conVersos nº27

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conV ersos Revista de poesía # año IX # nº 27

Poeta invitada: Marta Pessarrodona


Índice

Carnet de identidad

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Territorios diVersos Chaves

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Un relato de Manuela Sola Castro

Poética a la carta Ciberpoesía Por: Juan Carlos Fernández Sanz

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Retrato en auto Marta Pessarrodona

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Lista de publicaciones de los conVersos

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Fondo de armario Alicia Naya

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José Pérez Carranque

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Marga Mayordomo

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Miguel Cuerdo

33

Paloma Espartero

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Una cierta mirada (1ª parte)

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Mirador

Los conVersos Tirsa Caja, Esther Lucio Marino, Claudio Carrillo, Carmen Díaz-Maroto Fran García y José Pérez Carranque se inspiran en los collages de Luis Ortega Chamarro Notas sobre el artista y poeta Luis Ortega Chamorro

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Obras públicas

Ficha técnica

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Carnet de identidad / Carmen Díaz-Maroto

Esperanza-deseo

Comienza el curso y, como todo comienzo, atesora una carga de misterio sometido al deseo y la esperanza. Algunos proyectos aún no han tomado forma, empiezan a germinar en una cabeza y se extenderán por el cuerpo hasta llegar a las manos, obreras eficaces y resolutivas. Otros ya iniciaron su andadura, aunque necesiten que se vele por ellos para que no se tuerzan y alcancen tierra próspera teniendo en cuenta sus propias derivas. Casi todas las tareas que iniciamos tienen un punto de fuga, un algo que se escapa de la más estricta materia. Algo dentro de nosotros se rebela a la uniformidad de lo que hacemos, busca un hacer lo mismo pero que resulte diferente. Quizás la búsqueda de esa diferencia, que se vuelve necesidad, sea la cosa en sí, que lo aprehendido se revele. Aquello que nos surge está custodiado por el deseo y la esperanza, de manera que es difícil identificar cuál de los dos se apega más al otro, cual es más poderoso. Si el deseo logra determinarnos de una manera tan radical que consigue que obremos incluso en el terreno de la desesperación para que, a puro golpe de empecinamiento, seamos capaces de materializar una realidad, un ser en acto o si, por el contrario, será la esperanza la que, adherida a la idea, a la fantasmagoría del ser en potencia, nos inflamará de la energía suficiente para que el esfuerzo no decaiga en ese “a pesar de” y suceda el acontecimiento. Cuesta decantarse e incluso se puede llegar a pensar que, a pesar de ser palabras distintas con connotaciones y significados diferentes, ambas persiguen el mismo fin: la materialización de lo imposible. Ni la esperanza ni el deseo, por sí mismos, tienen valor. La esperanza pone en funcionamiento una voluntad para que el acontecimiento, movido por el deseo, se produzca. Ambos imbricados, mezclándose y esforzándose para conseguir su fin. ¿Y qué es sino deseo y esperanza la voluntad de los collages de Luis Ortega Chamarro para que la mirada del artista se convierta en palabras? O la rotundidad de Marta Pessarrodona afirmando “deprés de la poesía no hi ha res” ¿no guarda el deseo y la esperanza de que la poesía abra el mundo, lo aclare, lo pula? ¿qué sostiene el lenguaje de programación al crear poemas, como nos muestra Juan Carlos Fernández Sanz? ¿No se unen a este esfuerzo los poetas que en este número aparecen? ¿Todos los poetas? Así que empecemos dando las gracias a aquellos que, con sus palabras, sus imágenes, su música (también silabeo) nos dejan la fuerza suficiente para afrontar la vida como energúmenos y entusiastas, impregnados de esperanza y deseo. Seamos pues poetas hasta para resolver un cubo Rubik.

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Poética a la carta Juan Carlos Fernández Sanz nos reta a entrar en el mundo de la Ciberpoesía y descubrir al nuevo poeta. El poeta programador.


Poética a la carta / Ciberpoesía / Juan Carlos Fernández Sanz DAILYGRIND import java. util.Date; public class DailyGrind { public static final void main(String[ ] args) { boolean its_time_to_go_home = false; boolean away_the_hours = true; while ( away_the_hours) { Date now = new Date( ) ; its_time_to_go_home = now. getHours( )

CiberPoesía

> 17

&& now. getMi nutes( ) > 30; if ( its_ti me_to_go_home) { break; }

}

}

}

try { Thread. sleep( 60000) ; } catch (InterruptedException e) { / / ignore }

Paul Illingworth // Java conVersos 27 / 5


Poética a la carta / Ciberpoesía / Juan Carlos Fernández Sanz

conclusión (empezamos haciendo clic en el hipervínculo “conclusión” del final del texto). Por lo que llevamos visto hasta ahora, habrá quien se muestre escéptico e incluso refractario a las poéticas derivadas de las nuevas tecnologías. Aparte del recelo de tales tecnologías por sí mismas, que tienden a desembocar, como hemos dicho, en un peligrosísimo big brother digital, donde no sólo la vigilancia y el control sino también la manipulación y censura son sobreabundantes, la propia poesía electrónica/digital (clic) tiene lógicamente, como cualquier artefacto o actividad humana, su lado defectuoso, limitado, incompleto. La lectura derivada de la pantalla mismamente, que es menos íntima que la de un libro por las enormes acumulaciones de textos, enlaces y opciones donde dirigir la vista, se hace más lábil, más epidérmica, inquieta, suele resbalar de un lado a otro sin tanta fijeza ni ahondamiento. Los propios aparatos y programas, verdaderos “juguetes”, atrapan la atención tanto o más que la posible propuesta poética efectuada con ellos, dando lugar a un proceso de trivialización y hasta de infantilización. Por otra parte, estas nuevas tecnologías en comparación con el libro tienen, como dijimos, algo de autodestructivas, pues la aparición de nuevos equipos y programas van dejando obsoletos –de forma cada vez más acelerada- a los antiguos, hasta el punto de que casi se puede decir que las obras de la poesía digital tienen fecha de caducidad. Hay propuestas realizadas con programas o aparatos periféricos que ya han desaparecido (el ratón es un ejemplo, y se dice que pronto lo hará también el teclado), dominios, host, páginas y sitios web liquidados, elementos que los nuevos ordenadores han dejado atrás y ya no se pueden descodificar, etc. Este tipo de mutaciones tecnológicas, que a veces se dan de un año para otro, contrasta, por ejemplo, con un códice de la Edad Media, que después de mil años todavía puede leerse como entonces. Y es que la tecnología del libro -pues también es una tecnología- es una de las más perfectas posible para aquello que está destinado. Ahora bien, el error quizá sea comparar: ni el ordenador se impone al libro, ni el libro se impone al ordenador, sino que cada uno de ellos cumple su propia función. De hecho, el ordenador permite desarrollar, tal como hemos pormenorizado, una serie de procesos con unas características electrónico-digitales que ya se daban de forma inmanente en la obra impresa, pero que por las limitaciones técnicas de ésta no se podían desarrollar en toda su complejidad y profundidad. Inmanencia que se extendía también al propio “espíritu de época” del siglo XX, pues las opciones digitales, por medio de los ya señalados precursores analógicos, habían sido llevadas a su extremo en papel. Volvemos a citar aquí, como ejemplo protodigital, el caso de Raymond Queneau y su Cien mil millones de poemas. Lo cierto es que las nuevas tecnologías, y sus formalizaciones poéticas, vistas en la poesía y el medio digital, están ahí y no van a desaparecer. Y no cabe duda de que, querámoslo o no, de forma consciente o inconsciente, su presencia modifica nuestra relación con el mundo, la manera de observar, percibir, analizar la realidad. Y, por supuesto, de expresarla. No parece, por tanto, que un poeta o un programador, en el sentido en que apunta el epígrafe, deba hacer el avestruz, huir (inútilmente) del contexto en que se vive, no actualizarse a las nuevas formas de lenguaje-pensamiento que dichas tecnologías implican, aunque sólo sea para poder aplicar en el momento adecuado tales conocimientos a la tecnología del papel. Y es que basta

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Poética a la carta / Ciberpoesía / Juan Carlos Fernández Sanz

con mirar a los más jóvenes para darse cuenta de que el cambio que supone la forma digital de escribir ya ha ocurrido. Lo que conviene repetir: ya ha ocurrido. poesía electrónica/digital debido a que la confusión terminológica en este campo es enorme, vamos a deslindar y definir estos dos conceptos imprescindibles. No es lo mismo poesía electrónica que digital, sino que la poesía digital es una parte del conjunto de la poesía electrónica. Ésta es toda aquella poesía elaborada con objetos electrónicos, que no necesariamente dependen de un ordenador. Ya desde el siglo XX era posible grabar y almacenar sonidos e imágenes en soportes magnéticos para su transmisión. De ahí surgieron propuestas artísticas como la música concreta, la música electrónica y la electroacústica, el videoarte, etc. En la poesía electrónica no es tampoco necesaria la existencia de una pantalla, basta con el uso de componentes electrónicos para su elaboración. De hecho, la tendencia actual se dirige casi más hacia la poesía electrónica que hacia la digital: el gusto por el “cacharreo”, el “hackeo” del “hardwere”, el desmontaje de componentes electrónicos (de batidoras, tostadoras, exprimidores, etc.) para su reutilización. Pero vayamos a la poesía digital (también llamada ciberpoesía, entre otros nombres), que es la que trataremos aquí más en extenso. La poesía digital o ciberpoesía es aquella que propiamente utiliza ordenadores para realizarse, con todas sus posibilidades hipertextuales, hipermediales, interactivas, etc. Ahora bien, un poema escrito en PDF, por ejemplo, y subido a la red no se considera poesía digital, dado que dicho poema puede imprimirse sin que se produzca un deterioro en él. Y esta es otra definición de la poesía digital, aunque se haga de forma negativa: la obra ciberpoética no puede trasladarse a papel u otro soporte similar, porque de hacerlo quedaría destruida (excepción quizá de la code poetry), es decir, requiere de los componentes digitales y/o electrónicos para poder existir. A un papel, por ejemplo, no se puede trasladar una frase y el movimiento de ésta, ni la aplicación simultánea de un sonido, ni el lector puede interactuar con dicha frase, modificarla, etc. precursores analógicos la posibilidad de que letras, palabras, frases, versos se muevan, se mezclen con imágenes, se desvanezcan o suenen, y que de todo eso el lector no sólo participe sino que se vuelva co-autor, no es un simple jugueteo, sino una necesidad que ya venía sintiéndose a lo largo del siglo XX. Los poetas, inspirados en gran medida por las artes plásticas, cuyas propuestas eran más avanzadas que las literarias, empezaron a disolver las páginas, subvertir las letras, dibujar con los signos, las palabras, etc., en un proceso de rechazo y sabotaje a las convenciones de la escritura asentadas durante miles de años. Puede decirse que no otra cosa que una “pantalla en blanco” es la que utiliza Mallarmé para la “notación musical” de las palabras del “Coup de dés”. No hace falta seguir aquí la pista a todos los movimientos de las llamadas vanguardias históricas (futurismo, dada, constructivismo ruso, etc.), ni tampoco al conjunto de las neovanguardias surgidas tras la segunda guerra mundial, para darse cuenta de esa necesidad, de que el medio escritura iba abandonando la linealidad como forma exclusiva, que se buscaba lo cinético dispersando los signos por la página o utilizando otros efectos como degradaciones gráficas, que los márgenes del papel no contenían ya los poemas, que estos se aliaban con otros medios (intermedia), los disponibles en cada momento, cine, vídeo, vinilos, cintas magnetofónicas, etc. Pero hay algunos movimientos de la segunda mitad del siglo XX que son particularmente cercanos al quehacer de la poesía digital y, por eso, vamos a resaltarlos. Empezando por la poesía concreta, que olvidada durante un tiempo ha conseguido, con la llegada de los ordenadores, que se repare de nuevo en ella. La poesía concreta surge como consecuencia del estado de las tecnologías y el diseño gráfico de su momento, que propiciaba a su vez en conVersos 27 / 7


