que


Fondo de armario

/ Carmen Crespo

hay un punto en la piel que forma un círculo de dolor tal vez

círculo

| rodeando sangre

una lazada una mueca ancha el lugar donde se juntan las bocas los pozos barro que anhela corazón si posas la yema de tu dedo si posas se vuelve entonces

órbita

luz

| hacia adentro

conVersos 28 / 35


Fondo de armario

/ Carmen Crespo

la paloma de ArchytasRunner

| qué edad tengo ? | no lo sé

paloma reinventa alas y donde no las hay aparecen tubos silbos luminiscencias hacia arriba | tocada por resplandores por poleas incandescentes ella atesora hemisferios estelas de mucha luz | y en su empeño de ave llena de limaduras su pleura | su quilla abajo | es tan fácil emitir canto cuando luz ilumina luz | cuando luz

no mires Archytas

no mires

soy tu paloma tu artificio humano

| tu desolación

conVersos 28 / 36


Fondo de armario

/ Carmen Crespo

paloma sabe de encinas de nidos que crecen espinazo adentro | la nuca del mundo es ancha llena de voces -dice | de despensas subterráneas | repican en su oído aunque ella sabe que criatura no | que no

| cuánto voy a vivir Archytas ?

| no lo sé

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Fondo de armario

/ Claudio Carrillo

Claudio Carrillo

conVersos 28 / 38


Fondo de armario

/ Claudio Carrillo

Como la marea incide hollando el ocre de la tierra, el vértigo se afana en los contornos de la boca, vértigo oscuro que nombra lo que no se dice.

Aparece de nuevo el alba un membrillo de carne blanca y cáscara amarilla, perfume de alacena.

Cuando el corazón danza y el delirio es un ramo de amapolas, el tacto configura las palabras

Mira y escupe polvo, ilumina las hojas y los dedos, es en mí la existencia la alerta de los huesos.

conVersos 28 / 39


Fondo de armario

/ Claudio Carrillo

Las palabras se posan en el barro, mariposas de acero liban el jugo de la tierra, vuelan rasgando el aire. El jinete es una sombra cegada en el reflejo. Espectros de luz blanca observando la herida orillada de genistas. El silencio es revuelo de alas, de olas de espuma gris en una charca.

conVersos 28 / 40

En la orilla de sombras, sobre la pequeña ola de una piedra, el temblor de los chopos se aferra a mi carne, blanca como la piel de los abedules. Se hace patente el miedo en la serenidad. No se detiene el río en su indolencia, en la corriente la hoja, la libélula, el pájaro, el tronco putrefacto discurren yertos hacia los estuarios


Fondo de armario

/ Esther Lucio Marino

Esther Lucio Marino

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Fondo de armario

/ Esther Lucio Marino

COMPRENDER

NATURAL

Ando buscándote en las palabras de otros los bolsillos de una estatua maciza. Cada pliegue de mármol se desdobla y mancha tu pluma como si entrara en arcilla fresca. Me afano en descifrar lo que contemplan tus ojos lo que apuntas con la mirada. En tus silencios los míos hay un agónico suspiro una brecha en la piedra donde agarrarse las yemas de los dedos para no caer. El vacío es paciente. Solo si consigo aproximarme aun con esfuerzo evitaré la pérdida mi propio derrumbe.

De un verde desafiante.

conVersos 28 / 42

Alternativamente arrastrar y elevar el abdomen -un prodigio natural el contorsionismopara alcanzar el alimento. No ser antropófago recortar el contorno de la hoja y libar su jugo amargo.

des-figurarla


Fondo de armario

/ Esther Lucio Marino

CÁNTICA

EN CASCADA

En el principio... ¿la armonía? Adagio. Orografía y vegetación, fauna incipientes una mujer y un hombre en holgura y equilibrio o no.

Abres la puerta a tiempo se inicia el espectáculo. La sucesión de naipes su caída y su mentira el poder parasitario de lo falso exhibición y promoción impostura sabotaje discursivo instrumentos de apariencia actos infiltrados

Un todo circular escenas ¿siniestras? entre frutos del pecado imágenes y acciones un allegro aparente. Zoología y botánica humanidades blanco/negro/blanco desnudos. Multitud in-mácula fuentes de ensoñación.

el sanatorio del engaño.

¿Dalí? Conmemoración. Fuego y noche de alimañas descanso incompleto. Las instrucciones para un réquiem. conVersos 28 / 43


Fondo de armario /Juan

Hospital

Juan Hospital

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Fondo de armario /Juan

Hospital

EN LA CONSULTA

INPUT

no deja de amanecer mientras en madwork es el año 19 ó 20, it depends on your computer program version, y en la calle las hojas de los árboles de otoño filtran la luz de un sol incomprensible el sol al que un coworker, jornada tras jornada, acaba inevitablemente habituado es de día en la planta donde habita el animal un gato que consiste en ser su propio brazo moviéndose hacia arriba una y otra vez hasta que el mecanismo falla pero no así los brazos bíblicos de fornidos madworkers que laboran en vida sin moverse de sus mentes ocupadas siguiendo el microchip que se ha instalado ya en la mecánica de un día que irremediablemente avanza y atraviesa sus instintos

de la pareja china sólo ella parece estar enferma apenas unos pasos le separan de su informe él, por su parte, atiende al terminal se recuesta en su sitio cruza las piernas y confía en superar el reto imagino el avance de los números surcando el marcador ya demasiado tarde me doy cuenta y donde había gente hay sillas y donde había sillas pacientes que no pueden esperar

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Fondo de armario/Juan Hospital

ELOGIO DE LA HIERBA

la empatía percute en el espacio se difunde en atmósferas que velan el campo visual vibra en los rostros nos alcanza la comprensión guiada por secuencias de palabras se filtra entre las motas de polvo suspendido recorre las distancias en el lugar que somos pero la incertidumbre existe en la mirada y ambas podrían ser erróneas entonces la gran pupila crece oprime lo que un día fue espíritu continuidad ausente rostro desposeído hierba que se sucede

conVersos 28 / 46

es desde entonces hierba que se sucede


Fondo de armario

/ Tirsa Caja

Tirsa Caja

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Fondo de armario

/ Tirsa Caja

No ideas no algo que no sabe nombrarse una pulsión latente en las palabras

no podría sentarme a germinar ese fruto inquietante él se incuba y caprichosamente vive en mí sin saberlo

a veces en estado de gracia alguna estalactita podría atravesarme podría darme de beber gota a gota transida y olvidada

pero eclosiona conVersos 28 / 48

ya no soy es un rapto dice más de lo que se dice (son tantas las traiciones del lenguaje sus trampas) no intento contrariarlo


Fondo de armario

/ Tirsa Caja

Celebración de estar y de alinearse del lado más amable a veces todo canta es sencillo ser cobre ser atmósfera una rama de olivo dejarse tocar por el relámpago

Alguien se empeñará en que seas predecible dibujarán tu curva tu mediana la desviación típica y tú callada en la cocina viertes la masa de las magdalenas en los moldes deseando que fermenten rebosen que revienten y no haya quien las trague

rescatar el color de lo que vemos a veces entra el sol y nos esponja como una tierra recién roturada

conVersos 28 / 49


Fondo de armario

/ Tirsa Caja

Las manos inocentes en las fotos sin manchas y sin surcos sin anillos y esa forma de asir sin poseer libres las manos libres sueltas las cosas por ellas pasaban

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Mirador

En la 2ÂŞ parte de Una cierta mirada, los conVersos Alicia Naya, Marga Mayordomo, Nieves Pulido, Miguel Cuerdo y Carmen Crespo, divagan con sus palabras por los collages del artista y poeta Luis Chamarro.


Mirador / Una cierta mirada (parte II)

Luis Chamarro

Obras de Luis Chamarro y textos de los conVersos

Nieves Pulido

[PSIQUE]

CreĂ­ que eran palacios pero eran solo ruinas

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Mirador / Una cierta mirada (parte II)

Luis Chamarro

Obras de Luis Chamarro y textos de los conVersos

Marga Mayordomo

Hombre de helio

un hombre solo sin cordón umbilical ingrávido de azul, absorto amerizaje en las entrañas esparcidas como lágrimas de lluvia zarzas del éter

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Mirador / Una cierta mirada (parte II)

Luis Chamarro

Obras de Luis Chamarro y textos de los conVersos

Alicia Naya

Ahondar ahondar en espiral cada vez más profundo. Mundo subterráneo donde tronco y raíz forman un solo cuerpo un solo astro en lo profundo profundo del universo.

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Mirador / Una cierta mirada (parte II)

Luis Chamarro

Obras de Luis Chamarro y textos de los conVersos

Miguel Cuerdo

Ninguna protección es suficiente tampoco los cálculos de Arquímides si te adentras en dos mundos a punto de fundirse en su propia herrumbre

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Mirador / Una cierta mirada (parte II)

Luis Chamarro

Obras de Luis Chamarro y textos de los conVersos

Carmen Crespo

mostrar el camino de retorno | la sutil resurrecciĂłn cuerpo que sobreviene inquieto de rueda en rueda de

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delirio en delirio canto

hechizo

todo lĂşpulo

malta

| sangre que cunde y mira


Notas sobre Luis Ortega Chamarro (LOCH)

• Colabora con collages y poemas en el Proyecto Genoma Poético y varias revistas digitales. • Participa en múltiples talleres y seminarios de poesía en la Fundación Centro de Poesía José Hierro de Getafe (Madrid). Curriculum vitae • Experimenta con múltiples materiales y trabaja sobre objetos encontrados dotándolos de un nuevo destino (escultura, collages). Utiliza la fotografía como una disciplina de atención, considerándose un hijo del instante.

• Participa en el co-laboratorio poético MITOXIX (poetas españoles y mejicanos) para el desarrollo y difusión de la sensibilidad creadora, la técnica literaria y el intercambio internacional. • Colabora en los últimos años con ilustraciones, con otros autores, para libros de poesía y novela.