Poética a la carta / Ciberpoesía / Juan Carlos Fernández Sanz

los signos y las escrituras un proceso que iba del lenguaje en línea a formas más condensadas como la constelación, el conjunto, el ideograma y el icono. Proceso, por cierto, que también se dio en la computación, pues al principio se utilizaban para acceder a los distintos espacios y elementos comandos en línea, hasta que se pasó a los más eficientes iconos gráficos: hoy para entrar en cualquier red social, programa, carpeta, etc., simplemente cliqueamos en un icono. Este lenguaje de naturaleza icónica de la poesía concreta, donde el verso o la estrofa quedan apartados y se resalta, en cambio, lo material y lo estructural de su composición, resuena en la manera en que utilizamos el lenguaje en el medio digital contemporáneo. Si a ello añadimos la famosa palabra que el grupo brasileño Noigandres puso en escena como elemento autodescriptivo, lo verbivocovisual, es decir, la unión de lo visual, musical y verbal, estamos ya ante una perspectiva multimedia, que un ordenador puede llevar a su realización más completa. Otro movimiento a destacar por sus similitudes al hacer digital es el situacionismo. Su carácter verdaderamente liberador -por resumir muchísimocuajaba en un modo de crear “situaciones”, que tenían como vectores principales la “deriva”, las “psicogeografías” y el “détournement”. No cabe duda que una navegación por Internet, de hipervínculo en hipervínculo, en un movimiento más o menos azaroso, es muy semejante a una “deriva”, sólo que ésta tiene lugar en las calles de una ciudad y la navegación por Internet se hace en un entorno virtual. Esas derivas permitían conocer barrios y calles de forma pormenorizada hasta hacer evidente la “psicogeografía” (término de los situacionistas ingleses, que provenían del urbanismo) de un lugar, barrio o incluso calle, comprendiendo los elementos económicos –y políticos- subyacentes. En Internet también la navegación puede llevar a lugares de lenguaje, masas textuales e hipermediales, que ejemplifican los mismos desajustes económicos, culturales, políticos. Y en cuanto al “détournement” baste con citar la existencia de gifs y memes, muchos de los cuales están dotados de valores críticos, absurdos, anticonvencionales, reivindicativos. Que se lo digan, si no, a cualquier político cuando mete la pata. No podemos detenernos en otros grupos como los letristas, fluxus (zaj en España), etc.; pero sí haremos una parada en el grupo OuLiPo (Taller de Literatura Potencial), por sus características tan “protodigitales” y prácticas con los primeros (y gigantescos) ordenadores. OuLiPo es una suerte de rama surgida del Colegio de Patafísica (ese “Colegio” que, inspirado en Alfred Jarry, da soluciones absurdas a problemas inventados, toda una ciencia), pues la mayoría se conoció allí, aunque los que formaron el grupo oulipiano tenían unas inquietudes propias: su gusto simultáneo por la literatura y por las matemáticas. Oulipo, un grupo que, pese a la gran proyección que después alcanzó, era más bien pequeño y bastante cerrado, ya que pasaban años hasta que admitían a un nuevo miembro, a veces por fallecimiento o abandono de alguno de sus antiguos componentes (en 2014 ingresaron al mismo tiempo los dos últimos de que tenga noticia, y los dos por primera vez vienen del ámbito de la lengua española: el argentino Eduardo Berti y el español Pablo Martín Sánchez). El grupo, que nunca se tuvo por un movimiento literario, fue fundado por François Le Lionnais con el concurso de Raymond Queneau en una sesión en el restaurante Vrai Gascon, el jueves 24 de noviembre de 1960, y con una cena el día posterior, a la que asistieron aproximadamente una decena de personas. Y enseguida empezaron a mantener reuniones independientes del Colegio de Patafísica (aunque, en realidad, no podían dejar de ser patafísicos, ya que la única manera de abandonar el Colegio, según sus estatutos, era suicidándose), para dedicarse a la búsqueda y experimentación de mecanismos matemáticos y de lenguaje que, sin el recurso del azar, en esto eran antisurrealistas, pudieran generar multitud de textos –de ahí el carácter “potencial”. Esos mecanismos consistían básicamente en una serie de restricciones de escritura, más bien caprichosas, llamadas “contraintes”, que al limitar las opciones de texto, paradójicamente, espoleaban su creación. Una forma, en realidad, de “fabricar máquinas” de hacer literatura, que tan bien se aviene con las formas de la poesía digital: un buen ejemplo es el libro de Raymond Queneau Cien mil millones de poemas. Este libro, como “máquina interactiva”, sólo necesita diez poemas –diez sonetos- escritos por Queneau, para poder generar cien mil millones de ellos, gracias a la permutación, esto es, a la sustitución de unos versos por otros. El número de sonetos posibles es tan enorme, que nadie conVersos 27 /

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Poética a la carta / Ciberpoesía / Juan Carlos Fernández Sanz

los ha podido leer todos, pues para ello se tardarían cientos de años. Así que es el lector quien interactúa con el libro, quien elige la ruta-navegación de su lectura, quien en realidad crea el poema volviéndose en cierto modo coautor. O el caso de Nöel Arnaud, otro de los fundadores de OuLiPo, que en 1968 efectúa, como veremos, el primer ejemplo de code poetry. O los primeros trabajos con computadoras (poesía robótica) del también fundador oulipiano Paul Braffort, especialista en lógica, informática y escritor, que dirigirá las jornadas “Escritor-ordenador”, efectuadas en el Centro Pompidou, en junio de 1977, donde se da a conocer estas opciones al público, experimentando con la lectura asistida y la creación asistida: autor-ordenador-obra. la poesía y el medio electrónico digital la computación tiene que ver con la programación, y en ella con la posibilidad de incorporar variables. Es lo más relevante. Una variable X implica que no sabemos qué es X, sino que ésta va cambiando. Con la programación, pues, podemos hacer que nuestro sistema operativo responda a la variable, dependiendo del valor que se le haya asignado. La pieza poética cambiará, por ejemplo, según uno pulse determinadas teclas o, mediante un sensor, según los agudos o graves de la gente al hablar, etc. Otro aspecto es la base de datos: el conjunto de datos que puede invocarse, dependiendo, como hemos señalado de la variable. Así, un poema puede responder a la temperatura ambiental (ésta sería la variable), mediante un programa que reacciona a la temperatura e invoca de la base de datos un verso según sean los grados de frío o calor. En suma, programación, variable e invocar datos son los tres elementos que efectúa la computación. Una consecuencia posible es la personalización: se personaliza la pieza poética con cada lector. Como una persona, por ejemplo, puede hablar con determinado timbre, otra con otro, etc., se generarán versos distintos para cada individuo. Otro aspecto es lo multimedia, que desborda el campo de la computación, dado que la experiencia multimedia puede hacerse sin ordenadores, con videos, cine, discos, etc. Pero con los ordenadores se facilita esa experiencia e incluso se puede intentar llevarla a su extremo: la utopía multimedia de lograr la inmersión, es decir, el cubrimiento de los sentidos para conseguir que la realidad desaparezca trocada por una realidad virtual a medida. Otro aspecto del medio es la red: tanto para los objetivos cooperativos y de la obra comunitaria (recordemos el caso de los colectivos Flarf, a principios de este siglo, hoy ya casi vintage), como de presentación: se puede hacer una pieza poética que sólo sea vista en Facebook, o que vaya generando versos según los “likes”, o en relación a los amigos que uno tiene en “twiter”, etc. Además, estos medios tecnológicos dotan de una serie de flexibilidades, como las referidas al espacio: a diferencia del libro, al publicar una obra en Internet, puede ser leída instantáneamente en cualquier lugar del mundo, no hay necesidad de viajar ni de acercarse siquiera a una librería. Se pueden poner versos para que sólo sean vistos en ciertos lugares: si no estás en determinada zona de Madrid, por ejemplo, puede haber versos que no se puedan abrir, etc. La misma flexibilidad puede aplicarse al tiempo: si ponemos la variable “Ésta obra sólo se puede leer de noche”, mediante un reloj se abrirá a las 12 y volverá a cerrarse por la mañana. O incluso pueden hacerse obras efímeras y, por tanto, antiinstitucionales y antimercantiles (que el arte conceptual ya trabajaba): a una hora se abre la pieza y un cuarto de hora después desaparece, etc. Otra flexibilidad es la de identidad, pues uno puede elegir en Internet quién quiere ser. Jugar con esas opciones: colectivos que se individualizan, mutaciones de identidad, programas que generan rostros inexistentes, biografías imaginarias, etc. Un caso extremo sería el de los títeres o clones digitales.

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Una última característica es su inestabilidad. Al no haber un modelo terminado de definir, ya que las tecnologías siguen modificándose y haciéndose cada vez más potentes, las obras se quedan pronto obsoletas. Pero esta aparente carencia puede verse también como una oportunidad para la escritura: el hecho de que no haya nada cerrado, permite que surjan nuevas vías. De ahí que el poeta digital deba tener mucho de experimentador, de hacker. En el fondo, se trata de no respetar ni a la propia tecnología, pues ello evitaría desarrollar gran parte de sus posibilidades. Un programador-poeta puede usar los elementos disgregados de la tecnología y preguntarse qué puede hacer con ellos.

epígrafe

¿No es ya evidente, con nuestra presencia en conferencias sobre poéticas digitales, que los poetas del mañana se asemejaran a programadores, venerados no porque puedan escribir grandes poemas, sino porque podrán construir un pequeño “drone” de palabras que escriba grandes poemas?

Christian Bök, “Object 10: Cyberpoetics, 2002”

características electrónico-digitales antes de pasar a un examen más concreto de formas poéticas en que la poesía electrónico-digital se realiza, conviene señalar algunas características que definen esta poesía y hacen posible su propio campo de actuación. En la poesía electrónico-digital destaca: a) La interactividad como paradigma. Todo el cuerpo teórico del siglo XX que venía debatiendo la necesidad de acabar con el yo poético romántico, esa idea de “genio”, se posibilita con la poesía digital, al mantener una relación de horizontalidad autor-lector. No sólo porque una vez la propuesta poética haya sido subida a la red o puesta en escena, el lector (espectador) puede actuar también de autor, eligiendo, modificando e incluso corrigiendo dicha propuesta, sino también porque la interactividad permite que las “obras” sean realizadas de forma colaborativa por varios autores-lectores, bien se conozcan entre sí o no. b) Posibilidad combinatoria. Que ya existía en el papel, pero que en el ordenador se verifica como más poderosa. Ahora es el lector, o quizá mejor, debido al componente lúdico que implica la descodificación digital, el “jugador de palabras” quien puede mover de sitio una palabra por otra, un sintagma por otro, un verso, una estrofa, de forma azarosa o regulada. Todo poeta, en el fondo, es un combinador de palabras y con ellas combina conceptos e imágenes. No crea significados nuevos a las palabras, sino combinaciones nuevas que aportan sentidos nuevos.

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c) Lo metasintáctico. Relacionado con lo combinatorio, es la posibilidad de sustituir una palabra o varias dentro de la estructura de la sintaxis, gracias a un algoritmo que genera todas las combinaciones posibles. Permite trabajar con el lenguaje a otro nivel, dado que lo sintáctico está tan disuelto que la computadora genera espacios que no se atienen a lo lineal. Ya veremos la diferencia de trabajo lineal/no-lineal en el ordenador y el cambio de mentalidad que para un poeta implica. Al desarrollar formas no lineales, el ordenador genera espacios más allá de lo que sería una hoja: en la computadora no hay principio ni final. d) El aspecto cinético. La posibilidad de movimiento tanto de letras, palabras, frases, iconos, visualidades, etc., que ofrece la programación de todos estos elementos en una pantalla, lo que implica una de las grandes diferencias con la hoja impresa. e) Procedimental. Hay que tener en cuenta que las herramientas de escritura en la poesía digital son las mismas que las de su distribución, no hay que escribir, buscar una editorial, imprimir, distribuir en librerías, etc., y, por tanto, las reglas cambian: se conecta al escritor-lector de un modo nuevo, sin industria de por medio, en una relación de tú a tú intercambiable. Por otra parte, el procedimiento de escritura por ordenador permite registrar cada uno de los momentos de esa escritura, cambios, borrados, alteraciones, etc., que pueden después presentarse en bruto para observar toda la estratigrafía –si se quiere, en un efecto cinético- del proceso de escritura. La poesía como proceso es algo muy determinante en la poesía actual, pero lógicamente son mayores aquí las opciones de puesta en escena, de verificación y destripado. f) Deconstructivo. Como el poema es posibilidad de combinación, a través del ordenador puede disolverse un texto casi instantáneamente hasta en sus letras, para que con un grupo de ellas, por ejemplo, se escriba otro. O de un texto cualquiera generar uno nuevo deshaciendo, incluso letra a letra, el anterior. Esa facilidad para desmontar, analizar y reconstruir un texto diferente al desmontado. g) La fabricación digital. El uso de un ordenador con todas sus posibilidades permite trasladar la poesía electrónica-digital al medio físico, a través de impresoras 3D, o robots con broca sobre una madera o metal, etc. Se va saliendo de la pantalla y se empieza a negociar con el mundo físico. h) Opciones espaciales. Posibilidad digital-físico. Puede salir a espacios nuevos: paredes de 40 metros, el suelo de un hotel, cuadros digitales en la pared, el uso del hipertexto en lo físico (por ejemplo, texto que se lee caminando en un laberinto y al llegar a un cruce se puede caminar en una dirección u otra, pero con sentido). La apropiación de espacios, objetos, instalaciones, ropa, etc. i) Lo electromagnético. No hablamos ya aquí de poesía digital, de ordenador, sino de poesía electrónica. En ella se usan elementos electrónicos, como sensores de presencia, parlantes, etc. Así, como hemos señalado en la poesía y el medio electrónico digital, hay algunos poemas que con un sensor de presencia se va viendo un verso u otro según un proceso de interacción: al acercarse uno más o menos a dicho sensor, por ejemplo, o incluso según la velocidad y el número de latidos del corazón de una o varias personas, etc. Versos que con parlantes pueden escucharse en voz alta y, al mismo tiempo, interactuar de nuevo con las personas y otros sensores.

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Poética a la carta / Ciberpoesía / Juan Carlos Fernández Sanz

trabajo lineal/no-lineal la poesía digital, sin abandonar la estructura lineal, tiene como punto fuerte y buena parte de su razón de ser en la estructura no-lineal. Un lenguaje no-lineal hace que la mente humana desarrolle un pensamiento no-lineal, pues cuando cambia el lenguaje, cambia el pensamiento. Surgen nuevas estructuras. Hay cosas, por otra parte, que sólo se pueden expresar en lenguaje digital con forma no-lineal. Los soportes cambian las posibilidades poéticas: permiten unas formas y bloquean otras. La primera lógica no-lineal es lo circular, que se observa también analógicamente en muchos textos impresos en libro, caligramas, poemas concretos, etc. Pero el siguiente paso, que ya vira hacia lo digital, es usar una palabra, frase, poema, etc., conectado en un punto -el hipervínculo- que permite la bifurcación y saltar a un nuevo texto o elemento hipermedia. La representación física del hipertexto sería:

luego se va conectando, más puntos, a través de nuevos vínculos, hasta n posibilidades.

y, si finalmente, el primer círculo se vinculara con el último, tendríamos la representación gráfica del loop, del bucle. Por cierto, que desde principios del siglo XX, en poesía, Gertrude Stein ya trabajaba la lengua con las opciones y desarrollos del bucle, en procesos de repetición y variación. De ahí su gran influencia en la segunda mitad del siglo XX hasta nuestros días. Por ejemplo, un texto circular: de barro era el cielo azul para los tinaja

jíbaros la en huesos sus enterraban que

con hipervínculo: de barro era el cielo azul para los tinaja la en huesos sus enterraban que conVersos 27 /

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danzantes en la noche junto a un jíbaros los de cuerpos los iluminaba que

fuego


Poética a la carta / Ciberpoesía / Juan Carlos Fernández Sanz

El loop convertiría a “fuego” y “tinaja” en hipervínculos entrelazados. Por ejemplo, añadiendo: que en hornos cocía el barro de la fuego

tinaja el alimentaban muertos los donde

Ahora bien, a la hora de la escritura de textos en un entorno digital, la forma no-lineal del proceso, se verifica también por una escritura en tablas, que atiende a las opciones de combinación, modificación y sustitución. Lo que implica un cambio completo de las estructuras de pensamiento a la hora de pergeñar una propuesta poética. Ejemplificamos con una tabla sencillita, que determina todas las posibilidades combinatorias de cuatro grupos semánticos:

1 una casualidad + lo blanco + ese dios + lo que falta + etc.

2 crece hasta + termina por + muere para Parece

3 desordenar expandir ocultar abrir

4 tus intentos mis necesidades los horizontes nuestros errores

Con estas cuatro filas, pero pueden ser miles, se pueden crear hasta 864 versos distintos, sin que éstos tengan que ser escritos, sino que se desplegarán en relación a unas variables: “lo blanco parece abrir mis necesidades” “lo blanco termina por ocultar nuestros errores” “ese dios crece hasta expandir los horizontes”, etc. Este proceso por tablas de la escritura digital se daba ya en la escritura analógica, basta con recordar el libro-máquina ya señalado de Raymond Queneau Cien mil millones de poemas. Nada nuevo, lo que ocurre es que con la tecnología es posible una complejidad y diversidad inimaginables en el ámbito analógico. Por supuesto, la tabla usada en el ejemplo es similar a una analógica y, por tanto, demasiado rígida. Hay otras series de tablas más flexibles que se disponen en espacios y permiten combinatorias a través de saltos de una palabra a otra, sílabas o incluso letras, a la busca de ejes sintagmáticos (palabras, sintagmas) y paradigmáticos (sintaxis) que mantengan la corrección lingüística de frases y versos, o que la violen premeditadamente. Complejidad que se va resolviendo con el uso de programas, hasta llegar a la poesía robótica. Las inteligencias artificiales donde la base de datos no está determinada por lo que un creador quiso poner en la tabla. formas poéticas de la poesía digital. Para explicarlas, haremos una rápida clasificación:

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Poética a la carta / Ciberpoesía / Juan Carlos Fernández Sanz

1. Poesía hipertextual, la forma más evidente de poesía digital, basada en el cruce de caminos que supone la existencia de hipervínculos (links) y que implica un lector activo que elige su ruta de navegación. La poesía hipertextual es una parte de la literatura hipertextual, donde un gran peso experimental lo tiene la novela (con propuestas desde los años 90 en el entorno del ciberespacio), que permite variaciones e imbricaciones del argumento, con finales diferentes, cerrados o abiertos, etc., y que conecta con el arte de los videojuegos. La poesía, al no estar obligada a una trama, posee un plus más de flexibilidad para el salto hipertextual, una facilidad que le es propia. Por otra parte, un grado mayor de complejidad y, por tanto, de apertura y expansión poética es posible cuando a lo hipertextual se combina lo hipermedial: links que abren espacios de imagen y sonido. 2. Poesía visual, cuando los signos -las letras o números, por ejemplo- son utilizados en su aspecto gráfico, creando imágenes de valor estético al margen de su capacidad significante. Esta poesía se sitúa muy cerca de las artes plásticas o el diseño gráfico, borrando fronteras genéricas. Puede poseer también hipervínculos que permitan una navegación visual y links hipermedia que pueden añadir imágenes -fotos, vídeos- y sonido. 3. Poesía cinética, que permite el movimiento y la modificación de las palabras de un texto, bien de forma automática o por interacción con el usuario. Las palabras pueden desplazarse por la página, generando significados nuevos, pueden eliminarse, ellas o letras concretas, modificarse, transformarse, desaparecer o aparecer progresivamente, etc. Y como siempre pueden estar dotados de elementos hipermedia: por ejemplo, una palabra al desplazarse y chocar con otra puede generar unos segundos de vídeo. En general, estos tres tipos de poesía digital no suelen darse de una manera exclusivista, sino que propenden a dialogar entre sí, en toda clase de mezclas, variaciones y combinaciones: se juega con lo hipertextual, lo hipermediático, lo visual, lo dinámico, lo interactivo. En algunos casos, sin embargo, como la pieza Dakota (accesible en Internet), del grupo coreano Ichi, se generan dudas de ubicación. Creada en el año 2002, a partir de los dos primeros cantares de Ezra Pound, se basa en un minimalismo que impugna las expectativas digitales, contradice la noción de hipertexto y de interactividad, no hay control por parte del usuario y el proceso de aparición es líneal. Cierto que la obra emula, en sus rasgos de ilegibilidad, el flujo de información digital en la red, una información fluida y efímera. Pero aún así, ¿estamos ante un caso de poesía digital o simplemente un conjunto de palabras, letras, signos, más o menos perceptibles, que han sido filmados al ritmo de una música? Desde luego Dakota no puede imprimirse en papel, pero sí puede ser efectuada con técnicas cinematográficas. 4. Holopoesía o poesía holográfica. No es una poesía digital, sino electrónica. Como señala Eduardo Kac, se trata de textos con contenido poético desarrollados con la técnica holográfica. El poema se organiza de forma no-lineal en un espacio inmaterial tridimensional, que va cambiando y transmitiendo diferentes significados incluso mientras el lector u observador lo mira. Al leer el poema en el espacio, es decir, al desplazarse en relación al holograma, el observador modifica constantemente la estructura del texto. Un holopoema es un suceso espacio-temporal, que evoca procesos de percepción y pensamiento, y no importa tanto su resultado. No es un poema compuesto en versos escritos en líneas que posteriormente se transforma en holograma, ni tampoco es un poema concreto o visual adaptado a la holografía. La estructura secuencial de un verso es propia de un pensamiento lineal, mientras que la estructura simultánea de un poema concreto o visual es propia del pensamiento ideográfico. El poema escrito en versos, impreso en papel, refuerza la linealidad del discurso poético y la poesía visual