• Estudia pintura y grabado en los talleres de arte de la CAUM y dibujo en la Escuela de Artes Aplicadas en Madrid.

• Ha publicado un libro de collages Memento vivere (2017) y acaba de publicar un libro de poesía y fotografía Dis-torsiones (2019).

• Participa en diversos concursos y certámenes nacionales, habiendo obtenido varios premios en las especialidades de pintura, dibujo y fotografía.

• Actualmente desarrolla simultáneamente su actividad creativa en las artes plásticas y la poesía.

• Estudia dos años la caligrafía y cultura japonesa (Escuela Nihon Shodou de Japón). Estudio de la literatura y cultura persa.

Cuenta de instagram:

ortegachamarro_loch

• Participa en el taller de re-creación de la revista Chocolate y en el taller de cine y haiku con el director de cine Oliver Laxe en la Casa Encendida.

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Territorios diVersos

Juan Hospital en cuerpos escritos/cuerpos excritos busca una nueva manera de nombrar el cuerpo. Apoyรกndose en la obra de Jean Luc Nancy, que considera que el cuerpo es ser expuesto, que no tiene principio ni fin, y que es como una extensiรณn de la substancia pensante, Juan Hospital abre el camino a una importante reflexiรณn.


Territorios diVersos/”cuerpos escritos/cuerpos excritos”

por: Juan Hospital

cuerpos escritos / cuerpos excritos1

. . . .

Juan Hospital Mayo de 2019

1 Este texto forma parte del trabajo sobre el cuerpo que lleva por título cuerpos significantes / cuerpos ilegibles conVersos 28 / 59


Territorios diVersos/”cuerpos escritos/cuerpos excritos”

por: Juan Hospital

cuerpos escritos / cuerpos excritos. Jean Luc Nancy

En la tradición occidental, desde distintos ámbitos del saber –teología, filosofía, psicoanálisis o teoría política-, se ha dotado al cuerpo de un sentido, de modo que resulta difícil al nombrarlo, como expone Jean Luc Nancy, hacer justicia a la desnuda evidencia del aquí y ahora del cuerpo sin revestirlo de significado. No es fácil pensar el cuerpo y no significarlo, o dicho en palabras del filósofo francés: no es fácil tocar el cuerpo2. Nancy concibe la escritura como un gesto dirigido a un límite: en ese sentido, el hecho de escribir sería análogo al hecho de tocar un extremo. Para tocar el cuerpo, tal y como Nancy entiende el tacto y la escritura, es preciso escribirlo, pero escribir el cuerpo implica hacerlo con justicia, y la justicia es hacerlo al margen de toda significación, para volverlo “excrito”. Esa sería la auténtica escritura capaz de tocar el cuerpo. Tocar el cuerpo no para mostrarlo, menos aún con intención de demostrarlo, sino para exponerlo, para excribirlo. No habría aquí enunciación que parta de un supuesto alguien, sino anunciación anónima de un cuerpo. Para escribir el cuerpo y no significarlo haría falta elaborar un catálogo sin producir un logos, bastaría realizar algo tan extremadamente simple como el mero registro de la nomenclatura que no explica, bastaría anunciarlo en un simple listado. No se trata de escribir el relato del cuerpo, de rememorar la historia recorrida, tampoco de proyectarlo o idear el tratado que elabore el discurso que lo explica, el argumento que lo significa, la razón que da cuenta del sentido del cuerpo. ¿De qué se trata entonces? ¿Se trata meramente de pronunciar los nombres? ¿Bastaría decir, para excribir el cuerpo: pie, cadera, tobillo, nervio, esperma, llaga?

2

Cfr. Jean Luc Nancy, 58 indicios sobre el cuerpo. Extensión del alma, Ediciones La Cebra, Buenos Aires, 2007

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Territorios diVersos/”cuerpos escritos/cuerpos excritos”

por: Juan Hospital

………………………las palabras estallan a ras de mi piel. La mirada está fija. El torso es un ensamblaje de elementos móviles y elementos inmóviles. Los gestos prosiguen en el interior del pecho, como los círculos en el agua……..……………………………….……3 ¿Qué profundidad alcanzan las palabras que, arrojadas al cuerpo, se sumergen bajo la piel?: ¿qué hay bajo el pliegue de los gestos?: ¿qué, bajo los círculos del agua?. Chantall Maillard en su libro La razón estética, hace referencia a un ser imaginario, perteneciente al relato de Boris Vian La hierba roja, que toma por nombre uapití, y que el escritor francés describe diciendo de él tan sólo que: es verde y hace plop al caer en el agua. La imaginación, escribe Chantall Maillard, tiende a figurarse tal ser como un algo extenso, y se pregunta la pensadora: ¿por qué esa dificultad?, ¿por qué no tratar de imaginar la existencia del verde que hace plop al caer en el agua, sin soporte alguno?. En el relato de Boris Vian, como en cualquier texto, estamos en el terreno de la escritura, en el campo de lo invisible, sin embargo, la imaginación es incapaz de pensar lo invisible, es incapaz de realizar una representación que carezca de superficie o de volumen; esa tarea de abstracción que supone pensar el color y el sonido sin soporte alguno, sólo podrá realizarla la razón. Superando los límites entre razón e imaginación, y su tendencia respectiva a lo abstracto y lo concreto, Nancy trata de pensar e imaginarse un cogito espacial. Si es posible imaginar el cogito en una dimensión espacial, esa dimensión sería -señala Nancy- la adimensional del punto: pero el filósofo francés piensa en un punto multiplicado en toda la extensión del cuerpo. Nancy nos habla de un cogito que opera en cada punto del cuerpo, una especie de res cogitans extensa, desenvuelta en un modo de extensión particular, aquella que abarca la exacta inextensión del punto. Parece adecuada la precisión de Nancy ya que: un punto señala un lugar, pero no está en parte alguna. No parece difícil pensar en el punto de unión sustancial de dos realidades tan distintas como son el cuerpo y la mente. Para ayudarnos en ese ejercicio de imaginación Nancy pone el ejemplo de una habitación cuya puerta se abre sólo 3 Bernard Nöel, Extraits du Corps, 2002 [trad. cast.: Miguel Casado, Extractos del cuerpo, Madrid, Vaso Roto Ediciones, 2019]. conVersos 28 / 61


Territorios diVersos/”cuerpos escritos/cuerpos excritos”

por: Juan Hospital

desde afuera. Para habitar en ella es preciso, por tanto, salir: estar dentro implica sentir el contacto del exterior: el calor del hogar en estas condiciones sólo es posible estando expuesto a la intemperie: y si esa habitación soy yo, ser yo mismo implica ser fuera de mí: en esas condiciones interior y exterior desdibujan sus límites, la mente habita el cuerpo que nutre a la mente. Nancy advierte que conviene deshacerse del esquema de un interior opuesto a un exterior: el cuerpo es la extensión de la sustancia pensante, y sin este afuera no podría constituirse en interioridad. Soy hombre por mis manos y mis pies, mi vientre, mi corazón de carne comestible, mi estómago, cuyos nudos me reúnen con la putrefacción de la vida.4 58 indicios5 anuncian la presencia de un cuerpo entendido como la extensión del alma. Nada es azaroso en el cómputo que realiza Nancy. La conjunción de 5 miembros aunados por el tronco - dos brazos, más dos piernas, más una cabeza -, y de 8 regiones – la espalda, el vientre, el cráneo, el rostro, las nalgas, el sexo, el ano, la garganta –, suma 13 – el arcano del tarot que representa la muerte –, cifra compuesta de la unidad -el ser -, y la tripartición - un cuerpo, un alma y un espíritu-. HOSPITAL BRITÁNICO Voy hacia lo que menos conocí en mi vida: voy hacia mi cuerpo. (1984) TENGO LA CABEZA VENDADA (textos proféticos) Mi cuerpo—con aves como bisturíes en la frente—entra en mi alma. (1984) TENGO LA CABEZA VENDADA (texto del hombre en la playa) El sol entra con mi alma en mi cabeza (o mi cuerpo —con la Resurrección— entra en mi alma). (1984)6 4 Antonin Artaud, L´Ombilic des Limbes, suivi de Le Pèse-Nerfs et autres textes, 1956 [Selección y trad. cast.: Héctor Manjarrez, Carta a la vidente, Barcelona, Tusquets Editores, 1971]. 5 Cfr: Jean Luc Nancy, 58 indicios sobre el cuerpo. Extensión del alma, 2007. Op. Cit.. 6 Héctor Viel Temperley, extractos del libro de poemas Hospital Británico, Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, México, 2003. conVersos 28 / 62


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por: Juan Hospital

El cuerpo es, para Nancy, material e inmaterial; es material: impenetrable, o sólo penetrable si se agujerea: aislable en un límite que empieza y termina al borde de otros cuerpos: lleno y descomponible en pedazos de un todo fragmentable: pesado y penoso: gravedad que excreta, exuda, digiere, se ensucia y se lastima; pero es también inmaterial: sintiente forma organizada, contorno ideal, alma extensa que se escapa por la boca, espíritu que se expresa en palabras. El cuerpo es doble y uno. A veces sólo quedan dos bolsas: una tapizada de ojos, y otra enorme, estomacal. Y, por turnos, vierten la una en la otra. Defecación muy lenta, a lo largo de la garganta. El esófago es el tubo del mundo. En él soy caca7 El cuerpo es finito e infinito: envoltura finita que contiene a una infinita desenvoltura que se expande: pliegue que se despliega o repliega. El cuerpo es ambivalente: a veces es estatua de un dios glorioso en esplendor, otras veces cadáver desollado. El cuerpo es relación a otro cuerpo, es diferencia, es dentro y fuera, es mujer donde fue niña, es un hombre contra un árbol. La perfección no tiene lugar en el cuerpo, todos los cuerpos tienen algo de deformes, no hay cuerpo modélico, canónico, o ideal. El tema de la característica imperfección de los cuerpos, señalada por Nancy, abre la posibilidad a una reconstrucción carnal en pos del canon, y esto es lo que en parte se propone la artista francesa que presenta sus obras bajo el pseudónimo de Orlan. Orlan lleva al espacio quirúrgico la performance artística en la que reconfigura su propio cuerpo; usa su rostro para 7

Bernard Nöel, Extraits du Corps, 2002. Op. Cit. conVersos 28 / 63


Territorios diVersos/”cuerpos escritos/cuerpos excritos”

por: Juan Hospital

la intervención con bisturí, en una parodia - espectáculo que en ocasiones es retransmitida en directo a galerías de arte, o en cualquier caso es grabada en video y puesta a disposición de los espectadores en museos o en la web. En el imaginario de la artista está la iconografía judeocristiana, las imágenes del barroco, las figuras de la mitología griega, o el cambio de aspecto en las transformaciones de avatar de los dioses hindúes. En el trasfondo conceptual de sus acciones están las palabras de Eugénie Lemoine Luccioni, psicoanalista lacaniano, que considera la piel como algo decepcionante ya que: la superficie nunca habla correctamente de quién somos. Tan decepcionante le resulta la piel a Luccioni que cabe tener por fuera la suavidad de un ángel y ser por dentro un chacal, o, poniendo un segundo ejemplo de decepción, cabe portar la piel de un hombre y ocultar tras ella la mujer que en realidad uno es. Orlan ve en los avances tecnológicos y en la cirugía la oportunidad de revertir o incidir en esta impostura de la piel. El uso de imágenes híbridas y virtuales, que hace posible la mezcla en el computador de, por un lado, Diana cazadora (elegida no por su apariencia física, sino por su condición de diosa insumisa que no debe nada a los dioses hombres), y por otro la Gioconda (un rostro de una belleza antigua, discordante con los cánones actuales, que presumiblemente oculta el propio rostro de Leonardo, trayendo a la superficie del lienzo una cuestión de fondo, la cuestión del diálogo entre la apariencia y la identidad), le dan pie a Orlan para meterse en el quirófano y transformar su rostro, para alcanzar la imagen que realice la síntesis de esa extraña mezcla de referentes culturales. Una cita del filósofo e historiador de la ciencia Michel Serres le sirve a Orlan para un argumento teórico que incide en la crítica del modelo científico que disecciona la vida: “¿Qué podemos mostrar ahora bajo la piel del monstruo actual, tatuado, ambidiestro, hermafrodita y mestizo? Sí, la sangre y la carne. La ciencia habla de órganos, funciones, células y moléculas, para acabar manifestando que no se habla mucho de la vida en los laboratorios; pero la ciencia no habla nunca de la carne, que significa precisamente la mezcla de músculos y sangre, de piel y de pelo, de huesos, de nervios y de las diversas

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funciones que mezclan lo que el saber analiza.”

por: Juan Hospital

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La idea de la performance surge de una operación de urgencia ante una enfermedad real. La artista, en un intento de revertir la situación dramática y capitalizar un hecho trágico de la cotidianeidad, decide hacer uso de las imágenes de su propia operación y transformar, de ese modo, su vida en un fenómeno estético, en una propuesta artística calificada en ciertos ámbitos con el apelativo de arte carnal, un modo de creación artística que, en todo caso, apuesta por mostrar un objeto incómodo para el espectador, y sin duda al margen del instituido y normalizado mercado de las artes. Volviendo a los indicios sobre el cuerpo de los que trata Nancy, el propio autor nos da la clave acerca de ¿por qué indicios y no signos significantes?: porque el cuerpo, nos dice el filósofo francés, no se deja identificar y de él sólo disponemos huellas. En esta indagación Nancy descubre que el cuerpo, si bien es un conjunto articulado, compuesto y organizado, no tiene una unidad sintética a la que podamos caracterizar como totalidad de cuerpo. El cuerpo es, más bien, fragmentos de anatomía, una colección de miembros susceptibles de desmembramiento, un conjunto de funciones distribuidas en órganos, una innumerable cantidad de células cambiantes. El cuerpo es multitudes. Es propio del cuerpo el espasmo, la contracción o la distensión, el hipo y el temblor. ….el hipo: El sistema se estaba colapsando. Quien había vagado solo, dejando atrás tantos sucesos y lo largo de la veta primaria que conducía a su centro, el comienzo de un hipo que, de abandonarse a su inercia, haría estallar el centro hacia las extremidades de la vida, los suburbios a través de los 8 Como ilustración al trabajo de Orlan dejo aquí el enlace web a una de sus performances, un video que lleva por título “Omnipresence”. https://vimeo.com/66967753 conVersos 28 / 65


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por: Juan Hospital

cuales nos abrimos paso hacia donde está el campo.9

…y el temblor: Jacques Derrida se pregunta, rememorando una conferencia impartida en Jerusalén, epicentro de habituales terremotos geopolíticos y religiosos: ¿cómo no temblar?10, ¿cómo evitar la mutación perturbadora, la sacudida que dibuja la falla del terreno bajo los pies?, y a continuación responde que: no podemos no temblar. El temblor no es algo exclusivamente inevitable, es además irresistible y obligatorio: no es algo que podamos escoger a voluntad, no hay capacidad o dogma que puedan evitarlo. Pensar el temblor es experimentar el no-saber, y experimentarlo nos sitúa ante la absoluta pasividad, la total exposición y vulnerabilidad. El temblor desestabiliza la propia identidad del yo y su autonomía, lo instala bajo la ley del otro. Reconocer que se tiembla -continúa Derrida-, es admitir el tartamudeo que nos incapacita para pronunciar la frase autoposicional, es admitir el balbuceo. La gramática nos permite decir “alguien o algo me hace temblar”, y detrás de esta frase y de todo temblor, Derrida nos sugiere que está, de forma literal o metonímica, lo sepamos o no, el temor ante Dios. Dios es el nombre que designa al otro absoluto que me hace temblar. Derrida establece un paralelismo entre el temblor y la actividad artística al recordar unos versos del libro XIII (7678) del Paraíso de Dante:

Pero la naturaleza es siempre imperfecta, operando a semejanza del artista 9 10

John Ashbery, Three Poems, 1970. [Trad. cast.: Julián Jiménez Heffernan, Tres poemas, Barcelona, DVD poesía, 2004, p.155]. Cfr. Jacques Derrida, ¿Cómo no temblar?, Conferencia publicada en Acta Poética 30-2, 2009.

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por: Juan Hospital

que posee su arte, pero le tiembla la mano

El artista es responsable de su saber y su técnica, pero no lo es de lo más irreductiblemente artístico: la obra de arte se produce en el momento en que el artista ya no tiene el dominio, acontece ante la venida del otro, momento en el que se produce el temblor de la mano. ¿Qué hacemos cuando temblamos? El temblor -continúa Derrida su argumento - no es la levedad del estremecimiento en la superficie del agua antes de que comience la ebullición, no es un preliminar que antecede al desencadenamiento de una mayor agitación. Cuando uno experimenta angustia, miedo o ansiedad, el temblor estaba ya en el cuerpo antes de que esas experiencias acontezcan. Tenemos miedo del miedo, nos angustia la angustia, nos aterra el pavor, y ya antes de temblar de miedo se presiente el temblor ante un futuro impredecible y secreto. Tiemblo al no saber de dónde vendrá el golpe, ni cómo sucederá, ni cuál será la razón que lo desencadene: tiemblo ante lo que excede mi saber y no preveo. El temblor, concluye Derrida, es una experiencia del misterio. No sabemos por qué temblamos, por qué esa agitación irreprimible del cuerpo ante el temor. De igual modo ignoramos por qué las lágrimas afloran a los ojos en la tristeza o el dolor. Desconocemos la causa que nos hace temblar o llorar, no las circunstancias concretas que nos llevan a esos estados, sino aquello a lo que llamamos Dios o muerte. ¿Qué es lo que cobra forma en el temblor, qué dice el cuerpo al adoptar esa figura, cómo pensarlo? Pensar el temblor es pensar el misterio. La disimetría entre la mirada divina que me ve y la mirada del hombre que no ve a quien le mira, la desproporción entre el don infinito de la vida y la finitud de la vida del hombre están presentes en los cuerpos atravesados de espiritualidad, forman parte de ese mysterium tremendum et fascinans al que se refiere Kierkegaard en Temor y temblor, y que Derrida nos recuerda. conVersos 28 / 67


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por: Juan Hospital

Si el otro -el absoluto otro- compartiera sus razones, entonces estaríamos inmersos en la serena homogeneidad del discurso, en la tranquilidad del debate que promete un acuerdo, una tranquilidad presente incluso en el caso en el que la confrontación dialéctica se produjera con la agitación propia de una airada discusión. Pero en el misterio no hay diálogo posible, no hay razón que explique: en el misterio hay temblor. Con el temblor el mundo desaparece: de igual modo sucede cuando en el terremoto la tierra se agrieta y se abre un abismo de muerte bajo los pies: y en ausencia de suelo crece la responsabilidad del hombre que, a partir de entonces, debe hacerse cargo de un mundo que ya no le sostiene, y debe con dolor hacer el duelo por un mundo ausente o cargar a sus espaldas con él. Las palabras de Paul Celan apuntalan como atlantes el pensamiento de Derrida. Dice Derrida: para ser responsable es necesario que ya no exista mundo, y apuntala Celan con el siguiente verso: “El mundo ha partido, yo debo cargarte”11 Cuando el mundo ya no ofrece asiento, el cuerpo es soporte que se autosustenta. Nancy analiza la expresión “esto es mi cuerpo”; aserción que implica, por un lado, distancia de quién al pronunciarla señala un “esto” aparte de sí mismo, y que por otro implica un sentido de propiedad, por parte de quién al usar el pronombre posesivo “mi” se considera dueño. Nancy advierte la incongruencia que supone el uso de la expresión esto es mi cuerpo, ya que hablar en esos términos del cuerpo, nos conduce a la paradójica dualidad de referirnos a un cuerpo extraño y propio al mismo tiempo. No parece que el cuerpo pueda ser un intruso, una propiedad o un algo ajeno a su portador, y es por ello que el cuerpo no debiera ser considerado nuestro, sino más bien nosotros. Mi cuerpo no me pertenece, yo soy mi cuerpo.