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Poética a la carta / Ciberpoesía / Juan Carlos Fernández Sanz

libera las palabras en la página. El holopoema en contraste con la poesía versal y la visual pretende expresar la discontinuidad del pensamiento. Es decir, la percepción del holopoema no tiene lugar ni lineal ni simultáneamente, sino en fragmentos que el observador ve en función de las decisiones que toma, es decir, dependiendo de la posición que adopta con respecto al poema. La percepción espacial de los colores, los volúmenes, los grados de transparencia, las transformaciones de la forma, la posición relativa de las letras y palabras, y la aparición y desaparición de formas es inseparable de la percepción sintáctica y semántica del texto. La inestabilidad desempeña una función poética y la mutabilidad extrae a las letras del ámbito verbal. La holopoesía, pues, emparenta con la performance, las artes plásticas y con la poesía virtual. 5. Poesía robótica. ¿Poesía robótica? Parece un oxímoron. ¿Cómo puede una máquina que carece de identidad, experiencia vital, sentimientos, etc., crear poesía? Es imposible. Lo es, claro, si adoptamos el punto de vista que convencionalmente se entiende por poesía, un punto de vista romántico -es decir, decimonónico- de un yo que expresa sus percepciones, emociones, visiones. Alguien supuestamente por encima de las nubes, dotado de “genio”, que ve más que los demás y que por esa condición puede expresar su propio mundo, siempre especial e interesante, a los demás. En palabras de mi barrio: alguien que te da la chapa, la barrila, la brasa. Belén Gaché pone como ejemplo la escena de 2001: Una odisea en el espacio, el momento previo a la desconexión del ordenador HAL (Heuristically programmed Algorithmic computer), que se había convertido en un peligro para la tripulación, pues había comenzado a funcionar por su cuenta y querido tomar el control de la nave. HAL “agoniza” tarareando, de forma cada vez más errática, la popular canción Daisy Bell, Bicycle Built for Two:

“Daisy, Daisy / Give me your answer, do. / I’m half crazy / all for the love of you”

El carácter dramático de esos últimos instantes de HAL sobrecoge de angustia y dolor al espectador. Sin embargo, ¿cuál es la razón de esa emoción doliente? HAL no es un ser vivo, no puede por tanto morir, es una serie de circuitos, transistores, etc., que ni sienten ni padecen. Y ésta es la clave de por qué sí es posible una poesía de robots: porque un poema en el fondo no es más que una combinación de palabras a las que el lector (espectador) incorpora sus propias percepciones, emociones, sensaciones, etc. Una perspectiva de la poesía que en vez del típico hablante lírico que, con actitud lírica, se dirige a su objeto lírico, se relaciona más bien con un juego de los significantes y de las materialidades propias de los signos. Porque en última instancia, lo que cada uno de nosotros entienda por poesía dependerá de cómo pensamos la relación entre las palabras y la realidad extralingüística. A la hora de definir la poesía, como señalamos en características electrónico-digitales, es clave nuestra concepción del “yo”. Un “yo” que hacia finales del siglo XIX va perdiendo consistencia, su unidad, su autonomía. En el siglo XX, todas las filosofías afines al “giro lingüístico” (analítica, estructuralismo, posestructuralismo, etc.), en contraposición a esa idea de sujeto cerrado, señalan un “yo” descentrado y múltiple, dependiente de estructuras significantes no propias sino lingüísticas y sociales. Las normas de la sociedad, las prácticas culturales, la formación misma de la subjetividad,

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Poética a la carta / Ciberpoesía / Juan Carlos Fernández Sanz

se ven como procesos mediados por el lenguaje. El sujeto deja así de ser concebido como no otra cosa que un efecto del lenguaje: no es el sujeto el que habla, sino que las palabras hablan a través del sujeto. Incluso un poema romántico, con un “yo” decimonónico, no es leído igual ni provoca las mismas reacciones en dos sujetos distintos, dado que el “artefacto” de palabras se desata en una dirección u otra en función de los presupuestos del lector. Poesía, pues, como artefacto. El robot AI_Halim X9009, escribe Belén Gaché, trabaja a partir de un algoritmo, que genera de forma automática y aleatoria poemas. Lo que implica un potencial “libro infinito” que permite a los lectores acceder a poemas auto-generados. Por ejemplo: ORQUÍDEA HIPERASTRAL ¡Oh! Orquídea astral que consume la poetisa en vanidades, como guerrilla de anónimas preguntas, indignada, y reprocha instantes de odiosa virgen con eclipsada belleza que en la contraseña de tu fuente se reprime retrasada. Adicta semiótica, cual heroica distorsión que alegra en tu suicida del camino que no vuelve, y detona como gramática infinita matando si consuelo, ¡Ay! Procesando su interdicción.

Los poemas del robot AI_Halim oscilan entre la ausencia de significado y un plus de significación un tanto paranoide. Se presentan como una escritura sin sujeto. En tanto escritura automática, constituyen una técnica de desaparición del sujeto enunciativo y del autor. El origen de sus sentidos reside en las propias palabras, en el lenguaje mismo y en las posibles lecturas más o menos “paranoicas” de sus lectores. Ahora bien, no podemos decir “exactamente” que en un poema robot ha desaparecido toda autoría (al menos, hasta que las inteligencias artificiales como HAL se independicen del ser humano). Cierto que es el robot el que genera los poemas, pero detrás del robot hay una programación cuyas funciones y posibilidades son decididas por un programador o mejor un programador-poeta. Así, por ejemplo, este algoritmo, construido mediante la técnica que consiste en tomar una estructura o esqueleto y luego determinar posibles términos que le sean válidos:

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POEMA 2 *(si) + (adj masc) + (verbo infinitivo) + en…(sus masc)…en out] *[cual …..(sust masc)….cual out] + (palabra ADO) *(y si) + (verbo infinitivo) + (verbo conjugado) + (adjetivo) + (el o la) + (sustant) Etc. Mediante este tipo de algoritmos, el robot AI_Halim puede generar poemas cuya base estructural es la misma. Por ejemplo si comparamos el poema anterior con este otro: POETISA INFOANALFABETA ¡Ah! Poetisa analfabeta que consume la hipodérmica y la ufana lejanía, como revolución titilando en el desierto, disidente, etc. Por otra parte, hay bots que trabajan con dos de los ejes más importantes en poesía: el campo semántico y el campo fónico. Estableciendo un espectro, por ejemplo de 1 a 100, según el número propuesto por el lector, el robot generará un poema que tenga más o menos presente el significado o el sonido. A medida que nos deslizamos hacia 100, por ejemplo, las palabras se generarán en mayor medida atendiendo a rimas y aliteraciones, independientemente del sentido. Y viceversa. 6. Poesía virtual: textos digitales tridimensionales que se constituyen por medio de programas de realidad virtual o aumentada. Como señala Ladislao Pablo Gyôri, se impulsa un tipo de creación que por sus características morfológicas y estructurantes son improbables en el ámbito natural. Se crea un espacio a medida, un espacio n-dimensional, que prescinde de las coordenadas características de un espacio gravitacional, eliminándose direcciones privilegiadas o constricciones inamovibles. Inaugura, pues, un ámbito distinto para el que se hace necesario vertebrar nuevos lenguajes que permitan concebir eventos adecuados a la “otra” realidad. Los trabajos virtuales pueden también moverse y transformarse, mediante programas concretos o por interacción con el observador, que permiten incluso, con herramientas de realidad virtual, tocarlos como si fueran reales. Aquí el concepto de inmersión es importante. Una inmersión 3D, que se verifica en inmersiones semicompletas, ya que como señalamos en la poesía y el medio electrónico digital la inmersión absoluta es una utopía. Una limitación es que no se puede apreciar la poesía virtual si no es en un espacio virtual. 7. Code poetry o Poesía de código: Son poemas, señala Belén García Nieto, en lenguaje de programación y cualquier tipo de lenguaje informático.

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Poética a la carta / Ciberpoesía / Juan Carlos Fernández Sanz

Se trata de utilizar todos los recursos que tiene este lenguaje –flujos de trabajo, estructuras de control, variables, prototipos- para una creación artística. Son poemas que pueden utilizarse para que el código funcione y se genere algo en la pantalla o no, simplemente se trata de que un conjunto de símbolos –de programación- diga algo en poesía sin que el código funcione en el ordenador. En este último caso, el poema de código puede ser impreso y, por tanto, rompe la regla que establece lo que es la poesía digital. Y es que todo lo que se escriba en lenguaje informático se considera poesía de código. El lenguaje de programación tiene tres estructuras básicas. Aunque luego haya un mayor repertorio de estructuras de control, éstas se pueden crear mediante las tres básicas: - Estructuras de control, las condicionales (If) - Estructuras repetitivas, los bucles (For) - Definiciones: variables (var), por ejemplo, la variable X va a guardar el valor 1 - A ello, se pueden añadir los prototipos: uso de plantillas. Así pues, tomemos por ejemplo las condicionales: si en el lenguaje común la estructura básica es sujeto + predicado de una oración simple, observamos que aquí lo que en la gramática se llama oración condicional, prótasis + apódosis, pasa a un primer plano de pensamiento. La lógica de esta estructura es la adecuada para el diálogo del programa con el ordenador, según la fórmula: “Si (se cumplen tales condiciones), entonces en la pantalla se verá tal cosa” Esto significa que a un programador que puede pasarse ocho o más horas al día de trabajo, se le modifica o más bien amplía la forma de percepción y expresión de su mente, de su pensamiento, pues se hace bilingüe (el lenguaje común y el de programación). El resultado es el uso natural de este “bilingüísmo” a la hora de pensar el mundo y escribir poemas. Curiosamente, la “code poetry” o poesía de código empezó mucho antes de que surgiera el ordenador personal, Internet, etc. El primer ejemplo conservado es el efectuado por uno de los fundadores de OuLiPo, presidente del grupo durante dos décadas, desde 1984 a 2003, fecha en que murió: Nóel Arnaud. En 1968 publica el libro ALGOL, que contenía poemas escritos a partir del código de este lenguaje de programación. En 1958, en la Conferencia de Zúrich se habían asentado las bases para crear este tipo de lenguajes, y el primero fue FORTRAN, que fue rápidamente sustituido por ALGOL, creado en 1960. El surgimiento, pues, de estos programas y la poesía de código es casi paralela. POEMA ALGOL CLÁSICO COMIENZO Para ir a cadena hacer etiqueta entonces verdadero cuadro sino valor conVersos 27 /

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Poética a la carta / Ciberpoesía / Juan Carlos Fernández Sanz

POBRE DE SENTIDO Si no para sí falso no no si RICO DE SENTIDO Si para hacer fin hacer falso para hacer falso hacer fin

El libro llevaba un excelente prefacio del considerado verdadero fundador de OuLiPo: François Le Lionnais, donde se aprecia el impacto que sobre este grupo ejercieron tales nuevos lenguajes. Pero no cabe duda de que es con el cambio del milenio cuando se explora más en profundidad el lado poético de la informática, la lírica de lenguajes C++, Java, Ruby, etc. El interés por este tipo de poesía es creciente y este incremento se comprueba en eventos como la organización por la Universidad de Stanford del primer concurso de poesía de código. En dicho certamen, la ganadora fue una doctoranda que presentó la obra titulada “Say 23”: dieciséis líneas de código que, al ser ejecutadas, desvelaban el capítulo 23 de los Salmos recitado con tres robóticas voces distintas. También destacó otro de los participantes, con un Haiku en código Java:

import java.Object.*

public class ThatGirl { public SomethingBetter main ( ) { return whatYouFound; } }

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Poética a la carta / Ciberpoesía / Juan Carlos Fernández Sanz

Y para acabar con un par de ejemplos más, estos dos poemas de código ético-civiles de Belén García Nieto (Sevilla, 1982), programadora, poeta y verdadera divulgadora en Madrid de este tipo de poesía:

COLAPSO if(this.habits){ if(temperature.rise){ if(thaw){ if(species.extinction){ if(deforestation){ if(desertification){ return colapse; } } } } } } MIENTRAS YO SEA OTRO var i=”other” do { indifferent(); } while (i != “me”); (Este artículo es divulgativo y más bien no-creativo. Abunda en él el citacionismo, el reciclaje y hasta el copypasteo de textos referidos a autores que figuran en la siguiente bibliografía):

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Poética a la carta / Ciberpoesía / Juan Carlos Fernández Sanz

BIBLIO GRAFÍA/MEDIA

-Organizaciones internacionales para la poesía electrónico-digital:

ELO, la Electronic Literature Organitation (la más importante, con sede en Vancouver) LitELat, Red de literatura Electrónica Latinoamericana. En España: LEETHI, Literaturas Españolas y Europeas del Texto al Hipertexto, de la Universidad Complutense de Madrid Hermeneia, grup de Recerca. Estudis literaris i tecnologies digitals. Universitat de Barcelona. También hay ejemplos en Literatura Electrónica Hispánica Cervantes Virtual.