11 Paul Celan, último verso del poema Groβe, glühende Wölbung (Vasta bóveda brillante), del libro de poemas Atemwende (Cambio de aliento), del año 1967, en Obras Completas, Editorial Trotta, Madrid,2013. conVersos 28 / 68


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por: Juan Hospital

Al principio el ojo visitó la médula, y yo nací. Un sexo emergió al lado opuesto del ojo para mirar el tiempo, y lentamente la médula hiló un ovillo de nervios y a su alrededor las horas vinieron a gotear. Esto fue el vientre. El agua tuvo entonces sed de sujetarse, y condensó la piel. Lo blando engendró a su contrario, y el hueso apareció. Hubo un dentro y hubo un fuera, pero el dentro contenía su propio fuera que decía a mí mientras él decía yo. El ojo los puso en la oscuridad y se volvió hacia el afuera de fuera. Tuve rostro, volumen, cuerpo. Estuve lleno e iba siempre hacia adelante. Pero sucede que mi ojo se ha invertido. Ahora veo por detrás, ahora estoy hueco, y mi cuerpo tiene que volver a empezar.12

La principal categoría del cuerpo es, para Nancy, la categoría que denomina el contra, palabra utilizada en el doble sentido de: oposición -en contra- y acercamiento -al encuentro-. El cuerpo lleva en sí la diferencia, el contraste, la resistencia, es fuerza (de repulsión o atracción) situada contra otras fuerzas. Mi cuerpo existe contra el aire que respira, contra la ropa que le envuelve, contra el mundo que le constituye. El cuerpo es preciso en lo singular, ya que puede ser sentido con exactitud en un lugar concreto, por ejemplo, en la punta del dedo gordo del pie derecho, e impreciso en los tipos, ya que dentro de una misma especie de cuerpos pueden darse diferentes configuraciones típicas que responden, a su vez, a una diferente incorporación de apresamientos biológicos, fisiológicos, psicológicos, sociales, políticos o culturales, promovidos desde distintos ámbitos del saber. 12

Bernard Nöel, Extraits du Corps, 2002. Op. Cit. conVersos 28 / 69


Territorios diVersos/”cuerpos escritos/cuerpos excritos”

por: Juan Hospital

Para caracterizar el cuerpo, Nancy da especial relevancia a la piel, a la extensión expuesta, a la superficie abierta al afuera y que envuelve un adentro, al lugar donde acontece el tocar y ser tocado. El resto del cuerpo es, para Nancy, apenas literatura anatómica, fisiología médica o ficción cognitiva. Nancy considera que el cuerpo es lo contrario de lo cerrado, y en consecuencia excluye la posibilidad de alcanzar un discurso que pretenda acotarlo por completo, y nos recuerda que Platón ya habló del discurso como si se tratara del cuerpo de un gran animal bien organizado, con cabeza, cola y corazón en el centro. Hablar del cuerpo no es para Nancy hablar de la plenitud orgánica de un animal completo, es hablar del fin de la clausura, es hablar de lo abierto. Un mundo clausurado no sería un cuerpo. Pero la apertura no excluye la reclusión, para que haya apertura es preciso algo cerrado. De ahí que Nancy diferencie el cuerpo -abierto- de la masa –cerrada–. La masa es lo recogido en sí, lo amasado, y también lo que está en el fondo absoluto, lo que en nuestra tradición de pensamiento filosófico nombramos con el término substancia, el hypokeimenon de Aristóteles, lo subyacente. Nancy señala nuestra tendencia a pensar en el cuerpo como substancia enfrentada al sujeto, y se propone mostrar que el cuerpo no es substancia, sino justamente sujeto. Para Nancy la substancia, que prefiere llamar masa, no tiene extensión: la verdadera idea de substancia no sería el concreto inorgánico en la piedra, sino más bien el punto abstracto, aquello que no teniendo dimensión no podría estar expuesto. El cuerpo no es substancia, no es masa, consiste en exponerse, en ser expuesto y extenso, pero no según la mecánica extensión carente de espíritu o de alma de la cartesiana res extensa.

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por: Juan Hospital

Abramovic y Ulay, en la imagen inferior, no son masa desquiciada en el quicio de una puerta, son cuerpos que abren paso a la performance que lleva por título Imponderabilia, son umbral abierto al mundo, piel tocada.

13

13 Marina Abramovic, Imponderabilia, Bolonia, Semana Internacional de la Performance, 1977 conVersos 28 / 71


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por: Juan Hospital

Chantall Maillard relata que Friedrich Hölderlin, al final de su vida, recluido y enfermo en una clínica a orillas del río Neckar, contestaba a cualquier pregunta que se le hiciera, con la escueta expresión “pallaksch, pallaksch”, una especie de balbuceo, de repetida indeterminación del sentido que rehúye tanto la afirmación como la negación, un balbuceo al que Celan alude en su poema “Tubinga. Enero”, como un signo extrapolable al trauma tras la segunda guerra mundial, una época caracterizada por el derrumbe de la razón y del espíritu optimista:

Si viniera, si viniera un hombre, si viniera un hombre al mundo, hoy, con la barba de luz de los patriarcas: debería, si hablara de este tiempo, debería solo balbucir y balbucir, siempre-, siempreasíasí. (“Pallaksch. Pallaksch.”)14

Para escribir el cuerpo haría falta un repertorio de entradas en el diccionario, una literatura que nos permitiera el acceso, un corpus de palabras que pudieran penetrar los cuerpos. Pero no existe tal corpus ya que los cuerpos 14

Paul Celan, de La rosa de nadie en Obras Completas, Editorial Trotta, Madrid, 2013. conVersos 28 / 72


Territorios diVersos/”cuerpos escritos/cuerpos excritos”

por: Juan Hospital

son impenetrables a las lenguas. La escritura del cuerpo es como una colección de golpes sordos contra un bloque impenetrable, como una inscripción que araña en la piel y lo exaspera. Los cuerpos nada comunican, no hay secreto oculto que quieran revelarnos. Con el lenguaje -prosigue Nancy- que trata de escribir el cuerpo fracasamos doblemente: fracasamos al hablar del cuerpo y al silenciarlo. Para el autor francés: acabar de hablar de los cuerpos es no haber empezado aún. Lo que digo del cuerpo por mi boca, mi boca muda lo silencia. ¿Quién puede tocar el cuerpo con palabras, disipar lo incorporal que las constituye y hacer de ellas un ser inmaterial, un ser palabra? El único acceso al cuerpo es la locura, el sinsentido. Dios ha muerto proclamó Nietzsche, y la muerte de Dios, signo de nuestro tiempo, significa para Nancy que Dios ya no tiene cuerpo. Con la muerte de Dios desaparecen también todas las verdades e interpretaciones sobre el cuerpo, y tal vez no nos quede más que un corpus de descripciones anatómicas, biológicas o mecánicas para decir el cuerpo. Pero Nancy no renuncia en el intento: Es preciso no dejar de presionar la palabra, la lengua y el discurso contra este cuerpo de contacto incierto, intermitente, escondido, y que no obstante insiste. Aquí o ahí, de ello se puede estar seguro, va a seguir un cuerpo a cuerpo con la lengua, un cuerpo a cuerpo de sentido de donde podrá nacer, aquí o ahí, la exposición de un cuerpo, tocado, nombrado, excrito fuera del sentido, hoc enim.15

15 Jean Luc Nancy, Corpus, Arena libros, España, 2013, pág.45.

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Territorios diVersos/”cuerpos escritos/cuerpos excritos”

por: Juan Hospital

Bibliografía

Antonin Artaud, Carta a la vidente, Tusquets Editores, Barcelona, 1971. Bernard Nöel, Extractos del cuerpo, Vaso Roto Ediciones, Madrid, 2019. Chantal Maillard, La razón estética, Laertes, Barcelona, 1998. Héctor Viel Temperley, Hospital Británico, Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, México, 2003. Jacques Derrida, ¿Cómo no temblar?, Conferencia publicada en Acta Poética 30-2, 2009. Jean Luc Nancy, 58 indicios sobre el cuerpo. Extensión del alma, Ediciones La Cebra, Buenos Aires, 2007. Jean Luc Nancy, Corpus, Arena libros, España, 2013. John Ashbery, Tres poemas, DVD poesía, Barcelona, 2004. Paul Celan, Obras Completas, Editorial Trotta, Madrid, 2013.

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Retrato en auto

Rosa Alice Branco es la poeta invitada. Con una escritura original, de enorme sensualidad y sentido del humor, la poesĂ­a de Rosa Alice Branco toca la belleza y la herida y nos permite abrazar el mundo. Pasen y lean. Se deslumbrarĂĄn.


Retrato en auto / Rosa Alice Branco

Rosa Alice Branco

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Retrato en auto / Rosa Alice Branco

AUTO(FOTO)GRAFÍA

He crecido en una sala de cine con vistas al mar. Por eso, no sé si soy un personaje, o si verdaderamente existo, por lo que hay algunas probabilidades de que yo piense o no. Sin embargo, parece ser que escribo. Mi mayor vicio es escribir todo lo que pueda o no gustarme haber escrito. Y la sorpresa de leer lo que he acabado de escribir aunque no me guste lo que he escrito. No hay cualquier problema ontológico u otros: real o virtual, mi mejor amiga es la papelera. De cuestiones dignas de una enciclopedia Borgiana nacen a veces poemas que nada denotan de lo que en mí fermenta. Todo puede ser objeto de poema y el poema tiene en sí mismo cualquier cosa de fundador. Hay veces en las que el lector responde con una mirada cómplice y éste es el gran encuentro. Dentro de la palabra ir al encuentro de alguien e inventar para ese desconocido un lenguaje. Escribo como vivo: bien o mal reinvento los pasos de la escritura. Todo esto al sol y al mar. No sé cuántas ondas de música impregnan mis versos al sol. Y nunca hay un yo que escribe, déjome ser escrita por todas las cosas que empiezan a formar parte de mí, tal como el bazo o el brazo: las cosas que me atrapan en las teclas más sensibles del ordenador.

Rosa Alice Branco

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Retrato en auto / Rosa Alice Branco

A IRREVERSIBILIDADE DO AMOR

Não te importes amor se tivermos a alma em desalinho. Amanhã cortaremos as sombras do quintal sem acreditar que as sombras devam ser sombrias. Mas é reconfortante acreditar na língua e na sabedoria popular e em tudo o que nos torna cúmplices. Não te importes se for outono. Nunca pensaremos que as coisas declinam porque nos amamos, conjugaremos todas as estações com este amor, pagaremos os impostos -agora é mais fácil com a internet-, escreverás cartas e algumas deixarás de escrever porque as penas do edredão são leves e não é saudável resistir ao amor. conVersos 28 / 78


Retrato en auto / Rosa Alice Branco

Não te importes se estivermos ocupados com pequenas coisas. És tão belo a limpar a louça como a dizer um poema, a arrumar os papeis ou a desabotoar-me o vestido. Pão nosso nos dai hoje e a torradeira amanhã bem cedo, o forno quente, a manteiga a escorrer, a tua mão a segurar a chávena e todas as coisas que nos fazem sorrir só porque nos amamos e o sabemos por hoje e pelo tempo que virá, porque resistimos à burocracia e ao cansaço, porque aprendemos a olhar o rio a ver como é diferente quando o dia nasce, quando a noite cai, quando uma chuva miúda torna a terra fértil e cheira a estrume, a merda de alcatrão lavado. Não te importes amor se hoje te amo tanto. Amanhã tem mais uma sílaba e é com ela que te conjugo entre os lençóis. In Da alma e dos espíritos animais (Ed. Campo das Letras)

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Retrato en auto / Rosa Alice Branco

LA IRREVERSIBILIDAD DEL AMOR

No te preocupes amor si tenemos el alma en desaliño. Mañana cortaremos las sombras del jardín sin creer que las sombras deban ser sombrías. Pero es reconfortante creer en la lengua y en la sabiduría popular y en todo lo que nos vuelve cómplices. No te preocupes si es otoño. Nunca pensaremos que las cosas declinan porque nos amamos, conjugaremos todas las estaciones con este amor, pagaremos los impuestos –ahora es más fácil con internet-, escribirás cartas y dejarás de escribir algunas porque las plumas del edredón son leves y no es saludable resistirse al amor. No te preocupes si estamos ocupados con pequeñas cosas. Eres tan bello conVersos 28 / 80


Retrato en auto / Rosa Alice Branco

secando los platos como diciendo un poema, ordenando los papeles o desabotonándome el vestido. Pan nuestro danos hoy y el tostador mañana muy temprano, el horno caliente, la mantequilla vertiéndose, tu mano sosteniendo la taza y todas las cosas que nos hacen sonreír sólo porque nos amamos y lo sabemos por hoy y por el tiempo que vendrá, porque resistimos la burocracia y el cansancio, porque aprendimos a mirar el río a ver como es diferente cuando nace el día, cuando cae la noche, cuando una lluvia menuda vuelve fértil la tierra y huele a estiércol, a mierda de alquitrán lavado. No te preocupes amor si hoy te amo tanto. Mañana tiene dos sílabas más y con ellas te conjugo entre las sábanas.

In Da alma e dos espíritos animais (Ed. Campo das Letras)

Trad: Xosé María Álvarez Cáccamo

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Retrato en auto / Rosa Alice Branco

SEM LIVRO DE RECLAMAÇÕES

No princípio era o verbo e agora ninguém responde. O marido, a amante, a família e os amigos, todos alinhados sobre as campas. Começam pela oração ou o correspondente laico e logo passam às súplicas e aos subornos. Os cemitérios são repartições públicas. Por isso não há respostas. Há noites mal dormidas pelas razões erradas. Esta noite a cama tremeu três vezes. Os teus balbucios na minha boca. A tua pele húmida. Sou o teu epitáfio? A família e os demais continuam a acorrer aos balcões sem os formulários preenchidos. Os mortos já não pertencem às respostas. Qualquer adjectivo apodrece como as flores. conVersos 28 / 82


Retrato en auto / Rosa Alice Branco

Qualquer frase se decompĂľe sem sujeito. Sou apenas uma tatuagem na tua campa. No princĂ­pio era o fim.

In Gado do Senhor (ed. &etc)

conVersos 28 / 83


Retrato en auto / Rosa Alice Branco

SIN LIBRO DE RECLAMACIONES

En el principio era el verbo y ahora nadie responde. El marido, la amante, la familia y los amigos, todos alineados sobre las tumbas. Comienzan por la oración o su correspondiente laico y luego pasan a las súplicas y a los sobornos. Los cementerios son reparticiones públicas. Por eso no hay respuestas. Hay noches mal dormidas por razones erradas. Esta noche la cama ha temblado tres veces. Tus balbuceos en mi boca. Tu piel húmeda. ¿Soy tu epitafio? La familia y los demás aún acuden corriendo a los mostradores sin los formularios rellenados. conVersos 28 / 84


Retrato en auto / Rosa Alice Branco

Los muertos ya no pertenecen a las respuestas. Cualquier adjetivo se pudre como las flores. Cualquier frase se descompone sin sujeto. Soy apenas un tatuaje en tu losa. En el principio era el fin.

In Gado do Senhor (ed. &etc)

Trad: Verรณnica Aranda

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Retrato en auto / Rosa Alice Branco

CARÍCIA DIVINA

Cordeiro do Senhor nunca queiras escravo. A lua como uma hóstia branca ilumina o meu corpo a deslizar no teu. Porque deus é amor e nós fiéis. Porque nos fez com uma carícia assim te acaricio e me cobres de felicidade pela noite dentro. Bendito seja quem assim ama. Livrai-nos Senhor de todos os cordeiros e dai-nos um ao outro cada dia.

In Gado do Senhor (ed. &etc)

conVersos 28 / 86


Retrato en auto / Rosa Alice Branco

CARICIA DIVINA

Cordero del Señor nunca quieras esclavo. La hostia blanca que nos llevamos a la boca es la misma luna llena que ilumina mi cuerpo cuando se desliza en el tuyo. Porque dios es amor y nosotros fieles. Porque nos hizo con una caricia así te acaricio y me cubres de felicidad noche adentro. Bendito sea el que ama así. Líbranos Señor de todos los corderos y danos el uno al otro cada día.

In Gado do Senhor (ed. &etc)

Trad: Verónica Aranda

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Retrato en auto / Rosa Alice Branco

UNS DIAS MAIS QUE A TUA AUSÊNCIA

Há uma menina antiga nos teus olhos. Todas as manhãs espera que acordes para ver tudo o que vês. Não sei como aguenta essa roda-viva em que a trazes. Também nós te vemos deste lado onde agora caminhamos ou coisa parecida e há muito que deixámos de voar. Só quando entramos na infância ao mesmo tempo é que dizemos: - deve haver um cruzamento para lá. Mas é tão raro achá-lo e nunca dizes se também te perdes de nós porque entrar na infância é só dizer o que foi dito de outro modo. O quintal guarda-nos as sementes. conVersos 28 / 88


Retrato en auto / Rosa Alice Branco

Estão depositadas num cofre que perdeu a chave. Através das paredes ouço um riso de menina e uma casa à ilharga. Quando anoitece ela livra-te das sombras enquanto puder crescer. Não a deixes assim à espera

sem lhe dizeres que não vais acordar.

In Concerto ao vivo (ed. &etc)

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Retrato en auto / Rosa Alice Branco

UNOS DÍAS MÁS QUE TU AUSENCIA

Hay en tus ojos una niña antigua. Todas las mañanas espera que despiertes para ver todo lo que ves. No sé como aguanta esa barahúnda en la que la traes. También nosotros te vemos desde este lado donde ahora caminamos o algo parecido y hace mucho que dejamos de volar. Sólo cuando entramos en la infancia al mismo tiempo decimos: -debe haber un cruce hacia allá. Pero es tan raro encontrarlo y nunca dices si también te pierdes de nosotros porque entrar en la infancia es sólo decir lo que fue dicho de otro modo. El jardín nos guarda las semillas. Están depositadas en un cofre que perdió la llave. Oigo a través de las paredes una risa de niña conVersos 28 / 90


Retrato en auto / Rosa Alice Branco

y una casa a la cintura. Cuando anochece ella te libra de las sombras mientras pueda crecer. No la dejes así a la espera

sin decirle que no vas a despertar.