-Textos y páginas web:

Belén Gaché. -¿Qué es la poesía para un robot?México, 2015. -Conferencia en la UNAM, México, 2015. Video. -Las escrituras nómades. Ediciones Trea. Gijón. España. Belén García Nieto. -Poesía de Código. Entrevista. 2017. Claudia Kozak (editora). Tecnopoéticas argentinas. Caja Negra Editora. Buenos Aires. 2012. Eduardo Kac. Holopoesía. Artículo en Letra Internacional, nº 53, Madrid, 1997. Ishac Bertran. Code {poems} Barcelona, 2012. José Aburto Zolozzi. Poemas digitales y ensayos: www.entalpia.pe Kenneth Goldsmith. Escritura no escrita. Caja Negra Editores. Buenos Aires, 2015. Ladislao Pablo Gyori. Criterios para una poesía virtual. Revista Internacional de Poesía. Uberaba, Brasil, 1995.

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Fondo de armario Participan con sus poemas, los conVersos: Alicia Naya JosĂŠ PĂŠrez Carranque Marga Mayordomo Miguel Cuerdo Paloma Espartero


Fondo de armario / Alicia Naya

Cena de nochebuena

Un agujero húmedo un agujero húmedo como el que cavaba el gato de Lezama de ahí sale el manjar de ahí la poesía. “Doble noche” para Lezama para mí algo mucho maá prosaico: “Almejas a la marinera” con su ajo su perejil su hoja de laurel y el cariño que ponga en ello. Pelo las cebollas le añado el perejil quito el centro al ajo para que no repita lo pongo en la cazuela y ahí está el quid de la cuestión al añadir las almejas retirarlas justo en el momento en que se abren. Como al hacer un poema saber cuándo cerrarlo donde poner el punto final. conVersos 27 / 23


Fondo de armario / Alicia Naya

Duelo

III Ando persiguiéndote entre dos mundos siguiendo tu rastro.

I Febrero crudo febrero donde todo renace y la luz penetra alumbrando despiadadamente mi corazón.

¿Cuándo te dejaré ir y me quedaré aquí sentada sollozando a este lado del umbral?

IV ¿Pueden unas manos dictar al resto del cuerpo su dolor su añoranza su tristísima orfandad?

Amanece sin ti. Amanece.

II Aquí donde la espera se hizo día y ausencia.

Epílogo: No sé de donde vino tu cuerpecito. No sé a donde fue lo que importa es el entre y el alma que pusimos.

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Fondo de armario / Alicia Naya

Metamorfosis -Mariposa-

De la flor del ciruelo a la flor del romero celebrando sus alas aguijoneรกndome el alma que no consigue despertar que no consigue desprenderse de esta envoltura ajada de esta mortaja.

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Fondo de armario / José Pérez Carranque

Lejanos códigos lecturas imposibles, conciencia, misoginia, angustia, libertad, pecado. Hombres, mujeres, animales y frutos la luz pastel rojos y azules los placeres efímeros el agua. El cuerpo y su tortura la canción del trasero del infierno (Amelia Hamrick) don y condena herencia y sentido avaros envidiosos, glotones jugadores. Museo del Prado Sala LVI Jeronimus van Aken el Bosco. conVersos 27 /

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Fondo de armario / José Pérez Carranque

los besos sagrados el misterio que funda asumir lo vivo entre lo muerto.

Tres caminaban todo el tiempo con el Señor: María, su madre, su hermana y María Magdalena, su compañera. ( del Evangelio de Felipe )

El deslave del monte Arbel selló su rastro. Vivían una dicha trascendente amar era su verbo ella con él siempre ella misma.

Celestes y carnales se daban y tomaban una y otro tal como eran.

Aquí en Magdala la sal antigua conVersos 27 / 27


Fondo de armario / José Pérez Carranque

para nombrar de nuevo por enésima vez lo innombrable y transparente. Escribo según me empuja la metáfora Escribo

(es un juego)

sin excluir ninguna dimensión;

a cualquier hora, siempre en casa,

sobre el valle que contemplo me hago valle (qué candor)

ante la hoja en blanco emerge un yo que desconozco, bajo la sombra está la tierra, la luz arriba, la palabra es diálogo. Escribo

tras un universo de escritura versus plagio

con el cuerpo abriéndose,

vía una conciencia Carranque en la mirada.

contra nada que venga del amor me rebelo, de esa fuerza que todo lo abraza me nutro desde la soledad, la quietud y el silencio donde aparece. Escribo durante esa entrega que me hace en una especie de sueño y vigilia entre la verdad que presiento y la apariencia de las cosas; hacia el hogar esencial va esa vereda

(se dice)

Escribo hasta pensar que alcanzo la savia mediante la recuperación de lo sa-gra-do

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Escribo

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Fondo de armario / José Pérez Carranque

imprevisto

vuelo de

una mosca

arriba abajo delante detrás el agua los juncos

libélula encendida

colibrí en tu carne

no hay hueco para un obstáculo

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Fondo de armario / Marga Mayordomo

Grand prix

un día tras otro cavilar poniendo lavadoras, discurrir con la esperanza de algo nuevo, o dinosáurico una meta, tal vez -una sorpresase ganó el concurso más preciado por ejemplo: te tocó el Sorteo de Oro de Cruz Roja o una flamante PlayStation qué sé yo… cualquier guiño de la suerte

discurrir, sí con la esperanza en fuga entre las uñas … acelerada por momentos junto a una minipimer de inmersión 1000 W de potencia

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fondo de armario / Marga Mayordomo

Dieta saludable

Matrix (A Sylvia Plath)

es tontería ignorarlo estoy hambrienta debiera comerme alguna fruta eso es bueno, lo sé siempre se dice la eterna letanía: colesterol, sobrepeso, larga vida al cuerpo… sí al body que acompaña como puede, insensato a esta cabeza aún en forma -en cierta, al menosque pretende con fuerza a toda costa, comerse a dentelladas lo que resta de esto

soy un charco de fiebre en un pasillo soy una atleta del tiempo lo veo todo esta cama me encasilla entre lo humano una nube de grullas se derrama en oleadas soy una presa en su ojo inmóvil permanezco ovillada como un feto: El látex ha profanado el más tierno de los valles sin permiso soy una pieza abatida un cinturón de asepsia nos envuelve la distopía se ha tragado al sol apenas se distinguen los brazos del abeto todas las lunas nos cabalgan solicito una caricia, el magnetismo del tacto dos piedras me transportan a la jaula de las fieras los ciclos sobrevuelan por encima necesito aferrarme a la tierra mansamente hay un recién estrenado corazón que (inconsciente) pide paso

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Fondo de armario / Marga Mayordomo

Agnus dei

sólo soy una hoja en la hamaca autista de la tarde sin que el fogonazo de un ojo-inquisidor haga la foto

de bruces sobre el piso en modo manso, pareciera tú, reina albina de las pampas ascendentes de los ríos de hormonas en columna de las pupilas de arcangélicas visiones tú, piedra-rosetta de los lienzos ahí aguardas leve sombra de un cuerpo memorable al acecho; los dos ojos insolentes a la espera, mientras vigilas: si este andar ya no es el mismo si se tropiezan las manos si los oídos sufren sabes bien que la compasión es mi saudade mi concavidad, mi surco a veces oigo el filo de un jadeo, imperceptible parecieran rozarse, enamoradas las ramas en el bosque ¡alza la cabeza, míra bien de frente vuelve la respiración-ganzúa hacia otro ingenuo no me ofrezcas tu vientre al sacrificio que cierren esas cortinas que insonoricen los campos que un cinturón de espuma me silencie

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Fondo de armario / Miguel Cuerdo

Bicicleta

Salgo otra vez, sin convencimiento, por donde pasó el famoso hidalgo que nunca pasó, dejando atrás un libro de metafísica de las costumbres y una hoja en blanco. El paseo, un poco solemne, se llena de cuestas. Se dispara la ansiedad entre una casa de labranza y otra, a mitad del rojizo camino. Funcionan los frenos mejor que las certezas. Los estrujo hasta sacarles la confesión de su verdadera resistencia. Entre los pliegues de las dudas escondo disimuladamente algunas dosis de libertad. La primavera se pega al camino. Algunos almendros silvestres saludan, mientras mudan sus pétalos rosáceos en abundantes testículos de juventud. Sus brazos se alargan por momentos y, generosos, se ofrecen a detenerme. Se dispara la ansiedad ante tanta insolencia y tantas hojas en blanco.

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Fondo de armario / Miguel Cuerdo

De riguroso amarillo

La noche no sé qué es. Pero el atardecer [el que con un canto extraño mete al sol en la buchaca del horizonte] es el momento de la muerte presentida, atravesada de riguroso amarillo. [Tan inquieta la mirada de soslayo del sol abatido. Tan agostadas las sombras, apilándose para construir la noche. Tan amarillo todo. A punto de desprenderse del árbol de la vida durante un no-tiempo]

Vengo de Ossa y todo sucede transversal: la luz, las sombras, el eco, el agua. Todo se cruza al paso. Las perdices también [los conejos no se atreven y depositan su sombra peligrosamente alargada como tributo]

También va haciendo noche la encina: Con los picos de sus hojas se defiende de tanto amarillo-muerte, mientras entrega su umbría generosa para avenirse a las reglas.

Lo mismo que la sabina, contenta a esta hora por no parecer tan rechoncha. Se hace plumero cuando se desparrama por el suelo, conVersos 27 /

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Fondo de armario / Miguel Cuerdo

desempolvando la negrura de la tierra que aparentaba ocre hasta hace un poco.

Cada nuevo paso intenta pisar el amarillo y juega (como juega un adulto a la goma) con la muerte presentida. [Cada paso es un sarpullido de memoria mohína, elaborado como la leche condensada, en el que sólo cabe un adagio como el de Albinoni]

A ras de suelo ya no hay amarillo. Ya no hay muerte presentida. Ya no hay.

En los pasos que siguen, el camino se hace ciénaga de sombras que suben hasta el corvejón. Entro por la calle Encomienda buscando mi sombra entre tanta sombra. No la encuentro. La supervivencia se paga embutido en el ropaje de la noche total que sigo sin saber qué es.

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Fondo de armario / Miguel Cuerdo

James joyce scribit

Palabras bajo el agua

Te duermes y a tu cuerpo inerme se entrega en depósito tu seguir siendo entre velos protectores.

Soy incapaz de leer en tu mirada pero me insistes y me voy al fondo.

Un ejercicio de trascendencia diaria. Remedo arraigado. Entrenamiento forzoso con el que volver a ser. Cualquier día es una vida y una muerte. Gozosos aquellos días en los que mereces ser derrotado, cuando llegas al sueño vencido por la vida no piensas en lo que vendrá tampoco en un pasado más remoto y mucho menos si, cuando llegue el barquero, será como alguna de esas noches.

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Allí, por fin te entiendo: es un juego en el que tú balbuceas y el agua hace infinita nuestra distancia. Vuelvo de coger aire y ahí sigues como una morena que está al acecho entre los golpes del agua inquieta y un silente movimiento de labios capaz de cambiar el mundo, mi mundo.


fondo de armario / Paloma Espartero

el amor es un pájaro desnudo el amor es un pájaro desnudo que alza su ala y cae cae sobre el dolor sobre el dolor y su fuego

-cuchillas triangulares sajan los párpados-

todo se derrumba nuestra sal quema la piel bosques blancos esparcen su ceniza

su sangre es la raíz su sangre es la raíz su sangre es la raíz

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Fondo de armario / Paloma Espartero

A Eric Garner

I can’t breathe no puedo respirar no pue do res pirar no pue do res pi rar res pi rar un cuerpo negro como anguila agitándose un cuerpo que intenta alzarse y busca el aire pero la mano no la mano blanca que no el cuerpo blanco el cuerpo dominio el cuerpo miedo el cuerpo que teme lo negro lo amarillo del ojo del negro su otra piel su otro olor su amenaza en lo distinto

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juega este partido patea el balón y avanza una yarda el rugby es un juego hermoso su tórax balón bloqueado en la acera su no grito su no movimiento perfecto placaje the nigger is dead el negro muerto lo negro ya no amenaza


Fondo de armario / Paloma Espartero

mantenerse en suspenso como un pájaro no oposición no esfuerzo sostener-se saberse sostenido saberse sin carencia dejarse en lo pequeño

soy Khali la destructora la guerrera mírame a los ojos la que se niega a ser domesticada la libre la completa la que atravesó el vértigo y descerrajó el miedo la que habita las minas y cree la que supo sacar sus pies de la ciénaga la generadora la sola la que sabe cuánta muerte conserva mírame a los ojos rájate los párpados y ve

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Mirador Una cierta mirada presenta la obra de Luis Ortega Chamarro bajo la mirada de los conVersos. En este número, Tirsa Caja, Esther Lucio Marino, Claudio Carrillo, Carmen Díaz-Maroto, Fran García y José Pérez Carranque, miran la mirada del artista y la convierten en palabras.


Mirador / Una cierta mirada

L u i s Ch a m a r ro

Obras de Luis Chamarro y textos de los conVersos

Tir sa Caja

cartografía de lava dando forma a extrañados continentes de un futuro diezmado sangrada la memoria nos devuelve los nombres en la geometría del pensamiento a salvo valvas como pétalos fósiles un delfín encalado la blancura después de la depuración negro MAGMA los opuestos vectores atraviesan la huella desordenado el nombre que nos llama en cualquier dirección

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Mirador / Una cierta mirada

L u i s Ch a m a r ro

Obras de Luis Chamarro y textos de los conVersos

E st h er Lu cio Mar in o

Y vienen por gris, albero y verde agua rehenes del fragmento a un octavo de compĂĄs.

ConcĂŠntricos encajes multitud

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vigilante.


Mirador / Una cierta mirada

L u i s Ch a m a r ro

Obras de Luis Chamarro y textos de los conVersos

Clau dio Car r illo

Como la marea insidiosa hollando el ocre de la tierra, el vĂŠrtigo se afana en los contornos de mi boca, vĂŠrtigo oscuro que nombra lo que no se nombra, cuando el corazĂłn danza debajo de la piel, los gestos son palabras y el delirio, un ramo de amapolas.

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Mirador / Una cierta mirada

L u i s Ch a m a r ro

Obras de Luis Chamarro y textos de los conVersos

Car m en DĂ­az-Mar ot o

vertido-mancha en lo roto

el naufragio resistir en lo marginal

aĂşn aĂşn

la huella a pesar escrito

la carencia en lo roto emerge

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Mirador / Una cierta mirada

L u i s Ch a m a r ro

Obras de Luis Chamarro y textos de los conVersos

F ran Gar cía

Quizás habría sido mejor ir de la mano: salir en la mañana y saludar como si las voces como si ella no supiera de sí. Pero el camino de regreso a la infancia, madre, lo hallaste a solas con un cuchillo en la bañera.

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Mirador / Una cierta mirada

L u i s Ch a m a r ro

Obras de Luis Chamarro y textos de los conVersos

José Pér ez Car ranqu e

96 ahogados en los cinco primeros meses de 2019 (Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo) ponerlo todo por escrito sería una forma John Ashbery

Un grupo de gaviotas se posa en una playa junto a un pequeño hotel aislado. Se abre una extensa superficie de lenguajes, muchos puntos de vista hacen una experiencia que flota. Nadie tiene la última palabra sólo hay múltiples casos particulares, un flujo de vacío. Pon atención si puedes no perderte entre las simultáneas diferencias. Lo social es relato silenciado que espera tu visita.

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Notas sobre Luis Ortega Chamarro (LOCH)

• Participa en el co-laboratorio poético MITOXIX (poetas españoles y mejicanos) para el desarrollo y difusión de la sensibilidad creadora, la técnica literaria y el intercambio internacional. • Colabora en los últimos años con ilustraciones con otros autores para libros de poesía y novela. • Ha publicado un libro de collages Memento vivere (2017) y acaba de publicar un libro de poesía y fotografía Dis-torsiones (2019). Curriculum vitae • Experimenta con múltiples materiales y trabaja sobre objetos encontrados dotándolos de un nuevo destino (escultura, collages). Utiliza la fotografía como una disciplina de atención, considerándose un hijo del instante.

• Actualmente desarrolla simultáneamente creativa en las artes plásticas y la poesía. Cuenta de instagram:

su

actividad

ortegachamarro_loch

• Estudia pintura y grabado en los talleres de arte de la CAUM y dibujo en la Escuela de Artes Aplicadas en Madrid. • Participa en diversos concursos y certámenes nacionales, habiendo obtenido varios premios en las especialidades de pintura, dibujo y fotografía. • Estudia dos años la caligrafía y cultura japonesa (Escuela Nihon Shodou de Japón). Estudio de la literatura y cultura persa. • Participa en el taller de re-creación de la revista Chocolate y en el taller de cine y haiku con el director de cine Oliver Laxe en la Casa Encendida. • Colabora con collages y poemas en el Proyecto Genoma Poético y varias revistas digitales. • Participa en múltiples talleres y seminarios de poesía en la Fundación Centro de Poesía José Hierro de Getafe (Madrid).

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Territorios diVersos Manuela Sola Castro habla de la ciudad donde ha nacido y vivido hasta los 17 años. Chaves está en el norte de Portugal y en ella corre el río Támega que nace en la provincia de Ourense y desagua en el río Duero en la localidad de Entre-os-ríos. En la foto de la portada aparece el río Támega y las poldras que conducen nuestros pasos a un lugar de seducción.


Territorios diVersos / Chaves / Manuela Sola Castro

Chaves

Norte de Portugal. Una ciudad clavada en el hueco de las montañas. Chaves de su nombre. Romana y termal. En ella se bañó Flavio. En ella me bañé y me acuné hasta los 17 años. Chaves caliente y fría, generosa y austera, conservadora y alocada. Chaves con chillidos de tripas, de carne, de sangre. Chaves del jamón, de los chorizos, de las iglesias, de las verbenas, de los chismorreos, de las leyendas, de las ferias. Chaves noble ciudad guateada por el Támega, el río de todos los devaneos. Chaves del castillo con besos pegados a las murallas, de guateques para enrollar los cuerpos, de tardes de evasión en sueños de novela. Chaves con sus habitantes particulares: Joaozinho el panadero, guapo, elegante, rompiendo todos los moldes. Maximino el del jamón y su hija sonámbula, que en verano cruzaba las terrazas con su largo camisón blanco, brazos estirados, caminar decidido. Cuenta la leyenda que se fingía sonámbula para encontrarse con su amante, al otro lado de la calle. Carai, el taxista gordo y con mala leche que nos recriminaba el comportamiento después de cada verbena. Pomba la dueña del mejor burdel de la ciudad (tengo entendido que era el único). María Landainas, desgreñada, dejada y con una mirada ausente, era la loca del lugar. Nos pedía besos y caramelos y una cervecita bien fresca. También estaba Doña Bárbara la del lugar de frutas y verduras que nos enseñaba cómo hacer un buen caldo para calentar penas de amor. Y por supuesto Avelino el refugiado de guerra, el gallego. El que tenía historias increíbles que dejaban huella en cabezas adolescentes. Avelino el de Gardel, de la Pradera, de los Panchos. El bohemio, el divertido, el de las tertulias, el del ajedrez, el socialista. El hombre de todos los cambios. Avelino el moderno. Avelino, el agitador de costumbres tan antiguas como la ciudad. Y el café Bar Aurora que lleva el nombre de su madre, mujer tan fuerte como su cuerpo. Avelino y el bar Aurora eran el corazón que bombeaba la ciudad y le ofrecía una luminosidad que las pequeñas ciudades de provincia no conocían. En el café todo sucedía. Las señoras acudían tímidas, al principio ¡Era algo tan osado! Poco a poco, aquel espacio pasó a ser la prolongación de sus salas de estar. Allí camuflaban el vino, blanco, en teteras de porcelana. Y con la taza de té elegantemente colgada de sus manos, degustaban ese néctar, divino, en pequeños sorbos de placer. Mientras comían pasteles, miraban al rededor, con los ojos ya medio entornados, tejiendo a conciencia la vida de los demás (también algún jersey para el frío invierno), distracción insuperable en esa pequeña ciudad de provincia. En la cálida intimidad de ese espacio público, todo sucedía y todo sucedió. Se hizo público lo privado y en los oídos de la ciudad retumbaba ¡gran desgracia! y todos se olvidaron que los romanos habían pasado por allí.

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Retrato en auto Nuestra invitada es Marta Pessarrodona, polifacética y laureada poeta egarense, cuyos versos, siempre en un catalán resplandeciente, reflejan una precisión emocional de una vida muy vivida y muy leída, hasta convencernos de que “després de la poesia no hi ha res”.


Retrato en Auto / Marta Pessarrodona

Marta Pessarrodona Marta Pessarrodona (Terrassa, Vallès Occidental) es poeta, narradora, ensayista, autora teatral y traductora. Ha sido lectora de español en la Universidad de Nottingham, Inglaterra, y autora de la exposición y seminario El Grupo de Bloomsbury (Barcelona, 1986). Durante diez años coordinó la Comissió Internacional de Difussió de la Cultura Catalana para la Generalitat de Catalunya. Considera que su calidad de vida se basa en la compañía de una perra y la práctica de algún deporte civilizado (tenis y golf). Ama algunas ciudades con pasión—Londres, Berlín, Buenos Aires, Zürich y Jerusalén—y suele viajar a menudo, como conferenciante o como poeta. Lee algunas lenguas (alemana, inglesa, francesa, italiana) y estudia otras (hebrea y polaca). Dicen que es muy amiga de sus amigos y una cocinera decente. Ha publicado recientemente: Poesía: Poemes 1969-2007: Antología (2007); A favor nostre, antología a cargo de Àngels Gregori (2019); Animals i plantes (2010); y Variacions profanes (2019). Narrativa: (Quasi) tots els contes (2011); Biografía: Mercè Rodoreda i el seu temps (2005) de la que existe versión castellana: Mercè Rodoreda y su tiempo (2007); Jacint Verdaguer. una biografia (2017); Virginia Woolf i el Grup de Bloomsbury (2013); y Donasses. Protagonistes de la Catalunya Moderna (2006); así como retratos, con fotografías de Pilar Aymerich de Montserrat Roig (¡994); Maria Aurèlia Capmany (1996); Frederica Montseny (1999), Mercè Rodoreda (2002); y Caterina Abert [Víctor Català] (2006), Ensayo: França, 1939. El primer exili català intel·lectual i artístic (2010) y L’exili violeta, de la que se publicó simultáneamente la versión castellana de Mireia Sust: El exilio violeta. Escritoras y artistas catalanas exiliadas el 1939 (2010). Ha traducido a: Louis Althusser, Simone de Beauvoir, Quentin Bell, sobrino-biógrafo de Virginia Woolf, E. M. Fortser; Doris Lessing, Susan Sontag y Virginia Woolf, entre otros autores. Actualmente trabaja en dos poemarios: Admiracions (título provisional) y Geografies (título provisional) así como en un ensayo/guía personal de la ciudad de Londres, Allà a London (título provisional). En 1987 la Generalitat de Catalunya le concedió la “Creu de Sant Jordi”; en 2007 recibió el Premio Prat de la Riba para artículos periodísticos; en 2011 recibió el Premio Nacional de Literatura, que concede el Consell Nacional de les Arts de la Generalitat de Catalunya; y en 2019 el Premi d’Honor de les Lletres Catalanes, que concede la sociedad civil catalana (Òmnium Cultural). Aismismo, en abril de 2011, se inauguró la “Biblioteca Mira-sol Marta Pessarrodona”, en Sant Cugat del Vallès (Barcelona) y desde 2018 figura en “O Xardin de las pedras que falan” de Santiago de Compostela.