In Concerto ao vivo (ed. &etc)

Trad: Xosé María Álvarez Cáccamo

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Retrato en auto / Rosa Alice Branco

SOUND DESIGN (variações de GoldBeat) ao meu filho Hugo Os teus dedos batem nas teclas sem parar. Não sentes como deixas a porta aberta, a mochila no chão, a música no ar. As notas brincam docemente e explodem no perímetro urbano da sala. A velocidade dos teus dedos modificou os circuitos cerebrais, o cerebelo cresce a 800 notas por minuto e os meus dedos nas teclas do computador batem a uma frequência indigna dos teus dedos. As células do ouvido interno movem-se como 3000 pestanas entre o sono e a vontade de vigília: sim, tocas entre o que te resiste e a velocidade da luz. As notas são apenas energia e nem preciso de uma ressonância magnética para ver os teus neurónios activados com as notas suspensas no tecto, vibrando nas cordas do coração com que te ouço. conVersos 28 / 92


Retrato en auto / Rosa Alice Branco

Ela entra agora no poema, pousa nos teus lábios um beijo suave que parte a velocidade supersónica até ao cérebro primitivo. Mais um beijo e logo as tuas mãos regressam à pauta com os neurónios cintilando sinapses pelas teclas do amor. Ela entra na nudez do teu quarto e as notas apressam-se a aquecer a geometria do edredão. Quase depois, entras tu em notas fulvas e vivazes, lentas quando se prolongam em diapasão e eu continuo a escrever este poema, o meu hipotálamo adora o chocolate que se derrete na boca que se derrete pouco a pouco enquanto as ondas dos meus versos enchem a página do ecrã.

In Traçar um nome no coração do branco (ed. Assírio e Alvim)

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Retrato en auto / Rosa Alice Branco

SOUND DESIGN (variaciones de GoldBeat) a mi hijo Hugo Tus dedos golpean las teclas sin parar. No sientes como dejas la puerta abierta, la mochila en el suelo, la música en el aire. Las notas juegan dulcemente y explotan en el perímetro urbano de la sala. La velocidad de tus dedos modificó los circuitos cerebrales, el cerebelo crece a 800 notas por minuto y mis dedos en las teclas del ordenador golpean a una frecuencia indigna de tus dedos. Las células del oído interno se mueven como 3000 pestañas entre el sueño y la voluntad de vigilia: sí, tocas entre lo que se te resiste y la velocidad de la luz. Las notas son solamente energía y no necesito resonancia magnética para ver tus neuronas activadas con las notas suspendidas del techo, vibrando en las cuerdas del corazón con que te oigo. Ella entra ahora en el poema, posa en tus labios un beso suave que parte a velocidad supersónica hasta el cerebro primitivo. Un beso más y luego tus manos regresan a la pauta con las neuronas centelleando sinapsis por las teclas del amor. Ella entra en la desnudez de tu cuarto y conVersos 28 / 94


Retrato en auto / Rosa Alice Branco

las notas se apresuran a calentar la geometría del edredón. Justo después, entras tú en notas ocres y vivaces, lentas cuando se prolongan en diapasón y yo sigo escribiendo este poema, mi hipotálamo adora el chocolate que se derrite en la boca que se derrite poco a poco mientras las ondas de mis versos llenan la página de la pantalla.

In Traçar um nome no coração do branco (ed. Assírio e Alvim)

Trad: Xosé María Álvarez Cáccamo

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Retrato en auto / Rosa Alice Branco

A SOLEIRA DA PORTA: GLAD FOR THE PRIVACY (While others may prefer Julião Sarmento)

A soleira da porta. O ímpeto inscrito no pé. Enquanto outros comem pão e inércia para terem tempo de não escolher. Se a palavra “saia” por exemplo, for mais prosaica do que a palavra“ vestido” e a anca mais carnívora quando impele o vestido, mais etérea que na saia enquanto outros. Um homem espera-a no quarto. Se a soleira for um limiar para a verdade não restará um minuto de beleza. De tronco nu, a espera. Há uma linguagem invisível entre o homem e a mulher, esta provisoriamente em pausa equídea sobre o pé desnudo. O corpo está lançado. A mulher veste o único lugar que indetermina a sua vida, o seu rosto, os ombros soltos no vestido. Os passos de ir e vir preparam-se do cimo, do olhar que trocam, ou talvez ela queira simplesmente surpreendê-lo. Reter este momento seria anulá-lo e no entanto é difícil resistir à perfeição: a soleira é o lugar provisório de todos os possíveis. Indiferente às preferências dos outros, a mulher. De onde veio? Tímido movimento oblíquo das pernas acariciando conVersos 28 / 96


Retrato en auto / Rosa Alice Branco

a palidez do vestido. Abraça-o e ele sussurra-lhe nada. Só para este fogo que enevoa a voz sem palavras dentro das entranhas. Amas-me? Enquanto outros podem preferir o silêncio. Cadências. Passas-me as calças? Foi bom, sim foi bom: talvez outra vez. Afinal como te chamas? Enquanto outros podem preferir saber o nome à entrada e gritá-lo estrebuchantemente. A mulher à soleira ignora ainda que o amor não é a moldura da porta e a transparência do vidro confunde-a. Mas o corpo está lançado e nada lhe apazigua o ventre. Usa o movimento que a ousa enquanto outros tentam a todo o custo estar definitivamente em nula parte. Já nos olhos se abraçam ternamente antes de se precipitarem no branco do lençol. O homem ama-a com os olhos e com a vida. Fazem café enquanto a água corre e a mulher ferve e ele repete palavras quotidianas. Ela está no limiar, um pé pousa-a enquanto o outro voa de um limiar a tantos, de um limiar aberto onde todos os nomes, todos os rostos são um conjunto infinito. In Traçar um nome no coração do branco (ed. Assírio e Alvim)

conVersos 28 / 97


Retrato en auto / Rosa Alice Branco

LA SOLERA DE LA PUERTA: GLAD FOR THE PRIVACY (While others may prefer Julião Sarmento)

La solera de la puerta. El ímpetu inscrito en el pie. Mientras otros comen pan e inercia para tener tiempo de no escoger. Si la palabra “falda” por ejemplo, fuera más prosaica que la palabra “vestido” y la cadera más carnívora cuando impulsa el vestido, más etérea que en la falda mientras otros. Un hombre la espera en el cuarto. Si la solera fuera un umbral para la verdad no quedaría un minuto de belleza. De tronco desnudo, la espera. Hay un lenguaje invisible entre el hombre y la mujer, ésta provisionalmente en pausa equina sobre el pie desnudo. El cuerpo está lanzado. La mujer viste el único lugar que indetermina su vida, su rostro, los hombros sueltos en el vestido. Los pasos de ida y vuelta se preparan desde la cima y las miradas cruzadas, o tal vez ella quiera simplemente sorprenderlo. Retener este momento sería anularlo y todavía es difícil resistir a la perfección: la solera es el lugar provisional entre todos los posibles. Indiferente a las preferencias de los otros, la mujer. ¿De dónde vino? Tímido movimiento oblicuo de las piernas acariciando conVersos 28 / 98


Retrato en auto / Rosa Alice Branco

la palidez del vestido. Lo abraza y él le susurra nada. Solo para este fuego que nubla la voz sin palabras dentro de las entrañas. ¿Me amas? Mientras otros pueden preferir el silencio. Cadencias. ¿Me pasas los pantalones? Estuvo bien, sí, estuvo bien: puede que otra vez. ¿Cómo dices que te llamas? Mientras otros pueden preferir saber el nombre a la entrada y gritarlo convulsivamente. La mujer a la solera ignora todavía que el amor no es el marco de la puerta y la transparencia del cristal la confunde. Mas el cuerpo está lanzado y nada le apacigua el vientre. Usa el movimiento que la osa mientras otros intentan a toda costa estar definitivamente en ninguna parte. Ya en los ojos se abrazan tiernamente antes de precipitarse en el blanco de las sábanas. El hombre la ama con los ojos y con la vida. Hacen café mientras el agua corre y la mujer hierve y él repite palabras cotidianas. Ella está en el umbral, un pie la posa mientras el otro vuela de un umbral a tantos, de un umbral abierto donde todos los nombres, todos los rostros son un conjunto infinito.

In Traçar um nome no coração do branco (Ed. Assírio e Alvim)

Trad: Xosé María Álvarez Cáccamo conVersos 28 / 99


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UM XAILE PRETO EM CADA FADO (A ronda da noite na viela)

Há gotas de visível a rondar o fim do dia que súbito se apaga em cinza. A rua passa numa mulher de xaile apertado. Deixou há pouco de suspirar pelo seu amor, digo, pela chegada dele. Agora que só o xaile a cinge aperta-se nas franjas negras da noite. Sendo dia — amanhã e não ontem ou antes quando as romãs tingiam de calor suculento — cada hora se toma de frutos sombrios que se afastam dos lençóis ao rubro num comboio de subúrbio, mas podia ser num bruto Mercedes: assim como assim o fim do amor é indiferente a lantejoulas ou brilhantes, porque só o brilho dos olhos nos conta as estações da alma. Podia ter trocado a mulher por uma adolescente sem xaile, a flor por uma tulipa, mas só pôde ter morrido numa cama de hospital: depois de passar por tantas camas apenas um lençol agora o cobre. Só a memória amorna um pouco a vida, como um copo de leite, vá bebe ao menos alguma coisa. Quem diria que as noites foram tórridas, as mãos dele escorriam por ela como um vinho esponjoso agarrado às paredes da malga. A mulher esquece-se de apressar os passos, porque o corpo conVersos 28 / 100


Retrato en auto / Rosa Alice Branco

sabe que já nada a espera, nem a casa é casa. Escusa-se a palavras de consolo. Caminhar pela ruela e esta desembocar na mesma rua, pois o sentido é um pântano pestilento de dor crua dentro do xaile que não aquece o frio. Por agora, pensa o tipo à varanda da viela ao atirar a beata à rua. Depois da tempestade passar, ele tem-na como certa e já se baba nesta mesma noite em que a dor dela a torna impenetrável.

In Traçar um nome no coração do branco (Ed. Assírio e Alvim)

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Retrato en auto / Rosa Alice Branco

UN CHAL NEGRO EN CADA FADO (Ronda de noche en la callejuela)

Hay gotas de lo visible rondando el fin del día que de repente se apaga en ceniza. La calle pasa por una mujer de chal apretado. Dejó hace poco de suspirar por su amor, digo, por su llegada. Ahora que solo el chal la ciñe se estrecha en los flecos negros de la noche. De día – mañana y no ayer ni antes cuando las granadas se teñían de calor suculento – cada hora se empapa con frutos sombríos que se apartan de las sábanas al rojo vivo en un tren de cercanías, pero podría ser en un Mercedes bestial: sea como sea el fin del amor es indiferente a lentejuelas o brillantes, porque solo el brillo de los ojos nos cuenta las estaciones del alma. Podría haber cambiado a la mujer por una adolescente sin chal, la flor por un tulipán, pero solo pudo haber muerto en una cama de hospital: después de pasar por tantas camas ahora apenas una sábana lo cubre. Solo el recuerdo entibia un poco la vida, como un vaso de leche, venga, bebe al menos un poco. Quién diría que las noches fueron tórridas, las manos de él se escurrían por ella como un vino peleón agarrado a las paredes del cuenco. La mujer se olvida de apresurar el paso porque el cuerpo conVersos 28 / 102


Retrato en auto / Rosa Alice Branco

sabe que ya nada la espera, ni la casa es casa. Evita las palabras de consuelo. Andar por la callejuela y desembocar ésta en la misma calle, pues el sentido es un pantano pestilente de crudo dolor dentro del chal que no calienta el frío. Por ahora, piensa el tipo en el balcón de la callejuela al lanzar a la calle la colilla. Después de la tempestad, él la da por segura y ya se le cae la baba en esta misma noche en que el dolor de ella la vuelve impenetrable.

In Traçar um nome no coração do branco (Ed. Assírio e Alvim)

Trad: Xosé María Álvarez Cáccamo

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DESIGN NO FEMININO (as mulheres nas estrelas de alcatrão)

à Sofia Costa

As mulheres conhecem-se pelo andar. Não é a velocidade dos saltos ou a idade tardia com que chegam ao café. Depois dos raios cruzarem os ares e a rua estar deserta elas abrem as portas e lançam centelhas pelos poros fêmea até depois dos cem. Quando são avós as mulheres inventam mimos como uma equação puramente matemática, porque o amor das mulheres é rigoroso até à infusão de frutos, ou folhas de tília a florar a próxima aventura dos meninos. Já todas nos sentimos assim, amadas até ao infinito e sem saber o que fazer com ele. É por isso que as bolsas das mulheres são a terra do nunca com um final feliz, quando encontram a chave e o batom e abrem as portas de vermelho em sangue nos lábios com que beijam a vida e o chocolate. Sabemos que são elas pelo andar e não está em causa se é chato o pé ou as pernas tortas. Se as conhecemos tão bem é porque estão longe da perfeição e ao falarem dela riem-se da coxa enfeitada de celulite quanto baste para escapar ao photoshop. Se o andar conVersos 28 / 104


Retrato en auto / Rosa Alice Branco

as distingue é porque caminham com sorriso de ave nos olhos da gente que ao passar recebe bolinhos da avó ou uma sopa quente. As mulheres dependem da estação do ano na temperatura com que se dão, dependem dos comboios e das bicicletas porque o andar é inefável de ténis ou muletas. Quando as mulheres se cruzam entre duas ruas não sabem de si, da raça inconfundível que geram a dançar ou coxear, da fusão dos meteoros no seu ventre de mãe ou de bebé, porque o umbigo das mulheres é mesmo o centro do mundo e lá no meio há um círculo de bondade a abrir como se fosse um descapotável e elas uma noite de verão, ou só de estrelas. Há uma linha directa entre o andar e o calor do ventre. É por isso que o colo das mulheres é valioso como uma estrela e se reflecte no andar para que todos saibam que são elas, as mulheres, e rebentem o desemprego e o desamor, a escavar o amanhã e o depois num país sem tréguas. Tudo isto porque as mulheres passam e o andar delas nunca promete ou mente. Simplesmente dá.

In Traçar um nome no coração do branco (Ed. Assírio e Alvim)

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Retrato en auto / Rosa Alice Branco

DISEÑO EN FEMENINO (las mujeres en las estrellas de alquitrán) à Sofia Costa Las mujeres se conocen por su andar. No es la velocidad de los saltos o la edad tardía con que llegan al café. Después de que los rayos crucen el aire y estar desierta la calle ellas abren las puertas y lanzan centellas por los poros hembra hasta después de los cien. Cuando son abuelas las mujeres inventan mimos como una ecuación puramente matemática, porque el amor de las mujeres es riguroso hasta la infusión de frutos, o de hojas de tila floreciendo la próxima aventura de los niños. Ya todas nos sentimos así, amadas hasta el infinito y sin saber qué hacer con él. Por eso los bolsos de las mujeres son la tierra de nunca con un final feliz, cuando encuentran la llave y la barra de labios y abren las puertas de rojo en sangre en los labios con los que besan la vida y el chocolate. Sabemos que son ellas por sus andares y no está en causa si es plano el pie o torcidas las piernas. Si las conocemos tan bien es porque están lejos de la perfección y al hablar de ella se ríen del muslo adornado de celulitis cuanto baste para escapar del photoshop. Si el modo de andar conVersos 28 / 106


Retrato en auto / Rosa Alice Branco

las distingue es porque caminan con sonrisa de ave en los ojos de la gente que al pasar recibe bollitos de la abuela o una sopa caliente. Las mujeres dependen de la estación del año en la temperatura con que se dan, dependen de los trenes y de las bicicletas porque el andar es inefable con zapatillas o muletas. Cuando las mujeres se cruzan entre dos calles no saben de ellas, de la raza inconfundible que generan al danzar o cojear, de la fusión de los meteoros en su vientre de madre o de bebé, porque el ombligo de las mujeres es el centro mismo del mundo y allá en el medio hay un círculo de bondad que se abre como si fuese un descapotable y ellas una noche de verano, o sólo de estrellas. Hay una línea directa entre el andar y el calor del vientre. Por eso el regazo de las mujeres es valioso como una estrella y se refleja en el andar para que todos sepamos que son ellas, las mujeres, y revientan el desempleo y el desamor, excavando el mañana y el después en un país sin treguas. Todo esto porque las mujeres pasan y sus andares nunca prometen o mienten. Simplemente dan.

In Traçar um nome no coração do branco (Ed. Assírio e Alvim)

Trad: Xosé María Álvarez Cáccamo conVersos 28 / 107


Retrato en auto / Rosa Alice Branco

SUSPEITOS DO COSTUME

Vieram ter comigo esses dias. Perdidos no fundo de um saco, o acaso a transplantar o coração. Quem podia adivinhar que o teu corpo era a alavanca do meu? A física do vício está oculta pelas entranhas (jura ela). Não basta tirares a roupa para abrires os poros da pele. Por isso muda o coração. Não é a ti que o digo. Há mais gente apinhada nos passeios à espera da morte. Os olhos são os primeiros a morrer, os últimos a chegarem ao céu. E lá que até a inércia é cheia de pureza podes flutuar na eternidade. Não me encontrarás (ela o diz) a dois palmos da terra. Nasceram-me pés e mãos para escrever o que desfiz. Mas as perguntas ficam a salvo de nós. Não temas os teus lábios. São apenas a porta, a fresta por onde a morte te trai. Mas eu quero-te vivo ainda uma noite, uma noite de tréguas conVersos 28 / 108


Retrato en auto / Rosa Alice Branco

assinadas ao rubro. E não subestimes os teus lábios só porque não os sangrei até ao fim. Por onde entraria amanhã na tua boca? És o meu melhor vinho e nunca desperdiço um ritual. O teu rosto tem uma dor escancarada nos sulcos da infância. Lima as unhas, amor, pelo fundo ventre que te abriu os olhos. Lima as tuas mortes sucessivas até achares só uma que te sirva. Sabemos do que estamos a falar. Que ninguém suspeite da doçura deste amor: a única violência indispensável. É assim: embalo os teus pavores com as mãos na garganta. E se aperto, aperto os teus gemidos no punhado branco do lençol. Tanta luta para uma glória (sentem eles) a enroscar-se nos despojos da alegria. Perguntas-me se tenho sede. Os teus lábios sem esperar resposta. A vida arranha os calcanhares. Descalça-te, que as feridas só abrem para o medo.

In O mundo não acaba no frio dos teus ossos (pensa ela), (ed. Quasi)

conVersos 28 / 109


Retrato en auto / Rosa Alice Branco

SOSPECHOSOS HABITUALES

Vinieron a mí esos días. Perdidos en el fondo de un saco, la casualidad trasplantando el corazón. ¿Quién podía adivinar que tu cuerpo era la palanca del mío? La física del vicio está oculta por las entrañas (jura ella). No basta que te quites la ropa para abrir los poros de la piel. Por eso muda el corazón. No es a ti a quien se lo digo. Hay más gente apiñada en las aceras a la espera de la muerte. Los ojos son los primeros en morir, los últimos en llegar al cielo. E incluso allí donde la inercia está llena de pureza puedes fluctuar en la eternidad. No me encontrarás (lo dice ella) a dos palmos de la tierra. Me nacieron pies y manos para escribir lo que deshice. Pero las preguntas quedan a salvo de nosotros. No temas a tus labios. Son sólo la puerta, la rendija por donde la muerte te traiciona. Pero yo te quiero vivo una noche más, una noche de treguas firmadas al rojo vivo. Y no subestimes tus labios conVersos 28 / 110


Retrato en auto / Rosa Alice Branco

sólo porque no los hice sangrar hasta el final. ¿Por donde entraría mañana en tu boca? Eres mi mejor vino y nunca desperdicio un ritual. Tu rostro tiene un dolor abierto en los surcos de la infancia. Lima las uñas, amor, por el profundo vientre que te abrió los ojos. Lima tus muertes sucesivas hasta encontrar sólo una que te sirva. Sabemos de qué estamos hablando. Que nadie sospeche de la dulzura de este amor: la única violencia indispensable. Así es: acuno tus pavores con las manos en la garganta. Y si aprieto, aprieto tus gemidos en el puñado blanco de la sábana. Tanta lucha para una gloria (sienten ellos) enroscándose en los despojos de la alegría. Me preguntas si tengo sed. Tus labios sin esperar respuesta. La vida araña los talones. Descálzate, que las heridas sólo se abren para el miedo.