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Retrato en Auto / Marta Pessarrodona A favor meu nostre (1981)

A favor meu nostre (1981)

Bella dama coneguda

Bella dama conocida Traducción: Miguel Cuerdo Mir

Us veig en una foto antiga: éreu jove i bella i dúieu el poeta, aleshores infant, en braços.

Os veo en una foto antigua: eráis joven y bella y llevabais al poeta, entonces párvulo, en brazos.

L’escena era bonica i amagava el déu salvatge: divinitat abastament venerada per vós i la vostra nissaga.

La escena era bonita y escondía el dios salvaje: divinidad abundantemente venerada por vos y vuestra estirpe.

El meu record d’aquella tarda --d’aquella foto esgrogueïda— us fa amb un bell capell i un avió --de quan en deien aeroplà—de paisatge.

Mi recuerdo de aquella tarde -de aquella foto amarillentaos trae con un hermoso sombrero y un avión -de cuando lo llamaban aeroplano- de paisaje.

M’apreciàreu perquè jo l’estimava i jo us volia per estimar-lo per fer més clares unes ombres que m’enterbolien certes imatges.

Me apreciasteis porque yo lo amaba y yo os quería para amarlo para hacer más claras las sombras que me enturbiaban ciertas imágenes.

També us hauria volgut salvar, com a ell, de les grapes inevitables. Volia tornar-vos al retrat on ell era innocent i vós jove i mundana.

También os habría querido salvar, como a él, de las garras inevitables. Quería devolveros al retrato donde él era inocente y vos joven y mundana.

Tots dos desapareguéreu sense acomiadar-vos, deixant-me només el record, aquest caos on he de cercar, sola, les persones per estimar-vos.

Los dos desaparecisteis sin despediros, dejándome sólo el recuerdo, este caos donde tengo que buscar, sola, las personas para amaros.

In memoriam Amàlia Soler

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In memoriam Amàlia Soler


Retrato en Auto / Marta Pessarrodona Animals y plantes (2010) Quan tot de sobte “my salad days, when I was green in judgement, cold in blood” Shakespeare, Antony & Cleopatra

avui li dic adéu a l’Alexandria que perdo. No escolto el plany dels pusil·lànimes, perquè ells no m’havien donat cap ciutat. Avui, en plena fugida, mesuro l’Alexandria que, ben segur, tinc.

Segurament, la meva sort ja cedia i els meus dies d’enciam caducaven. Havien fracassat les meves obres? Havia estat tot una il·lusió? Aquell déu havia abandonat Antoni, ben cert; i, de retruc, una mítica Cleopatra mental. Des de Le Metropol Hotel veia el mar, com l’havien vist Morgan i l’amic oficinista. Allí, irrigació, com a Bs As comissariat de gallines. És sempre així el cada dia dels grans poetes? Contemplava l’orfandat del far absent, les inexistents petjades del foraster etern, i, ben endins, on acaba algun camí, plorava i, en especial, recordava. Des del Greek Club, dialogava amb mi en la meva llengua, amb el meu llemosí. Els altres, els bàrbars, en arameu, parlaven entre ells, mentre jo m’acomiadava d’una Alexandria llibresca. La sang, la meva, no era gens freda, ni el record de les absències menys punyent. Obedient, amb coratge, ja preparada, conVersos 27 / 53


Retrato en Auto / Marta Pessarrodona Animals y plantes (2010) No escucho el llanto de los pusilánimes, porque ellos no me habían dado ninguna ciudad.

Cuando todo de repente Traducción: Miguel Cuerdo Mir

cold in blood”

“my salad days, when I was green in judgement,

Antony&Cleopatra)

(Shakespeare,

Seguramente, mi suerte ya cedía y mis días de lechuga caducaban. ¿Habían fracasado mis obras? ¿Todo había sido una ilusión? Aquel dios había abandonado a Antonio, ciertamente; y, de rebote, a una mítica Cleopatra mental. Desde Le Metropol Hotel veía el mar, como lo habían visto Morgan y el amigo oficinista. Allí, irrigación, como en Bs As comisariado de gallinas. ¿Siempre es así el día a día de los grandes poetas? Contemplaba la orfandad del faro ausente las inexistentes huellas del forastero eterno, y, muy adentro, donde acaba algún camino, lloraba y, en especial, recordaba. Desde el Greek Club, dialogaba conmigo en mi lengua, con mi lemosín. Los otros, los bárbaros, en arameo, hablaban entre ellos, mientras yo me despedía de una Alejandría libresca. La sangre, la mía, no era nada fría, ni el recuerdo de las ausencias menos punzante. Obediente, con coraje, ya preparada, hoy le digo adiós a la Alejandría que pierdo. conVersos 27 /

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Hoy, en plena huida, calibro la Alejandría que, seguro, tengo.


Retrato en Auto / Marta Pessarrodona

Variacions profanes (2019)

sovint, cap a d’altres contrades.

Beyond Caravaggio “Arribat el natalici d’Herodes, la filla d’Herodias dansà enmig de tothom, i va plaure tant, que Herodes li va prometre amb jurament de de donar-li allò que li demanés. Ella, induïda per la seva mare, li digué: “Dóna’m aquí en una safata el cap de Joan Baptista.”” Mateu 4:6-10

Sant Joan, el de la creu, m’havia escrit el primer vers i jo, com tantes vegades, sentia profunda basarda: No era el cap de Goliat, ans de l’altre sant Joan;

A l’ombra de sant Joan de la Creu, vaig començar, un matí, un poema...

en una plàtera sense poesia, que navegava per ses illes,

En realitat, me n’havia allunyat un prevere, la seva vida i miracles i exorcismes varis.

plena d’aforismes barats, tronats, que les comparses en deien poesia.

Em deia: escandalitzaré el món poètic, el meu, el que desforesta tants arbres?

Més enllà de Caravaggio, què? Més enllà de la poesia, res.

L’àngel va emmudir: era terra salvatge i jo no sabia veure ni un Regnier ni un Latour. Mentre, munts de Davids sostenien el cap de Goliat. Eren, però, femelles escandaloses. En canvi, les hisendades callaven. Que trist i que bell és fugir,

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Retrato en Auto / Marta Pessarrodona Variacions profanes (2019) Beyond Caravaggio Traducción: Miguel Cuerdo Mir “Llegado el natalicio de Herodes, la hija de Herodías bailó en medio de todos, y gustó tanto, que Herodes le prometió con juramento darle aquello que le pidiera. Ella, incitada por su madre, le dijo: ‘Dame aquí en una bandeja la cabeza de Juan Baustista” Mateo, 14: 6-10

A la sombra de san Juan de la Cruz, comencé, una mañana, un poema… En realidad, me había alejado un presbítero, su vida y milagros y exorcismos varios.

Me decía: ¿escandalizaré al mundo poético, el mío, el que deforesta tantos árboles?

El ángel enmudeció: era tierra salvaje y yo no sabía mirar ni un Regnier ni un Latour.

Mientras, montones de Davides sostenían la cabeza de Goliat.

Eran, sin embargo, hembras escandalosas. En cambio, las hacendadas callaban. Qué triste y qué hermoso es huir, a menudo, hacia otras tierras.

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San Juan, el de la cruz, me había escrito el primer verso y yo, como tantas veces, sentía un profundo miedo:

No era la cabeza de Goliat, sino del otro san Juan; en una bandeja sin poesía, que navegaba por ses illes, llena de aforismos baratos, gastados, que las comparsas llamaban poesía.

Más allá de Caravaggio, ¿qué? Más allá de la poesía, nada.


Retrato en Auto / Marta Pessarrodona Admiracions [work-in-progress] El dia que ja no vaig voler ser Françoise Sagan

Sí, havia abandonat la icona de joventut, el seu châteaux i la seva màquina esportiva:

Admirant Charles Baudelaire, una obvietat, i recordant lectures dels meus quinze anys francesos

em declarava hipòcrita obstinada, i llegia i llegia com havia triat aquell dia, amb aquella tossuderia.

Per més que no he admirat mai el meu jo adolescent, confesso amb rubor i tendresa que el château de Françoise i aquell esportiu m’havien fet molta peça. En canvi, sí que m’agrada el mal que a casa va ser eucarístic, i la floració respectiva i les conseqüències ídem i els resultats, ai las!, esponerosos! Amb el temps, però, també

Sempre tornem al primer amor, diuen, i la brillantor absent es pot metamorfosar en un cert saltimbanqui, que nostraria: gairebé l’única prosa que triaria. I tot perquè ho vaig decidir un dia. “Mais enfin quoi j’étais une femme qui avait aimé un home...” Fidel a ella, però, m’entestaria que l’art arrabassés la realitat de sobte, per sorpresa, amb traïdoria.

pensaria més en dies d’enciam, en l’altra llengua passada la mànega, Charles, però, se m’enquistava, seguia, insistia, s’intercalava en la meva vida. “Lis moi, pour apprendre à m’aimer” era la glòria, la més pura fantasia. Mentre s’esvania el château i entrava una certa pobresa que, avui per avui, encara em guia. conVersos 27 / 57


Retrato en Auto / Marta Pessarrodona Admiracions [work-in-progress] El día que ya no quise ser Françoise Sagan Traducción: Miguel Cuerdo Mir Admirando a Charles Baudelaire, una obviedad, y recordando lecturas de mis quince años franceses

Por mucho que no he admirado nunca mi yo adolescente, confieso con rubor y ternura que el château de Françoise y aquel deportivo me habían gustado mucho. En cambio, sí que me gusta el mal que en casa fue eucarístico, y la floración respectiva y las consecuencias ídem y los resultados, ¡ay! ¡frondosos! Con el tiempo, sin embargo, también pensaría más en días de lechuga, en la otra lengua pasado el canal, Charles, no obstante, se me enquistaba, seguía, insistía, se intercalaba en mi vida. «Lis moi, pour apprendre à m’aimer» era la gloria, la más pura fantasía. Mientras se desvanecía el château y entraba una cierta pobreza que, hoy por hoy, todavía me guía. Sí, había abandonado el icono de juventud, su château y su máquina deportiva: me declaraba hipócrita obstinada, y leía y leía como había elegido conVersos 27 /

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aquel día, con aquella tozudez. Siempre volvemos al primer amor, dicen, y el brillo ausente se puede metamorfosear en un cierto saltimbanqui, ya nuestro: casi la única prosa que elegiría. Y todo porque lo decidí un día. «Mais enfin quoi, j’étais une femme qui avait aimé un home...» Fiel a ello, sin embargo, me empecinaría en que el arte arrebatara la realidad de repente, por sorpresa, con alevosía.