In O mundo não acaba no frio dos teus ossos (pensa ela), (ed. Quasi)

Trad: Xosé María Álvarez Cáccamo

conVersos 28 / 111


Retrato en auto / Rosa Alice Branco

TOALHA DOMÉSTICA

Não deixes o beijo sobre a mesa. Os frutos apodrecem à espera, a carne está a ficar fria e quando sacodes a toalha o beijo vai para o lixo com as migalhas, vai para a máquina de lavar contorcer-se (o corpo deles) a afogar-se em vão. Tu sabes que é só mais um de tanto desperdício. A toalha estendida ao sol não está mais limpa, é apenas o tecido das mortes sucessivas. Mas eu esgalho a fresta por onde escapo ilesa, o vestido amarrotado (das mãos dele) atirado ao chão. Há vincos no abraço sobre a cama, golpes imortais em cada grito que desce da garganta pelas pernas, enquanto a máquina conta as rotações da água como se fosse o mundo em carne viva com árvores nascidas no incêndio das folhas. Mas até este mundo é condicional. A toalha conVersos 28 / 112


Retrato en auto / Rosa Alice Branco

está na tábua de passar a ferro, o algodão em brasa sofre apenas um calor doméstico a tirar acaso alguma marca que ficou dos lábios atiçados, da mesa nua a ranger no movimento da terra. Sentes agora a translação (no ventre dela), o suco quente dos frutos a transbordar a taça onde me bebes sem medir a sede. Mas já as mãos úteis dobram a toalha. Será apenas mais um cadáver guardado no armário cuidadosamente empilhado sobre os outros. As flores estampadas de vermelho atormentam-te o sono e definham os dias como se o beijo (a tremer na boca deles) viesse ferir de amor a escassez da tua morte e tu ficasses empalado sobre os campos de trigo como um espantalho a afugentar os corvos da alegria.

In O mundo não acaba no frio dos teus ossos (pensa ela), (ed. Quasi)

conVersos 28 / 113


Retrato en auto / Rosa Alice Branco

TOALLA DOMÉSTICA

No dejes el beso sobre la mesa. Los frutos se pudren en la espera, la carne se está quedando fría y cuando sacudes la toalla el beso va a la basura con las migajas, va a la lavadora a retorcerse (el cuerpo de ellos) a ahogarse en vano. Tú sabes que es sólo uno más de tanto desperdicio. La toalla extendida al sol no está más limpia, es sólo el tejido de las muertes sucesivas. Pero yo desgajo la grieta por donde escapo ilesa, el vestido arrugado (de las manos de él) tirado en el suelo. Hay pliegues en el abrazo sobre la cama, golpes inmortales en cada grito que desciende de la garganta por las piernas, mientras la máquina cuenta las rotaciones del agua como si fuese el mundo en carne viva con árboles nacidos en el incendio de las hojas. Pero hasta este mundo es condicional. La toalla conVersos 28 / 114


está en la tabla de planchar, el algodón en brasa sufre sólo un calor doméstico que quita tal vez alguna marca que quedó de los labios atizados, de la mesa desnuda que cruje en el movimiento de la tierra. Sientes ahora la traslación (en el vientre de ella), el jugo caliente de los frutos que desbordan la taza donde me bebes sin medir la sed. Pero ya las manos útiles doblan la toalla. Será sólo un cadáver más guardado en el armario cuidadosamente apilado sobre los otros. Las flores estampadas en rojo te atormentan el sueño y debilitan los días como si el beso (que tiembla en la boca de ellos) viniese a herir de amor la escasez de tu muerte y tú quedases empalado sobre los campos de trigo como un espantapájaros ahuyentando a los cuervos de la alegría.

In O mundo não acaba no frio dos teus ossos (pensa ela), (ed. Quasi)

Trad: Xosé María Álvarez Cáccamo conVersos 28 / 115


Retrato en auto / Rosa Alice Branco

Notas sobre la poeta

universidades de los Estados Unidos, en 2018, se publica en Nueva York una versión española del mismo libro en formato plaquette, por la editorial PEN Press.

Rosa Alice Branco es poeta, ensayista, investigadora, tradutora y curadora cultural.

También en 2018, su libro de poemas Traçar um nome no coração do branco es publicado por la editorial portuguesa Assírio & Alvim.

Es Doctora en Filosofía Contemporánea e investigaación en las áreas de Neuropsicología de la Percepción y de Estética (Instituto de Media, Cultura e Design). Ha publicado 3 libros de ensayo, uno de los cuales en Brasil.

Organiza en VIC //Aveiro Arts House “Em Voz Alta” - sesiones en el área de la Literatura e otras Artes. Es de su autoría “A Moda dos livros: desfile literário”, del que es también curadora.

Tiene publicados 12 libros de poesía en Portugal, incluido su obra poética reunida Soletrar o Dia (2002). Su primer libro, Animais da Terra, vio la luz en 1988. En el extranjero, la autora tiene libros de poemas publicados en Estados Unidos, Italia, Brasil, Suiza, Luxemburgo, Quebec, Túnez, España, Venezuela (obra reunida) y Córcega, además de poemas publicados en Revistas, en casi todas las lenguas.

Es miembro de la Comisión Científica del Encuentro Internacional “O Cinema e as outras Artes”, que se realiza en Portugal, en la Universidad de Beira Interior.

En 2016 su libro de poemas Cattle of the Lord fue publicado en los Estados Unidos por Mlkweed editions, siendo considerado, por la Chicago Review of Books, uno de los 10 mejores libros del mes y uno de los 12 mejores libros de Poesía de 2016. Durante una digresión con lecturas y debates en varias conVersos 28 / 116


Obras pĂşblicas

Las publicaciones de los conVersos


Obras públicas Antoni a R oig

Ca rme n Díaz -Maroto

Nueve piezas de fuga y tres divertimentos

Alguien Surge

Ediciones Vitruvio, 2012.

Polibea, 2014.

Pavana y aria para un adiós

Alimento del aire

Alacena Roja, 2013.

Premio Blas de Otero de Poesía, 2006. Universidad Complutense, 2007

C ar m e n C r e s p o

Esthe r L u cio Marin o

lana

Editorial Trea, 2019.

pájaros, caballos

Cómo trabajar una duna

Editorial Devenir, 2014.

Ediciones Gabriel Viñals, 2017.

Teselas

Bricolaje (con el pseudónimo Javier Koblan)

Lf ediciones, 2006.

XIII Premio de Poesía César Simón 2016.

Editorial Denes, 2016.

Todo ardió Luminoso

Armagord, 2016.

Cuerpo o el corazón del mundo todavía

Filiación

Editorial Sol y Sombra, 2015.

Premio Flor de Jara de Poesía 2016.

De música y otras pieles

Diputación de Cáceres, 2017.

Eva Y á rn oz

U niversalia

Editorial Polibea, 2015.

Poemario breve

T al

vez huésped

Editorial Devenir, 2014. Premio de Poesía Bal Hotel, 2013

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Neopátria, 2015. C auces

Editor Manuel Ayllon, 2014.

ante Rem

del que teje

Ediciones Trea, 2019.


Obras públicas Fran García

M a rga Mayord omo

Mare Nostrum XXI Certamen de Poesía Marc Granell

Edicions 96, 2018

J os é Pé r e z C a r r a n q ue No sabría decirte

Pájaros Tattoo Cuadernos del Laberinto, 2019.

Dedos de Martini-Dry. Colección Melbea, 2014.

M igue l Cu erd o Mir

XIV Premio “Águila de poesía”

Álgebra de la memoria

Ilmo. Ayuntamiento de Aguilar de Campoo, 2018

Ediciones Vitruvio, 2012.

J uan H os p it a l

Gris: una teoría

Amargord, 2012.

M igue l d e Fran cisco

(1949-2012)

Dalton Peabody (Poesía completa) Amargord ediciones, 2012.

Nie ve s Pu lid o J ul i o Cé s a r N a v a r r o

(1970-2009)

Todo sigue así (Poesía completa)

If ediciones, 2009.

Grandes éxitos

XXVI Premio Gerardo Diego de Poesía, 2010. Excma. Diputación de Soria, 2011.

Tirsa Caja

Los más queridos nombres Amargord ediciones, 2011

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Ficha técnica

Grupo de los poetas conVersos:

En la portada:

Alicia Naya, Antonia Díaz Rodríguez, Carmen DíazMaroto, Carmen Crespo, Claudio Carrillo Aranda, Esther Lucio Marino, Eva Yárnoz, Fran García, José Pérez Carranque, Juan Hospital, Manuela Sola Castro, Marga Mayordomo, Miguel Cuerdo, Nieves Pulido, Paloma Espartero, Pepe Alcamí y Tirsa Caja

Fotografía de Esther Lucio Marino

Y también: Elisa Fernández de Castro, Julio César Navarro y Miguel de Francisco

Diseño y maquetación: Manuela Sola Castro

Correctoras de estilo: Esther Lucio Marino y Nieves Pulido

Comité de redacción: Carmen Díaz-Maroto, Carmen Crespo, Esther Lucio Marino, José Pérez Carranque, Manuela Sola Castro, Nieves Pulido y Tirsa Caja

Secretaria: Carmen Díaz-Maroto

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La revista fue ideada en: Café Ajenjo, Madrid, 2010 (cafeajenjo.com)

Número 28 editado digitalmente el día 9 de febrero de 2020


conVersos

revista de poesía#añoX#nº28 feberero 2020



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