Retrato en Auto / Marta Pessarrodona Admiracions [work-in-progress] Samizdat* Recordant, admirant i enyorant Montserrat Roig

I, mira, m’he de comunicar de forma clandestina com, segur, tu ho vas fer mantes vegades.

Diuen que l’art sempre està famolenc per fer dels herois enemics. I la política? Permet-me: tu ho vas saber prou bé: qui més cridava volia ofegar-te. No hi feia res que la teva veu, per damunt de tot, cobegés per ser literària. Ara mateix és idèntic el panorama. Criden, electrònicament, però. Intentant el mateix escàndol. Bramen per ones hertzianes, que ja vas conèixer prou bé: capdavantera, diuen, que n’eres. I t’homenatgen per homenatjar-se. Res allibera cap empresonat i no pas per causes injustes. Res no paga la factura dels pobres, nous i energètics. Si no fos mig criminal, quin tedi la misèria nova, quin déjà vu els brams d’ase.

*Samizdat (en rus самиздат i en ucraïnès самвидав, transliterat samvidav) va ser la còpia i distribució clandestina de literatura prohibida pel règim soviètic y, per extensió també pels governs comunistes de l’ Europa Oriental (Bloc de l’Est) durant la denominada Guerra Freda. Wikipedia conVersos 27 / 59


Retrato en Auto / Marta Pessarrodona Admiracions [work-in-progress] Samizdat* Traducción: Miguel Cuerdo Mir

Y, mira, me tengo que comunicar de forma clandestina como, seguro, tú lo hiciste tantas veces.

Recordando, admirando y añorando a Montserrat Roig

Dicen que el arte siempre está hambriento por hacer de los héroes enemigos. ¿Y la política? Permíteme: tú lo supiste muy bien: quien más gritaba quería ahogarte. No importaba nada que tu voz, por encima de todo, anhelara ser literaria. Ahora mismo es idéntico el panorama. Gritan, electrónicamente, no obstante. Intentando el mismo escándalo. Braman por las ondas hertzianas, que ya conociste bastante bien: líder, dicen, que eras. Y te homenajean para homenajearse. Nada libera a ningún prisionero y tampoco por causas injustas. Nada paga la factura de los pobres, nuevos y energéticos. Si no fuera medio criminal, qué tedio la miseria nueva, qué déjà vu los rebuznos de asno.

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*Samizdat (en ruso самиздат y en ucraniano самвидав, transliterado samvidav) fue la copia y distribución clandestina de literatura prohibida por el régimen soviético y, por extensión también por los gobiernos comunistas de Europa Oriental (Bloque del Este) durante la llamada Guerra Fría. Wikipedia


Retrato en Auto / Marta Pessarrodona Geografies (work-in-progress)

Geografies (work-in-progress)

Alles Stenar

Alles Stenar Traducción: Miguel Cuerdo Mir

Diuen que eren víkings ambiciosos. Així s’escriu a la crònica anglosaxona. L’any: 793 de l’era que diem nostre.

Dicen que eran vikingos ambiciosos. Así se escribe en la crónica anglosajona. El año: 793 de la era que dicen nuestra.

Aquí reposen petris i, per tant, innocents. A Londres, avui, es perden per sales on abans, molt abans, era biblioteca i un jueu alemany redactava doctrina

Aquí reposan pétreos y, por tanto, inocentes. En Londres, hoy, se pierden por salas donde antes, mucho antes, eran biblioteca y un judío alemán redactaba doctrina.

(mentrestant el món canviava. A casa: minyona embarassada.)

(mientras tanto el mundo cambiaba. En casa: criada embarazada)

A Alles Stenar, però, uns víkings ja reposaven tant com el paisatge. No hi havia ni les seves rampinyes, ni els seus crims, ni els seus esclaus.

En Alles Stenar, sin embargo, unos vikingos ya reposaban tanto como el paisaje. No quedaban ni sus rapiñas, ni sus crímenes, ni sus esclavos.

La mar propera, tan distinta de la nostra, la Mediterrània, no els era cap obstacle, ans un camí i més aviat abastable, per furtar, matar, imposar-se.

El mar próximo, tan distinto del nuestro, el Mediterráneo, no les suponía ningún obstáculo, sino un camino y más bien alcanzable, para robar, matar, imponerse.

Al pas dels segles, tots els copiarien: lords britànics, marquesos cantàbrics... Després, amb bona sort—remordiments?--, Museu a la riba del Thames, almoines a casa.

Con el paso de los siglos, todos les copiarían: lores británicos, marqueses cantábricos... Después, con buena suerte –¿remordimientos?–, museo en la orilla del Támesis, limosnas en casa.

A Alles Stenar, reposen uns víkings, tan inofensius i remots com tots els morts, com els de les fosses comunes tant a la Mitteleuropa, com a la Mediterrània.

En Alles Stenar, reposan unos vikingos, tan inofensivos y remotos como todos los muertos, como los de las fosas comunes tanto en la Mitteleuropa, como en el Mediterráneo.

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Retrato en Auto / Marta Pessarrodona Admiracions (work-in-progress) Carta al pare que mai no he escrit

Més encara quan un dia em va dir

que per més destrets viscuts

(i planava una guerra i una bala)

Admirant i enyorant el meu pare, Florenci Pessarrodona Pons

mai negociava amb la Desconeguda. Fa tant de temps de tot plegat...

Segurament, no l’hi perdono ni ara aquell buit, aquelles lletres borroses,

Tantes vegades he pensat

que a l’estrena del seu darrer trajo (un senyor!)

que s’erren els qui diuen

vaig patir, pateixo, i aquelles llàgrimes.

que era tot un senyor, el meu pare, avui un home en un retrat

Ni perdono aquella primavera: Persèfone, m’és una figura odiada,

És un dibuix d’un amic seu,

la magrana un fruit gairebé maleït

a la lleixa de la xemeneia,

i no vull aquella roba a l’armari.

al costat d’un rellotge, no pas com el de la tia Helen eliotiana.

La crueltat va canviar de mes, mentre se m’esvanien moltes lectures

Els senyors, si no m’erro,

entre espasmes incomprensibles,

són persones molt ben educades,

i divendres sants pietosos i irrepetibles.

i morir és una grolleria imperdonable. Més encara quan no tocava. (Quantes magranes, no sé si púniques, van restar sense obrir; quants grans de cafè per torrar, quantes cigarretes per fumar?)

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Fa tant de temps de tot plegat...


Retrato en Auto / Marta Pessarrodona Admiracions (work-in-progress) Carta al padre que nunca he escrito Traducción: Miguel Cuerdo Mir

Admirando y añorando a mi padre, Florenci Pessarrodona Pons

Hace tanto tiempo de todo... Tantas veces he pensado que yerran los que dicen que era todo un señor, mi padre, hoy un hombre en un retrato. Es un dibujo de un amigo suyo, en el estante de la chimenea, al lado de un reloj, no como el de la tía Helen eliotiana.

Seguramente, ni ahora le perdono aquel vacío, aquellas letras borrosas, que en el estreno de su último traje (¡un señor!) sufrí, sufro, y aquellas lágrimas. Ni perdono aquella primavera: Perséfone, me es una figura odiada, la granada un fruto casi maldito y no quiero aquella ropa en el armario. La crueldad cambió de mes, mientras se me desvanecían muchas lecturas entre espasmos incomprensibles, y viernes santos piadosos e irrepetibles. Hace tanto tiempo de todo...

Los señores, si no me equivoco, son personas muy bien educadas, y morir es una grosería imperdonable. Más aún cuando no tocaba. (¿Cuántas granadas, no sé si púnicas, quedaron sin abrir; cuántos granos de café por tostar, cuántos cigarrillos por fumar?) Más aún cuando un día me dijo que por más aprietos vividos (y se cernía una guerra y una bala) nunca negociaba con la Desconocida. conVersos 27 / 63


Obras pĂşblicas

Lista de publicaciones de los poetas conVersos


Obras públicas

Antoni a R oig

Esth er Lu cio Marin o

Nueve piezas de fuga y tres divertimentos

Ediciones Vitruvio, 2012.

Pavana y aria para un adiós

Editorial Devenir, 2014.

Bricolage (con el pseudónimo Javier Koblan) If ediciones, 2006.

Alacena Roja, 2013.

Eva Yárn oz

C ar m e n C r e s p o

Lana

pájaros, caballos

Cómo trabajar una duna

Editorial Trea, 2019.

Ediciónes Gabriel Viñals, 2017.

Teselas

Editorial Sol y Sombra, 2015.

Filiación

Premio Flor de Jara de Poesía 2016. Diputación de Cáceres, 2017. U niversalia ante Rem Neopátria, 2015. C auces del que teje Ediciones Trea, 2019.

XIII Premio de Poesía César Simón 2016. Editorial Denes, 2016.

Todo ardió Luminoso Armagord, 2016.

Fran García

Cuerpo o el corazón del mundo todavía

Mare Nostrum

XXI Certamen de Poesía Marc Granell Edicions 96, 2018

De músicas y otras pieles Editorial Polibea, 2015.

Poemario breve

Editor Manuel Ayllon, 2014. T al vez huésped Editorial Devenir, 2014.

José P érez Carran q u e No sabría decirte

XIV Premio “Águila de poesía” Ilmo. Ayuntamiento de Aguilar de Campoo, 2018

C ar m e n D ía z - M a r o to

Alguien Surge Polibea, 2014.

Alimento del aire

Premio Blas de Otero de Poesía, 2006. Universidad Complutense, 2007

Ju an H osp ital

Gris: una teoría Amargord, 2012.

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Obras públicas

J ul i o C é s a r N a v a r r o

(1970-2009)

Todo sigue así (Poesía completa) If ediciones, 2009.

Mar ga M a y or d om o

Pájaros Tattoo

Cuadernos del Laberinto, 2019.

Dedos de Martini-Dry. Colección Melbea, 2014.

Mi gue l C u e r d o M ir

Álgebra de la memoria Ediciones Vitruvio, 2012.

Mi gue l d e F r a n c is c o

(1949-2012)

Dalton Peabody (Poesía completa) Amargord ediciones, 2012.

Ni e v e s P u lid o Grandes éxitos

XXVI Premio Gerardo Diego de Poesía, 2010. Excma. Diputación de Soria, 2011.

T i r sa C a j a

Los más queridos nombres Amargord ediciones, 2011

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Ficha técnica

Grupo de los poetas conVersos:

Correctoras de estilo:

Alicia Naya, Antonia Díaz Rodríguez, Carmen Díaz-Maroto, Carmen Crespo, Claudio Carrillo Aranda, Esther Lucio Marino, Eva Yárnoz, Fran García, José Pérez Carranque, Juan Hospital, Manuela Sola Castro, Marga Mayordomo, Miguel Cuerdo, Nieves Pulido, Paloma Espartero, Pepe Alcamí y Tirsa Caja.

Esther Lucio Marino y Nieves Pulido

Y también: Elisa Fernández de Castro, Julio César Navarro y Miguel de Francisco

La revista fue ideada en: Café Ajenjo, Madrid, 2010 (cafeajenjo.com)

Número 27 editado digitalmente el día 9 de octubre de 2019

Comité de redacción: Carmen Díaz-Maroto, Carmen Crespo, Esther Lucio Marino, José Pérez Carranque, Manuela Sola Castro, Nieves Pulido y Tirsa Caja

Secretaria: Carmen Díaz-Maroto

En la portada: Rio Támega, Chaves, Norte de Portugal - Fotografía de Manuela Sola Castro

Diseño y maquetación: Manuela Sola Castro

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